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El Capital Humano: análisis desde un enfoque marxista-leninista y fidelista

 

Departamento de Didáctica de la Educación Física

Facultad de Cultura Física

(Cuba)

MSc. Roilán Rodríguez Barbán

gisleidysc@inder.cu

 

 

 

 

Resumen

          La temática del Capital Humano es abordada desde diferentes posiciones teóricas e ideológicas, en las condiciones del mundo de hoy adquiere relevancia como resultado del reconocimiento que se hace del papel del conocimiento en el desarrollo de la sociedad, que contrasta con el desenvolvimiento tan polarizado de su desempeño. Una cosa es la teoría que exponen los ideólogos burgueses y otra muy distinta es la práctica real de los acontecimientos en ese régimen social capitalista. En el socialismo, específicamente en Cuba, este término está asociado directamente a la formación integral de la inmensa mayoría de los integrantes de la sociedad socialista, capaz de accionar en diferentes campos del saber humano y de estar al servicio del hombre y de los pueblos. Esta categoría ha sido enriquecida por la cotidianidad de la Revolución Cubana, cuya concepción es marxista- leninista y martiana, así como por el pensamiento revolucionario del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz. El abordaje del tema desde el plano económico, político y social, como lo hace el compañero Fidel Castro, le imprime al tratamiento de este concepto un gran valor teórico-metodológico.

          Palabras clave: Capital Humano. Enfoque marxista-leninista. Cuba.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 163, Diciembre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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“Permítanme decirles que hoy prácticamente el capital humano

es, o avanza aceleradamente para ser el más importante recurso

del país, muy por encima de casi todos los demás juntos”.<

Fidel Castro Ruz (Discurso en el Aula Magna de la

Universidad de la Habana, 17 de noviembre de 2005)

Introducción. El Capital Humano: análisis desde un enfoque marxista- leninista y fidelista

I.     Las interpretaciones burguesas alrededor del Capital Humano

    Las posiciones, interpretaciones y concepciones burguesas alrededor del Capital Humano, comienzan a desarrollarse desde mediados del siglo pasado1. En diversas obras con un fuerte marcaje neoclásico2 se refieren a éste como una economía basada en el conocimiento, capital intelectual, recursos humanos, etcétera.

    El término Capital Humano comenzó a emplearse a mediados del siglo XX, a partir de un estudio sociológico realizado por Theodore Schultz3 y Gary Becker4. Según ellos, gran parte del crecimiento económico de las sociedades occidentales podía explicarse si se introducía una variable denominada “Capital Humano”, correlacionada con el nivel de formación especializada que tenían los agentes económicos o individuos de esta sociedad.

    La mayoría de las investigaciones burguesas sobre este tema colocan siempre, en primer plano, el factor ganancia, sin tener en cuenta al hombre trabajador, que es el portador de esta categoría y al que debe estar destinado el resultado final de su labor.

    En 1962, Arrow5 define el cambio tecnológico como un proceso amplio y prolongado de aprendizaje del entorno. Su énfasis inmediato estuvo en reconocer la existencia de una variable “muy difícil de medir, el conocimiento.” En consecuencia, nunca se refirió a grandes cantidades de conocimientos como variable central de su análisis, sino más bien a la inversión bruta acumulada, una variable seleccionada por lo cuantificable de su naturaleza y su estrecha relación positiva con la adquisición de conocimiento; todo esto en estrecha correlación con el sesgo mercantil de estas teorías.

    La autorrealización plena de la persona como ser social, la apropiación de la esencia humana, es la supresión de la autoenajenación; eso sería el capital humano, que no tendría la desgracia de ser considerado un pobre “capital viviente”, como dijera Marx al referirse al obrero. La reflexión e ideas renovadoras, cuya lógica metodológica las aporta el marxismo, acerca de estos problemas, posibilitan el abordaje crítico de este tema. Se le hace difícil a los teóricos burgueses, en el mundo de hoy, dentro de una sociedad clasista, reconocer las grandes contradicciones existentes, también alrededor del concepto de Capital Humano y la introducción de nuevas tecnologías, por lo que la importancia que le atribuyen a la educación y la capacitación dentro del capital productivo, es valorando su impacto en los resultados de la empresa, aspecto este que incrementa la tasa de desempleo y las formas precarias de trabajo; para no hablar de las contradicciones entre las mejoras de capital humano y los salarios, para el polo de los trabajadores. El Capital Humano es una inversión que reporta altas ganancias, dicha inversión no se realiza a partir del buen deseo y voluntad de las clases dominantes para elevar el nivel científico- técnico de los trabajadores, sino que brota del propio movimiento objetivo del proceso de reproducción del capital, impulsado por la ley de la competencia.

