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Proyecto: ‘Reconocer las diferencias para proteger la igualdad’

 

Prof.  de Educación Física. Prof. de Inglés

Prof. de discapacitados en audición, voz y lenguaje

(Argentina)

Carolina Vázquez

carol70vaz@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          El proyecto tiene como objetivo a alcanzar la integración de todos los niños en el ámbito escolar. Sea que hablemos de una escuela con niños con necesidades educativas especiales integrados en la misma o de niños sin discapacidad solamente. La idea es dar la posibilidad a los alumnos de conocerse, compartir y descubrir la importancia de aceptarse y aceptar al otro. La temática a abordar es la aceptación de las diferencias personales y no la discriminación de lo diferente. Esto se busca a través del deporte adaptado (en caso de ser necesario) o no, con juegos recreativos y con el arte. Siempre se trabaja la necesidad de respetar las diferencias y de favorecer la integración y el ámbito escolar en un espacio propicio para trabajar el tema porque es en las escuelas donde suelen integrarse niños con síndrome de down, sordera, alguna discapacidad física y hasta ceguera. Además considero que el área de Educación Física es un buen recurso a utilizar ya que hablamos de niños y para ellos el jugar es lo más importante en esta instancia de sus vidas.

          Palabras clave: Proyecto. Personas con discapacidad. Diversidad.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 151, Diciembre de 2010. http://www.efdeportes.com/

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Instituciones participantes

    Escuela Nº 14 D.E. 7º “Ernesto Padilla” sito en Felipe Vallese 835 e Instituto “Antonio Próvolo” sito en Av. Juan Bautista Alberdi 1700 (Escuela de niños sordos con internado de niñas).

    La iniciativa es propia surgió desde el área de Educación Física y luego se articuló con Educación Plástica.

    La comunidad de la escuela “Ernesto Padilla” es una comunidad de alumnos de nivel socio económico cultural medio-bajo con una matricula en los grados participantes del proyecto de alrededor de 20 alumnos por grado, niños entre 12/13 y hasta 14 años. Al Instituto “Antonio Próvolo” concurren niños con discapacidad auditiva (sordos) .Los alumnos son externos y las niñas que lo necesiten son pupilas. En general provienen de familias carenciadas. Es una escuela religiosa.

Objetivos generales

  1. Favorecer la socialización y la aceptación del otro.

  2. Estimular la libertad y ofrecer seguridad para la acción.

  3. Favorecer y facilitar el juego.

  4. Permitir la expresión de la creatividad.

  5. Generar igualdad de oportunidades lúdicas y sociales.

  6. Generar un espacio placentero, alegre, sorpresivo, curioso y vivo.

  7. Transmitir valores humanos.

Objetivos específicos

  1. Favorecer la integración de los niños con necesidades educativas especiales y el niño sin discapacidad.

  2. Fomentar el deporte adaptado.

  3. Generar la participación de toda la comunidad escolar.

    La propuesta básicamente está destinada a los alumnos con necesidades educativas especiales y los alumnos sin discapacidad, para que comprendan lo importancia de aceptarse y aceptar al otro tal cual es; la idea es adaptar los juegos y deportes todas las veces que sea necesario y que juntos encuentren soluciones a las situaciones que se les planteen a medida que surgen las actividades.

    La temática a abordar es la aceptación de las diferencias personales y no la discriminación de lo diferente.

    El plan de trabajo es por estaciones, se divide a los alumnos en grupos de 10 y cada grupo tiene un sector de juego. Los deportes a practicar son: minivolley, minihandbol, mini básquet, fútbol, softbol adaptado. Los juegos son: quemado y distintos juegos de relevo y hay un sector de trabajos del área de Educación Plástica. Una vez distribuidos los alumnos y los espacios en el patio (supervisado por un profesor o maestro cada sector) se comienza con la actividad. Después de un tiempo estipulado con anterioridad se rotan los grupos y así sucesivamente, entonces todos los alumnos recorren cada sector.

    Lugar de realización del proyecto: ambas escuelas

    Docentes a cargo: Prof. de Educación Física, Prof. Educación Plástica, maestras de 7º grado A y B.

