Plan de intervención de actividades físicas para trabajadores hipertensos de la empresa azucarera ‘Ciudad Caracas’ del municipio Lajas |
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Profesora de Cultura Física Combinado Deportivo Reinaldo Delgado (Cuba) |
Lic. Aylin Nodarse Estrada |
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Resumen Teniendo en cuenta la prevalencia elevada Hipertensión Arterial en el país, donde algo más de dos millones de cubanos adultos actualmente padecen esta enfermedad, específicamente en el municipio de Lajas que posee una tasa de 22,86 afectados, por cada 1000 habitantes; se hace necesario la aplicación de un plan de rehabilitación a pacientes hipertensos, que por encontrarse laborando no pueden acudir a las áreas terapéuticas. El presente trabajo investigativo tiene como finalidad un tratamiento rehabilitador aplicado a un grupo de pacientes que laboran en la empresa azucarera “Ciudad Caracas” del municipio de Lajas desde el punto de vista físico-educativo. Con el fin de llegar al diagnóstico de la enfermedad en estos pacientes, el autor se auxilió de médicos y enfermeras, así como los datos clínicos que aparecen registrados en el consultorio médico. Para el desarrollo de esta investigación se realizó un estudio a una muestra de 21 trabajadores con hipertensión arterial en el período comprendido entre noviembre del 2007 y mayo del 2008, esta muestra coincide con el universo de trabajadores enfermos por esta afección. Las sesiones de rehabilitación eran realizadas en horas de la mañana y tenían una frecuencia de tres veces por semana con una duración de 45 minutos, durante un período de seis meses. Todo lo anterior trajo consigo un control de la Hipertensión Arterial, redujo las posibles complicaciones, comprobándose como a través de la práctica del ejercicio físico, disminuyen los factores de riesgo controlables, elevando así la calidad de vida en nuestra muestra. Palabras clave: Actividades físicas. Intervención. Hipertensos.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 159, Agosto de 2011. http://www.efdeportes.com |
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Introducción
Según datos obtenidos por la Organización Mundial de la Salud las enfermedades cardiovasculares y dentro de ellas la Hipertensión Arterial (HTA) deben ser consideradas como un problema de salud prioritario en la América, con enormes repercusiones sociales y económicas. Esto es aún más evidente si se considera el hecho de que un número apreciable de pacientes, cuando buscan atención médica por Hipertensión Arterial (HTA) o son detectados por el equipo de salud en centros de atención, ya presentan complicaciones y daños de los órganos blancos o diana, lo que se explica en parte por ausencia de sintomatología en sus fases iniciales.
Con relación al individuo afectado, el sistema nacional de salud tiene la responsabilidad de detectarlo durante toda la vida, de esta forma el riesgo de complicación y muerte presentado disminuye considerablemente
Las medidas dirigidas a toda la población con el objetivo de disminuir las cifras medias de Presión Arterial (PA) (prevención primaria) pueden tener efectos fabulosamente buenos en la morbilidad de enfermedades asociadas a la Hipertensión Arterial (HTA), por ejemplo: una disminución de un 4% de la cifra de Presión Arterial (PA) podía estar acompañada por una disminución del 9% de la mortalidad por cardiopatía isquemia y el 20% por accidente vascular encefálico.
La elevación de las cifras de Presión Arterial (PA) por encima de los valores normales es uno de los problemas de salud más frecuentemente observados en la población cubana, cada año un número considerable de nuevos individuos se unen al grupo de hipertensos que existen en la población. La prevalecía estimada en el país está alrededor de los 2 millones de hipertensos y la incidencia de la Hipertensión Arterial (HTA) representa por sí misma una enfermedad, como también un factor de riesgo importante para otras enfermedades, fundamentalmente para la cardiopatía isquemia, insuficiencia cardiaca, enfermedad cerebro-vascular e insuficiencia renal y contribuye significativamente a la retinopatía.
