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Los juegos tradicionales y su incidencia en la formación 

y consolidación de valores en niños entre 9 y 10 años del 

Consejo Popular ‘Indalecio Montejo’, municipio Ciego de Ávila

 

Facultad de Cultura Física

Universidad de Ciego de Ávila

(Cuba)

Lic. Pablo Otero Torí

Msc. Pedro Morell Rico

Msc. Gerardo Morell Rico

Msc. Marislen Mato González

marislen@cfisica.unica.cu

 

 

 

 

Resumen

          El trabajo consiste en la formación y consolidación de valores, específicamente el valor firmeza en las niñas y niños de 9 y 10 años del Consejo Popular Indalecio Montejo, su objetivo es el de proponer un conjunto de juegos tradicionales que permita desarrollar en este grupo de edades el valor firmeza. Durante el proceso de investigación se utilizaron métodos teóricos (analítico, sintético, histórico-lógico) y empíricos (encuestas, entrevistas, observaciones y estudio documental), los resultados obtenidos con la aplicación de los juegos tradicionales dio la posibilidad de resolver el problema planteado y consolidar el valor firmeza en este grupo de edades pudiendo ser aplicados en otras comunidades.

          Palabras clave: Juegos tradicionales. Valores. Comunidad. Niños y niñas.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 152, Enero de 2011. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    El proceso de formación de valores es complejo por lo que es necesario emplear métodos variados y eficaces que permitan extender todo este proceso a la mayor área posible. El programa de recreación física tiene que estar diseñado para preparar al hombre para la vida y como condición de ella para el trabajo que constituye en su fin más amplio la formación integral, tiene que concebirse como un elemento de carácter liberador genuinamente dialéctico que le permita al sujeto convertirse en protagonista de su momento histórico además tiene que favorecer el desarrollo de sus valores ya que estos constituyen un proceso de renovación consciente de las capacidades físicas intelectuales y volitivas del individuo.

    No son pocas las investigaciones que se han realizado sobre el tema, pero aun sobre la aplicación de la cultura física y la recreación como vía práctica para fortalecer el valor firmeza no se ha materializado. Las acciones realizadas por los diferentes factores de la comunidad y las comisiones de recreación física aun son insuficientes.

    El juego es una actividad fundamental en el desarrollo del niño, hasta tal punto que va a influir tanto en su capacidad posterior para adquirir y asimilar nuevos aprendizajes, como en su futura adaptación a la sociedad imperante. El juego podría considerarse una actividad social por excelencia, en la cual pueden verse claramente reflejadas las características del pensamiento, emoción y sentimientos infantiles. Toda la actividad humana surge de una necesidad innata de explorar y controlar el entorno, aumentando a su vez la motivación y la iniciativa, de tal forma que tanto los bebés como los niños de corta edad, aprenden a través del juego multitud de papeles distintos por medio de la observación y la imitación, normas sociales, etc., que les será posteriormente de gran utilidad en su vida adulta.

    Tal y como piensan hoy día un gran número de psicólogos y educadores, la infancia no es un simple paso hacia la edad adulta, sino que tiene un valor concreto en sí misma. Actualmente se admite que en la infancia se encuentran muchas de las claves de lo que será la persona en un futuro.

    Los juegos tradicionales están apegados a la práctica local y llegan a caracterizar las formas de actividad social de una región determinada, los segundos han sido transmitidos desde los ancestros a sus descendientes, independientemente de su alcance territorial, pues en ocasiones su práctica resulta universal. Santos y Correa (2003) caracterizan los juegos tradicionales de la siguiente manera: "…manifestaciones que se tramiten mediante la palabra, por lo general de padres a hijos, de generación en generación, ejecutadas en cualquier entorno y organizadas espontáneamente por los infantes, en numerosas ocasiones sin requerimientos especiales de espacio, lugar o de tiempo para su desarrollo. Muchas de las formas usadas se han conservado sin grandes variaciones durante siglos."

    Según Pérez (1997) "…en los patios de las escuelas se genera un caudal importante de juegos populares, los que constituyen un real tesoro infantil y juvenil. En realidad es tal la producción lúdica que se genera a partir de la práctica asociada a las formas de la imaginación precoz, que muchos de estos juegos alentados de esa manera, llegan a generalizarse de una generación a otra, pasando ellos mismos a considerarse como juegos tradicionales".

