Empleo de la pliometría para la fuerza explosiva de las piernas durante los sprints de los atletas de ciclismo 15-16 años de la EIDE de Ciego De Ávila |
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*Licenciado en Cultura Física **MSc. Especialista en Voleibol Profesor Asistente de la Facultad de Cultura Física de Ciego De Ávila Profesor de voleibol de la escuela Provincial de Iniciación Deportiva |
Benito René Hernández Hernández* Rodolfo Drago Ravelo** (Cuba) |
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Resumen La presente investigación titulada; Empleo de la pliometría para la fuerza explosiva de las piernas durante los sprints de los atletas de ciclismo 15-16 años de la EIDE de Ciego De Ávila.En la misma se pudo comprobar la efectividad de los ejercicios pliométricos en la etapa de preparación especial para el fortalecimiento de la potencia en los sprints en los ciclistas. Con este trabajo nos proponemos con un orden metodológico consecuente y eficiente mediante este modelo de método de forma tal que sean capaces de contribuir al mejoramiento de los resultados deportivos de forma integral. Palabras clave: Pliometría. Sprints. Fuerza explosiva.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 163, Diciembre de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El Ciclismo es un deporte que se puede practicar de diversas formas: en carretera con otros ciclistas, en carretera contra reloj, en una pista, en la montaña, incluye distintas modalidades y disciplinas que tienen en común la utilización de la bicicleta, el primer signo de mejoramiento tuvo lugar en 1812 por el barón alemán Drais. Hecho muy importante para la historia del Ciclismo ocurrió en el año 1868 y consistió en la bicicleta ideada por un modesto relojero parisién llamado Guilmet.
El Ciclismo forma parte de los Juegos Olímpicos desde su primera edición en 1896. Los testimonios más antiguos sobre el mismo se remontan hasta las antiguas civilizaciones de Egipto, e India; pero el auténtico sucesor de la bicicleta fue el llamado celerífero presentado al público parisién el 5 de abril de 1818, formado por dos ruedas de madera unida por una barra, lo inventó un Francés, el conde Mede de Sivrac en 1790.
Las pruebas más famosas y populares son las que tienen lugar en carretera, primera competición se celebró en Paris 1868, las grandes carreras en rutas por etapa nacieron en el Siglo XX; El Tour de Francia 1903, El Giro de Italia 1909 y la vuelta ciclística a España 1935. La principal ruta por etapas Sudamérica, la vuelta ciclística a Columbia comenzó a disputarse en 1951. Algunas muy famosas son la vuelta a Flandes 1913, El Giro de Lombardía 1905 por la Lieja-Bastogne-Lieja 1840.
Campeonato del Mundo de fondo en carretera se celebra desde 1921 y en 1994 se incorporó una prueba contra reloj individual.
Resulta un proceso complicado el universo del deporte en el hombre, pues sin perder de vista al hombre como un todo, su tratamiento en esta esfera de actuación particular exige el concurso de ciencias o sistemas de conocimientos sobre las distintas facetas de su actuación. ¿Qué leyes rigen la adaptación al deporte? ¿Cómo se prepara un deportista? ¿Cómo incrementar el proceso de entrenamiento deportivo?, estas y otras interrogantes han direccionado numerosas investigaciones a nivel mundial.
En el mundo se habla de tres perspectivas en función de la realidad en las que estas se desarrollan educativas, recreativas y competitivas.
El Ciclismo es uno de los ejercicios más duros, ya que exige gran capacidad aeróbica y fuerza de pierna, la preparación del ciclista se caracteriza por presentar las siguientes etapas:
Etapa de preparación general, donde se desarrollan y mejoran las capacidades condicionales y coordinativas.
Etapa de preparación especial, donde se incrementan los niveles resistencia a la fuerza así como la fuerza rápida en los atletas.
Etapa competitiva, donde se mantienen los niveles de resistencia a la fuerza y fuerza rápida adquirida.
Etapa de tránsito, donde se llevan a los atletas a los niveles de restablecimiento sin llegar a cero.
Como se puede observar y dadas sus características, el mayor peso de la preparación del ciclista lo tiene el trabajo con las resistencias a la fuerza y la fuerza rápida trabajada fundamentalmente con pesas, es por ello que pretendemos en este trabajo investigativo insertar el empleo de la polimetría como método de desarrollo de la fuerza explosiva.
El término pliométrico como régimen muscular en nuestra provincia se profundizó científicamente en toda su extensión a finales del año 1997, producto de las conferencias impartidas por los profesores Celia María Hernández y Luís Cortegaza en la Maestría Ciencia y Juegos Deportivos. Podemos señalar que existía cierto conocimiento sobre los regímenes musculares, pero el término pliométrico no se conocía totalmente en todos sus aspectos biomecánicas y fisiológicos. Al conocer las ventajas que ofrece el mismo y sus formas de ejercitación despertaron gran interés, proponiendo, investigaciones fundamentales en el deporte de Voleibol, el cual en los últimos años ha tenido importantes resultados en el ámbito nacional; obtenidos en gran medida a la aplicación de los resultados científico más relevantes fundamentalmente en los atletas que se encuentran en la EIDE.
