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Sistema de Medición de la Calidad de la Educación 

Física en Chile: análisis crítico sobre el estado de la cuestión

 

Profesor de Educación Física. Universidad de Los Lagos, Osorno

Magíster en Actividad Física y Vida Saludable ©. Universidad de la Frontera, Temuco

Estudiante del Master en Innovación, Evaluación y Calidad de la Educación Física.

Universidad Autónoma de Madrid

Felipe Ignacio Cañoles Cañoles

papafelite@hotmail.com

(Chile)

 

 

 

 

Resumen

          El objetivo de este trabajo es analizar de una manera crítica el SIMCE de Educación Física, recién implantado en Chile, su contraste con las políticas anunciadas por el gobierno, para disminuir los niveles de sedentarismo y mejorar la salud de la población, las reacciones de los docentes en torno a esta evaluación y las posibles consecuencias tanto positivas como negativas que podrían llegar a tener estas medidas, además haremos una discusión y contrastaremos la información con los antecedentes recopilados y los distintos autores que se refieren al tema, y finalmente expondremos unas conclusiones personales del autor.

          Palabras clave: SIMCE. Educación Física. Evaluación. Salud.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 154, Marzo de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    Mediante este trabajo, analizaremos el SIMCE (Sistema de Medición de la Calidad de la Educación) en Educación Física, recientemente implantado en esta asignatura en Chile, como consecuencia de una serie de medidas anunciadas por el gobierno para bajar los índices de sedentarismo y obesidad en este país.

    Reflexionaremos sobre las necesidades que tenemos como sociedad y el estado actual de la cuestión, además de las implicaciones que podrían llegar a tener la mala utilización de estos resultados para el desarrollo de las actitudes vinculadas con la actividad física de los niños y jóvenes.

    Además aclararemos los términos que se relacionan con la actividad física vinculada a la salud, y las diferencias significativas con el rendimiento físico.

    Finalmente intentaremos contrastar toda la información, realizando una discusión coherente y con un sentido crítico sobre el recién implantado SIMCE de educación física, exponiendo las conclusiones del trabajo realizado, todo esto orientado a la promoción y desarrollo de hábitos de vida activa y saludable para población escolar de Chile.

Estado de la cuestión

    En el tradicional discurso del 21 de mayo, este 2010, el actual presidente de la república de Chile, Sebastián Piñera Echeñique, en cadena nacional (Radio y Televisión), se refirió directamente a los problemas de sedentarismo y malas prácticas en relación con la actividad física en nuestro país, las implicaciones con relación a la salud y las decisiones a tomar por el actual gobierno, un paso muy importante para nuestra área ya que marca un precedente y la preocupación evidente del gobierno en torno a un tema muchas veces sub valorado, pero con la convicción que se trabajara en la búsqueda de soluciones concretas. Así Piñera expreso que:

    “La epidemia de obesidad y sobrepeso sigue en aumento; y el sedentarismo ya afecta a 8 de cada 10 chilenos [….]

    Partamos por lo esencial. No hay mejor médico que uno mismo. Necesitamos desarrollar hábitos de vida más saludables, disminuir el tabaquismo y el consumo de alcohol, mejorar los hábitos alimenticios, hacer más deporte y tener más contacto con la naturaleza [….]

    Para ello aumentaremos gradualmente las horas de educación física, desincentivaremos el consumo de alimentos de baja calidad o alto contenido graso y promoveremos hábitos de vida más sanos [….]

    Finalmente, estamos elaborando un nuevo proyecto de Objetivos Sanitarios para la década 2010–2020, cuyo foco estará en la prevención de enfermedades, y el fomento a hábitos de vida más sanos [….]

    Queremos transformar a Chile en un verdadero país de deportistas y no de sedentarios. Hoy, sólo una de cada 5 personas mayores de 15 años practica algún deporte con regularidad. Esto quiere decir que 4 de cada 5 chilenos son sedentarios [….]

    El deporte no sólo mejora el estado físico, el ánimo y la salud, también enseña valores y es un poderoso instrumento para combatir la droga, el alcoholismo y la delincuencia. Después de todo, hay mucha sabiduría en aquello de, mente sana en cuerpo sano [….]

    Nuestra meta es duplicar de 2,8 a 5,6 millones el número de deportistas en los próximos 8 años [….]

    Para ello, no sólo vamos a reestructurar completamente a Chiledeportes, para impedir que sea utilizado con fines ajenos a la promoción del deporte, sino más importante aún, vamos a promover los hábitos deportivos, incrementando las horas de práctica de deporte en las escuelas, fomentándolo en las comunas y empresas y fortaleciendo a los clubes deportivos, de forma de llegar con el deporte hasta el último rincón de nuestro país [….].

