La educación del tiempo libre en la formación inicial del profesional de la cultura física y el deporte |
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*Profesor Auxiliar **Profesor Titular Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Facultad Holguín (Cuba) |
MSc. Jorge Luis Mateo Sánchez* jlmateo@cultfis.holguin.inf.cu DrC. José Rafael Proenza Pupo** |
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Resumen A pesar de los planteamientos de disímiles autores en todo el mundo, en especial la Carta Internacional de Educación del Tiempo Libre (1993), que plantean la necesidad de desarrollar programas y estrategias para la educación del tiempo libre en el contexto escolar, todavía hoy en la formación de los estudiantes de Cultura Física y Deporte de Cuba, no constituye una prioridad de su proceso formativo. Fundamentar su necesidad y trazar pautas para su desarrollo constituye el propósito del presente trabajo. Palabras clave: Educación del tiempo libre. Formación del profesional. Tiempo libre y recreación.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 163, Diciembre de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Muchos han sido los argumentos expuestos por diversos autores, que van desde los años 60 del siglo XIX y con mucha mayor fuerza en los últimos tiempos, a favor de una educación del tiempo libre. A la hora de abordar este tema como todos los relacionados con el tiempo libre, existe gran diversidad de criterios, ello está dado en gran medida porque muchos autores asumen al tiempo libre y al ocio como sinónimos y en otros muchos casos se concibe al ocio como la única actividad del tiempo libre, por lo que vamos a encontrar en la literatura que se abordan indistintamente los términos, “educación del (o para el) tiempo libre”, “educación para el ocio”, “educación para el tiempo libre y el ocio”, “pedagogía del ocio” o “pedagogía del tiempo libre” para referirse a un mismo fenómeno.
No obstante a las dificultades antes señaladas es posible constatar una cierta unidad de criterios en cuanto a los argumentos que sustentan una intervención educativa en este sentido.
Desarrollo
La educación del tiempo libre. Antecedentes y necesidad actual
Cuando Harry Barnard (1868), se percató de la necesidad de educar al individuo para que este hiciera un uso positivo de su tiempo libre, haciendo referencia a la expresión “educación para el ocio” y mostrando preferencia por la escuela para desarrollar este proceso, estaba dando inicio a una problemática que casi un siglo después comenzaría a cobrar relevancia.
Charles Brightbill (1961), fue uno de los primeros en determinar la importancia de la educación del tiempo libre al expresar que “cuando hablamos de educación para el ocio, tenemos en mente el proceso de ayudar a todas las personas a desarrollar apreciaciones, intereses, habilidades y oportunidades que les permitan usar su ocio en formas personalmente reconfortante”.
Erich Weber (1969) sería otro de los primeros investigadores en cuestionarse si las personas requerían una formación para utilizar adecuadamente su tiempo libre, llegando a la conclusión de que la educación del tiempo libre es imprescindible por dos razones.
Toda persona necesita una formación para utilizar de forma razonada su tiempo libre y convertirlo en un espacio gratificante y con sentido.
La utilización adecuada del tiempo libre proporciona armonía en el ritmo de vida de las personas y en la propia organización de los tiempos.
Henz (1976), en sus diversos estudios, analiza la pedagogía del ocio y la contempla como “la educación dirigida al aprendizaje de la utilización correcta del tiempo libre”.
Para Pérez Serrano (1988), “la educación del tiempo libre es un proceso de liberación que lleva a la persona a una actitud abierta, libre y comprometida con la construcción de su propia realidad”.
Sivan (1997), considera que “la educación para el ocio se refiere a un proceso de aprendizaje de toda la vida que ayuda a las personas a obtener mediante actividades del ocio socialmente aceptables, su potencial de ocio y calidad deseable de vida”.
Como vía para oficializar y organizar la educación del tiempo libre en 1977 surge la Comisión Internacional para el Aprovechamiento del Liderazgo del Ocio (INTERCALL), que tenía como propósito el de estudiar y recomendar vías efectivas de satisfacer la demanda creciente de líderes entrenados en este campo de todas las regiones del mundo.
En 1982 se amplia el centro de atención de la comisión para incluir otras áreas de la educación del tiempo libre y se convierte en la Comisión Mundial de Educación del Tiempo Libre, convirtiéndose en una de las comisiones de la Asociación Mundial de Tiempo Libre y Recreación (WLRA, por sus siglas en inglés).
