efdeportes.com

La comunicación en el deporte de alto 

rendimiento. Fundamentos generales

 

Universidad de Las Tunas

(Cuba)

MsC. Edecio Pérez Guerra

edeciopg@ult.edu.cu

 

 

 

 

Resumen

          En esta primera parte del artículo es necesario que el lector haga una sincronía con algunas consideraciones de la comunicación y su aplicación en la esfera deportiva pues para todo entrenador durante los procesos de enseñanza aprendizaje, perfeccionamiento y competencia, en los cuales se pudieran formar momentos entrópicos que interrumpan la adecuada funcionabilidad del proceso que permita un crecimiento en su resultante final.

          Palabras clave: Comunicación. Deportes. Alto rendimiento.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 16 - Nº 157 - Junio de 2011. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

Introducción

    El hombre para su desarrollo social ha sido condiciono como esencia a partir de sus potencialidades comunicativas, la misma subyace como un aspecto de gran significación en cualquier aspecto de su vida y evolución. F. Engels (1975), planteó que la relación del hombre con la naturaleza ha estado mediada por las relaciones de los hombres entre sí y por lo tanto, desde sus inicios, la comunicación fue inseparable del desarrollo de la conciencia, que dada la creciente complejidad de la relación con el medio, el desarrollo de las formas de trabajo y su especialización, contribuyeron a la evolución de las relaciones sociales que hacen que aparezcan formas más complejas de relaciones entre los hombres, lo que exige por tanto un perfeccionamiento cada vez mayor de la comunicación entre estos.

    En sus inicios la comunicación prevalece, como proceso de intercambio de mensajes comprendidos de manera simbólica, condicionada por el proceso productivo, ha permitido el desarrollo de la individualidad del ser humano y su diferenciación del resto de los animales. Queda demostrado que desde el mismo momento en que el ser humano se enfrenta al proceso de transformación de la naturaleza para obtener de ella lo necesario para su subsistencia, la comunicación devino elemento de primer orden para la actividad práctico-transformadora de los seres humanos, dando la posibilidad ilimitada de trasmitir conocimientos a los hombres y de orientar su actividad en las estructuras sociales concretas, por lo que el propio surgimiento de la conciencia humana tuvo como premisa, además del desarrollo del trabajo y de las relaciones sociales, la existencia de una lengua como medio, como instrumento de la comunicación. Primero el trabajo y después y conjuntamente con él, el lenguaje articulado, fueron los dos estímulos más importantes bajo cuya influencia el cerebro del mono se transformó en cerebro humano.

    Al incluir la formación social como elemento que explica la comunicación, se refiere a la manera en que en un determinado país se articulan las instancias económicas, políticas e ideológicas dentro de un modo de producción dominante y a las relaciones sociales de él derivadas. La formación social influye en la cultura, en los procesos comunicacionales de una sociedad determinada, en los medios masivos y en las relaciones grupales e interpersonales. Por lo tanto, cuando se analiza al emisor no es posible verlo en abstracto, fuera de su contexto, sino en situación.

    La comunicación "Es un proceso de interacción entre profesores, estudiantes y estos entre sí y de la escuela con la comunidad, que tiene como finalidad crear un clima psicológico favorable, para optimizar el intercambio y recreación de significados que contribuyan al desarrollo de la personalidad de los participantes". (Ojalvo, 1999)

    Landivar define la comunicación educativa como el área de conocimiento teórico-instrumental cuyo objeto de estudio son los procesos de interacción propios de toda relación humana, en donde se transmiten y recrean significados. En la práctica de la comunicación educativa, al menos uno de los actuantes persigue una finalidad educativa, a partir de la cual se ha apropiado de conocimientos y técnicas para la acción y la ha organizado mínimamente.

