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De la dualidad cartesiana mente-cuerpo, a la integralidad 

psicosomática del deportista: la preparación integral del 

deportista para el óptimo rendimiento deportivo

 

*Máster en Ciencias del Deporte y Alto Rendimiento

Subdirector Académico de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos

**Asesor en Psicología del Deporte y la Actividad Física

del Instituto Veracruzano del Deporte

***Académico de la Facultad de Educación Física

de la Universidad Veracruzana

Pedro Gómez Castañeda*

Denis Ruiz Silva**

Julio Alejandro Gómez Figueroa***

alexjfking@hotmail.com

(México)

 

 

 

 

Resumen

          Se recopilan las aportaciones de investigadores, relacionados con el entrenamiento deportivo y la importancia de la preparación psicológica mediante el uso de técnicas de este campo del conocimiento, encontramos dentro de los hallazgos de dichas investigaciones un sinfín de herramientas que pueden ser útiles a metodólogos, entrenadores deportivos y sin lugar dudas a Psicólogos Deportivos y de la Actividad Física, ya que este documento funciona como una guía sobre los efectos a nivel psíquico del entrenamiento deportivo. Así mismo, establece la incorporación y uso de las técnicas de preparación psicológica como parte del entrenamiento en su totalidad, en cada una de sus etapas, y en el desarrollo de cada una de las capacidades físicas, pudiendo redimir los efectos negativos del entrenamiento físico de alto rendimiento, potenciando y fortaleciendo los factores psíquicos relacionados con el desarrollo de las capacidades físicas. Los autores hemos dado una serie de conclusiones en cuanto al papel del psicólogo deportivo en México desde un enfoque multidisciplinario, y algunas recomendaciones no solo para fortalecer el deporte competitivo, sino para mejorar la calidad de vida de los deportistas y de cada uno que intervienen en el proceso deportivo de máximos resultados, agradeciendo a los autores de las investigaciones mencionadas sus conocimientos para la construcción de este documento.

          Palabras clave: Rendimiento deportivo. Integralidad psicosomática. Preparación.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 161, Octubre de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Actualmente no se necesita esfuerzo para demostrar la importancia de los factores psicológicos en la búsqueda del máximo rendimiento atlético. Esto ya es un hecho establecido a partir de diversas fuentes, como el desarrollo de la ciencia psicológica en general, el estudio del comportamiento bajo tensión y la práctica pedagógica deportiva. Este hecho, reconocido y bien fundamentado, ha producido un paulatino desarrollo de la Psicología del Deporte y la Actividad Física, rama del saber científico que debe ser del dominio del entrenador y el deportista.

    Para Valdés, (2002, p. 46). El entrenamiento deportivo es un proceso que somete al organismo a elevadas cargas físicas y psíquicas con el objetivo de elevar su capacidad de trabajo hasta el punto de hacer posibles esfuerzos máximos. Durante el entrenamiento todas las funciones orgánicas son puestas en tensión con el objetivo de estabilizarse ante cargas de magnitud elevada. Las grandes y prolongadas tensiones físicas y psicológicas provocan reacciones psíquicas que son, con cierta frecuencia, negativas. Las vivencias que se producen ante la elevación de la tensión durante el entrenamiento deben ser generalmente transitorias, por ello, el apego total a los principios del entrenamiento deportivo. No obstante, no siempre los deportistas lo comprenden y esto añade un nuevo agente de estrés.

    Para el autor, la situación actual de la Psicología del deporte en México, sigue siendo vista desde muchos entrenadores y deportistas como una especie de “solucionador de problemas, o brujo del deporte”, ya que erróneamente se cree que tiene la “varita mágica” para lograr óptimos resultados, por esta razón, en el presente trabajo se tratara de aportar comprensiones de otros colegas y propias, para reorientar el trabajo del psicólogo desde su quehacer como parte de un grupo multidisciplinario, aportando hallazgos de investigaciones, comprensiones teóricas y prácticas sobre, como fortalecer el factor psíquico de los atletas relacionadas con las demandas de la preparación física, técnica y táctica del deportista.