En el municipio de Lajas, aunque está enfrascado en este programa, hay que señalar que presenta la deficiencia anteriormente señalada, dando como resultado que al cierre del año 2007, la población dispensarizada era de 1420 hipertensos lo que representa una taza de prevalecía de 22,86 por cada mil habitantes. El Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, recientemente ha creado un Programa de Actividades Físicas para el Tratamiento de la HTA con el principal objetivo de mejorar la calidad de vida de los hipertensos a través de la práctica de ejercicios físicos aeróbicos, el cual deberá desarrollarse preferentemente antes o después de la jornada laboral en las áreas creada en las comunidades o Escuelas Comunitarias, para darle atención a esos trabajadores hipertensos que no pueden asistir a las Áreas Terapéuticas
Problema científico
¿Cómo influye un plan de intervención de actividades físico en la rehabilitación efectiva de la Tensión Arterial (TA) en pacientes de la Empresa Azucarera “Ciudad Caracas” del municipio de Lajas?
Objetivo
Valorar la influencia que ejerce un Plan de Intervención de Actividades Físico en el control de la Tensión Arterial en los trabajadores afectados de la Empresa Azucarera “Ciudad Caracas” del municipio de Lajas.
Definición de Presión Arterial
La Presión Arterial (PA) es una fuerza creada por el corazón, mantenida por la elasticidad arterial y regulada por las resistencias periféricas.
En toda presión sanguínea hay que determinar la máxima que corresponde a la sístole ventricular (Presión máxima o sistólica) y la mínima que no es más que la presión que queda después de haberse desvanecido la anterior (Presión diastólica) manteniendo ellas dos una correspondencia dentro de ciertos límites homogéneos (aunque variables).
Tensión Arterial es la presión ejercida por la sangre sobre las paredes de las arterias. La tensión arterial es un índice de diagnóstico importante, en especial de la función circulatoria. Debido a que el corazón puede impulsar hacia las grandes arterias un volumen de sangre mayor que el que las pequeñas arteriolas y capilares pueden absorber, la presión retrógrada resultante se ejerce contra las arterias. Cualquier trastorno que dilate o contraiga los vasos sanguíneos, o afecte su elasticidad, o cualquier enfermedad cardiaca que interfiera con la función de bombeo del corazón, afecta la presión sanguínea.
En las personas sanas la tensión arterial normal se suele mantener dentro de un margen determinado. El complejo mecanismo nervioso que equilibra y coordina la actividad del corazón y de las fibras musculares de las arterias, controlado por los centros nerviosos cerebroespinal y simpático, permite una amplia variación local de la tasa de flujo sanguíneo sin alterar la tensión arterial sistémica. O sea, cuando la sangre que circula por los vasos sanguíneos, necesita sobretodo en las arterias, una determinada presión para poder alcanzar todos los órganos y suministrarles nutrientes y oxígeno.
Esta presión arterial, depende por un lado de la fuerza con la que la sangre es impulsada desde el corazón en cada latido, y por otro de la resistencia que los conductos arteriales ofrecen a su paso.
Factores controlables
Obesidad.
Consumo excesivo sal.
Alcohol.
Falta de ejercicio.
Estrés.
Tabaquismo.
Cafeína.
Factores no controlables
Etnia.
Herencia.
Edad.
Factores controlables
Obesidad
Hay una relación directa precisa entre el peso corporal y la presión arterial en reposo. Estudios epidemiológicos han demostrados que las personas con sobrepeso tienen mayor riesgo de hipertensión y problemas cardiovasculares. La pérdida de peso se correlaciona estrechamente con una disminución de la presión arterial y es quizás la más eficaz de todas las medidas no farmacológicas para el tratamiento de la hipertensión. Estar dentro de un peso normal no es sólo una cuestión de estética sino de salud del cuerpo físico y de la mente. Las personas obesas están mucho más enfermas que las delgadas con problemas cardiacos, hipertensos, anginas, infartos, insuficiencia respiratoria, varices, inflamaciones articulares y óseas, fatiga respiratoria, con colesterol, ácido úrico y glucosa elevados, todo ello debido a que los órganos internos deben de trabajar a un ritmo más rápido y de ahí viene ese agotamiento y fallo del organismo. Por lo general la obesidad esta ligada a la pereza, el desánimo, falta de ejercicio físico, comodidades, y abandono de uno mismo.
