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Prevalencia del sobrepeso y obesidad en estudiantes adolescentes

de dos contextos: rural y urbano, de la Región de los Ríos, Chile

 

Profesor de Educación Física, Universidad de los Lagos

Licenciado en Educación, Universidad de los Lagos

Egresado del Magíster en Entrenamiento Deportivo, Universidad Mayor

Diplomado en Ejercicio, Nutrición y Salud, INTA Universidad de Chile

Profesor de Actividad Física, Centro de Salud Familiar Público

Los Lagos, XIV Región de Los Ríos

Cristian Gabriel Álvarez Lepín

profecristian.alvarez@gmail.com

(Chile)

 

 

 

 

Resumen

          El objetivo del presente estudio fue medir el peso corporal total (PCT), talla (t) e índice de masa corporal (IMC) en adolescentes de institutos educacionales dos contextos: Rural (IER) y urbano (IEU) con la finalidad poder determinar la prevalencia al sobrepeso y obesidad y así elaborar una estrategia de afronte y acción de los grupos más patológicos en estas variables. Métodos: Una muestra de sujetos hombres (n=70) y mujeres (n=119), entre 14 y 19 años fueron evaluados mediante la aplicación del IMC por un profesional de un centro de salud Público. Resultados: considerando los dos establecimientos de educación evaluados, se encontró una alta prevalencia al “sobrepeso”, obesidad y “talla baja” principalmente en sujetos mujeres del establecimiento urbano (IEU) en relación a aquellos del sector rural (IER). Conclusiones: Los estudiantes adolescentes del (IER) presentan una menor prevalencia tanto al sobrepeso como obesidad. Es necesario que los alumnos con IMC en “sobrepeso” aumenten el gasto energético con el fin de prevenir el paso a la obesidad, como también es necesario que aquellos alumnos con obesidad sean intervenidos para evitar enfermedades asociadas a este estado.

          Palabras clave: Alimentación saludable. Inactividad física. Cultura educacional.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 16, Nº 155, Abril de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En Chile al igual que en algunas otras naciones de América Latina, la transición demográfica (caracterizada por una disminución de la mortalidad por avances tecnológicos y mayor expectativa de vida y al pasar de los últimos años por un descenso de la tasa de natalidad) trajo abordo a un proceso de transición epidemiológica y nutricional al mismo tiempo (Albala, C., et al., 2004). Este hecho probablemente traiga consigo un acelerado envejecimiento de la población (por aumento de la expectativa de vida y baja natalidad), por lo que cobraran importancia la salud y calidad de vida del adulto mayor. Por otra parte la transición epidemiológica en breves palabras trajo consigo un cambio en las enfermedades de la época en la década de los setenta y años ochenta, donde de predominar aquellas enfermedades de origen infeccioso, en personas de alta ruralidad y materno infantiles, estas se cambiaron con la modernidad por enfermedades crónicas no transmisibles, congénitas, de origen metabólico y porque no decirlo que respectan a la salud mental por los altos niveles de estrés que implica una sociedad que marcha a paso acelerado a la modernidad (Albala, C., et al., 2004). Por su parte la transición nutricional respecta a los cambios en la dieta de una población, que en Chile ha sido marcada por las décadas anterior a los años 80 por un estado nutricional deficiente y al comienzo del año 90 es la obesidad y otras enfermedades originadas por el exceso de grasa, azúcar y sodio las que han provocado estados de glicoliponato toxicidad refiriéndome a estos dos sustratos energéticos y al consumo de sal respectivamente que intoxican el organismo (Saavedra, 2010). Pero a pesar de la importancia a nivel país de estos hechos no podemos endosar toda la responsabilidad a los sucesos transitorios y demográficos, es necesario asumir responsabilidades que nos hagan crecer y aplicar estrategias en cada contexto y según la realidad y necesidad de la población.

    Conjuntamente con los argumentos anteriores, la inactividad física ha jugado un rol importante en el aumento del sobrepeso y obesidad a nivel de todas las edades del ciclo vital (niños, adolescentes, adultos) no distinguiendo género como también en el origen de algunas enfermedades crónicas modernas y algunos tipos de cáncer como lo ha evidenciado (Booth, F, et al, 2002). El músculo esquelético tiene gran control de la grasa y glucosa en el organismo en cifras de incluso superior al 75% de estos sustratos y dependiendo las condiciones en que se encuentre el sujeto como ayuna, reposo u ejercicio (Saavedra, 2010), de manera que si un sujeto en estado de sobrepeso y obesidad suma además una dieta rica en grasa, azúcar, sodio un estilo de vida marcado por la inactividad física, tal vez no sería muy extraño preguntarse acerca de la aparición de hiperglicemia (elevada glucosa plasmática) que trae riesgo de diabetes tipo 2, hipertensión (elevada presión arterial >140/90 mg/dl) enfermedad de rigidez a las arterias de alto riesgo cardiovascular cuando un sujeto tiene una temprana edad.

