Tendencias de las actividades físico deportivas en el medio natural | |||
*Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. (INEFC-Lleida) Diplomado en Magisterio de Educación Física (Udl) **Licenciada en Pedagogía (UB) Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEFC-Lleida) Diplomada en Magisterio de Educación Infantil (Udl) |
Albert López Nadal* Helena Frutos Salvia** (España) |
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Resumen En la actualidad, recientemente han aparecido muchas actividades al medio natural que tienen su origen en actividades tradicionales que han ido evolucionando adaptándose a las condiciones nuevas de las propiedades de los materiales y equipamientos al medio natural. Muchas empresas, del sector del turismo han visto un punto de inflexión en estas actividades como elementos de atracción para los turistas. Este artículo presenta las principales tendencias y la influencia de las actividades en el medio natural en el contexto socioeconómico del siglo XXI. Palabras clave: Medio natural. Actividades físico deportivas. Tendencias.
Abstract At the present, many activities have recently emerged to the natural environments that have their origin in traditional activities that have evolved to adapt to new conditions of the properties of materials and equipment to the natural environment. Many companies in the tourism sector have been a turning point in these activities as elements of attraction for tourists. This article presents the main trends and the influence of activities in the natural environment in the socioeconomic context of the XXI century. Keywords: Environment. Sport and physical activities. Trends.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 16 - Nº 158 - Julio de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La práctica de actividades físicas en el medio natural ha evolucionado desde concepciones tradicionales y minoritarias, a formas innovadoras asequibles a una amplia masa social. Los motivos del aumento de practicantes de deportes en el medio natural los podemos encontrar en una serie de factores que tiene origen en la dimensión socioeconómica y cultural, como ocurre con la mayoría de fenómenos ligados a la sociedad.
En primer lugar se puede destacar el aumento del bienestar. El nivel de vida de la población de los países desarrollados económicamente, esta altamente relacionado con el sistema productivo, que prioriza cada día más el consumo de servicios y la comercialización del tiempo libre, este hecho permite e induce a la práctica de los deportes y en especial a los realizados en el medio natural.
Como se podrá ver en el siguiente apartado, los nuevos deportes en la naturaleza se ven envueltos de una serie de connotaciones que tienen mucho que ver con las reglas de la oferta y demanda del sector servicios. La mayoría de las modalidades deportivas hacen uso de vestimentas y materiales caracterizados por su relación con la tecnología, son enseres muy relacionados con el consumo y derivan en muchos casos en artículos de moda, deseados tanto por practicantes como por el público en general. Un caso observable con claridad lo tenemos en ciertos tipos de ropa al estilo “surf”, pantalones, sudaderas, zapatillas, que extralimitan su utilidad deportiva para llevarse a cualquier hora y en cualquier lugar.
Un segundo aspecto tiene que ver con el modelo territorial que escoge nuestra sociedad para la implantación de sus actividades económicas y del que hacer cotidiano. La concentración de la población en un medio urbano y el estilo de vida que ello conlleva, esta muy lejos de nuestros orígenes en los que los espacios abiertos por conquistar, distancias y medios de desplazamiento, ingenio para la subsistencia, eran una constante.
Por último y como se verá a continuación, hay ciertas influencias ligadas a nuevos paradigmas culturales, que hacen de estas prácticas un ámbito único y diferenciador. Entre ellos por ejemplo, el paradigma ecológico, que tiene una fuerte influencia en las nuevas formas de ocupación del tiempo libre, nos referiremos con posterioridad al turismo alternativo y en especial al rural, y dedicaremos una buena parte de los contenidos en apartados posteriores, que estudiaran las controvertidas denominaciones, más que concepciones, de estas nuevas formas de turismo sostenible, ecoturismo, turismo verde, etc.