En 1993 se aprueba la Carta Internacional para la Educación del Tiempo Libre con lo cual queda demostrada la necesidad de su expansión a todas las partes del mundo. El propósito de esta carta es informar a los gobiernos, organizaciones e instituciones educacionales sobre el significado y beneficios del tiempo libre y la educación del tiempo libre. También proporciona información a escuelas, la comunidad e instituciones involucradas en la capacitación de personal, respecto a los principios sobre los cuales desarrollar políticas y estrategias de educación del tiempo libre.
Se asumen las posiciones definidas en dicha carta donde se afirma que la educación del tiempo libre “es un proceso de aprendizaje que dura toda la vida, que incorpora el desarrollo de actitudes, valores, conocimientos, destrezas y recursos para el tiempo libre”.
Se coincide con los elementos planteados en la Carta Internacional para la Educación del Tiempo Libre (1993) en que los requisitos previos y condiciones para el tiempo libre no pueden ser asegurados por el individuo solo. El desarrollo del tiempo libre requiere la acción coordinada de los gobiernos, organizaciones, las instituciones educacionales y los medios de comunicación. La educación del tiempo libre juega un papel principal en la reducción de diferencias en la experiencia y el status en el tiempo libre y en asegurar la igualdad de oportunidades y recursos. Asimismo, permite a las personas alcanzar su más alto potencial durante el tiempo libre.
Se coincide también en que a la luz de los beneficios de la recreación en todas las sociedades, y de la importancia de todos los agentes involucrados en la educación del tiempo libre, es una necesidad extender el desarrollo de estrategias y programas de educación del tiempo libre en todos los espacios y contextos posibles.
La educación del tiempo libre debe generar aprendizajes más que instrumentales, ha de fomentar una vivencia útil, eficaz y gratificante para la persona y modificar al sujeto y su modo de participar en la realidad; favoreciendo el desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes, valores, destrezas y recursos para el uso racional y sano de su tiempo libre.
Pérez (2003) considera que las aplicaciones que se le dan a la educación del tiempo libre son:
Promover hombres capacitados para reconquistar su tiempo libre, dándose al desarrollo de la información, formación y realización del individuo como persona social.
Permita la elección libre y responsable a los niños, jóvenes y adultos respecto al uso de su tiempo libre por medio de la educación, y no permitir que las actividades recreativas que realicemos se pierdan en el aburrimiento o en el tiempo libre que le roba a muchos la sociedad de consumo.
Esta educación no debe limitarse a la realización de actividades con fines formativos para ocupar el tiempo libre, estas son un medio para el desarrollo de este proceso, pero no deben convertirse en un fin en sí mismas.
Como expresan García y Ruiz “en la actualidad la educación del tiempo libre, no sólo como tema de debate, sino singularmente como preocupación y ocupación educativa merece una atención creciente, que es tanta y de tal magnitud que puede considerarse como un auténtico deber social”.
La tarea de educar la utilización del tiempo libre, que los sujetos aprecien la importancia del mismo para su perfeccionamiento y desarrollo no es problema simple; se debe lograr en los individuos la capacidad de organizar el tiempo libre en todas sus funciones: la de reposición de fuerzas psíquicas y físicas, de entretenimiento, de diversión, así como la de desarrollo de la personalidad.
La educación del tiempo libre es una parte fundamental de la formación integral del sujeto, pues en este tiempo se realiza con gran eficacia la formación física, cultural e ideológica, se adquieren y asimilan valores, normas de vida, opiniones y conocimientos los cuales conforman la estructura de la personalidad.
Estos argumentos nos demuestran la necesidad de la educación del tiempo libre en los estudiantes de la Cultura Física y el Deporte, para que estos adquieran los conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios que les posibiliten emplear el tiempo libre en formas personalmente reconfortante y con sentido desde el punto de vista individual y social, en la institución escolar o fuera de ella, aprovechando óptimamente las ofertas y potencialidades ofrecidas por el entorno sociocultural donde se desenvuelven, potenciándose con ello su formación integral.
La educación del tiempo libre desde la escuela
En la educación del tiempo libre se encuentran dos tendencias fundamentales. De una parte están algunos autores que consideran que la educación del tiempo libre es imposible desarrollarla dentro del contexto escolar, alegando para ello, que dentro de la institución escolar es imposible desarrollar procesos creativos y abiertos.
Por otra parte una gran cantidad de autores con los cuales se coincide consideran que a pesar de que en la educación social para el tiempo libre confluyen varios factores como la familia, los medios de comunicación, las organizaciones sociales, políticas y no gubernamentales, entre otros; la escuela debe ser la principal encargada de desarrollar dicho proceso.