    La inclusión de nuevos juegos en la relación de los populares tradicionales, ocurre muchas veces como parte del proceso de desarrollo que alcanzan los pueblos. El héroe nacional de Cuba, José Martí (1889) expresó: "Todos los juegos no son tan viejos como las bolas, ni como las muñecas, ni como el críquet, ni como la pelota, ni como el columpio, ni como los saltos", haciendo clara alusión a nuevas formas lúdicas incorporadas al deleite infantil.

    Pese a ello y lejos de lo que pudiera parecer, una gran parte de estos juegos está desapareciendo hoy día de sus escenarios habituales, muy a pesar del esfuerzo desplegado por pedagogos, investigadores y otras personas empeñados en perpetuarles en la impronta de las nuevas generaciones.

    Lo antes expuesto pone de manifiesto la importancia de los valores en el desarrollo multilateral del ser humano y su estrecha relación con el desarrollo de juegos tradicionales comunitarios en edades tempranas.

Desarrollo

    La formación de valores no es un proceso de aprendizaje en el marco de la educación tradicional. Este proceso no se puede homologar en fórmulas matemáticas exactas. El trabajo analizado es mucho más que eso, es más esencial, abarcador y profundo.

    El primer y más urgente problema a resolver la educación contemporánea es el de la educación en valores. Siempre que hay un nuevo modelo a implantar es por el que se va sustituir ha entrado en una crisis de valores.

    Cuando se constata que las ideas pedagógicas anteriores han perdido su vigencia, cuando lo que hacíamos antes resulta obsoleto, cuando parece que los valores anteriores han perdido su vigencia, cuando parece que los valores anteriores están en desuso, justo en ese momento renace la problemática de los valores con todo su vigor. A partir de entonces es que las cosas van a cambiar y la nueva situación reclama nueva referencia y nuevos criterios para su aceptación y legitimación, es decir, nuevos valores.

    Vivimos en una época marcada por los cambios acelerados y constantes, el complejo mundo de los valores se ha adueñado en los últimos años de la reflexión pedagógica. En el libro Ética y valores editado en 1998 se define valores de la siguiente manera: Los valores son saberes que se aprenden al estar inmersos en una determinada forma cultural por, lo tanto no pueden ser ajenos a la dinámica que toma real el hacer educativo.

    Estos autores le dan una connotación eminentemente teórica a la formación de valores y así se aprecia en su análisis conceptual. El autor no comparte estos criterios pues no concibe a los valores como un aspecto solamente cultural y teórico.

    El eminente pedagogo colombiano Augusto Restrepo define valores de la siguiente manera: Son aquellas cualidades que poseen las personas, las familias, los grupos sociales las cosas o las ideas con la cual adquiere conocimiento, aprecio y aceptación social.

    Este autor en su definición es un poco más amplio, no abarca la problemática de los valores en toda su dimensión. Es oportuno agregar la Educación en Valores para crear en los estudiantes conciencia y convicción ante los problemas, actitud para enfrentarlos y decisión para enfrentar y resolver todos los problemas cotidianos del entorno.

    A la vida hay que darle un sentido no se puede vivir al margen de los problemas sociales cotidianos hay que ofrecer razones para comprometerse seriamente con la sociedad y para ello debe tenerse en cuenta la educación en los valores.

    Los valores tienen que ver con alguna idea acerca del mundo, la vida y los seres humanos que en función de las cualidades que encierra resultan estimables, deseables, o por el contrario dependiendo de los males que supone se considera aborrecible, indeseables.

    El ser humano adopta los valores de acuerdo con su desarrollo y formación personal.

    Una característica de los valores es su policidad lo que quiere decir que todos hacen referencia a su valor (como algo deseable) por ejemplo:

  • La Sabiduría

  • La Democracia

  • La Tolerancia

    Los valores se forman en la vida familiar, en la escuela y en el entorno en el cual se desarrolla.

    Para la formación de valores se toma de la cultura predominante y de la forma en que viva el hombre.

    La escuela ofrece un tiempo, un espacio y un ámbito adecuado para el desarrollo de los valores ahora no hay que olvidar que en determinados períodos de desarrollo el alumno es muy influenciado por sus coetáneos, incluso más que la escuela y la familia.

    La formación de valores que se imparte en la escuela no puede ser solo teórico sino teórico–práctico, los estudiantes formaran sus actitudes y conducta, teniendo en cuenta sus vivencias y experiencias cotidianas.

    La Educación en valores debe tener como premisa crear un estudiante con una nueva conducta para la vida social, en la familia, la escuela y la comunidad.