Desarrollo

    Para Pradet (1999) la preparación física (PF) es el conjunto organizado y jerarquizado de los procedimientos de entrenamiento cuyo objetivo es el desarrollo y la utilización de las cualidades físicas del deportista. La preparación física tiene que estar presente en los diferentes niveles del entrenamiento deportivo y ponerse al servicio de los aspectos técnicos –tácticos prioritarios de la actividad practicada, pero es muy difícil resumir en una simple frase algo que es tan importante para el logro final del deportista de alto rendimiento: Ganar. En la actualidad el deporte élite en todas las etapas (desde las infantiles hasta los veteranos) el rol de la preparación física es innegable, una definición muy seria, retardar la aparición de la fatiga así como garantizar y optimizar el consumo energético. Entrenar las capacidades físicas es muy fácil para cualquier profesional del deporte, pero; controlar los efectos psicológicos de este entrenamiento es un fenómeno mucho más complejo. Y el autor se cuestiona, ¿Por qué cuando se habla de preparación física se asocia con fatiga y cansancio mental?

    Urquijo (2010), “Porque la fortaleza mental del deportista para enfrentar el proceso de preparación física está directamente relacionada con el entrenamiento de la voluntad, la superación de situaciones estresantes, combatir la monotonía y el aburrimiento que implica la repetición de ejercicios que muchas veces el deportista piensa que no tienen sentido; ganarse a sí mismo en cada uno de los entrenamientos. Una de las actividades más útiles para este logro es el entrenamiento físico o preparación física”.

    El rol del preparador físico es el del amigo que le exige más de lo que puede dar el deportista, el que lo pone siempre en al límite de sus posibilidades y lo alienta en las situaciones más difíciles. Cuando el deportista llega por primera vez al entrenamiento y recibe como indicaciones: Debes trotar de 20 a 30 minutos, hacer desplazamientos, 100 planchas, 150 abdominales etc. Generalmente contestan: ¡esto es aburrido!, ¡no hay otra cosa que hacer!, los menos lo realizan sin decir nada y al finalizar preguntan con desgano, ¿no hay nada más que hacer? La disciplina del entrenamiento físico, nos lleva a conseguir la disciplina mental (concentración) y así poder superar cada uno de los instantes de éxito y fracaso, de dolor y cansancio en todos y cada uno de los momentos de la carrera del deportista de alto rendimiento.

Problemas psíquicos del deportista asociados a la preparación física

    Cuando el niño, joven o adolescente se acerca por primera vez a la práctica del deporte muchas veces la realidad del entrenamiento es diferente a las expectativas que traían antes de decidir su comienzo. El aprendizaje de la técnica se hace difícil y complejo, pero las cargas físicas que se comienzan a suministrar le provocan reacciones desagradables en el cuerpo y sobre todo en la mente. Para Valdés (2002) la tensión física extrema, en tanto estímulo también psicológico, trae aparejados algunos síntomas de carácter psíquico que es necesario percibir de manera inmediata: el agotamiento rápido, la pérdida del sueño, la sensación de no haber descansado al lograr el sueño, perdida del deseo sexual, dolores de cabeza y musculares. Al inicio de las manifestaciones de tensión del atleta se comienza a comportar de modo caprichoso, con una gran irritación interna contenida acompañada de dolores en los músculos. Esta irritación puede continuar creciendo hasta no poder ser controlada y volcarse sobre los compañeros de equipo o el entrenador. El deportista se siente ansioso y preocupado por el surgimiento de constantes conflictos. A continuación aparecen síntomas de carácter depresivo, inseguridad en las propias fuerzas y un comportamiento altamente sensible a las relaciones con los demás.

La monotonía y fatiga

    Prado y Charaf (2000), la monotonía dada por el carácter repetitivo e invariable de las tareas del entrenamiento y la fatiga producto del agotamiento de las reservas biológicas del organismo, son factores que desencadenan pérdida de la motivación y, por lo tanto, disminución de la anergia disponible para la labor atlética, con independencia de un mayor o menor agotamiento biológico real. Es decir, la pérdida de la motivación dificulta la movilización de la energía que aun puede existir, posiblemente como un mecanismo protector de la salud. La monotonía requiere para su supresión una variación constante de la actividad, lo que no implica necesariamente la disminución de la carga.

    Un grado de cansancio es un resultado lógico de cada sesión de entrenamiento. La percepción de la fatiga y el descanso real pueden ser ayudados mediante la intervención psicológica, previniendo con ello el sobreentrenamiento, y en este sentido la enseñanza de las técnicas psicológicas es vital, a continuación de presenta una tabla de la técnica a usar en una situación de cansancio crónico físico con repercusiones en lo mental (Tabla 1).

Consideraciones básicas para la comprensión psicológica del deportista

    Urquijo (2010) establece los siguientes efectos negativos de la preparación física en el factor psicológico o mental del deportista:

  • Disminución de la motivación hacia el entrenamiento, Aumento de la impuntualidad y el ausentismo, Desgano y apatía, Problemas con la conciliación del sueño, Estrés, Ansiedad, Sensaciones desagradables de dolor en las articulaciones y planos musculares, Agresividad o formas inadecuadas de comunicación con los otros, y Otros efectos asociados a los mencionados anteriormente.

