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Fundamentos teóricos-metodológicos que sustentan la 

preparación de la fuerza en el fútbol femenino de alta competencia

 

*Autor. Licenciado en Cultura Física. Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo". Master en Ciencias y Profesor Asistente.

 Profesor de Educación Física en la Universidad de Ciencias Informáticas. Asesor de la Selección Nacional Cubana 

de Fútbol Femenino de la Categoría Élite y Sub-20. Aspirante a Doctor en Ciencias de la Cultura Física

**Co-autora. Profesora de Educación Física. Especialista de Atletismo

Licenciada en Cultura Física. Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo"

Doctora en Ciencia de la Cultura Física. Profesora Consultante de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física “Manuel Fajardo” (UCCFD). 

Secretaria de la Comisión de Grado Científico y miembro del Consejo Científico de la (UCCFD). Miembro 

del tribunal permanente de otorgamiento del Grado Científico de Doctor en Ciencia de la Cultura Física

MSc. Abel Rizo Aragón

abelra@uci.cu

Dra. C. Ana María Morales Ferrer

amora@iscf.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          El trabajo presenta aquellos sustentos teóricos-metodológicos que a consideración del autor fundamentan la preparación de la fuerza en el Fútbol Femenino de la alta competencia. De este modo se pretende analizar los criterios brindados por prestigiosos autores sobre la temática abordada. En la investigación se emplearon diferentes métodos como el análisis histórico-lógico, análisis-síntesis, inducción-deducción, análisis de fuentes documentales, y la triangulación de la información. Los resultados que se muestran permiten enriquecer el proceso de preparación de la fuerza en el Fútbol Femenino de la alta competencia como componente esencial durante la preparación, toda vez que se muestran elementos esenciales para el trabajo de la fuerza en esta disciplina deportiva atendiendo a las exigencias físicas de la actividad competitiva contemporánea.

          Palabras clave: Fútbol femenino. Preparación de la fuerza. Actividad competitiva.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 162, Noviembre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    La preparación de la fuerza en el Fútbol Femenino de la alta competencia, precisa estar en correspondencia con las exigencias de la actividad competitiva contemporánea, conocer si el estado de este proceso ha estado a tono con estos desafíos fue un importante paso que permitió tomar decisiones para la conformación teórica y metodológica de la investigación, dado que cada día los métodos y medios de entrenamiento se hacen más específicos, lo que hace necesario que se tenga en cuenta la elaboración de vías que permitan una mayor viabilidad en sus resultados.

    El objetivo de la investigación es analizar los fundamentos teóricos-metodológicos de la preparación de la fuerza en el Fútbol Femenino de la alta competencia.

Antecedentes de la preparación de la fuerza en el Futbol Femenino de la Alta competencia

    A continuación se dan a conocer investigaciones que se acercan a la temática tratada en el Fútbol Femenino, las que a consideración del autor abordan temas de interés y a su vez generan contradicciones que permiten el enriquecimiento de la obra.

  • Tejedor y Torres (2007) en su estudio El Fútbol Femenino: Situación actual en el entrenamiento y competición analiza el comportamiento de la PFG en el Fútbol Femenino durante el entrenamiento y la competición. Abordando la escases de investigaciones relacionadas con la preparación de la fuerza y que a su vez aborda la importancia de esta durante la actividad competitiva.

  • Programa de Preparación del Deportista (2009) orienta a los entrenadores hacia el trabajo de las diferentes direcciones del entrenamiento por categorías. No obstante en este documento no se incluye el fútbol femenino, además las orientaciones para la preparación de la fuerza con muy generales.

  • Palladino (2009) realiza una investigación sobre la preparación física en el Fútbol Femenino. En esta plasma un análisis del trabajo de la PFG en el Fútbol Femenino, sin embargo la preparación de la fuerza es manifestada de manera generalizada alejándose de las exigencias de la actividad competitiva contemporánea.

