efdeportes.com

Factores que influyen en el crecimiento en la etapa prenatal:

consecuencias posteriores en la vida de un deportista

 

*Doctora Europea en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Master en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Profesora de la Universidad de Alcalá y de la Universidad Complutense de Madrid

Campeona de España de baloncesto. Entrenadora de baloncesto

Preparadora física de baloncesto de diversos equipos de Primera División Nacional

**Doctor Europeo en CC. de la Actividad Física y del Deporte

Licenciado como número 1 de la promoción en CC. De la Actividad Física y del Deporte

Licenciado en CC. Empresariales. Licenciado en Derecho. Diplomado en Fisioterapia

Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid

Gema Sáez Rodríguez

g.saez@uah.es

Antonio Monroy Antón

antonio.monroy@uam.es

(España)

 

 

 

 

Resumen

          El deportista, ¿nace o se hace? Esta eterna cuestión nos traslada al momento mismo de la concepción. Y es a partir de ese momento cuando comienzan a influir ciertos factores en el crecimiento y desarrollo, que tendrán su influencia posterior en la posibilidad de que el niño alcance un determinado desarrollo motriz que le pueda llevar o no a ser un deportista de alto nivel. En este artículo se analizan los factores tanto endógenos como exógenos que afectan al crecimiento en la etapa prenatal, básicos para determinar el rendimiento que posteriormente tendrá el individuo en el plano deportivo.

          Palabras clave: Desarrollo motor. Crecimiento. Etapa prenatal. Factores exógenos. Factores endógenos. Fecundación. Deportista.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 150, noviembre de 2010. http://www.efdeportes.com/

1 / 1

1.     Introducción

    La vida del ser humano, desde la fecundación hasta la muerte, es en sí misma una evolución, un cambio ininterrumpido, en el que cabe diferenciar una serie de etapas bien marcadas, en cada una de las cuales influyen multitud de factores o variables que, en cierto modo, están estrechamente relacionadas entre sí y son interdependientes.

    Pero mientras que en la edad madura y en la senectud se cambia muy poco, no sucede lo mismo con la etapa prenatal o gestacional, en la cual el niño debe adaptarse a un aumento de grandes proporciones en su altura y su peso. Simultáneamente, se produce un desarrollo neurológico muy importante, y el control emocional comienza a progresar desde el estado rudimentario del que se parte. Todos estos cambios se puede decir que van a tener una influencia clave en el desarrollo futuro del potencial deportista, que si bien no sólo nace, sino que también se hace con un duro entrenamiento, estará condicionado de forma rotunda por lo que ocurra en esta etapa de su vida.

    Analizando el período de gestación, se puede observar un primer período denominado germinal, que abarca las dos primeras semanas de vida, y se caracteriza por una sucesión de procesos por los que el zigoto se desplaza a través de las trompas de Falopio hasta llegar al útero, donde se implantará y seguirá su proceso de crecimiento.

    Tras ese período, se pasa al período embrionario, que abarca desde la tercera semana hasta la octava, y se caracteriza por la creación de un habitáculo adecuado para el desarrollo del huevo, apareciendo la placenta como medio de intercambio entre el embrión y el útero. También aparecen el cordón umbilical y el saco amniótico, que contiene líquido amniótico y en cuyo interior se desarrolla en nuevo ser. Durante estas seis semanas se inician la morfogénesis y la organogénesis. Al final de esta fase pueden observarse ya los latidos del corazón y los movimientos de brazos, piernas y tronco.

    A partir de la novena semana y hasta el nacimiento, se entra en el período fetal, caracterizado por el perfeccionamiento de los sistemas básicos y por el aumento considerable de longitud y peso. De igual manera, comienzan la osificación y las funciones de los principales órganos, incluido el sistema nervioso. La apariencia es ya humana y las proporciones más equilibradas. Es dentro de este período, y en concreto en los tres últimos meses de vida intrauterina, cuando se producen la adquisición de reflejos primarios y la aparición del tono muscular. Por su parte, el sistema nervioso contiene las aproximadamente 10.000 fibras nerviosas que forman la corteza cerebral desde el séptimo mes de vida intrauterina, pero aún no es muy funcional, pues no se ha producido la mielinización completa de las mismas.

    Todos estos cambios se verán afectados por una serie de variables que se analizarán a continuación, y que influyen desde la misma concepción, pues del total de procesos germinales iniciados menos de la mitad llegan a buen fin (1) por las múltiples causas que se verán seguidamente.

2.     Factores que influyen en el crecimiento

    A grandes rasgos se puede afirmar que, dentro de los factores que influyen en el crecimiento, la herencia determina el potencial del niño, mientras que el entorno influye en el grado de desarrollo que se consiga de este potencial. Estos dos factores están tan íntimamente relacionados entre sí que se podría hablar de ellos como de entidades virtuales imposibles de separar. Sin embargo, a pesar de esa relación, sí que se pueden diferenciar distintas variables dentro de cada grupo, como se expondrá a continuación.