    Los recursos materiales fueron los de la Escuela “Ernesto Padilla”, y materiales deportivos comprados por la cooperadora.

    Los canales de comunicación y la fecha, organización e idea del proyecto estuvieron a cargo de la Profesora de Educación Física de la Escuela “Ernesto Padilla”.

    Los instrumentos de evaluación fueron encuestas y reuniones con debates y conclusiones

Proyecto: “Reconocer las diferencias para proteger la igualdad”

Experiencia pedagógica

Desarrollo

    “Los alumnos son diferentes entre ellos éste ha de ser el punto de partida de toda la acción educativa...respetar las diferencias y no convertirlas en desigualdades ha de ser el propósito de la escuela...” (extraído del currículo de la Educación Primaria de Cataluña).

    Este proyecto fue pensado en función de favorecer la integración, el respeto y las individualidades, para llegar al objetivo propuesto se planificaron actividades recreativo-deportivas con niños discapacitados y no discapacitados. Por medio de éstas actividades se intentó trabajar sobre las potencialidades de todos los alumnos dejando de focalizar en sus limitaciones, que quedaban expresadas en frases como “no se”, “no puedo”, “no me sale”, “no es para mí”, cuando se comparaban con otros y se procuró que los alumnos trabajen, jueguen y se diviertan todos juntos, integrados, haciendo hincapié en sus virtudes y aceptando sus diferencias que finalmente son los que los hacen únicos e irrepetibles.

    Demás está aclarar que trabajamos en ésta línea no por sentir compasión sino admiración, respeto y necesidad de aprender de la complejidad del otro.

    Un poquito de historia...

    ...en mi escuela se trabaja mucho desde todas las áreas el respeto, la solidaridad y, la diferencia y diversidad entre los niños no considerando esto como algo negativo sino al contrario; en pocas palabras se armó entre maestros y alumnos (6tos. y 7mos.) un código de convivencia. No fue, ni es nada sencillo cumplir cada acuerdo pero con ardua voluntad se sale adelante. La población de la escuela está conformada por niños llamados sin discapacidad, sin embargo, ellos tienen al igual que los niños discapacitados muchas veces problemas para integrarse al grupo de pertenencia o a las actividades sin tener quizás una problemática específica ya sea sensorial, motriz o mental; pero sí por presentar trastornos de conducta por motivos emocionales, conflictos familiares importantes, situaciones económicas graves etc. Esta amplia gama de problemáticas los hace sentir a ellos diferentes, distintos, y a veces marginados por sus compañeros.

    Fue allí donde desde el área del deporte, la salud, traté de encontrar la manera de hacerles sobre llevar estos conflictos que lejos de resolverse se acentuaban y los angustiaban, perjudicándoles sus días y todo lo que en ellos aconteciera. El primer paso fue una charla profunda y académica sobre las capacidades de cada uno, las diferencias, lo positivo de ser distintos unos de los otros, los beneficios de poder juntos compartir clases, experiencias y así enriquecernos mutuamente; Además los alumnos en pequeños grupos realizaron una importante investigación sobre las discapacidades motoras y sensoriales ; esto fue expuesto en clase, luego se escribieron unas líneas para el periódico escolar interno para que toda la comunidad escolar tuviera acceso a la información. La fundamentación de porque la investigación del alumnado debía ser en base a las discapacidades fue que si ellos siendo niños con todas sus capacidades y posibilidades físicas, motrices y sensoriales no se tenían confianza y no podían trabajar en grupo, como estas personas “ discapacitadas, minusválidas” sí podían hacer y mucho, como por ejemplo participar en olimpíadas especiales, formar una biblioteca para ciegos o ser parte de u coro para no videntes, todo en grupo o equipo y además disfrutar. Entonces fue que leyeron y se interiorizaron en los deportes practicados por los jóvenes con necesidades especiales, como se ayudan en deportes colectivos como el torbol, bicicleteadas de ciegos con guías videntes (tándem), carreras de natación de no videntes con guías etc. Pese a esto transcurría el tiempo, las clases y los problemas de integración de grupo se acentuaban, las actividades se complicaban, siempre alguno quedaba fuera de la práctica o del juego porque según sus compañeros (no todos), le decían vos no podés con esto u aquello, con vos siempre perdemos, etc.