    Desarrollar los valores personales sociales y trascendentes que los capacite para obrar en forma consciente

    En el PDE para la formación y desarrollo de valores es necesario cumplir una serie de requisitos tales como:

  • Propiciare conductas positivas.

  • Entender las conductas negativas.

  • Escuchar antes de criticar.

  • Evitar los prejuicios.

  • Ser ejemplo.

  • Crear un clima cooperativo de trabajo.

  • Explicar .los valores a alcanzar.

  • Resaltar los valores patrios.

  • Aprender a auto evaluarse.

  • Formar convicciones.

    La relación entre educación y valores es estrecha, indisolubles entendiendo educación como una actuación cuya finalidad es la formación de las nuevas generaciones en una dirección dada, hemos de convenir que una dirección vendría dada por los valores que nos parecen necesarios y deseables en esta proyección.

    Los valores representan el norte de toda educación, el horizonte al que se dirige el proceso educativo, educar tal vez no sea otra cosa que optimizar una serie de valores en los educandos.

    La Formación de Valores no es un proceso de campañas, ni de entusiasmo prematuro hay que planearse un sistema de actividades que despierte en el docente y en el estudiante el deseo de salir de la monotonía cotidiana y la orientación tradicional.

    En lo que respecta al valor firmeza concebido a formar y desarrollar dentro del sistema de valores compartidos en el sistema deportivo cubano se plantea su conceptualización como: Capacidad para mantener sus convicciones con tenacidad e inteligencia, sin dejarse abatir por las dificultades y resistiendo todas las adversidades.

    En el diccionario español de sinónimos y antónimos aparecen las acepciones de la palabra firmeza y se refiere a:

    Solidez, fortaleza, consistencia, dureza, seguridad, estabilidad, sujeción, resistencia, fuerza, constancia, decisión, osadía, resolución, independencia, valentía, tenacidad, vigor, voluntad y entereza.

    Como modo de actuación reflejado en los documentos de los valores compartidos del sistema deportivo cubano se plantea como tal:

  • Mantener sus convicciones a cualquier costo.

  • Combatir el facilismo, la blandenguería y el derrotismo.

  • Ser de los que dejan la piel en el terreno sin darse por vencido.

Los juegos tradicionales en el la educación

    Al hablar de juegos tradicionales nos referimos a aquellos juegos que, desde muchísimo tiempo atrás siguen perdurando, pasando de generación en generación, siendo transmitidos de abuelos a padres y de padres a hijos y así sucesivamente, sufriendo quizás algunos cambios, pero manteniendo su esencia.

    Los juegos tradicionales se pueden encontrar en todas partes del mundo. Si bien habrá algunas diferencias en la forma del juego, en el diseño, en la utilización o en algún otro aspecto, la esencia del mismo permanece. Y es curioso cómo todos estos juegos se repiten en los lugares más remotos aún con la marca característica de cada lugar y cultura. Si queremos estudiar estos juegos tradicionales no deberíamos hacer una mirada muy superficial. Los mismos son de una riqueza inimaginable cuando los estudiamos en profundidad y en su relación con la cultura de cada región, el momento en el que es jugado, las personas que lo jugaban. Estas características particulares del entorno del juego dan cuenta de una serie de aspectos histórico-socioculturales que nos ayudan a entenderlos y a entender la propia historia y cultura de nuestros pueblos.

    Al investigar los orígenes de estos juegos vemos pues también cómo cada uno de estos juegos surge en combinación con elementos culturales de la época, encontrando en general contenidos mágicos, religiosos, ligados a los dioses que referencian que estos juegos no eran (ni son) un mero pasatiempo.

    Los juegos tradicionales parecieran correr el riesgo de desaparecer especialmente en las grandes ciudades y en zonas más industrializadas.

    Podemos ver por otro lado, que hay algunos resurgimientos de estos juegos, que se imponen ya sea por una determinada época del año o como por una moda que aparece y desaparece luego de un tiempo. Más allá se observan esfuerzos aislados por rescatar estas expresiones lúdicas a través de diversos eventos centrados en estos juegos, ediciones nuevas de libros que rescatan diversos juegos y sus modalidades en diversas partes del mundo.