  • Guilarte (2009) en su tesis de maestría Propuesta de ejercicios para el mejoramiento de la potencia en el golpeo del balón de las centrocampistas del equipo nacional cubano de fútbol femenino categoría Sub. 20 brinda elementos en cuanto al contenido para el mejoramiento de la potencia en el golpeo del balón, limitándose al mejoramiento de la potencia y al trabajo con las mediocampistas.

  • Rizo (2009) en su tesis de maestría aborda ejercicios para la fuerza explosiva en el Fútbol Sala femenino, proponiendo un grupo de ejercicios para el mejoramiento de esta dirección de la fuerza, pero no integra la preparación de la fuerza como sistema durante la actividad competitiva.

  • Jornada de actualización Fútbol Femenino del Comité Técnico Andaluz de Fútbol Femenino de Málaga, España. (2010) aporta orientaciones sobre los aspectos físicos en la preparación de la futbolista, estableciendo los factores determinantes, elementos y organización para su desarrollo, las cualidades físicas a desarrollar en el Fútbol Femenino entre otros elementos. Sin embargo en este estudio no se específica la vía de acercamiento de la preparación de la fuerza hacia el contexto competitivo.

Caracterización de la actividad competitiva

    El juego de Fútbol según su reglamentación actual tiene un tiempo de duración de 90 minutos, de los cuales el tiempo real de juego atendiendo a lo planteado por Anselmi (2003) es aproximadamente de 60 minutos. Los resultados que caracterizan la actividad competitiva en este deporte, evidencian que la distancia media recorrida en un partido de Fútbol por jugadores de Primera División ha aumentado de 3-5 Km que se recorrían en los años 60, a una media entre 10-12 Km que se recorren desde los años 70-80.

    Los estudios realizados hasta comienzos de los años 90 del siglo anterior no indican que exista un aumento de la distancia recorrida. Sin embargo, es probable que con las nuevas normas que se aplican desde el Campeonato del Mundo de 1998 (aumento del tiempo de descuento), el tiempo real de duración y la distancia media recorrida en un partido de Fútbol se haya incrementado.

    En esta disciplina deportiva cada competencia implica entre 1000 y 1200 acciones que determinan cambios de dirección y velocidad de carrera incluyendo el traslado de la pelota (habilidades técnicas), existiendo un cambio de actividad cada 4 segundos aproximadamente, que facilita una información más sobre la naturaleza intermitente de este deporte (Anselmi, 2003).

    Si bien la mayor parte de la actividad durante un juego de alto nivel se realiza a una intensidad baja o submáxima, no se puede subestimar la importancia de los esfuerzos de alta intensidad, debido a que los jugadores generalmente tienen que correr con esfuerzo alto (velocidad crucero) o realizar un pique cada 30 segundos, aunque corren al máximo una vez cada 90 segundos. La coordinación de estos esfuerzos anaeróbicos, sean o no en posesión de la pelota, es crucial ya que su éxito juega un papel predominante en el resultado del partido.

    Por su duración y su volumen se puede afirmar que el Fútbol es Aeróbico, claro está, y a simple vista podemos aseverar que la resolución de las jugadas más comunes en un partido no se resuelven por decirlo de alguna manera, a velocidad aeróbica, sino que se ejecutan a gran velocidad y con un elevado porcentaje de fuerza; demandando una gran participación de los sistemas anaeróbicos alácticos y lácticos (Anselmi, 2003).

    Otros destacados autores como José Alonso Hernández y Antonio Iznaga Dapresa (2003), plantean que “…el sistema energético aeróbico tiene una participación destacada, entre el 70 y 75 % del tiempo total de juego, existiendo periodos cortos de ejercicio de alta intensidad entremezclados con periodos de ejercicio con baja intensidad, donde las carreras intensas no superan los 5 segundos a velocidad máxima, con periodos de recuperación de 2 segundos cada 2 minutos”.

