Comparación de la prueba de abdominales entre varones y mujeres en una población escolar de 12 a 18 años de edad en Cádiz capital |
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Doctora en Ciencias de la actividad física y el deporte Universidad de Cádiz (España) |
María Teresa Fernández Sánchez |
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Resumen El presente trabajo es fruto de una investigación llevada a cabo en Cádiz, con el objeto de estudiar la condición física de los escolares aplicando las pruebas de la Batería Eurofit. En este caso tratamos de establecer los niveles de fuerza abdominal tanto en varones como en mujeres en edades comprendidas entre los 12 y los 18 años siendo un total de 625 escolares, pertenecientes a seis centros de enseñanzas tres de ellos públicos y otros seis concertados. Palabras clave: Fuerza. Abdominales. Condición física. Test. Escolares.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 16 - Nº 156 - Mayo de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
El factor fuerza se desarrolla continuamente durante el período de crecimiento y alcanza el máximo nivel durante la tercera década de la vida. En los niños y niñas se van a dar unas características anatómicas y fisiológicas que condicionan su desarrollo.
Para Morehouse (1976), la fuerza aumenta a partir de los 15 años de manera proporcional al peso hasta los 19 años, continuando de manera más lenta hasta los 30 años que decrece lentamente hasta los 60 años.
El aumento del tamaño muscular va acompañado del incremento de la fuerza corporal. Mandel (1984) afirma que la práctica deportiva eleva el nivel de fuerza en los niños.
Parizcova (1984) en su investigación demostró que los niños que participaban asiduamente en actividades físicas poseían un porcentaje mayor de tejido magro que los más inactivos. Luego el entrenamiento y la práctica juegan un papel importante en el desarrollo de la fuerza de los niños y jóvenes. Los saltos, las carreras, lanzamientos, etc., se convierten en elementos favorecedores del desarrollo muscular y por lo tanto de la fuerza. Hacia los 6 años el desarrollo motriz es lento, culminando su proceso de aceleración y desarrollo hacia los 10 años, con la maduración de las vías nerviosas. De los 8 hasta los 12-13 años no hay grandes incrementos de la fuerza, siendo éste mayor entre los 13 y 16 años, alcanzando su máximo desarrollo hacia los 30 años (Corpas y cols. 1997).
Según Corpas y cols. (1994), con las diferencias sexuales, a partir de los 14 años, unido a las características antropométricas en cuanto al tronco, extremidades superiores y mesomorfia, la fuerza va siendo mayor en varones que en mujeres, debido además al mayor aumento de músculos esqueléticos y cardíaco.
Según Brian, Sharkey (2000), hasta los 12 ó 14 años de edad, los chicos no son mucho más fuertes que las chicas. Este incremento de fuerza se produce por una mayor maduración del sistema nervioso que mejora considerablemente el reclutamiento de unidades motrices, coordinación intramuscular y la mejor interacción de los músculos agonistas y antagonistas que intervienen en el movimiento, coordinación intermuscular. Otro factor importante es la maduración del sistema endocrino, el cual produce un aumento significativo de las hormonas sexuales que se activan y actúan en el proceso de la hipertrofia muscular, provocando un incremento de la fuerza a partir de los 15 años. A la testosterona, hormona del crecimiento y la somatomedina se le atribuyen funciones de estimulación del crecimiento, funciones metabólicas y de síntesis proteica. De los 14 años en adelante, aproximadamente, se da un importante aumento del volumen muscular corporal, primero en longitud y luego en grosor, esto supone una ganancia paralela de fuerza general, llegando hasta casi un 85% de la fuerza total alcanzable. Después la mayoría de los varones ganan fuerza y esta ventaja perdura a lo largo de toda la vida.
1. Material y método
La naturaleza de esta investigación se enmarca dentro de los modelos no experimentales de estudios de grupos. Nuestro diseño está basado en el paradigma cualitativo que se acoge a una metodología descriptiva. Se fundamenta en un enfoque transversal de la temporalización y una equiprobabilidad de la muestra.
La muestra sujeta a estudio se obtuvo de un conjunto de seis centros escolares de la ciudad de Cádiz:
En principio se escogió una muestra de 625 sujetos en edades comprendidas entre los 12 y los 18 años, tanto varones como mujeres pertenecientes a los niveles de secundaria (1º, 2º, 3º y 4º) y bachillerato (1º y 2º). Finalmente y por diferentes motivos la muestra quedo reducida a 561 sujetos.
Se eligieron estos centros por presentar similitud en cuanto a nivel social y económico no existiendo grandes diferencias entre unos y otros. Lo hicimos porque no se trataba de estudiar distintas zonas de Cádiz sino una población representativa de la misma. En nuestra opinión, esta muestra representa los diferentes estratos sociales de la capital de la provincia. Cuatro de estos centros son concertados y los otros dos públicos…
Desde una perspectiva socioeconómica y cultural, a pesar de haber elegido sólo dos centros públicos, la diferencia cultural, social y económica entre los alumnos de los distintos centros no era significativa, pues estos pertenecían mayoritariamente a familias de clase media, estando los centros ubicados en zonas urbanas consideradas de clase media. El número de sujetos elegidos por centro escolar fue equitativo, no teniéndose en cuenta si estos eran públicos o concertados.