¿Cómo saber si estamos dentro del peso normal?
Para saberlo es fácil hallando el Índice de Masa Corporal (IMC), en el que se divide el peso en kilogramos por la talla al cuadrado, por ejemplo en una persona que pesa 67 kg y mide 1.65 cm., se divide los 67 kg por el resultado de multiplicar 1.65 por 1.65.
En el peso normal e Índice de Masa Corporal (IMC) va de 20 a 25 en las mujeres y de 20 a 27 en los hombres. En el ejemplo estaría dentro de un peso normal. Por debajo de 20 hay delgadez excesiva y por encima de 25 ó 27 hay sobrepeso. Se considera que existe obesidad si el IMC está por encima de Factores no controlables.
Consumo excesivo de sal
Hoy en día, los alimentos llevan una cantidad de sal suficiente, por lo que su añadido durante el cocinado y en la mesa supone una sobrecarga para el organismo. A la larga, este exceso de sal acaba predisponiendo a la Hipertensión Arterial (HTA). Por ello se debe ser muy restrictivos al añadir sal a las comidas y saber que se puede emplear otros métodos de condimentación de los alimentos.
Alcoholismo
El consumo de alcohol eleva la presión arterial, aguda y crónicamente, y estudios transversales demostraron una relación entre la presión arterial elevada y el consumo excesivo de alcohol. Se estima que la ingestión regular de 30ml de alcohol al día (dos copas) aumenta la presión arterial sistólica de 2 a 6 mmHg.
Falta de ejercicio físico
Estudios realizados demuestran una prevalecía más baja de hipertensión en personas físicamente activas. El ejercicio isotónico regular, como el trote, ciclismo o natación, reduce ligeramente la presión arterial en personas con hipertensión moderada a leve; también el riesgo cardiovascular, independientemente de la pérdida de peso, en tanto que promueve una sensación de bienestar. Las recomendaciones actuales para reducir la presión arterial y el riesgo cardiovascular global incluyen el ejercicio aeróbico conservando 70 a 80% de la frecuencia cardiaca máxima se calcula restando la edad a 220) durante 20 a 30 minutos tres veces a la semana. Los pacientes deben de ejercitarse de manera gradual hasta lograr esta meta.
Estrés
La relajación y el tratamiento del estrés disminuyen moderadamente la presión arterial, incluso en pacientes altamente motivados. Por tanto, aunque estas técnicas pueden tener efectos secundarios beneficiosos, como disminución de la ansiedad y de la sensación de mayor bienestar, sus aplicaciones clínicas en el tratamiento de la hipertensión son limitadas.
Supresión del tabaquismo
La nicotina aumenta la presión arterial de manera aguda, pero la frecuencia de hipertensión sostenida no es mayor en quienes fuman y no se ha comprobado que suprimir el tabaco beneficie el control de la presión arterial. En consecuencia hay que aconsejar que a los pacientes que eviten los cigarrillos antes de controlar su presión arterial. Debido a la frecuencia alta de afecciones malignas y enfermedades cardiovasculares aceleradas concurrentes, es necesario insistirles firmemente que supriman el tabaco.
Cafeína
En dosis bajas o moderadas puede producir elevaciones transitorias de la presión. Se ha comprobado que si se esta cansado o con sensación de «tensión baja», la cafeína es un estímulo notable. Sin embargo, a la larga y como norma general, no produce Hipertensión Arterial (HTA) mantenida.
Factores no controlables
Etnia
La hipertensión arterial tiende a ser más frecuente, de inicio más temprano, y más grave en personas de piel más oscura que en los de piel más clara. En ellas también es más frecuente el daño de órganos, secundario a hipertensión. Sin embargo, en ambos la Hipertensión puede tratarse exitosamente.