    Finalmente, le he encomendado al subsecretario de Deportes [….] la organización de las Olimpíadas Bicentenario, que permitirán una sana competencia desde junio hasta septiembre, entre comunas, provincias y regiones, en un conjunto de deportes y actividades culturales, cuyas finales se realizarán en el mes de septiembre, en distintas regiones del país [….]

    El país de las oportunidades tiene que acoger mejor a los 2 millones de compatriotas que viven con alguna discapacidad física, mental o síquica [….]”

    Una de las medidas y retos que asumió el Gobierno de Chile, a través del Ministerio de Educación y la Subsecretaria de Deportes, fue realizar una evaluación de la calidad de la Educación Física, mediante una serie de test físicos que fueron aplicados a cerca de 16.000 estudiantes de 8º básico de distintos establecimientos, tanto municipales, particulares subvencionados y privados a lo largo de nuestro país. (EducarChile, 2010)

    Esta medida fue alabada y cuestionada por muchos docentes, y mediante este artículo e intentaremos exponer las virtudes y aprensiones de éstos, entrevistados en los distintos medios de comunicación.

    Con aplausos unánimes fue recibido en la Región de La Araucanía, el anuncio presidencial del 21 de mayo. Se trata de aumento de horas de educación física en los colegios y la incorporación de esta asignatura en el SIMCE. Consideran que es un hito histórico y positivo que contribuirá a mejorar el estilo de vida de los chilenos, pero les preocupa la metodología que se utilizará en la evaluación (Diario Austral de Temuco, 2010).

    Roberto Lagos, secretario de estudios de la carrera de Educación Física de la Universidad Autónoma de Chile, también aplaudió la aplicación de un SIMCE de educación física, pero advirtió que:

    “La idea es brillante si se miden parámetros que sean determinantes. No sólo metabólico o biológico, sino también cuánto conoce el niño sobre lo que es la actividad física, cuánto se cuida, si conoce e identifica cosas que le puedan afectar. También medir aspectos fisiológicos, resistencia orgánica, velocidad, capacidades físicas y competencia motriz. Conocimientos, actitudes y valores” (Diario Austral de Temuco, 2010).

    Las preocupaciones del gobierno en torno los niveles de vida activa de los chilenos, son evidentes, en un reciente estudio del Observatorio Social de la Universidad Alberto Hurtado (OSUAH), realizó un estudio nacional, en conjunto con Chiledeportes (institución estatal orientada a la masificación de la práctica deportiva y la obtención de logros internacionales), con el objetivo fundamental de caracterizar los hábitos de actividad física y deporte en la población nacional de 18 años y más. Esta encuesta arrojo que el 87.2% de la población de este rango etario es sedentaria en Chile. Eso se traduce en que casi 9 de cada 10 chilenos se clasifican bajo esta condición (OSUAH, 2009).

    Obviamente la actividad física escolar, a través de la educación física cobra un papel preponderante para una educación hacia la salud, un papel que se debe tomar muy en serio por las implicancias que el sedentarismo conlleva no solo físico, sino que psico-emocional y económico, para el individuo y el estado en general, y aunque a la fecha los datos no son convincentes, Sallis & McKenzie (1991), señalan que existe la creencia de que los niños sedentarios, se convertirán en adultos inactivos y de forma bastante consensuada se habla que la infancia es el período evolutivo ideal para la adquisición de un estilo de vida saludable, dado que el mismo se adquiere porque el niño lo repite como comportamiento habitual sin plantearse la conveniencia o no del mismo, tal y como lo realiza el adulto (Kelder y cols, 1994 en Delgado), es por ello la importancia de crear hábitos de vida activa en los establecimientos educacionales, de centrarse en la práctica masiva más que en la selectiva, de realizar actividades que favorezcan la adherencia al ejercicio y poder generar practicas enfocadas a la salud y no al rendimiento físico que se asocia a la selectividad, es decir solo a la participación de los que son competentes.

    Parece ser que la existencia de bajos niveles de actividad física en lo niños y jóvenes tendría repercusiones para la salud por el resto de la vida. De hecho, las enfermedades coronarias, en las que una conducta sedentaria es un factor de riesgo, ésta se considera como un proceso que tiene su origen en la niñez (Sallis, 1994).

    Devís y Peiró (1997) nos señalan que no existe entre los diferentes autores acuerdos sobre el significado o los contendidos de la actividad física relacionada con la salud. Algunos autores tratan de buscar solución a este problema distinguiendo entre ejercicio físico y condición física (Almond, 1988), o entre actividad física y condición física (Meredith, 1988; Biddle, 1991)

    Independientemente de la discusión que realizan los especialistas sobre la cantidad y el tipo de actividad física regular, y si esta es saludable a corto y mediano plazo, lo cual analizaremos más adelante, es indudable el papel que juega el ejercicio en la prevención de la obesidad y la importancia que esta tiene a lo largo de la vida para conseguir una mejor calidad de vida (Piéron, 2003).

