Estudio descriptivo de las transiciones ofensivas en el fútbol | |||
Doctor en Ciencias del Deporte y la Educación Física Licenciado en Ciencias del Deporte y la Educación Física Profesor de la Facultad de Ciencias del Deporte y la Educación Física de la Coruña Profesor de la Escuela Gallega de Entrenadores de Fútbol (FGF) Entrenador Nacional de Fútbol |
Claudio Alberto Casal Sanjurjo (España) |
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Resumen Hemos realizado un trabajo de investigación consistente en un análisis observacional de las transiciones ofensivas realizadas por los mejores equipos nacionales que disputaron la Eurocopa de Austria-Suiza 2008, tratando de identificar aquellas que son más eficaces. Han sido analizados 7 partidos, registrando 743 transiciones ofensivas y se ha elaborado un instrumento de observación que combina los formatos de campo con los sistemas de categorías. Palabras clave: Fútbol. Alto rendimiento. Análisis observacional. Transiciones ofensivas. Análisis descriptivo.
Abstract We conducted a research project consisting of an observational analysis of the transitions made by the best offensive teams that competed in Euro 2008 Austria-Switzerland, trying to identify those that are most effective. Were analyzed 7 games, recording 743 transitions offensive and has developed an observational instrument that combines the formats of field with categories systems. Keywords: Soccer. High performance. Observation analysis. Offensive transitions. Descriptive analysis.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 159, Agosto de 2011. http://www.efdeportes.com |
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En el fútbol actual las transiciones ofensivas tienen una importancia decisiva ya que en estos momentos la organización colectiva es muy complicada y su resolución efectiva provocará el desencadenamiento de situaciones que decidirán el resultado del encuentro (Jones y col., 2004). Además debemos tener presente que del total de los goles conseguidos en un partido, el 50% de los mismos son obtenidos en acciones correspondientes a los momentos de transición (ataques rápidos y contraataques), (Garganta, 1997; Gréhaigne, 2001; Hughes, 1990; Mombaerts, 2000). Theodurescu (1984) concluye que las acciones entre 2-3 jugadores ejecutadas a gran velocidad son la base de las acciones ofensivas que acaban en gol. Mombaerts (2000), constata que la mayor parte de los goles se consiguen en secuencias ofensivas de menos de 15 segundos en los que se realizan de 1 a 4 pases. Gréhaigne (2001) y Verlinden y col., (2005), verifican que los ataques rápidos constituyen los modelos ofensivos más peligrosos, ya que las jugadas que finalizan en gol no sobrepasan los 3-4 pases. Bate (1988), observa que la probabilidad de obtener gol disminuye espectacularmente si la secuencia ofensiva supera los 5 pases y Garganta (1997), comprueba que las secuencias ofensivas de menos de 10 segundos en las que se empleen 5 pases o menos son las más eficaces.
Método
Participantes
Los partidos analizados corresponden a la segunda fase de la Eurocopa de Austria-Suiza 2008 y hemos registrado 743 transiciones ofensivas. Concretamente los partidos que hemos analizados han sido los siguientes:
Alemania – España (Final)
Rusia – España (Semifinal)
Alemania – Turquía (Semifinal)
España – Italia (Cuartos)
Croacia – Turquía (Cuartos)
Portugal – Alemania (Cuartos)
Instrumentos
Hemos elaborado un instrumento “ad hoc” constituido por la combinación de formatos de campo y sistemas de categorías, tal y como describen Anguera, Blanco, Losada y Hernández (2000) como instrumento básico de la metodología observacional.
Tabla 1. Relación de criterios y categorías empleados en la investigación
Macrocriterio 1: Categorías de inicio
1. ZI: zona inicio
Figura 1. División espacial del terreno de juego.