Dentro de la preparación general del proyecto, determinamos la muestra objeto de estudio. Una vez elegida esta, se procedió al trabajo burocrático, el cual consistió en solicitar las oportunas autorizaciones mediante una entrevista personal con las direcciones de los centros escolares seleccionados. El único requisito que pusieron cada uno de los directores fue que el profesor de Educación Física tenía que estar de acuerdo con que las pruebas se realizasen durante sus clases. Posteriormente nos pusimos en contacto con los profesores con el fin de obtener su conformidad. Una vez obtenida su aprobación, se solicitó autorización oficial de los directores, en este caso por escrito. Todos ellos contestaron positivamente y, en todos los casos, colaboraron con nosotros en la organización de las pruebas y en la recogida de datos.
Los seis centros elegidos eran mixtos, aunque en determinados casos predominasen las chicas o los chicos.
La elección del factor sexo se realizó atendiendo sólo a la composición natural de los grupos en cada centro.
El material y el equipamiento empleado para esta prueba han sido:
Dos colchonetas
Cronómetro marca Casio modelo HS-30W
Todos los instrumentos utilizados en las mediciones eran verificados diariamente procediendo a su calibración si fuera necesario. Todas las mediciones eran recogidas por una sola persona, en este caso por el investigador principal del trabajo.
El programa estadístico utilizado ha sido el STATGRAPHICS-PLUS 7.1 se trata de un paquete informático que aborda la mayoría de los temas estadísticos y econométricos de la actualidad.
2. Resultados
A continuación se exponen los resultados que se han obtenido en la prueba por edades y por sexos. Se adjuntan las gráficas representativas de las medias por prueba, edad y sexo, y tablas con los distintos autores.
En los gráficos, 1, 2 y 3, se muestra la evolución de la fuerza resistencia de los músculos abdominales.
En el gráfico 1, observamos como los valores obtenidos por las mujeres a los 12 años se mantienen hasta los 13 años, edad en la que sufren un ligero descenso hasta los 15 años. Comienza a elevarse ligeramente hacia los 16 años desde donde se incrementan, alcanzando su punto más alto a los 17 años.
En el gráfico 2, observamos como los valores a los 12 años de edad sufren un incremento hasta los 14 años. Las mujeres a los 15 años, se encuentran ligeramente por debajo. A partir de esta edad comienza un ascenso, alcanzando su punto más alto a los 17 años.
En el gráfico 3 se representan los resultados obtenidos por mujeres y varones. En todos los casos los valores obtenidos por los varones son superiores a las mujeres, las mayores diferencias se producen a los 14 años
Discusión
Abdominales en 30 segundos
En las tablas 1 y 2, podemos ver los valores obtenidos por los diferentes grupos en esta prueba. Los datos confirman en la valoración de la resistencia de los músculos abdominales, unas diferencias entre la población de varones y mujeres, siendo mejores los resultados de los varones con respecto a las mujeres en todos los grupos de edad.
La población masculina estudiada sigue un crecimiento progresivo en cada uno de los estratos de edad, coincidiendo en esto con todos los estudios realizados por cuadrado y cols. (2005), Prat y cols. (1993), Martínez (2003), Royo (1997), Mateo (1990), Sainz (1996), Linares (1992), Brito (2003), sin embargo, este hecho no ocurre con la población femenina. Los resultados demuestran que, a los 14 y 15 años de edad se produce un estancamiento, incluso una disminución de los valores medios, coincidiendo en estos resultados con Sainz (1996) y Prat y cols. (1993), Cuadrado y cols. (2005).
Tabla 1. Resultados de la prueba “Abdominales en 30 sg.” en mujeres y comparación con otros estudios. (Valor nº de repeticiones)
Tabla 2, Resultados de la prueba “Abdominales en 30 seg.” en varones y comparación con otros estudios. (Valor nº de repeticiones)
Conclusiones
De modo general, los varones son más fuertes que las mujeres, éstas son después de los 16 años, aproximadamente 2/3 tan fuertes como los hombres y, la fuerza de los chicos es ligeramente superior a la de las chicas antes de la pubertad, incrementándose de manera muy importante en los chicos en este período de su vida. Por tanto, vemos que se produce una evolución diferente que culmina con diferencias de fuerza aproximadamente del 35-40% según el sexo, expresada en valores absolutos. Esta diferenciación se puede atribuir a la distinta producción de andrógenos. La curva de producción de esta hormona es muy parecida a la del aumento de fuerza.
Estas diferencias cualitativas y cuantitativas van a dar lugar a una gran diferencia en los niveles de fuerza abdominal entre ambos sexos, siendo el de las mujeres claramente inferior, representando ésta entre un 53-60 % respecto a la del hombre. Por otro lado, la capacidad de entrenamiento del músculo femenino parece ser inferior a la del masculino, de manera que al final de un extenso entrenamiento, la fuerza para la mujer se queda en un 43-47 % de la fuerza del hombre.
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