    En muchas ocasiones el entrenador no conoce o subvalora los efectos que tiene sobre la mente del deportista la preparación física, alegando que los atletas fingen o se refugian en eso para evadir las cargas físicas elevadas a las que se someten; los entrenadores y los atletas carecen de herramientas psicológicas para minimizar o apalear estos efectos desagradables. El resultado final de esta problemática si no es tendida a tiempo y con la conciencia que se requiere es rechazo a la actividad deportiva, la lesión o el engaño al entrenador referido al cumplimiento de las tareas. Con la finalidad de que el entrenador y deportista cuenten con las herramientas básicas, para conocer los efectos de la preparación física en el factor mental y sirviendo para el diagnostico y posteriormente para la intervención, se propone el uso de la siguiente escala:

Capacidades condicionales de la preparación física

    Para Platonov y Bulatova (2006) rapidez: Cualidad física de mayor grado de complejidad, determinada por el conjunto de todos los indicadores de tiempo del movimiento (duración, tiempo y ritmo del movimiento. (La duración es el indicador más variable).

    El perfeccionamiento de su estructura está determinado por los indicadores del tiempo del movimiento como son: la duración, el tempo y el ritmo. La duración es el indicador más variable, el cual se mide por el tiempo de desplazamiento de las diferentes partes del cuerpo y de todo él en su conjunto, puede ser distribuido cuando desde antemano se determina el tiempo que demorará la ejecución del ejercicio, y diferenciado cuando se hacen ejercicios en tiempos estrictamente limitados, como ocurre en los juegos con pelotas y en los deportes de combate. Es característico en los ejercicios el tempo de ejecución motriz donde ocurre una alternancia regular en lapsos de tiempo constantes, donde se acelera o retarda el ritmo de la acción o del movimiento, el cual se diferencia del ritmo ya que éste último se expresa en una alteración moderada de los diferentes movimientos o actos que entran en la actuación motriz. Esta capacidad condicional denominada rapidez, requiere de un alto desarrollo en particular de la percepción del tiempo, de un buen funcionamiento de la atención, de la persistencia, el autocontrol, la disciplina y la audacia, para darle calidad a la reacción simple y compleja y a la rapidez de acción simple y compleja.

    Urquijo (2010), establece algunos aspectos relacionados con la preparación física y su relación con necesidades psicológicas a desarrollar, las aportaciones sobre las técnicas propuestas en este apartado, son propias recomendaciones dadas por la experiencia profesional del autor del presente ensayo, fundamentadas en teorías y experiencias compartidas por otros especialistas de la Psicología del Deporte.

Premisas psicológicas de la rapidez

  1. Diferenciación fina de los microintervalos del tiempo. Ej. Un velocista gasta 0,3 seg. Para hacer el primer paso para “salir del bloque de salida y se plantea la tarea de llevarlo a 0,1 seg. Esto implica un proceso de aprendizaje a través de señales acústicos o luminosas bien dosificadas.

  2. Formación de una orientación determinada (la sensora para escuchar la señal y en la motora para comenzar el movimiento).

  3. La exactitud de la percepción (La reproducción de los microintervalos (de tiempo) y las orientaciones correspondientes de velocidad.

    Para el desarrollo de estas premisas y desde la práctica profesional del autor, se recomienda la adaptación de cualquier tipo de metodología lúdica, la cual fomente el desarrollo de las capacidades mencionadas al inicio de este apartado, como por ej., “la vuelta al mundo”, intercambio de números en parejas”, “mar y tierra”, juegos que son parte de las tradiciones, de este modo, se genera una atmosfera de recreación y desarrollo de estas capacidades, independientemente de que el entrenamiento sea de talentos deportivos o de alto rendimiento, el abordaje dependerá de la apertura del entrenador y de las habilidades empáticas del psicólogo para el éxito de las propuestas de trabajo, se recomienda usar estas técnicas una vez por semana, en tiempos de 20 a 30 minutos.

    Según Pradet (1999) fuerza: Acciones realizadas con determinados esfuerzos musculares que constituyen el contenido fundamental de esta cualidad. Cuando nos referimos a la fuerza tenemos en cuenta las acciones realizadas al levantar un peso, al ejecutar un lanzamiento, al comprimir, presionar, empujar y otros. Para su estructura psicológica la cualidad física de la fuerza tiene múltiples planos entiéndase.

