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Beneficios psicológicos de la práctica física y del deporte

 

*Maestra de Educación Infantil. Habilitación PT

Licenciada en Psicopedagogía

**Maestra de Educación Física. Licenciada en Psicopedagogía)

Facultad de formación del Profesorado, Las Palmas de Gran Canaria

Colegio concertado Mª Auxiliadora. Las Palmas de Gran Canaria

Vanessa Cidoncha Falcón

vanessacidoncha@hotmail.com

Erika Díaz Rivero

erikasport@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Mucho se habla y se conoce de los beneficios físicos de la práctica física y del deporte; pero, sin embargo, es menos conocido el aspecto de los beneficios psicológicos de esta práctica. Es necesario que la adherencia a la realización de ejercicio comience, de forma inespecífica, es decir, no especializada, desde edades muy tempranas, desde el primer curso escolar, para continuar en la pre y adolescencia con una actividad más específica, si los chicos y chicas se sienten satisfechos con ello, pero más importante aún es conseguir que este hábito saludable forme parte del estilo de vida de cada uno de nosotros una vez que llegamos a la edad adulta.

          Palabras clave: Deporte. Actividad física. Salud. Ejercicio aeróbico.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 154, Marzo de 2011. http://www.efdeportes.com/

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    Muchos de los niños de hoy en día, desgraciadamente, han perdido mucha de esta espontaneidad, de este juego, de esta libertad: los coches, la falta de espacio, la inseguridad, la televisión, las tareas, los videojuegos mal usados, les han convertido en seres cada vez con más frecuencia se aprecian síntomas y enfermedades más comunes entre los mayores que entre la población infantil-juvenil, un grupo que cada vez anda menos, se cansa antes y le cuesta más trabajo ir de un sitio para otro a pie.

1.     La motivación en los escolares

    Para conseguir involucrar a nuestros escolares es interesante saber por qué se interesan en la práctica, y la mayoría de ellos, en estas edades y en ambos sexos, confiesa que lo hace por diversión, o de otra manera, es una forma de sentirse mejor, de aliviar tensiones, e incluso conlleva un importante factor de socialización; la mitad de ellos lo hacen con amigos, lo que en estas edades refuerza la identificación, la pertenencia a un grupo.

    Otro importante aspecto en la adherencia es conocer el importante papel que juegan las personas que están alrededor del hecho deportivo, en concreto de los entrenadores o profesores encargados de impartir las sesiones de educación Física: en gran medida un buen modelo consigue altos niveles de motivación y de interés por continuar adelante.

    La actividad física se está mostrando como un antídoto eficaz contra el sedentarismo, que, como muestran diversos estudios epidemiológicos (Powel y Paffenbarger, 1985), es un claro factor de riesgo para la salud y para diversos tipos de afecciones, refiriéndonos aquí no sólo a los escolares, sino también a sus abuelos, a los que también van dirigidas estas líneas.

    Es muy importante que se motive a nuestros hijos y escolares e involucrarse en la actividad física, pues el estilo de vida sedentario se inicia ya en la infancia y está en la primera etapa de lo que se ha llamado “enfermedad hipocinética”.

    En los mayores parece más claro, como factor motivante, que la actividad física tiene notables efectos positivos en la prevención de algunas afecciones coronarias, en el control adecuado del peso, en el concepto de salud percibida, en la mejora de hábitos de vida: menos consumo de alcohol, fuman menos, en pocas palabras, se cuidan más; sin duda mejora la autoestima.

2.     Beneficios psicológicos

    Como señalaba al principio, quizás sean menos conocidos los efectos positivos que, para nuestra salud mental tiene una práctica física adecuada, correctamente planificada y dirigida, puede tener sobre nuestra persona.

    Cuando la práctica se hace en grupo, el primer efecto beneficioso viene por la vía social, el contacto con otros y otras nos hace poner en práctica nuestras habilidades sociales, nos obliga a una socialización necesaria.

    Estos beneficios se producen tanto a corto como a largo plazo, dependiendo de la actividad que se realice, su tiempo de duración y la actividad que se realice.

    El ejercicio aeróbico, en presencia de oxígeno, moderado en intensidad, mejora, según numerosos estudios, los estados de tensión, de ansiedad, de estrés y ayuda a aumentar el vigor; y se ha mostrado beneficioso en algunos trastornos depresivos, tema éste que ha sido profusamente estudiado, pues desde hace tiempo se observaba, por ejemplo, que los corredores de largas distancias y las personas que hacían actividad física con continuidad tenían menos índices o rara vez presentaban síntomas depresivos.

    Los ejercicios aeróbicos, es decir sin deudas de oxígeno, realizados de forma moderada, con duración adecuada de la sesiones, y con una cierta continuidad semanal, tales como montar en bicicleta o correr, parecen favorecer además de mejores hábitos de salud, un sistema de vida más relajado, un pensamiento más positivo u coherente, menor sensación de estrés, alta autoestima, mejor manejo o bajos niveles de ansiedad; aunque hay que señalar que el ejercicio, de moderado a intenso, puede llevar a situaciones descritas como de “adicción al ejercicio”, que comporta sensaciones de que no podemos dejar de correr ni un solo día, se presenta un cuadro de irritación , de pensamiento que vuelve siempre hacia la carrera, de excitación, de descontrol, que es percibido por familiares, amigos y compañeros de trabajo.

    Hay sensación de vacío cuando no se corre y un estado general en el cual, en casos extremos, puede llegarse a alterar, incluso a descuidar, la vida laboral y familiar (Jaenes, 1994).

    Las personas que nadan, frecuentemente observan que se encuentran más relajados, menos tensos que las personas que no lo hacen, así como menos confusos emocionalmente, menos deprimidos, quizás menos tristes y enfadados, en la misma línea de lo encontrado en los practicantes habituales de yoga, que puede ser practicado en la propia casa y no necesita ni de espacio ni de aparatos especiales.

    Las actividades realizadas en grupos, como aerobic en sus diversas modalidades, gimnasia de mantenimiento y otros tipos de ejercicios de similares características, benefician la capacidad de cohesión, de relación y comunicación; también crea sensaciones de bienestar, de autoconfianza, confianza y estima por los demás, mejora la sensación, la capacidad de hacer más cosas, incluso de trabajar mejor, así que éste puede ser buen comienzo, porque las grandes ciudades están llenas de gimnasios que hacen ofertas interesantes a este respecto.

    Tenis, golf, simplemente andar, se muestran también como magnificas actividades que pueden reportar grandes beneficios psicológicos a los practicantes.

    Las actividades realizadas en grupo benefician la capacidad de cohesión, de relación y comunicación, sensación de bienestar, de autoestima y estima de los demás.

    La actividad física se muestra como un antídoto eficaz contra el sedentarismo, que es un claro factor de riesgo para la salud.

Bibliografía

  • BECKER Jr. B. (1998) El efecto del ejercicio y el deporte en el área emocional. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 12. http://www.efdeportes.com/efd12/bennoe.htm

  • MORILLA, M. et al (1993). Motivos que llevan a los jóvenes andaluces a la práctica deportiva y causas del abandono prematuro. (Trabajo inédito). UNISPORT, Málaga.

  • PLATA, F. TERRADOS, N. VERA, P. (1994).El maratón: aspectos científicos y técnicos. Alianza Deporte. Madrid.

  • RIBAS, J. et al (1990). Educación para la salud en la práctica deportiva escolar. UNISPORT, Málaga.

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