El socialismo y el hombre en Cuba. Herramienta necesaria para la formación de valores, en los profesionales de la Cultura Física |
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Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”, Guantánamo (Cuba) |
Prof. Asist. Edeimis Cristóbal Ramírez Prof. Asist. Mileidy Roldós Guzmán |
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Resumen Los cambios producidos en la educación en Cuba, hacen necesario modificar las concepciones y formas de llevar a cabo el PDE, teniendo en cuenta la unidad de lo cognitivo, lo afectivo y lo educativo, hoy la interrelación de los contenidos de las disciplinas deben estar encaminado a estimular las potencialidades en el aprendizaje, el crecimiento y el mejoramiento humano. Estos elementos constituyeron el punto de partida para la realización de nuestro articulo, que tiene como objetivo reflexionar en torno a la importancia de la obra de Ernesto Che Guevara “El socialismo y el hombre en Cuba”, para la formación de valores en el profesional de la Cultura Física, teniendo como elemento esencial el tratamiento que el autor le da a la unidad de la formación del hombre nuevo de acuerdo a las transformaciones ocurridas en Cuba a partir del triunfo. El análisis de esta obra y su utilización es de vital importancia en la impartición de los programas de formación de los profesionales de la Cultura Física y el Deporte porque se trata de la formación de valores que deben regir el comportamiento general de la juventud, valores que orientan su conducta y determinan sus actitudes, para lograr que las nuevas generaciones asuman una participación correcta y activa dentro de la sociedad que estamos construyendo. Palabras clave: Socialismo. Cuba. Cultura Física.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 16 - Nº 156 - Mayo de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Las transformaciones revolucionarias ocurridas en Cuba a partir del triunfo de la Revolución desencadenaron un proceso de sustitución de los viejos valores, heredados del capitalismo, por otros derivados del carácter socialista de la nueva sociedad que se construye.
Le corresponde a la escuela cubana, depositaria fundamental de la responsabilidad de dar respuesta a las necesidades de la sociedad en relación con la formación de las nuevas generaciones, desarrollar los rasgos y cualidades de este nuevo tipo de hombre.
Por ello, en este artículo exponemos algunas reflexiones en torno a la importancia de la obra de Ernesto Che Guevara “El Socialismo y el Hombre en Cuba” para la formación de valores en las nuevas generaciones, teniendo en cuenta que entre sus planteamientos lo esencial, es precisamente construir un nuevo modelo de hombre.
El mismo sirve como material de consulta para la impartición del programa Filosofía y Sociedad en el segundo año de la carrera de Licenciatura en Cultura Física, específicamente al abordar la articulación de las ideas de justicia social del marxismo con el ideal nacional liberador de Cuba, el carácter social de la conciencia, la conciencia social e individual: su dialéctica, la producción espiritual y sus formas así como al tratar en el tema 3 el humanismo y el hombre como centro del sistema social. También contribuye a la educación en valores que estamos llamados a consolidar a través del contenido de nuestra asignatura.
Desarrollo
En nuestra sociedad la formación de valores tiene una gran importancia para el desarrollo de la personalidad socialista, para lograr que los jóvenes asuman una participación correcta en las tareas que garantizan la etapa de la construcción de una nueva sociedad. Se trata de la formación de valores que deben regir el comportamiento general de la juventud, los que orientan su conducta y determinan consecuentemente sus actitudes, y formas de actuar.
Es fácil determinar los valores esenciales del socialismo: el patriotismo socialista, la justicia social, la libertad, la responsabilidad, el trabajo creador, el colectivismo y la ayuda mutua, el internacionalismo proletario, la solidaridad, la disciplina. Pero no debe olvidarse que los valores se forman en un proceso complejo. Estos no están en los objetos y fenómenos, son producto del grado de significación y asimilación que adquiere el individuo en el proceso de sus relaciones con ellos.
“El socialismo y el hombre en Cuba” reviste una gran importancia para la formación de valores en las nuevas generaciones. Reflexionemos en torno a ello.