2. CEI: Configuración espacial de interacción de inicio
Tabla 2. Relación de las configuraciones espaciales de interacción de inicio consideradas
Macrocriterio 3: Categorías de fin de la secuencia ofensiva
1. CEIF: Configuración espacial de interacción de finalización
Tabla 3. Relación de las configuraciones espaciales de interacción de finalización consideradas
2. RJ: Resultado de la jugada
2.1. EX: Éxito
Gol, lanzamiento a portería o interrupción temporal de la acción ofensiva, continuando por medio de una falta a favor, saque de esquina o de banda.
2.2. NEX: No éxito
Pérdida de la posesión del balón por un error individual, grupal o colectivo, acción antirreglamentaria o el equipo adversario realiza con efectividad una acción defensiva, logrando recuperar la posesión del balón.
Procedimiento
Visionado de las imágenes grabadas seleccionando las transiciones ofensivas utilizando un programa informático.
Extracción de los datos por un grupo de cuatro observadores expertos en fútbol y volcado a un archivo Excel para su posterior análisis.
Vamos a describir cómo se ha llevado a cabo la formación de los observadores y la recogida de los datos.
Explicación del objetivo del estudio y los fundamentos teóricos, a partir de los cuales se ha diseñado el sistema taxonómico.
Después del análisis individual del sistema taxonómico, comenzamos a observar las imágenes conjuntamente.
Alcanzado un cierto consenso entre los observadores, cada uno de ellos registró un encuentro diferente y posteriormente se analizó de forma consensuada.
Resultados
Zona de inicio
Tabla 4. Frecuencias absolutas (FA) y frecuencias relativas (FR) correspondientes al criterio zona de inicio de la posesión (ZI)
El 45% de las transiciones ofensivas se inician en la zona medio defensiva en la cual se producen una mayor recuperación y pérdidas de las posesiones del balón. En esta zona la densidad y la intensidad defensiva son mayores que en las zonas más adelantadas. Los equipos tratan de evitar que los adversarios progresen más hacia su portería y lleguen con el balón controlado a la zona defensiva, ya que en esta zona las posibilidades de obtener gol son mayores al encontrarse más cerca de la portería.
Configuración espacial de interacción de inicio
Figura 2. Frecuencias relativas (FR) de las distintas configuraciones espaciales de interacción de inicio (CEI)
Los contextos de interacción que presentan una mayor frecuencia son RA y MM. Esto significa que los equipos recuperan la posesión del balón en un 35,3% de los casos con la línea de jugadores más retrasada y en la zona media defensiva. Además el equipo adversario tiene a todo el equipo por detrás del balón con la posibilidad de poder participar y realizar acciones técnico-tácticas defensivas. Esto se debe a que la línea retrasada participa defensivamente, sobretodo en la zona defensiva existiendo una mayor densidad de jugadores y la intensidad defensiva es mayor, obligando al equipo rival a ejecutar las acciones técnico-tácticas con mayor velocidad, incrementándose la imprecisión de las mismas. El otro contexto que muestra un alto porcentaje es el MM, este hecho puede explicarse por que la mayoría de los equipos comienzan a realizar una defensa intensiva, a partir de esta línea y por la acumulación de gran cantidad de jugadores.
Organización defensiva
Tabla 5. Frecuencias absolutas (FA) y frecuencias relativas (FR) obtenidas de la organización defensiva (ORD) del equipo rival
En la mayor parte de las ocasiones cuando un equipo pierde la posesión del balón, tiene una organización defensiva que le permite realizar una transición defensiva con cierto grado de éxito. Estos significa que los equipos mantienen un buen equilibrio defensivo y aunque se encuentren con la posesión del balón no descuidan la fase defensiva y la preparan con anterioridad, ya que en el proceso continuo del juego las fases ofensivas y defensivas se preparan antes de iniciarse con los jugadores que quedan por detrás del balón con una menor o inexistente participación ofensiva.
