Lecturas: Educación Física y Deportes
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Tres proyectos para un solo objetivo, la prevención
de enfermedades cardiovasculares desde la infancia: La Pelota Viajera,
el Club de Padres Caminantes y la Red Comunitaria de Clubes Barriales
Julio César Fernández (Argentina)
Profesor de Educación Física
pviajera@infovia.com.ar


Introducción
Este proyecto múltiple está basado en los datos y experiencias recogidas durante el Plan EduCor de la Fundación Cardiológica Argentina. Este programa está destinado a docentes de todas las áreas, niveles y ciclos, y apunta a la prevención de enfermedades cardiovasculares desde la infancia.

El trabajo está conformado por tres proyectos independientes y secuenciados entre sí en forma transversal, mediante el alcance de la expectativa de logro de un objetivo común: la prevención de enfermedades cardiovasculares desde la infancia.

Estos proyectos se venían llevando a cabo en forma aislada y experimental. La articulación se produjo con motivo de mi participación en el plan EduCor, durante el período agosto '98 - agosto '99. Allí accedí a datos estadísticos, que me motivaron a buscar una respuesta para toda esa problemática desde mi área específica, provocando incluso un cambio en mi rol como profesor de Educación Física.

Estos datos fueron: aumento del sedentarismo en los niños, mayor tiempo frente a la TV y la PC, y disminución de la práctica deportiva escolar.


Propuesta y actividades
Los caminos sugeridos por la Fundación Cardiológica Argentina, en el Plan EduCor son:

Mi propuesta está formada por tres proyectos, cuyo eje central es llevar tarea para el hogar pero de Educación Física, mediante un trabajo que cumpla con lo aconsejado por la Organización Mundial de la Salud, en cuanto al mínimo de actividad física recomendado, y que sería: un trabajo aeróbico de baja intensidad (como caminar) que involucre a los grandes grupos musculares, con una duración mínima de 20 a 25 minutos y una frecuencia de 4 a 5 veces por semana.

Para llevar a la práctica todos estos aspectos, puse en marcha 3 proyectos:

  1. La Pelota Viajera
  2. Club de Padres Caminantes
  3. Red Comunitaria de Clubes Barriales

Estos son 3 microemprendimientos que forman un solo proyecto.

La Pelota Viajera


1. La Pelota Viajera
A través de una tarea de Educación Física para el hogar, se busca que los niños utilicen para su realización parte de su tiempo libre, creando de esta manera hábitos de actividad física, como una forma de combatir el sedentarismo infantil, promovido en especial por los excesos en el uso de la TV y la PC. Esta tarea es sencilla, conocida por los niños, coordinada por los padres y busca la autogestión, ya que prescinde para su realización de la participación y control directo por parte de un adulto. Debe presentarse como un juego, y nada mejor para ello que la utilización de una pelota como eje del proyecto.

La propuesta está dirigida a niños de segundo y tercer ciclo de Educación General Básica (EGB), entre 9 y 14 años. Para todas las instancias se buscó la autogestión, por lo que la participación del profesor sólo se limita a las situaciones en las cuales los niños no pueden resolver por sí solos.

La actividad
Como primera medida, en cada grado se junta en una alcancía $ 0.20 por niño (1 peso = 1 dólar). Con el dinero ahorrado se compran dos pelotas similares a las de voleibol, en medidas y peso, pero de mucho menor valor (unos $ 2.50 cada una).

Cada día un chico diferente se lleva la pelota a su casa, para realizar actividades de voleibol ya pautadas con el grupo. Al ser pelotas, una se la lleva el primero de la lista y la otra el último. Está programado que cada niño se lleve la pelota a su casa por lo menos 3 veces en aproximadamente 35 días. Esta frecuencia es muy poca, pero yo esperaba una respuesta de los niños que rápidamente se produjo: los días en que no les toca la pelota juegan con cualquiera que tengan en su casa. Incluso algunos me trajeron el dinero para que les compre una igual a la del proyecto.

El cronograma de actividades con la pelota es el siguiente: primera vez, trabajos individuales de minivoley; en la segunda vuelta, deben enseñar a jugar a algún familiar y practicar juntos las ejercitaciones. Y en la tercera, se juntan con un compañero del grado en la casa de alguno de ellos dos y realizan juegos de minivoley 1 con 1.

Ellos mismos controlan el orden de quienes se van llevando las pelotas, en una lista del grupo, pegada en el pizarrón del grado, donde marcan con una cruz quien se la llevó y cuantas veces. Cada uno es responsable de la pelota, teniendo que responder su importe en caso de pérdida o rotura. A fin de año se sortearon las dos pelotas entre todos los niños del grado, utilizando el número de orden de la lista de control que se había aplicado en el proyecto.

Evaluación
De la evaluación diagnóstica surgieron los aspectos fundamentales, que motivaron la implementación del proyecto. Durante el desarrollo, las evaluaciones de proceso dieron como resultado que muchos aspectos esperados se iban dando. Como todavía no terminó el año, no se realizó la evaluación final, pero ya hay algunos aspectos para modificar para el año próximo, como por ejemplo, aumentar el número de pelotas utilizadas, formando pequeños grupos de 5 niños, para que se lleven la pelota una vez por semana cada uno.


