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Estrategia educativa dirigida a la orientación familiar a los niños y 

niñas en edades tempranas con retardo en el desarrollo psicomotor

 

Licenciada en Educación Especial: Defectología. Profesor Asistente

UCP, Camagüey. Logopeda y Jefa del Equipo Multidisciplinario

del CES/ECIT: Centro de Diagnóstico y Orientación

(Cuba)


MSc. Maidelin Muñoz Ramírez*
DrC. Ángel Luis Gómez Cardoso
DrC. Luis Alfonso Rangel Mayor

rmmunoz10@graduados.uci.cu


 

 

 

 

Resumen

          El trabajo que se presenta constituye el empeño de los autores en la búsqueda de opciones para poner en manos de los padres una fuente de información para la orientación dirigida a un trabajo más efectivo en el cumplimiento de su encargo social; es por ello que la investigación tiene como objetivo elaborar una estrategia educativa que favorezca la orientación de la familia del niño y de la niña en las edades tempranas con retardo en el desarrollo psicomotor.

          Palabras clave: Familia. Orientación. Desarrollo psicomotor.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 162, Noviembre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    A lo largo de la historia del hombre, la familia ha sido y continúa siendo objeto de estudio e investigación, razón que hace evidente la preocupación cada vez más creciente, por no sólo investigar sino por crear programas de acción que capaciten u orienten sistemáticamente a la misma.

    La familia funciona como la primera escuela y los padres asumen el rol de los primeros maestros, es decir la mano que mece la cuna es portadora de las primeras enseñanzas y mediatizadora de las relaciones de sus hijos en el entorno social.

    Realizan su contribución teórica psicólogos y pedagogos contemporáneos sobre temas relacionados con este aspecto ejemplo: Torres González (2003); Manuel Calviño (2005); Alberto Clavijo (2002); Patricia Ares Muzio (2004); Castro Alegret (2004); Gómez Cardoso (2007) entre otros.

    En la investigación se elige el retardo en el desarrollo psicomotor por ser una de las problemáticas actuales con interrogantes aún no resueltas si analizamos que la psicomotricidad es considerada como una disciplina que enfoca al individuo como un ser biopsicosocial a partir de un criterio global de la persona, donde se manifiestan en unidad dialéctica las dimensiones afectiva, cognitiva, cognoscitiva y motrices que establece el sujeto con su cuerpo al relacionarse con el entorno de forma armónica y adaptada, partiendo de su propia identidad.

    Su campo de acción se materializa en tres ámbitos específicos: evolutivo del desarrollo, con carácter preventivo y reeducativo; y con fines terapéuticos. (Martínez, Lienly y Más Moré, 2000), por lo que se concede gran importancia al proceso de orientación familiar jugando un rol insustituible unida a los programas complementarios, proyectos sociales y técnicos y las actividades socioeducativas.

Desarrollo

    La familia es un escenario de análisis importante, para comprender el estado y las características por las que transita cualquier sociedad. Un mundo que se enfrenta hoy a la llamada sociedad postmoderna, donde la globalización económica, el neoliberalismo, imponen criterios de subordinación a la elevada tecnología, donde se privilegia el consumismo, la filosofía del tener, de la riqueza material, de la escalada económica, que refuerza los valores del individualismo, del yo primero, reduce cada vez más el sentido ético, de la riqueza espiritual y pone en peligro la estabilidad y el ideal de familia que se necesita para un mundo mejor, por ser ella, ese primer y permanente agente de socialización, formador de hombres y mujeres.

    Es necesario potenciar la familia, para que junto al resto de los agentes de socialización y educación desarrollen una elevada espiritualidad, apoyado por las acciones de la macrosociedad en las mejores condiciones de bienestar material. La familia como categoría histórica y social, además de psicológica, no puede ser analizada al margen del contexto histórico y cultural en el cual se desarrolla. Las condiciones de vida y educación familiar tienen un decisivo impacto en la formación y desarrollo de la personalidad.