A.     Factores endógenos

    Entre los factores endógenos que influyen en el crecimiento en la etapa prenatal se encuentran:

  • Factores genéticos (herencia y constitución): como su nombre indica, están constituidos por el potencial transmitido por los progenitores al niño. Las circunstancias personales, familiares raciales y sexuales desempeñan, por tanto, un papel importantísimo en ellos. Resulta evidente, además de existir multitud de estudios que así lo demuestran, que la talla que alcanzará un individuo en su etapa adulta está en relación con la talla de la familia; que los varones son en general más altos que las hembras; o que ciertas razas son por lo general más altas que otras. Toda esta información esta presente en los genes y determinará en gran medida –aunque no en su totalidad- el futuro crecimiento del niño. Estos factores son genéticos y, por tanto, no modificables artificialmente, y constituyen la base principal sobre la que se desarrollará el crecimiento del nuevo ser humano en esta etapa.

  • Circunstancias gestacionales y generacionales: en general, los hijos de madres muy jóvenes o de edad avanzada suelen tener pesos y tallas menores que la media. De igual modo, los primogénitos suelen ser más pequeños que sus hermanos.

B.     Factores exógenos

    Entre los factores externos y, por tanto, modificables, que influyen en el crecimiento en la etapa prenatal se encuentran:

  • La situación socioeconómica de la familia: posiblemente sean éstos los factores más influyentes, ya que engloban un determinado régimen de vida, alimentación, tratamiento y prevención efectiva de enfermedades, higiene, ejercicio por parte de la madre, etc. Todo esto influye en el crecimiento del feto y se puede evidenciar en países con clara diferencia de clases sociales donde se ve que los ricos, al nacer, son en general más altos que los pobres. A medida que el nivel socioeconómico aumenta se produce un mayor crecimiento, llamado crecimiento secular, que implica que la talla de las sucesivas generaciones va siendo mayor. Sin embargo, se ha demostrado que estas diferencias tienen un límite, lo que indica que la influencia de estos factores es limitada. Dentro de esta situación socioeconómica como factor exógeno importantísimo en el crecimiento en la etapa intrauterina hay que destacar el factor alimentación (de la madre) (2), ya que el feto se alimentará mejor o peor en función de las posibilidades que la madre le ofrezca. En resumen, se puede decir que, aunque el potencial del ser humano viene marcado por sus genes, la materialización de este potencial, es decir, su expresión en mayor o menor medida, vendrá determinada por una serie de factores entre los cuales los socioeconómicos tendrán gran trascendencia. Sin duda, la familia, la sociedad y la cultura tienen la facultad de promover o inhibir el crecimiento prenatal.

  • Factores climatológicos y estacionales: existen mecanismos desconocidos que ejercen influencia sobre el crecimiento prenatal en diferentes períodos estacionales. Así, los fetos concebidos en el hemisferio norte tienen una tasa de crecimiento máxima en los meses de la primavera, mientras que es mínima durante el otoño. En el hemisferio sur ocurre lo contrario. Por otro lado, por encima de 1500 metros de altitud crecen menos que los que lo hacen por debajo de esa altitud.

  • Factores ambientales-teratogénicos: el medio ambiente –entendido como tal y no como circunstancias socioeconómicas- también influye de una forma clara en el crecimiento intrauterino. Existen factores teratogénicos (agentes externos, como los virus, los fármacos, los productos químicos, contaminantes medioambientales y ciertos tipos de radiación) que se encuentran en mayor medida en ciertos ambientes que pueden perjudicar el desarrollo prenatal y producir anormalidades, discapacidades o incluso la muerte. Todos ellos constituyen factores de riesgo, pero no factores de destrucción ineludible, ya que la posibilidad de que un factor teratógeno concreto dañe a un embrión o a un feto en particular depende de otros muchos factores, como la secuencia y la cantidad. Por ejemplo, si el daño se produce, será de mayores consecuencias si la madre ha estado expuesta al principio del embarazo, ya que el periodo crítico coincide con las primeras ocho semanas del desarrollo, cuando se están formando los órganos y las estructuras corporales fundamentales (organogénesis) y es menos probable si la futura madre está sana y bien alimentada, ya que una mujer gestante bien nutrida, independientemente de actuar como una primera línea de defensa contra el bajo peso al nacer, actúa como una pantalla protectora contra diferentes defectos al nacimiento. El índice más alto de complicaciones de nacimiento en madres jóvenes puede ser, principalmente, el resultado directo de dietas inadecuadas y desequilibradas de muchas chicas adolescentes. Por lo cual se vuelve a observar cómo los distintos factores tienen un grado de correlación muy alto y que su interdependencia es clara. Por otro lado, y dentro de este grupo de factores, la influencia del tabaco en el embarazo también es recogida por diversos autores (3) como perjudicial, causando de media una reducción de 180 gramos en el peso de feto y un 30% de aumento de mortalidad del mismo. El tabaco posiblemente afecta a la sangre contenida en la placenta y a la nutrición del feto. El alcohol ingerido por la madre, por otra parte, parece afectar reduciendo igualmente el peso y causando un desorden conocido como “síndrome de alcohol fetal”, descrito por el equipo del profesor David Smith en la Universidad de Washington en Seattle (4).

