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Tipología de tareas motrices de carácter lúdico para la enseñanza

técnico-táctica en la formación del balonmanista principiante

 

Profesor de juegos deportivos en la Facultad

de Cultura Física de Camagüey

(Cuba)

Lic. Rubén Martínez Puig

cienciaydeporte@fcf.camaguey.cu

 

 

 

 

Resumen

          Prever los fundamentales tipos de actividades indispensables para trabajar con determinados contenidos, que implique la solución de tareas previstas por los objetivos didácticos, se fundamenta como una necesidad en la elaboración del contenido de la enseñanza. Lo propuesto supone el planteamiento de tareas orientadas a la formación hábitos motrices, asimilación de comportamientos tácticos y desarrollo de la comprensión del juego, en la preparación técnico-táctica del jugador principiante en balonmano. La determinación de las actividades motrices surge de la necesidad de una enseñanza técnico-táctica tendiente hacia la más rápida participación en el juego de competición. En el estudio se proponen tareas motrices que suponen la aplicación del juego como método didáctico, para la formación de hábitos motrices, la asimilación de comportamientos tácticos y a la comprensión del juego de balonmano.

          Palabras clave: Tareas motrices de carácter lúdico. Hábitos motrices. Comportamientos tácticos. Comprensión del juego. Balonmano.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 161, Octubre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El contenido de la enseñanza para poder ser asimilado tiene que incluirse en alguna actividad. Señala N. Talízina (1987) que la calidad de los conocimientos se determina por lo que puedan hacer con ellos el que aprende, requiriendo el adecuado tratamiento del contenido; dejando esclarecido que si los tipos de actividades utilizadas en la adquisición del conocimiento son limitadas, tendrá lugar la asimilación del conocimiento pero no adquirirán nuevas posibilidades cognoscitivas. De ello la importancia del planteamiento de tareas que han de ser solucionadas por los estudiantes, donde cada tarea suponen una actividad (método) que garantiza su solución.

    Ahora bien, es preciso reconocer que en la realización de cualquier tipo de actividad están presentes los motivos que impulsan al estudiante al cumplimiento de esta; si el motivo no se ha creado el estudiante no aceptará la actividad propuesta y no la llevará acabo, entonces tampoco tendrá lugar la asimilación del contenido como resultado de la ejecución de la actividad realizada.

    En cuanto al niño aspirante a jugador, se afianza en si mismo en la medida que sensibiliza la utilidad de su aprendizaje. Por eso “La gran dimensión del entrenador radica precisamente en ofrecer medios diversos y divertidos que enriquezcan las posibilidades de asimilación del contenido técnico del balonmano; reflexionando sobre la idea del equilibrio imprescindible entre la evolución física y la asimilación y uso de los elementos técnicos” (Román, 1990).

Desarrollo. La formación del jugador principiante en balonmano

    Todo trabajo de iniciación deportiva debe, en alguna medida, estar en función de los conceptos actuales del entrenamiento deportivo y más concretamente de las necesidades que tiene el atleta para el desarrollo del mismo. Por esa razón, es preciso analizar las exigencias del juego contemporáneo.

    El balonmano moderno se aparta cada vez más de estructuras o combinaciones rígidas que en el pasado desempeñaron un papel importante, pero que hoy se han visto superadas por un desarrollo más creativo, por formas de juego con posibilidad de ser variadas y dinámicas, dependiendo de las distintas situaciones que se van produciendo en el transcurso del encuentro; él se ha convertido en un juego bello y distraído, dinámico e interesante, que “exige por parte de todos los jugadores un alto grado de exactitud en la ejecución de las jugadas y una capacidad de disimular hasta el último momento sus verdaderas intenciones” (Lasierra, 1996)

    A un jugador del futuro se le debe exigir sobre todo rapidez, no solo en los desplazamientos, sino también en el tiempo de su reacción; es decir, el momento decisivo para que la acción fructifique. Pero también es lógico que un deporte como este no pueda ser excesivamente estructurado, sino que tenga que basarse en la capacidad del jugador para elegir la respuesta más conveniente a cada situación que se plantea; de ello se desprende, como expresara Román (1990), que la iniciación debe estar en función de que el jugador se acostumbre, desde el principio, a actuar de una manera pensada, observando la situación previamente y no de forma mecánica; salvaguardando la responsabilidad de dotar al niño del máximo de disponibilidad motriz.