    En Chile la situación de alta prevalencia a la obesidad es preocupante y evidenciada hace ya muchos años atrás con los estudios de (Berríos, X., et al, 1990, 1997; Jadué, L., et al, 1999), alertada por organismos internacionales (Wordl Heart Organization, 2003), confirmada por la Encuesta Nacional de Salud del año 2003 (Minsal, 2004) y al 2011 en los datos entregados por la Encuesta Nacional de Salud del año 2009-2010 continúan mostrando una tendencia a incrementar esta pandemia mundial (Minsal, 2011). El gobierno ha colaborado introduciendo “metas sanitarias” en los centros de salud públicos desde temprana edad (p.e., Disminuir la obesidad en niños menores de 6 años), pero ya entrando al sistema escolar y el niño alejándose de los controles periódicos de los centros de salud las cifras se disparan nuevamente.

    Según la última Encuesta Nacional de Salud (Minsal, 2011), En nuestro país, las personas mayores de quince años hombres tienen un 45,3% de sobrepeso mientras que las mujeres un 33,6%, la obesidad en hombres alcanza un 19,2%, mientras que en mujeres un el 30,7%, además en la obesidad mórbida las mujeres seguirían superando a los hombres con un 3,34% versus 1,26% en hombres. Según esta encuesta de acuerdo a los diferentes tramos de edad, la obesidad se presenta en los siguientes valores, de 15 a 24 años: 10,9%, de 25 a 44 años: 23,4%, de 45 a 64 años: 35,8% y de 65 y más años al 30,9%, con la tendencia siempre de las mujeres hacia una mayor prevalencia en relación a los hombres. El promedio Nacional de obesidad llego al 25,1% contando hombres y mujeres, segmentando esta cifra, sólo hombres 19,2% y sólo mujeres 30,2%, manteniendo su tendencia superior sobre los hombres. Si comparamos la Encuesta Nacional de salud del 2003 (Minsal, 2004) con la última (Minsal, 2011), la situación de sobrepeso aumento de 37,8% a un 39,3% y la obesidad paso de un 23,2% a un 25,1%, de manera que en promedio las estrategias aplicadas para apaliar esta pandemia no han surtido efecto alguno en la disminución de la prevalencia.

    La cultura educacional en cuanto a temas como alimentación saludable y actividad física deben formar parte esencial del proyecto educativo institucional (PEI), pues ya es sabido que por más que las asignaturas de ciencias (matemáticas, lenguaje) jueguen un rol importante en la acreditación de un establecimiento como “exitoso a nivel académico”, ello no lo eximiría de presentar niveles altos de prevalencia al sedentarismo y obesidad y estos temas hoy en día son no menores, pues un alumno sano, activo y con amplia fuerza de disposición al trabajo paralelamente podría tener una mejor apertura al trabajo teórico y cognitivo en aula. Probablemente una institución que se acerque a esto entregue una educación mucho más integral y social, donde además de formar y brindar conocimientos de las “ciencias duras” también se entreguen herramientas para enfrentar el cuidado de la salud personal y la vida laboral. Estos temas se pueden tratar y desarrollar en algunas asignaturas como educación física y biología, que respectan al conocimiento del funcionamiento del cuerpo humano y al autoconocimiento.

    Los establecimientos educacionales públicos, privados y de financiamiento mixto tienen gran responsabilidad en nutrir con información y cultura educacional en torno a algunos temas de la promoción de la salud como lo son la alimentación saludable y la actividad física, pues es en las escuelas, colegios y establecimientos de educación en donde los alumnos pasan la mayor cantidad de horas versus el hogar, de manera que estos deberían velar por ofrecer un ambiente y una cultura educacional rica al menos el información por parte del personal docente, que inyecte conciencia en los estudiantes acerca de la importancia del ejercicio en la salud, en factores anímicos y en la complejidad de estímulos fisiológicos que se pueden canalizar a la vida.