Herencia
Hoy en día se sabe que existen factores de carácter genético que predisponen a padecer hipertensión, y aunque la hipertensión no sea heredable en sentido estricto, en aquellos individuos con antecedentes familiares de hipertensión, ó con otros factores cardiovasculares de riesgo, se debe realizar una investigación más intensa y frecuente de las cifras de tensión arterial y de los demás factores de riesgo, a modo de estado de alerta clínica permanente.
Edad
La edad es otro factor por desgracia no modificable, que va a influir sobre las cifras de presión arterial, de manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima o diastólica o mínima aumenta con la edad y lógicamente se encuentra un mayor número de hipertensos en los grupos de más edad.
Es habitual que durante muchos años (10,15 ó incluso 20 años) la hipertensión no produzca en el hipertenso ningún síntoma de alarma, aunque el daño interno sobre los órganos diana se efectúe desde el principio.
Sobre la base de su alta prevalecía (la hipertensión arterial afecta a más del 20% de la población adulta de más de 40 años, y casi a la mitad de los mayores de 65 años) es una práctica muy aconsejable tomarse la presión arterial a partir de estas edades con regularidad por lo menos cada año ó mejor cada 6 meses.
La característica más importante de la Hipertensión Arterial (HTA) es, precisamente, que no produce síntomas, de ahí que se la conozca como el asesino silencioso. Es decir, en condiciones normales los pacientes hipertensos no notan nada especial. Pero esta circunstancia, que podría considerarse favorable para el paciente ya que no se encuentra mal, tiene su aspecto negativo: al no presentar síntomas la persona no se siente enferma y, por tanto, no acude al médico con lo que desconoce su verdadera situación.
En la mayoría de los casos, los síntomas que el hipertenso percibe no se deben a la propia Hipertensión Arterial (HTA) sino que son consecuencia de sus complicaciones. Es decir, si el paciente siente fatiga al andar o pasear deprisa, se debe a que la hipertensión probablemente ha afectado a su corazón (que se ha vuelto insuficiente y, por lo tanto, en determinadas circunstancias de esfuerzo no puede responder adecuadamente). O si el paciente nota dolor en el pecho al realizar un esfuerzo que cede al guardar reposo, entonces probablemente el problema sea que la Hipertensión Arterial (HTA) a lo largo de los años ha afectado a sus arterias coronarias. La Hipertensión Arterial (HTA) en ausencia de complicaciones no produce ningún síntoma, pero hay algunas creencias extendidas de que determinadas sensaciones pueden deberse a la Hipertensión Arterial (HTA) y conviene aclarar y repasar algunas de las más comunes
Clasificación
La Hipertensión Arterial (HTA) se puede clasificar de tres maneras distintas:
Por el nivel de la lectura de la Tensión Arterial (PA).
Por la importancia de las lesiones orgánicas.
Por la etiología.
Por el nivel de la lectura de la presión arterial
Clasificación de la Presión Arterial para Adultos de 18 años o más (JNC – V/1993 y VI-1997)
Adecuación acorde a las características de nuestra población, para Cuba.
Basadas en el promedio de dos o más lecturas tomadas en cada una o más visitas tras el escrutinio inicial. Cuando la cifra de presión arterial sistólica o diastólica cae en diferentes categorías la más elevada de las presiones es la que se toma para asignar la categoría de clasificación.
Por la importancia de las lesiones orgánicas se dividen en:
Fases I, II y III.
Fase I. No se aprecian signos objetivos de alteración orgánica.
Fase II. Aparece por lo menos uno de los siguientes signos de afección orgánica:
La hipertrofia ventricular izquierda (HVI) es detectada por rayos X, electrocardiograma (EKG) y ecocardiografía.
Estrechez focal y generalizada de las arterias retinianas.
Proteinuria y ligero aumento de la concentración de creatinina en el plasma o uno de ellos.
Fase III. Aparecen síntomas y signos de lesión de algunos órganos a causa de la Hipertensión Arterial (HTA) en particular:
Corazón: Insuficiencia ventricular izquierda (IVI).