Tiempo de encuentro en el que se inician las transiciones ofensivas
Tabla 6. Frecuencias absolutas (FA) y frecuencias relativas (FR) obtenidas del agrupamiento del tiempo del encuentro (TP)
La mayor parte se inician en los primeros 15 minutos correspondientes a los dos periodos de juego y al final del tiempo reglamentario. Estos datos indican que a los equipos les cuesta entrar en la dinámica del partido y hay un pequeño intervalo de tiempo de adaptación, en el cual los jugadores tratan de concentrarse y meterse dentro de la dinámica del encuentro. El alto porcentaje de recuperaciones que dan lugar a las transiciones ofensivas llevadas a cabo en los últimos minutos del tiempo reglamentario, pueden deberse fundamentalmente al estado de fatiga del jugador.
Intención táctica del equipo
No existen diferencias significativas entre ambas intenciones.
Número de jugadores
Figura 3. Porcentaje de jugadores que participan en las transiciones ofensivas
En el 66% de las secuencias ofensivas no participan más de 4 jugadores, siendo 3 el número de jugadores que presenta una mayor frecuencia, con un 23% del total de las acciones ofensivas. Las secuencias ofensivas en las que participan 6 o más jugadores suponen el 22%.
Figura 4. Porcentaje del número de jugadores que participan en las transiciones ofensivas con éxito
Las transiciones ofensivas más numerosas y eficaces son aquellas en las que participan entre 2 ó 3 jugadores.
Número de pases
Figura 5. Porcentaje del número de pases realizados en las transiciones ofensivas
En la mayor parte de las secuencias ofensivas se realizan entre 1 y 3 pases (52,6%), siendo 2 el número de pases que se produce con mayor frecuencia (19,1%).
Tabla 7. Relación entre el número de pases (NP) y el resultado de la jugada (RJ)
Observamos que las acciones ofensivas en las que se realizan 2 pases presentan una mayor frecuencia de éxito (20,2%).
Configuración espacial de interacción de finalización
Figura 6. Configuraciones espaciales con las que se finalizan las transiciones ofensivas.
ARF y MMF son las configuraciones que presentan una mayor frecuencia. Esto significa que se finalizan las transiciones ofensivas, en la mayor parte de las veces, con su línea más adelantada o con su línea media, ante la línea más retrasada o la línea media del equipo adversario.
Resultado de la jugada
De las 743 transiciones ofensivas analizadas sólo 258 finalizan con algún tipo de éxito lo que supone el 35% del total.
A continuación mostraremos los datos resultantes de establecer relaciones entre algunos de los criterios. La primera relación que vamos a mostrar es la existente entre las configuraciones de interacción de inicio y la zona de inicio en las que se producen.
Tabla 8. Configuraciones espaciales de interacción de inicio (CEI) y zonas de inicio (ZI) en las que aparecen
Las configuraciones PA y RA se producen en el 94,7% de los casos, en la zona defensiva. Estos datos son normales ya que el portero y la línea retrasada van a situarse siempre cerca de la propia portería para tratar de defender la misma, y la línea adelantada del equipo adversario también va a participar lo más cerca de la portería adversaria para tratar de conseguir gol en ella.
En la zona medio defensiva, las configuraciones espaciales de mayor frecuencia corresponden a la RA y a la MM. Esta zona se encuentra un poco más separada de la portería a defender y por lo tanto la línea que se encuentra por delante de la retrasada, que es la media, comienza a tener un mayor protagonismo a la hora de participar defensivamente.
En la zona central, la configuración espacial con mayor frecuencia es la MM, esto es así debido a que la zona de mayor actuación de la línea media es la zona central del campo, tanto a nivel ofensivo como defensivo. En la zona ofensiva la configuración con mayor frecuencia es la AR.
Tabla 9. Zonas de inicio de la secuencia ofensiva del equipo observado y organización defensiva del equipo adversario
En el 81,3% de las acciones, el equipo adversario se encuentra organizado defensivamente. Como más significativo podríamos comentar que cuando el equipo observado recupera la posesión del balón en la zona ofensiva, iniciando en esta zona la transición ofensiva, el equipo adversario se encuentra desorganizado defensivamente en la mayor parte de las ocasiones (60%), aunque el número de acciones con esta situación es muy reducida (5).
