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Los primeros auxilios en actividades realizadas en el medio natural

 

Licenciado en ciencias del deporte y la actividad física
Maestro especialista en Educación Física

Universidad de Extremadura

Carlos Contreras Rodríguez

carloscontre83@hotmail.com
(España)

 

 

 

 

Resumen

          El presente artículo pretender dar a conocer tanto a docentes, monitores, alumnado y en definitiva a todo aquel que practique alguna actividad física en el medio natural, las herramientas necesarias para actuar de forma correcta ante cualquier imprevisto.

          Palabras clave: Actividad física. Medio natural. Primeros auxilios. Dolencias. Tratamientos. Síntomas. Supervivencia. Botiquín.

 

 
http://www.efdeportes.com/ EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 149, Octubre de 2010. http://www.efdeportes.com/

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1.     Justificación

    Es innecesario justificar el porqué de este contenido y su transcendencia. Cualquier situación de emergencia o suceso problemático que se produzca durante una salida o acampada y que ponga en juego la integridad física del alumnado será sin duda abordada con serenidad sin nos hemos preocupado de repasar nuestros conocimientos de primeros auxilios. En ocasiones, con acciones muy sencillas, y con medios improvisados, se puede salvar una vida o impedir que se agrave una lesión.

2.     Introducción

    Tengamos en cuenta que en ningún caso somos profesionales de la medicina, que nuestro botiquín va a contener lo justo y que, en ocasiones podremos contar con un vehículo de apoyo (en las acampadas largas y en las salidas con pernocta) o la ayuda de los terceros para los traslados. Nos juguemos a ser médicos. Los tratamientos que seguiremos han sido redactados bajo supervisión médica, pero si es posible (salvo afecciones leves) acudiremos a ellos. Nuestros conocimientos ahora son como último recurso, pero también como primer auxilio.

    La práctica por parte de los alumnos/as de algunas técnicas básicas: posiciones de espera, trasporte de heridos, vendajes… puede ser incluida en juegos, gimkhanas o talleres de socorrismo que fomenten entre los pequeños y jóvenes el interés por su propia seguridad y la de los demás.

    A continuación, vamos a relacionar alfabéticamente las principales dolencias y sus tratamientos de urgencia.

3.     Principales dolencias y tratamientos de urgencia

3.1. Agotamiento

    Tratamiento:

  • Descansar suficientemente en algún lugar resguardado del frío y del aire.

  • Proporcionar bebidas y alimentos azucarados, té, glucosa, chocolate, zumo o alimentos ricos en hidratos de carbono, como las pastas o las galletas.

3.2.     Ampollas

    Tratamiento:

  • Antes de que se forme la ampolla pegar un apósito o varias tiras esparadrapo cruzadas sobre la piel enrojecida e irritada.

  • Si hay una ampolla: limpiar la zona con agua limpia u oxigenada; esterilizar una aguja con una llama y pinchar la piel para que mane el líquido; limpiarlo y cubrir con esparadrapo, interponiendo un trocito de gasa.

3.3.     Catarro respiratorio

    Síntomas:

    Tos continuada e irritante que altera garganta y bronquios. Expectoración (flemas); a veces fiebre.

    Tratamiento:

  • Abrigar bien al enfermo. Darle té o leche caliente con miel.

  • Cubrir el pecho con compresas calientes; es preferible el calor seco al húmedo. Inhalar vapor de té, eucalipto, pino, abeto…

  • Transportar en horizontal, con el pecho ligeramente en alto, si los síntomas se agravan.

  • A falta de un tratamiento más contundente. Beber zumos de limón azucarados o naranja en abundancia para reforzar con sus vitaminas las defensas del organismo; tomar infusiones de llantén, menor, malva, serpol, tomillo, tilo…

  • Para descongestionar los bronquios podemos friccionar la piel del pecho enérgicamente hasta que enrojezca.

  • Las pastillas y caramelos que claman la tos ayudan a curar un catarro de las vías respiratorias altas, ya que es precisamente la irritación que provoca la tos seca la que frena el proceso de curación.

  • Si no cede con estas medidas, consultar al médico. Posiblemente requiera tratamiento antibiótico.

    ¡No olvides!

  • El humo del tabaco irrita los pulmones. No fumar en presencia de un enfermo.

