Recursos existentes para la atención del alumnado con Necesidades Educativas Especiales |
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*Maestra de Educación Infantil Licenciada en Psicopedagogía *Maestra de Educación Física Facultad de formación del Profesorado Colegio concertado Mª Auxiliadora Las Palmas de Gran Canaria |
Vanessa Cidoncha Falcón Erika Díaz Rivero (España) |
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Resumen El Sistema Educativo debe disponer de los recursos necesarios para que el alumnado de NEE pueda alcanzar, dentro, del mismo sistema, los objetivos establecidos con carácter general para todos los alumnos y alumnas. Sin embargo, no todas las necesidades educativas especiales son de la misma naturaleza, cabe distinguir entre las necesidades educativas que se manifiestan de forma temporal de aquellas que tienen un cierto carácter de estabilidad o permanencia. En las modalidades de escolarización extraordinarias, se precisan, en algunos casos, recursos materiales y personales extraordinarios no generalizables en todos los centros educativos. Se contempla también en el sistema educativo los recursos para la atención educativa en las situaciones prolongadas de hospitalización. Palabras clave: Recursos (material impreso, manipulativo). NEE. Atención a la diversidad.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 151, Diciembre de 2010. http://www.efdeportes.com/ |
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Con la Ley General de Educación de 1970 se contempla la integración como modalidad educativa dentro del sistema de enseñanza y por tanto surge la figura del profesor de educación especial dentro de los centros educativos.
Se debe contemplar la formación permanente del profesorado ya que los cambios en la sociedad son constantes y por tanto se debe concebir un perfeccionamiento en y sobre la acción: partir de la práctica para analizar las situaciones, definir los problemas, tomar decisiones en un entorno complejo como son los centros, grupos y aulas heterogéneos, elaborar procedimientos, etc. Además el perfeccionamiento ha de desarrollarse a través de un trabajo de investigación cooperativo e interdisciplinar.
La familia es la primera unidad social de aprendizaje. Además reúne dos condiciones que la hacen muy importante desde el punto de vista pedagógico: por una parte es la institución cultural que recibe al bebé y, por otra, es el grupo humano, generalmente, más estable en el que el sujeto realiza su vida. Su potencial educativo estará condicionado por la calidad e interrelación de todos los elementos y factores que la configuran.
Los padres y madres, profesionales y las administraciones educativas han de realizar esfuerzos para que la integración y la respuesta educativa adecuada, se realice en todos los contextos sociales y educativos, con independencia de las condiciones personales, culturales, económicas y sociales.
Recursos para dar respuesta educativa a los alumnos con NEE
Los materiales curriculares pueden ser de muy diferentes tipos en función del uso que se les pueda dar, de las habilidades cognitivo-perceptivas requeridas para su uso, del soporte en que estén elaborados y presentados, etc.
A. Material manipulativo
En este grupo de materiales incluiríamos a todos aquellos que desarrollan las capacidades del alumnado a través de la manipulación de los mismos. Este material lo podemos dividir, de manera muy general, entre aquéllos que desarrollan de manera específica los conceptos básicos (tamaños, formas, colores, texturas, etc.) y los que facilitan el desarrollo motor, las capacidades simbólicas, la interacción entre iguales, etc.
B. Materiales impresos
Los materiales impresos en general constituyen los medios mas utilizados por el profesorado, constituyéndose en algunos casos en el único. No obstante es preciso realizar una consideración previa acerca de su uso y se relaciona con una cuestión obvia y es la posibilidad del alumnado de acceder, de decodificar este material.
Alumnos con dificultades sensoriales (fundamentalmente visuales) probablemente necesitaran una adaptación del material (caso del Braille para los invidentes) o una facilitación del acceso a éste (caso del uso de la telelupa en amblíopes).
Alumnos con dificultades cognitivas podrán requerir una "graduación" (adaptación, reconversión, simplificación, graduación significativa, etc....) del texto, la utilización de textos con alta iconicidad, la labor mediadora del profesor, un trabajo paralelo o previo de comprensión o metacomprensión, etc.
Los materiales impresos pueden ser de varios tipos y se pueden clasificar atendiendo a diversos criterios.
Libros de texto: Con toda probabilidad se trata del material impreso más difundido en nuestras escuelas. Tienen la particularidad de estar concebidos de manera muy estructurada, con los contenidos ofrecidos secuencializadamente y con sugerencias de actividades y ejercicios para el afianzamiento de estos contenidos y la consecución de los objetivos de aprendizaje de un tema determinado.
De manera general se puede decir que es un material válido para utilizar con alumnado con NEE, aunque es preciso indicar que en algunos casos la propia estructuración y organización de estos materiales, sobre todo en los niveles en que el conocimiento está "fragmentado" en diversas asignaturas, perjudica el proceso de transferencia y generalización de los aprendizajes.
