Resultados de la influencia de un programa de ejercicios físicos que contribuya al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos en adultos mayores |
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ESPA “Inés Luaces Sánchez” Camagüey (Cuba) |
Lic. Mileydi Cobarco Agüero |
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Resumen Mejorar el nivel de vida del adulto mayor es un desafío para cualquier profesional de la Cultura Física y Deportes, dada la complejidad que conlleva la pérdida de coordinación de movimientos en las personas de la tercera edad; cuyas manifestaciones son capaces de postrar al adulto incapacitándolo desde el punto de vista motor y social. En este estudio se analizaron los antecedentes de la descoordinación, se diseñó y se aplicó un programa de ejercicios físicos que contribuya al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos en adultos mayores. Durante la aplicación del programa se realizó un estudio experimental, de tipo cuasiexperimento a 60 adultos mayores, divididos en un grupo de estudio y un grupo control, ambos conformados por 30 adultos. Al grupo de estudio se le aplicó el programa de ejercicios físicos y al grupo control solamente el tratamiento convencional farmacológico. Los resultados en el grupo estudio fueron superiores. En los adultos mayores comprendidos en las edades de 55 a 65 años en 66.66% de estos, fueron mejores los resultados en las mujeres en 53.33% de ellas. La hipertensión fue la causa más observada, los trastornos psicológicos fue el síntoma más frecuente y el 96.66% de los adultos mayores del grupo de estudio obtuvieron resultados regulares y buenos después de 11 meses de incorporados a la práctica de ejercicios físicos. Se propone el estudio de estos adultos mayores en grupos multidisciplinarios y extender el programa hasta los servicios en la comunidad. Palabras clave: Ejercicios físicos. Pérdida de coordinación. Adultos mayores.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 150, Noviembre de 2010. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Durante la evolución del ser humano, desde que apareció como especie hasta finales del siglo XIX, solo alcanzó como promedio de vida unos 47 años. Sin embargo, en el siglo XX, por una diversidad de factores, esencialmente sociales y científicos, ocurrió un incremento importantísimo, 34 años más de vida posibles, el promedio de edad pasó de 47 a 73 años. Esto demuestra que los seres humanos han aumentado su promedio de vida y por lo tanto, aparecen cada vez más longevos y los llamados súper longevos, mientras la capacidad máxima de vivir se plantea alrededor de los 120 años.
Hoy los que nacen tienen una esperanza de vida de 77 años, los que cumplen 60,un promedio de 21 años más, los que arriban a los 75 pueden vivir unos 10.5 años más y los que arriban a los 80, casi otros 7 años. Existen pilares fundamentales que repercuten de una forma u otra en nuestra calidad de vida y en la posibilidad de prolongar la vida. El primero es la motivación, según los estudios realizados con personas centenarias, una característica fundamental es la de afrontamiento de todos los problemas, la actitud positiva para solucionar las dificultades. También la cultura como método de comunicación de estrés y de acondicionamiento de las capacidades de vida, la alimentación balanceada, la actividad física consciente , la salud y el medio ambiente constituyen otros pilares esenciales.
En la actualidad, son muchas las personas en el mundo que dedican su esfuerzo y estudio a lo que podría dominarse como la nueva cultura de la longevidad. Se están haciendo numerosos descubrimientos relacionados con las causas que lo provocan, son varias las teorías que se mueven en torno a tan misterioso proceso de deterioro de la vida. Todas en su mayor parte fundamentadas y aprobadas, pero ninguna llega al fondo de la cuestión, o quizá no hay fondo, simplemente hay que aceptarlo tal como es. Cuando se practica la actividad física se retardan los efectos que ocasionan la vejez, fuerza perdida y se consigue un equilibrio emocional y una mejoría general, ya que el ejercicio físico es esencial para el mantenimiento del funcionamiento correcto de los tejidos y la reducción de los músculos afectados.
