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Motricidad y parálisis cerebral (PC): cuando viven los cuerpos

 

Lic. Educación Básica con Énfasis en Educación Física, Recreación y Deporte

Estudiante de Maestría en Educación con Énfasis en Didáctica de la Educación Física

Joven Investigador Colciencias – Universidad de Caldas

Integrante Grupo de Investigación Mundos Simbólicos: Estudios

en Motricidad y en Educación (Universidad de Caldas, Manizales

Diego Armando Jaramillo Ocampo

dajo2810@gmail.com

(Colombia)

 

 

 

 

Resumen

          El siguiente documento más que un artículo de carácter científico o investigativo, es una experiencia vivida a partir de la relación y la interacción con personas en situación de discapacidad específicamente con parálisis cerebral (PC), en donde éstas, comunican, viven, sienten y piensan con sus cuerpos desde la corporeidad/motricidad, lo cual, se convierte en la forma de poner en escena el ser en su totalidad desde su situación particular.

          Palabras clave: Personas con parálisis cerebral. Corporeidad. Motricidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 152, Enero de 2011. http://www.efdeportes.com/

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“Hay personas que parecen no pensar más que con el cerebro; mientras otros piensan

 con todo el cuerpo y todo el alma, con la sangre, con el corazón, con la vida”.

Miguel de Unamuno, 1985

    Cuando se considera las personas en situación de discapacidad desde su dimensión biológica meramente se cae en reduccionismos y desconocimientos de sus propias posibilidades, de las elaboraciones y ajustes que hacen sus cuerpos para poder vivir y existir en la vida misma, pues ellos hacen de sus dificultades y sus obstáculos pruebas que deben superar a partir del apoyo incondicional y una voluntad de hierro para salir adelante.

    El ser que se asume como “discapacitado” es tan solo una construcción social desde lo diferente a lo que yo percibo, a lo que yo soy desde mi integridad aparente, desde mi convencionalidad, al respecto plantea Le Breton (2008, p. 77) “se habla de ‘discapacitado’, como si en su esencia de hombre estuviera el ser un ‘discapacitado’ más que el ‘tener’ una discapacidad”. El cuerpo y la corporeidad/motricidad del sujeto es antes de su perspectiva biológica, una realidad social, cultural y simbólica que se imbrica en los escenarios en los que este se inserta, por tanto, las personas en situación de discapacidad sienten y comunican esta construcción social de la que son parte y que ayudan a construir.

    El ser humano más que tener un cuerpo es un cuerpo, “en otra palabras más que hablar de cuerpo humano es más pertinente hablar de la corporeidad que consiste en la experiencia de ser cuerpo” (Merleau-Ponty, 1956; Zubiri, 1988) citado por Sergio y Toro 2005.1 Dicho de otra forma, es una corporeidad en un mundo de entidades corpóreas donde por medio del cuerpo se vive y se existe, se relaciona, se emociona, aprehende, se mueve, se comunica entre otros. En las personas en condición de discapacidad, la experiencia de ser cuerpo depende del grado de discapacidad y del compromiso nervioso y muscular que tenga la persona, no se da desde su vivencia plena, global y exagerada de su cuerpo, más bien, se da de forma sutil, pasiva, y emotiva desde lo que emana de su corporeidad y que se exterioriza en una motricidad expresiva, motricidad que es significada por los otros para comprender las expresiones, los deseos y sentimientos de estas personas.

    Para las personas en situación de discapacidad y sus acompañantes (Madres, padres, familiares y amigos) el movimiento global o segmentario de sus corporeidades es posible dependiendo de las lesiones en las funciones motricias principalmente originadas en su corteza cerebral, incluso algunas denominaciones de PC la establecen como IMOC: “insuficiencia motora de la corteza cerebral”. En este mismo sentido la CP-ISRA como ente regulador de la parálisis cerebral y articulado al sistema paralímpico internacional define en su manual de clasificación y reglas deportivas (2005) lo siguiente.

    “La Parálisis Cerebral es una lesión cerebral no progresiva y que causa daños variables de coordinación, tono y fuerza muscular, con el resultado de incapacitar a las personas para mantener una postura normal y para ejecutar movimientos normales”, y continúa describiendo, esta perturbación motriz central puede estar asociada con:

  • Alteraciones de percepción.

  • Problemas visuales y auditivos.

  • Epilepsia.

  • Dificultades al hablar.

  • Movimientos distónicos.

