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Las potencialidades de las actividades físico 

deportivas en el proceso de formación de valores

 

Profesores Titulares. Universidad de Ciencias

de la Cultura Física y el Deporte. Holguín

(Cuba)

Dra. C. Guillermina Zaldívar Cordón

MS. C. Julio Oscar Almirall Borrego

Dr. C. José Rafael Proenza Pupo

proenzapupo@yahoo.es

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo es resultado de una investigación que se ha venido desarrollando en la Facultad de Cultura Física de Holguín, en un tema tan actual y polémico como el de los valores; con el objetivo de contribuir a su formación. Después de realizar diagnósticos recurrentes se decide particularizar en las potencialidades de las actividades físico deportivas en el proceso formativo. Se utilizan como métodos teóricos: la modelación, el análisis sistémico estructural, el histórico lógico y análisis de documentos; en el nivel empírico: la observación, el criterio de expertos, encuestas, entrevistas, escalas y técnicas, auxiliados de los matemático- estadísticos; que permiten constatar el problema, la elaboración del Modelo y el diseño de un Programa de Orientación Grupal y la Estrategia Educativa.

          Palabras clave: Actividades físico deportivas. Formación de valores.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 163, Diciembre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Las actividades físicas y deportivas son reconocidas como entretenimiento, pasatiempo, diversión, como práctica del ejercicio físico, o entrenamientos; por lo general se desarrollan al aire, pero este concepto es de un alcance y valor social mucho mayor. Matvéev (1983) precisó: “El deporte en su sentido más estrecho es visto como competición en sí mismo sin embargo, en su sentido amplio representa el factor más activo de la Educación Física y una de las formas fundamentales de la preparación del hombre para la actividad laboral y de otro género socialmente indispensables y a la par, uno de los medios más importantes de la educación ética y estética, la satisfacción de las demandas espirituales de la sociedad y la educación y ampliación de los vínculos internacionales”.

    El deporte es un fenómeno social polifacético y multilateral que ha ocupado históricamente un lugar destacado y cuya importancia continúa creciendo de manera impetuosa. Abarca no sólo la competición sino también la preparación especial que se realiza para la misma y las relaciones sociales que se establecen entre sus participantes. De ahí que sean comprensibles las causas que acrecientan la atención al deporte y la educación física en la sociedad contemporánea.

    Dadas las propias pretensiones de este trabajo resultan de interés particular aquellas funciones que se relacionan con el desarrollo, educación y preparación multifacética del hombre, del perfeccionamiento de sus capacidades físicas y psíquicas y de la formación de costumbres y habilidades útiles para la vida especialmente de las jóvenes generaciones y las propias particularidades, gracias a los cuales el Deporte, la Educación Física y la Recreación tienen un alto valor educativo, pueden contribuir en ciertas condiciones a la formación de rasgos del individuo.

Desarrollo

    El proceso docente educativo de las instituciones formadoras de los profesionales de la Cultura Física debe plantearse una serie de tareas generales encaminadas a la educación moral, estética e intelectual de sus estudiantes y otros mucho más específicos relacionados con la preparación física, técnica y táctica del futuro profesional. De este modo es necesario entender que la formación de los valores en ellos es un componente específico de su preparación y debe ser prioridad durante todo el proceso.

    El trabajo formativo, debe ocupar un lugar preferencial, tanto con los atletas noveles como con aquellos que han alcanzado la maestría deportiva; sin embargo, en el desarrollo ontogenético del hombre no siempre se le dedica el tiempo necesario a esta labor desde las edades más tempranas, muchas veces se le atribuye más importancia a las cuestiones puramente técnicas o de la preparación para las competencias en la modalidad deportiva elegida, que a la labor educativa.

    La actividad deportiva al ocupar un lugar sustancial en la vida del hombre puede ser un poderoso vehículo para conducir la educación y auto educación del atleta y al mismo tiempo por sus propias características, los pone en contacto con disímiles y complejos problemas educativos.

    El deporte como actividad, se utiliza ampliamente como medio de otras manifestaciones de la Cultura Física, esto se debe fundamentalmente a que posee grandes potencialidades educativas y formativas. Por solo citar algunos ejemplos en la Educación Física escolar se incluyen como contenido de esta materia a los juegos deportivos o con pelotas por lo que ello representan en la formación de un colectivo, los sentimientos de solidaridad y compañerismo que en ellos se desarrollan cuando se basan en las reglas del juego limpio, otras manifestaciones deportivas incluidas en el currículo de esta asignatura como son los que potencian valores estéticos son así las diferentes modalidades de la gimnasia básica y rítmica, otras como las disciplinas del atletismo que inciden poderosamente en rasgos volitivos y de la personalidad como las carreras de resistencia, los saltos de altura y longitud, entre otras.