Premisas psicológicas de la fuerza

    Según los resultados investigativos de Rodionov y Rudik (1990), en Urquijo (2010), vistos en las modalidades de: fuerza máxima, fuerza explosiva, y fuerza a la resistencia, hace requerir para su evolución de ejercicios con repeticiones múltiples de carácter dinámico y con elevados esfuerzos musculares. La tensión muscular que se expresa en esfuerzos pueden clasificarse en extremos cuando se manifiestan a plenitud las posibilidades actuales del deportista; en distribuidos cuando se refleja una parte de los esfuerzos como puede ser una cuarta parte o la mitad del todo; y en dosificados cuando se realiza una rigurosa diferenciación de los ejercicios como sucede al alcanzar o lanzar un balón, al recepcionar y golpear un balón, recibir y rematar una pelota, y cuando se levantan diferentes pesos como ocurre en el deporte de levantamiento de pesas. Como se aprecia, es importante la puesta en función de la concentración de la atención, la percepción del esfuerzo, las cualidades volitivas como son: la persistencia, la audacia y el autocontrol, acompañado además de un estado de excitación emocional que movilice las posibilidades físicas del deportista. Esfuerzos musculares extremos, distribuidos y dosificados.

    Para el fortalecimiento de las variables como la atención, concentración, dado a que son procesos cognitivos, se fortalecen mediante el uso de una rejilla creada por los rusos en los años 60´s, investigaciones realizadas por teóricos de estos años, avalan la efectividad en el manejo de la atención y concentración como preparación del estrés pre arranque, y con una adaptación a la tecnología por Mendo (2010), se fortalecen estas variables mediante un ordenador conectado a la web. En relación con las cualidades volitivas, el entrenamiento mismo permite el desarrollo de estas variables, y para el fortalecimiento del autocontrol y educación de las respuestas psicofisiológicas se trabaja con equipo de bio y neurofeedback.

    Según Urquijo (2010), Resistencia: Son las acciones motoras realizadas durante largo tiempo. Es una capacidad física donde hay que soportar el cansancio frente a esfuerzos relativamente extensos, que demandan de una capacidad de recuperación rápida después de dichos esfuerzos. Se hace realidad de forma acentuada en los deportes de combate y en las carreras de larga duración entre otros. Aquí se establece la relación entre la magnitud de la tensión muscular, la duración ejecutiva, la fuerza y la rapidez de los esfuerzos musculares que se ponen en función. Dentro de esta capacidad condicional se contempla la resistencia de corta, media y larga duración en su trabajo aerobio y anaerobio. Realmente los ejercicios que utiliza la resistencia conducen al cansancio, por tanto, si no hay superación del cansancio no se puede perfeccionar la resistencia, eso es extraordinariamente importante pues el entrenador debe laborar con el deportista en la creación de una actitud positiva hacia el trabajo en esta dirección, así como en la necesidad de enfrentar lo que podemos denominar carga duradera, ayudando a una posibilidad de recuperación más rápida en cuanto al cansancio y la fatiga, haciéndose indispensable para la evolución de esta capacidad: la concentración de la atención; la percepción del esfuerzo y la distancia; la orientación hacia un fin determinado, la perseverancia y el autocontrol emocional-volitivo; la resistencia a la fatiga; un alto nivel motivacional y claridad de la meta. Puede ser:

  1. Resistencia de la fuerza, ej. en las pesas.

  2. Resistencia de la velocidad, ej. en la carrera de 800 m.

  3. Resistencia de la fuerza, velocidad, ej.: en la Natación.

    Al referirse a la resistencia la acción no debe disminuir su efectividad.

  • Ej. Una carrera de larga duración.

  • Los movimientos de los boxeadores.

  • La lucha.

    “La estructura psicológica de la resistencia no tiene una clara expresión, lo que está condicionado para la manifestación compleja de la magnitud y duración de los esfuerzos musculares. De ahí la clasificación anterior”. (Valdés, 2002)

    Las técnicas psicológicas para el fortalecimiento de la motivación, se enfoca en el análisis de videos de deportistas exitosos, modelamiento, visualización creativa, establecimiento de metas y objetivos, y el entrenamiento de la atención/concentración mediante la rejilla, y uso de bio y neurofeedback.

    La cualidad física flexibilidad representa la capacidad del hombre para dominar nuevos movimientos y reestructurar rápidamente la actividad motora en correspondencia con las exigencias de la situación dada.

    Depende de:

  • La precisión de la reproducción de los movimientos propios.

  • De la orientación de la circundante.