Desarrollo
Pliometría
El trabajo pliométrico se manifiesta cuando ocurre una contracción excéntrica – concéntrica varias veces en un período de tiempo los más corto posible, venciendo un gradiente de fuerza determinado ya sea, por peso corporal o de un objeto en específico.
Es un método de entrenamiento para desarrollar la reacción explosiva de las contracciones musculares como resultado de contracciones excéntricas rápidas. La fuerza máxima que un músculo puede desarrollar, se logra durante una rápida contracción excéntrica. Cuando ocurre una contracción concéntrica del músculo, inmediatamente después de una contracción excéntrica, la fuerza generada aumenta.
Independientemente de la terminología usada, la combinación de una contracción excéntrica y una concéntrica (“contracción polimétrica” para Cometti o “manifestación reactiva de la fuerza”, para Vittori) constituye el estímulo más natural para el entrenamiento, dado que tiene en cuenta la naturaleza balística del movimiento humano (Esper, 2000) Considerado que en la mayoría de gestos deportivos toda contracción concéntrica va precedida de un estiramiento del músculo, nos daremos cuenta de la importancia del trabajo de este ciclo estiramiento-acortamiento. Esta es la razón por la que hoy en día está ampliamente aceptada la eficacia del método pliométrico, que se centra concretamente en la capacidad reactiva del sistema neuromuscular, muy relacionado con la elasticidad.
Verkhoshansky (1999) define esta capacidad reactiva como: “La capacidad específica de desarrollar un impulso elevado de fuerza inmediatamente después de un brusco estiramiento mecánico muscular; es decir, es la capacidad de pasar rápidamente del trabajo muscular excéntrico al concéntrico”. Independientemente a esto, algunos autores soviéticos venían tocando este término desde la década de 1960 con los resultados del mundialmente conocido Valery Brummel.
Pliometría y desarrollo de la fuerza
Los trabajos de pliometría que se orientaron a mejorar la eficacia en la ejecución del ciclo (estiramiento-acortamiento), de la musculatura extensora del miembro inferior suelen hacer uso de los saltos, especialmente los drops, los cuales han demostrado ser un método de entrenamiento eficaz para este tipo de acciones.
Gehri et al (1998) estudiaron si el trabajo de pliometría con drops era más eficaz que utilizarla solo con contra movimientos, comprobando que el trabajo con drops daba mejores resultados y estando en confrontación con las conclusiones a las que llegaron Bartolomew (1985) y Cutch (1983) quienes consideran que ambas formas de trabajo son igualmente eficaces.
Por su parte Hakkinen y Komi (1985) comprobaron que el trabajo específico de pliometría permitía mayores mejoras en el test de Drop-jump, desde diferentes alturas (20-100 cm) que el trabajo con sobrecargas de alta intensidad (70-100 cm).
En el caso de los saltos en profundidad (drup o drop jump), la altura de caída va a determinar la altura de despegue, la potencia desarrollada y el tiempo de duración del ciclo acortamiento-estiramiento, estos parámetros son los más fiables para poder determinar con precisión la orientación que toma la carga utilizada en el entrenamiento.
Cuando la altura de caída es muy baja, los tiempos de apoyo son relativamente cortos, pero la eficacia en el despegue se ve condicionada. No obstante esta afirmación queda condicionada a la ejecución técnica del movimiento, lo que hace que en ocasiones algunas investigaciones (Bobbert 1987) que el momento y la potencia en las articulaciones de rodilla y cadera fueran mayores durante la ejecución de un drop, incluso de baja altura (20 cm), que cuando se realiza un contra movimiento. Una disminución gradual de la altura de despegue en relación con la altura de caída (20-100 cm), también fue encontrada por Marina y Rodríguez (1993).
Normalmente es necesario incrementar la altura del salto para que el tiempo de apoyo disminuya, y el deportista alcance sus máximos valores de despegue. En ese momento de máximo rendimiento mecánico, la relación de fuerzas de la fase excéntrica y concéntrica se encuentran en el valor óptimo, el cual se estima que es aproximadamente de 0,3, a partir de esta situación óptima, incrementos sucesivos de la altura de salto conducen a incrementar los tiempos de apoyo, peor con menor eficacia en el salto. Decir que disminuye la eficacia en el salto, no significa que se convierta en una forma incorrecta de trabajo ya que en ocasiones y en función de la planificación del trabajo de la fuerza, es necesario hacer uso de este tipo de carga de entrenamiento con el objeto de mejorar los niveles de fuerza máxima. En cualquier caso, el comportamiento de estos dos parámetros evoluciona de forma individualizada, siendo de gran importancia la constitución de fibras de que dispone el grupo muscular trabajado.