1. Los deportes de aventura
En la actualidad se puede observar un fenómeno de cambio de hábitos en algunos sectores de la población, que se interesa por lo inédito, por lo atrevido, por lo tecnológico. Una forma de vida muy próxima al espíritu postmodernista y al concepto de retroprogresión, (Pigeassou y Miranda, 1995), compartir en un mismo sistema y de forma simultanea antagonismos: lo novedoso con lo antiguo, lo romántico y tranquilo con lo estresante, la información con lo incierto, lo tecnológico con lo rústico y lo arcaico. En el deporte se traduce por el interés de nuevas prácticas que satisfacen un mundo de sensaciones contradictorias, y muchos de ellos tienen como marco de práctica el medio natural. Un medio que se presenta a veces como un estadio, una dificultad a batir, en el que paradójicamente se dan una mezcla de situaciones; de desafío, donde los medios para superar la dificultad pueden impactar en el medio y otras en que la única manera de avanzar y lograr el objetivo, pasa por aliarnos con él, con evidente respeto e integración.
A nivel conceptual, existe una verdadera confusión terminológica ante la avalancha y proliferación de nuevos deportes, sobre todo en el momento de querer clasificarlos o caracterizarlos. Para muchos estas actividades son los deportes de aventura, para otros la denominación pasa por términos como: tecno-ecológicos, de riesgo, californianos, de deslizamiento, etc.
Consideramos conveniente, por tanto, desvelar las definiciones de los diversos autores que se han centrado en este objeto con la finalidad de evidenciar cuál es la esencia común a todas ellas.
Bernadet (1991, p. 407) agrupa estas prácticas confiriéndoles un objetivo común, “el desplazarse individual o colectivamente hacia un fin más o menos próximo, utilizando o luchando con los elementos constitutivos del entorno físico”. Este autor atribuye la especificidad de estas actividades a la relación particular ‘autoestablecida’ entre el individuo practicante y el medio natural que le circunda. Asimismo, señala que la denominación correcta debería ser “Actividades físicas de entorno”, planteamiento derivado de la consideración de que es el espacio el que determina el comportamiento lúdico del sujeto.
Dupuis (1990, p. 399) lleva a cabo un análisis simultáneo de tres modalidades supuestamente integradas en el conjunto de estas modalidades (esquí, vela y canoa, kayak). A partir de dicho análisis, delimita cuáles son sus características principales y comunes, a saber:
El éxito motriz del individuo practicante está referido en relación directa con su maestría del aparato inestable que maneja para desplazarse.
Se persigue la vivencia de una emoción.
El practicante debe contar con una importante energía exterior que propulse el sistema formado por el cuerpo y el instrumento.
Las evoluciones del individuo se efectúan en un entorno cambiante”.
Otros autores como, Marchal (1988) destaca que la esencia y la estructura interna dominante en la relación del individuo con la naturaleza podría reposar en el enfrentamiento de este medio. No obstante, aunque en ocasiones el individuo lucha contra la fuerza de los elementos naturales, en la mayor parte de los casos también es esa fuerza la que se configura como el medio y el motor utilizados por el practicante, por lo que habría que matizar que en el desarrollo de este tipo de actividades se establece también una colaboración con el medio.
2. Rasgos de las constantes socioculturales en los deportes de aventura
Podemos considerar de forma genérica que la mayoría de los deportes que se practican en la actualidad, tienen un largo pasado, unas instituciones que preservan su funcionamiento y participan de una filosofía y principios basados en los valores tradicionales. La concepción corporal esta basada en la mejora para el rendimiento, para la obtención de un mejor registro, para la consecución de una victoria sobre el adversario.
En la actualidad aparecen nuevos valores ligados a deportes en la naturaleza, en consonancia a un paradigma contrapuesto al deporte institucionalizado, donde se destaca el sentido de la diversión, la recreación, la moda, la libertad. Estamos en una época de grandes cambios, de altas tecnologías, del culto a la imagen, del consumo, del elitismo social. Estos deportes surgen en esta sociedad y se adaptan a ella aprovechándose de sus características peculiares y buscando la libertad que a veces no tenemos. Puede que estas actividades no dejen de ser un entrenamiento para poder sobrevivir en la sociedad que nos ha tocado vivir.