    La idea central que identifica al pensamiento vigostkiano (1989) de que “la cultura es de naturaleza social e histórica” en la que se sustenta la ley genética general del desarrollo permite explicar la relación individuo-familia-sociedad en la conformación psicológica personal, en la cual “toda función en el desarrollo cultural del niño aparece en escena dos veces, primero como algo social, después como algo psicológico, primero entre la gente como una categoría interpsíquica, después dentro del niño como una categoría intrapsíquica”. En primer lugar como función de la conducta colectiva, como la organización de la colaboración del niño con las personas que lo rodean, luego como una función individual de la conducta, como una capacidad interior, de la actividad del proceso psicológico en el sentido estricto y exacto de la palabra, en coherencia con la ley fundamental de la dinámica del desarrollo expresada en la situación social del desarrollo. Por lo que a decir de Vigostki (1989) “el medio interviene no solo como condición, sino como fuente de desarrollo”.

    Los presupuestos pedagógicos que se exponen, tienen en cuenta la riqueza de la tradición universal y de la Pedagogía cubana con una orientación materialista histórica, dialéctica y martiana y un enfoque esencialmente humanista, basado en la teoría histórico cultural, considerando como ideas rectoras: La enseñanza familiar como conductora del desarrollo y la necesaria interrelación entre la familia y la escuela, como condiciones fundamentales para el éxito en la dirección del proceso educativo y pedagógico. En las consideraciones sobre el marco conceptual de la teoría pedagógica López, Chávez, Ruiz y col. (2002)

    El papel de la familia en la educación ha sido preocupación e interés de la Pedagogía desde sus precursores y así lo revelan las concepciones más antiguas. Comenio (1592-1670) destacó la importancia de lo que llamó “La Escuela Materna”, como primera etapa de la educación en los primeros años de la vida del niño. Valoró este como un período de intenso crecimiento físico y de desarrollo de los órganos de los sentidos.

    La concepción de que la enseñanza conduce al desarrollo no está solo presente en la relación enseñanza-aprendizaje que se produce dirigido por la institución escolar. Es la vida familiar el primer escenario de aprendizaje y desarrollo, concepto del cual se tienen que apropiar especialmente los padres. Deben comprender que el desarrollo no se produce de forma espontánea, que ellos tienen una gran responsabilidad en ese “arrastrar o promover el desarrollo”. Sin embargo no están suficientemente preparados para esta misión, por lo que el reto está planteado. Es necesario aprovechar todas las alternativas para favorecer el logro de padres y familias desarrolladoras. Los maestros junto a otros profesionales les corresponden asumir un rol esencial en tan importante empeño.

    Las valoraciones de los conceptos de zona de desarrollo real y zona de desarrollo próximo resultan esenciales para la comprensión del proceso de aprendizaje y desarrollo en el marco de la familia. El niño no aprende solo, necesita del otro y los otros, en un contexto que brinde una acción y unos instrumentos mediadores, creados por la cultura y de la cual cada familia es portadora en sus diferentes variantes y niveles de desarrollo. La familia, la madre el padre, los hermanos, abuelos son los primeros mediadores entre el hombre y la cultura, entre el hombre y los conocimientos, entre el hombre y los sentimientos.

    Se tiene en cuenta que el primer aprendizaje para la vida lo adquiere en las condiciones del entorno familiar, desde los modelos que recibe a partir del modo y estilos de vida, aspectos que son tratados en la concepción del tema “aprender en familia”. Deben ser utilizados por el docente en la organización de las actividades académicas para promover un aprendizaje con sentido y significado, aprovechando las vivencias positivas que de su medio familiar tiene el alumno y en la orientación de la familia cuando las experiencias no resulten tan favorecedoras.

    “La familia y el centro educativo no deben marchar por senderos alejados y mucho menos contradictorios”… “A la familia no se le puede normar su funcionamiento, este queda al arbitrario íntimo de cada hogar, así como su modo de vida, estilo y procedimientos educativos. Pero si se le puede ayudar, y lo que es más importante marchar junto a ella, no “a pesar de ella”

    La unidad de lo instructivo-educativo y desarrollador, principio también rector en perfecta articulación con la unidad de lo cognitivo y afectivo, los que deben ser comprendidos y aplicados por el docente, concibiendo al alumno como un ser biopsicosocial, que aprende y se apropia de forma activa de la cultura, para formar conocimientos, actitudes, valores. Esa primera fuente de experiencias cognitivas y vivencias afectivas es la familia. (Betancourt, 2002)

    Uno de los problemas más actuales en el contexto educacional mundial es el trabajo con niños y niñas en las edades tempranas con retardo en el desarrollo psicomotor por constituir una proporción considerable de la población infantil en la educación preescolar. Estas dificultades generan problemas, limitaciones y sentimientos de minusvalía que hacen sufrir a los niños y las niñas y sus familiares, y provocan frustraciones durante gran parte de la vida.