    En este caso particular la actividad deportiva de alto rendimiento al igual que toda actividad humana incluye un proceso de comunicación el cual tiene diversidad de manifestaciones, como todo proceso complejo, enmarcado desde el contexto pedagógico en su fase formativa hasta los espacios competitivos como modo de recreación en una triada de comunicación entrenador deportista público, en esta ocasión centraremos las reflexionas a entrenador deportistas como unidad indisoluble en el proceso de formación deportiva.

    La estructura de comunicación en el deporte al igual que otro proceso comunicativo se realiza a partir de códigos los que constituyen reglas de elaboración, interpretación y combinación de signos. Los cuales tienen un carácter social en la comunidad deportiva y estas constituyen un conjunto de obligaciones que permiten la comunicación en grupos de deportistas y entrenadores y entre otros grupos, en una actividad deportiva.

    La comunicación no es un proceso aislado, el rol de los elementos tratados varía en función del tipo de actividad así será la comunicación de que se establezca.

Lenguaje del entrenador

    El que utiliza el entrenador en la relación pedagógica que establece tanto con los deportistas, como con los contenidos de un deporte en particular, implica el uso de la palabra, con adecuada entonación, argumento técnico así como el uso del lenguaje corporal pues el deportista en el proceso de aprendizaje y perfeccionamiento en los deferentes niveles de la pirámide del deporte, la demostración motriz por entrenadores es una parte del lenguaje imprescindible para establecer una buena comunicación deportiva en el proceso formativo. En la pedagogía tradicional, el uso del lenguaje por el entrenador expresa su status, superior al de los deportistas, se trata de un lenguaje de autoridad.

El lenguaje de los deportistas

    Este lenguaje tiene dos formas de manifestación, en dependencia de donde transcurre la actividad del deporte en el momento de entrenamiento o en la competición deportiva, en el primero la comunicación del deportistas a su entrenador se le presta una mayor importancia la lenguaje corporal por el deportistas en su respuesta motriz expresado en una ejecución técnica y menos a la verbal, esta tiene un porcentaje disminuido respecto a la motriz. En el espacio competitivo los pequeños movimientos constituyen señales a la defensa o defensiva del deportista que deben ser leídas y conducen la actividad competitiva, he intervienen otros en la comunicación actuando cinco partes en el proceso entrenador-deportista-contrario-arbitro-público.

    Es frecuente encontrar contradicciones entre el lenguaje de los entrenadores en el proceso de entrenamiento y en de la competencia. En el proceso de entrenamiento el deportista expresa en diferente régimen de exposición motriz que se espera de ellos y que puede ser muy diferente en la competición. El entrenamiento tradicional en Cuba se desarrolla con pocos espacios de competición deportiva lo que limita la expresión motriz de los deportistas, el uso de la competición como parte de la formación deportiva tiene que ser más enfatizada, esta limitante puede crear serios obstáculos a la adquisición de la maestría deportiva lo que ha traído consigo que exista muy pocos momentos de comunicación en el acto competitivo entre el entrenador y sus discípulos es por tal motivo que ocurra errores muy comunes como es el cambio de señales visuales formando entropía en la comunicación. Recordemos que el mensaje actúa como intermediario en las relaciones de comunicación, uniendo al emisor y al receptor en un proyecto educativo específico a través de los contenidos del deporte. La elaboración del mensaje implica la elección intencional entre los contenidos posibles y entre las formas de transmitirlos, respondiendo a una conceptualización dada de la formación de los deportistas y a una valoración de aspectos que se consideran relevantes para su formación.

Papel del lenguaje no verbal dentro del proceso de comunicación deportiva

Miradas

    El movimiento ocular regula el proceso de comunicación, ayuda y estimula las zonas de la corteza cerebral. Así, las miradas tienen determinada significación en la comunicación cotidiana. Por ejemplo, una mirada con la pupila hacia arriba indica recuerdo visual; hacia abajo, diálogo interior; oblicua hacia abajo, calibra sensaciones; oblicua hacia arriba, construyendo imagen. Una mirada fija se considera amenazante; prolongada de arriba hacia abajo, refleja actitud crítica; esquiva o huidiza, falta de sinceridad o turbación.