    Aunque no se pretende crear comparaciones para resaltar un sexo sobre el otro, es importante mostrar el comportamiento de algunos indicadores de juego que permitan conocer el comportamiento de las féminas en este deporte. Tejedor y Valverde (2003) expresan que “en promedio un jugador de Fútbol debería ser capaz de cubrir 8-l2 Km. durante el transcurso del partido (- 2% de la distancia total cubierta por futbolistas de alto nivel se cumple en contacto con la pelota). Ambas autoras plantean que las mujeres cubren una distancia aproximada de 8,5 Km y resaltan atendiendo a estudios de Bangsbo (1994) que a una jugadora danesa se le midió hasta 10,7 Km de recorrido durante un partido.

    Continuando con los resultados que muestran estas investigaciones, la frecuencia cardíaca durante un partido es aproximadamente de 165 y 175 latidos por minuto (80% y el 85% de la frecuencia cardíaca máxima) durante todo el juego.

    En las féminas citados por las mismas autoras es del 89 al 91% de la frecuencia cardiaca máxima. La intensidad de la glucólisis anaerobia medida de acuerdo a la formación de lactato, es muy variable en partidos de Fútbol fluctuando desde valores de 3 - 4 mmol en el primer tiempo a más menos 10-11 mmol en el segundo tiempo, y para las mujeres; según estas autoras es de 5,1 mmol más menos 9,1mmol en el primer tiempo y de 4,6 mmol más menos 2,1 mmol en el segundo tiempo.

    El promedio del consumo máximo de oxígeno de un futbolista se encuentra en 53.7 mml/kg./min, en la mujer no varía sustancialmente lo que representa aproximadamente el 70% del máximo consumo de oxígeno.

    Más adelante estas autoras continúan expresando que uno de los indicadores importante a tener en cuenta son las medidas antropométricas, donde el promedio de la talla de los futbolistas está aproximadamente entre 1,67- 1,86 metros, en las futbolistas entre 1,58-1,69 metros, el por ciento de grasa en hombres futbolistas es de 8-13 % y en mujeres futbolistas aproximadamente de 24,1 % (Gorostiaga, 2002).

    En lo que respecta al tipo de actividad e intensidad desarrolladas durante el partido de fútbol masculino, los resultados de distintos estudios parecen indicar que los jugadores de Primera División están parados o caminando entre el 55% y el 60% del tiempo total de partido (49 a 54 minutos). Además, corren a ritmo moderado (velocidad inferior a 15 Km/h) durante el 35-40% del tiempo (31 a 35 minutos), corren a velocidad casi máxima (15-25 Km/h), durante un 3-6% (3-5 minutos) del tiempo y, por último, corren a máxima velocidad (mayor de 25 Km/h) durante un 0.4-2% (22 a 170 segundos) del tiempo total de partido, (Gorostiaga, 2002).

    Debe señalarse que el 50% de los esfuerzos realizados a máxima velocidad en fútbol masculino se hacen sobre distancias inferiores a 12 metros, donde un 20% se hacen sobre distancias comprendidas entre 12 y 20 metros, un 15% sobre distancias comprendidas entre 20 y 30 metros y tan solo un 15% de los esfuerzos realizados a máxima velocidad se hacen sobre distancias superiores a 30 m. Por lo que la distancia media que se recorre en cada sprint es de 14 metros (Gorostiaga, 2002).

    Uno de los aspectos que se debe señalar el cual ha sido poco divulgado son los resultados que muestran las características físicas de un partido de Fútbol femenino en la alta competencia pero al parecer investigaciones realizadas por Ekblom (1999), destaca que las mujeres futbolistas corren, en media (distancia media recorrida en un partido), menos metros que los hombres y a menor velocidad, realizándose aproximadamente 100 sprints a una distancia media de 14.9 ± 5.6 metros y a su vez estas se encuentran aproximadamente el 15 % del tiempo total de juego paradas, 38% caminando, el 18% trotando de forma lenta, 6% de forma moderada, aproximadamente un 21% saltando, un 0.5% en sprints y recuperación 0.5% un 1% corriendo de espalda (Bangsbo, 1994).