    El objetivo del presente estudio fue medir el peso corporal total (PCT), talla (t) e índice de masa corporal (IMC) en adolescentes de institutos educacionales dos contextos: Rural (IER) y urbano (IEU) con la finalidad poder determinar la prevalencia al sobrepeso y obesidad y así elaborar una estrategia de afronte y acción de los grupos más patológicos en estas variables.

Material y métodos

Características de los sujetos

    El presente estudio es de tipo descriptivo y transversal, aplicado durante el año académico 2010 de ambos institutos educacionales. La muestra total correspondió a un total de (n=189) alumnos, donde el instituto de educación urbano (IEU) tuvo una muestra compuesta sólo por mujeres (n=106) y el instituto de educación rural (IER) tuvo una muestra de mujeres (n=13) y hombre (n=83). El primer establecimiento (IEU) se encontraba ubicado dentro del espacio urbano de la comuna de Los Lagos, mientras que el segundo (IER) se encontraba en el sector rural de “Lipingüe” a 6 km al sur de esta comuna.

    El instituto de educación urbana (IEU) esta compuesto por estudiantes mujeres que se dedican a labores de aprendizaje de aula y de formación técnica en el trabajo como educadoras de párvulos. Por otra parte en el instituto de educación urbana (IER) los alumnos desarrollaban actividades de aula además de estar en terreno en actividades del área agropecuaria y forestal.

Tabla 1. Muestra total de alumnos evaluados en su estado nutricional de acuerdo al índice de masa corporal (IMC). Los Valores se muestran en números de alumnos (n)

Protocolo de la evaluación

    El primer proceso llevado a cabo por el equipo investigador fue una reunión con directivos y el profesorado de ambos establecimientos, en donde se coordinaron los días de las evaluaciones así como el protocolo a cumplir. Posteriormente acordados los horarios, el equipo investigador realizo las evaluaciones durante dos semanas, siempre en horario matutino de 8:00 am a 11:00 am.

    Cada sujeto fue evaluado por un profesional del Centro de Salud Público de la comuna de Los Lagos y en acompañamiento de un profesional de cada establecimiento. En una sala apta para ello, se midió en el siguiente orden 1.El peso corporal total (PCT), 2.talla (t) y posteriormente a todas las evaluaciones se calculo el índice de masa corporal (IMC). Para el peso corporal total (PCT) cada sujeto de género masculino fue evaluado con pantalón y polera, para lo cual previamente se obtuvo el peso promedio de estas prendas que se descontó a cada sujeto evaluado (aprox. 350 gr), ocurriendo la misma situación en los sujetos mujeres que fueron evaluadas con su uniforme regular de asistencia a clases. Todos los sujetos fueron evaluados en el sin calzado y con al menos una prenda que cubría completamente el tren superior. Cada evaluación no tuvo un tiempo superior a los cinco minutos.

    Se aplicó la norma técnica de evaluación nutricional del niño de 6 a 18 años de (Pizarro, T., et al 2003), norma vigente aplicada en la salud pública al 2011, compuesta por los siguientes criterios:

Índice de Masa Corporal para la edad (IMC/E)

  • El criterio de calificación según el IMC:

    • IMC < p 10: Bajo peso

    • IMC entre p10 y < p 85: Normal

    • IMC entre p 85 y < p 95: Riesgo de obesidad (sobrepeso)

    • IMC > p 95: Obesidad

  • El criterio de calificación según la Talla/edad fue el siguiente:

    • Talla baja: ≤ p5

    • Talla normal: entre p5 y < p95

Instrumentos

    Para guardar y sistematizar los datos se utilizó un computador notebook Marca Acer® Modelo 5320 incorporado con el sistema operativo de Windows Profesional y el programa de Microsoft Office 2007. Para medir la talla (cm) y el peso corporal total se utilizó una balanza de palanca marca Health o Meter® Profesional, USA.

Análisis estadístico

    Todos los datos fueron ingresados a una planilla Microsoft Excel 2007 para posteriormente ser analizados mediante el programa SPSS® versión 15 para el sistema operativo Windows Profesional®, obteniéndose valores en media, desviación Standard (±SD), valores mínimos y máximos (min-máx.).