3.4.     Cistitis

    Síntomas:

  • Necesidad de orinar con excesiva frecuencia (se evacua poca cantidad)

  • Molestias al orinar.

    Tratamiento:

  • Darse una ducha y cuidar escrupulosamente la higiene corporal. La falta de higiene o caminar durante horas con la ropa mojada pueden ser causa de una cistitis.

  • Al igual que en la mayoría de las enfermedades de las vías urinarias, beber líquido en abundancia; al menos 5 litros de agua cada 24 horas. El exceso de agua aumenta la cantidad y el número de evacuaciones. Así las bacterias que causan la infección no tienen tiempo a reproducirse, ante la rapidez con que son expulsadas al exterior a través de la orina.

  • Consultar al médico si no remite.

3.5.     Congelación local

    Síntomas:

  • Aspecto blanquecido y rígido de la zona; normalmente dedos, nariz y orejas.

  • Posibles ampollas con amoratamiento de la piel.

    Tratamiento:

  • Lo urgente es llevar al accidentado hasta un cobijo adecuado, antes de iniciar algún tratamiento intenso.

  • Cuando las congelaciones son leves, masajearemos los brazos y los muslos en dirección hacia el tronco, hasta llegar a los dedos, que son como dije junto con la nariz y las orejas, los puntos más sensibles al frío.

  • Con ropas (o incluso un animal doméstico) cubriremos la parte dañada. Las axilas pueden calentar unas manos con síntomas leves.

  • A nadie se le ocurriría calentar al fuego un vaso de cristal recién sacado del congelador; con un miembro congelado observaremos el mismo cuidado. El recalentamiento de área afectada deberá ser más lento que el resto del cuerpo. Sentado junto a alguna fuente de calor, le ofreceremos bebida caliente (té, sopa, consomé, leche,..) mientras mantenemos el pié o la mano congelada dentro de un cubo de agua (unos 16ºC) durante unos 30 minutos. Calentaremos el agua poco a poco hasta que alcance progresivamente alrededor de los 40ºC.

    La extracción del miembro tampoco será brusca. Sumergiremos dentro del agua algunos objetos cada vez más altos, sobre los que se apoyará la extremidad, que ira así emergiendo lentamente.

  • De faltarnos agua caliente, envolver suavemente con mantas.

  • En el momento que la piel se coloree de rojo o reaparezca la sensibilidad normal, interrumpiremos el tratamiento

    ¡No olvides!

  • No frotar nunca e miembro afectado con nieve.

  • ¡Mucho cuidado con el fuego! La falta de sensibilidad superficial puede agravar las congelaciones con serias quemaduras.

  • Después de la recuperación, evitaremos que las zonas congeladas vuelvan a exponerse al frío.

3.6.     Diarrea

    Tratamiento:

  • En principio, durante 12-24 horas, no ingerir comidas sólidas. Daremos “abundante” té caliente y sin azúcar, excepto si hay vómitos; también es bueno el zumo de limón natural y el agua de arroz hervido (todos ellos poderosos astringentes).

  • Cuando persista, podemos acudir a la ingestión de pequeñas porciones de carbón vegetal raspando alguna madera calcinada de la hoguera.

  • La deshidratación del organismo es una consecuencia común a muchas dolencias: diarreas, agotamiento por calor. Insolación,… La OMS propuso, con la intención de combatirla a escala mundial de una forma rápida y económica, las siguientes recetas:

    1. 3 ó 4 cucharaditas de azúcar, ¾ de una cucharadita de sal, ¾ de una cucharadita de bicarbonato, 3 ó 4 cucharaditas de zumo de limón. Todo diluido en un litro de agua y bebido a lo largo del día.

    2. El zumo de limón, la punta de un cuchillo de sal, la misma cantidad de bicarbonato y un poco de sacarina disueltos en 1 litro de agua.

  • Al reanudar la alimentación sólida comenzaremos con arroz hervido, puré de patatas, pan tostado, manzana, membrillo, tortilla cocinada con poco aceite,…

3.7.     Dolor de vientre

Síntomas:

  • Dolores en la parte superior del vientre, diarrea, ocasionalmente vómitos, que aparecen tras beber agua muy fría o comer alimentos en malas condiciones.