    El soma y la psiquis integran una unidad indisoluble en el hombre. Si se recuerda que las primeras manifestaciones de un desarrollo normal del hombre son sus manifestaciones motrices. En el desarrollo psicomotor del hombre suelen distinguirse tres etapas bien diferenciadas:

  1. Desde el nacimiento hasta los siete años de edad.

  2. Desde los siete años a los 10 años.

  3. De los 10 años a los 14 años.

    La etapa que abarca desde el nacimiento hasta los siete años de edad, es decisiva en el desarrollo general de los niños y niñas y particularmente en su desarrollo psicomotor, por cuanto en ella se dan los llamados reflejos primitivos que como respuestas musculares involuntarias, constituyen (tanto por su presencia como por su fuerza), un indicador importante del desarrollo neurológico y funcional del niño y de la niña.

    Hay que recordar que cuando un equipo de especialistas emite criterios acerca del desarrollo de un niño y una niña, lo hace a partir de los resultados obtenidos en la evaluación del comportamiento de sus reflejos: la ausencia de reflejos, la presencia de reflejos anormales, la persistencia de reflejos después de la edad en la que normalmente se pierden o la aparición de reflejos infantiles tanto en niños y niñas mayores como en adultos, pueden sugerir la presencia de trastornos de importancia en el sistema nervioso central y periférico, así como en el aparato osteomuscular.

    Si se atienden los tres factores evolutivos que caracterizan el desarrollo psicomotor la precisión, rapidez y fuerza de los movimientos, la etapa comprendida desde uno hasta los siete años, se identifica sumamente importante, ya que ocurren las transformaciones más notables que se suceden en el organismo.

    No obstante, el desarrollo psicomotor suele afectarse por distintas causas y ocasionar una gama de alteraciones, conocidas como trastornos del desarrollo psicomotor, como son: el “desarrollo motor retardado” (cuando un niño o una niña posee un desarrollo “normal”, pero en el área motriz se retarda), el “infantilismo motor” (se retarda la extinción de algunos reflejos primitivos, propios de la edad temprana y por tanto, aparecen tardíamente las acciones motrices, como sentarse, caminar y correr).

    La prevención de los defectos motores tiene dos sentidos:

  1. Evitar que se generen deficiencias en los individuos con determinadas condiciones de riesgo de carácter personal, familiar y/o social.

  2. Proporcionar la atención necesaria a los que ya presentan deficiencias, que les han generado necesidades educativas especiales.

    La labor preventivo-educativa que organiza, planifica y desarrolla el Ministerio de Educación de Cuba, de conjunto con el Ministerio de Salud Pública, no se orienta solamente a la detección precoz de las deficiencias en los niños y las niñas, sino a tomar precauciones contra cualquier daño o peligro que comprometa el normal desarrollo psicomotor del individuo, es decir, precaver para evitar el riesgo, conjeturando algunas señales o indicios de lo que pudiera suceder, es también advertir, avisar e informar a padres, docentes y miembros de la comunidad de los aspectos esenciales, de las deficiencias padres necesitan información y demostración de qué hacer y cómo hacer promover el desarrollo de su hijo. No pueden dejarse solos en ese empeño. La escuela junto a otros especialistas, la comunidad y la sociedad en general tienen una importante responsabilidad en esta orientación.

    La atención preventivo-educativa consiste también en proporcionarle a las personas necesitadas, la información acerca de las deficiencias físico-motoras discapacitantes y las consecuencias que traen asociadas en el orden educativo, emocional y socio afectivo. La escuela tiene que prepararse y disponerse anticipadamente a la aparición de estas deficiencias o cualquier trastorno del desarrollo psicomotor, utilizando para ello uno de los recursos más valiosos: la información.

    Las deficiencias están agrupadas de la siguiente forma:

  • Parálisis cerebral.

  • Malformaciones congénitas (mielomeningocele, agenesias, artrogriposis y la meningocele).

  • Enfermedades neuromusculares (distrofia muscular progresiva).

  • Las alteraciones (óseas osteogénesis imperfectas y la osteomielitis).

  • Traumatismo por accidente y la parálisis braquial.

  • Misceláneas.

    No se puede dejar de analizar que la motricidad y el psiquismo están íntimamente relacionados, esta va desarrollándose de forma concéntrica, desde la zona más cercana al cerebro, a continuación se hace alusión a algunos de estos elementos, según los momentos del desarrollo.