    Con respecto al termino actividad física, encontramos en la literatura un sin número de definiciones.

    Clarke, (en Lamela, 2005) la define como “la capacidad de realizar el trabajo diario con vigor y efectividad, es decir, con máxima eficiencia y mínimo gasto energético, retardando la aparición de la fatiga y previniendo la aparición de lesiones”.

    Delgado, Gutierrez, y Castillo (2004), vienen a designarla como “la vitalidad de una persona y su aptitud real para las acciones que emprende”. Dicha condición física se puede mejorar por medio del ejercicio físico, de la actividad física no intencional o por la práctica deportiva.

    La Organización Mundial de la Salud la define como “la capacidad de una persona para realizar satisfactoriamente el trabajo muscular” (O.M.S., 1968).

    El Colegio Americano de Medicina Deportiva, determina que:

    “La forma física es el estado dinámico de energía que permite a las personas llevar a cabo las tareas diarias habituales, disfrutar del tiempo de ocio activo y afrontar las emergencias imprevistas sin una fatiga excesiva, a la vez que ayuda a evitar las enfermedades hipocinéticas y a desarrollar el máximo de la capacidad intelectual y a experimentar plenamente la alegría de vivir” (Pate, 1988; Bouchard y cols., 1994; Rodríguez, 1995 en Lamela, 2005)

    La condición física relacionada con la salud se refiere a aquellos componentes de la condición física que se ven afectados favorable o negativamente por el nivel habitual de actividad física y están relacionados con el estado de salud, así Devís (2000) define los componentes o cualidades de la condición física en el siguiente cuadro.

Condición Física

Relacionada con las Habilidades Atléticas

Condición Física

Relacionadas con la Salud

  • Agilidad

  • Potencia

  • Resistencia Cardiorrespiratoria

  • Fuerza y Resistencia Muscular

  • Composición Corporal

  • Flexibilidad

  • Velocidad

  • Equilibrio

  • Resistencia cardiorrespiratoria

  • Fuerza y Resistencia Muscular

  • Composición Corporal

  • Flexibilidad

    En cuanto la Organización Mundial de la Salud propuso una definición multidimensional, compleja, dinámica, amplia y de carácter positivo que entendía la salud como “El estado completo de bienestar físico, mental y social, así como la capacidad de funcionamiento, que permiten los factores sociales en que los individuos y la comunidad se hallan inmersos” (Bouchard, Shephard, & Stephens, 1994). Entre las propuestas de modificación de esta definición destacamos la sustitución del estado completo de bienestar por el más alto nivel de bienestar como un continuum entre el polo negativo y el polo positivo del estado de salud.

    En respuesta a las peticiones de la primera autoridad, en torno a mejorar la práctica de actividad física, y preocupación por los índices de sedentarismo, El Ministro de Educación, Joaquín Lavín, junto al Subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle, iniciaron el 27 de septiembre de 2010 el primer SIMCE (SISTEMA DE MEDICION DE LA CALIDAD DE LA EDUCACION), en Educación Física, una prueba que se aplicara en un total de 170 comunas. En total se medirá a 337 colegios, lo que equivale a más de 16 mil estudiantes, según datos del propio Ministerio de Educación (EMOL, 2010)

    Referente a este magno evento a nivel nacional, lamentablemente la información oficial que se tiene es más bien escueta, solo un informativo que se hizo llegar a los colegios para explicar en qué consistían las pruebas, además de la información referente al tema entregada por los diferentes medios de comunicación, algo preocupante para los profesores de Educación Física, si pensamos que se está midiendo la calidad de nuestro trabajo en el aula. Este informativo, hace referencia a los cinco test de condición física que serán evaluados por profesionales de la actividad física, capacitaros anteriormente por las autoridades pertinentes, test que se aplicaran a los niños y cuyo instructivo fue entregado mediante un díptico con la siguiente información:

    “Estimados docentes y directivos:

    Durante el mes de octubre de este año, se aplicara por primera vez en el país una evaluación SIMCE de Educación Física, a una muestra de establecimientos de 8º Básico. El propósito de esta evaluación es diagnosticar el estado de los estudiantes por lo que sus resultados servirán de línea de base para futuras evaluaciones

Ministerio de Educación.

    ¿En qué consiste esta evaluación?

    Esta evaluación consiste en la medición de la aptitud física de los estudiantes, considerando cinco aspectos fundamentales: masa corporal, resistencia aeróbica, resistencia muscular, potencia muscular y flexibilidad.