    Dentro de los juegos tradicionales encontramos una amplia gama de modalidades lúdicas: juegos de niños y juegos de niñas, canciones de cuna, juegos de adivinación, cuentos de nunca acabar, rimas, juegos de sorteo, juguetes, etc. Si bien algunos de estos juegos pareciera que tienden a desaparecer por completo, una de las características de los mismos es que surgen por una temporada, desaparecen y luego vuelven a aparecer. Así algunos de ellos son jugados más en épocas invernales ya que implican mayor movimiento físico y corporal y otros surgen en épocas de mayor temperatura, donde naturalmente se tiende a estar en menor movimiento por el calor.

    Algunos de ellos a su vez están más ligados al sexo de los niños, siendo jugados exclusivamente por niños (ej. bolitas, trompo, honda, etc.) y otros por niñas (ej. la muñeca, hamaca, gallina ciega, etc.). A su vez algunos juegos están más ligados a determinadas edades, como por ejemplo las canciones de cuna y el sonajero para los niños más pequeños, y otros con reglas más importantes para niños más grandes que ya puedan comprender y respetar las mismas. A su vez hay algunos juegos jugados por adultos como las corridas de gallos.

    Algunas características que se repiten prácticamente en todos estos juegos son:

  • Son jugados por los niños por el mismo placer de jugar.

  • Son los mismos niños quienes deciden cuándo, dónde y cómo se juegan.

  • Responden a necesidades básicas de los niños.

  • Tienen reglas de fácil comprensión, memorización y acatamiento.

  •  Las reglas son negociables.

  • No requieren mucho material ni costoso.

  • Son simples de compartir.

Importancia de los juegos tradicionales en el ámbito pedagógico.

    Son diferentes las razones por las cuales vale la pena mantener vivos estos juegos. A través de los mismos podemos transmitir a los niños características, valores, formas de vida, tradiciones de diferentes zonas, si, acompañando los juegos contamos otros aspectos de los mismos, como por ejemplo qué juego se jugaba en determinada región y de qué manera.

    Las posibilidades que brindan los juegos tradicionales son múltiples. En primer lugar el juego por el juego mismo, que, en la medida que le demos mayor cabida dentro del ámbito educativo institucional, ya estaremos incluyendo un aspecto importante para la educación y desarrollo de los niños.

    En el orden práctico, por otro lado, muchos de estos juegos son cortos en su duración, si bien son repetitivos, en cuanto que cuando termina una vuelta o ronda se vuelve a comenzar inmediatamente, y no requieren de mucho material, por lo que se pueden incluir con facilidad en las escuelas, sin exigencia de grandes recursos ni horarios especiales. Teniendo en cuenta que son juegos que tienen su origen en tiempos muy remotos, esto "asegura" de alguna manera que encontraremos los mismos en todas las generaciones y culturas. De esta forma, estamos frente a una vía de acceso a la cultura local y regional y aún de otros lugares, si nos interesase, a través de la cual se podrán conocer aspectos importantes para comprender la vida, costumbres, hábitos y otras características de los diferentes grupos étnicos. A través de estos juegos podremos conocer historias propias y ajenas, acercando también generaciones.

    Cuando los niños pequeños perciban que los mismos juegos que ellos están jugando ya los han jugado sus padres y abuelos, se podrán crear así nuevos ligamentos que acercan posturas y favorecen la comprensión y el entendimiento de numerosos aspectos. Al mismo tiempo tienen la posibilidad de conocer cómo se juegan estos mismos juegos en otros lugares, por más remotos que estén.

    Se podrían trabajar estos juegos investigando desde diferentes puntos de partida. Se podrá preguntar a personas mayores cercanas a los niños, como pueden ser abuelos, tíos, etc. Pero quizá también encontremos dentro de la comunidad otras personas que, dada la experiencia o funciones que cumplen, puedan describir los juegos de su infancia. Para ello es importante que los niños vean la importancia de investigar sobre diferentes aspectos de los juegos: el nombre que tenían, en qué momento del año y del día se jugaba, con quién, en qué lugares, con qué materiales jugaban (quizás aún tengan algún elemento de juego de épocas pasadas) si había prohibiciones al respecto.

    A partir de allí se podrán describir formas de vida de esa época, cómo era la ciudad o el pueblo en ese momento, cómo vestían en ese momento (si se pueden obtener registros de fotos o gráficos, por ejemplo).

    Para ello se pueden pensar en juegos previamente y preguntar sobre una lista predeterminada o bien se puede solicitar que las personas entrevistadas confeccionen la lista y cuenten sobre aquellos juegos que cada uno recuerde.

    Otra vía de acercamiento es a través de material bibliográfico y también, como mencioné anteriormente, a través de fotografías o gráficos más antiguos, a través de los cuales se podrá confeccionar un registro de otro tipo de datos.