  • La motricidad se caracteriza por ser gruesa.

  • A los cinco años se inicia la diferenciación y el análisis, aparece la representación de movimientos más complejos.

  • Movimientos corporales asociados y en conjunto.

  • De 6 a 7 años se incrementa la agilidad y el equilibrio.

  • El niño posee conciencia de los ejes fundamentales: vertical (derecha e izquierda) y horizontal (arriba-abajo).

  • De los 8 a 10 años se consolida la noción del volumen al ser capaces de encontrar en su propio cuerpo y en los objetos, puntos con tres direcciones espaciales. Aquí los movimientos son más rápidos.

  • De 10 a 14 años se conjugan la fuerza, la rapidez y la precisión del movimiento.

  • A los 12 años debe haberse logrado el dominio del esquema corporal.

  • A los 14 años está en condiciones de comenzar un aprendizaje motórico específico de un oficio.

    Entre las principales dificultades que se pueden presentar en esta área, en los alumnos con necesidades educativas especiales que la tienen afectada, se encuentran las siguientes:

  1. Inmadurez psicomotriz: entrenar la memoria motriz. Dominio del esquema corporal. Desarrollar conductas motrices.

  2. Torpeza motriz: Desarrollar la coordinación general y el equilibrio. Desarrollar la coordinación viso-motriz.

  3. Trastorno de lateralidad: Trabajar el esquema corporal. Coordinación viso-motriz.

  4. Alteraciones en la coordinación viso-motriz: Desarrollo de la capacidad de percepción y discriminación visual. Desarrollo del sentido de la dirección.

  5. Trastornos espacio-temporal: Desarrollar las nociones de velocidad y duración. Desarrollar reconocimiento del esquema corporal.

  6. Inestabilidad psicomotriz: Desarrollar condiciones motrices de base (equilibrio, dinámica general). Proceso que origina cambios en el organismo. Es el resultado directo de la práctica. No es directamente observable. Produce una capacidad adquirida para la respuesta motriz. Es relativamente permanente.

    En este sentido resulta esencial que el maestro conozca cuáles son los dominios relacionados con esta área que debe poseer el alumno para el desarrollo, lo más integral y armónico posible se trata de los dominios:

    Perceptivo, sensorio motor y propioceptivo. En todas las asignaturas hay posibilidades de contribuir a la adquisición de estos dominios, lo cual tiene su fundamento filosófico, ya que el movimiento es cualidad esencial de la materia, sin embargo, por sus propios objetivos y sus posibilidades para la rehabilitación se destacan en este sentido las de Educación física, laboral y la artística.

    El desarrollo de habilidades y capacidades físicas en los alumnos con necesidades educativas especiales, además de contribuir al desarrollo integral, los prepara para una vida más sana y feliz. La práctica de ejercicios físicos tiene también un importante carácter rehabilitativo en los casos de necesidades educativas especiales de carácter más complejo y requiere de una atención diferenciada.

    La Educación Física y Laboral se pueden combinar con la Artística en este afán de contribuir al desarrollo psicomotor de los alumnos con necesidades educativas especiales mediante la educación musical y danzaria, la recreación y el uso del tiempo libre de manera que se refleje lo alcanzado en el proceso educativo en el movimiento deportivo y artístico.

    Para este trabajo se tienen en cuenta ideas rectoras que se despliegan en el currículo general y escolar cuando los contenidos curriculares poseen pertinencia y significatividad, tanto individual como social. Para que el currículo adquiera un carácter más inclusivo no se puede perder de vista que el fin y los objetivos generales de la educación son parte de un marco curricular común y afectan a todos los alumnos, aún a aquellos que tienen formas muy complejas de expresión de sus necesidades educativas especiales.

    Aquí es importante considerar la relación entre el currículo general que se da desde el nivel central y el currículo escolar que es representativo del fin y los objetivos en el proyecto educativo concreto de cada escuela, se hace más particular pues tiene un componente obligatorio común, programas complementarios, proyectos sociales y técnicos y otras actividades socioeducativas.

    Una didáctica potenciadora del desarrollo de los educandos con necesidades educativas especiales, independientemente de la complejidad con la que se manifieste la interacción de lo biológico con lo social, debe partir del precepto que indica que todo ser humano es susceptible de una acción correctiva, compensatoria, desarrolladora y rehabilitadora, en la medida que se valoren sus potencialidades por mínimas que pudieran parecer. Aún en los casos más difíciles hay que buscar estas reservas en la persona y en el medio que le rodea.