     De la comprensión del estado subjetivo interno, ej. el salto en Atletismo requiere esfuerzos musculares y tiempo del movimiento. En este sentido el trabajo de intervención psicológica se fundamenta en el entrenamiento de la respiración en este sentido de la respiración sedativa, llamada de 4x4, permitiendo inhalaciones completas de carácter abdominal, con exhalaciones de 4x4, otra técnica psicológica recomendada es la relajación progresiva de Jacobson y entrenamiento autógeno de Schultz.

Métodos de intervención psicológica en la técnica deportiva

    Basado en un modelo de intervención y perfeccionamiento técnico-táctico, Valdés (2002), propone una serie de actividades psicológicas para el fortalecimiento de este aspecto clave en el rendimiento atlético.

La corrección de errores técnicos

    Lo primero que debe tener en cuenta el entrenador al evaluar esta cuestión es en que se fundamenta el criterio de error técnico.

    Cada técnica posee un patrón para ser realizada. En este modelo objetivo se sintetiza el desarrollo histórico que ha tenido la técnica en cuestión. Las ejecuciones técnicas de un deportista particular reproducen este patrón de la forma más exacta, con algunas diferencias no esenciales que permiten la apreciación de la individualidad de la ejecución, a la que comúnmente se llama estilo.

    Sin embargo, hay deportistas que cambian el patrón que venimos señalando y omiten e introducen movimientos que si afectan de manera esencial la estructura del movimiento. Al producirse esto, y dado que en la técnica se resume un movimiento para lograr resultado deportivo, se supone que el rendimiento del deportista disminuye. Se dice “se supone”. Esta aclaración obedece a que no siempre ocurre así. En ciertos casos la técnica del deportista se aleja del patrón pero el resultado es altísimo.

    Por tanto, la determinación de corregir o no una desviación del patrón de la técnica deben apoyarse en los resultados obtenidos por el atleta concreto que manifiesta dicha conducta. La cuestión de cambiar un patrón técnico en un deportista de alto rendimiento no es una tarea fácil, pues este ha fijado la técnica que posee debido a miles de repeticiones, en condiciones variadas. Por su dificultad, es necesario pensar dos veces antes de acometer una modificación. Por otra parte, cualquier cambio puede afectar el rendimiento y llevarlo a límites inferiores a los alcanzados hasta el momento. Por ello, si hay rendimiento no es aconsejable el cambio, a no ser que sea mínimo y de él se esperen transformaciones espectaculares del resultado deportivo.

    Desde el punto de vista psicológico, la visualización del movimiento que se requiere realizar, en estado de relajación profunda, puede ayudar mucho al cambio del modelo mental que se quiere lograr. Algunos especialistas logran importantes cambios utilizando como medio la hipnosis y la programación neurolingüística, a condición que en la modificación perseguida no intervengan grandes masas musculares. Pero esto ya sale generalmente de las posibilidades del entrenador y pasa a ser competencia de un especialista con suficiente experiencia en hipnotismo.

La preparación para la acción motriz inmediata

    Es común ver a los deportistas que se disponen a realizar una acción motriz en competiciones, realizar movimientos con un carácter estereotipado y repetitivo: la señal de la cruz, movimientos de cabeza, “el fuaaaa” tan de moda, paso raros, entre muchos otros. Son los llamados rituales.

    La realización de la acción motriz involucra no sólo los músculos, sino que estos responden a las condiciones del sistema nervioso central y éste, a su vez, es influido psicológicamente.

    Para lograr la máxima eficiencia de la acción motriz resulta necesario que las vías que unen el sistema nervioso y los músculos estén limpias de cualquier otro tráfico. Se requiere también que los músculos estén preparados para responder a las órdenes nerviosas en estados de máxima alerta. Enviar mediante estos conductos una orden a los músculos con la intensidad suficiente requiere un acto relativamente voluntario del deportista, y para que todo este proceso lleve el máximo rendimiento, es necesario que el movimiento se realice en el momento en que el deportista siente que todo el organismo está en el mejor punto de activación.

    Por otra parte, es conocido que el deportista puede usar recursos psicológicos para llevar todo el proceso a su eficiencia máxima. Los rituales y los estados de concentración que muchos deportistas utilizan intuitivamente persiguen estos objetivos. El hecho de que hayan aprendido casi por ensayo y error estas palancas no significa que deban ser despojados de ellas. Al contrario, debemos reforzarlas y complementarlas en los que las poseen y en otros enseñárselas, lo que les evita tener que gastar un tiempo precioso en descubrirlas por si mismos o retirarse de la vida atlética por no haber encontrado a tiempos estos resortes.

