Apuntes generales que permiten leer y comprender un texto o un libro a los estudiantes de Cultura Física |
|||
Profesoras asistentes Universidad de Ciencias la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”, Facultad Guantánamo (Cuba) |
Lic. Tania Pérez Mompié Lic. Yamiriam Ruiz Boicet |
|
|
Resumen Una de las mayores problemáticas que presentan nuestros estudiantes es el desarrollo de hábitos de lectura. En especial se hace necesario en este nivel de enseñanza potenciar esta habilidad, por cuanto el cúmulo de actividades independientes en los que el estudiante tiene que consultar numerosas bibliografías de diferentes cortes es de obligatorio cumplimiento y la calidad de los informes con frecuencia no es la adecuada precisamente por el mal uso del libro de texto y por consiguiente una inadecuada interpretación de lo leído. Debido a esta insuficiencia que enfrentan nuestros estudiantes en la carrera conllevó a la tarea de investigar el problema anteriormente mencionado para el cual se utilizaron métodos como la análisis documental, análisis – síntesis al igual que técnicas como la observación, encuestas, entrevistas; todo lo cual permitió detectar el problema existente y darle solución al mismo a través de un conjunto de tareas que le permiten a nuestros estudiantes mejorar su habilidad de lectura y por ende la comprensión de la misma. Palabras clave: Leer. Comprensión. Hábitos. Habilidad.
Abstract One of the great problems that our students face is the one related to the development of reading’s habits. Specially it is necessary in this teaching’s level to potentate this ability, that’s why the amount of independent activities in which students have to consult different numerous bibliographies is from an obliged fulfilment and frequently the quality of the reports is not the adequate precisely due to the wrong use of the text book and in the same way of an inadequate interpretation of what was read. Due to this insufficient faced by the students in the career which brought to the task of investigating the problem mentioned before to which methods like documental analysis, synthesis- analysis as well as techniques like observation, interviews and inquiries were used; all this allow to detect the existent problem and to give the corresponding solution through out an amount of tasks and steps which permit to our students to better their ability of reading and the comprehension of it. Keywords: Read. Comprehension. Habits. Ability.
|
|||
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 153, Febrero de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
1 / 1
Introducción
La necesidad y la curiosidad, a lo largo de la historia, han venido descubriendo, combinando, creando todo lo que poseemos, disfrutamos y llamamos cultura. Esos avances de las fuerzas productivas en todos los campos, hacen hoy, más que nunca necesario que desarrollemos el espíritu de investigación.
Inconformidad al estar seguro de que todo puede mejorarse, laboriosidad cotidiana al tener la certeza de que sólo el esfuerzo sostenido logra frutos, curiosidad ante lo desconocido al sentir la necesidad de ampliar nuestra cultura, modestia, flexibilidad de criterios, espíritu de investigación que debemos desarrollar constantemente para ser más dueños de la naturaleza, mejores constructores de la nueva sociedad.
Comprender las palabras del gran educador cubano José de la Luz y Caballero: “la educación comienza en la cuna y acaba en la tumba”, implica tomar conciencia de que independientemente del nivel escolar que hayamos alcanzado, el avance de la civilización nos obliga a superarnos constantemente.
Adquirir las destrezas necesarias para poder estudiar solos durante toda la vida, sin tener que depender de las instituciones académicas, nos garantiza un medio fundamental de ampliación cultural. Poseer un método de estudio individual constituye un requisito imprescindible para poder incorporarnos, de manera exitosa, a las diferentes disciplinas.
La lectura proporciona una serie de conocimientos diversos que puede constituir el punto de partida para ulteriores profundizaciones.
El desarrollo de la lectura y la consulta de libros y diversos materiales amplían los horizontes culturales y la convierte verdaderamente en un entretenimiento proporcionador de cultura.
Enseñar un eficaz método de lectura, así como hacer un uso adecuado de los diversos servicios bibliográficos, son objetivos sustanciales de toda instrucción que parta de la conciencia de que no existen conocimientos definitivos. Saber localizar un dato, resumir, comentar, opinar, emitir, juicios y valoraciones, constituyen -entre otras- formas concretas de enseñar a aprender.