    En Cuba, el diagnóstico intelectual conclusivo se realiza cuando los niños y las niñas arriban a los cinco años y once meses de edad, por lo que en las primeras edades se realiza un diagnóstico presuntivo a partir de las características y manifestaciones que revelan los niños y las niñas. El Equipo del Centro de Diagnóstico y Orientación realiza acciones preventivas en coordinación con el Departamento de la Educación Preescolar en la Dirección y de manera más direccionada al grupo del Programa “Educa a tu Hijo”. Se trabaja con la población controlada por el Programa Materno Infantil (PMI) y el Equipo de Neurodesarrollo de las Salas de rehabilitación (área norte y sur), que presentan retardo en el desarrollo psicomotor.

    De manera sistemática las actividades se realizan por parte de las promotoras y ejecutoras, así como los profesores de educación física.

    Hay que destacar que se aplica la estimulación de modo general, conocen las áreas que presentan más dificultades y tienen mayor incidencia en el desarrollo psicomotor.

    La estimulación se realiza en las actividades conjuntas con todos los niños y las niñas, sin diferenciación entre los niños y las niñas con una evolución normal y los que nacieron con retardo en el desarrollo psicomotor, por el desconocimiento de estos últimos.

    El estudio multidisciplinario inicial de los niños y las niñas del Programa Educa a tu Hijo arrojó los resultados que se exponen a continuación:

  • Problemas marcados en la motricidad, tanto gruesa como fina; poco equilibrio y dificultad para correr en diferentes direcciones; incapacidad para sostener el juguete durante la marcha, armar pirámides con aros, construir torres, lanzar pelotas u objetos, abrir y cerrar cajas para extraer objetos, imprecisiones en el lanzamiento de pelotas para derribar objetos; dificultades al subir y bajar escaleras; torpeza al anudar los cordones de los zapatos y abrochar los botones de la camisa o la blusa.

  • Dependencia marcada hacia las madres presentes en las actividades.

  • Dificultades en la comparación y el reconocimiento de los objetos según su forma y color y también en la coordinación óculo-manual.

  • Dificultades en la coordinación viso-motora.

  • Dificultades para comer solos y masticar algunos alimentos.

  • Tendencia en algunos casos a enfermarse con mucha frecuencia, ingestión de manera sistemática de medicamentos, talla y peso por debajo del percentil correspondiente a la edad.

    Al analizar a los niños y las niñas del Programa Educa a tu Hijo con retardo en el desarrollo psicomotor según las áreas del desarrollo se describe la motora:

Área motora

  • No demuestran desarrollo en la coordinación motora, movimientos oculares y manuales torpes, que limita la manipulación de los objetos, dificultades en el desplazamiento para aproximarse a los objetos, movimientos en tropel y cansancio ante el menor esfuerzo.

La orientación familiar como condición para la preparación de la familia del niño y la niña con retardo en el desarrollo psicomotor.

    La acción de orientar es un hecho natural que ha estado siempre presente en todas las culturas y ha sido necesaria a lo largo de la historia para informar a las personas o ayudarlas a desarrollarse e integrarse social y profesionalmente. Algunos antecedentes se remontan a los orígenes mismos de la humanidad, aunque las primeras pruebas documentales se encuentran en la cultura clásica griega.

    El estudio documental referente al tema brinda la posibilidad de apreciar las distintas posiciones adoptadas que, en tal sentido, ofrecen los autores; sin embargo, como bien apuntan Basilia Collazo Delgado y María Puentes Albá existen aspectos comunes para delimitar los objetivos y el contenido del trabajo de la orientación, a saber:

  • La necesidad de ayudar al individuo a conocerse a sí mismo y a su medio.

  • La necesidad de desarrollar en el individuo la capacidad de utilizar su inteligencia para tomar decisiones y aprovechar al máximo sus potencialidades.

  • El carácter sistemático, procesal, regulador, que debe tener el trabajo de orientación.

  • La necesidad de orientación que tienen todos los individuos.

    En el caso del trabajo de orientación familiar, lo anterior posee una aplicación consecuente. Es vital no sólo que las familias se conozcan a sí mismas, sepan utilizar su inteligencia y aprovechen sus potencialidades para tomar decisiones sabias que repercutan favorablemente en su dinámica funcional, sino también que ejerzan el control sistemático, consecutivo y regulador, con la consiguiente satisfacción de las necesidades de orientación que siempre tienen las personas.

