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1.     Concepto

  La sesión de entrenamiento es la unidad funcional de la programación. En ella se desarrollan todos los procesos definidos en la propia programación de la temporada. El conjunto de sesiones organizadas bajo un mismo eje forman la unidad didáctica y el conjunto de éstas, forman la programación. En este sentido podemos considerar la sesión cómo la célula básica del cuerpo de la programación.

    La sesión forma parte tanto de la fase de planificación, ya que allí es donde se gesta la previsión y distribución de los objetivos, de los contenidos y un planteamiento de las actividades de enseñanza-aprendizaje, como de la fase de ejecución, fase dónde tienen lugar los acontecimientos previstos para la obtención de los objetivos mediante las actividades de enseñanza-aprendizaje y su posterior verificación mediante las actividades de evaluación.

    El papel protagonista de la sesión recaerá, tanto en el entrenador/a como en el jugador/a, según sea la metodología empleada tendrá más peso uno u otro, pero en cualquier caso siempre es el entrenador/a quién debe tener la situación o situaciones previstas de antemano.

2.     Elementos que configuran la sesión

    Los elementos que el entrenador/a debe tener en cuenta para preparar una sesión y que ya han sido mencionados en otros artículos, son los siguientes:

• Objetivos: lo que queremos conseguir de nuestros jugadores/as.

• Contenidos: grupos de tareas, actividades, ejercicios y/o sistemas que se trabajan para conseguir los objetivos propuestos.

• Medios: materiales e instalaciones disponibles para la práctica.

• Duración: tiempo disponible, transiciones, distribución del mismo entre la práctica programada y la práctica real.

• Organización: debemos crear la máxima eficiencia en la distribución del grupo y las tareas a realizar, grupales, parejas, pequeños grupos, etc.

• Perfil del equipo: conocimiento grupal e individual del equipo, posibilidades motrices, experiencias anteriores, motivación, etc.

• Conocimiento y características: nivel físico, técnico, táctico, estratégico, categoría del equipo, etc.

    Además de estos factores que tienen que conocerse, surgen otros que constituyen la singularidad de cada sesión y que se deben prever.

    Aspectos como el estilo de enseñanza que se adoptará en cada actividad (demostraciones, explicaciones, medios técnicos…), la organización y distribución de los jugadores/as durante las actividades, la motivación que seamos capaces de transmitir a nuestros jugadores/asen el momento de transmitir nuestras enseñanzas, harán que cada acción educativa sea un elemento único, donde entrenador/a y jugador/a intercambien experiencias, información y conocimientos. La mayoría de estos factores se deberán definir con antelación a la preparación de la sesión, no podemos dejar al azar factores que puedan interferir en nuestros objetivos.

3.     Estructura de la sesión

    Siempre que hablamos de la sesión nos viene a la cabeza la estructura clásica y su división concreta en tres partes: calentamiento, parte principal y vuelta a la calma. Aunque tal vez valga la pena hacer un breve repaso de algunos modelos diferentes.

• Modelo estructural: se divide la sesión en función de las partes del cuerpo y los ejercicios dirigidos.

• Modelo orgánico funcional: se divide la sesión según la intensidad de los ejercicios.

• Modelo por contenido: las partes de la sesión coinciden con los diferentes contenidos que se presentan.

• Modelo pedagógico: se estructura la sesión en tres partes, dando un peso específico a la parte principal para conseguir los objetivos educativos propuestos, esta parte está precedida por una introducción o adaptación y finalizada con actividades que tienen por objetivo volver al estado inicial de la sesión.

3.1.     Parte inicial

    Es la primera parte de la sesión. Recordemos que debemos diferenciar dos partes muy importantes:

a.     Fase de información: el técnico informa a los jugadores/as de forma resumida y sencilla de los objetivos que se pretenden conseguir, tareas, ejercicios, estructura de la sesión, duración, preguntas, dudas, sugerencias, etc.

    Esta fase suele olvidarse muchas veces por los técnicos, dejando de lado la participación del jugador/a y el desarrollo de las capacidades cognitivas al mismo tiempo que la capacidad de atención disminuye desde un principio.

b.     Fase activa: adaptación fisiológica a la carga del entrenamiento de la parte principal de la sesión, conocida como “calentamiento” donde progresivamente se pasa de ejercicios generales y globales a específicos y analíticos según la edad, el nivel, el momento, circunstancias especiales, etc.

3.2.     Parte principal

    Es la parte más importante de la sesión ya que las actividades planteadas nos ayudarán en la consecución de los objetivos y podremos transmitir los contenidos establecidos a nuestros jugadores/as.

    Como su nombre indica, es la parte más larga (en tiempo) de las tres, es la más intensa, es donde utilizamos y desplegamos todas las herramientas de que disponemos y conocemos, es el momento de educar, de iniciar, de tecnificar, de rendir, no solamente los jugadores y jugadores, sino también los técnicos.

3.3.     Parte final o vuelta a la calma

    No por ser la última es la menos importante. Su objetivo radica en proponer actividades de intensidad decreciente con el propósito de que los jugadores/as vuelvan al estado inicial de la sesión de entrenamiento y empiecen su recuperación para la siguiente sesión. También se suele utilizar para tener un pequeño intercambio de pareceres entre jugadores/as-entrenador/a.

4.     Tareas del entrenador/a: antes, durante y después de la sesión.

Antes	Durante	Después
Desarrollar la programación con el resto de técnicos o de forma individual.	Recibir a los jugadores.	Verificar los objetivos cumplidos.
Desarrollar los contenidos siguiendo los objetivos que se quieren conseguir.	Informar del propósito de la sesión.	Verificar si se han trabajado los contenidos previstos.
Distribuir los contenidos a lo largo del tiempo, por niveles, categorías, equipos, programas a largo plazo.	Acomodar y preparar el medio de trabajo.	Analizar los resultados de las hojas de observación.
Agrupar los contenidos en unidades didácticas.	Presentar las tareas de forma sencilla, comprensible y rápida.	Diagnosticar los resultados para su ajuste.
Desarrollar las unidades didácticas.	Actuar activamente durante la realización de las actividades.	Reajustar la programación, si se da el caso.
Organizar los contenidos en las sesiones.	Motivar de forma constante durante las actividades.	Compartir las decisiones.
Establecer los recursos necesarios.	Crear un clima afectivo y de confianza entre jugadores/as y técnico.	Poner en práctica las decisiones.
Programar la sesión.	Proporcionar el conocimiento de los resultados “in situ” o para su diagnosis en una hoja de observación, ficha o plantilla de sesión.	Volver a empezar el proceso.

Bibliografía

• Blázquez, D., Camerino, O., Castañer, M., i otros (1993). “Fundamentos de educación física para la enseñanza primaria”. Vol II. Editorial INDE. Barcelona (España).

• Barrull, E. (1994). “Factors determinants del procés d’ensenyament-aprenentatge: l’entorn social”. Quaderns Didàctics de les Ciències Aplicades a l’Esport, 6. p. 25-28. Barcelona (España).

• Palau, X. (2007). “Fútbol sala: aspectos metodológicos de la sesión de entrenamiento”. Lecturas de Educación Física y Deportes, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 107, Abril. http://www.efdeportes.com/efd107/futbol-sala-aspectos-metodologicos-de-la-sesion-de-entrenamiento.htm

• Pieron, M. (1988). “Didáctica de las actividades físicas y deportivas”. Editorial Gymnos. Madrid (España).

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 16 · N° 158 | Buenos Aires, Julio de 2011   © 1997-2011 Derechos reservados