    Descubrí entonces que ellos no podían ver el objetivo planteado en la clase, en la que se trabaja en grupo; donde uno corre rápido pero otro tiene fuerza otro salta lejos ,otro es hábil a la hora de planear estrategias y que solo tenían que atender a sus propios roles. Así descubrirían que entre todos, cada uno aportando lo suyo lograrían el objetivo del juego, de la tarea propuesta o lo que fuere que se plantearan hacer. Por supuesto que esto que para mi es tan fácil de descifrar (visto desde mi lugar, mi edad, mi experiencia), no lo era para ellos.

    Convencida que el deporte no excluye o al menos disminuye la exclusión de los niños con o sin deficiencias, discapacidades o minusvalías; porque me parece que participando en distintas actividades o juegos los niños interactúan con otros tan iguales y a la vez tan distintos a ellos, que aumentan su autoestima, se esfuerzan al máximo para probar sus habilidades y mostrar que sí pueden ,que cuenten con ellos y habiendo comprobado a través de mi trabajo con niños (sin discapacidad y discapacitados) tuve la suerte de aprender que formar parte de una misma actividad genera un vínculo que se afianza a medida que la actividad se desarrolla...

    ...fue que surgió éste proyecto de integrar a los niños o tratar al menos que esto sucediera a través de actividades deportivas y con un desafío mas que era el de integrar a su vez niños con necesidades especiales. No satisfecha con los juegos deportivos-recreativos hicimos un intento de socializar también a través del arte, de la actividad plástica (aquí recurrí a la prof. de Actividades Plásticas) y para ello llevamos hojas muy grandes en blanco y la consigna fue plasmar en el papel por grupos todo aquello que estaba sucediendo en la escuela, a nuestro alrededor; cada niño expresaba como quería y podía todo lo que sentía por compartir una jornada distinta a la habitual. Para ello se utilizó todo tipo de material correspondiente al área de plástica como ser témperas, papeles de colores, tizas, crayones, pinceles de todo tipo. Por otro lado en nuestra escuela surgió el tema de agradecer la invitación al Instituto “Antonio Próvolo” por permitirnos conocer otros niños, con los cuales tener la oportunidad de jugar y saber de sus adaptaciones deportivas, por dejarnos en algunos juegos ser nosotros los guías. Fue así que se nos ocurrió con la profesora de actividades plásticas realizar unos souvenirs para cada alumno, también uno más destacado y original para dejar en la dirección del Instituto. Demás esta decir que se hizo una retribución respecto a la invitación .Se los invitó a nuestro establecimiento ya que todos habíamos pasado una jornada deportiva muy placentera y sentíamos la necesidad de un segundo encuentro mucho mas relajado.

    Luego de un breve análisis respecto al encuentro descubrí puntos en común tanto en la escuela de niños sin discapacidad como en los grupos de niños discapacitados .La exclusión y marginación entre los niños discapacitados no era tan marcada como en mi escuela pero sí el fortalecimiento grupal, la solidaridad entre pares y afianzamiento de los vínculos afectivos a medida que realizaban actividades deportivas, la salvedad que puedo hacer es que en la escuela que yo trabajo esto se ve por pequeños grupo en cambio los niños con necesidades educativas especiales eran un gran grupo que se autovalía, se respetaba ,se ayudaba y nadie quedaba afuera. Esta actitud fue muy valorada y respetada por mis alumnos.

    Previo al encuentro con los niños con necesidades educativas especiales (N.E.E.) se trabajó mucho sobre los conceptos de discapacidad, minusvalía, deficiencia, integración e inclusión; investigamos juntos y desterramos mitos erróneos.

Comenzamos con la evolución del concepto de discapacidad

    Inicialmente la sociedad veía a las personas con discapacidad como improductivas, como una carga para la comunidad, tomándose una actitud de eliminación física de la diferencia.

    Luego se le atribuyó su existencia a los designios de los dioses, practicándose su endiosamiento o la asociación con algo maléfico.

    En otra etapa se los consideró personas nocivas y peligrosas y se, los encerraba para proteger a la sociedad.