    Por lo tanto, parece lógico concluir que la menor intensidad relativa a la que se juega el partido de fútbol femenino está estrechamente relacionada con la menor condición física que presentan las mujeres futbolistas.

La preparación de la fuerza en el Fútbol Femenino

    El Fútbol Femenino, a partir de los elementos expuestos anteriormente, fundamentados en las exigencias físicas de la actividad competitiva, precisa de la preparación de la fuerza como uno de los componentes importantes que condicionan un mejor rendimiento durante el juego.

    Diferentes estudios como los de Gorostiaga (2002), Tejedor y Valverde (2003) entre otros, muestran el comportamiento de diferentes acciones que se evidencian durante el juego, coincidiendo en que a pesar de que exista un mayor número de acciones que demandan de la fuerza durante un partido por parte del sexo masculino en la alta competencia, estos no son significativamente mayores que en el sexo femenino.

    Lo anterior, permite fundamentar que la preparación de la fuerza en las mujeres de la alta competencia posee un carácter de suma importancia como en los hombres. Sin embargo uno de los aspectos en que el autor de esta investigación coincide con Román (2003) es que esta preparación debe estar dirigida a las acciones determinantes durante un juego.

    Estas acciones demandan de diferentes tipos de fuerza determinantes planteadas por autores anteriormente mencionados con los cuales se coincide en el trabajo de la fuerza explosiva, fuerza rápida y la fuerza máxima, mientras que el autor de esta investigación considera que teniendo en cuenta el número de golpeos, cambios de direcciones, sprints entre otras acciones las cuales se evidencian durante todo el partido incluyendo aquellos que arriban a el tiempo de extra, la resistencia a la fuerza explosiva es un aspecto a tener en cuenta durante el proceso de preparación de la fuerza.

Consideraciones generales acerca de la fuerza como capacidad: criterios de autores

    La preparación de la fuerza es un aspecto modular en el entrenamiento de cualquier disciplina deportiva, en el Fútbol es determinante en diferentes acciones que ocurren durante el juego ya sean saltos, golpeos, choques al disputar el balón y aceleraciones al esprintar.

    Esta diversidad en el modo de abordar la fuerza induce a valorar varios conceptos y formas de clasificación para enfrentar las exigencias de la práctica deportiva. Necesidad que se hace más objetiva al enfrentar cada una de las etapas del proceso de preparación y que ha conducido entre otros aspectos a la formulación de diversas concepciones, según sus modos de manifestación o los puntos de vistas de los autores.

    Una concepción general es la que parte de la física, la cual trata de aquella influencia capaz de modificar el estado de reposo o movimiento de un cuerpo, y se representa con la fórmula que sintetiza la primera Ley de la Mecánica planteada por Newton: (F = m x a).

    Más específica resulta la definición que brinda Zatsiorsky (1966) quien considera que se trata de "la capacidad para vencer resistencias externas o contrarrestarlas a costa de esfuerzos musculares”.

    Desde el punto de vista fisiológico cabe considerar la definición de Vorobiev (1974) quien la define como “aquella tensión máxima que desarrollan los músculos y cuyo efecto es posible medir en gramos o kilogramos”. Según Kuznetsov (1981) “en la mecánica moderna, se nombra fuerza a toda acción de un cuerpo material sobre otro, como resultado de lo cual ocurre un cambio en el estado de reposo o movimiento de ese cuerpo”.

    Según Harre (1988) citado por Román en Gigafuerza (2004), la fuerza es un componente dentro del conjunto de las capacidades físicas determinantes o influyentes en el rendimiento. Un aspecto muy importante que declara este autor, es que debe tenerse en cuenta su relación con la resistencia y la rapidez en los desarrollos cíclicos y acíclicos del movimiento, lo cual obliga a considerar otras formas de manifestación de la fuerza: fuerza máxima, fuerza rápida y resistencia de fuerza.