    El proceso de entrenamiento exige toda una serie de condiciones especiales que van desde un régimen riguroso de organización en la vida del deportista, pasando por altas exigencias de la práctica de los ejercicios hasta llegar al establecimiento de metas y propósitos en el orden de sus resultados en las competencias, a lo cual se suman las normas y reglas del deporte y la que se establecen para el trato con sus compañeros de equipos, entrenadores, adversarios y el público espectador que al deportista constantemente le exigen un comportamiento en correspondencia con la actividad.

    Es importante el trabajo que se desarrolle para el logro de todo una gama de valores generales y específicos abordados por la Dra. C Mayra del Toro en sus investigaciones, como por ejemplo la sencillez y la modestia ante los resultados deportivos relevantes, el respeto a las reglas, el trabajo de equipo, la caballerosidad y la gentileza deportiva.

    Los profesionales de la Cultura Física desde los inicios de su formación comienzan a interactuar con los niños y jóvenes en las diferentes etapas de su práctica laboral investigativa dirigiendo las actividades de la Educación Física, por tanto deberán estar preparados para hacerles llegar la importancia del juego limpio, inculcar en ellos el espíritu de entrega, dedicación y sacrificio que conlleva un proceso de entrenamiento, el amor al movimiento deportivo cubano sobre la base del patriotismo, la disciplina consciente y el humanismo que son, en definitiva, valores de esta sociedad.

    La formación de estos valores se encuentra íntimamente relacionados con los procesos de la motivación y la autorregulación que debe lograr el joven deportista muchas veces en condiciones de sobrecargas y tensiones que la propia actividad genera ya sea en las sesiones de entrenamiento o en la competencia. Las sobrecargas y tensiones psíquicas que caracterizan el proceso pueden tener sobre el atleta un efecto negativo o positivo en dependencia de su intensidad. El entrenamiento contemporáneo no se concibe ya fuera de estas influencias.

    La activación de todos los sistemas y funciones que garantizan una alta productividad en el atleta y la elevación de su capacidad general de trabajo son elementos propicios para el desarrollo de valores tales como: La tenacidad, optimismo, laboriosidad, responsabilidad, ejemplaridad, perseverancia, espíritu de sacrificio y abnegación. Si por el contrario, las tensiones que se producen en el atleta rebasan el límite de los umbrales permisibles, entonces pueden crear el temor a las cargas, la pérdida de la motivación por el entrenamiento, inseguridad excesiva hasta llegar al estrés nervioso. Por ello las condiciones en las que se desarrolla el entrenamiento deben ser entendidas como régimen de vida estricto, permitiendo formar costumbres o conductas estables de vida sana, alejados de vicios como el tabaquismo, el alcoholismo o el dopaje.

La formación de valores en el currículo de la Educación Superior en la Cultura Física

    En la educación superior se educan y reafirman valores que inician su formación desde las edades más tempranas; este propósito debe concebirse desde el currículo y unido a ello la concepción del recinto universitario basado en experiencias concretas de cooperación, interacción y comunicación entre los estudiantes y los docentes, de una “comunicación dialógica real, donde se crea un espacio común, donde las partes que intervienen compartan necesidades, reflexiones, motivaciones y errores (...), pero a través de sus posiciones.” (González, 1998).

    Como parte del sistema de la enseñanza deportiva se encuentra el subsistema de la Educación Superior donde se desarrollan los estudios de la Licenciatura en Cultura Física en tres tipos de cursos: diurnos, para atletas y por encuentros. Desde sus inicios hasta la fecha ha transitado por tres generaciones de planes de estudios al igual que el resto de las carreras universitarias en Cuba. Bajo el concepto de perfeccionamiento sistemático y permanente de los planes y programas se han producido estas transformaciones.

    El plan de estudio “A” comenzó a regir en septiembre de 1977 y estuvo vigente hasta 1981 donde se introduce el plan “B”; en 1987, dada la experiencia acumulada y la crítica que reciben los excesos de especialidades en los graduados, se plantea la necesidad de un profesional con una formación básica sólida y de un perfil amplio dándose respuesta a esta nueva exigencia con los planes de estudio “C” desde 1990. De este modo se logra la formación de un profesional capaz de desarrollar su actividad en cuatro esferas de actuación: la Educación Física escolar, el Deporte de base, la Recreación Física y la Cultura Física Terapéutica.

