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1.     Introducción

    El artículo que a continuación vamos a desarrollar tratará sobre la relación que la obesidad tiene con el ejercicio físico. La importancia de este artículo viene dada por la necesidad de realizar ejercicio físico para evitar esta enfermedad y otras muchas más, porque en la actualidad vivimos en una sociedad donde la práctica de ejercicio físico es en numerosos casos sustituida por una vida sedentaria y nada buena para la salud.

    Cada vez encontramos a más personas en esta situación debido a la inactividad y a los malos hábitos de alimentación, y, aunque antes se consideraba un problema exclusivo de los países de altos ingresos, el sobrepeso y la obesidad están aumentando espectacularmente en los países de ingresos bajos y medios, sobre todo en el medio urbano (OMS).

2.     ¿Qué entendemos por obesidad?

    Se entiende por “composición corporal”, la relación equilibrada entre la cantidad de masa muscular y la masa grasa presente en el organismo. La obesidad es una enfermedad crónica cuyo origen depende de múltiples factores: genéticos, metabólicos, psíquicos, sociales, culturales y fisiológicos. La obesidad se debe a que existe un desequilibrio entre las calorías consumidas y las gastadas, lo que produce una acumulación excesiva de grasa.

3.     ¿Cuándo se considera que una persona es obesa?

    Según la Organización Mundial de la Salud, se considera que una persona tiene sobrepeso si su índice de masa corporal es igual o mayor al peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2).

4.     Crecimiento de la obesidad

    El problema de la obesidad es pavoroso en niños y adolescentes, pues se observa en las estadísticas que el número de los primeros con sobrepeso va creciendo de forma progresiva.

    La inactividad física y la obesidad están muy ligadas en el colectivo de niños y adolescentes. Es de conocimiento común que los niños practican cada vez menos ejercicio, pues dedican el tiempo a otras actividades.

    La tabla que a continuación mostramos, contiene los datos respecto de las actividades sedentarias de la población estadounidense, estableciendo que más del 60% de la población adulta son obesos.

Tabla 1. Tiempo dedicado a actividades sedentarias por los adolescentes estadounidenses (Estudio Nacional, 1999)

5.     Efectos del ejercicio físico sobre la obesidad

    El ejercicio físico se ha convertido hoy en día en un fármaco natural para la medicina preventiva, ya que tiene gran incidencia especialmente en patologías de tipo metabólicas y se prescribe la práctica de éste para mejorar nuestra calidad de vida.

    Primeramente, vamos a ver los efectos fisiológicos del sedentarismo o inactividad física que se asocian a la obesidad.

• Infarto cardíaco.

• Obstrucción de las arterias (vasos sanguíneos).

• Diabetes mellitus tipo 2.

• Artritis degenerativa (osteoartritis).

• Hipertensión arterial.

• Apnea de sueño.

• Dislipidemias (aumento de grasa en sangre).

• Artritis gotosa (gota).

• Trastornos depresivos.

    Por último, veremos lo efectos positivos que trae consigo la práctica de ejercicio físico sobre esta enfermedad.

• Disminuye la mortalidad por sobrepeso.

• Mejora la utilización de la glucosa y disminuye sus niveles en sangre.

• Disminuye la tensión arterial.

• Disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

• Ayuda a mantener la masa muscular, fuerza, flexibilidad y resistencia física.

• Mejora la función cardio respiratoria.

• Disminuye los LDL y aumenta los HDL.

6.     Tipo de ejercicio recomendado para personas con obesidad

    Para personas con obesidad se recomienda:

• Tipo: actividad aeróbica como caminata ligera o ciclismo.

• Frecuencia: 5-7 días/semana.

• Intensidad: baja-moderada (55%-70% frecuencia cardíaca máxima).

• Tiempo: 10-60 minutos/sesión (55%-70% del consumo máximo de oxígeno).

    El ejercicio cardiovascular nos permite utilizar las fibras musculares de tipo I, que cumplen con las siguientes características:

• Alta actividad oxidativa (ricas en mitocondrias).

• Incorporan oxígeno al organelo mitocondrial de la célula muscular para producir energía.

• Alta densidad capilar en el músculo esquelético.

• Metaboliza la glucosa dependiente de la insulina.

• Contracción lenta y resistente a la fatiga.

    Además, todas las personas, sea cual sea su condición o edad, deben incrementar el ejercicio que realizan en sus actividades ordinarias. La creatividad de cada uno, le indicará cómo incrementar el ejercicio a realizar durante su vida ordinaria.

    A continuación, mostramos una serie de sugerencias que se pueden hacer en la vida diaria de cualquier persona, para aumentar la actividad física:

• Ir a pie en lugar de coger el coche o tomar los transportes públicos. Así mismo, aparcar el coche o la moto o apearse del transporte público a cierta distancia del lugar donde se pretender ir y terminar el trayecto caminando.

• Subir y bajar por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor.

• Levantarse frecuentemente de la silla y dar unos pasos, siempre que se deba hacer una pausa.

• Realizar personalmente ciertas labores de jardinería en lugar de contratarlas.

7.     Coste energético de los diversos tipos de actividad física

    El coste energético se muestra en Kcal/kg de peso corporal/hora.

• Sueño..................................................................0.93

• Metabolismo basal..............................................1.00

• Descanso, sentado.............................................1.04

• Marcha 3 km/hora................................................2.50

• Marcha 6 km/hora................................................3.70

• Natación 500 metros/hora...................................3.00

• Ciclismo 9 km/hora...............................................3.54

• Tenis....................................................................8.00

8.     Conclusiones

    De todo lo visto en el presente artículo podemos decir que, en los últimos años está aumentando el número de personas que padecen esta enfermedad sobre todo por los malos hábitos alimenticios y por la ausencia de ejercicio físico tanto en niños como en adultos, siendo especialmente graves en los niños, ya que no son conscientes todavía de los que esta enfermedad trae consigo.

    En refencia a los niños, caso especialmente difícil, anteponen la práctica de ejercicio físico a estar sentados enfrente del ordenador pasando el tiempo, es por ello que tanto los padres con los maestros deben fomentar en sus hijos la práctica de ejercicio físico.

    La creación de hábitos saludables adquiere una mayor importancia sobre esta enfermedad, ya que estos hábitos condicionan nuestro estilo de vida.

    Es fundamental que la sociedad tenga en cuenta los efectos que la obesidad produce en las personas para poder prevenirla y en su defecto poner remedio y reducirla para continuar con una vida saludable y sin los riesgos de padecer otras enfermedades asociadas a la misma.

“La salud humana es un reflejo de la salud de la tierra”. Heráclito.

Bibliografía

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• MORAL, J.E. y REDONDO, F. (2008). La obesidad. Tipos y clasificación. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires - Año 13 - N° 122. http://www.efdeportes.com/efd122/la-obesidad-tipos-y-clasificacion.htm

• SALGADO, A. y MORENO, B. (2007). Nutrición Actividad Física y prevención de la obesidad. Estrategia Naos. Editorial Médica Panamericana.

• SANTOS MUÑOZ, S. (2005). La Educación Física escolar ante el problema de la obesidad y el sobrepeso. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (pp.179-199), 5, 19.

• V.V.A.A. (2008): Sobrepeso/obesidad, ejercicio físico y salud. Ed. Barcelona: Wanceulen.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 15 · N° 152 | Buenos Aires, Enero de 2011 © 1997-2011 Derechos reservados