Cabe señalar la necesidad potencial que existe de preparar y organizar actividades que propicien el incremento de la lectura y por consiguiente de la utilización de los libros entre ellas podemos mencionar: las exposiciones, los trabajos escritos, los paneles, etc., las cuales contribuyen a hacer más dinámico y atractivo el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Lograr que el acto de aprender sea sentido como un deber implica conseguir que el individuo vea en la adquisición de conocimientos su realización, por cuanto mejorará su capacidad de trabajo, de creación. La antigua concepción del maestro como transmisor y el estudiante como receptor se ha ido sustituyendo por la del alumno indagador, como principal agente en la adquisición de los conocimientos, reservándole al maestro la función de orientador, facilitador, guía motivador del aprendizaje. De esta manera la principal función del maestro es la de enseñar a adquirir conocimientos.
El enorme crecimiento del saber y la urgente necesidad de búsqueda de información y aplicación de los conocimientos imponen a nuestros educandos la necesidad de aprender a trabajar con los libros para poder acomodar la lectura a las exigencias de su tiempo.
No importa el tipo de actividad que realice, el hombre no se encuentra solo en su capacidad personal, sino que puede acceder, mediante el uso de los libros, con la experiencia acumulada de sus antecesores.
El papel fundamental de los libros es la de trasmitir conocimientos, expresar sentimientos y proporcionar esparcimiento; por tanto, es evidente que quien no sabe aprovecharse de estas condiciones vive de espaldas al progreso.
Lo anterior hace que se profundice en el tema por su gran importancia para el desarrollo integral de nuestros estudiantes cuando hoy se exige cada vez más el uso de información actualizada ya sea relacionada con su especialidad o de cultura general. Además se precisa que los mismos adquieran habilidades para el trabajo individual y consciente poniendo en práctica lo estudiado en clase.
Hoy es de gran preocupación la poca lectura que se realiza en clase, el poco uso de los libros de manera general. Es preocupante además de las lecturas de textos que se hacen una sola vez, lo cual impide el procesamiento profundo e íntegro de lo leído. A pesar de numerosas investigaciones que se han realizado al respecto, nuestros estudiantes no leen lo que tendrían que leer, ni los textos son lo suficientemente trabajados e indagados. Esto nos lleva a preguntarnos si estas regularidades sean la causa de que los estudiantes tengan tantas dificultades para expresarse de forma correcta, que sepan interpretar cualquier material que se le asigne ya sea en clase o de manera independiente, que no sepan valorar, emitir criterios, puntos de vista, resumir, argumentar; habilidades estas que deben poner en práctica una vez graduados.
Todo lo anteriormente planteado requiere de una ardua labor del profesor para lograr que los estudiantes sepan cómo enfrentarse solos a un determinado material, qué hacer, qué les hace falta y qué no necesitan dentro de lo que se lee, o sea lo relevante que no se debe dejar pasar por alto y que es imprescindible para lo que se le orientó hacer.
Es responsabilidad del profesor de dotar a sus estudiantes de herramientas que lo ayuden a trabajar con cualquier tipo de texto y de esta manera potenciar la habilidad para posteriores trabajos una vez egresados de la enseñanza.
El Ministerio de Educación de nuestro país, en innumerables ocasiones, ha formulado el fin de nuestra educación. Aspiramos a la formación de un hombre nuevo, polifacéticamente educado, con una actitud científica frente a los hechos y fenómenos, capaz de colaborar conscientemente en las transformaciones sociales y humanas. Esto supone, desde el punto de vista educativo, lo que se ha llamado la formación de un hombre nuevo, por lo que enseñarlos a lograr esta formación es nuestra máxima aspiración como facilitadotes, guías, orientadores en este proceso.
Concentrarse en lo esencial
Hay emprender la tarea de leer un texto partiendo de un objetivo definido acerca de lo que se desea obtener de su lectura. Se impone la necesidad de convertir el acto de leer en una actividad organizada, ya sea un libro de carácter científico, técnico, filosófico o literario.