    ¿Por qué se realizará esta evaluación?

    En el Marco Curricular vigente señala que es sistema escolar, en especial desde el subsector de Educación Física, debe educar a sus estudiantes en la adquisición de estilos de vida saludables. Uno de los comportamientos que se consideran favorables para la salud en la práctica adecuada y regular de actividad física.

    Es por ello que desde el subsector de Educación Física se promueve el desarrollo de programas de ejercicio físico que mejore la salud y calidad de vida de los estudiantes, y, en consecuencia, se requieren de evaluaciones que permitan determinar los avances logrados.

    Con los resultados de la evaluación, se conocerá el estado físico de los estudiantes de 8º básico y el porcentaje de ellos que se encuentra en un nivel considerado saludable. Del mismo modo, al efectuar periódicamente esta prueba, se podrá evaluar los progresos en esta materia

    ¿Cómo se medirá el estado físico de los estudiantes?

    El estado físico se medirá mediante las siguientes pruebas.

  1. Abdominales. Para medir la resistencia muscular, los estudiantes deberán realizar un abdominal corto cada 3 segundos, tantos como puedan a ese ritmo.

  2. Salto a pies juntos. Para medir la potencia muscular y fuerza, los estudiantes deberán dar un salto longitudinal partiendo de la posición de pie, piernas fletadas y pies juntos. En un solo impulso deberá lograr la mayor distancia

  3. Test de Navette. Caminado (al comienzo), trotando (durante la mayor parte del test) y corriendo (en la parte final del mismo), el estudiante se desplaza por su carril entre dos líneas paralelas ubicadas a 20 metros de distancias entre sí, al ritmo de un pulso sonoro que acelera progresivamente

  4. Test de flexión de tronco adelante (Wells y Dylon adaptado). Para medir la flexibilidad, los estudiantes realizaran una prueba de alcance, en la cual intentaran llegar lo más lejos posible con la mano. Se podrá realizar tres intentos, y se registran en centímetros.

  5. Índice de masa corporal. Para estimar el total de grasa en el cuerpo de los estudiantes, se utilizara el peso (en kilogramos) y la altura (en metros), para calcular el índice de masa corporal, en cual se obtiene dividiendo el peso por la altura al cuadrado”

 

   Este SIMCE para la educación física, ha sido discutido por unos y alabado por otros, así Mauricio Cresp, director de la carrera de Educación Física de la Universidad Católica de Temuco, sostuvo que está de acuerdo con la aplicación del SIMCE en educación física, si esto trae consigo la incorporación de más horas para la asignatura, así Cresp señalo que, “La incorporación de más horas es positiva, especialmente si se considera el sedentarismo y el desmejoramiento de las condiciones de vida de la población” (Diario Austral de Temuco, 2010).

    Rodrigo Ojeda, de la misma escuela, agregó que “hoy la globalización y la automatización hacen que las personas requieran cada vez menos de su cuerpo para desarrollar actividades y que en este contexto es buena cualquier actividad física inducida que se pueda desarrollar como práctica sistemática en los colegios”, los dichos de Ojeda, estarían justificando la utilización de herramientas de evaluación en el área de Educación Física, si esto lleva consigo además la incorporación de más horas para la práctica de actividad física en los establecientes educacionales. Pero coincidió en que “para que haya un efecto real debe haber un trabajo sistemático. Tal vez sería más eficiente poner las horas en lunes, miércoles y viernes", acotó Ojeda (Diario Austral de Temuco, 2010).

    El director de la Escuela de Educación Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Luis Espinoza, señalo que el SIMCE de Educación Física podría convertirse en una oportunidad de desarrollo para los niños y jóvenes de este país, pero también, señaló, que “podría transformarse en una amenaza para dichas pretensiones si el modelo que se pretende construir, se reduce sólo a las concepciones que favorecen la lógica del producto y sus resultados”. Según el experto, creer que la educación física de “calidad” se reduce a demostrar un estándar externo, ajeno a la singularidad cultural, histórica y personal podría llevar al desvío de las metas, “generando un instrumento técnico y manipulador del rendimiento físico para alcanzar resultados y productos visibles” (La Tercera, 2010). Además, Espinoza fue enfático en señalar que “el proceso sin un logro de aprendizaje alcanzado no genera motivación para nuevos desafíos, pero la ansiedad por alcanzar los resultados, enfatizando el producto sin considerar la riqueza formativa del proceso, es amiga de la frustración, el desencanto y la desmotivación” (La Tercera, 2010).

    Durante la infancia se van estableciendo los patrones de comportamiento que acompañaran al niño o niña durante toda su vida, alimentación, higiene, actividad física, y otros hábitos o malos hábitos tienen sus raíces en la infancia (Ortega 1991).