Resultados

    El instituto de educación urbano (IEU) presentó los siguientes valores de sobrepeso de acuerdo a la edad; 14 años=50%, 15 años=31,5%, 16 años=45,8%, 17 años=22,5% y en alumnos ≥18 años=27,7%. Por otra parte la obesidad en el mismo establecimiento (IEU) presento los siguientes valores de acuerdo a la edad; 14 años=0%, 15 años=21%, 16 años=4,1%, 17 años=16,1% y en alumnos ≥18 años=22,1%. El mayor porcentaje de alumnos con IMC normal alcanzo el 61,2%.

Gráfico 1. Prevalencia de Sobrepeso y Obesidad en alumnos Mujeres de un Instituto

de educación urbano (n=106). Los valores se presentan en tantos por ciento (%)

    El instituto de educación rural (IER) presentó los siguientes valores de sobrepeso de acuerdo a la edad; 14 años=30,7%, 15 años=12,5%, 16 años=23%, 17 años=27,2% y en alumnos ≥18 años=25%. Por otra parte la obesidad en el mismo establecimiento (IEU) presento los siguientes valores de acuerdo a la edad; 14 años=0%, 15 años=0%, 16 años=7,6%, 17 años=9% y en alumnos ≥18 años=0%. El mayor porcentaje de alumnos con IMC normal alcanzo el 87,5%.

Gráfico 2. Prevalencia de Sobrepeso y Obesidad en alumnos Mujeres y Hombres de un 

Instituto educacional Rural (IER), (n=83). Los valores se presentan en tantos por ciento (%)

    El índice de masa corporal “Normal” en alumnos (n=189) de un instituto de educación rural (IER) y un instituto de educación urbano (IEU). El mayor porcentaje de alumnos con IMC “normal” se presenta en el instituto de educación rural (IER) con un 68% entre hombres y mujeres.

Gráfico 3. Indice de masa corporal (IMC) medida entre alumnos mujeres de un establecimiento educacional urbano (n=106) 

vs. Alumnos mujeres y hombres de un establecimiento educacional rural (n=83). Los valores se presentan en tantos por ciento (%)

    Se puede observar una mayor prevalencia del sobrepeso de las mujeres 38% en relación a los hombres 20% y en el estado de obesidad nuevamente son las mujeres las que se imponen con un 8% versus un 1% de los hombres.

Gráfico 4. Indice de masa corporal (IMC) medida entre alumnos mujeres de un establecimiento educacional Rural (n=106) vs. 

Alumnos mujeres y hombres de un establecimiento educacional rural (n=83). Los valores se presentan en tantos por ciento (%)

    Comparando a los dos institutos evaluados, se observó una mayor “talla baja” en los adolescentes del instituto de educación urbano 18% versus el establecimiento del contexto rural 8%.

Gráfico 5. Variable “talla” medida entre alumnos de un instituto de educación rural (IER) y un instituto 

de educación urbano (IEU), donde se encontraron 27 estudiantes con “talla baja” para la edad

Discusión

    El sobrepeso fue mayor en los adolescentes mujeres del IEU 50% vs. IER 30,7% y la obesidad también presento la misma tendencia IEU 21% vs. IER 7,6%.

    Nuestros resultados del sobrepeso no concuerdan con la Encuesta nacional de salud (Minsal, 2011) pues en esta última los hombres alcanzarían un porcentaje de sobrepeso sobre las mujeres de un 45,3% vs. 33,6% en estas últimas, apreciándose una tendencia mayor tanto al sobrepeso como a la obesidad por parte de las mujeres. Nosotros creemos que estos resultados podrían esta influenciados por la muestra utilizada donde contando a los dos institutos de educación evaluados las mujeres (n=119) y hombres (n=70).

    SI concuerdan nuestros resultados con respecto a la prevalencia a la obesidad, donde según el (Minsal, 2011) las mujeres presentarían una mayor tendencia que los hombres con un 30,7% vs. hombres un 19,2, en sujetos mayores de quince años. Nosotros encontramos promedios en mujeres en el IEU de 22,1% vs. el IER de 7,6%, con una Dif=diferencia entre ambas cifras de un 14,5%, similar a la brecha propuesta por el (Minsal, 2011) con una diferencia entre género de un 11,7%.