    Román es también uno de los autores que más ha tratado este tema; particularmente en su libro Gigafuerza explica que en 1987 un colectivo de autores de Gimnasia Básica consideró la fuerza dentro del grupo de las capacidades condicionales y representa la superación de cierta resistencia exterior con un determinado nivel de esfuerzo muscular.

La Fuerza Máxima

    Forteza (1988) define la fuerza máxima como aquella que se manifiesta de forma más definida en los movimientos lentos y estáticos, durante la superación de resistencias exteriores. Agrega además, que esta capacidad se mide, mediante el peso de la carga que se vence y el tiempo de tensión muscular máxima, mientras que Harre (1989) la define como la fuerza superior que el sistema neuromuscular puede aplicar en presencia de una contracción máxima arbitraria.

    La importancia de la fuerza máxima, disminuye en la medida en que las resistencias que se deben superar sean menores y predominen la velocidad de contracción muscular o las capacidades de resistencia. De este modo la fuerza máxima ejerce una mayor influencia sobre el rendimiento en la carrera de velocidad que sobre el resultado de la carrera de fondo (Harre, 1989).

    La idea de Harre no es muy distante de la de Bompa (2000), quien define la fuerza máxima como aquella que puede realizar el organismo en una contracción voluntaria. Según el autor ese hecho se demuestra por la carga más alta que se puede levantar en un intento.

    Teniendo en cuenta los argumentos anteriores Cuervo (2005) en Pesas Aplicadas, brinda el siguiente criterio de dosificación para la fuerza máxima:

Intensidad

90 y más %

Repeticiones

1-3

Tiempo

Rápido

Descanso

2-3 minutos

La Fuerza Resistencia

    Kuznetsov (1981), alega que esta tiene lugar durante el vencimiento de resistencias que no alcanzan las magnitudes límites, con máxima aceleración.

    Román (1988) pretende una mayor especificidad en esta definición, al afirmar que se trata de la capacidad de superar repetidas veces una oposición de media intensidad, ofreciendo además un criterio de dosificación según el cual debe ejecutarse la mayor cantidad de repeticiones posibles en un ejercicio, realizándolo en forma lenta y utilizando alrededor del 25 al 30 % del resultado máximo.

    También los autores Grosser y Muller (1996) coinciden en que es la capacidad de resistencia frente al cansancio en cargas prolongadas o repetidas.

    Lo cierto es que la fuerza resistencia depende del nivel de fuerza máxima y del estado de las vías aerobias y anaerobias de abastecimiento energético lo cual es coincidente con la idea que expresa Bompa (1993). Además, los niveles de manifestación de la fuerza resistencia se diferencian con arreglo a la intensidad y el tiempo de carga.

    Hartmann y Tunnemann (1995), al relacionar ambas capacidades dicen que la capacidad de fuerza y resistencia es aquella que posee el organismo frente a la fatiga durante una carga de relativa larga duración, que implique además un componente importante de fuerza (más de 30 % de la fuerza máxima individual).

    Por su parte Cuervo (2005) concreta sus razonamientos en “Pesas Aplicadas”, con los siguientes criterios de dosificación:

Intensidad

Hasta el 60 %

Repeticiones

Más de 6

Tiempo

Medio

Descanso

2-4 minutos

Fuerza Rápida

    La fuerza rápida es otro modo muy importante de manifestación de la fuerza y a su vez de mucha aplicación. Al referirse a ella Kuznetsov (1981) explica que esta aparece cuando se intenta vencer resistencias que no alcanzan las magnitudes límites, con aceleración por debajo de la máxima.

