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Las actividades físicas y deportivas, una vía para adoptar estilos 

de vida saludables en mujeres obesas de 30 a 40 años de 

la comunidad ‘Roberto Rivas Fraga’ en Ciego de Ávila

 

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

“Manuel Fajardo Rivero"

Facultad Ciego de Ávila

Lic. Amaury Tirce Menéndez

yetsy08061@cav.jovenclub.cu

(Cuba)

 

 

 

 

Resumen

          En el presente trabajo se abordan algunas actividades físicas y deportivas, como una vía para adoptar estilos de vida saludables en mujeres obesas de 30 a 40 años de la comunidad “Roberto Rivas Fraga” en Ciego de Ávila. La información disponible indica que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en Cuba es similar a la mayoría de los países desarrollados, y que se incrementó en ambos sexos en el período comprendido entre 1995 y 2001. Este aumento tiene una desigual distribución, de forma que son las mujeres las que mayor obesidad presentan y las personas con menor nivel de instrucción, estos grupos deben ser objeto de especial atención en los programas de prevención y control. En este artículo nos referiremos al diseño de actividades físicas y deportivas teniendo en cuenta las características necesarias para disminuir la acumulación de tejido adiposo y no afectar sus otras enfermedades en las mujeres de entre 30-40 años de la comunidad “Roberto Rivas Fraga” en el municipio de Ciego de Ávila, para así mejorar su salud física y mental, por lo que se llega a la conclusión que estas actividades contienen todos los elementos metodológicos necesarios para lograr una vía de adopción efectiva de estilos de vidas saludables en la obesidad.

          Palabras clave: Obesidad. Actividades físicas. Actividades deportivas.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 148, Septiembre de 2010. http://www.efdeportes.com/

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Introducción

    En la historia de la actividad humana se considera la actividad física como un práctica, surgida sobre la base de sus relaciones con el medio circundante con el fin de la autoconservación, y es aquí donde tiene lugar la problemática salud-enfermedad del hombre. La cantidad de personas obesas a nivel mundial está aumentando. En el mundo, hay aproximadamente 1.200 millones de personas con sobrepeso y al menos 300 millones de éstas, son obesas, a pesar de que la obesidad es uno de los 10 riesgos para la salud más fáciles de prevenir, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este incremento excesivo de grasa corporal constituye el problema nutricional de mayor prevalencia en el mundo desarrollado y ha afectado en algunos países del 25 % al 45 % de la población adulta.

    En los Estados Unidos, más de 97 millones de adultos, es decir, más de la mitad de la población tienen sobrepeso y aproximadamente uno de cada cinco adultos es obeso. Entre los adolescentes y los niños mayores de 6 años, más del 15% está excedido de peso; esta cifra triplica la cantidad de personas jóvenes que tenían sobrepeso en la década del 1970. En los Estados Unidos, al menos 300.000 muertes por año están asociadas con la obesidad, las mujeres tienen un riesgo levemente mayor de volverse obesas que los hombres. La raza y la etnia también son consideradas como factores muy determinantes: en los adolescentes, la obesidad es mucho más común entre los americanos, los mexicanos y los afro-americanos.

    Según algunos de los estudios realizados por la OMS actualmente en el mundo existen más de 155 millones de personas que mueren en todo el mundo por causa de la obesidad. Este aumento de peso es la forma más frecuente de las alteraciones del metabolismo graso y se define como el síndrome caracterizado por hiperplasia o hipertrofia de la célula adiposa y resulta del desequilibrio entre el aporte calórico y el gasto energético del individuo, el exceso de consumo de alimentos ricos en grasa unido al poco hábito de actividad física, asociados a factores hereditarios, neurológicos, culturales, sociales, entre otros y pueden predisponer y condicionar en la persona un aumento de peso corporal. Uno de los tratamientos más comunes que se le puede ofrecer a esta enfermedad y con el que se han obtenido resultados favorables es la práctica de ejercicio físico acompañado de una alimentación adecuada y un tratamiento psicológico para incentivar a estas personas a continuar con dicho tratamiento.

    En Cuba cerca del 20 % de la población presenta algún grado de obesidad lo que indica que aproximadamente 2 millones de personas padecen la enfermedad, con padecimientos cardiacos y accidentes cardiovasculares como la causa número uno de muerte; todo ello puede prevenirse reduciendo los principales factores de riesgo como la hipertensión arterial, los niveles altos de colesterol y de glucosa en sangre, el sobrepeso, la obesidad y la inactividad física principalmente en la mujer ya que las tradiciones socioculturales han defendido hasta hace bien poco tiempo que las mujeres no solo son diferentes a los hombres sino también inferiores, las diferencias biológicas mal interpretadas o intencionadamente interpretadas por parte de la sociedad han sustentado formas de comportamiento que han supuesto para las mujeres una importante limitación del conocimiento y uso del propio cuerpo así como también ha limitado su actividad físico-deportiva.