    Tratamiento:

  • Contra la indigestión leve o el enfriamiento de vientre, con tomarse un refresco de cola tibio, la cosa puede arreglarse.

  • Acostar en los casos más preocupantes, enfriando en vientre con compresas húmedas. Ni la comida ni bebida.

  • Contra los vómitos suministraremos tabletas de sal y agua. Que compensen las pérdidas de sales (rehidratar).

3.8.     Enfriamiento general (hipotermia)

    Tratamiento:

  • Si sus ropas están mojadas, secarlo y vestirlo con prendas secas en algún lugar resguardado de la intemperie. Ofrecerle bebidas calientes y dulces.

  • El mejor remedio es un baño de agua caliente o, en su defecto, cubrir con paños húmedos y calientes, que e irán renovando a medida que se enfrían, o con mantas precalentadas.

    ¡No olvides!

  • ¡Atención! Cubrir sólo con abundantes mantas sin precalentar sería un error. La sangre caliente del núcleo iría hacia la periferia (piel) y se agravaría la hipotermia de los órganos.

3.9.     Entumecimiento de los dedos por el frío

  • No calentar bruscamente (se pueden producir sabañones).

  • Introduciendo las manos varias veces en agua bastante caliente y luego en agua bien fría, los vasos entumecidos recobran su tonicidad.

  • Contra los sabañones conviene retardar el retorno venoso, mediante un vendaje comprensivo que no afecte a la circulación arterial.

3.10.     Fiebre

    Tratamiento:

  • Abrigar ligeramente. Beber té caliente con limón y azúcar; también alguna bebida salada como un consomé.

  • Contra la fiebre alta (recordemos que los niño/as admiten índices más elevados de temperatura que los adultos) colocar paños húmedos y fríos sobre la frente, axilas y pantorrillas. Cuando cesen los escalofríos y el enfermo rompa a sudar, sabremos que la temperatura empieza a normalizarse. Si reaparece la fiebre, volveremos a colocar los paños.

3.11.     Fracturas

    Tratamiento:

  • Comprobar si nos es apreciable a simple vista (deformidad en el miembro o en el recorrido del hueso), que existe una fractura. El mismo accidentado puede colaborar en el diagnóstico. En todo caso, ante la duda, convendrá actuar como si la hubiera.

  • La inmovilización se hará como haya quedado el hueso o la articulación y, cuando sea posible, en posición “funcional”

  • Entablillaremos con cualquier medio disponible y ateniéndonos a las siguientes reglas:

    • Sólo las fracturas de pierna (el fémur no se incluye), antebrazo y brazo, deberían de entablillarse. Las demás fracturas sanan mejor empleando únicamente vendajes, aunque en previsión de un traslado penoso puede entablillarse cualquier fractura.

    • Entablillar “en caliente”, o sea, lo más pronto posible y sin intentar corregir deformación alguna.

    • El entablillamiento se prolongará a la articulación de encima y debajo del hueso roto.

    • Almohadillar mediante un relleno, acomodado entre la férula y el miembro.

    • Dejad visible los dedos de la extremidad, si es posible, para comprobar que no se producen problemas circulatorios.

3.12.     Golpes o contusiones 

    Las contusiones son los accidentes más repetidos. Se origen ante un traumatismo sobre el cuerpo sin que llegue a abrirse la piel; suele aparecer el típico moratón o hematoma que acompaña la inflamación de la zona contusa. En general es una afección leve y el tratamiento sencillo.

  • Presión inmediata, firme y mantenida sobre el punto en que se ha producido, con la palma de la mano, para aliviar la inflamación que se v a producir.

  • Frío durante las 24 horas siguientes a la contusión. Nada más producirse y por espacio de 30 minutos, puede cubrirse la zona con una bolsa de hielo que se levantará intermitentemente.

    Tendremos precaución con el hielo sobre las manos, pies, nariz u orejas, por lo que podemos recurrir al agua fría.

  • Inmovilizar con un vendaje si es necesario y reposar.

  • Cuando la contusión produce una torcedura o torsión sobre alguna articulación puede producirse un esguince o rotura de fibras de los ligamentos. El tratamiento es básicamente el mismo; primero frío e inmovilización de la zona para que repose; después calor y reposo. En muchos casos requerirá su tratamiento por un especialista.