En otros casos, la "presentación más o menos elaborada del producto" ofrecida en los libros de texto, no favorecen el desarrollo de la actividad investigadora, del pensamiento divergente y la creatividad, precisos en el alumnado con sobredotación intelectual.
Libros de consulta: Este tipo de libros, a diferencia del anterior, no están pensados ni organizados para el aprendizaje de un tema concreto, sino más bien para ampliar, complementar y/o afianzar un interés de información preciso y específico.
El papel jugado por el profesor en el uso de este material sería inicialmente de guía de esa búsqueda de información y paulatinamente en compañero de búsqueda del alumnado para ir facilitando progresivamente el aprendizaje por descubrimiento en sus alumnos e impulsando el aprendizaje significativo y la generalización de estos. Esta forma de trabajar es sumamente válida para corregir, entre otros, los problemas de lectura comprensiva que presentan algunos alumnos disléxicos.
Cuadernos de ejercicios y fichas de trabajo: También son materiales que, como los libros de consulta, son considerados complementarios al libro de texto, aunque pueden ser utilizados independientemente de estos. Existe una amplia gama de ellos, desde los que han sido diseñados para desarrollar habilidades muy específicas (discriminación auditiva, orientación espacial, ejercicios temporales, etc.); los que están pensados, de una manera más global, para corregir una determinada dificultad de aprendizaje (fichas de recuperación de la dislexia, de la disgrafía, ejercicios de recuperación del cálculo, etc.) y los que constituyen métodos más ambiciosos y complejos, con un fuerte basamento teórico en la psicología cognitiva y que están planteados como "programas de mejora de la inteligencia"
Es preciso entender que estos cuadernos han sido concebidos como apoyo al trabajo del profesor, que requieren de éste un esfuerzo de integración curricular, de formación e información de la teoría que sustenta ese material y de una labor de detección de las necesidades educativas de sus alumnos para adaptarles estos materiales a sus características.
Libros ilustrados: Estos materiales constituyen un esfuerzo de equilibrar la relación entre la información icónica y la textual. Originariamente están pensados para un público infantil cuyo desarrollo simbólico no le permite integrar la información exclusivamente a través de los códigos abstractos lingüísticos y requieren el apoyo icónico situado en un nivel de abstracción inferior. Posteriormente se ha constatado, precisamente por estas razones, que tienen una riqueza de utilización en alumnos mayores que presentan dificultades en el desarrollo de sus capacidades simbólicas.
Podemos encontrarnos con dos tipos según sea la relación entre el material icónico y verbal: libros de imágenes, en que el texto se concibe como un complemento, muy utilizados para el desarrollo de las capacidades de lenguaje expresivo y la organización de las ideas a través de ese vehículo; y libros de cuentos con imágenes. Estos últimos materiales han sido bastante utilizados para el inicio y desarrollo de las conductas lectoras por ejemplo en alumnos con síndrome de Down.
Las publicaciones periódicas: Los periódicos y revistas permiten una utilización similar a los libros de consulta, como complemento de otros materiales, como elemento que permite la ampliación y actualización de determinados contenidos, como recurso para potenciar la actitud investigadora y de descubrimiento del alumnado. Con respecto a aquellos presenta la ventaja de lo económico de su adquisición, la actualización de los temas tratados y la reutilización del material una vez usado para los fines nombrados (por ejemplo en una sesión de psicomotricidad o de manualidades).
Los cómics: Este es un recurso con grandes posibilidades de uso con alumnos con necesidades educativas especiales, ya que su alta iconicidad y la secuencialización narrativa de la historia ofrece mejores resultados que los libros de imágenes. Además lo atractivo de las imágenes, la composición de las mismas y la utilización de los colores, lo convierten en un material altamente motivador para los alumnos. Estas consideraciones creemos son las que han llevado a algunos autores (por ejemplo Monfort y Juárez, 1983 y 1984) a diseñar materiales de reeducación (en los casos citados, reeducación logopédica) en este medio.
C. Materiales auditivos
En este apartado se incluyen los materiales presentados en formato cassette y disco compacto, que han sido utilizados para desarrollar el sentido musical y del ritmo de los alumnos, para facilitar el desarrollo del lenguaje (fundamentalmente comprensivo) a través de la escucha de cuentos infantiles, para realizar trabajos de discriminación auditiva, etc. Interés especial merece, sin obviar las posibilidades educativas de los otros, este último grupo de materiales auditivos. Con la denominación de material de discriminación auditiva, o con otras parecidas, se encuentran en el mercado varios materiales que pretenden ofrecer de manera más o menos estructurada los sonidos ambientales más cotidianos asociándolos, en algunas ocasiones, a las imágenes correspondientes.
D. Materiales audiovisuales
En este contexto, si una escuela no enseña a ver televisión, ¿para qué mundo educa?, se pregunta Ferrés (1994). No sólo es importante el formar a nuestros alumnos en el análisis de los contenidos de los programas o utilizar éstos con fines didácticos, sino que es preciso por parte del profesorado una reflexión en profundidad sobre los efectos, y por tanto las posibilidades, que genera la utilización del propio medio.