Tabla 10. Intención táctica de los equipos en función de las zonas de inicio
A medida que se recupera el balón en zonas más cercanas a la portería adversaria, la intención táctica del equipo se decanta más por realizar una progresión que por la conservación de la posesión del balón. Cuando se inicia la transición ofensiva en la zona defensiva (DF), en un 57,4% de las ocasiones el equipo opta por conservar la posesión del balón. Sin embargo si la recuperación es en la zona medio defensiva (MD), el equipo, en el 52,4% de las ocasiones muestra un comportamiento táctico marcado por la progresión rápida hacia la portería rival, y en el caso de que la recuperación se efectúe en la zona ofensiva (OF), podemos apreciar que el equipo siempre trata de realizar una progresión, buscando la finalización.
Figura 7. Porcentaje de número de jugadores que participan y pases que se realizan en función de la zona de inicio de la transición ofensiva
Cuanto más alejado de la portería se inicie la transición ofensiva, más jugadores tendrán que participar y más pases habrá que realizar para aproximarse a la portería rival. Si tomamos estos dos elementos para explicar la velocidad del juego, a menor número de pases y jugadores, mayor velocidad, podemos decir que si recuperamos el balón cerca de la portería adversaria, la transición ofensiva será más rápida que las transiciones iniciadas en el resto de las zonas del terreno de juego. Este es un aspecto fundamental en el juego ofensivo, ya que cerca de la portería adversaria será necesario realizar acciones a gran velocidad para tratar de desorganizar y desestabilizar la organización defensiva del equipo rival, de lo contrario, la fase ofensiva tendrá pocas posibilidades de ser fructífera.
Tabla 11. Frecuencias absolutas (FA) y frecuencias relativas (FR) de cada una de las categorías de éxito en función de la zona de inicio de la secuencia ofensiva
Cuanto más lejos de la portería rival se inicie la transición ofensiva, menos posibilidades de éxito tendremos.
Tabla 12. Duración media (D) de las secuencias en función del resultado final (EX, NEX) de las mismas
La duración media de las transiciones ofensivas es de aproximadamente 16 segundos y no hay variaciones en la duración de las mismas en función del resultado final.
Tabla 13. Frecuencias absolutas (FA) y frecuencias relativas (FR) en cada configuración espacial de finalización, en cada una de las zonas de inicio
Las configuraciones espaciales de interacción de finalización (CEIF), que presentan un mayor porcentaje, en función de la zona de recuperación del balón, o lo que es lo mismo, la zona desde la que se inicia la transición ofensiva son, la MMF y la ARF. Esto quiere decir que, independientemente de cuál sea la zona de recuperación del balón, en la mayor parte de las transiciones ofensivas, éstas finalizan en la línea media del equipo ante la línea media del equipo adversario (MMF), o la línea adelantada del equipo finaliza la transición ofensiva ante la zona retrasada del equipo adversario, (ARF).
Figura 8. Porcentajes de la intención táctica del equipo y resultado de la transición ofensiva
De las 258 transiciones ofensivas que finalizan con algún tipo de éxito positivo, en el 55% la intención táctica del equipo fue la de realizar una progresión inmediata hacia la portería rival. De las 485 transiciones ofensivas que finalizan sin éxito, en el 53% de los casos, la intención táctica del equipo fue la de realizar una conservación del balón. De ahí la importancia de tratar de realizar una progresión inmediata hacia la portería rival, para intentar sorprender al equipo adversario, y así tener mayores posibilidades de finalizar con éxito.