3.13.     Heridas

a.     Lavado y desinfección

  • Retirar la ropa que cubra la herida y lavar sus alrededores con agua y jabón.

  • Quitar cualquier cuerpo extraño que no esté profundamente incrustado o en zonas vitales como el pecho y el abdomen.

  • Desinfectarla con un antiséptico. El médico decidirá si es necesario vacunación antitetánica. Visitarlo antes de las 24 horas siguientes al accidente.

  • La limpieza de una herida se hará con una gasa, no con algodón, y de dentro a fuera; se trata de sacar la suciedad no de meterla.

b.     Contención de hemorragia

  • Elevar la zona herida, cubriéndola con un vendaje comprensivo.

  • De seguir manando sangre (la gasa se mancha cada vez más), añadiremos nuevas gasas o vendas sobre las ya puestas para aumentar la compresión. Mantener el vendaje unos 15 ó 20 minutos, sin levantarlo para comprobar la marcha de la herida hasta después de este tiempo. La siguiente medida consistirá en presionar la arteria o vena correspondiente, con los dedos de la mano extendidos o con la palma de la mano, hasta la detención total de la hemorragia.

¡No olvides!

  • No tocar las heridas o las gasas que van a cubrir, con las manos sucias.

  • No cubrir las heridas con algodón directamente.

3.14.     Insolación y agotamiento por el calor

    Síntomas:

  • Insolación: alta temperatura corporal, dolor de cabeza, a veces náuseas y vértigo. No hay sudor.

  • Agotamiento por el calor: temperatura normal o poco elevada, dolor de cabeza, debilidad, náuseas, sudor copioso.

    Tratamiento:

  • La insolación requiere descansar a la sombra, refrescando la frente y la nuca (o si hay fiebre todo el cuerpo) con compresas frías o incluso hielo envuelto en un trapo.

  • Tratar el dolor de la cabeza con analgésicos y beber agua fresca con un poquito de sal, bicarbonato, zumo de limón y una buena dosis de azúcar.

  • Si la temperatura corporal es muy elevada, un baño de agua fresca ayudará a bajarla.

  • Masajear las extremidades en sentido ascendente.

  • El agotamiento por el calor se trata igual pero sin enfriar tanto y añadiendo algunos zumos fríos y azucarados.

    ¡No olvides!

  • No dar bebidas estimulantes como el café o los refrescos de cola.

3.15.     Masaje cardiaco

    Situaremos al accidentado tendido boca arriba sobre una superficie dura y lisa. Arrodillaremos junto a él colocaremos las manos (una encima de la otra) sobre el esternón, a la altura de los pezones, ejerciendo golpes de presión que lo hundan entre 3 y 5 cm con una frecuencia de 60-65 compresiones por minuto. La frecuencia será menor, la mitad si el accidentado presenta una fuerte hipotermia, como puede ocurrir con una persona rescatada de un alud. A los niños/as pequeños con una sola mano, presionaremos en torno a las 80 veces por minuto.

  • Comprobar periódicamente si se restablece el pulso.

  • Es muy conveniente asociar el masaje cardiaco con la respiración artificial boca a boca. Por cada insuflación practicaremos cinco compresiones del corazón.

    ¡No olvides!

  • Algunos heridos han sido reanimados de una muerte aparente tras 30 minutos, y más, de aplicarles ambas técnicas.

3.16.     Pérdida de conocimiento

    Tratamiento:

  • Comprobar las constantes vitales (pulso y respiración)

  • Tumbado, boca arriba, con la cabeza doblada sobre la nuca y ladeada, elevarle las piernas para que la sangre fluya mejor hacia el corazón y el cerebro.

  • Si no recupera del todo, una vez consciente o semiconsciente, lo colocaremos en posición semiventral de seguridad con la cabeza bien doblada hacia la nuca y un poco inclinada hacia el suelo.

    ¡No olvides!

  • La posición de la cabeza en la postura de seguridad es fundamental para evitar una posible asfixia por vómitos.

3.17.     Quemaduras

    Síntomas:

  • Primer grado: enrojecimiento, dolor al contacto, hinchazón; casi siempre por tomar el sol en exceso o sin protección.

  • Segundo grado: ampollas, dolor intenso.

  • Tercer grado: grietas, pérdida de piel; apenas hay dolor pues las terminaciones nerviosas superficiales resultan dañadas.