    Es por ello que las motivaciones y la búsqueda de la adherencia al ejercicio cobran una vital importancia para lograr crear buenos hábitos en torno a la salud de los individuos, por lo que la promoción de la actividad física en la etapa escolar resulta tan relevante, y el papel que ocupa la Educación Física, esencial.

    En torno a la discusión que se genera sobre la adherencia al ejercicio físico, Devís (2001), nos señala que las perspectivas de metas y logros se ha convertido en uno de los marcos teóricos predominantes en la fundamentación sobre la motivación en el deporte y la actividad física (Duda, 1992, 1993, 1996; Papaioannou, 1995; Tresure y Robert, 1995), por lo que resultaría un tema interesante de analizar para poder explicar la baja adherencia al ejercicio físico y deportivo que tiene nuestra población, y contrastarlas con las políticas en torno a este tema especialmente en el sistema escolar.

    Estos autores señalados anteriormente por Devís, señalan dos perspectivas de meta importantes que actúan en las actividades de logro: una implicación a la tarea y una implicación en el ego.

    Cuando las orientaciones están relacionadas a la tarea, las percepciones de competencia de los alumnos son autorreferenciadas, y las experiencias de dominio de las tareas, de esfuerzo y/o mejora personal producen un sentimiento de éxito (Devís 2001). Cuando se trabaja bajo esta orientación la motivación se encuentra intrínseca en el trabajo realizado. Investigaciones previas de Duda & Nicholls (2002), indican que una orientación a la tarea está relacionada con la idea de que los propósitos de la educación física son: favorecer una ética de trabajo en el alumnado y el deseo por el dominio de la actividad, fomentar su salud y su nivel de condición física y mejora de sus habilidades motoras, además de estar vinculado a la idea de que cualquier actividad tiene su fin en sí misma, de ahí que la orientación a las tareas se relacionen con una mayor diversión y un interés intrínseco en las actividades de logro (Thorkildsen & Nicholls, 1998).

    Es importante resaltar que si queremos fomentar estilos de vida activos en la población adulta, partiendo desde las bases, no solo escolar, sino extraescolar, debemos crear ambientes de clases propicios, facilitar las tareas y orientarnos hacia la consecución de los objetivos, fomentando la participación de los alumnos en todo el proceso, en un contexto democrático y de participación.

    Cuando las orientaciones de la clase de educación física está orientada hacia las perspectivas de ego, la competitividad, y el competir contra otros toma un papel relevante, las personas implicadas en el ego sienten que tienen éxito cuando demuestran ser mejores que los demás, pero solo tiene éxito a corto plazo, cuando la persona no tiene dudad sobre sus capacidades. En aquellos casos en lo que predomina la implicación en el ego y la persona cree que no podrá demostrar una capacidad superior, en más probable que se produzca cogniciones y conductas de logro negativas (por ejemplo una ejecución deteriorada, el abandono, la falta de interés, etc. (Onofre, 2004).

    Así Ortega (1992), señala que la competición aporta una alta motivación, a la vez que constituye un medio de promover la autosatisfacción del niño u desarrollar los músculos y la coordinación, pero solo cuando existe alguna posibilidad de conseguir el éxito.

    Debemos tener presente que la creación de estos ambientes de competición y necesidad de conseguir éxito se asocia con la necesidad de incrementar el estatus social de la persona, junto con el sentido de vanidad.

    Hall (1998), señala que la adicción al ejercicio (vigorexia), estaba relacionada positivamente con las percepciones de un ambiente orientado al ego, y el uso de esteroides y la intención de utilizarlos en el futuro, entre culturistas de profesión (Troutman y Duda, 1999 en Devís 2001).

    Duda y Kim (1997 en Davís 2001), encontraron que las gimnastas estaban en peligro debido a su excesiva preocupación por la comida y su actitud negativa hacia ella, cuando las familias y los gimnasios estaban mal orientados hacia el ego, lo cual no sucedía según Duda si la orientación estaba ubicada hacia la tarea.

    Patricio Colante, Secretario Regional Ministerial de Educación de Valparaíso señalo: “Quiero destacar que este diagnóstico nacional pretende evaluar el nivel de desarrollo de nuestros estudiantes en educación física para aplicar futuras políticas en el campo deportivo y en el campo de la formación en educación física. (La Tercera 2010)

    Por otro lado Joaquín Lavín, Ministro de Educación, detalló al referirse la SIMCE en Educación Física que el test incluirá una medición del índice de masa corporal, con el fin de determinar cuántos alumnos tienen sobrepeso; así como una prueba de flexibilidad que, en su opinión, "es quizás la más difícil". (EMOL, 2010)

    Lavín explicó que también se medirá la capacidad aeróbica de los alumnos, con una prueba similar a un test de esfuerzo, que consiste en "correr 20 metros ida y vuelta varias veces hasta que se cansen"; la resistencia muscular, mediante abdominales; y la potencia muscular, para lo cual los alumnos "deben saltar con los pies juntos".