La lectura debe realizarse sin apresuramiento para determinar cuáles son los conocimientos fundamentales y cuáles son adicionales para así fijar la atención en los primeros. Relacionado con esto, resulta útil tener en cuenta que numerosos autores destacan de una u otra, párrafos esenciales con expresiones como las siguientes: de manera que, en primer lugar, en tal forma, por consiguiente, etc. Hay que prestarles mucha atención pues sirven de ayuda en la lectura concentrada. Lectura concentrada no significa fijación total del contenido, sino actitud alerta para captar lo estrictamente esencial, ello no significa desestimación de aquellas ideas que resultan incomprensibles, por el contrario, estas deben ser leídas nuevamente varias veces tratando de aclararlas y de no lograrse, se deben realizar consultas de inmediato en otras fuentes.
¿Volver a leer? Mejor que leer
Es importante plantear que las numerosas lecturas enriquecen la mente y condicionan al hombre para una vida más productiva; en este sentido es vital leer mucho si sabemos seleccionar lo útil y desechar lo superficial que desde luego es el producto de una larga experiencia en esta actividad.
El acto de leer, sea para la autosuperación personal sea para elevar la calidad del trabajo personal, tendrá que ser siempre sobre la base de leer y volver a leer.
El acto de releer debe ser producto de una correcta selección del texto. Para esto hay que partir del examen de la hoja titular que encierra: título, autor, edición; la introducción o prólogo: explica con qué fin se ha escrito; el índice o sumario: que nos dice el contenido y las conclusiones en el caso de que hubiesen.
El análisis de la lectura
La correcta orientación por parte del profesor en la selección de un libro comprende interrogantes como las que señalamos a continuación:
¿De qué trata el libro?
¿Cuál es la importancia del asunto a leer?
¿Cuál es su significación?
¿Qué tesis expone?
¿Qué defiende el autor?
¿Cuáles son los argumentos con los que el autor expone sus ideas centrales?
¿A qué conclusiones arriba el autor?
¿Cuál es el mensaje?
Claro, no en todos los casos ni en todos los libros el material se expone en esta secuencia. En muchas ocasiones el autor comienza exponiendo lo fundamental o lo realiza al final. Otras veces realiza las conclusiones al final de cada capítulo. No obstante a la organización del texto, es imprescindible aclarar bien todos los elementos del libro para realizar un buen trabajo en él.
Cabe señalar que en el proceso de asimilación de lo leído, al hacer una reflexión sobre el mismo, es conveniente relacionar los conocimientos adquiridos con anterioridad con los obtenidos con la lectura que estamos realizando para relacionarlos con la vida y con los conocimientos empíricos.
Tomas de notas de la lectura
Un aspecto importante al trabajar con el libro es la relacionada con la toma de notas de elementos relevantes que se leen.
Estas anotaciones no pueden ser de manera mecánica copiadas de algunos pensamientos sino sobre la base de un proceso de reflexión y asimilación de lo leído; por lo que se realizan cuando realmente se ha entendido y analizado lo expuesto por el autor.
Se sugiere primeramente
El desglose de las ideas, jerarquizándolas a partir de idea general, ideas principales y secundarias; de manera que se establezca una relación ordenada de las mismas y se anotarán en forma muy breve.
Se puede partir también de las ideas principales puntualizándose las ideas secundarias que desarrollan a las mismas. Este sistema es útil pues ayuda a fijar en nuestra mente el contenido de lo leído en un momento necesario.
Resumen breve, el cual ha de ser claro, preciso, fácil de leer.
¿Cómo hago un resumen de lo leído?
Esta técnica de resumir resulta de gran utilidad para condensar los elementos esenciales de un libro y nos permite ganar tiempo a la hora de sacar los conocimientos que de él se precisan, además de que proporciona ayuda para lograr comprender y asimilar el mensaje que nos desea trasmitir el autor.
A continuación sugerimos algunos pasos que nos pueden ayudar a lograr desarrollar esta técnica:
Leer previamente el libro para informarnos de su contenido.
Realizar una segunda lectura para anotar las ideas principales.
Realizar anotaciones de cada capítulo.
Utilizar nuestras palabras, pero siempre cuidando mantener la originalidad de lo que expone el autor.
Redactar un resumen de manera conclusiva del conjunto de anotaciones que de cada capítulo fuimos haciendo.