Sobre la coordinación de movimientos se han pronunciado un elevado número de teóricos, cuyos criterios se han elaborado sobre bases empíricas en algunas ocasiones y fundamentadas con rigor científico. Se señala que aún hoy se pueden encontrar diferentes posturas en estos análisis, aunque todos los estudiosos coinciden en conferir una importancia vital al estudio y desarrollo de esta capacidad que se muestran como soporte para el aprendizaje de las habilidades motrices, los teóricos se debaten ante posiciones en los que de forma dudosa se entrecruzan los conocimientos entre capacidades condicionales y coordinación, quedando estas últimas como aspectos sin definir y que pudieran ser vitales para profundizar en su marco teórico. Las diferentes posiciones están dadas por la multiplicidad de procesos y subprocesos que se ven implicados en el desarrollo coordinativo, marcando límites para la profundización, tanto en el proceso de desarrollo como en el diagnóstico de estas capacidades.
Según estas consideraciones entre las dificultades más marcadas se pueden destacar.
Insuficiente de literatura que se refiera al tema de la capacidad de coordinación, específicamente a su fundamentación práctica.
Variados criterios existentes en la actualidad sin validez científica, por las inconsciencias de las investigaciones al respecto, debido a la complejidad de la capacidad de coordinación.
Ausencia de proyección de la capacidad de coordinación en los programas de preparación a nivel nacional.
En la actualidad el diagnóstico de esta capacidad de coordinación resulta una problemática no solo en el país sino en el mundo.
Se estima que 7.5 millones de pacientes con desequilibrio, hipoacusia y nistagmos acuden cada año a los servicios ambulatorios de Estados Unidos, constituyendo una de las quejas más comunes en los departamentos de emergencias. En Cuba no existen estadísticas sobre la prevalencia de la pérdida de la coordinación, aunque al ser tantas las causas que lo producen, su frecuencia es mucho mayor de lo que se piensa, el desequilibrio como síntoma capital, junto a los nistagmos como manifestaciones de la descoordinación limita y pone en detrimento las capacidades del adulto mayor. El mayor problema para el anciano en la actualidad no es el de añadir años a la vida sino dar vida a sus últimos años, y en esta tarea se deben comprometer todos y principalmente los que colaboran en el sector de la salud y el deporte, ya que debido al proceso natural de envejecimiento la persona mayor puede sentirse más lenta, tener más dificultades en mantener el equilibrio, insuficiente amplitud y coordinación de movimientos, no se manifiesta la respuesta adecuada en dependencia de los estímulos recibidos, hay disminución de la masa muscular y falta de coordinación de las extremidades superiores con las inferiores. Todo ello puede producirle inseguridad al realizar una actividad que comporta movimiento y desplazamiento. Teniendo en cuenta que la coordinación de los movimientos se pierde aceleradamente producto a cambios que ocurren en el organismo, por el proceso de envejecimiento, no existe ningún instrumento que contribuya al mantenimiento de esta capacidad, por lo que se propone resolver el siguiente problema científico: ¿Cómo retardar la pérdida de la coordinación de movimientos en el adulto mayor del círculo de abuelos Ernesto Guevara del municipio Camagüey?
Para ello se propuso como objetivo: Valorar la influencia de un programa de ejercicios físicos que contribuya al retardo de la pérdida de coordinación de movimientos en el adulto mayor del círculo de abuelos Ernesto Guevara, del municipio Camagüey.
Los métodos de investigación que se emplearon son de corte teórico, empíricos y estadísticos. Dentro de los métodos teóricos se señalan: el histórico-lógico, el analítico-sintético, el inductivo-deductivo, el enfoque de sistema y el hipotético-deductivo. Los métodos empíricos la observación, la encuesta, el análisis de documentos, el criterio de expertos y el experimento y como estadístico-matemáticos, la estadística Inferencial.
