La Educación Física frente al reto de la atención de niños con discapacidad en la escuela regular |
|||
Licenciado en Educación Física, Maestro en Ciencias del Deporte Candidato a Doctor en Actividad Física y Salud. Responsable del Laboratorio para la Actividad Física y la Salud, de la Facultad de Educación Física y Ciencias del Deporte de la Universidad Autónoma de Chihuahua, México. Asesor para la Discapacidad Motora en el Centro de Recursos e Información para la Integración Educativa, Servicio de Orientación de Educación Especial |
M.C. Juan Manuel Rivera Sosa (México) |
|
|
Resumen Un espacio de alto valor formativo para todos los alumnos, es la clase de Educación Física (EF) la cual recurre al estado lúdico del niño, donde el juego y las formas jugadas son el recurso para que el alumno se adhiera a la sesión, se manifieste libre y naturalmente, con la posibilidad de estimular y enriquecerlos en su totalidad como personas. Es importante, puntualizar que la clase de EF es el principal espacio de intervención psicomotora global, guiado por un especialista, a partir de los propósitos educativos planteados por los programas educativos vigentes, para la diversidad de alumnos en los niveles de preescolar, primaria y secundaria, con la perspectiva de consolidar sus habilidades, capacidades, y con ellos sus competencias que hacen posible una mejor interacción en los diferentes espacios en donde se desenvuelve. Participar desde la clase de EF en el desarrollo y adquisición de las competencias para la vida, es la premisa actual en la educación básica, considerando la existencia y con ello el reto siempre vigente de aquellos alumnos con necesidades educativas especiales con o sin discapacidad, los cuales son destinatarios permanentes del Sistema Educativo Nacional en México. Palabras clave: Educación Física. NEE. Discapacidad. Diversidad funcional. Propuesta curricular adaptada.
Abstract
An area of high educational value for all students, is the
class of Physical Education (PE) which uses the child's ludic state, where the
game plays and forms are the source for the student to adhere to the session,
express freely and naturally, with the ability to stimulate and enrich people in
their entirety. Keywords: Physical Education. NEE. Disability. Functional diversity. Adapted curriculum proposal.
|
|||
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 162, Noviembre de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
1 / 1
Introducción
La Educación Física (EF) en el contexto de la educación básica, se estipula contribuye al desarrollo armónico del educando mediante la práctica sistemática de actividades que favorecen el crecimiento sano del organismo, y propician el descubrimiento y el perfeccionamiento de las posibilidades de acción motriz, a través de la práctica de juegos y deportes escolares, fortaleciendo la integración del alumno a los grupos en los que participa (SEP, 2007).
Es entonces la clase de EF es un espacio de alto valor formativo para todos los alumnos, el cual recurre a un estado lúdico del niño, donde el juego y las formas jugadas son el recurso para que el alumno se adhiera a la sesión y se manifieste libre y naturalmente desde la estructura de una clase guiada por el especialista.
La Educación Física en la Escuela Pública
La clase de Educación Física desde los ojos de un profesor de este ámbito, es un laboratorio de actividad física escolar, planteada con multiplicidad de formas y estímulos, donde el alumno utiliza su cuerpo en el movimiento de manera diversa, enriqueciendo con ello a su totalidad como persona. Es un espacio fundamentalmente lúdico y formativo, cuyo propósito es delineado previamente por el profesor, conforme a los propósitos generales de la educación física (PEF, 1994), así como aquellos aprendizajes previstos en las metas escolares como contexto real (SEP. Licenciatura en Educación Física, Plan de estudios 2002), finalidades que deben poseer convergencia con los elementos terminales delineados en el perfil de egreso de la educación básica.
En los diferentes centros escolares de secundaria, primaria y preescolar de nuestro estado, la clase de EF es un espacio que se presenta en la mayoría de los casos como estímulo solo dos veces por semana, y en al menos una vez a la semana en una fracción de centros escolares menor. La frecuencia de la clase de EF en la educación básica cobra relevancia para el desarrollo de todos los alumnos, pues actualmente, se ha considerado que puede ser el único espacio estructurado y relativamente continuo de actividad física destinado para niños y jóvenes. Esta condición es ya preocupante bajo un enfoque de la salud, pero también es igualmente importante bajo el enfoque del desarrollo psicomotor principalmente para el alumnado con alteraciones en su desarrollo o discapacidad, donde la clase de educación física es vista como uno de los pocos espacios educativos, rico en experiencias y vivencias dentro del contexto de la estimulación motriz y de interacción con otros, por el tipo de actividades grupales que comprende, lo cual es básico y determinante para el alumnado que presenta alguna discapacidad o funcionamiento alterado.