    Es muy importante conocer que la forma en que los pensamientos, acciones o estados ayudan al atleta posee un alto grado de individualización. A un deportista le puede ayudar persignarse, a otro decirle ¡ahora!, un tercero puede necesitar realizar mentalmente la acción y un cuarto hacer un trote veloz en el lugar, etc. Es conveniente no solo respetar, sino estimular el surgimiento de recursos individualizados.

    Un saltador de altura debe saber que la recreación mental de un salto (visualización o imaginaria mental), de forma sintética, y un automandato en el momento de elevarse pueden ser mecanismos adecuados para el incremento de su eficiencia.

    Un baloncestista que va a tirar libre debe saber que necesita un tiempo para que su organismo se ajuste y que ese tiempo puede lograrlo driblando el balón dos o tres veces.

    Un corredor de velocidad debe estar consciente de que tiene que preparar su organismo a responder de manera inmediata al disparo y que cualquier tipo de interferencia impide esta reacción.

    Como puede apreciarse son muy diferentes los deportes y los momentos en estos que se necesitan y permiten la preparación para la acción motriz a ejecutar. En cada deporte se deben establecer las necesidades y los momentos para realizar este tipo de preparación.

    Logrado este conocimiento pueden sugerírsele al atleta modos generales para preparar el organismo para la acción. Los más útiles son la visualización de la acción, los automandatos y la concentración en ciertos signos internos. Como se aprecia, estas conductas se relacionan con el modelo interno que de su acción posee el deportista, en el cual moviliza, a través de la mente, los componentes físicos en que ella participa.

La prevención de los efectos de la ausencia de práctica

    Cuando los deportistas presentan lesiones o cuando tienen que desplazarse grandes distancias o abandonar temporalmente el entrenamiento por alguna razón, la ausencia de práctica condiciona la pérdida de sus posibilidades técnicas.

    Sin embargo, la unidad psicosomática, la imaginación puede posibilitar que se mantenga un cierto nivel de práctica mental que moviliza las vías y músculos empleados en la acción motora. Estos procedimientos se conocen como entrenamiento mental o simplemente como técnicas de visualización. El entrenamiento mental debe realizarse en condiciones de relajación profunda y en lugares tranquilos para evitar interferencias de cualquier naturaleza.

    Se pueden hacer tantas prácticas mentales como se quiera, pues ello está muy poco limitado por el consumo energético. No obstante, se debe dedicar a ello un tiempo determinado para hacerlo con seriedad, como si se tratara de una sesión normal y formal de entrenamiento y, de igual forma, planificar el numero de sesiones, no sólo de repetición de ejercicios o combinaciones de los mismos, sino vivir mentalmente aspectos competitivos, lo cual es muy útil en todo tipo de carreras dada la movilización energética que se provoca.

    “La creencia del deportista y del entrenador en estas técnicas es clave en el éxito de las mismas, ya que de no considerarlas como una estrategia de fortalecimiento, puede volverse algo adverso en el desempeño y rendimiento, generando estrés en lugar de desestresar y generar cambios en este sentido”. (Reynaga, Gómez y Ruiz, 2010)

    La preparación del Psicólogo en lo relacionado a la caracterización del deporte es vital, debido a que debe conocer genérica y específicamente los detalles técnicos que pondrá en práctica mediante el entrenamiento mental.

Eliminación de molestias en el entrenamiento

    Se ha referido desde la perspectiva de muchos teóricos de la Psicología del deporte, la utilización del sueño dirigido con el objetivo de buscar la recuperación y modular la actitud ante la carga de entrenamiento. No obstante, los estados de relajación permiten también la desaparición o disminución e molestias que pueden surgir al realizar la preparación.

    Los dolores de un deportista que se recupera de una lesión, las molestias ocasionadas por quemaduras o raspones tan frecuentes en el entrenamiento y la competencia deportiva, o los dolores de ovarios en el periodo menstrual pueden ser disminuidos en gran medida por órdenes sugestivas en estado de relajación evitando la interrupción del entrenamiento o elevando el tiempo útil de trabajo.

    Por supuesto, descartando cualquier lesión grave, y con una estricta supervisión médica, y estar completamente seguro de no estar ante un problema patológico o una lesión realmente invalidente. Como se ha establecido, muchas de las cuestiones que hemos mencionado poseen un fuerte componente de naturaleza psicológica sobre el cual puede operarse con un gran beneficio tanto para el atleta como para el entrenamiento.