El resumen es una técnica que debe ser enseñada. Una buena manera de iniciarse en esta técnica es aprender a reconocer las ideas dominantes de un párrafo. De cierta manera, la lectura inteligente se apoya en la habilidad de resumir, pues la comprensión del significado literal es la integración de las partes más importantes del texto leído, que se conservan jerarquizadas en la memoria. Se debe partir del resumen de lecturas, pero hay que darle la oportunidad a los estudiantes de hacer su propio resumen, no importa si está correcto o no.
Resumir demanda que se respete el original que se abrevia y que exista cierta proporcionalidad, es decir, que lo que se abrevia lo original debe quedar, reflejado sin subjetivismo ni deformaciones. Por supuesto, no se trata de una reducción matemática sino verbal, en la cual las ideas dominantes dentro del contexto deben respetarse y quedar claras.
Para evitar que al resumir nos salgamos de la idea central o que el resumen quede muy reducido, debemos trabajar con textos de gradual creciente dificultad, párrafo por párrafo, de la misma manera que lo hacemos para mejorar la comprensión de la lectura. Debemos lograr que cada alumno lea el mismo párrafo y señale solo lo esencial, luego que lea lo que señaló y con sus palabras llegue a la síntesis de lo leído. Por lo regular el mayor problema que enfrentan nuestros estudiantes radica en localizar las ideas principales y cuando aparecen más de dos, ambas de igual importancia, en jerarquizarlas.
Sugerimos que este trabajo debe comenzarse en grupo y por lo regular auxiliarnos de la pizarra, luego continuar de forma individual. Se puede trabajar con discursos breves, artículos de periódicos y luego con textos de mayor complejidad. En el caso de los textos, los mismos exigen un trabajo diferente, pues hay que realizar una comparación de la idea principal de los diferentes párrafos y jerarquizarlos, de manera que algunas de ellas pasarían a ser secundarias.
Dentro del resumen se puede trabajar el sumario analítico, el cual presupone captar la estructura lógica, identificar las diferentes partes, su importancia. Además debemos enseñar a los estudiantes a elaborar esquemas, cuadros sinópticos, mapas conceptuales. Estas son herramientas del trabajo intelectual que propician grandes síntesis y ayudan a recordar lo esencial. En los esquemas se utilizan signos convencionales o formas geométricas para representar las estructuras con sus partes y relaciones. En los cuadros sinópticos- muy utilizados en Historia, Literatura - la mayor dificultad radica en encontrar las palabras adecuadas para enlazar horizontalmente- los epígrafes de las llaves- y para las subdivisiones. En cuanto a las tablas cronológicas, de gran utilidad en el aprendizaje de la Historia, su elaboración no es tan difícil, pues se seleccionan las fechas más significativas y se ordenan cronológicamente y al lado de cada una se escriben de forma resumida los datos correspondientes.
A continuación ofrecemos al docente algunas recomendaciones que permitan potenciar el desarrollo de la competencia lectora y de esta manera elevar la calidad del trabajo con los textos no solo en la clase sino al enfrentar un trabajo independiente o estudio individual:
Enseñar al estudiante a concentrarse en el texto y no en oraciones aisladas, para que se alcance la comprensión textual, las estructuras o unidades extensas como el párrafo o el texto en general deben ser entendidas por el estudiante.
Comenzar por la comprensión global e irse trasladando paulatinamente a la comprensión detallada y de ahí a la interpretación.
El proceso de la comprensión sigue su evolución normal de acuerdo con la siguiente secuencia: del todo de las partes y de las partes nuevamente todo.
En la primera etapa se logra la compresión global y en la segunda la atención se aproxima más a la concientización de todos y cada uno de los componentes. En una tercera etapa se produce un salto cualitativo, por cuanto, la comprensión alcanza un nivel más preciso.
Utilizar siempre que sea posibles textos auténticos. Los mismos no deben propiciarle problemas a los estudiantes ya que su comprensión depende de las actividades que diseñe y el docente y la gradación de los ejercicios.
Siempre que la ocasión lo permita se debe establecer relaciones entre las habilidades lectura-expresión oral, lectura- escritura, etc.
Se deben utilizar ejercicios novedosos de carácter comunicativo y no comunicativo para propiciar la comprensión e interpretación del texto.
No se debe imponer al estudiante su propia interpretación textual, por el contrario se le debe enseñar a pensar a través de la utilización del mayor número de evidencias que puedan evaluarse de correctas.