Por lo anterior, la clase de educación física es importante, por ser el principal espacio de intervención psicomotora global guiado por un especialista, que más allá de estimular factores de orden fisiológico que conforman en el niño(a) su aptitud física (fuerza, resistencia, velocidad, agilidad, entre otras), la clase de EF aborda elementos preceptúales y sensoriomotrices que ayudan al conocimiento, buen uso y control del cuerpo, desde una diversidad de formas y circunstancias de movimiento, de juegos, donde se puede comprometer al alumno en el manejo de diferentes implementos (objetos y materiales), organizados de manera versátil (grupal, individual, por parejas, en equipos), facilitando con ello la interacción entre los alumnos centrados en el desarrollo de una actitud adecuada, tanto individual como colectiva, que en suma impactan en la integridad de su persona.
Todos los elementos anteriores, son anticipados y organizados previamente por el profesor de EF, dentro de una serie de actividades, estructuradas en su plan de clase con la premisa de una finalidad prevista: el aprendizaje de los alumnos.
Finalidad Educativa de la EF: Formación Integral del educando
El propósito educativo de la educación física en México, es perfilado en el propósito de cada clase, bajo la constante de contribuir al desarrollo integral del alumno de preescolar a secundaria, según el sistema educativo nacional.
El objetivo de la clase, es para el profesor de educación física el eje cuyo abordaje ayuda de manera gradual durante el ciclo escolar, permitirá consolidar en todos los alumnos, el bagaje de habilidades y capacidades motrices que hacen posible una mejor interacción en los espacios donde usualmente se desenvuelve, le permite adquirir habilidades para cumplir con las tareas de la vida diaria, propicia que reconozca sus posibilidades y potenciales de logro, con lo cual se fortalece su identidad y seguridad, mejorando con ello la interacción y participación con sus iguales (sus compañeros y amigos de la edad), con su familia y con su persona, en los contextos familiar y escolar.
La clase de EF y los alumnos con Necesidades Educativas Especiales
De lo anterior se puede identificar cuán importante y básica resulta la clase de educación física para todo el alumnado, y más, para aquellos alumnos que presentan alguna discapacidad o necesidad educativa especial (NEE). La clase de educación física como el resto de los docentes de grupo y de las asignaturas en la educación básica, tiene la misma finalidad educativa: coadyuvar a la formación de personas socialmente íntegras y productivas, según lo demanda nuestra actual sociedad. Sin embargo el profesor de EF contribuye en el alumno con la particularidad de que lo hace desde el movimiento y la vivencia de su cuerpo, promoviendo su participación de manera activa en una diversidad de actividades enmarcadas en una estructura de juego, cuya participación es principalmente grupal, lo cual en general, posibilita el impacto en el proceso educativo del alumnado de la educación básica.
No obstante, dentro del alumnado con el que tiene relación todo docente, incluido el profesor de EF, se encuentra presente la población con discapacidad o con necesidades educativas especiales (NEE), las cuales pueden ser apreciadas en cada escuela como una “pequeña” fracción de alumnos, con relación a la totalidad de la población escolar. Datos estadísticos de orden nacional indicados en las Orientaciones generales para el funcionamiento de los servicios de educación especial (2006) indican con relación a los alumnos con NEE y alguna discapacidad que fueron atendidos por los servicios de educación especial, representó un 38% de un total de 324,992 alumnos; mientras que en los Centros de atención psicopedagógica de educación preescolar, el alumnado atendido con discapacidad, representó un 17% de un total de 10,472. Ambas precisiones corresponden al ciclo escolar 2005-2006 (SEP, 2006). Las cifras anteriores, solo corresponden a lo atendido directamente por estos servicios, mientras que hay otra fracción de alumnos con discapacidad que no es atendida directamente por estos servicios. Según datos aportados por el XII Censo General de Población y Vivienda 2000 sobre la población con discapacidad total, la fracción porcentual de niños menores de 15 años con discapacidad (es decir en edad escolar) es de 13.7% para hombres y de 12.5% para mujeres respectivamente para un total con discapacidad en México de 943,717 y 851,583 (INEGI, 2004), con lo cual, se observa que la población potencial para la educación básica y el profesor de educación física es notable, por lo cual es fácil situarnos en un contexto educativo donde para cualquier profesor ha implicado tener algún tipo de experiencia cercana con algunos alumnos que presentan discapacidad.