    Al comenzar a tener mayor conciencia de ellos se los consideró seres sufridos y necesitados que inspiraban lástima, llegando a hacer necesario hacer una obra de caridad con esos “pobres seres”.

    Entonces, históricamente a aquellas personas catalogadas como “ diferentes” , “ discapacitados” o cualquier otro rótulo que va en detrimento de su integridad como ser humano, generó una exclusión total en la sociedad, llegando los mismos a ser símbolo de vergüenza para quien contaba con alguien en su familia, progresivamente comienza a desarrollarse la idea de que tienen derecho de vida y a participar en comunidad, concluyéndose que pueden y deben estar integrados en el ámbito familiar, escolar, social y laboral; comenzaron a realizarse diversos abordajes que dieron origen a cierta inclusión desde escuelas y centros que en algunos casos proponían tratamientos planificados con objetivos que comenzaban a reconocer su integridad como personas.

    La progresiva inclusión en la sociedad con la propuesta de diversas instituciones llevó a la idea de integración de las últimas décadas en la que se comienza a perfilar el concepto de que el discapacitado no es aquél que no tiene capacidades, sino que se comienza a comprender que éste niño, joven o adulto, cuenta con capacidades diferentes y con necesidades especiales que nosotros como sociedad estamos obligados a atender y dar una respuesta. Se llega así a la idea en primera instancia de una integración “pedagógica”, con alumnos con necesidades especiales que son integrados a la educación común con una “maestra integradora”, la cual realiza adaptaciones a la currícula y es mediadora entre el niño y la maestra y el alumno del grado. En algunos casos esta integración es posible, aunque se cae en el riesgo de que con el paso del tiempo se den prioridad a las adaptaciones curriculares teniendo a un alumno con una maestra para el solo dentro de un grado que trabaja con un proyecto mucho mas avanzado del que él realiza, en ocasiones sin un sostén clínico tanto para éste niño con necesidades especiales como para el grupo y su docente.

    Leímos y anotamos una corta clasificación (según la OMS) sobre los conceptos de deficiencia, discapacidad y minusvalía.

Deficiencia

    Es toda pérdida o anormalidad de una estructura o función fisiológica, anatómica o psicológica pudiendo ser temporaria o permanente, innata o adquirida y progresiva o regresiva.

Discapacidad

    Es toda restricción o ausencia debido a una deficiencia de la capacidad para realizar una actividad funcional en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser humano. Representa una desviación de la norma desde el punto de vista de la actuación del individuo, a diferencia de la deficiencia que afecta a un órgano o mecanismo- puede ser reversible o irreversible, progresiva o regresiva y temporaria o permanente- La característica fundamental es la objetivación o sea aquella por la cual una limitación funcional se manifiesta como una realidad en la vida diaria, con lo que el problema se hace objetivo al interferir las actividades.

Minusvalía

    Es una situación desventajosa para el individuo determinado, como consecuencia de una deficiencia o discapacidad que limita o impide el desempeño de un rol, que sería normal en función de la edad, sexo y factores sociales y culturales. Significa desventajas desde lo social con respecto a sus pares; se caracteriza por una discordancia entre la actuación de la persona y las expectativas del grupo. Es un fenómeno social, la existencia de una minusvalía depende de las normas culturales, puede ser un minusválido en un grupo y no en otro. Tomando como marco de referencia esta clasificación de la OMS se puede afirmar que a través de un proceso de “rehabilitación” se puede superar la minusvalía y la discapacidad aunque la deficiencia persista; ejemplo un sordo.

    También profundizamos sobre términos como “integrar” o “incluir” que significan cada una de éstas palabras porque utilizamos una y no otra.

    Así fue que llegamos a la siguiente conclusión:

Integrar

    Constituir parte de un todo; incorporarse a un grupo para formar parte de éste. Las ideas que sobresalían de estas definiciones eran la relación que existe entre un todo entero y las partes que conforman a ese todo, equitativamente y le dan una entidad.