Desarrollo
En la presente investigación se aplicó un experimento de tipo cuasiexperimento, en el que se seleccionó un grupo de estudio al cual se le aplicó el programa de ejercicios físicos y un grupo control que se mantuvo con el tratamiento convencional farmacológico. Se realizó un estudio donde se analizaron los antecedentes de la descoordinación con el objetivo de evaluar comparativamente los resultados del tratamiento para la descoordinación involuntaria en el adulto mayor mediante tratamiento convencional y con el uso de un programa de ejercicios que contribuya al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos en adultos mayores.
El universo lo conformaron 120 Adultos Mayores que acudieron a los servicios médicos primarios del consejo popular Julio Antonio Mella del municipio Camagüey. La muestra de tipo probabilística quedó integrada por 60 adultos mayores seleccionados por el método aleatorio simple, de modo que todos los miembros del universo tuvieran la misma oportunidad de integrarla. Se conformaron dos grupos: el grupo control, que quedó integrado por 30 adultos mayores que recibieron el tratamiento convencional farmacológico indicado en estos casos; y el grupo objeto de estudio con el mismo número de adultos mayores a quienes se le aplicó el programa de ejercicios para contribuir al retardo de la pérdida de coordinación de movimientos.
Todo el análisis previo que recoge la fundamentación teórica y el diagnóstico fue efectuado en correspondencia con el tema, que permite avalar el proyecto de programa que englobe los tratamientos de la cultura física en el retardo de la coordinación de movimientos en el adulto mayor, teniendo en cuenta además las necesidades de carácter psíquico que poseen los adultos. La pérdida de la coordinación de movimientos en los adultos mayores causada por cambios que ocurren en el organismo por el proceso de envejecimiento es un proceso irreversible. Sin embargo, a pesar de esto la literatura no excluye la influencia de los ejercicios físicos sobre esta limitación. De acuerdo a que el adulto mayor tiene diversas características, el programa propone se mantengan con los ejercicios de coordinación, los de respiración, estiramientos y de relajación para contribuir al retardo de la pérdida de coordinación de movimientos en las personas de la tercera edad.
En los 60 adultos mayores, que formaron parte del grupo control se les realizó tratamiento convencional y en el caso del grupo de estudio, se les aplico un programa de ejercicios físicos, para evaluar su influencia en su evolución y permitir a los adultos mayores incorporar junto al tratamiento médico un programa de ejercicios que contribuya al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos, según grupos de edades. De 60 adultos mayores que conformaron el universo estudiado en ambos grupos 35, el 58,3 % obtuvieron buenos resultados, en 10 adultos, el resultado fue de regular para un 16,6 % y en sólo 3 adultos fue malo, para un 5 %; lo que demuestra la utilidad de ambos métodos terapéuticos. No obstante, al analizar los grupos independientes; en los 30 adultos mayores que conformaron el grupo objeto de estudio, 25 (83,33%) obtuvieron resultados buenos y en 4 adultos el resultado fue de regular 13.33%, siendo el resultado malo en 1 solo adulto mayor del sexo masculino 3.33%, entre 55 y 60 años de edad, que sólo manifestó desequilibrio como secuela del tratamiento psiquiátrico. En el grupo control de 30 adultos mayores, los resultados fueron buenos en 15 (50%), regular 7 (23.33%) y malos en 2 (6.66%), lo que representa más de las dos terceras partes de los resultados desfavorables. Al aplicar el test de hipótesis de proporciones para la razón 1/30 vs. 2/30 aportó una P= 0.045, lo que constituye una diferencia significativa en los resultados entre ambos grupos, debido a la incorporación del programa de ejercicios para contribuir al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos al grupo objeto de estudio, en los resultados de acuerdo al sexo del total de adultos mayores, 31 (51.66 %); pertenecían al sexo femenino y los resultados terapéuticos fueron buenos, en 5 (2 %), el resultado fue regular. En los adultos mayores del sexo masculino, 13 (21.66 %); obtuvieron buenos resultados, 7 y 3 regular y malo para un 16.66 % y 5 %, respectivamente P =0.033.