    Los avances en el campo de las ciencias pedagógicas y las propias necesidades del proceso formativo han condicionado que estas acciones educativas se hallan plasmado en los documentos rectores de las carreras universitarias como parte del currículo atendiendo a las nuevas exigencias de la ciencia y del desarrollo social, entiéndase la actual batalla de ideas en las que esta inmersa la sociedad cubana. Entre ellos pueden citarse la disminución del número de objetivos del modelo del profesional, se instrumenta la dimensión medioambiental, se declara la disciplina principal integradora en 1999 y los valores trascendentes para la misma aprobados en el 2001.

    Los cambios operados en la Educación Superior como consecuencia de la puesta en práctica del proyecto de la masificación de la cultura y en especial de la universalización de la enseñanza superior, la instrumentación de los cursos de habilitación de personal docente para la Educación Física y el Deporte, el Ajedrez y la Cultura Física Terapéutica han incidido en un nuevo proceso de cambio en la concepción y diseño de esta carrera, lo cual prevé la formación del profesional de la Cultura Física a partir de un tronco común hasta el tercer año de la carrera y propiciar una formación más especializada a partir de las menciones en Educación Física y Deportes, Ajedrez, Cultura Física Terapéutica.

    Los valores declarados como trascendentes desde finales de la década del 2000 fueron: el patriotismo, la responsabilidad, la solidaridad, el amor a la profesión y la lucha contra la comercialización y otros vicios en el deporte; teniendo en cuenta las propias características de la profesión y su encargo social. A nivel de disciplina y asignatura se establecen otros más específicos y que se vinculan de forma directa con las potencialidades de los contenidos.

    Son válidos y oportunos los criterios expuestos por Margarita Silvestre (1999) cuando afirmó: “los valores han aparecido en los currículos, como un tipo de contenido, lo que no deja de ser cierto, diferenciado de otros tipos de contenidos que a veces son concretados en acciones a lograr o en actividades, llamados: ejes transversales, líneas directrices ejes colaterales o posiblemente también como programas directores.”

    Las críticas a los currículos centrados en lo cognitivo y que soslayan o restan importancia a los aspectos formativos son viejas; sin embargo, a pesar de que se declaran valores, en oportunidades su tratamiento curricular es esquemático, formal y carente de rigor. Los ejes transversales enunciados por la referida autora, en esta carrera propician el desarrollo de los valores medio ambientalistas, la educación económica, entre otros como: la enseñanza de la Historia y en particular, la Historia del Deporte Revolucionario como parte de este proceso de formación, con lo que se conforma una estrategia general para la labor educativa político ideológica y la formación de valores en la carrera.

    Como ya ha sido esbozado en los párrafos anteriores, en los programas de estudio de las disciplinas y asignaturas, se han consignado los objetivos educativos y formativos donde se expresan los valores a los que tributan sus contenidos. Son múltiples las vías para dar cumplimiento a esta labor; no obstante, es la clase la que se considera esencial, además de la estructuración de la Estrategia Educativa que se concreta en los proyectos a nivel de año y brigada, como un sistema armónico de formación integral en sus tres dimensiones: Curricular, Extensionista y Sociopolítica; entre las vías a través de las cuales se le da salida está el turno de información política que se ha organizado semanalmente en la Facultad de Holguín.

    En los últimos años se observa la incorporación de los valores en los programas de disciplinas y asignaturas, los que se han diseñado en muchos casos para tales propósitos, declarándose objetivos dirigidos a la formación de cualidades, sentimientos, actitudes y valores; pero a pesar de ello, al concretarse en los objetivos específicos de los temas y actividades docentes se diluyen y en la mayoría de los casos desaparecen, dejándose a la espontaneidad del docente, lo que presupone falta de sistematicidad y coherencia en el tratamiento de la labor formativa desde la clase. Esta realidad se pone de manifiesto en los programas de las disciplinas, pues no en todos los casos se declararon explícitamente y lo que aún más preocupante es, que no siempre se explotan las potencialidades de los contenidos, para trabajar estos importantes contenidos educativos con un enfoque integrador.

