Escoliosis, músculo psoas y ejercicios preventivos. Parte I | |||
*Diplomado en magisterio: Especialidad en Educación Física por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Diplomado en quiromasaje y quiropraxia aplicada al masaje **Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria |
Jorge Oliverio Pérez Almeida* Montserrat Cardona Naranjo** |
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Resumen A través del siguiente artículo, de carácter científico, se pretende plantear una hipótesis, la cual justifique una de las posibles causas que puede desencadenar las escoliosis idiopáticas, que principalmente afecta a niños y adolescentes, además de facilitar la detección temprana de esta patología a las personas que normalmente comparten más tiempo con los sujetos comprendidos entre esas edades; familiares, maestros, profesores y entrenadores entre otros, con el fin de remitirles a tiempo a manos profesionales que puedan ayudar a controlar esta patología. Palabras claves: Escoliosis. Psoas. Columna vertebral. Espalda. Patología.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 152, Enero de 2011. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
La escoliosis, es una patología de la columna vertebral que afecta entre 2% y 5% de la población. Dentro de su clasificación encontramos la escoliosis idiopática.
Esta suele ser definida como una escoliosis sin causa conocida, y es aquí donde este artículo empieza a coger cuerpo.
La razón más generalizada de la causa de la escoliosis, es la herencia genética. Muchos artículos afirman que “si algún miembro de la unidad familiar sufre de escoliosis, la probabilidad de que aparezca en otros miembros de la familia aumenta aproximadamente a un 20%”.
También se afirma en otros artículos que la mayoría de escoliosis en niños son idiopáticas, o sea, de origen desconocido.
La afirmación más contundente que podemos realizar sobre la escoliosis es que esta es un mecanismo automático para ajustar el cuerpo a una nueva situación. Mecanismo equivalente al principio de equilibrio:
Si ponemos al margen la responsabilidad de la carga genética y buscásemos una causa mecánica podemos encontrar algunos ejemplos como una disimetría en la longitud de las piernas, siendo este el ejemplo más común.
La hipótesis que queremos plantear la basamos en la siguiente pregunta: ¿es posible que un desequilibrio muscular pueda desencadenar una escoliosis?
El papel de los músculos en la escoliosis
Cualquiera que sea el tipo de escoliosis, su instalación y configuración se produce siempre respecto a una contracción asimétrica de los músculos espinales o de la columna vertebral.
Su función, como responsables de la erección de la columna, es sostener y levantar la columna, esto sólo es posible gracias a su trabajo y el equilibrio apropiado de tensión recíproca entre los músculos de la derecha y la izquierda.
En la escoliosis, el equilibrio de la columna vertebral se ve comprometido, se producirá un desequilibrio de los músculos espinales, que buscarán un reequilibrio reduciendo su tensión de un lado y aumentándolo del otro.
Este se puede ver claramente en el siguiente esquema:
La pregunta que nos debemos plantear ahora es: ¿qué músculo sería capaz de generar un desequilibrio (fase de inclinación) que desencadenara una escoliosis?
Músculos espinales o de la columna vertebral
Los músculos paravertebrales, los abdominales, los psoas – iliaco, los glúteos y los isquiotibiales, se coordinan entre sí para mantener la estabilidad de la columna vertebral y la pelvis centrándonos en nuestro eje vertical.
Vista lateral
1.
Músculos abdominales.
2. Músculos psoas.
3. Músculo glúteos.
4. Músculos paravertebrales.
El psoas es un músculo potente y extenso que se involucra e interviene de forma secundaria en múltiples movimientos, sin que nos demos cuenta. Éste músculo contribuye en gran medida a nuestra postura corporal, se extiende desde la última vértebra dorsal y las cinco lumbares hasta el muslo, atravesando la pelvis permitiendo la flexión de las caderas, la anteversión pélvica y la flexión del tronco. Por ende, su acortamiento puede generar grandes variaciones posturales que afecten al equilibrio de la columna.
En la siguiente imagen podemos ver los músculos psoas en una vista frontal.
La contracción de uno solo de los psoas provoca la inclinación de la columna vertebral hacia ese mismo lado.
Imagen de la posición antálgica provocada por un músculo psoas contraído:
A simple vista, se podría pensar que es una escoliosis bastante fuerte, pero como se puede comprobar en la siguiente fotografía realizada al término de una terapia de masaje y estiramientos de los músculos psoas, glúteos e isquiotibiales (45’ después de la primera foto), la postura escoliótica se ha visto fuertemente reducida.
También podemos ver en la siguiente imagen de una resonancia magnética de la columna vertebral, la cual presenta una escoliosis, como el psoas del lado al que se comienza a generar la curvatura patológica esta más engrosado que el otro.
Discusión
Tras poder ver como una excesiva tensión (contractura) de uno de los músculos psoas es capaz de provocar una postura escoliótica, y tomando como referente otra patología musculoesquelética como es la tortícolis muscular congénita (actitud viciosa de la cabeza y el cuello relacionada con la contracción o retracción unilateral del músculo esternocleidomastoideo, tras una elongación exagerada de éste, por causa congénita), planteamos nuestra última pregunta: ¿Podría ser una contractura congénita del músculo psoas una de las causas de la escoliosis “idiopática”?
Conclusión
Si tenemos en cuenta todos los aspectos conocidos sobre la escoliosis, y analizamos otros parámetros como que la aparición de esta en los niños se presenta a mediados o fines de la niñez, antes de la pubertad, cuanto más avanza el desarrollo óseomuscular. Y en los adultos suele ser el resultado de una condición que comenzó en la niñez pero no fue ni diagnosticada ni tratada mientras la persona crecía. Nuestra hipótesis podría ser acertada, de todas formas lo más importante de todo es diagnosticar y tratar a tiempo, ya que si se permite que la condición avance, los casos de escoliosis adulta pueden derivar en graves dolores de espalda, deformidad y dificultad para respirar o caminar. Para ello, podemos utilizar unos sencillos test y la observación de características fácilmente detectables, que veremos y explicaremos en la segunda parte de este artículo.
Bibliografía
GÓMEZ VIZCAINO, A. (2007): “Fisioterápia en tortícolis congénita”. www.efisioterapia.net. España.
GOTTA, G. (2009): “No olvidemos el psoas ilíaco”. www.vitonica.com. España.
HENRÍQUEZ, C. y PÉREZ RODRÍGUEZ, M. (2010) Programa de la actividad física para niños y niñas portadores de escoliosis del la comunidad unidad educativa de Urama, estado de Carabobo, Venezuela. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 145. http://www.efdeportes.com/efd145/actividad-fisica-para-portadores-de-escoliosis.htm
PÉREZ RODRÍGUEZ, M. MESTRE GÓMEZ, U. y PÉREZ RUIZ, M.E. (2005) Estrategia para la reeducación postural de los escolares portadores de escoliosis. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 91. http://www.efdeportes.com/efd91/escolios.htm
PÉREZ RODRÍGUEZ, M. y PEÑA ROJAS, M.J. (2004) Influencia de la danzoterapia en el tratamiento de la deformidad de la columna vertebral: escoliosis. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 68. http://www.efdeportes.com/efd68/danza.htm
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