Educar en y con estos medios supone aprovechar todas las posibilidades que ofrece la reforma educativa para intentar sacar partido de las posibilidades de un currículum abierto. Supone también trabajar desde el necesario (deseado) enfoque colaborativo entre el profesorado y el planteamiento pluridisciplinar, pero integrado y coordinado, de las actuaciones educativas de atención a la diversidad. Esta puede ser una buena manera de dar respuesta a los déficits de integración de la información, generalmente ofrecida de manera fragmentada en nuestras escuelas, que tienen los alumnos con NEE derivadas de una discapacidad mental.
A esto unimos que el aprovechamiento didáctico de estos materiales comporta otra gran ventaja: la de hacer significativa la enseñanza. Si ver la televisión es la actividad a la que más tiempo dedican los alumnos, es probable que aprender desde la misma potenciará dichos aprendizajes, porque ayudará a los alumnos a conectar los nuevos contenidos con contenidos fuertemente arraigados en su mente y por tanto facilitará los procesos de transferencia y generalización de los aprendizajes.
Para finalizar, el uso de materiales elaborados y apoyados en estos medios activa hábitos perceptivos y procesos cognitivos distintos que la lectura, por tanto amplía potencialidades sensitivas y mentales, y de esta manera su incorporación al aula permitirá optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque promoverá un nuevo estilo de "entender las cosas", de hacer y de ser.
E. Materiales informáticos
En los últimos años se ha constatado un aumento del interés por la integración curricular de las nuevas tecnologías informáticas. Este interés ha sufrido un ritmo de aceleración creciente y de constante renovación. La presencia de "maquinaria tecnológica" en nuestros colegios deja paulatinamente de ser un hecho aislado para convertirse en una realidad casi cotidiana. Situación ésta derivada del abaratamiento de los equipos de soporte de programas y de la relativa abundancia y constante investigación en estos últimos.
Varios autores (Hogg, 1984; Goldenberg et al., 1984; Monfort y Juárez, 1988) señalan que es precisamente en el campo de la educación especial donde se han observado los resultados más optimistas y en la que la introducción de programas educativos con ordenador parece producir más cambios estructurales cualitativos en la enseñanza. Sin embargo, sin desmerecer lo dicho hasta ahora, se constata también un fenómeno relacionado con la desorientación del profesorado a la hora de usar estas nuevas tecnologías informáticas: nos referimos al hecho de que el proceso de desarrollo, aplicación y evaluación de determinados materiales requiere bastante tiempo, lo que los hacen resultar rápidamente obsoletos ante la velocidad de aparición de nuevos productos más evolucionados.
Siguiendo estas recomendaciones podemos concebir el ordenador y la Tecnología de la Información y la Comunicación como un recurso educativo que se puede situar como mediador en el proceso de adecuación del aprendizaje a las necesidades educativas de cada alumno, facilitándole el acceso a la información al utilizarse esta tecnología como medio-herramienta (por ejemplo como comunicador) o en un sentido más amplio, como medio didáctico con un alto poder motivador e incentivador del aprendizaje.
A modo de conclusión, algunos principios a tener en cuenta en el uso de los medios y materiales curriculares en el aula son:
Debemos desarrollar en los alumnos las habilidades de expresión y comprensión de los lenguajes que aparecen en los medios. Es decir, desarrollar procesos dirigidos como alfabetización del lenguaje verbal, audiovisual, sonoro, gestual, etc.
Debemos dirigir nuestra enseñanza hacia que el alumnado aprenda a ser un procesador activo de información, no un consumidor pasivo. (Sepa seleccionar, buscar, analizar, criticar, cualquier información expresada en todo tipo de medio).
Debemos utilizar de forma habitual en nuestras clases una gama muy variada de materiales. Esto implica combinar: materiales con distintos soportes físicos (impresos, auditivos, audiovisuales,) materiales que usen distintos lenguajes de la comunicación (verbal, gráfico, de imágenes, etc.), materiales de diversa naturaleza y origen (tanto medios de comunicación social: programas de TV, prensa, cómics, como medios didácticos: libros de texto, diccionarios, enciclopedias, etc.).
Debemos planificar el uso de cualquier material en el aula. Esto requiere por lo menos que hay que tener claro cuál es el propósito u objetivo pedagógico que se persigue con el material y qué actividades tienen que realizar los alumnos con el material (antes, durante y después de utilizarlo).
Bibliografía
MEC (1991) Recursos materiales para alumnos con NEE: orientaciones. Madrid.
OLIVER, M. C. (2002). Estrategias didácticas y organizativas ante la diversidad. Barcelona, Octaedro.
WANG, M (1995). Atención a la diversidad del alumnado. Madrid, Narcea.
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