“…¿Qué tal la experiencia en el fútbol 11?

Bien, pero me lío mucho con Josemi en el centro del campo…”

    Esa fue la respuesta de un jugador alevín de 11 años después de jugar su primer partido de fútbol 11 con el clásico sistema 1-4-4-2. Una simple frase que me hizo reflexionar sobre cómo adaptar a unos jugadores que vienen del fútbol 7, dónde participan del juego en todo momento y expresan su creatividad y espontaneidad, al fútbol 11, al fútbol “de los mayores”, al fútbol dónde juegan Messi y Cristiano, al fútbol que ven por la televisión, pero también un fútbol dónde el campo es más grande, se van a cansar más, van a intervenir menos en el juego, y por tanto, tendrán menos oportunidades de plasmar su creatividad.

    Para ello, empezaremos en el aspecto puramente táctico del fútbol indagando sobre los sistemas de juego. Para todo jugador, conocer el sistema que utiliza su equipo es primordial, ya que gracias a él sabrá donde debe colocarse sobre el campo, así como la situación del resto de sus compañeros, pero existen numerosos sistemas de juego, tanto en el fútbol-7 como en el fútbol-11: Los hay ofensivos o defensivos, y en el caso del fútbol-7, encontraremos sistemas de 2 ó de 3 líneas. Entonces, ¿Cuál de todos deberíamos ajustar a nuestros futbolistas para que se sientan cómodos en esta nueva experiencia?

    Cómo indicábamos, una de las principales características del fútbol 7 es la alta participación en el juego por parte de los niños, por lo que deberíamos buscar un sistema del fútbol 11 con ese distintivo. Algo que es más complicado de lo que parece, ya que un sistema de juego ha de acoplarse a los jugadores y no al revés, pero si que es verdad que hay sistemas que favorecen más las triangulaciones y la circulación del balón que otros, y es ahí donde entra el entrenador y el estilo de juego por el que quiera apostar.

    En fútbol 7, según Arda y Casal (2003), el sistema de juego 1-2-3-1, es el que se adecua mejor a un juego ofensivo y de toque, y en el fútbol 11, más que un sistema, actualmente hay 2 equipos en el mundo que mejor plasman esas particularidades: el F.C. Barcelona y la Selección Española, quienes, curiosamente, utilizan el sistema 1-4-3-3 y a la vista están los éxitos cosechados los últimos años.

    Con esto no quiero decir que usar ese sistema es sinónimo de triunfo, son muchos equipos en el mundo quienes lo utilizan y no han logrado los mismos títulos, todos sabemos que para eso intervienen numerosos factores (entre los que se incluyen los propios jugadores) pero esa es la grandeza del fútbol, que ahora no la vamos a analizar.

    Comparando ambos sistemas de juego, descubrimos que en el sistema 1-4-3-3 existe, en proporción, una distancia entre líneas, y entre los propios jugadores, muy similar a la del sistema 1-2-3-1 (Fig. 1), por lo que se aproxima con gran exactitud a aquello que andamos buscando: apoyos continuos para favorecer la circulación del balón, y en consecuencia, que nuestros jugadores tengan, en medida de los posible, gran participación del juego y puedan expresar su creatividad y espontaneidad, como venían haciéndolo en años anteriores.

Figura 1. Similitudes entre los sistemas 1-4-3-3 y 1-2-3-1 en cuanto a distancias y circulación del balón

    Como podemos observar en el gráfico, en ambos sistemas predominan las triangulaciones y prácticamente, los jugadores tienen la misma situación en el campo y con una distancia entre ellos relativamente cercana, algo que les hace tener apoyos cercanos y les facilita la adaptación a las nuevas dimensiones del campo. Por tanto, podríamos decir que el sistema de juego 1-4-3-3 sería el más adecuado para iniciarse al fútbol 11.

    A partir de aquí, daríamos paso al área de la preparación física, y hacer que nuestros jugadores aguanten los 70’ del partido teniendo en cuenta los condicionantes de las nuevas dimensiones del campo, el límite de sustituciones, etc. Pero estos aspectos ya son harina de otro costal.

    Con esta reflexión táctica no trato de crear nuevas teorías ni desmontar las que ya existen, simplemente forma parte de mi experiencia personal en un equipo que empieza su andadura por el fútbol 11 y al que trato de adaptar lo mejor posible en su nueva etapa futbolística.

    Posiblemente esté equivocado en mis afirmaciones, pero, que levante la mano quien no se haya equivocado nunca.

Bibliografía

• Ardá Suárez, T. (2000) Análisis de los patrones de juego en fútbol 7. Estudio de las acciones ofensivas. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 22. http://www.efdeportes.com/efd22/futbol7.htm

• Díaz Suárez, A. Morillas Pedreño, M. y García Cantó, E. (2008) Influencia del espacio y el tiempo en las faltas antirreglamentarias del fútbol 7. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 122. http://www.efdeportes.com/efd122/influencia-del-espacio-y-el-tiempo-en-futbol-7.htm

• Escudero Ferrer, J.M. y Palao Andrés, J.M. (2005) Incidencia de la modalidad de juego (fútbol 7 y fútbol 11) sobre la eficacia de las acciones de juego en categorías de formación (11-12 años). EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 90. http://www.efdeportes.com/efd90/futbol.htm

• Escudero, J.M. y Palao Andrés, J.M. (2004) Incidencia de la modalidad de juego (fútbol 7 y fútbol 11) sobre la utilización de medios técnicos en categorías de formación (11-12 años). EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 74. http://www.efdeportes.com/efd74/modal.htm

• Prado Pérez, J.R. y Nava, F. (2007) Estudio de las acciones motrices y técnicas individuales ofensivas y defensivas en fútbol 7, 9 y 11, en niños con edades de formación entre 8 y 12 años. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 112. http://www.efdeportes.com/efd112/estudio-de-las-acciones-motrices-en-futbol.htm

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 16 · N° 155 | Buenos Aires, Abril de 2011 © 1997-2011 Derechos reservados