    Al vincular el Capital Humano a todo el stock de conocimientos que proporcione más ganancia, y a su vez, más beneficio personal, sin importarle la situación de los demás, se exacerba egoísmo, ambición, e individualismo.

    Estos puntos de vista refieren al hombre como una simple mercancía, cuya función es el aumento de la calidad y cantidad de las producciones y por tanto, de mayores dividendos, pero lo más importante es su capacidad de generar cada vez más ganancia. Dichos autores asocian el Capital Humano solamente a la parte de la fuerza de trabajo en activo, que pueda generar ganancias, después de haber adquirido un alto nivel de conocimientos que le permita manejar la moderna tecnología empleada, no en beneficio del ser humano sino del propio capital.

    De ello se desprende que el capital, lejos de humanizar el trabajo y las condiciones para su desarrollo, deshumaniza al hombre trabajador, convirtiéndolo en un apéndice de la máquina y del proceso productivo en general, como parte integrante del proceso de creación de plusvalía. A su vez, la introducción de los adelantos científico- técnicos en la producción capitalista conduce a la formación de un gran ejército de desempleados, el cual sólo interesa al capital en el sentido de que contribuye a la reducción del salario de sus hermanos de clase y por tanto, a la reducción del costo de producción capitalista.

    No debe hablarse de una revalorización del trabajo humano, como se hace muchas veces, sólo porque se reconocen los saberes y las competencias que el trabajador debe aplicar; se debe insistir, en que más allá de los cambios de las organizaciones, y de los cambios de las relaciones sociales de trabajo, debe estar la verdadera incorporación del hombre como recurso humano más importante6.

    Si hablamos de las Organizaciones del Saber, de Gestión de Conocimientos, es imprescindible referirnos al significado de Capital Humano, en su más amplio término; y no exactamente del concepto extendido hoy por el mundo, del cual tanto se habla y escribe, y muy pocas veces o casi nunca se ubica dentro del contexto específico.

    Es así que muchas veces se desconoce o no se quiere reconocer su aspecto relacional, y se obvia como actividad social; es decir, actividad del sistema social complejo que constituye una Organización, sea esta una empresa o no. En definitiva, los conocimientos, y cualquier otro potencial humano se desarrollan por la actividad social que realizan las personas. Tratando estos problemas, no es posible desconocer o evitar la perspectiva politológica, además de la filosófica, conceptual y práctica.

    El tratamiento a la Información, a la Comunicación, a la Cultura Organizacional, al Comportamiento Organizacional, a los Valores, a los propios Conocimientos, que junto al “Capital Humano”, se plantean como las piedras angulares de la llamada “Nueva Economía”, se convierten en aspectos puramente técnicos, muchas veces economicistas por simplificación, cuya intención marcada es la de desvirtuar su real esencia.

    Según esta lógica, los conocimientos y capacidades humanas son activos, concebidos por las organizaciones7, en términos mecánicos, puesto que concibe como parte del Capital aquellos elementos más tangibles o mensurables de la persona, la riqueza en función de la aplicación del conocimiento al potencial productivo de la empresa, en su innovación y como en las máquinas, equipos o instalaciones, se invierte y se rentabiliza a lo largo de un período de tiempo. El Capital Humano visto así, no es nada humano.

¿Es preciso asimilar el concepto actual extendido de Capital Humano sin cambios?

    No, como señala Rafael Alhama, definitivamente no. El concepto extendido es excluyente, simplista y elitista, que no tiene en cuenta las diferentes dimensiones del individuo ni su desarrollo integral como persona8.

    Sin ser absolutos en el análisis, debe tenerse en cuenta que la tendencia es que en el capitalismo no existe Capital Humano, lo que se explota es el trabajo humano con conocimientos. El acto mercantil de comprar reiteradamente esa fuerza de trabajo, con el único objetivo de obtener beneficios, o sea, plusvalía, evade cualquier incremento de su costo, por lo que más que formar Capital Humano lo que hace es tratar de obtenerlo con el menor costo posible; ejemplos sobrados de robo de cerebros al Tercer Mundo ilustran este comentario9.

II.     Premisas teórico-metodológicas del Marxismo-Leninismo para el análisis del “Capital Humano”

    Marx explicó que el trabajo simple potenciado se incorpora al proceso de producción, de servicios y al propio conocimiento, concentrando un elevado nivel de productividad y por consiguiente de competitividad a las producciones. El trabajo complejo es más que el trabajo simple, es conocimiento, pericia, habilidad, destreza, calificación; vinculado al resultado del proceso científico.