Educación Física para Todos
Es una realidad que todos los centros escolares se caracterizan por poseer un mosaico de alumnos redefinidos por la diversidad: por edad, estrato socioeconómico, estado nutricio, posibilidad funcional, habilidades, destrezas y estilos de aprendizaje, entre muchas otras propiedades igualmente imperantes en los procesos de enseñanza y aprendizaje en los escolares.
La diversidad es un principio en la escuela. Quizá en cada escuela efectivamente son minoría los alumnos que presentan alguna alteración funcional o discapacidad, pero no por ello son menos importantes. Es relevante indicar que la población potencial para la educación básica es alta dado que entre los 5 a 9 y 10 a14 años, los porcentajes se elevan respecto de otros estratos por edad sobre la inferencia de que el proceso de aprendizaje del lenguaje sumado a la escolarización, favorece la detección de distintos tipos de discapacidad (INEGI, 2004). Ante esto, cabe preguntarnos como profesores de educación física: ¿Quienes nos necesitan más? ¿A quienes podemos aportar más? Responder estas preguntas requiere de una reflexión sencilla y si aún así la respuesta no son los alumnos con discapacidad o NEE, entonces pensaríamos que en general nos ha asaltado la duda y la inseguridad al punto de robarnos la entereza y la convicción como docente. Una respuesta que es recurrente, cuando se tiene por primera vez un grupo donde está integrado, uno o más alumnos con discapacidad o NEE, suelen escucharse expresiones por los profesores de EF (como también por profesores de grupo –de banquillo-) donde plantean argumentos autodescalificadores como no tener la preparación adecuada y no saber como hacer para que estos alumnos aprendan y participen en las clases. Sin embargo ¿Acaso estos alumnos con discapacidad o NEE no son niños como el resto los alumnos?, ¿No les interesa lo mismo?, ¿No disfrutan el juego como el resto de sus compañeros? y ¿No se divierten y disfrutan de las tareas junto con ellos sus compañeros?, ¿Acaso, no tienen un mismo cuerpo? Que funciona diferente, es verdad, pero al fin similar. Sin embargo, ¿Acaso nosotros los profesionistas de la educación física no conocemos el cuerpo y su funcionamiento? ¿Acaso los profesores de educación física no reconocemos esas diferencias de funcionamiento como el primer eje orientador de cómo abordarlos en nuestras clases? ¿Qué no hemos llevado en nuestras clases a una infinidad de alumnos a que experimenten de formas tan variadas el movimiento y el juego? Entonces porqué dudar, cuando somos un profesor con amplias posibilidades de favorecer su desarrollo y propiciar el aprendizaje.
Si la respuesta ha sido positiva a las preguntas anteriores, es claro que también los profesores de educación física hemos obtenido de aquellos alumnos con quienes hemos participado (con discapacidad o no), una serie de experiencias llenas de gratitud, placer, diversión y de aprendizaje, que en suma, arraigan el sentido de pertenencia a su grupo, e identificación con nosotros los profesores de EF con quien se relacionan plenamente. ¿Y esto sucede solo con aquellos alumnos considerados “normales”? Definitivamente no, pero para que suceda, tenemos que darles a todos los alumnos que presentan alguna discapacidad o NEE la oportunidad de una participación adecuada y productiva en las clases de EF, y a su vez darnos la oportunidad nosotros (los profesores de EF) de construir un ambiente favorecedor acorde a sus condiciones y necesidades como persona, pensando siempre en el desarrollo hacia persona socialmente aceptable y productiva, para que adquiera condiciones propias de una buena calidad de vida.
Ambientes de aprendizaje y la clase de Educación Física para todos
La construcción de ambientes propicios para el alumno con discapacidad en la clase de educación física, son una tarea permanente para el profesor, siendo necesario reconocer que debe realizarse en conjunto entre el profesor y el alumno, que no se da en “automático”, y tampoco es dependiente exclusivamente de poseer una formación específica o especial por el profesor. Es igualmente importante o más, tener una disponibilidad y apertura fidedigna para trabajar con ellos, junto con ellos y sobre todo no decidir unilateralmente por ellos. Siendo nuestro ámbito de acción, la actividad física, el juego, la danza y el deporte (entre muchos otros recursos), somos el docente con mayor oportunidad de lograr la incorporación de experiencias positivas y agradables que en suma promoverán una serie de cambios positivos en el alumno, sobre el reconocimiento de su cuerpo, su funcionamiento, su uso, su dominio, algunos de los cuales no han tenido siquiera la oportunidad de vivenciar plenamente, fuera de ese ambiente de terapias incisivas, molestas y dolorosas en algunos casos como lo es para algunos alumnos con discapacidad motora, mientras que para otras por el simple relego que se pudo haber hecho con ellos por poseer discapacidad intelectual, ser sordos, o ciegos, los cuales en su mayoría poseen condiciones favorables para una participación adecuada dentro de sus grupos.