Encéfalo: Hemorragia cerebral, cerebelar o del tallo encefálico: Encefalopatía hipertensiva.
Fondo de ojo: Hemorragia y exudados retinianos con o sin edema papilar. Estos son signos patognomónicos de la fase maligna (acelerada).
Hay otros cuadros frecuentes en la fase III pero no tan claramente derivados de manera directa de la Hipertensión Arterial (HTA), estos son:
Corazón: Angina péctoris; infarto agudo del miocardio (IMA).
Encéfalo: Trombosis arterial intracraneana.
Vasos sanguíneos: Aneurisma disecante, arteriopatía oclusiva.
Riñón: Insuficiencia renal.
Clasificación Según la Etiología
Primaria.
Secundaria.
Hipertensión Arterial Primaria
La Hipertensión Arterial (HTA) primaria, idiopática o esencial, se dice que aproximadamente del 90 al 95% de todas las personas que presentan Hipertensión pertenece a la primaria. Este término significa simplemente que no se conoce causa orgánica evidente.
Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) está considerando que se han acumulado suficientes conocimientos sobre las causas de la Hipertensión Arterial (HTA), lo cual justificaría abandonar el término de esencial y utilizar mejor el de primaria.
La etiopatogenia no se conoce aún pero los distintos estudios indican que los factores genéticos y ambientales juegan un papel importante en el desarrollo de la Hipertensión Arterial (HTA) primaria.
Hipertensión Arterial Secundaria
Es la hipertensión de causa conocida, aproximadamente se encuentra entre el 5 y el 10%. Es importante diagnosticarla porque en algunos casos pueden curarse con cirugía o con tratamiento médico específico.
Estos pueden ser por carga de volumen con aumento del líquido extracelular
Por vasoconstricción que da un aumento de la RPT.
Por combinación de sobrecarga de volumen y vasoconstricción.
Las causas más frecuentes de Hipertensión Arterial (HTA) secundaria son:
Enfermedades endocrinas (de las glándulas): Síndrome de Cushing, Tumores de las glándulas suprarrenales.
Enfermedades del riñón: Estenosis (estrechez) de la Arteria Renal, glomerulonefritis, o fallo renal.
El embarazo y el uso de anticonceptivos orales también pueden producir Hipertensión Arterial (HTA) en algunas mujeres.
Desdichadamente, la presión arterial alta es una enfermedad que dura toda la vida. No se puede "curar", pero no se desanime. Esta si se puede controlar. Una vez que se ha empezado un programa de ejercicios físicos, es más fácil controlar la presión alta. Esto reducirá el riesgo de enfermedades como los ataques al cerebro y al corazón, la insuficiencia cardiaca y las enfermedades renales.
Está comprobado que la práctica habitual de ejercicios físicos:
Reduce el riesgo de muerte por enfermedades cardíacas (las enfermedades cardíacas causan una tercera parte de las muertes en el mundo).
Reduce el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, la diabetes tipo II (que es el tipo de diabetes que afecta a un 90% de las personas afectadas por esa enfermedad en el mundo) y el cáncer de colon. Hay también indicios de que la actividad física podría representar una protección contra el cáncer de pecho.
Ayuda a combatir los problemas de peso y a prevenir o reducir la hipertensión
Ayuda a reducir la osteoporosis.
Reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
Incrementa la capacidad funcional y las posibilidades de vida independiente de las personas de mayor edad, y fomenta su interacción e integración social.
El mal estado de salud se debe a menudo a la ausencia de un ambiente saludable y a la carencia de sistemas de apoyo que fomenten pautas de comportamiento saludables en la vida cotidiana.
El incremento del consumo del tabaco, las bebidas alcohólicas y los narcóticos, así como la práctica de actividades peligrosas y destructivas, suelen ser el resultado de una falta de información y conciencia sobre los peligros que estas actividades traen aparejadas
La UNICEF colabora con las comunidades de manera integral a fin de generar conciencia acerca de las cuestiones relacionadas con la salud y el desarrollo.