    Czerwinski (1991), considera que agilizar el proceso del entrenamiento y la manera de realizarlo en el deporte moderno es una necesidad, porque todavía el aumento del volumen del trabajo realizado o de los valores globales de las cargas de entrenamiento es prácticamente imposible de determinar. El objetivo principal consiste en elaborar las formas de una preparación que permita llegar a altas metas mediante la utilización de medios cada vez más económicos. El perfeccionamiento exige organización y conocimiento de los objetivos didácticos.

    Durante la iniciación deportiva el principiante evidencia su necesidad de practicar una actividad por él desconocida. Por ello en primer término la misión instructiva debe centrarse en la transmisión de las bases de la misma, que están determinadas por el reglamento.

    El reglamento de una disciplina deportiva está compuesto por el total de las reglas de juego. Para Oliver y Sosa (1996) de ello nace el primer objetivo didáctico que orienta la enseñanza: el espíritu de juego; por eso es obligación de los entrenadores imbuir a los alumnos en él; además, los principios cimentados en el respeto a las reglas, deben estar permanentemente presentes en la formación del jugador.

    Señalan los autores antes citados que la finalidad del juego de balonmano es conseguir, mediante elementos técnicos y comportamientos tácticos individuales y colectivos, más goles que el equipo contrario, donde las reglas del juego establecen los modos o formas para poder conseguir la anotación o para evitar recibirla; de aquí la importancia prioritaria del conocimiento gradual de las reglas del juego desde la iniciación deportiva.

La tarea en la transformación de conductas motrices deportivas

    Por la importancia que reviste la tarea en el proceso docente-educativo es necesario realizar ciertas precisiones conceptuales relacionadas con esta y su vínculo con las habilidades.

    Según Álvarez (1992, ver también Rizo, 2000) la tarea es aquel proceso que se realiza en ciertas circunstancias pedagógicas con el fin de alcanzar un objetivo, es decir, es la acción que se desarrolla atendiendo a las condiciones y que encierra tanto lo inductor como lo ejecutor. En ella está presente la contradicción fundamental del proceso: entre el objetivo y el método; las condiciones son las que pueden llegar a descartar una tarea para orientar otra que permita alcanzar el fin que se aspira.

    Si desde el punto de vista psicológico las habilidades están relacionadas con el nivel de dominio de la acción en función del grado de sistematización alcanzado por el sistema de operaciones correspondientes, y en el contexto de la Didáctica la tarea es la acción, ella tendrá una doble determinación: inductora y ejecutora; esto es, por un lado estará el objetivo, y por el otro el sistema operacional tal como ha sido esbozado anteriormente (vid. fig.)

    En términos más concretos, si la acción, al ser sistematizada deviene en habilidad y en el entrenamiento la tarea se constituye en la acción misma, entonces la ejecución de tareas que tengan como objetivo dicha acción y que necesiten la realización de su sistema operacional traerá como resultado el desarrollo de la habilidad, y la apropiación del sistema de conocimientos por parte del atleta.

    En resumen, de lo anterior se puede inferir científicamente de lo anterior que si el practicante realiza, de manera frecuente y periódica, bajo determinadas condiciones, tareas motrices cada vez más complejas, con diferentes sistemas de conocimientos del balonmano pero cuya esencia es la misma, es una condición para el dominio de habilidades.

    Independientemente de que cada tarea tenga una misma acción que debe ser dominada como habilidad con su sistema de operaciones correspondientes; las condiciones, complejidad y el sistema de conocimientos pueden variar.

    A ello se añade que, teniendo en cuenta la dinámica de la estructura de la instrumentación ejecutora de la actuación, cada una de las invariantes funcionales de la acción puede dejar de ser operación para convertirse en una acción si se subordina a un objetivo, esto hace que ellas puedan asimilarse como acciones independientes, y en el momento necesario se subordinen al objetivo que se corresponde con la acción que deberá ser dominada como habilidad, determinando nuevamente sus operaciones.