    En la “Teoría de Acción Comunicativa” perfilada por Habermas (1989) se argumentan estas acciones de intercambio y de diálogo, de planteamientos prácticos, críticos y reflexivos en los que los estudiantes experimenten los valores en su vida cotidiana y la creación de momentos vivenciales, de razonamiento sistemático sobre ellos, las exigencias y las ejemplificaciones en el mundo contemporáneo. Precisa que la comunicación es un enfoque general de la existencia; añade un enfoque fenomenológico y humano, subjetivo y personal: el mundo de la vida; lo que presupone la intercomunicación, la referencia a un mundo subjetivo formado por valores sentidos y vividos por el sujeto, mediante los cuales habla y siente, se expresa y dialoga.

    De ahí que al docente le corresponda un importante papel en la transformación del currículo, él debe efectuar los ajustes y cambios necesarios para lograrlo, teniendo en cuenta no sólo los componentes no personológicos del proceso, a partir de su categoría rectora, sino debe priorizar y centrar su atención en las características grupales e individuales de sus estudiantes, la atención a la diversidad humana y el entorno en que se desenvuelven.

    Para lograr que los estudiantes adquieran independencia cognoscitiva que se traduzca en una conducta responsable y creativa es imprescindible que el aprendizaje y la educación prendan en toda la comunidad educativa a partir de la inserción en el currículo docente; enseñándolos a pensar y actuar en correspondencia con los valores genuinos de la sociedad socialista cubana. Esto no puede alcanzarse con una enseñanza fría, verbalista ni una transmisión esquemática de conocimientos; para que los principios, normas y valores lleguen a trasformarse en convicciones e ideales se requiere del protagonismo estudiantil como constructor de su propio proyecto de vida y ello también debe concebirse en el diseño curricular.

    El trabajo científico metodológico debe encaminarse a estos fines; logrando la sistematicidad, integración y rigor que requieren las temáticas vinculadas directamente a los contenidos formativos en aras del perfeccionamiento constante de la labor educativa, son oportunos los criterios emitidos por Daniel “ya no sólo el maestro, ni sólo los objetivos, ni sólo los contenidos, ni sola la evaluación, ni solas las experiencias escolares, los componentes del currículo, aisladamente considerados, los que forman el núcleo sustancial sobre el que pivota la teoría curricular correspondiente.”

    En su tesis doctoral, el profesor titular Jerry Bosque elabora una Estrategia de Educación científico-tecnológica para el proceso de formación del profesional del Licenciado en Cultura Física en la que precisa “ La actividad deportiva y la cultura física en general, en la actualidad presentan una naturaleza tecnocientífica y en consecuencia la formación de profesionales en esta esfera debe seguir una Educación Científico Tecnológica que les permita a partir de sus conocimientos cierta independencia, autonomía para tomar decisiones, una cierta capacidad de comunicar, de decir y transferir tecnología y un cierto dominio y responsabilidad, frente a disímiles situaciones que se presentan en la profesión”. Bosque (31, 9). Son muy acertadas estas precisiones realizadas por Doctor en Ciencias de la Educación y de gran valor para el presente trabajo; no se puede lograr una actitud responsable en el futuro profesional sin tener en cuenta la Educación Científico Tecnológica que los conduzca al fin deseado.

    Es precisamente en la institución educativa con la unidad de todos los factores que inciden en la integralidad del estudiante, bajo la conducción acertada del colectivo pedagógico, que se logra el ambiente de la comunidad universitaria, en aras de fortalecer las vivencias axiológicas y crear paradigmas de actuación que se adecuen a las expectativas y necesidades educativas de los educandos.

Etapas desarrolladas en la investigación

    La lógica seguida en la investigación se basa en los principales momentos teniendo en cuenta las tres etapas seguidas: la factoperceptiva, elaboración del Modelo de Organización del Trabajo Metodológico y su aplicación práctica.

    En la primera etapa se explica la metódica del diagnóstico inicial y se determinan las dimensiones e indicadores y los instrumentos a aplicar, con su metódica. En la segunda, se fundamenta el proceso de elaboración del Modelo de Organización del Trabajo Metodológico y se diseñan además el Programa de Orientación Grupal para la educación del valor responsabilidad y la Estrategia Educativa de la Facultad. En la tercera etapa se describe el proceso de aplicación práctica del modelo a través de una intervención educativa.

Etapa Factoperceptual: Diagnóstico Inicial

    Durante el período de diagnóstico inicial se tuvieron en cuenta los siguientes pasos metodológicos:

  • Determinación de las dimensiones e indicadores para evaluar en el valor responsabilidad a los estudiantes y la brigada.