La clase de EF es un espacio que a todos los alumnos les agrada, y sobre todo, en el cual la mayoría de los alumnos se siente bien. En ella, se construyen ambientes propicios para el aprendizaje y la buena relación con sus compañeros. Sobretodo cuando el profesor no permite que los “supuestos” y “miedos” atribuidos a la presencia de alumnos con discapacidad dentro de sus grupos, se conviertan en “limitaciones”. Es entonces, cuando todos los alumnos son tomados en cuenta y participan activamente en la mayoría de las tareas de la clase en general, con tan solo una serie de modificaciones y adecuaciones según lo demandan las condiciones de funcionamiento propias del alumno integrado (con discapacidad o NEE). Este podría decirse que es el reto de la clase de educación física: propiciar que todos, absolutamente todos los alumnos, puedan participar activamente en las clases, adquiriendo los beneficios y aprendizajes previstos al mismo nivel y momento que el resto de sus compañeros. Esto sin embargo, no solo no es fácil, puesto que demanda de acciones y consideraciones que el profesor de EF debe de incorporar a su clase, como son: reconocimiento del logro de los propósitos planteados, ajustes a la metodología de la clase, modificaciones a los materiales, adecuaciones a las actividades y a la organización de la clase; todas estas acciones y modificaciones, tampoco son privativas del profesor de educación física, puesto que lo son para todos aquellos docentes quienes tienen relación con los alumnos con discapacidad o NEE. De hecho corresponde a todo el colectivo que atiende al alumno tomar las decisiones y procedimientos que son necesarios, pero ya en sí mismo es una postura de avance, decidir buscar y reconocer las formas de intervención dentro de la escuela regular. Entonces, si se tiene la apertura para realizar los ajustes anteriores, cabe preguntarnos entonces… ¿De verdad “sacrificamos” a un grupo si orientamos la clase de EF pensando en uno o dos alumnos con discapacidad o NEE? ¿Pensar en ellos significa necesariamente “desentendernos del grupo”? o ¿Aún con ellos en dentro de los grupos, la clase de EF puede cumplir la finalidad prevista en todos ellos? ¿Es posible además lograr otros aprendizajes quizá previstos cotidianamente por el profesor de EF? ¿Si hacemos un ejercicio de la planificación de la clase a conciencia, de verdad tengo limitaciones para la participación de mis alumnos? ¿Acaso no tendríamos mayores oportunidades de logro, y no solo en los alumnos con discapacidad y NEE, sino que ahora serían extensibles al resto del alumnado?
NEE y discapacidad, referentes para una clase de EF adecuada
El alumnado que posee requerimientos especiales, hoy en día es identificado como alumnos con una NEE asociada o no a discapacidad. Para su reconocimiento y abordaje es necesario puntualizar las siguientes precisiones al respecto. Actualmente se considera a las NEE como una barrera para el aprendizaje, las cuales son relativas al nivel de competencia curricular que presentan sus compañeros y a los recursos de que dispone su escuela; tienen un carácter interactivo dependiente tanto del alumno como de su entorno, y pueden ser temporales o permanentes (Echeíta, 1989). Es decir la NEE son barreras interactivas que se pueden presentar en los contextos escolar, familiar y/ social, que limitan su aprendizaje y el acceso a los propósitos generales de la educación; son relativas porque surgen de las dinámicas producto de las características personales del alumno y las barreras que le presenta o no el entorno educativo (incluido los profesores); son temporales o permanentes por la temporalidad de uso, de aquellos recursos específicos que se requieren para asegurar su participación y aprendizaje durante su proceso educativo; para su determinación es necesario realizar una evaluación psicopedagógica donde intervengan de manera interdisciplinaria todos aquellos que participan en la atención del alumno, para reconocer las características del alumno en interacción con sus contextos y con ello las barreras y recursos que se necesitan para que el alumno logre los propósitos educativos (SEP - Orientaciones Generales para el Funcionamiento de los Servicios de Educación Especial, 2006).