Trigo (1994) afirma que “se nos dice que el objetivo de la educación es enseñar a aprender, es decir, a sentar las bases para que los hombres y mujeres puedan aprender por sí mismos y adaptarse a las distintas situaciones que a lo largo de la vida se van a encontrar. Pues bien, lo que van a encontrar es cada vez más tiempo libre y ¿Quién se ha preocupado de educar tan integralmente al niño y al joven para que pueda integrar las capacidades adquiridas en la escuela, durante su tiempo libre?”
Juan Torres (1999) plantea que “la formación para el tiempo libre, como parte esencial de la formación integral, debe fijarse e instrumentarse en todos los niveles de la educación y muy específicamente en los tramos de educación obligatoria”
Este mismo autor considera que es difícil negarle a la escuela el papel de formación para el buen aprovechamiento del tiempo libre, y ello por una doble razón:
Porque en el seno de la institución escolar el niño/a puede vivir momentos de tiempo libre.
Porque la escuela indirectamente puede preparar a los alumnos/as para disfrutar del tiempo libre que tienen y tendrán en el futuro fuera de la escuela.
En la Carta Internacional para la Educación del Tiempo Libre (1993) se considera que los sistemas educativos formales e informales se encuentran en puntos clave para implementar la educación del tiempo libre, estimulando y facilitando el involucramiento del individuo en este proceso. Relacionado con ello plantea un grupo de elementos que los autores consideran de vital importancia en el proceso de educación del tiempo libre de los estudiantes de Cultura Física y Deportes, estos son:
El objetivo general de la educación del tiempo libre es ayudar a los alumnos a que alcancen una calidad de vida anhelado mediante el tiempo libre. Esto se puede lograr mediante el desarrollo y estímulo de valores, actitudes, conocimientos y destrezas del tiempo libre, mediante el desarrollo personal, social, físico, afectivo e intelectual. Esto, a su vez, tendrá un impacto sobre la familia, la comunidad y la sociedad toda.
Para alcanzar esta meta, se proponen los siguientes principios y estrategias:
La educación del tiempo libre es una parte integral de una amplia gama de estudios, actividades y experiencias, en todas las etapas de la educación formal e informal.
Dentro de los marcos de la educación formal el programa propone:
Identificar el potencial de contenido del tiempo libre que existe en cada materia del programa de estudios y en actividades no académicas.
Incluir materias apropiadas y relevantes al estudio del tiempo libre, tanto directa como indirectamente. Cada materia debe ser imbuida de contenido de tiempo libre.
Fomentar la incorporación del tema del tiempo libre en todas las actividades educacionales y culturales, dentro y fuera de la escuela.
Dentro de los marcos educacionales informales, el programa propone:
Fomentar la flexibilidad de los programas de estudio, incrementar la involucración de la comunidad y factores externos a la escuela.
Incrementar la comprensión mutua y el compartir experiencias culturales de tiempo libre dentro del proceso de aprendizaje.
Permitir la libertad en la selección de actividades educacionales y la participación en ellas.
Acercamientos sobre la enseñanza y el aprendizaje.
5. Personal.
En la implementación de la educación del tiempo libre debe tomar parte personal muy diverso, incluyendo coordinadores para horas libres en la escuela y la clase, maestros, asesores y especialistas en tiempo libre externos a la escuela.
Es evidente y así lo asumen los autores del presente trabajo que la escuela, a todos sus niveles, constituye la principal encargada de aplicar estrategias y programas para la educación del tiempo libre. Estos deberán estar en correspondencia con el nivel y contexto donde se desarrollarán y estimular la creatividad y protagonismo de los educandos, a partir de una integración de todas las influencias educativas y factores intervinientes en el proceso educativo.
La educación del tiempo libre posee mayor relevancia aún en el proceso de formación inicial de los profesionales de la Cultura Física y el Deporte, pues no solo se trata de formar al estudiante en el orden personal como vía para que estos alcancen la preparación necesaria que les permita hacer del tiempo libre un campo importante en su formación integral, sino también como profesionales de perfil amplio y cuatro esferas de actuación profesional (Educación Física, Deportes, Cultura Física Terapéutica y Profiláctica y la Recreación) donde se impone la necesidad, en especial en la recreación, de integrar conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para contribuir a la educación del tiempo libre de los sujetos bajo sus influencias educativas, lo cual constituye una demanda de la sociedad actual.