No se debe utilizar una excesiva cantidad de ejercicios que causen la no motivación y el placer por leer.
Utilizar procedimientos variados para controlar la actividad realizada por los estudiantes, siempre que sea posible del paso a la autocorrección o autoevaluación.
Propiciar la relación intermateria y con las asignaturas básicas de la especialidad, a través del contenido del texto.
Ofrecer al estudiante siempre un propósito para leer.
Valorar las capacidades cognitivas, competencia lingüística y estilos de aprendizaje de los estudiantes.
Adecuar el sistema de tareas docentes a los niveles de comprensión de los estudiantes.
Fomentar la relación profesor- alumno, alumno- alumno, alumno- profesor.
Situar al estudiante en el centro del proceso, como sujeto activo en la construcción del conocimiento.
Utilizar aprendizajes cooperativos, sobre la base del enfoque comunicativo.
Potenciar la relación comprensión – interpretación – comprensión lectora.
Valorar la forma de proceder para lograr la competencia lectora con fines profesionales a partir de un texto escrito, recordar las diferentes actividades o pasos como son:
Propiciar actividades preparatorias para establecer la correcta relación lector-texto.
Efectuar la lectura del texto para determinar la idea general.
Localizar las ideas principales del texto.
Analizar los elementos léxico-gramaticales de los elementos constitutivos del texto.
Aplicar las actividades encaminadas a desarrollar la comprensión del texto (comprensión total).
Aplicar las actividades encaminadas a iniciar, desarrollar y finalizar la interpretación textual, como:
Analizar los propósitos del autor.
Transferir la información a esquemas, diagramas, cuadros, recuadros, etc.
Resumir el texto oralmente y en forma escrita.
Valorar críticamente el texto.
¿Cómo se comprende un texto? ¿Cómo se aprende a comprender?
La consideración de un lector participante activo implica que los conocimientos anteriores del mismo y los aspectos del texto o el libro se combinan y son los que inhiben o capacitan la comprensión. El resultado de la comprensión supone la construcción de un modelo mental, situacional, que da cuenta del estado de cosas descriptas en el texto, y en el que se integran lo expresado en el mismo y lo ya conocido por el sujeto.
Cuando un lector o nuestros estudiantes se enfrentan a la lectura de un texto, ella se ve influida, por un lado, por sus conocimientos previos y, por el otro lado, por las características del texto. Aparentemente los tipos de conocimientos previos están organizados en estructuras esquemáticas o esquemas que son activados por el propio texto. En la psicología moderna, el término esquema aparece por primera vez en los escritos del psicólogo británico Frederick Bartlett, quien preocupado por la memoria como proceso activo de reconstrucción, analiza el recuerdo de los textos para estudiar el esquema mental de los individuos. La teoría del esquema concibe la comprensión de textos como un proceso de comprobación de hipótesis, que son, por ejemplo, predictivas respecto de información no presentada en el texto.
¿Cuál es el rol de los conocimientos previos?
El papel de los conocimientos previos sobre las inferencias ha sido ampliamente reconocido, varios autores han tratado el tema como: Mc koon, Ratcliff, Pohl, entre otros. El conocimiento previo es una de las variables que más se cita al hablar de producción y comprensión de textos y que, en consecuencia, se erige en un factor clave para la detección de insuficiencias para comprender lo que impide o limita la interpretación de la información.
Los conocimientos previos ya almacenados en la memoria pueden ser una fuente de activación de inferencias cuando se usan durante la lectura para comprender o asignar significado a unidades lingüísticas dentro de un texto, pero también cuando se usan para decidir, durante la recuperación, qué información se presentó en un texto.
La activación de todos estos conocimientos y su aplicación en la comprensión de textos exige del sujeto un adecuado control y regulación de sus recursos cognitivos. No es suficiente con poseer conocimientos declarativos sobre el mundo, es necesario saber cómo activarlos y utilizarlos en la comprensión de un texto determinado.
El conocimiento previo de un determinado tema propicia la formación de una adecuada macroestructura de los textos, distinguiendo entre las ideas principales y las secundarias.
¿Cómo inferimos la macroestructura de un texto?