Métodos de intervención psicológica en la táctica deportiva

Elaboración del Plan táctico

    Los planes tácticos son indicaciones generales sobre cómo debe actuar el deportista ante determinadas situaciones. Son establecidos después de una consideración serena de las características del atleta, el contrario, la competición concreta y la situación del equipo durante determinado momento de la competición. Así se conforma la manera general en que un boxeador se enfrentara a otros, en que un lanzador de beisbol trabajará a tal o cual bateador, o las combinaciones que utilizará un equipo de baloncesto.

    El plan táctico debe prever variantes, dadas las características extremadamente móviles de la lucha deportiva o en caso de que el atleta no esté en condiciones de imponer en el terreno una determinada forma de lucha competitiva. Tener el plan, y que sea flexible, descarga el pensamiento del deportista del agobio que puede resultar de la improvisación, permitiendo concentrar su pensamiento en aspectos más concretos y cruciales de la competencia.

    Deben considerarse aspectos relacionados con algunos factores volitivos, de resultados, de personalidad, de estrategias competitivas, de modos óptimos de competencia, rituales y motivaciones del oponente, con la finalidad de que el atleta desarrolle un esquema competitivo mediante la creación del plan táctico.

Interiorización de los objetivos de las acciones de engaño

    Con frecuencia se puede observar en juegos, de voleibol por ejemplo, donde varios deportistas saltan como si fuesen a rematar, pero ¿se sabe con certeza quien lo hará en realidad?

    Si como espectador se conoce, ¿qué percibe el adversario? Saltar al remate como finta debe ser una acción realmente hecha para engañar y el deportista que no logra simplemente está gastando inútilmente su energía.

    El objetivo de cada jugada de engaño debe ser comprendido con exactitud por el deportista. El asunto ni consiste en sugerir un golpe, o con un remate o un tiro simplemente por hacerlo, sino para hacer que el contrario responda hacia donde no va dirigido el ataque. En otras palabras, que quede inerme o pasmado ante el ataque real. Pero para eso es necesario dar señales cuasi inequívocas de que vamos a realizar lo que no vamos a hacer.

El lenguaje en la regulación del pensamiento táctico

    Se ha puesto de manifiesto por algunos investigadores que el lenguaje tiene algunas funciones concretas en la justa deportiva.

    La función orientadora consiste en la expresión, mediante el lenguaje, de las valoraciones de ciertas conductas de los compañeros o los contrarios. “No está bien ubicado”, “Córrete un poco al centro”, “Jala más y arriba”, “Abre más la zancada y bracea”, son valoraciones de la posición de los jugadores y situaciones de máximo rendimiento de los atletas.

    El lenguaje regula el pensamiento mediante automandatos del deportista en determinados momentos cruciales de la justa deportiva. Un ¡ahora! Puede ser un signo verbal que impulse la realización de una acción táctica, regulando el momento oportuno para la ejecución. La palabra permite además expresarse ante lo que ocurre, permitiendo el elogio o la crítica y contribuyendo decididamente a la competencia cuando estas valoraciones son adecuadas. La palabra va removiendo el sistema de actitudes puesto en juego en la medida en que ocurren diferentes situaciones.

    En este sentido, el trabajo psicológico se enfoca a que el deportista en una sesión se repita en voz alta las acciones que desea vivir en las competencias, como si fuera una autonarrativa, por otro lado, se le propone grabarla en un equipo de audio portátil y escucharla dos veces por semana antes de dormir y al despertarse, 28 días antes de la competencia, y al termino de cada semana escribir lo experimentado en este ejercicio.

Preparación teórica

    Gómez (2011) se refiere a la adquisición de conocimientos en la especialidad deportiva que se realice y su utilización en la práctica como medios apropiados para acelerar el crecimiento deportivo.

    En relación con este aspecto y con la finalidad de fortalecer meramente aspectos psicopedagógicos, se realiza una investigación documental sobre las características del deporte practicado, incluyendo: la antigüedad, necesidades físicas, volitivas, de personalidad del practicando, mejores exponentes, orígenes, reglas, con esta información se crea un estado de conciencia y adherencia deportiva, dando identidad y significado a su práctica, en jóvenes considerados como talentos deportivos, se propone que elija a un exponente del deporte y mediante el juego de roles, vivenciar ser el atleta elegido durante 4 semanas (mesociclo) del entrenamiento, o en la competencia.

Forma deportiva

    Para Gómez (2011) formación individual que permite rendir al máximo en la competición y garantizar el logro de resultados (deportes individuales). En deportes de equipo resulta necesario conjugar otros aspectos además de los personales para obtener el máximo rendimiento.