    Esto explica que el entrenador deba diseñar tareas que porten como objetivos cada una de estas operaciones para que en el momento de realizar la acción que se pretende que el alumno domine como habilidad, él pueda ejecutarla sin dificultad; en otras palabras, se trata de garantizar las condiciones necesarias para que se cumpla este propósito; por supuesto para ello se tendrán en cuenta los resultados del diagnóstico, de forma tal que sólo las realicen los atletas que verdaderamente lo necesiten.

    En la tarea está presente el objetivo, condicionado por el nivel de desarrollo cognoscitivo alcanzado por los atletas, sus intereses, etc., (ella lo personifica); ahí también se encuentran el contenido del que deben apropiarse, la acción que deben dominar como habilidad y el sistema de conocimientos así como el modo de actuar del entrenador y los atletas, el método y otros componentes del proceso. De acuerdo con lo argumentado para la elaboración de las tareas se necesita de un estudio minucioso de las habilidades que se pretenden desarrollar y del sistema de conocimientos asociados; ya que sólo así será posible determinar el método de enseñanza-aprendizaje, las operaciones necesarias y esenciales que deberán ejecutar los atletas según sus condiciones y los indicadores que permiten evaluar el grado de desarrollo alcanzado, entre otros elementos.

    También Silvestre (2003), propone requisitos que las tareas en sentido general deben cumplir:

  • Variadas: Deben existir actividades con diferentes niveles de exigencias que conduzcan a la aplicación del conocimiento en situaciones conocidas y no conocidas.

  • Suficientes: Deben incluir un mismo tipo de acción en diferentes situaciones teóricas y prácticas, las acciones a repetir serán aquellas que promueven el desarrollo de habilidades.

  • Diferenciadas: Deben dar respuesta a las necesidades individuales de los practicantes según su grado de desarrollo.

    Estas exigencias, desde el punto de vista del autor del presente trabajo se corresponden con los requisitos a los que debe someterse la acción para que llegue a ser dominada como habilidad, estando presente en ellos: la frecuencia, periodicidad, flexibilidad y complejidad e incorporando la atención a las diferencias individuales, de manera explícita.

    Dentro de las tareas a desarrollar para la transformación de conductas motrices en la práctica del balonmano encontramos:

  • La formación de hábitos motrices, comprendidos como “…los procedimientos o mecanismos de ejecución de las acciones parcialmente automatizadas...” (Ruiz, 1985)

  • La asimilación de comportamientos tácticos, a partir de lo planteado por Malho (1988) se entienden por las formas de actuación de los jugadores individuales y colectivas, tanto en el ataque como en la defensa, adecuadas a las reglas de este deporte, a la lucha del contrario y a las numerosas condiciones del juego

  • El desarrollo de la comprensión del juego, término que como tal dice Arnold citado por Díaz (2003), se entiende por comprender los procedimientos implicados en un juego deportivo, conforme a unas reglas y una descripción del modo en que se hace, es decir, exige comprender la naturaleza de ese juego, que viene determinada por las reglas, que marcan los cauces por los que se desarrolla el juego o aspectos estructurales que darán lugar a su naturaleza.

El juego como método de enseñanza en la formación del balonmanista principiante

    Los métodos de enseñanza” forman el sistema de actividades que realizan el profesor y alumnos para alcanzar los objetivos de la enseñanza”. (Labarrere y Pairol, 1988)

    El juego es uno de los métodos más utilizados en la educación física, “estos adquieren gran importancia en el trabajo con niños y jóvenes. Propicia la motivación y el interés de los participantes, lo que permite elevar la carga considerablemente” (Barrios y Ranzola, 1999)

    Considera Rubinstein (1981), que en el juego se manifiesta una relación más directa con relación a la vida, pues deriva en impulsos, de interés y necesidades, sus motivos estriban en las múltiples vivencias de los aspectos de la realidad que para el jugador son significativas y reflejan una inmediata relación de personalidad con su ambiente: agrega que el juego es el momento como se realiza las necesidades y exigencia del niño dentro del marco de sus posibilidades, esta internamente relacionado con el desarrollo de la personalidad por lo que tiene especial significación en el periodo más intenso del desarrollo es decir en la infancia.