    "Son pruebas bastante amigables", señaló el ministro, quien indicó que el mismo test también se realiza en los colegios de Estados Unidos y en Europa (emol, 2010).

    En el diario La Tercera, Rodrigo Tejada, director de la carrera de Educación Física de la Universidad Andrés Bello, señaló que:

    “La prueba no mide la calidad de clases si no quiénes son los mejores deportistas y cuántos alumnos padecen de sobrepeso. Según el académico, la medición se aplicó en sus comienzos con el objetivo de medir la calidad de la educación. “Pero no se desarrolló como un instrumento para ver quiénes son mejores deportistas, tienen sobrepeso o mejor índice de flexibilidad. El test debería buscar establecer indicadores claros del desarrollo motor de los niños, habilidades y competencias motrices que contribuyan a formar un ser íntegro que sea un aporte a la sociedad y a su vez posea una mejor calidad de vida” (La Tercera, 2010).

    Si bien Tejada está de acuerdo con la aplicación en general y rescata que se aplique con fines experimentales o de diagnóstico, señaló, que “deberían involucrarse los propios actores de la asignatura, buscando consensuar parámetros de medición realmente objetivos de la calidad de la Educación Física” (La Tercera, 2010).

    Davís (2001), nos señalan la relación entre los beneficios y los riesgos de la actividad física relacionada con la salud. El autor indica que es fundamental conocer los beneficios y riesgos antes de realizar cualquier actividad física y tener presente por sobre todo el efecto global de la actividad sobre la salud de las personas.

    Uno de los factores a tener en cuenta es la cantidad de actividad física que, a pesar de no estar definida se puede encontrar orientaciones en la literatura. Así según Panrazi (2000), Sallis, Alcaraz, McKenzie, & Hover (1999), nos señalan que los mayores beneficios para la salud se obtienen cuando se pasa del sedentarismo a nivele moderados de actividad, pero estos beneficios orientados hacia la salud van disminuyendo cuando se pasa de los niveles moderados de actividad hacia el alto rendimiento. Esto nos indica claramente que no hay una relación positiva entre altos niveles de condición física y altos niveles de salud, por lo que es un factor importe a considerar cuando se planifican actividades físicas que buscan beneficios para la salud.

    Cuando se le consultó sobre este tema el Ministro Lavín dijo:

    “El objetivo de este primer SIMCE de Educación Física es establecer una línea de base y sobre ella ir comparando qué pasa en el futuro. La idea es que este SIMCE se tome año a año de tal manera de ir midiendo cómo evoluciona la condición física de los niños” (EducarChile, 2010).

    En la misma línea, el subsecretario de Deportes Gabriel Ruiz-Tagle afirmó al diario el mercurio que “lo que estamos presenciando es un capítulo muy importante en la batalla contra el sedentarismo” (emol, 2010).

    Es muy importante considerar la visión del modelo de Educación física y salud que se quiera implantar, Davís y Peiró (1992), presentan tres modelos o visiones de la Educacion Física enfocada a la salud, el primer modelo tiene na fundamentacion fisiologica, anatomica y biomecanica, centrada en el movimiento, el segundo modelo se fundamenta basicamente en la psicologia experimental, se apoya en la racionalidad, la libertad y la autonomia, y el tercer modelo se basa en un modelo sicologio, especialmente enfocado hacia la critica social y la enseñanza para enfrenar las desigualdades.

    Ruiz-Tagle afirmo que “éste es un test que toma todo en consideración y si hay alguna persona que por razones especiales no lo puede rendir, eso se respeta”. Según los dichos del subsecretario de deportes, se asume que las personas con alguna discapacidad física o mental no serán evaluadas (La Nacion, 2010).

    La Directora de Pedagogía en Educación Física de la Universidad San Sebastián, Alejandra Moffat, cuestionó los posibles resultados que pudiese tener el test. “La interrogante es si al evaluar la resistencia cardiorrespiratoria, la potencia muscular y la flexibilidad, efectivamente se está evaluando el real objetivo de las clases de educación física”. Además, la académica desconfió de los contenidos a evaluar de la medición, poniendo en duda su eficacia para mejorar la calidad de vida o un aporte para las clases de los escolares. Moffat reconoció que la prueba Simce puede ser un instrumento valioso en la educación. Sin embargo aseguro que:

    “La evaluación en el ramo y en Educación en general puede considerarse un acierto, pero lo que sí deberíamos medir y mejorar es la calidad del desempeño de quienes son responsables de promover hábitos alimenticios sanos y estilos de vida saludables en los niños y en la escuela. Sólo así la clase de educación física conseguirá -sin necesidad de evaluar el rendimiento de sus alumnos- modificar las estadísticas de sedentarismo y obesidad que hoy tenemos en Chile”. (La Tercera, 2010)

    En una Carta abierta al director del diario la tercera, Marcelo Zuñiga, se refiere al cuestionado SIMCE, así:

    “Señor director:

    Al parecer, el nuevo Simce de Educación Física aplicará una prueba para medir la capacidad de resistencia aeróbica, además de una medición del índice de masa corporal y una evaluación de fuerza y flexibilidad.