Movimientos de cabeza

    Lateral derecho indica indagación; lateral izquierdo, duda; rascarse la cabeza, frotarse la barbilla o tocarse el lóbulo de la oreja son acciones relacionadas con la búsqueda de la idea adecuada.

El rostro y la mímica facial

    Esta mímica está condicionada culturalmente y es expresión de la personalidad del emisor. Estos movimientos adquieren significación principalmente en la comunicación a corta distancia. Pueden cambiar con rapidez y con frecuencia duran fracciones de segundos, pero aun así provocan efectos en el interlocutor. El contacto visual entre los interlocutores demuestra atención, interés, respeto y evitarlo puede interpretarse como desconfianza, indiferencia, temor, pesimismo, etc. La boca y sus movimientos le imprimen una carga afectiva significativa a la comunicación interpersonal; en el diálogo es bueno abrir la boca, pero sin exageración; no debe toserse porque es desagradable y se interpreta como desconfianza, desagrado o duda hacia el otro; es bueno estar presto a la sonrisa, que junto a la risa, cuando son oportunas ejercen un efecto favorable en la comunicación.

    No debemos apretar los labios, ni morderlos o virarlos hacia un lado, deben mantenerse en un tono reposado y en correspondencia con el mensaje. La expresión facial debe ir en armonía y no debe hacerse variación ante los distintos tipos de mensajes.

La gestualidad del cuerpo

    Se expresa fundamentalmente con los movimientos significativos de brazos, manos y piernas; ellos permiten conocer mejor las emociones de una persona; si está enojada o ansiosa, si siente agrado o inseguridad. Aunque cada persona tiene su propio estilo gestual, condicionado por su cultura, personalidad, educación e idiosincrasia, cada cultura dispone de un estilo de movimiento propio y de un repertorio de emblemas. El emblema es un movimiento corporal que posee un significado preestablecido.

    Empleo del espacio: al otorgarles movimiento a sus cuerpos, las personas emplean el espacio inmediato. La forma en que lo hacen ofrece información significativa acerca de las relaciones entre los comunicantes. Esto varía de acuerdo con las diferentes culturas, las edades, los rangos sociales, y particularmente de acuerdo con la situación comunicativa en que se encuentren.

    Como hemos visto, todo lo que hacemos con nuestro ser físico, comunica. Para proponerse ser mejor comunicador hay que tener en cuenta la expresión corporal, tanto en la función del emisor como en la del receptor, ya que se conoce mucho del otro observando cuidadosamente los mensajes de la extraverbalidad. El rostro y la mímica facial, la gestualidad del cuerpo, la postura y el empleo del espacio personal se integran en la actuación comunicativa de los deportistas y, paralelamente al lenguaje oral condicionan la calidad de la comunicación interpersonal.

Bibliografía

  • Bestard Revilla, Alina. El desarrollo de la competencia gramatical en los estudiantes de Cultura Física de Santiago de Cuba: una vía para la competencia comunicativa.

  • García, Concepción. Un procedimiento generalizado de solución de problemas profesionales para el desarrollo de la competencia comunicativa en estudiantes de comunicación social de las SUM, 2008.

  • Matvéiev, L. El proceso del entrenamiento deportivo. 1986.

  • Ojalvo, Victoria. La Ciencia de la Comunicación. 1999.

  • Ospina Álvarez. En búsqueda de sentidos: interpretación del gesto del docente en la educación superior.

  • Sivila Jiménez, Elsa. Aspectos generales sobre la comunicación, Instituto superior de Cultura Física. Facultad. Holguín, 2008

  • Zatsiorski, V. M. Metrología Deportiva. 1989.

Otros artículos sobre Medios de Comunicación

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 16 · N° 157 | Buenos Aires, Junio de 2011  
© 1997-2011 Derechos reservados