Preparación y capacitación del personal para la educación del tiempo libre
En cuanto a la preparación y capacitación del personal para la educación del tiempo libre en la Carta Internacional para la Educación del Tiempo Libre (1993) se afirma que los profesionales de sistemas de servicio para el tiempo libre de hoy necesitan desarrollar programas de estudio y modelos de capacitación congruentes con las necesidades en evolución del futuro para preparar a los profesionales del mañana que desarrollarán los medios para suministrar servicios para el tiempo libre innovadores e integrados. En esta dirección se plantean los siguientes objetivos, principios y estrategias:
Objetivos
En la prosecución de los objetivos generales de la educación del tiempo libre, en la sociedad, el personal de la educación del tiempo libre debe estar preparado y capacitado para:
Entender el papel del tiempo libre en un entorno humano en evolución.
Entender las tendencias que emergen en la sociedad, el entorno, la técnica y las comunicaciones, y sacar conclusiones respecto a sus proyecciones sobre los sistemas de suministro de servicios para el tiempo libre.
Interpretar e integrar el papel de la educación del tiempo libre en diferentes escenarios profesionales de la sociedad, como escuelas, servicios de educación del tiempo libre, deportes populares, servicios culturales, servicios de recreo y turismo, medios de comunicación y otros organismos que atañen al área del tiempo libre.
Garantizar que la educación del tiempo libre se refiere a otras competencias centrales, tales como la programación, planificación, clínica, administración y promoción comunitaria, y que las complementa e intensifica.
Entender la diversidad étnica-cultural de la sociedad al planear servicios de educación del tiempo libre.
Desarrollar el conocimiento intelectual y la capacidad de aplicar este conocimiento al tiempo libre, los deportes, la cultura, los programas de medios de comunicación y turismo.
Comprender el papel de la educación del tiempo libre en el estímulo del desarrollo humano, como problemas relacionados con el género, edad, sectores especiales de la población, dentro de una sociedad pluralista que experimenta rápido cambio.
Principios y estrategias
Los profesionales de la educación del tiempo libre deben estar preparados para aplicar sus conocimientos, valores y destrezas en los siguientes campos de estudio:
Tendencias, filosofía, servicios, inclusividad, accesibilidad.
Asesoría, animación, enseñanza, promoción.
Actividades especiales como artes y artesanías, deportes, música.
Sistema de servicio como escuelas, deportes, cultura.
Medios de comunicación como turismo terapéutica/clínica, teatro.
Integración de la preparación y capacitación en educación del tiempo libre en otros programas de estudios profesionales, variando en estructura, formato y módulos de suministro de acuerdo a las necesidades y desarrollo societarios.
El programa de estudios educación del tiempo libre puede variar en una gama que va desde los módulos que forman parte de programa de tiempo libre existentes, hasta opciones autónomas o áreas de énfasis.
Donde sea apropiado, los módulos de educación del tiempo libre pueden ser desarrollados para reflejar la especialización, tomando en consideración diferentes poblaciones, didácticas, sistemas de servicio y grupos culturales.
En Cuba, a diferencia de muchos países en el mundo donde se ofrecen programas enfocados directamente en la educación de profesionales en materia de tiempo libre y recreación en los niveles técnicos y universitarios entre los que se incluyen países latinoamericanos como Colombia, México y Argentina; entre otros, no existe una carrera específica para ello, a partir de lo cual, por su objeto y esferas de actuación, se considera que la responsabilidad social de la educación del tiempo libre corresponde al profesional de la Cultura Física y Deporte y en especial de aquellos que su actividad laboral está en función de la Recreación Física.
Conclusiones
La formación en torno a la educación del tiempo libre en los estudiantes de Cultura Física y Deporte en la actualidad constituye una necesidad de gran trascendencia para dar respuesta a las necesidades sociales de educación del tiempo libre.
Los autores consideran que se está abordando un fenómeno complejo que trasciende los marcos de una asignatura o disciplina, de vital importancia en la formación inicial del profesional de la Cultura Física y el Deporte, no solo para su formación integral sino fundamentalmente para un desempeño profesional acorde a las exigencias sociales actual.
A juicio de los autores, este proceso debe concebirse en función de formar competencias profesionales para la educación del tiempo libre, a partir de la integración de todas las esferas de incidencia de la formación integral del educando, elementos que en el contexto de la Educación Superior cubana, y del profesional de la Cultura Física y el Deporte como parte de ellos, son abordados a partir de las dimensiones curricular, extensionista y sociopolítica.
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