Por otro lado, actualmente se ha desarrollado un modelo conceptual donde se entiende a la discapacidad no como un atributo intrínseco al individuo, sino como el resultado de una serie de interrelaciones entre la persona y su entorno social, ya sea físico o tecnológico (Miranda, R., 2007) ¿Cuál es el concepto actual de discapacidad? Según la Organización Mundial de la Salud (2001) es el nombre genérico que engloba todos los componentes: deficiencias a nivel corporal; limitaciones en la actividad a nivel individual; y restricciones en la participación a nivel social, tres dimensiones que interactúan entre sí con los factores contextuales del individuo (factores ambientales y personales). Concepto desprendido del documento “Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF)” de la OMS del 2001.
Por otro lado, la discapacidad es clasificada como visual, motora, intelectual, auditiva, asociada a enfermedades y síndromes raros los cuales generan condiciones discapacitantes, y otras que son de orden emocional, psicológicas o psiquiatritas (Verdugo, M. A., 2005). La precisión de Verdugo, nos coloca en la posición, amplia y diversa, con que debemos de ver actualmente a la discapacidad, y sobre todo, no centrarnos exclusivamente en las primeras cuatro enunciadas previamente. Es importante para el contexto educativo, reconocer entonces, cuales son las condiciones funcionales, limitaciones, deficiencias, presentes en el alumno(a), tanto desde el individuo como desde el contexto, o los contextos en donde se desenvuelve el alumno, para determinar la condición de discapacidad presente en el sujeto. Es a partir de las condiciones y necesidades del alumno, que se deriva el enfoque y planteamiento de la intervención a realizar por el profesionista en cuestión: el profesor de educación física, quien por su perfil profesional aborda a sus alumnos, desde el movimiento, por el movimiento y por la interacción con otros -sus iguales- niños y niñas de su edad, con mismos intereses, gustos y deseos de participación en actividades grupales, aparentemente centradas en el juego, pero que pueden rebasar la idea solitaria de la diversión, para verse involucrados en tareas cuyo enfoque es educativo y formativo desde el movimiento y la participación activa en grupo.
Miranda (2007) refiere el término personas con diversidad funcional el cual en los últimos años, está sustituyendo al de “personas con discapacidad”, desde una visión de diversidad humana, haciendo referencia a la gran tipología de personas que conforman la sociedad, dentro de las cuales considera a la personas con discapacidad como un grupo diferenciado con necesidades especiales, con una serie de capacidades, más que de discapacidades, lo que les atribuye ese sentido de diversidad. Por lo anterior, para aquellos alumnos con discapacidad o diversidad funcional, las necesidades y las acciones son también diversas, requiriendo de sus docentes de educación física –como del resto por quienes son atendidos-, principalmente el reconocimiento de sus posibilidades y potencial educativo, para derivar de ello las diferentes formas y abordajes que favorecerán su intervención, lo cual es concretado en las adecuaciones curriculares y el propuesta curricular adaptada (PCA). Ambas, son derivadas de una evaluación psicopedagógica en la que se habrán de definir los apoyos que el alumno requiere para participar activamente y lograr los aprendizajes previstos.
La propuesta curricular adaptada del alumno es un producto derivado de un trabajo interdisciplinario entre todo el personal que interviene en la educación del alumno que presenta discapacidad: el director, el profesor de grupo regular, profesor de apoyo y todo el equipo de educación especial*, de música*, computación*, ingles*, artísticas*, estos últimos (*) cuando están presentes en la escuela.
La PCA indica todas aquellas precisiones, actividades, responsables y colaboraciones, con relación a las tareas a realizar por todo el personal involucrado para lograr el aprendizaje del alumno con discapacidad. Contiene las adecuaciones de acceso y al currículo, mismas que pueden llegar a replantear la metodología, la evaluación, los propósitos, los materiales, el diseño de las actividades, la organización de la clase, los contenidos, todo ello, con la premisa de propiciar y producir una mejor integración escolar, satisfacer la permanencia escolar y lograr que el alumno desarrolle condiciones de aprendizaje como el resto de sus compañeros, cumpliendo así lo estipulado por los preceptos legales de la educación en nuestro país.