En el grupo estudio, 16 (53.33%) de adultas femeninas los resultados; fueron buenos y en 3 (10%); el resultado fue regular. En el grupo control el 50% mostró buenos resultados, 2(6.66%) regulares y malos resultados en 1 adulto mayor para un 3.33%.
En los adultos mayores del sexo masculino y pertenecientes al grupo estudio, 9 (30%); tuvieron buenos resultados y 2 (6.66%) regular o mal. En el grupo control, 4 (13.33 %); tuvieron resultados buenos y 8 (26.66 %); tuvieron resultados regulares y malos; lo que constituye una diferencia significativa en los resultados de ambos grupos. P=0.033
Dentro de las causas de la descoordinación que motivaron la visita de los adultos mayores a la consulta. Las más frecuentes fueron: Hipertensión, en 14 (23.33 %); la artrosis cervical y los traumas psicológicos en 7 (11.66 %); traumas visuales y auditivos en 6 (10 %) respectivamente, los trastornos psicológicos fueron el síntoma más frecuente de fracasos en un 5 % de los adultos mayores que recibieron una u otra modalidad terapéutica. En el grupo objeto de estudio, los resultados fueron superiores en la mayoría de las enfermedades en 4 (13.33 %) y en 1 adulto mayor que representó el 10 %, los resultados fueron regulares o malos; sin embargo, en el grupo control; quienes solo recibieron tratamiento convencional farmacológico, 8 (26.66 %) de los adultos mayores; tuvieron resultados regular, manifestando vértigos ocasionales a los movimientos bruscos de la cabeza, y 3 (10 %) resultados malos requiriendo por tanto dosis de medicamentos en forma sistemática. P= 0.0274.
En el grupo de estudio se manifestó el desequilibrio como síntoma constante en el 100 % de los adultos mayores. Aisladamente se observó en 23 adultos mayores; de ellos evolucionaron bien 17 (28.33%), 4 (6.66%) regular y 2 (3.33%) mal. Pertenecieron al grupo de estudio, con evolución favorable 10 (33.33%); 2(6.66%) regular y uno mal 3.33%; que fue el único adulto mayor de evolución desfavorable en el grupo. El resto de los adultos mayores en orden de frecuencia mostraron clínicamente desequilibrio-inestabilidad estática y/o dinámica; o sea en reposo y en movimiento, 7 (23.33%) y desequilibrio-inestabilidad estática y cinética, 4 (13.33%), en ambos casos hubo un adulto mayor (3.33%) con resultado regular en el grupo objeto de estudio. (p=0.0334). Los resultados comparativos según tiempo de evolución en ambos grupos. En general de 60 adultos mayores estudiados, 29 (48.33%) respondieron satisfactoriamente a ambos métodos terapéuticos entre 60 y 90 días. Entre 91 y más, la respuesta fue buena en 8 (13.33%) adultos mayores y mala en 2 (3.33%). En los resultados entre ambos grupos, se pudo observar que en el grupo objeto de estudio, a los que se les aplicó el programa de ejercicios físicos para contribuir al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos en adultos mayores; la respuesta fue buena después de los 3 meses o más en 20 adultos mayores, para un 66.66%; sin embargo en el grupo control sólo en 17 (56.66 %) y en 3 (10 %) de respuestas malas; lo que demuestra que en un 30 % de los adultos mayores bajo la influencia de los ejercicios físicos propuestos en el programa, provocaron un efecto beneficioso propiciando una aceptación del programa propuesto en P= 0.021.
Conclusiones
Los resultados del programa de ejercicios para contribuir al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos, fueron significativamente superiores en los adultos mayores pertenecientes al grupo estudio.
El programa de ejercicios para contribuir al retardo de la pérdida de la coordinación de movimientos, demostró mediante la rehabilitación en los dos grupos de adultos mayores; que la actividad física como complemento de la terapéutica médica; es capaz de permitir una mayor independencia en los adultos mayores.
Bibliografía
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