El probarse a uno mismo, se ha convertido en un fenómeno social que muestra la necesidad del individuo contemporáneo para reafirmarse. Según Miranda, Lacasa y Muro (1995), “Las personas se encuentran dentro de una sociedad desorientada y la necesidad de “tomar tierra” crece. El adulto se encuentra con un problema; conocerse a sí mismo y comprender el mundo. Para paliar esto, tiene unos recursos, el hombre intercala con la naturaleza, se deja ir, confía en ella, se desliza, vuela...todo con el fin de adaptarse y llegar a quererse a sí mismo un poco más, a ganar en autoestima y en la propia imagen. Es como si la aparición de los nuevos deportes en la naturaleza aparecieran junto a los nuevos paradigmas centrados en la autorrealización personal y la mejora de la calidad de vida que quieren sustituir a los de competición, esfuerzo y tensión. Quizá lo que se busca es mas el divertimiento, la calidad y la intensidad de las sensaciones”.
Existe una clara relación entre estas prácticas y la cultura contemporánea que es la adaptación y el juego con el medio, y dentro de una relación con el peligro que se plantea como autocontrol y capacidad de eliminar el riesgo al practicar estos deportes Las dos están muy relacionadas. En condiciones difíciles, el peligro está en uno mismo, en la pérdida del control interno, el cual habrá de saber encararse.
A modo de conclusión, se puede establecer una serie de características ligadas a una nueva concepción en la práctica deportiva en el medio natural:
Muchas prácticas deportivas en el medio natural se fundamentan en la búsqueda de sensaciones, estímulos que se encuentran en un medio altamente cambiante. La concepción corporal se fundamenta en un cuerpo receptor de sensaciones diferentes o cuerpo informacional, capaz de codificar situaciones del medio que permitan al sujeto alcanzar una dimensión recreativa en su práctica. La mejora y el rendimiento en contraposición a la marca, el gol, etc. de otros deportes, no esta estandarizada, tiene en muchos casos una finalidad muy individualizada y subjetiva. (Pociello, 1986)
Muchos deportes que se realizaran en el medio natural nacen ligados a las nuevas tecnologías que caracterizan a nuestra sociedad. Participan de la tendencia de una sociedad altamente tecnificada y individualizada. Por este motivo si analizamos los artilugios observamos que su función última pretende la máxima adaptabilidad individual, la máxima autonomía, para poder practicar en cualquier momento, de forma rápida y si se desea sin contar con nadie más que tu mismo. Ejemplos son el “windsurf”, el “parapente”, la bicicleta de montaña, etc... Para ello se fabrican materiales con mucha ligereza autotransportables. Como se podrá ver posteriormente este material reúne además otras condiciones relacionadas con la seguridad.
Las grandes multinacionales dedicadas al servicio de materiales y equipos personales deportivos, han encontrado en estas prácticas un nuevo sector, muy atractivo. Los practicantes de las diferentes modalidades, como en muchos otros deportes, tienen una fuerte cohesión de hábitos y también de necesidades específicas de material y equipos de protección. Esta mezcla da un carácter de marca que llega a transformarse, en algunos casos, en verdaderas tendencias de moda. Los continuos cambios en tecnología, hace que año tras año, se innove en diseños más ajustados para la práctica, verdaderamente útil, probablemente, para los más exigentes o para el deportista de alta competición. No obstante parece ser que todo el mundo cree que lo que era útil ayer, no va a servirnos para mañana. (Barbero, 2001). Todo ello y acompañado de nuevos dibujos y atractivos colores, va a crearnos necesidades consumistas ficticias.
Coincide que la mayor parte de los deportes en la naturaleza no solo disfrutan de una concepción de libertad en el espacio para su desarrollo, sino que también en el ámbito del tiempo y de las instituciones. Una característica propia de las actividades a la naturaleza es la conquista de nuevos espacios, lugares que décadas atrás eran inaccesibles, son transitados en la actualidad por numerosos practicantes. Es una práctica en función de nuestro interés particular, independiente de los demás, en nuestros ratos libres. Es evidente que no es recomendable que los deportes en el medio natural se practiquen de forma individualizada, pues es un factor de riesgo importante, pero verdaderamente, muchas actividades gracias a sus materiales, son concebidas para esa práctica individualizada.
3. La perspectiva motriz en las actividades en el medio natural
Hemos puesto especial interés en los modelos propuestos por Olivera (1995) y Funollet (1995) como referentes de primer orden dada la calidad de sendos trabajos.
Ambos modelos están referidos al marco genérico de las con lo que contienen elementos que evidentemente escapan a nuestra propuesta pero que también contemplan otros comunes a ésta.