    Lo comparamos con:

Incluir

    Encerrar un objeto dentro de algo, significa todo aquello que está agregado a un grupo. Observamos, entonces, que el término “incluir” se aproximaba mas a la idea de “asimilar” que a la de integrar ya que reviste el sentido de un grupo y hacerlo formar parte de éste. Aquello que está incluido está encerrado dentro de un grupo, en cambio aquello que está integrado forma parte del grupo, es parte del entero.

    Por lo tanto: la integración se la podría conceptuar como una idea reguladora de la racionalidad práctica de la acción social, un principio que rescata los derechos humanos y nos permite, nos orienta y ayuda a aceptar las diferencias entre las personas.

    Es la integración como la concreción del principio de igualdad para todas las minorías que sufren algún tipo de exclusión y la diferenciamos de la inclusión porque lleve a cuestionar la idea de una sociedad homogénea y a revalorizar la diversidad.

    Después de todo lo leído e investigado entendimos que el “ integrar” tiene que ser un proceso de construcción constante, luchar por las necesidades de los alumnos, respetarlos como individuos, fomentar el desarrollo de una cultura de colaboración y participación y aumentar la igualdad de oportunidades como medio de conseguir una mejora en la comunidad; y esto debe implementarse en todos los grados, año tras año para ir logrando de a poco un cambio que refleje sus logros a largo plazo en toda la sociedad.

    Me entusiasma y siempre lo ha hecho, el pensar que la integración favorece el desarrollo de la interacción, comunicación, del trabajo participativo y la colaboración basándose en las necesidades, virtudes y fortalezas de cada individuo.

    Obviamente el proceso de integrar es un objetivo importantísimo que no se alcanza de un momento a otro, porque los niños tienen que desarrollar habilidades básicas para esto y la comunidad colaborar y sensibilizarse. Al referirme a comunidad hablo de la escuela, la familia y también la sociedad para quienes la aceptación de la diferencia requiere fortalecer valores de colaboración, de solidaridad, de respeto a la dignidad y desterrar la competencia. Es por esto que para la inclusión de cada niño se necesita que “ todos” los que acompañan logren un proceso paralelo de integración.

    La idea al elaborar éste proyecto fue que al realizar los encuentros de integración de ambas escuelas, (sin discapacidad y con discapacidad) se tuviera una planificación que mas allá de basarse en valores que se desprenden del encuentro como ser amistad, integración, solidaridad, cooperación, satisfacción, respeto, tolerancia, sea una planificación con contenidos curriculares desarrollados por cada escuela y cada área interviniente.

    Los principales objetivos propuestos para lograr la integración de los alumnos fueron (mencionados al comienzo del proyecto):

  • Favorecer la socialización y la aceptación del otro

  • Estimular la libertad y ofrecer seguridad para la acción

  • Favorecer y facilitar el juego

  • Permitir la expresión de la creatividad

  • Generar igualdad de oportunidades lúdicas y sociales

  • Generar un espacio placentero, alegre, sorpresivo, curioso y vivo

  • Trasmitir valores humanos.

    La estrategia de aprendizaje utilizada fue el método cooperativo, fue el adecuado ya que los alumnos recibieron instrucciones a seguir y las cumplieron juntos. Todos trabajaron cooperando en las actividades y de allí se desprende el aprendizaje, de la interacción entre compañeros. Este método es adecuado y beneficioso en grupos heterogéneos porque incrementa la socialización y el aprendizaje mutuo. Es un método flexible y adaptable a diversas situaciones, permite la revalorización del aprendizaje por parte de los niños que supera el valor individual que generalmente se le otorga al mismo; los alumnos se motivan porque deben ayudarse unos a otros para lograr como producto final un trabajo en conjunto.

    La propuesta entonces hace hincapié en que es posible o trataremos de que lo sea, una integración en la que haya contenidos pedagógicos del diseño curricular, pero que la misma se centre en un momento de encuentro socializador, en el que el juego es el principal motor de unión entre los alumnos con necesidades educativas especiales y aquellos a los que llamamos “convencionales o sin discapacidad”.

    Ésta palabra que fue la protagonista del proyecto no toma en cuenta que en realidad todo ser humano tiene necesidades especiales de distinta índole...

    ¿O no estamos de acuerdo en que cada niño, adolescente o adulto siempre necesita más o algo diferente a lo que la sociedad ofrece?