  • Factores afectivos: si bien estos factores son aún discutidos, parece ser que un adecuado soporte afectivo facilita el crecimiento, mientras que la falta de estímulos afectivos frena el crecimiento (por ejemplo, en el llamado enanismo afectivo el niño crece en el hospital y no en su casa). Estos factores, sin embargo, afectarían sobre todo al desarrollo psicológico del niño (5). El papel del padre es importante, ya que su relación con la madre afectará a ésta que, a su vez, transmitirá dicha influencia al gestante. Dentro de estos factores se pueden incluir aquéllos relacionados con los deseos de la madre -conscientes o inconscientes- que tendrán su influencia tarde o temprano en el comportamiento del niño.

  • Factores psicofísicos: las perturbaciones orgánicas importantes y mantenidas (cardiopatías, nefropatías, etc.) por parte de la madre afectan, sin duda, en sentido negativo al crecimiento del feto. Estos factores no englobarían a los relativos a las circunstancias ambientales, sino a las propias deficiencias orgánicas de la madre por su estado físico. Sin embargo, pueden a su vez verse afectados por otros como el tabaquismo, consumo de alcohol, etc., ya estudiados anteriormente dentro de otro grupo, lo que reincide en la alta correlación de unos con otros, y de la delgada línea de separación entre todos ellos.

3.     Conclusión

    Son muchos los factores que influyen en la etapa prenatal del niño y que tendrán su influencia posterior como para que se pueda establecer un control exhaustivo de todos ellos encaminado a crear un futuro gran deportista. Sin embargo, lo que sí podría tener un cierto interés desde un punto de vista biomédico y deportivo sería el realizar un análisis de las características o factores que han influido en esta etapa prenatal en aquellos niños que, ya entrados en la adolescencia, opten por continuar en el deporte y que deseen encaminar sus vidas al deporte profesional. De este modo, posiblemente, se podrían elaborar conclusiones ciertas –o, al menos, con un alto grado de probabilidad de cumplimiento- en lo referente al posterior desarrollo de dichos niños y a los deportes que más se ajustarán a su morfología física cuando llegue a la madurez deportiva.

Notas

  1. Tanner, J.M.: Foetus into man: physical growth from conception to maturity, Harvard University Press, Cambridge, Massachussets, 1978, pág. 38.

  2. Estos serían, dentro de los factores socioeconómicos, los más importantes para Tanner, según recoge en Foetus into man: physical growth from conception to maturity, Harvard University Press, Cambridge, Massachussets, 1978, pág. 43. Según este autor, el uso de suplementos nutricionales en esta etapa prenatal ha demostrado la influencia de la alimentación en el crecimiento del feto. Sin embargo, para que se produzca un efecto realmente negativo, las circunstancias deben ser de malnutrición severa (op. cit., pág. 46).

  3. Como ejemplo, Tanner, op. cit., págs. 46 y 47.

  4. Tanner, J.M., op. cit., pág. 47.

  5. Gassier, J.: A guide to the phycho-motor development of the child, Churchill Livingstone, Edinburgh, 1984, pág. 2.

Bibliografía

  • Del Moral Sánchez, A.: Aprendizaje y desarrollo motor, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá de Henares, 1994.

  • Gassier, J.: A guide to the phycho-motor development of the child, Churchill Livingstone, Edinburgh, 1984.

  • Tanner, J.M.: Foetus into man: physical growth from conception to maturity, Harvard University Press, Cambridge, Massachussets, 1978.

Web

  • Bernedo, I.: “Factores de riesgo en el embarazo y en el parto que pueden incidir en el desarrollo posterior”, en http://www.ieev.uma.es/psicoev, fecha de consulta 13 de enero de 2006.

  • http://www.enfermeria21.com/enciclopedia/pdf/14capsNINO8.pdf.

Otros artículos sobre Actividad Física y Salud

  www.efdeportes.com/
Búsqueda personalizada

EFDeportes.com, Revista Digital · Año 15 · N° 150 | Buenos Aires, Noviembre de 2010
© 1997-2010 Derechos reservados