  • Selección de los instrumentos, técnicas y métodos que permitan la información pertinente sobre el estado de los valores, los problemas y necesidades educativas.

  • Elaboración o adecuación de los instrumentos, técnicas y métodos en correspondencia con las particularidades de los estudiantes, el conocimiento del profesor y las condiciones espacio temporales.

  • Aplicación del diagnóstico inicial.

  • Procesamiento de la información obtenida.

  • Integración e interpretación de los resultados obtenidos.

  • Caracterización individual y colectiva de los estudiantes diagnosticando el estado actual del proceso formativo, los problemas y necesidades educativas.

    Las dimensiones e indicadores se elaboraron teniendo mediante la siguiente lógica. Se inició con el estudio pormenorizado de la bibliografía especializada sobre el tema, se propusieron las dimensiones. Basado en el criterio de diversos autores que valoran la unidad de lo cognitivo, lo afectivo y lo comportamental, conductual o volitivo; además partiendo del hecho de que el hombre en su actividad, conoce, siente y actúa, por lo que se declaran tres dimensiones interrelacionadas, que son:

  • Dimensión cognitiva: se refiere al nivel de conocimiento alcanzado por el estudiante, en cómo refleja los objetos, procesos y fenómenos de la realidad material y espiritual en su conciencia, al modo y nivel en que asimila la información.

  • Dimensión afectiva: se refiere a los estados emocionales en los que se manifiesta su actitud hacia los objetos, fenómenos y procesos de la realidad, constituye el reflejo del mundo real que actúa sobre él y se expresa en emociones, afectos, sentimientos e ideales. Refleja en forma afectiva la interrelación de los estudiantes con el medio en que se desarrolla. En esta dimensión desempeñan un papel esencial las valoraciones.

  • Dimensión volitiva: se refiere a las actuaciones del estudiante, actitudes, acciones y comportamientos, se basa en la capacidad que ellos tienen de realizar acciones dirigidas por fines conscientes. Presupone las motivaciones de la acción la representación de los fines y los medios, las intenciones y la adopción de decisiones.

    Una vez determinadas las dimensiones se asumen como componentes el curricular, extensionista y sociopolítica, pues estos son los aspectos en que se desenvuelve la vida universitaria. Tal como se aprecia en el presente gráfico.

    Estas dimensiones tal como refleja en el gráfico, tienen en cuenta, en lo cognitivo no sólo los conocimientos, sino además las habilidades y capacidades; en la afectiva, las emociones, sentimientos, necesidades y motivaciones; mientras que en la volitiva no comprende sólo la actuación, sino además la disposición, participación y comportamiento.

Descripción de la etapa de elaboración del Modelo de Organización del Trabajo Metodológico

    Para elaborar el Modelo de Organización del Trabajo Metodológico se efectuó un profundo estudio de la amplia bibliografía consultada, además se tuvieron en cuenta las opiniones de especialistas de vasta experiencia en el tema; de este modo se definen los elementos subyacentes en el Modelo y sus criterios de construcción, concibiendo que este debía ser sencillo, asequible a los docentes para su implementación y evaluación; participativo, debía ofrecer la suficiente información que permitiera su concreción en la práctica y además de seguir la lógica del proceso formativo.

    En esta etapa se precisa describir que la modelación se llevó a efecto, permitiendo la integración del Modelo en etapas y acciones, así como los principios formativos en los que se sustentase. Se utilizan los métodos teóricos descritos en la introducción. Todo ello permitió la concientización teórica y conceptualización del valor responsabilidad con sus dimensiones, indicadores y significado de este en los estudiantes universitarios de la Cultura Física.

    Una vez elaborado se somete a técnicas de trabajo en grupo con especialistas de la provincia y el grupo de valores, quedando perfeccionado. A continuación se utiliza el método Delphi sustentado en el principio de la socialización y crítica de la propuesta; en función de evaluar la pertinencia, efectividad y contribuir así a su perfeccionamiento y optimización basado en el criterio de expertos en la temática investigativa. El objetivo de su empleo consiste en la búsqueda de un consenso en relación con el Modelo de Organización del Trabajo Metodológico propuesto y la validez de su implementación.

    Intervención educativa para contribuir a la formación en valores de los profesionales de la Facultad de Cultura Física de Holguín.

    Luego de realizado el diagnóstico, se analizan los resultados, detectan los problemas y necesidades educativas; se elabora el Modelo y diseña el Programa de Orientación Grupal y la Estrategia Educativa, se pasa a la intervención educativa en la etapa de implementación práctica.