    Desde estas perspectivas, la experiencia con este tipo de población, con sujetos maravillosos que humanizan y son humanizadores, ha permitido reconocer las potencialidades de los individuos en situación de discapacidad y la de sus familiares, la lucha constante día a día por salir adelante y superar las adversidades físicas, psicológicas, sociales y culturales a las que están sometidos por no ser considerados “normales o convencionales”. En este sentido Le Breton (Ibíd. P. 79) sostiene que la “alteración se transforma socialmente en estigma, […], su apariencia intolerable cuestiona por un momento la identidad propia al recordar la fragilidad de la condición humana, la precariedad inherente a toda vida

    Recordar la fragilidad de la condición humana, es al mismo tiempo valorar las intenciones de las personas en situación de discapacidad y su tenacidad para comunicar la existencia de sus cuerpos, la motricidad que es vivida en el encuentro con otros y con ellos mismos desde la acción corpórea, la cual es llena de sentido y sentida en la interacción entre corporeidades que dialogan, que expresan desde sus posibilidades formas de ser y de estar en la vida cotidiana.

    Una de las actividades llevadas a cabo en la vida cotidiana y que se inscribe en las actividades físicas, recreativas, deportivas y terapéuticas es la natación, la cual tiene un componente importante desde el punto de vista formativo en la vida de estas personas en situación de discapacidad, ya que permite la vivencia corpórea en otros escenarios diferentes a los habituales, posibilita de manera participativa y dinámica los procesos de interacción –comunicación entre los sujetos deportistas y sus acompañantes, allí se pone en escena la total y compleja vida del ser humano en su máxima expresión, muchas veces sin hablar o sin movilizar la mayoría de las partes que conforman e integran sus corporeidades, pero reflejando a través de sus diálogos tónicos el sentimiento de afecto, deseo de cambio y de trascendencia por la búsqueda de una realidad mejor para ambos (niños, niñas, madres, padres, profesores, entrenadores, familia en general), enseñándonos a todos los “convencionales” que los limites y las barreras sólo están en las actitudes de las personas de no perseverar hasta el fin, de rendirse ante el primer obstáculo y perder la batalla sin dar lo mejor de sí, sin luchar por superarse día a día, sin valorar lo que somos y tenemos como personas biológicas, psicológicas, sociales, culturales y espirituales.

    Para concluir y parafraseando a Merleau Ponty2 (2000, p. 100) “el cuerpo es el vehículo del ser-del-mundo”, allí todos los fenómenos suceden y para las personas con PC es el medio de comunicación con ellos mismos, con los otros y con su entorno inmediato, sus actividades motricias permiten explorar esas potencialidades y ponerlos en contacto con un grupo social, es decir, reconocérseles como sujetos e integrantes del mundo de la vida.

    Agradecimientos a la Fundación Sin Límites (Manizales, Colombia) de la cual hice parte entre los años 2007 a 2009, a los niños y niñas y a los padres de familia que permitieron hacer de una experiencia profesional y académica, una experiencia de vida y para la vida.

Notas

  1. SERGIO Manuel y TORO Sergio (2005) La Motricidad Humana, Un corte epistemológico de la educación física. En: Revista En acción 1. Con sentido. Pág. 104-108.

  2. PONTY Maurice Merleau. Fenomenología de la percepción. Editorial Península (Barcelona). 1 edición junio de 1975; 5ª edición julio de 2000. Pág. 100.

Bibliografía

  • CP-ISRA, Cerebral Palsy International Sports y Recreation Association, Manual de clasificación y reglas deportivas, 9 edición (2005-2008), Actualización enero 2005.

  • FEITOSA, Anna; KOLYNIAK F, Carol; RATH K, Helena M (2006). Mudanzas: horizontes desde la motricidad. En Revista acción 2, editorial Universidad del Cauca.

  • LE BRETON, David (2008). La Sociología del cuerpo, 1 edición, 2 reimpresión, Buenos Aires. En Nueva Visión.

  • PONTY, Maurice M, (1945), Fenomenología de la percepción, Editorial Península (Barcelona) quinta edición, julio de 2000.

  • SERGIO, Manuel; TORO, Sergio (2005). La Motricidad Humana, Un corte epistemológico de la educación física. En: Revista en acción 1. Con sentido. Universidad del Cauca, Pág. 104-108.

  • VANEGAS, G. José Hoover (2001). El cuerpo a la luz de la fenomenología, Manizales: Universidad Autónoma de Manizales.

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