Como herramienta fundamental para conseguir toda una serie de objetivos en la aplicación del ejercicio físico se dispone del movimiento, ya que configura en la manifestación esencial de la actuación del hombre en el medio que le rodea, existente desde los primeros comienzos de su existencia. El movimiento se presenta, no obstante, como el primer eslabón en la cadena del proceso de formación en el ejercicio físico. Pero, es importante tener en cuenta, que la consideración y estudio del movimiento puede ser efectuada desde perspectivas muy variadas, según sean los objetivos a determinar.
En este sentido, siempre existe una vertiente anatómica o estructural, que determina los elementos más importantes que intervienen definitivamente en la producción de movimiento en el hombre, tal como son los huesos, articulaciones, músculos, nervios y vasos sanguíneos; una vertiente fisiológica que centrará sus investigaciones en determinar las funciones principales de los diferentes órganos en la producción de cualquier movimiento, una vertiente psicológica, que intentará determinar las causas internas que hacen al hombre intervenir sobre el medio que le rodea, y una vertiente sociológica que explicará y dará justificación a que las actividades del hombre tienen lugar en función de las influencias del grupo social en el cual se encuentra inmerso.
Toda la actividad física del hombre está basada en movimientos más o menos visibles a simple vista. Cuando una persona o animal cae enferma disminuye sensiblemente su movimiento. En la vejez, las personas y animales reducen considerablemente su actividad, es decir, se mueven progresivamente menos hasta que sobreviene la muerte, o ausencia de movimiento Pero, en Educación Física, los ejercicios deseados han de reunir una serie de características que conlleven de forma directa una actuación eficaz del sujeto en el medio en el cual se desarrolla, cumpliendo los objetivos principales que se encuadran en cada período del programa.
Es imprescindible el logro de un adecuado desarrollo cognitivo, afectivo y social que, sin duda, reforzará de modo considerable una educación y formación integral de los alumnos. Si de algún modo se quiere conseguir resultados positivos, hay que hacer un uso racional y dirigido del movimiento para la construcción de una serie de secuencias de movimientos que cumplan tales resultados. De este modo, cuando se encuentra presente la intencionalidad en el desarrollo del movimiento se puede hablar de la constitución de ejercicios físicos para un determinado fin. Hablar de ejercicio físico desde la perspectiva de la Educación
Física es tener en cuenta aspectos racionales y organizativos esenciales del movimiento para la consecución de objetivos.
Análisis de los ejercicios físicos
Cuando se establece la denominación de ejercicio físico, es fundamental que se tenga en mente la participación integrada de aspectos cognitivos inherentes a cualquier manifestación motriz. Sobre todo, este hecho es importante cuando se refiere a cualquier manifestación de intervención dentro del contexto de un programa de ejercicios físicos. En cualquier estudio de un ejercicio físico como herramienta final e instrumental de la obtención de objetivos educativos, se han de tener en cuenta todas las variables que influyen en aspectos físicos, cognitivos, afectivos y sociales de la práctica, ya que todos ellos configuran un entramado sólido en el proceso de formación del alumno.
Conclusiones
Después de analizados los diferentes métodos de la investigación el autor arribó a las siguientes conclusiones:
Con la aplicación de un programa de ejercicios físicos para el tratamiento rehabilitados de la Hipertensión Arterial se logró el control de las tensiones arteriales en los pacientes de la Empresa Azucarera “Ciudad Caracas” de Lajas mostrando la efectividad del mismo.
Se logró una reducción de los factores de riesgo, sedentarismo y obesidad en los participantes en el programa.
Con la reducción de las Tensiones Arteriales mediante la práctica de ejercicios físicos se logró una mejor calidad de vida de los trabajadores Hipertensos beneficiados con el tratamiento.
A raíz del proceso investigativo se puede valorar el Plan de Intervención como positivo para la reducción de la Hipertensión arterial (HTA) en paciente Hipertensos de la Empresa Azucarera “Ciudad Caracas”.
Bibliografía
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