Primeramente vamos a referirnos al contexto histórico de la obra. En marzo de 1965 se consolidaba el proceso revolucionario cubano, habían pasado los días difíciles de Girón y la Crisis de Octubre, los planes contrarrevolucionarios del gobierno norteamericano han fracasado y el socialismo en Cuba se vuelve bandera de esperanza para los seres humanos que aspiran a un mundo mejor. En medio de este contexto se encuentra el Comandante Ernesto Che Guevara en su recorrido por el continente africano y otros países.
El Che envía desde África a Carlos Quijano, del semanario uruguayo Marcha, un paradigmático texto que en Montevideo vería su luz el 12 de Marzo de 1965 y en Cuba se publicaría por primera vez en la revista Verde Olivo: “El Socialismo y el hombre en Cuba”.
El doctor en Ciencias Filosóficas José Ramón Herrera Medina, Investigador del Instituto de Historia de Cuba precisa los antecedentes que imposibilitaron al Ché incursionar con exactitud y agudeza en los problemas teóricos del proceso de grandes transformaciones revolucionarias que se produjo en Cuba.
En este sentido apuntó: “Fue uno de los alumnos más aventajados de la escuela de la Sierra Maestra dirigida por Fidel. Junto a otros destacados combatientes asimiló la enseñanzas del Comandante en Jefe, y a sus peculiaridades de guerrillero y oficial de aquel singular ejército, agregó la de convertirse en cronista militar de la contienda, y en intérprete de las ideas tácticas y estratégicas de Fidel tanto en el terreno militar como en la política revolucionaria” (1)
¿Qué planteamientos teóricos de la obra contribuyen a la formación de valores en las nuevas generaciones?
Citemos solo algunos ejemplos:
Durante la lucha revolucionaria los individuos desempeñaron un papel fundamental y la fuerza indiscutible en aquellos momentos difíciles fue Fidel, con una autoridad ganada como Jefe por su moral, visión de futuro y constancia en la lucha.
El Ejército Rebelde en esos momentos representaba a los hombres del futuro.
El Che explica que, a partir del 1º de Enero de 1959, las masas populares aparecen cada vez más fuertes y conscientes de la confrontación con el enemigo, a la vez que más estrechamente identificadas con la sociedad nueva que les pertenecía.
Él define que la masa se convirtió en protagonista multifacética de la revolución y para los que fuera de Cuba no entendieron nunca el fenómeno, suscribió: “Es verdad que sigue sin vacilar a sus dirigentes, fundamentalmente a Fidel Castro, pero el grado en que él ha ganado esa confianza responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las promesas hechas... “(2)
El Che se refirió también a que simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo, un hombre que no esté estimulado únicamente por el interés material. “De allí que sea tan importante –escribió- elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Este instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social”... (3)
Otro concepto que aborda es el de plenitud y libertad, cuando el hombre produce para la sociedad y para él mismo y no para el dueño de los medios de producción y junto a esto la posibilidad de expresarse y hacerse sentir dentro de la sociedad lo convierten en un hombre más libre y pleno. Al respecto expresó: “Hacemos todo lo posible por darle al trabajo esta nueva categoría de deber social y unirlo al desarrollo de la técnica, por un lado, lo que dará condiciones para una mayor libertad, y al trabajo voluntario por otro, basados en la apreciación marxista de que el hombre realmente alcanza su plena condición humana cuando produce sin la compulsión de la necesidad física de venderse como mercancía” (4)
También el Che hace referencia al papel de la juventud, planteando que es “la arcilla maleable con que se puede construir al hombre nuevo sin ninguna de las taras anteriores”. (5). El trabajo con ellos garantiza una nueva generación de revolucionarios.
Otro aspecto de los que hoy mantienen plena vigencia en su obra es que la Revolución se hace a partir del hombre, pero este tiene que forjar día a día su espíritu revolucionario.