    Tratamiento:

Primer grado

  • Paños fríos y húmedos sobre la piel; cremas o pomadas calmantes. Los polvos de talco, la levadura de cerveza diluida en agua o el alcohol de 90º, alivian la sensación de calor y dolor.

Segundo grado y tercer grado

  • El primer dolor se alivia mediante la inmersión de la zona quemada en agua fría (no helada) todo el tiempo necesario.

  • No aplicar cremas ni remedios caseros.

  • Cubrir con un vendaje esterilizado y seco. El papel de aluminio es un recubrimiento excelente; no se adhiere y permite enfriar la quemadura al ser un buen conductor del calor; de utilizarlo, lo desinfectaremos con agua oxigenada y lo sujetaremos con gasas normales.

  • Las ampollas no deben abrirse. Si se revientan por sí solas, limpiaremos el líquido con una gasa y vendaremos tras aplicar algún antiséptico no irritante.

  • Mientras no se provoquen náuseas, dar de beber líquido anti shock que impida la deshidratación (agua con un poco de sal y bicarbonato) y disminuya la posibilidad de que aparezca el shock.

  • En quemaduras que afecten a más del 10% de la superficie corporal, se buscará asistencia médica sanitaria.

    ¡No olvides!

  • No despegar los vestidos pegados a la piel quemada ni abrir las ampollas.

3.18.     Respiración artificial

    Para empezar, con el método que sea, habrá que asegurarse de que no hay cuerpos extraños en la boca o en la garganta, evitando la caída de la lengua hacia atrás.

    El boca a boca:

  • Tendido boca arriba, inclinar la cabeza de la víctima hacia atrás empujando la barbilla hacia arriba (en los niños/as se acentuará menos esta flexión del cuello)

  • Insuflar profundamente aire por la boca del accidentado, tapándole la nariz a la vez

  • Soltar la nariz y la boca hasta que se expulse todo el aire. Comprobar que se respira acercando el oído a su boca y observando el movimiento del pecho.

  • El ritmo puede oscilar entre 12 y 15 insuflaciones por minuto (alguna más en los niños/as); ritmo que mantendremos hasta que vuelva a respirar o se compruebe la muerte.

    El boca nariz:

  • Su empleo se limita a los casos en los que la boca a boca no es factible (mandíbula encajada o rota,…). A los niños/as pequeños se les puede insuflar aire por la boca y nariz a la vez, dado el tamaño de su cara.

    Método de presión torácica y levantamiento de brazos:

  • Colocarse junto a la cabeza del accidentado, que estará tumbado boca arriba y con los hombros arriba y con los hombros algo elevados (apoyados sobre ropa). Arrodillarse.

  • Asir las manos de la victima contra su esternón; echando nuestro cuerpo hacia él oprimiremos con nuestro peso corporal en sentido vertical.

  • Levantar seguidamente sus brazos hasta ponerlos en vertical y extenderlos hacia atrás. Repetir el ciclo.

3.19.     Shock

    Causas:

  • Hemorragias, infecciones generalizadas, deshidratación, fuerte traumatismo, etc.

    Síntomas:

  • Coloración pálida y grisácea de la piel.

  • Sudor frío; el afectado está consciente (primer estado de shock).

  • La inconsciencia (segundo y tercer estado de shock) pueden anunciar una situación grave.

    Tratamiento:

  • Tumbar sobre una superficie rígida y con las piernas elevadas o apoyadas flexionando las rodillas. Ladear la cabeza hacia atrás para evitar la asfixia.

  • Cubrir con algo de ropa o una manta para conservar el calor corporal.

  • Atender las causas que lo han provocado (herida, insolación,..)

  • Beber, si se mantiene consciente y no vomita, líquido antishock, un vaso cada 5 ó 10 minutos.

  • Mantener el cinturón del pantalón bien apretado. La presión facilitará el desalojo de la sangre retenida en las vísceras hacia el resto del cuerpo.

3.20.     Transportes de heridos

    No cabe duda de que sabiendo aplicar los primeros auxilios de modo preciso dominamos lo esencial del socorrismo; pero, ¿de qué valdría atender eficazmente a un accidentado si luego agravamos sus lesiones con un transporte incorrecto?