    De acuerdo a estos resultados, se hace importante evaluar las cifras de prevalencia al sobrepeso y obesidad en cada región, institución, comuna u lugar determinado, pues en el presente caso se esta evidenciando que las adolescentes mujeres presentan una mayor prevalencia tanto al sobrepeso como a la obesidad tanto en el contexto rural como urbano y comparando los dos contextos, son las alumnas del IER las que presentan una mayor normalidad frente a la variable IMC en relación a las alumnas del IEU que presentan valores más altos tanto del sobrepeso como obesidad. Necesariamente esta situación requiere intervención en; 1.Revisión de minuta diaria de alimentación de las alumnas, 2.Elaborar una estrategia para saber cómo abordar esta situación e implementar todas aquellas acciones que lleven a las alumnas a adquirir mayor información acerca de temas como alimentación saludable y actividad física, labores en las que directivos y cuerpo docente pueden jugar un rol muy importante.

    Otro punto importante de mencionar es el observar a la tendencia al mayor sobrepeso y obesidad que presentan las alumnas del IEU vs. el IER, en donde parecería que las alumnas del sector urbano estarían teniendo una mayor ingesta energética en relación a sus pares del sector rural. Revisada esta situación, la cuestión no estaría tanto en la ingesta sino más bien en el gasto energético, pues son las alumnas del IER, o sea del sector rural las que presentarían al parecer un mayor gasto energético por dedicarse a labores de la agricultura, cultivos de plantas, trabajos relacionados con la actividad forestal entre otros, lo que implicaría más allá de tener una similar ingesta energética que las alumnas del IEU, estas últimas se desplazarían más, realizarían más trabajos relacionados con la actividad muscular y por ende tendrían una masa muscular mucho menos disfuncional en relación a sus pares del IEU donde se aprecia una mayor sedentarismo probablemente porque pasan más horas en aula y menos en trabajos de terreno como recorrer largas extensiones de terreno diario. Todas estas apreciaciones no son más que estimaciones en base a los antecedentes y características de los sujetos y respecto a los resultados encontrados, sin duda que se necesitarían otros estudios e incluyendo a otras variables de incluso componentes más sociales para verificar estas apreciaciones.

    Según la última Encuesta Nacional de Salud (Minsal, 2011), En nuestro país, las personas mayores de quince años hombres tienen un 45,3% de sobrepeso mientras que las mujeres un 33,6%, la obesidad en hombres alcanza un 19,2%, mientras que en mujeres un el 30,7%, además en la obesidad mórbida las mujeres seguirían superando a los hombres con un 3,34% versus 1,26% en hombres.

    Por otra parte la mayor talla baja, es decir, el lugar en donde se observaron alumnos con una mayor retraso en la estatura de acuerdo a la edad se presento justamente en el IEU, situación que nos llevaría nuevamente a relacionar si ¿tiene relación en la etapa de la adolescencia el realizar una mayor u menor actividad física en relación al estímulo de crecimiento óseo-muscular?, pareciera ser que existiría cierta relación u influencia alguna, después de todo algunos autores como (Veldhuis, et al, 2005) han señalado que el crecimiento es un proceso complejo que comienza en el útero, prosigue durante la infancia, la niñez, la pubertad y la adultez temprana, además este proceso estaría caracterizado por interacciones independientes de la edad y el sexo, específicamente entre factores claves genéticos, ambientales, nutricionales, socioeconómicos, comportamentales, metabólicos y bioquímicos (Veldhuis, et al, 2005), ello podría argumentar al movimiento y actividad óseo-muscular como un importante estimulador del crecimiento u velocidad del crecimiento óseo. Una buena opción por parte del profesional del área de ejercicio es crear algunas baterías de test que permitan medir y valorar el crecimiento y comportamiento de ciertas variables antropométricas relativamente fáciles de medir en los estudiantes y que efectivamente puedan ser una buena opción para orientar y controlar algunas variables relacionadas con el crecimiento y maduración (Álvarez, C., 2008). Más profundamente acerca de este proceso es necesario recurrir a los procesos de diferenciación entre crecimiento, maduración y desarrollo que intentan explicar algunos autores (Tanner, 1989; Pizarro, T, et al 2004: Veldhuis, et al, 2005).

Conclusiones

    En presencia de la alta prevalencia al sobrepeso en ambos establecimientos es necesario aumentar la actividad física, el gasto energético y adecuar la minuta semanal de alimentos en los estudiantes de ambos contextos que efectivamente se encuentren en este estado para evitar su paso a la obesidad y como la obesidad es mayor en las alumnas mujeres del establecimiento urbano es necesaria una intervención en dieta y ejercicio.

Bibliografia

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