    De ser así, se reducirá a la mínima expresión la evaluación de lo que realmente la educación física busca desarrollar, según el currículum vigente. A lo sumo, se estaría evaluando sólo el primero de los cuatro criterios de este sector. ¿Dónde quedan las actitudes personales y sociales positivas, criterios de seguridad y de higiene y apropiación del medio natural?

    Más aún, dado que se aplicará a alumnos de octavo básico, el Simce debería evaluar los objetivos fundamentales de ese nivel, esto es, práctica de deportes, vida al aire libre e interpretación folclórica, además de salud y calidad de vida.

    En conclusión, no resulta apropiado denominar a estas pruebas como "Simce en educación física", cuando más bien corresponden a una "medición de condición física". Esto, porque se evaluará sólo la resistencia, dejando de lado otros aspectos tan importantes como las capacidades perceptivas o decisionales, tan útiles no sólo para el desarrollo de algún deporte en particular, sino que para la formación integral del niño.

    Cuando se quiera diseñar un auténtico Simce [sic] para Educación Física, sugerimos pedir la opinión a las escuelas formadoras. De otra manera, se destinarán recursos, tiempo y, sobre todo, se someterá a los alumnos, a una prueba que no reflejará los reales niveles de aprendizaje que debería enseñar nuestra disciplina. Una vez más se habrá perdido una excelente oportunidad de hacer algo que realmente sirva para identificar las falencias de la educación física chilena” (Marcelo Zúñiga, 2010).

    En la carta expuesta anteriormente, queda de manifiesto la intencionalidad pedagógica que se le debe dar a la Educación Física, la creación de hábitos de vida activa en los diferentes ámbitos, la correcta interpretación del currículo y por sobre todo critica la falta de dialogo entre los docentes en el diseño de esta herramienta de evaluación.

Discusión

    Pareciera ser que el SIMCE de educación física, es aceptado por la mayoría de los profesores de educación física de las distintas universidades del país, dejando en evidencia la necesidad de saber el estado físico actual de la población escolar, y poder comenzar a tomar medidas en torno a estos posibles malos resultados, que según las propias autoridades posiblemente se encontraran, y que repercuten, favoreciendo el deterioro de la salud por la aparición precoz de enfermedades crónicas modernas en nuestra población, sin embargo queda en evidencia la preocupación por parte de los docentes frente al desconocimiento de la forma y el cómo se analizaran y utilizaran los datos encontrados, ya que malas prácticas en este sentido, podrían traer repercusiones negativas para la población.

    Una de las cuestiones que más preocupa al gobierno y queda reflejado en el discurso presidencial del 21 de mayo de 2010, son los malos hábitos relacionados con el deporte y la actividad física, teniendo estos hábitos de vida sedentaria, repercusiones sanitarias importantes en nuestro país. Aunque según la definición de la OMS, el desarrollo físico es solo una parte, de la salud integral de un sujeto, ya que la salud física debe estar acompañada de la salud sicológica y sociales, esto debe ser un complemento y tiene estrecha relación con la educación física y los beneficios de una vida activa.

    Una mala adherencia al ejercicio es seguramente el motivo principal de los elevados índices de sedentarismo en nuestro país. Es por ello que es tan importante el análisis de esta prueba de medición de la calidad de la educación física ya que sus repercusiones podrían influir en los comportamientos relacionados con las prácticas deportivas y física de nuestra población.

    La batería de test que se aplican a los escolares para saber el estado físico de ellos, podría resultar interesante, si su objetivo es conocer el estado actual de la población, pero cualquier otra comparación por ejemplo: comparar año tras año, entre colegios, entre compañeros entre zonas geográficas etc.(que es lo que se pretende), sería perjudicial, especialmente para lograr adherencia al ejercicio en los niños con menos capacidades físicas y motoras, además de estigmatizar a la población, designando nombres referenciales a los colegios como: “el colegio de deportistas” o “la escuela de los gordos o lentos”, no obstante estaríamos propiciando que la clase de educación física, perdiera su carácter educativo, enfocándose en la obtención de resultados para superar los datos anteriores, perdiéndose el carácter formativo y lúdico de la clase.