La tarea educativa del alumno con discapacidad es compartida, donde el alumno es el eje común sobre el cual todos los docentes de cada centro escolar desempeñan su tarea. Es necesario hacer planteamientos sobre la intervención del alumno con discapacidad en el contexto educativo, sin desconocer la importancia que juega la familia para el logro de los propósitos educativos del alumnado con alguna discapacidad, lo cual será motivo de otro escrito posteriormente.
A manera de conclusión: la atención educativa del alumno con discapacidad es un reto importante de asumir, tanto para el profesor de EF como para el profesor de grupo y todos aquellos que realizan una función en la educación básica. Ya se ha comentado que para el profesor de EF la atención de estos alumnos dentro del contexto llamado regular (en contra parte a lo que constituye la educación especial) han representado un reto, desafío que está matizado por una multiplicidad de variaciones, cuyo origen está desprendido por las condiciones tan diversas que posee cada alumno con discapacidad en las escuelas regulares. La diversidad desde la funcionalidad de la persona, refleja a su vez los diferentes niveles de conocimiento, control y dominio de su cuerpo, de su movilidad, de sus recursos auxiliares que utiliza, de su independencia, todo lo cual determina en general su participación, interacción y respuesta ha las demandas que el profesor de educación física construye y prevé en el plan de clase; lo cual para todo el alumnado con discapacidad es un aprendizaje y competencia a adquirir y lograr como el resto de sus compañeros, manteniendo su concordancia con su edad y grado escolar. Participar desde la clase de EF en el desarrollo y adquisición de las competencias para la vida, es la premisa actual en la educación básica, considerando la existencia y con ello el reto siempre vigente de aquellos alumnos con necesidades educativas especiales con o sin discapacidad, los cuales son destinatarios permanentes del Sistema Educativo Nacional en México.
Referencias
Caniza de Páez, S. (2000). Taller: Estrategias de integración de personas con necesidades educativas especiales y/o con discapacidad a las escuelas comunes. Aportes para el debate curricular. Trayecto de Formación General 2000. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Argentina.
Escalante, I. (2001). La importancia del trabajo interdisciplinario para la consolidación de la integración educativa. En: Educando para educar. Año 2, diciembre de 2001, Nº 3. México, B.C. Escuela Normal de Estado de San Luis Potosí.
INEGI. (2004). Las personas con discapacidad en México: una visión censal. ISBN 970-13-3590-2 Disponible en la Internet en: www.inegi.gob.mx
Miranda de Larra, R. (2007). Discapacidad y Accesibilidad. Cuadernos / Sociedad de la Información © 2007. Fundación ORANGE. Edita: Fundación ORANGE (Madrid). Disponible en la Internet en: http://fundacionorange.es/documentos/analisis/cuadernos/cuaderno_4_abril.pdf
Secretaria de Educación Pública. (2006). Orientaciones Generales para el Funcionamiento de los Servicios de Educación Especial. (pp. 18). Disponible en la Internet en: http://www.educacionespecial.sep.gob.mx/pdf/publicaciones/libromorado.pdf
Secretaria de Educación Pública. (1994). Programa de Educación Física. Dirección General de Educación Física del Gobierno del Distrito Federal. Disponible en la Internet en: http://www2.sepdf.gob.mx/info_dgef/archivos/programa_de_ef_2006-2012.pdf
Secretaria de Educación Pública. (2002). Licenciatura en Educación Física, Plan de estudios. En: Educación Física I. Guía de Trabajo. Primer taller de Actualización sobre los Programas de Estudio 2006. Reforma de la Educación Secundaria. (pp. 36-38). Disponible en la Internet en: http://www.benv.edu.mx/EduFis/menu/plan.pdf
Secretaria de Educación Pública. (20071). Enfoque de la Educación física. Primaria. Disponible en la Internet en: http://www.sep.gob.mx/wb2/sep/sep_162_educacion_fisica
Verdugo, M.A. (2005). Entrevista telefónica a Infocop On-Line con motivo del Día Mundial de la Discapacidad: “Las líneas de mayor fertilidad en discapacidad se están dando en el campo de la psicología”. Publicado el viernes 2 de diciembre 2005. Disponible en la Internet en: http://www.infocop.es/view_article.asp?id=465&cat=39 (ISSN 1886-1385 © INFOCOP ONLINE 2007) consultado el martes 18 de septiembre de 2007.
Búsqueda personalizada
|
|
EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 16 · N° 162 | Buenos Aires,
Noviembre de 2011 |