    La clasificación del trabajo establecida por Marx en simple y complejo, puede señalarse que constituye una de las premisas teórico- metodológicas para el estudio del fenómeno del Capital Humano en la construcción del Socialismo en Cuba, pues si bien es cierto que no son conceptos idénticos, el trabajo complejo exige conocimientos, habilidades y en determinados casos un nivel de preparación científico- técnica elevado, por lo que se puede aproximar al concepto de Capital Humano. La cantidad y calidad de sus resultados es muy superior a los del trabajo simple.

    En este sentido, Marx expone que “el trabajo considerado como trabajo más complejo, más elevado que el trabajo social medio, es la manifestación de una fuerza de trabajo que representa gastos de preparación superiores a los normales, cuya producción representa más tiempo de trabajo y, por tanto un valor superior al de la fuerza de trabajo simple. Esta fuerza de trabajo superior a la normal se traduce, como es lógico, en un trabajo superior, materializándose por tanto, durante los mismos períodos de tiempo, en valores relativamente más altos10.

    “En la sociedad de productores privados, el costo de formación del obrero instruido corre a cargo de los particulares o sus familias, razón por la cual son también éstos los que reciben, en primer lugar, el precio mayor de la fuerza de trabajo calificada: el esclavo hábil se vende más caro, el obrero apto obtiene un salario mayor. En la sociedad organizada sobre bases socialistas, estos gastos de instrucción correrán a cargo de la sociedad, a la que por tanto deberán corresponder también los frutos, es decir, los mayores valores producidos por el trabajo complejo”11.

    Marx y Engels, concebían la educación y formación de los individuos en la sociedad socialista, como una responsabilidad del Estado, cuyo nivel de calificación va a incidir directamente en la cantidad y calidad de la producción y los servicios, así como en la formación multifacética de los individuos, capaces de crear grandes riquezas materiales y espirituales para el disfrute de todos.

    “Para modificar la naturaleza humana corriente- señalaba Marx- y desarrollar la habilidad y destreza del hombre para un trabajo determinado, desarrollando y especializando su fuerza de trabajo, hácese necesario una determinada cultura o instrucción, que, a su vez, exige una suma mayor o menor de equivalentes de mercancía. Los gastos de educación de la fuerza de trabajo varían según el carácter más o menos calificado de ésta. Por tanto, estos gastos de aprendizajes, que son insignificantes tratándose de la fuerza de trabajo corriente, están en la suma de los valores invertidos en su producción”12.

    La categoría marxista que sirve de referente directo al “Capital Humano” como concepto es “trabajo complejo”. Esta noción de Marx es la sustancia del “Capital Humano”, la que explica cómo un trabajo altamente calificado demanda mayor salario y de aquí la falsa idea de que cesa la explotación y la supeditación del trabajo al capital pero a la vez, multiplica varias veces la ganancia de los dueños de esa mercancía especial.13

    Lenin señalaba como…” la expropiación de los capitalistas…dará la posibilidad de desarrollar las fuerzas productivas en proporciones gigantescas. Y al ver cómo retrasa el capitalismo ya hoy, de modo increíble, este desarrollo y cuanto podríamos avanzar sobre la base de la técnica moderna ya lograda, tenemos derecho a decir con la mayor certidumbre que la expropiación de los capitalistas originará inevitablemente un desarrollo gigantesco de las fuerzas productivas de la sociedad humana.”14

¿Es necesario redefinir el concepto de Capital Humano?

    Sí. En este trabajo se valora el fenómeno del Capital Humano desde las posiciones revolucionarias de Cuba. En nuestro sistema socialista, a diferencia de las economías y sociedades capitalistas, el hombre está en el centro del problema y la búsqueda de cómo resolver sus necesidades fundamentales, ha sido una constante para la Revolución Cubana; ese hombre incorporado a la producción es el que crea y potencia una estrategia de desarrollo. Este Capital Humano se ha formado a partir del esfuerzo de los obreros, estudiantes, campesinos, intelectuales, profesionales, etcétera; en fin, nuestro pueblo todo.

    El pensamiento revolucionario cubano sobre este concepto parte del análisis de la economía política marxista- leninista, partiendo de la categoría “trabajo complejo” esbozada por Marx, como lo abordamos anteriormente. El Estado revolucionario cubano corre a cargo de la inversión en este sentido, la cual está contenida en su estrategia de desarrollo, potenciando fundamentalmente la educación y la ciencia para ponerlos en función del bienestar de la población, satisfacer sus necesidades vitales y del desarrollo integral de la nación.