    Ozolin (1983) en su libro Sistema Contemporáneo del Entrenamiento Deportivo define a la fuerza rápida como la capacidad del sistema neuromuscular para superar resistencias con una alta velocidad de contracción.

    Así la fuerza rápida es una base decisiva para el velocista en el atletismo, del saltador de longitud, del velocista en el ciclismo y para la capacidad de poner el balón en juego en los jugadores de fútbol.

Fuerza Explosiva

    Esta manifestación de la fuerza, está estrechamente relacionada con la fuerza rápida por lo que Román (2004) llama la atención acerca de considerar como otro modo de manifestación de la fuerza – velocidad a la fuerza explosiva, la que tiene lugar al demostrar una magnitud de fuerza en menor tiempo posible. La fuerza explosiva depende de la velocidad de contracción de las unidades motrices constituidas por fibras FT (rápidas). Así como del número y de la fuerza de contracción de las fibras implicadas.

    Aunque al referirse a la fuerza explosiva, Bompa (2000), le ofrece un concepto casi equivalente a la capacidad para realizar la fuerza máxima en el período de tiempo más corto, la misma la aborda con el nombre de potencia y expresa que es el proyecto de dos capacidades: fuerza y velocidad.

    Antes de concluir con este apartado, cabe recordar el valor de la denominada propiedad reactiva que es un factor específico de algunas capacidades de fuerza velocidad, el cual consiste en que los músculos tienen la posibilidad de realizar cambios instantáneos del régimen pliométrico hacia el biométrico; es decir fuerza reactiva o de choque.

    Finalmente, aplicando los argumentos anteriores vuelve a hacerse alusión a los criterios de dosificación de Cuervo en Pesas Aplicadas (2005).

Intensidad

Hasta el 60-89 %

Repeticiones

1-5

Tiempo

Rápido y explosivo

Descanso

2-3 minutos

Conclusiones

  1. Las investigaciones mencionadas abordan temas de interés para la preparación de la fuerza, sin embargo en algunas no se aprecian en su contenido, la relación entre el carácter de la actividad y las exigencias de la competencia.

  2. El análisis de los fundamentos científicos asociados al trabajo metodológico de la preparación de la fuerza en el Fútbol Femenino de la alta competencia y su relación con las exigencias de la actividad competitiva como elemento fundamental, permite contribuir a una mejor comprensión y preparación de esta capacidad en el sexo femenino.

Bibliografía

  • Bompa, T O. (1993) Periodization of strength training: the new wave in strength training. Toronto, Veritas Publis. Inc.

  • Guilarte, Y. (2009). Ejercicios de fuerza para contribuir al mejoramiento de la potencia en el golpeo de las futbolistas juveniles cubanas. Tesis de Maestría en entrenamiento deportivo para la alta competencia. Universidad de Ciencias de la Cultura Física y Deporte.

  • Forteza de la Rosa, A. (1999) Medellín. Alta Metodología, carga estructura y planificación. Editorial Komeki.

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  • Román, I. (1998) Mega Fuerza. Editorial Deportes.

  • Torres y Tejedor, (2007). El Fútbol Femenino: Situación actual en el entrenamiento y competición.

  • Verjoshanski, I.V. Entrenamiento Deportivo. Editorial Roca. México, 1990.

  • Weinek, J. (1988). Entrenamiento óptimo. Hispano Europea. Barcelona.

  • Komi, P.V. (1992) “Strength and power in sport”, Blackwell Science Ed. London.

  • Ebben, W.P. y Jensen, R.L. (1998) “Strength training for women: Debunking myths that block opportunity”, The Physician and Sports Medicine”, Vol 26, Nº 5.

  • González Badillo, J.J. y Gorostiaga Ayesterán, E. (1997) “Fundamentos del entrenamiento de la fuerza”, Ed. Inde, 2º edición, Barcelona.

  • Cuervo, C. et al (2005). Pesas Aplicadas. Editorial Deportes. C. Habana.

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