    Otro punto que no hay que perder de vista en este sentido, es el tipo de orientación que se le dará a esta evaluación. Estos parámetros de evaluación de la condición física, con el objetivo de comparar, jerarquizar y estandarizar los resultados se podría acercar más a una orientación al ego, que según Devís, podría generar desmotivación y deserción en las personas con menor capacidad física, teniendo como resultado un disfrute solo de los que poseen cualidades físicas destacables, agrandando la brecha que hoy ya existe en educación, propiciando que los menos hábiles física o motrizmente dejen la actividad a los más destacados.

    Esto obviamente estaría favoreciendo a los niños que en este caso, no solamente realizan deporte en el colegio, con buenas instalaciones, ofertas deportivas variadas y profesores especialistas (colegios privados), sino además fuera del establecimiento, en clubes deportivos, enfocados a la competición y al cual solo acceden los niños con proyecciones deportivas.

    Pero la confusión de conceptos relacionados con la actividad física, hace más difícil el entendimiento de los objetivos que persigue este sistema de medición de la calidad de la Educación Física, ¿queremos un país de deportistas? O ¿un país físicamente activo? ¿Queremos fomentar la práctica en los niños con más capacidad física y con proyecciones deportivas y competitivas, hacia el alto rendimiento? O ¿queremos que la población sedentaria e inactiva, se transforme en físicamente activa? ¿Queremos el desarrollo de la condición física? O ¿queremos un país más sano?

    Los objetivos que se pueden obtener de las orientaciones que nos entrega el Gobierno acerca de las necesidades de mejorar la condición física de los niños de 8º básico, para (según el propio Gobierno) disminuir los niveles de sedentarismo, son discutibles ya que la mejora de la condición física, no tiene necesariamente relación con la batalla contra el sedentarismo, es mas no toda la actividad física tiene relación con la salud, como apuntan Sallis y McKenzi (1991), y como ya hemos dicho anteriormente los mayores beneficios saludables del ejercicio se obtienen cuando se pasa del sedentarismo a niveles moderados de condición física o actividad, y los beneficios disminuyen cuando se pasa de niveles moderados a niveles altos de condición física o actividad. Entonces, ¿Que tan importante es la condición física de la población?

    Por último quiero plantear la siguiente pregunta: ¿un niño con alguna discapacidad física o mental no puede ser evaluado?, y por ende ¿no puede mejorar su condición física orientada a la salud?

    Lamentablemente nunca pensamos en los cerca de 1.120.000 chilenos que viven con algún tipo de discapacidad (cooperativa.cl, 2007), no se plantean, como es habitual, adaptaciones que permitan la participación masiva y seguimos excluyendo y permitiendo la participación solo de los más hábiles.

Conclusiones

    Según el análisis de los datos, estudios y discusiones realizadas, pude obtener las siguientes conclusiones:

  1. Cualquier evaluación en educación física puede ser una excelente oportunidad para poner en discusión la importancia de la educación física para el desarrollo integral de los niños, pero presentando propuestas y orientaciones claras y coherentes respecto a los intereses sociales y culturales que son necesarios re-evaluar y re-orientar.

  2. El SIMCE de Educación Física, no mide la calidad de la clase de educación física, solo mide una parte, que es la condición física, ya que los contenidos que el propio gobierno solicita son mucho más amplios y relacionados con el desarrollo motriz e integral de los niños.

  3. La clase de Educación Física no es un centro de entrenamiento deportivo, además que fisiológicamente es imposible mejorar la condición físicas con una clase a la semana, (si ese fuera el objetivo de la Educación Física), y se hace inminente el aumento de las horas en nuestra signatura o en su defecto aumentar las horas de actividades extra escolares especialmente en los colegios municipales de nuestro país.

  4. Salud, no es solo la mejora de la condición Física, es la mejora de las relaciones sociales y psico-emocionales de un individuo, además que no existe correlación positiva entre condición física y salud.

  5. La comparación de los resultados y la intención de publicar estos datos, a la vez que se trabaja solo con una visión cuantitativa de estos, podría traer más perjuicios que beneficios para la adherencia al ejercicio físico de la población.

  6. Por ultimo quiero exponer mi preocupación en el sentido de encontrar modelos claros que orienten a la educación física hacia las necesidades de salud que la sociedad imperante nos exige, adecuar coherentemente el currículo y reestructurar el sistema de evaluación distinguiendo la educación física de la condición y capacidades física de la población escolar, seguir abriendo espacios hacia la participación masiva y no selectiva, creando hábitos de vida activa en toda la población y no solo los más capacitados, ya que en un sentido abstracto “estaremos haciendo que los ricos se hagan cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres…”

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