2. Club de Padres Caminantes
Originalmente se llamó de Madres, se les brinda a los padres la posibilidad de realizar una tarea física sencilla, que les insuma poco tiempo.

Inicialmente se orientaba a las madres de niños de 2º ciclo (9-11 años), que fueran amas de casa. Como el grupo de interesados era mayor, se sumaron madres que trabajan fuera de casa y algunos padres.

El primer paso para crear hábitos de vida sana estaba dado con La Pelota Viajera, pero no era suficiente. Para que estos hábitos sean en el futuro una forma de vida, deben ser compartidos por toda la familia. Entonces utilicé como puentes hasta los padres, la respuesta obtenida con los niños a través de La Pelota Viajera, acercándoles a los padres una propuesta de actividad física para ellos.

A lo largo de mi carrera docente, muchos padres de alumnos me han comentado su necesidad de realizar alguna actividad física. Pero por diversos motivos, la mayoría no sabe ni qué ni dónde ni cuándo. Esta actividad debía ser sencilla para que todos pudieran hacerla. Por eso elegí caminar, que de hecho todos lo hacemos. Debía ser en un lugar cercano y de paso hacia la escuela: la plaza que queda justo enfrente. Además no tenía que demandarles mucho tiempo y debía estar coordinada con las demás tareas diarias. Como en el proyecto anterior, se buscaba la autogestión.

La actividad
La actividad consiste en que los padres caminen 20 minutos diarios, fraccionado en dos tandas de 10 minutos cada una, con una frecuencia semanal de 4 a 5 veces como mínimo. El lugar para realizar las caminatas es la plaza ubicada frente a la escuela, utilizada por muchos vecinos del barrio para caminar o trotar. Los momentos para realizar las caminatas son: 10 minutos después de dejar a los niños en la escuela, y los otros, 10 minutos antes de retirarlos, buscando además realizar estas caminatas en compañía de sus hijos.

Para llegar al desarrollo de proyecto, se comenzó con un relevamiento de las madres interesadas. Luego se realizó una clase abierta en compañía de sus hijos, en las que se trabajó en forma muy sencilla, sobre ejercicios de entrada en calor y vuelta a la calma, como así también en el ritmo adecuado para caminar, buscando que cada una descubriera el propio, caminando por primera vez dos tandas de 5 minutos cada una, con toma de pulsaciones con una pausa realizada en la mitad del trabajo, para corregir posibles errores en el ritmo.

Para todas las informaciones referidas al proyecto, se habilitó en la puerta de la escuela, en un lugar bien visible, una cartelera con el rótulo: CLUB DE PADRES CAMINANTES.

Evaluación
Primeramente se llevó a cabo una evaluación para relevar a los interesados en el proyecto. Luego la que realiza cada participante en una libreta de anotaciones, en la que va asentado: fecha, tiempo, metros recorridos y pulsaciones en cada caminata. Desde el área de Educación Física se organizan tres encuentros anuales de control.


3. Red Comunitaria de Clubes Barriales
El objetivo es establecer relaciones entre alumnos, padres y clubes de la zona de la escuela. Está dirigida a todos los niños de la escuela que desean practicar alguna actividad deportiva extraescolar, con el consentimiento de sus padres. Por el otro, a las Entidades Deportivas Barriales que deseen incorporar para sus actividades a niños de la escuela, mediante un sistema de promoción, inicialmente, por becas.

No basta con crear el hábito, hay que buscar mantenerlo. Por este motivo, en la evaluación diagnóstica de principio de año, figura un ítem para saber cuántos niños realizan actividad deportiva extraescolar. Mediante este dato he notado que este numero desciende cada vez más, debido en gran medida a los problemas económicos, que determinan que los padres envíen menos a sus hijos al club. Por otro lado, muchos clubes no promocionan adecuadamente sus actividades, no captando a la totalidad de los niños que podrían convocar. Aquí está el cambio en el rol del Profesor de Educación Física, trascendiendo su tarea netamente escolar, para convertirse en el nexo de todas las partes mencionadas.

La tarea
Primero se relevan a los niños que ya participan en actividades deportivas extraescolares. A continuación se tabulan los clubes a los cuales asisten, y se los ubica en un mapa del barrio. A éstos se agregan los que faltan (a los cuales no asisten niños de la escuela). El paso siguiente fue contactarme, por medio de cartas, que llevaron los mismo niños, con las autoridades y profesores de los clubes, para consultarles si tenían interés en recibir alumnos de la escuela y admitirlos en sus actividades. Al estar de acuerdo, se arregla un día exclusivo para los niños de la escuela. Con esta fecha concertada, me comunico con los padres, a través del cuaderno de comunicaciones, y les informo la propuesta concreta, con todos sus detalles. Por último realizo un seguimiento periódico de los niños que participan en este proyecto, aún luego de egresar de la escuela.

Evaluación
Mediante la evaluación diagnóstica, se detectan cuántos niños practican deporte extraescolar y en qué instituciones. Después de los contactos con las autoridades y padres, la evaluación de proceso permite controlar el desarrollo del plan. Por último, realizar evaluaciones periódicas permiter ver quiénes continúan.

Fotos: Diario La Razón, 14/09/99, Buenos Aires. Portada y página 10.

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revista digital · Año 4 · Nº 16 | Buenos Aires, octubre 1999