Aspectos a tener en cuenta para que el juego pueda considerarse educativo

    Para intervenir de una manera eficaz en el desarrollo del niño a través del juego, hay que tener en cuenta dos enfoques: En primer lugar estaría el enfoque piagetiano, consistente básicamente en observar para comprender. El observador se sitúa fuera del juego del niño y hace sus anotaciones, sin intervenir para nada en la conducta del niño.

    En segundo lugar, estaría la teoría o enfoque sociocultural del desarrollo, que se podría enunciar diciendo que es preciso observar para transformar. Es el adulto el que interviene en el juego del niño encauzándolo, haciéndolo progresar, poniendo al niño ante situaciones paradójicas, opuestas, cambiantes, etc.

    Ambos enfoques tomados conjuntamente nos permitirían comprender las conductas del niño en el juego basándonos en la observación y de esta forma intervenir transformando o aportando nuevas pautas al repertorio conductual del niño.

    En cuanto a los factores a tener en cuenta a la hora de practicar el juego desde un punto de vista educativo, podrían destacarse las razones que Kamii y De Vries consideran como necesarias para que un juego colectivo sea educativamente útil y que pueden servir a su vez como elementos útiles para la observación. Son las siguientes:

  • Proponer algo interesante y estimulante para que los niños piensen y decidan por sí mismos cómo llevarlo a cabo.

  • Posibilitar que los propios niños evalúen por sí mismos su éxito.

  • Permitir que todos los jugadores participen activamente durante todo el juego, es decir, que se impliquen mentalmente adquiriendo a su vez un compromiso.

    Obviamente existen otras razones para que un juego pueda ser valorado como útil desde el punto de vista educativo, como por ejemplo que sea intrínsecamente motivador para quienes lo practiquen, que se genere de forma espontánea, que sea experimentado como divertido, que su práctica sea activa y, por supuesto, que se realice por voluntad propia.

    Para finalizar, hay que resumir diciendo que el juego es la actividad que permite a las niñas y niños investigar y conocer el mundo que les rodea, los objetos, las personas, los animales, la naturaleza, e incluso sus propias posibilidades y limitaciones. Es el instrumento que les capacita para ir progresivamente estructurando, comprendiendo y aprendiendo el mundo exterior. Estos conocimientos que adquieren a través del juego les dirigen a reestructurar los que ya poseen e integrar en ellos los nuevos que van adquiriendo. Jugando, el niño desarrolla su imaginación, el razonamiento, la observación, la asociación y comparación, su capacidad de comprensión y expresión, contribuyendo así a su formación integral.

    Podemos decir, además, que el juego es un recurso creador, tanto en el sentido físico (en cuanto interviene en el desarrollo sensorial, motor, muscular, psicomotriz, etc.), como en el sentido mental (el niño pone a trabajar durante su desarrollo todo el ingenio e inventiva que posee, la originalidad, la capacidad intelectiva, su creatividad, afectividad, etc.). El juego tiene, además, un claro valor social, puesto que contribuye a la formación de hábitos de cooperación, de enfrentamiento con situaciones vitales y, por tanto, contribuye en la adquisición de un conocimiento más realista del mundo.

Factores determinantes que ejercen influencia sobre la atención cuando se realizan ejercicios físicos

  • Participación activa de los alumnos en la clase.

  • El tiempo y volumen de trabajo que realizan.

  • La precisión y claridad de las órdenes del maestro.

  • La activación de la actividad mental de los alumnos y la gradual complicación de los ejercicios al repetir su ejecución.

  • Para organizar mejor las clases de Educación Física y Deportes en estas edades se recomienda :

  • Intensificar la atención de los alumnos.

  • Utilizar ejercicios de juego.

  • Introducir elementos de competencia.

  • Exigir un estricto cumplimiento de todas las órdenes y tareas.

  • Estructurar la clase de manera que los ejercicios ejecutados por los niños se realicen con acompañamiento musical como opción.

Conclusiones

    Consideramos que para el trabajo de la formación de valores en los niños de estas edades en la comunidad se ha de tener presente los diferentes fundamentos teóricos y metodológicos que rigen este proceso en los momentos actuales, para así poder incidir con la aplicación de los juegos tradicionales en la educación más integral ocupando espacios reales y contextualizando su educación, brindándole a los profesores vías más adecuadas y asequibles para un trabajo más eficiente en la educación de las nuevas generaciones.

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