    En el socialismo cubano, Capital Humano es más que una inversión, aunque la presuponga, es el resultado, el producto, de nuevas relaciones de producción y en general, de nuevas relaciones sociales que se expresan en la formación de personas con alta preparación en diferentes ramas de la ciencia y la técnica pero a la vez, como miembros de una sociedad socialista en desarrollo.

    En el caso de nuestro país este concepto, que le ha sido arrebatado por Fidel a la Síntesis Neoclásica, expresa la creación de valores como el altruismo, el patriotismo, la solidaridad, la formación de convicciones revolucionarias verdaderamente humanas, el Capital Humano está encaminado a elevar el nivel cultural y científico general de la población con el objetivo de potenciar los resultados del trabajo en aras de toda la sociedad.

III.     Alcance del concepto de Capital Humano en Cuba. Su abordaje a partir del pensamiento de Fidel Castro Ruz

    La confianza en el ser humano, en sus virtudes y potencialidades son conceptos reiterados en el pensamiento y la acción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Desde sus inicios en la lucha revolucionaria ha estado presente esa confianza en el hombre. Como Martí, Fidel siempre ha creído en la utilidad de la virtud.

    El tratamiento que el compañero Fidel hace de este concepto tiene un gran valor teórico- metodológico, pues el análisis lo hace desde el plano económico y social, así como del impacto que la elevación del nivel de calificación del Capital Humano tiene en el desarrollo de los países pobres y subdesarrollados.

    Constituye una arista sobresaliente de su concepción sobre este tema la vinculación que establece entre las potencialidades del Capital Humano, creado por la Revolución en estos más de 50 años, y el aporte que Cuba hace a la causa de los países del Tercer Mundo.

    Fieles al ideal marxista- leninista, los revolucionarios cubanos con Fidel al frente, conciben el Capital Humano como la propia fuerza humana dotada no sólo de amplios conocimientos técnicos, históricos, sociológicos, etcétera, sino también de valores morales como la solidaridad, la cooperación, la vergüenza, el patriotismo, el ejemplo, la honestidad.15

    Para Fidel Castro “Capital Humano implica no solo conocimientos, sino también y muy especialmente conciencia, ética, solidaridad, sentimientos verdaderamente revolucionarios, espíritu de sacrificio, heroísmo y la capacidad de hacer mucho con poco”.16

    Este pensamiento es un significativo aporte que revoluciona el estrecho concepto burgués de capital humano basado en la inversión individual, al integrar tres componentes esenciales: la economía, la educación y la conciencia, en una relación social de nuevo tipo.

    En relación al componente económico en el análisis del concepto destaca la impronta de sustentabilidad que emana de su pensamiento, lo cual lo hace más actual, tal es el caso cuando se refiere a que: “El capital humano no es producto no renovable; es renovable, pero además, multiplicable”.17

    Lo que demuestra las ventajas del socialismo en el empleo racional de los recursos humanos; su lucha constante para que todo ciudadano se incorpore a actividades socialmente útiles; para incrementar el aprovechamiento de la jornada laboral; disminuir el tiempo improductivo; redistribuir fuerzas; evitar que alguien sobre, e incluso, garantizar el estudio y la capacitación de aquellas personas que en algún momento, por determinadas contingencias, recesen en sus actividades productivas, y lo que no significa que la necesidad de promover conocimientos ignore la necesidad de trabajar y crear los bienes materiales que la sociedad necesita.18

    Lo señalado por Fidel en el 2002 cuando planteara que: “Hoy poseemos capital humano, que es esencial, más que cualquier otro país desarrollado del mundo…, y llegará el momento en que ese inmenso capital humano se convierta en riqueza económica19”, se agiganta en las condiciones actuales.

    Además, en el pensamiento de Fidel se aprecia a lo largo de más de cinco décadas el papel de la conciencia, que en el caso específico de Cuba, este Capital Humano se concreta en la formación de personas con sólidas convicciones revolucionarias, comprometidas con su pueblo y con todos los pueblos del mundo, con una preparación integral que les permita enfrentar los retos del presente y el futuro.

    A partir del estudio realizado se adopta, en principio, la siguiente definición operacional del concepto de Capital Humano:

    La fuerza humana dotada no sólo de amplios conocimientos teóricos, históricos, sociológicos, con experiencias, habilidades, sentimientos, actitudes, motivaciones, sino también de valores morales como la solidaridad, la cooperación, la vergüenza, el patriotismo, el ejemplo, la honestidad; y la capacidad para crear más riquezas materiales y espirituales para todos.

Notas

  1. Morales Cartaya, A. (2009). Capital Humano, hacia un sistema de gestión en la empresa cubana, pp. 8-9. La Habana: Editora Política.