    Este fue el punto, la conclusión final, la meta, el objetivo al que arribamos con los alumnos en nuestros trabajos previos a los encuentros deportivos. ¿Por qué deportivos? Porque el juego es socializador, es integrador porque éste surge, se manifiesta espontáneamente, de forma estimulante y proporcionando placer tanto para el adulto como para el niño en todos los momentos de su vida. Con la ventaja que en la niñez se cuenta con menos inhibiciones que en la edad adulta debido a las diferentes responsabilidades que impone la sociedad; los niños participan del juego desde las primeras horas de vida cuando fomentan y fortalecen los vínculos interpersonales, creándose así un lugar de intercambio de afectos, actitudes, vínculos, los cuales marcarán y determinarán futuras relaciones con pares y los aprendizajes en su vida.

    El espacio que se crea cuando alguien juega es un ámbito de alegría, de bienestar, de encuentro, en donde cada uno construye nuevos vínculos, genera situaciones sorpresivas y de una libertad sin límites que favorecen los nuevos aprendizajes.

    Los docentes, cada uno desde su lugar, su área, debe alentar y apostar a la enseñanza integral donde se respeten los derechos que cada uno tiene.

    Para darle a cada alumno la posibilidad de manifestar lo que sintió durante el trabajo compartido, para expresar sus experiencias vividas y todo aquello que desearan transmitir a los demás fue que se les ofreció un espacio en el diario escolar sitio en el que podrían volcar lo que desearán y éste fue el resultado:

a.     Alumnos de 7º B

    Esta experiencia para nosotros fue muy provechosa ya que creemos que no todos los chicos tienen la oportunidad de vivenciar encuentros como éste. Al principio cuando llegamos nos sentimos muy observados e incómodos con ésta situación pero en el transcurso de la mañana nos dimos cuenta que era esa su manera de comunicarse con nosotros. A nuestro criterio esta experiencia nos enseñó a poder vincularnos y tratar con chicos con dificultades, más allá de cualquier obstáculo. (Julieta I., María Trinidad S., Andrea G. y Kevin M.).

    Aprendimos que actualmente hay diversas herramientas tecnológicas que se utilizan para mejorar su calidad de vida, como audífonos, implantes cocleares, Chat y celulares. También entendimos que debemos valorarlos y entenderlos y supimos como relacionarnos con ellos mas allá de sus problemas y nuestras dificultades para lograr entenderlos. (Noelia G., Natalia F., Penélope B., Sabrina A.).

    A nuestro entender fue una visita y una experiencia muy agradable y pudimos aprender como se rehabilitan chicos con dificultades auditivas y fundamentalmente a poder vincularnos con ellos y compartir algunas ideas. (Camila L., Dana B., Flavio G.)

b.     Alumnos de 7º A

    Aprendimos que no hay que discriminarlos por sus dificultades ya que pudimos vincularnos más allá de los obstáculos. Esta experiencia fue única ya que no todos los días se tiene la posibilidad de interactuar con estos niños. (Luciano C., Dafne A., Viviana C., Leonel C.)

    En particular aprendimos a comunicarnos con otros chicos con distintos lenguajes como es el de las señas y la lectura de labios. Además aprendimos a valorar la importancia del sentido auditivo sano, algo que para nosotros es tan común y para ellos representa un desafío cotidiano a reeducar para insertarse en la sociedad. (Matías G., Leandro Z., Melisa B., Solana B.).

Bibliografia

  • CNEE (1991). Las necesidades educativas especiales del niño con deficiencia auditiva. Madrid. MEC.

  • Colin, D. (1980). Psicología del niño sordo. Barcelona. Toray – Masson.

  • Dumont, A. (1989). El logopeda y el niño sordo. Barcelona. Masson.

  • Gallardo, J. y Gallego, J., (1993). Manual de logopedia escolar, un enfoque práctico. Málaga. Aljibe.

  • Naranjo, E. Un discapacitado motor, como profesor de Educación Física. En: EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Nº 127. http://www.efdeportes.com/efd127/un-discapacitado-motor-como-profesor-de-educacion-fisica.htm

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