    A través de este método se logra el perfeccionamiento de los hábitos motrices, el desarrollo de las capacidades físicas y la asimilación de conocimiento. Para su aplicación se debe tener presente, que el juego necesita de una exquisita organización para lograr la participación efectiva de todos los participantes, la dificultad del mismo radica en la complejidad para regular la carga, la cual puede lograrse por cambios en la función de los jugadores; medios, cantidad de participantes, etc. (Barrios y Ranzola ,1998)

    Puig y Feu Molina (2001) consideran que el juego es una fuente de aprendizaje que estimula la acción, la reflexión y la expresión por parte del niño. Es una actividad que ayuda a explorar, descubrir y crear, a la vez que le permite investigar y conocer el mundo de los objetos, el de las personas y sus relaciones.

    Dentro de algunas formas de empleo de dicho método en la práctica deportiva de iniciación al balonmano pueden ser referidos:

  • Los juegos predeportivos, considerados por Feu Molina (2001), como juegos aplicados que están destinados a la mejora de una técnica concreta fuera del contexto global del juego; por ejemplo: recorridos de bote, circuito de lanzamientos por tiempo y precisión, llegar a una zona salvando obstáculo, etc.

  • Las formas jugadas, las que según Müller (1996), constituyen transformación de los ejercicios confiriéndoles cierto carácter lúdico a través de un componente de reto y estructura competitiva, mediante un sistema de puntuación u oponente real.

  • Los juegos modificados, según Díaz (2003), se tratan de juegos globales en donde a través de la modificación de las reglas se exageran los aspectos tácticos y se reducen las exigencias técnicas, Devís (1998), los define como una abstracción global simplificada de la naturaleza problémica y contextual de un juego deportivo, que exagera los principios tácticos y reduce las exigencias o demandas técnicas de los grandes juegos deportivos. Se sitúa en la frontera entre el juego libre y el deporte, dado que sus reglas pueden cambiarse o modificarse, incluso durante el desarrollo del juego, en función de la finalidad coyuntural que se persigue; por eso deben estar presente las exigencias invariables de la disciplina deportiva en cuestión, que en caso específico del balonmano resultan: objeto de juego (balón), terreno a ocupar, compañeros que colaboran en función de un objetivo, adversarios que se oponen al otro para que no consiga su objetivo, meta alcanzar o defender y reglamento a aplicar (progresivamente).

La tipología de tareas motrices de carácter lúdico

    Tareas para la formación de hábitos motrices.

  • Objetivo básico: Formar hábitos motrices de elementos técnicos del ataque.

  • Objetivo específico: Formar hábitos motrices del elemento técnico adaptación y el manejo del balón.

  • Objetivo básico: Formar hábitos motrices de elementos técnicos de la defensa.

  • Objetivo especifico: Formar hábitos del elemento técnico posición básica.

  • Objetivo básico: Formar hábitos motrices de elementos técnicos propios del portero.

  • Objetivo especifico: Formar hábitos del elemento técnico intervención.

    Tareas para la asimilación de comportamientos tácticos

  • Objetivo básico: Asimilar comportamientos tácticos básicos del ataque.

  • Objetivo específico: Asimilar comportamientos tácticos de ocupación espacial colectiva.

  • Objetivo básico: Asimilar comportamientos tácticos de defensa-ataque.

  • Objetivo específico: Asimilar comportamientos tácticos de recuperación del balón más progresión.

  • Objetivo básico: Asimilar comportamientos tácticos de defensa.

  • Objetivo especifico: Asimilar comportamientos tácticos de ocupación espacial equilibrada.

    Tareas para el desarrollo de la comprensión del juego

  • Objetivo básico: Desarrollar la comprensión del balonmano.

  • Objetivo especifico: Desarrollar la comprensión del balonmano en juego de una portería a defender y atacar.

  • Objetivo específico: Desarrollar la comprensión del balonmano en juego de dos porterías, una a defender y una a atacar.

Conclusiones

  1. La tipología de tareas motrices planteadas orienta al profesor deportivo en el tratamiento de los contenidos esenciales de la enseñanza técnico-táctica en la preparación del balonmanista principiantes, como es la formación de hábitos motrices, la asimilación de comportamientos tácticos y el desarrollo de la comprensión del juego de balonmano.

  2. La propuesta de actividades motriz de carácter lúdico que responden a motivos e intereses de los practicantes, permite la implementación de la tipología de tareas planteadas para la enseñanza técnico-táctica en la formación del jugador principiante en balonmano.

Bibliografía

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