Inferir la macroestructura de un determinado texto consiste en inferir los aspectos fundamentales que subyacen al mismo. La macroestructura es la información más importante de un escrito. Es la representación abstracta de la estructura de significado del mismo; nos aporta una idea coherente global que se asienta en un nivel superior al de las proposiciones por separado. Existen diferentes niveles posibles de macroestructura en un texto, por lo que cada nivel ´superior´ (más global) de proposiciones puede representar una macroestructura frente a un nivel inferior.
Van Dijk también distingue entre información textualmente importante y contextualmente importante. La primera de ellas es considerada importante por el escritor y, generalmente, un texto bien escrito se organiza de manera que transmita esta importancia al lector. En contraposición con esto, la información contextualmente importante es aquella que el lector considera así por una serie de razones personales, entre las que se incluye el interés, la experiencia o un objetivo idiosincrásico. Este mismo autor considera que la macroestructura de un discurso es la reconstrucción teórica de lo que suele llamarse el tópico del mismo, es decir su información más importante.
En las noticias periodísticas los títulos son una parte de la macroestructura, de manera que sabremos qué es lo que globalmente se tratará en los textos. Todos los discursos periodísticos tienen un resumen expresado a través de los títulos o, más extensamente, en el encabezamiento.
El proceso de inferencia en la lectura y comprensión de un texto
Es por todos conocido que los que hablan o escriben no pueden hacer explícito todo lo que desean comunicar. No necesitan hacerlo, puesto que ellos confían en que sus oyentes o lectores completen cualquier hueco que pueda existir en el mensaje. En otras palabras confían en que hagan inferencias.
Se podría definir como inferencia a todas aquellas proposiciones agregadas y/o modificadas que generalizan, elaboran, reordenan o conectan el texto original. Son ¨huecos¨, contenidos ausentes o insuficientemente manifiestos en el texto, espacios en blanco, etc. Distintos autores hacen regencia a que las predicciones son informaciones no observadas, son procesos de pensamiento que van más allá del texto, son deducciones hechas por el que lee aunque los textos las omitan, están implícitas, son además aquello que el escritor no dice y que el lector sabe y agrega a lo que lee.
Podemos agregar además que las inferencias pueden activarse durante la lectura o pueden elaborarse durante la reconstrucción de los contenidos de los textos.
La inferencia permite al profesor monitorar el grado de comprensión adquirido por los estudiantes una vez desglosado el mismo y al momento de realizar una valoración crítica de lo leído.
Conclusiones
Podemos plantear que los diferentes procesos para el desarrollo de la habilidad de lectura y comprensión de un texto o un libro, si se trabajan de manera adecuada, permiten el logro de una lectura eficiente y por tanto de una comprensión lo más fiel a lo leído.
Preparar a los estudiantes para el logro de estas habilidades propicia elevar la calidad del aprendizaje y por ende de la preparación futura una vez el estudiante egresado.
Bibliografía
Álvarez, L. La Lectura ¿Pasividad o Dinamismo? La Habana, Revista Educación. Nº 89, 1996, 11-14pp.
Anderson, C. y Col. Language Test Construction and Evaluation. Cambridge University Press, 1995.
Arbov, A. U.S.A, Readers’s Choice, University of Tennessee, 1995.
___________. U.S.A, Reader´s Choice, [s.n, s. a.]
Bermúdez Sarguera, R. Teoría y Metodología de del Aprendizaje. La Habana, Ed. Pueblo y Educación, 1996.
Brito, H. Hábitos, Habilidades y capacidades. En: Varona. Año 6, Nº 13. La Habana, 1984, 73-97pp.
Brown, G. Performance and Competence in Second Language.
Carbonell de Grompone, M. ¿Qué es leer? y otras precisiones para maestros inexpertos. En: Revista Lectura y Vida, año 10, Nº 3, Santiago de Chile, 1989.
_____________________________. Seminario de Apreciación Literaria. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, 2000, 32p.
Dubois, M. Interrogantes sobre comprensión lectora. En: RIDECAB. Año 6, Nº 14, Lima, 1986, 22-24pp.
Otros artículos sobre Estudios Sociales
Búsqueda personalizada
|
|
EFDeportes.com, Revista
Digital · Año 15 · N° 153 | Buenos Aires,
Febrero de 2011 |