La altura óptima de caída varía con el sujeto, su constitución muscular, el nivel de entrenamiento etc., pero en ocasiones es corriente encontrar en la bibliografía algunas propuestas concretas fruto del trabajo realizado en los laboratorios. En este sentido Komin y Bosco (1978) proponen alturas de 0,66m para jugadores de voleibol, frente a los 0,40m, que propone Viitasalo (1982).por su parte Komi y Bosco (1978) sugieren alturas de 0,63m para varones estudiantes de educación física y 0,48 para mujeres. Aunque no permiten rendimientos óptimos de salto, alturas superiores también son utilizadas para conseguir estímulos superiores encaminados a mejorar la fuerza de la musculatura activada, la razón por la que Bobbert (1990) y Schmidtbleicher (1987) plantean la utilización de alturas de 1.10 metros con este objetivo. Tihany (1988) y Vélez (1992), señalan que si el tiempo de contacto es muy corto pese a incrementarse la altura de la caída, y la altura de despegue continua aumentando, la creación y recuperación de energía elástica se debe a las fibras de contracción rápida, que en estas ocasiones serán las predominantes en la musculatura que es activada. Sujetos con un elevado porcentaje de fibras lentas (ST), presentaran una respuesta en el que una vez alcanzada la altura de salto en la que los tiempos de apoyo son más corto, el deportista puede seguir, durante algunos intentos, incrementando la altura de caída con un estancamiento en la duración de los apoyos, pero consiguiendo mejorar la altura de vuelo.
El volumen de saltos que una persona debe realizar por cada sesión de entrenamiento, depende de la categoría del deportista, de la modalidad deportiva que se desea entrenar y de la intensidad que suponen los saltos utilizados. Esto dificulta la posibilidad de aportar unos valores que puedan servir de guía o referencia para el entrenamiento pliométrico. Los debutantes suelen realizar entre 60-100 batidas por sesión, mientras que los deportistas de nivel medio pueden llegar entre 100-250 repeticiones de acciones pliométricas por sesión, (piernas, brazos o cualquier otro segmento corporal), (8-12 series de 5-15 repeticiones) entre jóvenes deportistas.
Todo este planteamiento sobre cómo se comportan parámetros relacionados con los ciclos estiramiento-acortamiento, en los que el deportista realiza saltos desde diversas alturas, es también aplicable a los saltos con sobrecargas o a los lanzados. La velocidad de aproximación previa a la batida actúan de forma similar a como actúan sobre la musculatura las diferentes alturas de caída. Loffler (1979) sugiere que la habilidad general para saltar puede iniciarse con un programa de saltos que incluye un número de contactos por sección entre 150 y 220 (7-20 series), y recuperación de 45 segundos entre serie y de 1-2 minutos entre ejercicios. Así mismo indica que la habilidad específica de salto se ejercita en sesiones de 80-100 contactos, empleando recuperaciones mayores que en la etapa anterior, disminuyendo el volumen en caso del principiante. Ushkevich (1985) propone para saltadores de longitud y triple de 14-15 años y dos entrenamientos de 25-120 contactos y series de 120-200 metros a saltos
Metodología para la aplicación de los saltos
Los saltos en profundidad realizada desde alturas pequeñas, inferiores siempre a la altura óptima o altura desde la que el deportista es capaz de alcanzar la máxima eficacia en las respuestas resultante de la caída.
Los saltos sobre vallas a una o dos piernas, para estos ejercicios se pueden emplear alturas de vallas muy elevadas, o simplemente ejecutar los saltos prestando atención a la elevación del centro de gravedad y a la correcta ejecución de la batida.
Estos ejercicios se realizarán colocando las vallas, bancos, cajas y plintos a la altura del 60%, teniendo en cuenta las posibilidades reales de salto de cada atleta. La intensidad será alta con tiempos de descanso que oscilan entre 30 y 40 seg, según el grado de dificultad al igual que el número de series por ejercicios que están entre 8 y 10 y el número de repeticiones por ejercicios que varía entre nueve y doce, el número de repeticiones por sesión oscila entre 72 y 120.
Conclusiones
La pliometría es un método fundamentado en el empleo de saltos de potencia. “La pliometría es una forma de entrenamiento de potencia muscular que implica movimientos rápidos y potentes, antecedidos por un brusco y breve estiramiento de los músculos involucrados para producir una fuerte contracción muscular en un breve período de tiempo”.
La fuerza explosiva de pierna de los atletas de ciclismo categoría 15-16 años presenta deficiencias en su desarrollo, lo que se constató en el diagnóstico inicial, observándose valores de 43,29 cm.
Los ejercicios deben consistir en saltos en profundidad desde alturas pequeñas al emplear saltos sobre vallas, bancos, cajas y plintos, la altura debe ser del 60% de las posibilidades reales de cada atleta empleando alta intensidad con descansos de 30-40 seg; el número de series debe ser de 8 y10 y el número de repeticiones por ejercicios varía entre 9 y12, oscilando el número de repeticiones por sesión entre 72 y120.
En el salto real se obtuvo un notable incremento de un 43,16% lo cual demuestra la eficacia del conjunto de ejercicios pliométrico empleados para el desarrollo de la fuerza explosiva en los miembros inferiores.
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