    El autor de esta tesis coincide con Collazo Delgado y Puentes Albá, cuando alegan que más que pretender definir conceptualmente la orientación, es más conveniente puntualizar algunos aspectos que no pueden obviarse, sobre todo si se tienen cuenta el valor que poseen en el trabajo con las familias:

  • La orientación debe considerarse como un proceso continuo, vital para todos los seres humanos a fin de prepararlos para la realización eficiente de las “tareas de desarrollo” para que logren desenvolverse con mayor independencia.

  • La orientación significa ayuda y no imposición del punto de vista de una persona sobre otra. No es tomar decisiones por alguien, sino ayudarlo a resolver sus problemas, a desarrollar sus criterios y a responsabilizarse con sus decisiones.

  • La orientación en sí misma contempla objetivos individuales y sociales, ya que a la vez redunda en beneficio del desarrollo pleno del hombre, lo hace capaz de aportar más a la sociedad.

    El devenir histórico concreto del proceso de orientación ha hecho posible escalar distintos niveles de satisfacción en la atención a las necesidades del hombre, entre los que se encuentra la orientación a los padres, sin lugar a dudas por la importancia que tradicionalmente se le ha concedido a la familia como institución social para la formación y el desarrollo de sus hijos o hijas; por supuesto, siempre que esté debidamente preparada.

    La orientación familiar es una premisa para todo el proceso de preparación que la familia requiere a fin de enfrentar su labor educativa. La dota de variantes más adecuadas para educar con éxito a los hijos o hijas, después de reconocer los motivos y las causas que pudieran generar cualquier tipo de dificultad y tomar, en consecuencia, medidas más eficaces.

    La autora razona que la orientación familiar es un proceso de ayuda de carácter multidisciplinario, sistémico y sistemático dirigido a la satisfacción de las necesidades de cada uno de los miembros de la familia. Es un sistema de influencias socioeducativas encaminado a elevar la preparación de la familia y brindar estímulo constante para la adecuada formación de su descendencia.

    Una eficiente orientación a la familia debe preparar a los padres y otros adultos significativos para su autodesarrollo, de forma tal que se autoeduquen y autorregulen en el desempeño de la función formativa de la personalidad de los hijos(as). En la medida en que aumenta la cultura de los padres, las familias adquieren más conciencia de sus deberes para la sociedad.

    En el caso de las familias con hijos o hijas con retardo en el desarrollo psicomotor, el proceso de orientación familiar reviste particular importancia por el nivel de preparación y estímulo necesarios para promover un modo de vida que se corresponda con las características inherentes y específicas de las mismas, y satisfacer las necesidades de estos niños y niñas de acuerdo con las normas establecidas por la sociedad.

    Estas familias requieren de orientaciones precisas que incluyan una serie de conocimientos y ayudas concretas sobre qué hacer con los hijos, cómo, cuándo y para qué hacerlo.

Conclusiones

    Teniendo en cuenta los análisis y las reflexiones hechas en la elaboración de la presente investigación se concluye que:

  1. En los fundamentos teóricos metodológicos no están recogidos los elementos de una estrategia para la preparación de la familia en el trabajo con los niños y las niñas en las edades tempranas con retardo en el desarrollo psicomotor.

  2. Las familias inicialmente del territorio no se encontraban preparadas para trabajar con los niños y las niñas en las edades tempranas con retardo en el desarrollo psicomotor.

  3. La estrategia educativa se sustenta en fundamentos filosóficos, psicológicos y pedagógicos con un enfoque sistémico, sistemático, diferenciado, integrador y participativo, concebido en tres etapas fundamentales para la preparación familiar, cuenta con el folleto de apoyo estructurado en introducción, orientaciones generales y bibliografía mínima, así como el plan de acción seguido en la preparación familiar.

  4. Las familias del territorio después de la implementación de la estrategia educativa se encuentran preparados para trabajar con los niños y las niñas en las edades tempranas con retardo en el desarrollo psicomotor.

  5. La implementación de la estrategia educativa fue validada por pre experimento, mostrando diferencias significativas en la constatación inicial y final en la preparación a la familia para el trabajo los niños y las niñas en las edades tempranas con retardo en el desarrollo psicomotor.

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