La propuesta de Olivera, fundamentada en un marco conceptual donde predomina sobre cualquier otro el término, y planteada en lo referente a los campos que definen su ámbito social (prácticas y practicantes) nos ofrece una exhaustiva ordenación de estas prácticas estructurada en varios grupos de criterios como son el entorno físico, el entorno personal, las actividades, la valoración ético-ambiental o el entorno social. A partir de aquí, el autor vértebra su trabajo en forma de cascada desde un eje inicial que define los entornos físicos como primera estructura ordenadora y a la vez diferenciadora, siendo las restantes comunes o universales. Es, como hemos mencionado, un trabajo exhaustivo y minucioso, complementado además por una serie de mapas que relacionan aspectos que aparecen en la presentación o mapa general que ofrecen, si cabe, una mayor concreción.
Por otra parte, el trabajo de Funollet, tiene un carácter ligeramente más genérico más no por ello menos interesante. Se presenta un sistema de ordenación estructurado en dos grandes referentes:
Los factores que determinan la actividad.
Los factores que condicionan la actividad.
Son los primeros los que el autor utiliza para desarrollar su propuesta, distinguiendo a su vez dos tipos de determinantes:
Determinantes de la actividad deportiva en el medio natural
Determinantes didácticos de la actividad deportiva en el medio natural.
La representación en el primer caso es de tipo reticular donde estos determinantes configuran espacios donde se relacionan las diferentes prácticas, permitiendo al lector una fácil visualización y comprensión de las relaciones e interacciones expuestas. En el caso de los determinantes didácticos nos presenta una estructura que recuerda ejes de coordenadas donde el desglose de estos determinantes extrae las diferentes características de una muestra de prácticas.
Son, en definitiva, dos propuestas de gran calidad que no podemos dejar de recomendar, pues pueden servir de puerta de entrada a un mundo que, como hemos mencionado en la introducción, a veces se nos presenta intrincado.
Son muchos los autores que contemplan la práctica de las actividades en el medio natural bajo los modelos cibernéticos de interpretación de la práctica motriz. De entre estos modelos se destaca el de Welford (1979), quien considera que el proceso de ejecución motriz es asimilable al sistema de procesamiento de la información y coincide en sus teorías con el esquema comportamental enunciado por Tolman (Oña, 1994, p. 15) donde “la estimulación representa al medio y el organismo es un procesador, a través de sus distintas estructuras específicas, de esa estimulación, ya que las trata como unidades de información. Estas unidades, una vez procesadas, hacen que se emita una respuesta que, después de su confrontación con el medio, puede regresar al organismo como nueva unidad de información para modificarse y adaptarse mejor.”
Este tipo de actividades, para el que las que las descubre, son fundamentalmente lúdicas y no implican un gasto energético muy elevado. Laraña (1986, 1987). La meta y la motivación del deportista están contenidas en el propio ejercicio físico y en las sensaciones que produce su práctica.
4. Conclusiones
De forma genérica en la práctica de estas actividades se combinan una serie de características motrices y de acciones que las hacen sumamente atractivas. Desde una perspectiva lúdica podríamos decir que los deportes de aventura llevan implícito un conjunto de situaciones y experiencias que los hacen diferentes y que nos permiten una aproximación peculiar a la naturaleza. El juego constante con el medio: la nieve, los rápidos de un río, las olas del mar, etc., consiste en la conservación del equilibrio en los desplazamientos y en muchos casos, en la autoconducción controlada de sofisticados aparatos. (Loret, 1996). Parece que el simple paseo por la naturaleza, está dando paso a la conquista de nuevos espacios gracias a la utilización de equipos y materiales altamente tecnológicos que transforman las energías del medio. Ante esta nueva perspectiva, en la práctica de los deportes en la naturaleza, gana importancia el mundo de las sensaciones.
Las empresas dedicadas a las actividades de aventura, saben que su objetivo radica en la comercialización de las sensaciones de riesgo, y deben ser conscientes de la gran variabilidad interindividual en dichas percepciones del riesgo. Para ello parece oportuno mejorar la oferta cuando las actividades tienden a homogeneizarse, y el usuario se siente manufacturado no formando parte del proceso de la aventura.
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