  2. Corriente de pensamiento burgués que parte del equilibrio como condición inherente del capitalismo.

  3. William Schultz, T. (1902- ), economista estadounidense. En 1979 compartió el Premio Nobel de Economía por su trabajo sobre economía agraria. Entre sus obras destacan: Crisis económica de la agricultura mundial, 1965), Crecimiento económico y agricultura, 1968) y Recursos humanos, 1972).

  4. Becker, G. S. (1930- ), economista estadounidense, Premio Nobel de Ciencias Económicas en 1992. En 1964 publicó una de sus principales obras, El Capital Humano.

  5. Joseph Arrow, K. (1921- ), economista estadounidense, Premio Nobel de Ciencias Económicas en 1972.

  6. Las tendencias a la privatización del conocimiento y a la internacionalización de la investigación científica en empresas subordinadas al gran capital han ido creando una especie de “Aparheit Científico” para la gran mayoría de la humanidad. Durante 200 años, la economía neoclásica reconoció dos factores en la producción: el capital y el trabajo. El conocimiento y la educación se consideraba un factor exógeno, una “externalidad económica”. En la economía del siglo XXI el conocimiento pasa a ser un tercer factor de producción y el crecimiento económico se vuelve cada vez más dependiente de la acumulación de conocimientos.

  7. Se refiere con este término a la empresa trasnacional como organización técnico productiva.

  8. Alhama Belamaric, R. (2008). Capital Humano. Autorrealización y reconocimiento social. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.

  9. En la Reflexión del compañero Fidel “El robo de cerebros”, del 17 de julio de 2007, desarrolla la siguiente idea: “Ese continuo saqueo de cerebros en los países del Sur desarticula y debilita los programas de formación de capital humano”.

  10. Marx, C. (1973). El Capital, tomo 1, p. 158. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.

  11. Engels, F. (1963). Anti Duhring, p. 245. La Habana: Editora Política.

  12. Marx, C. (1973). El Capital, tomo 1, p. 135. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.

  13. García Valdés, C. M. (2005). Ponencia: En torno al concepto marxista de Capital Humano. La Habana: Escuela Superior del PCC “Ñico López”.

  14. Lenin, V. I. (1986). El Estado y la Revolución. Obras Completas, tomo 33, pp. 92- 93. Moscú: Editorial Progreso. Lenin, V. I. (1986). El imperialismo fase superior del capitalismo. Moscú: Editorial Progreso.

  15. García Valdés, C. M. (2005). Ponencia: En torno al concepto marxista de Capital Humano. La Habana: Escuela Superior del PCC “Ñico López”.

  16. Castro Ruz, F. (2005). Discurso en la Primera Graduación de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), el 20 de agosto de 2005. Granma (La Habana) 22 de agosto: 4.

  17. Castro Ruz, F. (2005). Discurso pronunciado el 17 de noviembre de 2005 en el Aula Magna de la Universidad de la Habana, en ocasión del 60 Aniversario del ingreso del Comandante en Jefe a la Universidad. En: Podemos construir la sociedad más justa del mundo, p. 63. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado.

  18. Ibídem.

  19. Castro Ruz, F. (2002). Discurso en el Acto Inaugural de los Cursos de Superación para trabajadores azucareros, el 21 de octubre de 2002. Tabloide Especial (La Habana): 4.

Bibliografía

  1. Alhama Belamaric, R. (2008). Capital Humano. Autorrealización y reconocimiento social. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.

  2. Castro Ruz, F. (1974). La educación en Revolución. La Habana: Instituto Cubano del Libro.

  3. ______. (2005). Fidel habla a la juventud. La Habana: Editora Abril.

  4. ______. (2007). Reflexiones de Fidel. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado.

  5. García Valdés, C. (2005). Ponencia: En torno al concepto marxista de Capital Humano. La Habana: Escuela Superior del PCC “Ñico López”.

  6. Hart Dávalos, A. (2005). Marx, Engels y la condición humana. Una visión desde Cuba. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.

  7. Marx, C. (1973). El Capital. Tomo I. La Habana: Editorial Ciencias Sociales.

  8. Marx, C. y F. Engels. (1973). Obras Escogidas en tres tomos. Tomo I. Moscú: Editorial Progreso.

  9. Morales Cartaya, A. (2009). Capital Humano, hacia un sistema de gestión de la empresa cubana. La Habana: Editora Política.

  10. Valdés Galárraga, R. (2007). Diccionario del Pensamiento Martiano. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.

  11. Vitier, C. (2008). Ese Sol del Mundo Moral. La Habana: Ediciones Unión.

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