Nos corresponde a nosotros, formadores de la nueva generación, con la misión de educar a las futuras generaciones fomentar ese espíritu revolucionario y de sacrificio que nos legó el Che: “Sabemos – señaló – que hay sacrificios delante nuestro y que debemos pagar un precio por el hecho heroico de constituir una vanguardia como nación... Todos y cada uno de nosotros paga puntualmente su cuota de sacrificio, conscientes de recibir el premio en la satisfacción del deber cumplido, conscientes de avanzar con todos hacia el hombre nuevo que se vislumbra en el horizonte”. (6)
Finalmente, pudiéramos resumir algunas ideas esenciales que aparecen en la obra y que contribuyen a formar y consolidar valores:
El análisis de la supuesta abolición del individuo en aras del Estado en el proceso de construcción del socialismo.
Los acontecimientos fundamentales del proceso revolucionario antes y después de la toma del poder.
El papel del hombre, el papel fundamental desempeñado por el individuo en la clandestinidad y la guerrilla y la compleja interacción de lo individual y lo colectivo en el proceso posterior a la toma del poder político.
Destacó la entrega total a la causa revolucionaria por parte de los revolucionarios durante la etapa insurreccional y en los momentos críticos, señalando como una de nuestras tareas fundamentales desde el punto de vista ideológico la de encontrar la fórmula para perpetuar en la vida cotidiana esa actitud heroica.
El análisis del papel de las masas y sus dirigentes en la Revolución Cubana.
Valoró al hombre constructor de la nueva sociedad y fundamentó su tesis sobre la necesidad de formar un nuevo tipo de hombre, sobre la base de un doble proceso de interacción del individuo y la sociedad.
Desarrolló sus ideas acerca de la necesidad de la formación del hombre nuevo, esbozó los rasgos de éste que se vislumbraban en el hombre que construía la nueva sociedad.
Enfatizó la necesidad de que el proceso de educación fuera consciente; es decir se realiza sobre la base de que el individuo participe conscientemente en el proceso de educación, como auto educación.
Enjuició los procesos ideológicos que han tenido lugar durante el proceso de construcción del socialismo en diversos países del mundo, destacó la especificidad de la transición en las condiciones de Cuba.
Un análisis de extraordinaria riqueza fue el referido a la enajenación, su reflejo en la producción artística, y el examen de los procesos de producción intelectual de la cultura.
El papel de la juventud, el partido y la figura de Fidel Castro, la generación de un nuevo tipo de dirigente revolucionario en el transcurso de la lucha, un hombre guiado por altos ideales.
Conclusiones
Podemos concluir planteando que un factor importante en la formación de la personalidad lo constituyen las actitudes y valores que se forman y desarrollan hasta llegar a constituir su núcleo regulador y orientador.
Esta función social corresponde en gran medida a la escuela, depositaria de un encargo social fundamental y complejo: la formación de las nuevas generaciones para hacerlas capaces de defender y desarrollar las conquistas del socialismo, de participar activa y careadoramente en las tareas de la nueva sociedad.
Tal encargo supone, tal como la predijo el Che, el desarrollo de una personalidad que caracterice al hombre del mañana, multifacético y armónicamente desarrollado, luchador incansable por los valores del socialismo. Por ello la obra “El socialismo y el hombre en Cuba” constituye una fuente de inagotable valor para la formación de las nuevas generaciones.
Referencias bibliográficas
Periódico Granma, 15 de marzo 2005, p. 3.
Che Guevara, Ernesto. El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. La Habana.1988. p. 4.
Che Guevara, Ernesto. El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. La Habana.1988. p. 10.
Che Guevara, Ernesto. El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. La Habana.1988. p.16.
Che Guevara, Ernesto. El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. La Habana.1988. p. 24.
Che Guevara, Ernesto. El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. La Habana.1988. p. 29.
Bibliografía
Che Guevara, Ernesto. El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política, La Habana, 1988. p.1-30.
Báxter Pérez, Esther. La formación de valores. Una tarea pedagógica. Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1989.p.3-9, 27-32.
Chacón Arteaga, Nancy. Dimensión ética de la educación cubana. Editorial Pueblo y Educación. La Habana. 2002. p.105-116.
Periódico Granma, 15 de Marzo 2005. p. 3.
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