Conclusiones
Este análisis nos permite explicar científicamente cómo llevan a cabo las transiciones ofensivas los equipos de más alto nivel de juego. El conocimiento exhaustivo de este tipo de situaciones nos va a permitir a los entrenadores diseñar tareas que nos permitan mejorar el rendimiento de nuestros equipos en estos contextos. A continuación vamos a comentar los datos que, en nuestra opinión, son más sobresalientes y pueden ser más interesantes.
Un dato importante es conocer la zona en la que se inician las transiciones ofensivas, hemos comprobado que es la medio defensiva, por lo que es desde esta zona desde donde tenemos que preparar las tareas para reproducir este tipo de jugadas. También es importante el dato que nos indica que en la mayor parte de las ocasiones las transiciones ofensivas son iniciadas por medio de la línea defensiva, teniendo que superar a todas las líneas del equipo adversario. Los periodos de tiempo en los que se producen un mayor porcentaje de cambios de posesión, que dan lugar a las transiciones ofensivas, son los primeros quince minutos de los dos periodos de juego y al final del encuentro. Si queremos que las transiciones ofensivas tengan un alto porcentaje de éxito, debemos construirlas con la participación de tres o menos jugadores, que deben realizar una progresión rápida hacia la portería rival, utilizando para ello no más de tres pases. Otro dato que comprobamos es que las transiciones ofensivas son finalizadas, en gran medida, por medio de la línea media o adelantada del equipo, teniendo ante sí a la línea retrasada y media del equipo adversario. También es importante tener en consideración que las transiciones ofensivas se reproducen mayoritariamente ante un equipo organizado defensivamente y para obtener una situación diferente tenemos que provocar que el equipo recupere la posesión del balón e inicie la transición ofensivas en la zona más cercana a la portería rival, lo que hará aumentar las probabilidades de finalizar con éxito este tipo de situaciones.
El instrumento que hemos diseñado nos permite conocer la realidad del juego, aspecto vital para el diseño del entrenamiento y la mejora del rendimiento de los equipos. Ahora queda la labor de los técnicos de exprimir, analizar y recoger la información más relevante y diseñar las tareas adecuadas para reproducir dicha realidad en el entrenamiento y preparar la competición.
Referencias
Anguera, M.T., Blanco, A., Losada, J.L., y Hernández Mendo, A. (2000). La metodología observacional en el deporte: conceptos básicos. Lecturas: EF y Deportes. Revista Digital. Buenos Aires, 24. http://efdeportes.com/efd24b/obs.htm
Ardá, A., y Casal C. (2003). Metodología de la enseñanza del fútbol. Barcelona: Paidotribo.
Bate, R. (1988). Football chance: tactic and strategy. In T. Reilly; A. lees; K. Davis; y W.J. Murphy (eds.). Science and Football I. London: E and F.N. Spon. 293-301.
Casal, C. (2010). Análisis observacional de la fase ofensiva del fútbol de alto nivel. Tesis Doctoral no publicada. Universidad de A Coruña. A Coruña.
Garganta, J. (1997). Modelação táctica do jogo de Futebol. Estudo da organização da fase ofensiva em equipas de alto rendimento. Dissertação de doutoramento: Universidade do Porto.
Hughes, M. (1990). The Winning Formula. In The football association books of soccer tactics and skills. Willian Collins Sons y co Ltd, London.
Jones, P., James, N., y Mellalieu, S. (2004). Possession as a performance indicator in soccer. International Journal of Performance Analysis in Sport, 4 (1), 98-102.
Mombaerts, É. (2000). Fútbol. Del análisis del juego a la formación del jugador. Barcelona: INDE.
Teodorescu, L. (1984). Problemas de teoria e metodologia nos desportos coletivos. Lisboa: Livros Horizonte.
Verlinden, M., Eeckhout, A., Van Camp, J., Somers, P., De Decker, S., y Goossens, R. (2005). The effect of configuration and content of pre-shooting ball-possessions sequences upon scoring. In T. Reilly, J. Cabri y D. Araújo (Eds.), Science and Football V (pp. 615-621). London and New York: Routledge.
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