    Una decisión importante es la de mover o no a la víctima de un accidente aparentemente grave. Se ha errado tanto por defecto como por exceso. Unas veces un trasporte precipitado y comprometido, cuando existía la opción de ser asistidos por una ambulancia, han agravado lesiones; otra, el excesivo temor a mover al herido (sin causa justificada) ha traído idénticas consecuencias, al no llegar el auxilio a tiempo.

    En principio únicamente las lesiones de columna vertebral requieren una inmovilidad absoluta o un transporte especialmente cuidadoso que evite todo movimiento de la zona. Ante una situación de este tipo esperamos ayuda especializada y los medios de evacuación adecuados.

    Entre los sistemas más usuales de transporte tenemos:

  1. En brazos:

    • Bastante cansado.

    • Sólo para trayectos cortos.

    • Cómodo para cargar con niños/as pequeños.

  2. Apoyo erguido:

    1. Indicando en lesiones poco importantes.

    2. Permite recorrer largas distancias pero lentamente.

  3. Sobre hombros:

    1. Más fácil de lo que parece y el mejor para las largas distancias.

    2. Permite una evacuación rápida y deja libre un brazo.

  4. A caballo:

    • Cansado si el herido pesa mucho.

    • Requiere que conserve la conciencia y se sujete con los brazos.

  5. A caballo con soporte:

    • Alivia la carga de los brazos.

    • La manta puede sustituirse con un palo, un esquí…

  6. Sentado, entre dos:

    • Se avanza con dificultad por lo que se limita a trayectos cortos (acostar a un enfermo, llevarlo hasta un coche,…)

  7. Camilla amortiguada:

    • Ideal para el terreno llano, largas distancias y heridos con problemas respiratorios (por la posición elevada del tórax).

    • Las posiciones con la cabeza elevada no deben usarse en shockados.

  8. En camilla:

    • Si somos capaces de improvisarla, es, en muchos casos, el sistema más apropiado.

  9. Camillas improvisadas:

    Con ropas a la que se le vuelve las mangas, con mochilas a la que se descose el fondo, con el doble techo de una tienda de campaña, con una manta plegada (tal y como se ve en los dibujos), etc.

    ¡No olvides!

  • No mover a un herido sin antes proceder a un rápido examen de sus lesiones.

  • No cambiar la camilla ni mover a un herido más de lo estrictamente necesario.

4.     El botiquín

    Como medio de fortuna vale casi todo pero no somos magos. Hay que contar con unas ayudas mínimas e imprescindibles que el botiquín del grupo debe contener. La relación que presentamos es meramente orientativa y debe ser modificada en función de las necesidades del grupo y la experiencia de los educadores.

  • Tijeras, pinzas, bisturí.

  • Tiritas sin cortar.

  • Puntos de sutura adhesivos.

  • Esparadrapos estrecho y ancho.

  • Vendas de gasa y vendas elásticas.

  • Analgésicos.

  • Antidiarreicos.

  • Colirios para afecciones oculares leves.

  • Antisépticos: agua oxigenada, mercurocromo, alcohol.

  • Crema de labios.

  • Pastillas de glucosa.

  • Pomada contra quemaduras.

  • Pomada contra picaduras.

  • Un pequeño recipiente hermético con sal y bicarbonato para preparar el líquido antishock (que como ya sabemos sirve además en caso de diarrea, insolación, quemaduras).

  • Lista de componentes con su fecha de caducidad pegada en un lugar visible.

  • Pequeña guía o resumen de primeros auxilios. E el momento clave puede surgir la duda o puede que el botiquín lo usen personas no indicadas en el socorrismo.

Bibliografía

  • BOSWELL, J. (1983). “Manual de supervivencia”. Barcelona: Martínez roca.

  • COINEAU, X. y KNOEFFLER, L. (1984). “Vivir y sobrevivir en la naturaleza”. Barcelona: Martínez Roca.

  • GONZALEZ, F. (1994). “Deportes escolares. Educación Física en Secundaria y Bachillerato”. Lérida: Agonos.

  • MEDIANO, L. (1983). “Supervivencia I” y “Supervivencia II”. Madrid: Integral.

  • PINOS QUILEZ, M. “Aprender a auto protegerse. Guía didáctica”. ICE de la Universidad de Zaragoza. Colección Educación Abierta nº 32. 1987.

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