    La intervención educativa incluyó dos aspectos que son:

  • Preparación de los docentes para el empleo del Modelo propuesto mediante la realización de un entrenamiento.

  • Aplicación de la Estrategia Educativa a los estudiantes a través de los docentes.

    En la consecución se tuvieron en cuenta las siguientes premisas:

  • Las técnicas e instrumentos utilizados para la constatación de la efectividad del entrenamiento desarrollado a los docentes y la intervención educativa con los estudiantes son consecuencia investigaciones realizadas con diferentes grupos de docentes, entrenadores, estudiantes y atletas lo que aporta la certeza científica a los resultados.

  • En la intervención desarrollada se evidencia que esencialmente los sujetos participantes constituyen su propio control, a través de la aplicación de un conjunto de instrumentos y técnicas antes y después; además se siguió también un control sistemático a partir de la observación. Se incluyen también los juicios valorativos de expertos que garantizan una mayor confiabilidad a los resultados.

  • Se ubicó al estudiante como centro de la educación y auto educación, participante activo, prestando gran importancia a la educación grupal y cooperativa, posibilitando la creación de un clima psicológico favorable que contribuyera a la integración de los participantes.

  • Se priorizó la preparación de los docentes en aras de contribuir al desarrollo de las competencias profesionales y el carácter intensivo de la investigación.

A modo de conclusión

    La contrastación empírica del Modelo de Organización del Trabajo Metodológico en la práctica educativa a través del entrenamiento a los docentes y la intervención educativa con los estudiantes quedó validado, demostrado en los resultados alcanzados, corroborándose el criterio de que la aplicación de un Modelo de Organización del Trabajo Metodológico con potencialidades cognitivas, afectivas y volitivas, sustentado en la Estrategia Educativa, contribuye a la formación en valores de los estudiantes.

    Se constata una evolución favorable en la preparación de los docentes y mayor protagonismo de los estudiantes en su propia formación, evidenciado en:

  • Una clarificación del significado de la formación de valores en los jóvenes con énfasis en el valor responsabilidad.

  • Se eleva el nivel de conocimientos metodológicos y organizativos de los docentes sobre el proceso formativo.

  • Concientización teórica y sensibilidad hacia el tema de los valores.

  • Se eleva el nivel motivacional de los profesionales de la Cultura Física hacia la labor formativa.

  • Se demuestran alternativas metodológicas para la labor formativa con los estudiantes, entre ellas el uso de dinámicas grupales, juegos dramatizados y poesía.

  • Influencia favorable sobre la unidad de acción del colectivo pedagógico mediante acciones para enfrentar el problema de la educación de valor responsabilidad.

  • Consenso en cuanto a la imagen ideal del estudiante universitario de la Cultura Física.

Bibliografía fundamental

  • Almirall Borrego, J. (1999) Diseño de la disciplina principal integradora de la carrera de Licenciatura en Cultura Física. Tesis en opción al grado científico de Master en Ciencias de la Educación Superior. Santiago de Cuba: Centro de Estudio F. Gran.

  • Daniel, R.C. (2003) Modelo pedagógico humanista. http://www.nalejandria.com/akademeia/humanista.htm consulta: 2 de junio 2003

  • González Lucini, F. (1998) Los valores y su significación en el desarrollo de la persona. p. 4-10. En Temas. Nº 15. La Habana, jul-sep.

  • Habermas, J (1989) Teoría de la Acción Comunicativa: Complementos y estudios previos. Madrid. Cátedra.

  • Matveev, L. (1983) Fundamentos del entrenamiento deportivo. Moscú: Editorial Raduga.

  • Proenza Pupo, José Rafael (2001). Perfeccionamiento del proceso de comunicación en la práctica de la educación física y el deporte. Tesis Doctoral. UCCFD. La Habana. Cuba

  • Silvestre Oramas, Margarita (1999) Aprendizaje, Educación y Desarrollo. Editorial Pueblo y Educación. La Habana.

  • Zaldívar Cordón, G. y Almirall Borrego, J.O. (2008) Un modelo para la formación en valores de los estudiantes universitarios de la Cultura Física en Cuba. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 121. http://www.efdeportes.com/efd121/formacion-en-valores-de-los-estudiantes-universitarios.htm

  • Zaldívar Cordón, Guillermina (2004) Estudio sobre la educación del valor responsabilidad en los estudiantes universitarios de la Cultura Física de Holguín.

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