    Dado que en esta etapa el atleta se encuentra biológica y deportivamente en su mejor forma, es necesario mantener el flujo energético, y niveles de activación psíquica, por ello, el trabajo psicológico se plantea en el fortalecimiento del manejo emocional, estados del sueño adecuados, usando las técnicas de relajación creativa, reforzamiento de objetivos de competencia, imaginaria mental en forma de imágenes de excelencia, y en el plano social, fortalecer la comunicación externa, por las posibles declaraciones ante medios de comunicación, que puedan generar estrés y desconcentración afectando el estado bio-psíquico del atleta.

Periodización deportiva relacionada con las tareas psicológicas en el mesociclo competitivo

    Ya que en el ciclo competitivo el atleta se encuentra en la forma deportiva, por ello, en este mesociclo es necesario bloquear los factores que conspiren contra el mantenimiento de la autoconfianza como son: la sobrevaloración del contrario, la inadaptación del deportista al equipo, el surgimiento de criticas excesivas respecto al propio comportamiento dentro del equipo, o simplemente trastornos de carácter funcional como el insomnio, dolores musculares etc. Cada uno de estos factores deberá ser neutralizado por vías diferentes, de las cuales el equipo posee ya un amplio repertorio. Los estados de ansiedad precompetitivos deben ser preventivos mediante la aplicación de todos los procedimientos que domina la atleta. En este momento, más que en ningún otro, es indispensable no confundir el estado de ansiedad con la intranquilidad propia de un alto nivel energético disponible.

    En estos momentos competitivos el dominio del entrenador sobre el grupo, debido a la utilización adecuada de los líderes informales y a sus propias características es crucialmente importante para evitar la ansiedad, mantener la autoconfianza de cada cual y lograr así la movilización de suficiente energía para alcanzar resultados positivos de alto nivel.

Conclusiones

    Con base a la revisión, análisis teórico y compresiones profesionales del autor se establecen las siguientes conclusiones:

  • El conocimiento detallado de la teoría en el tema de Preparación física, técnica y táctica, es vital para la periodización del entrenamiento, en todos los niveles, en este caso, el psicológico, y como lo mencionaba en un ensayo anterior, el profesional de la psicología del deporte debe conocer y planificar su trabajo en base a estos conceptos.

  • La tecnificación del entrenador y desarrollo de conciencia sobre la importancia de la Psicología, es complementario en el fortalecimiento de la creencia en las técnicas de preparación psicológica, ya que erróneamente se tiene la creencia de que el Psicólogo es un motivador, y no un científico del deporte.

  • El ajuste de los planes de entrenamiento psicológico, no pueden estar divorciados de la planeación que el entrenador y metodólogo desarrollan, ya que una técnica mal administrada puede no tener el efecto esperado en el rendimiento deportivo.

  • Es imposible desarrollar efectos positivos desde el entrenamiento mental, sino existe personal altamente calificado en la administración de las técnicas psicológicas.

  • La personalidad del psicólogo, y la ética del mismo, son factores cruciales en el mantenimiento de su desempeño en el campo deportivo.

Algunas recomendaciones

  • Es prioritario crear cuerpos multidisciplinarios “reales”, ya que hay una marcada separación en el campo de la práctica, y por no comunicación se carece de un trabajo integral debidamente planificado.

  • Capacitar al factor humano especialista en el campo psicológico, para un óptimo desempeño en el entrenamiento y rendimiento deportivo.

  • Evaluación continua, mediante la implementación de un sistema de monitoreo sobre las cargas de trabajo físico, que nos permite llevar un control adecuado de los cambios en los estados de ánimo del deportista. (Se recomienda la plataforma de Evaluación Psicosocial para deportistas, Menpas, 2010).

  • Uso de tecnología en el entrenamiento psicológico, ya que el mundo del atleta se resume en números, series, repeticiones, etc. Y el uso de neuro y biofeedback, para el entrenamiento de las respuestas psicofisiológicas.

Bibliografía

  • Gómez, P. (2011) “Segunda sesión de clases de maestría de la Universidad del Futbol”, México.

  • González Ruiz, S. L., Hernández Mendo, A., Pastrana Brincones, J.L. (2010). “Herramienta software para la evaluación psicosocial de deportistas y entornos deportivos”. Lecturas: Educación Física y Deportes. Revista Digital, 15, (144), Mayo. http://www.efdeportes.com/efd144/evaluacion-psicosocial-de-deportistas.htm

  • Platonov, N. Bulatova, M. (2006) “La preparación física” Ed. Paidotribo, España.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 16 · N° 161 | Buenos Aires, Octubre de 2011
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