    No porque no pueda realizarlo sino porque no cuenta con el tiempo necesario debido a sus quehaceres diarios ya sea trabajo fuera o dentro de la casa ya que la mujer no solo se desempeña como profesional sino también en su mayoría asumiendo el papel de amas de casa.

    Ya en la fase del diagnóstico inicial se detecto un incremento en el porcentaje de mujeres obesas, unido a no contar con centros especializados para el tratamiento de esta enfermedad, problema que el Ministerio de Salud no le ha dado la prioridad necesaria, por lo que el diseño de las actividades planificadas con el trabajo individualizado en la adopción de un estilo de vida saludable debe ser una vía en la solución de este problema

Desarrollo

    La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de tejido adiposo determinado para la talla de un patrón normal promedio y por consecuencia un aumento de las reservas energéticas del organismo en forma de grasa.

    Anteriormente se consideraba a la persona con sobrepeso como una persona que gozaba de buena salud, sin embargo la obesidad tiene múltiples consecuencias negativas en la salud. Ahora se sabe que la obesidad está fuertemente relacionada como causal de otras enfermedades como lo son los padecimientos cardiovasculares, dermatológicos, gastrointestinales, diabéticos, y osteoarticulares por solo citar algunos.

    Desde el punto de vista antropométrico, que es el habitualmente utilizado en clínica, se considera obesa a una persona con un Índice de Masa Corporal igual o superior a 30 Kg/m2. Para poder valorar la obesidad se deben tener en cuenta no sólo los aspectos antropométricos sino también los posibles factores genéticos; hay que investigar las causas de la enfermedad y comprobar la posible existencia de complicaciones y enfermedades asociadazas. Las actividades siempre deberán ser personalizadas y adaptadas a las características y a la comorbilidad que presente el practicante. Los criterios dominantes favorables a la intervención terapéutica en la obesidad se basan, especialmente, en la demostración de que con una pérdida moderada de peso corporal (5-10%) se puede conseguir una notable mejoría en la comorbilidad asociada a la obesidad y en la calidad de vida de los pacientes obesos.

    Las personas aumentan de peso esencialmente cuando el cuerpo recibe más calorías de las que quema. Estas calorías adicionales se almacenan como grasa. La cantidad de sobrepeso que lleva a la obesidad no se acumula en pocas semanas o meses. Dado que ser obeso es más que tener unas cuantas libras de más, generalmente las personas obesas han estado ingiriendo más calorías de las necesarias durante años. Por lo que se conocen las siguientes causas:

  • Hereditarias: Esta causa está dada por los genes (pequeñas partes del ADN que las personas heredan de sus padres y que determinan características tales como el color de los ojos o el cabello) a menudo desempeñan un papel importante en el aumento de peso. Algunos de los genes determinan el metabolismo de los alimentos y cómo utilizar las calorías adicionales y la grasa almacenada. Algunas personas queman calorías más rápido o más despacio que otras debido a sus genes.

  • Enfermedades: Algunas enfermedades, como los problemas presentes en la glándula tiroides o las alteraciones genéticas infrecuentes, son causas poco comunes del aumento de peso.

  • Emociones: Algunas veces, las emociones también pueden estimular la obesidad. La gente tiende a comer cuando está afligida, ansiosa, triste, estresada, o incluso aburrida. “Después de comer demasiado, estas personas se sienten culpables y comen más para enfrentar esas emociones negativas; de este modo, crean un círculo difícil de romper”. 1

  • Sedentarismo: En tiempos actuales, las personas son mucho menos activas que en el pasado, ya que ocupan su tiempo libre frente a la televisión, los computadores y los juegos de video. Sus vidas están muy influidas por los automóviles; de hecho, muy poca gente camina o utiliza una bicicleta para ir a algún lugar. “Los hábitos sedentarios priman sobre la actividad física e incluso el uso de la tecnología obliga a permanecer largo tiempo sentados frente a las maquinas. Millones de personas son completamente sedentarias y esa es una de las causales de la obesidad.” 2

  • Alimentación: La alimentación es muy importante para la vida de las personas, pero cuando existen desbalances en la incorporación de los alimentos que se ingieren y no se tienen en cuenta los elementos que recomienda el dietista con respecto a los excesos de grasas o de calorías puede resultar muy perjudicial para la salud en general y provocan en el organismo la presencia de tejido adiposo en cantidad superior a la determinada para la talla de un patrón normal promedio y por consecuencia un aumento de las reservas energéticas del organismo en forma de grasa.

  • Cuanto más ocupadas están las personas, menos tiempo tienen para cocinar “Sólo un pequeño porcentaje (2 a 3%) de los obesos tendrían como causa alguna patología de origen endocrinológico. Entre estas destacan el hipotiroidismo, síndrome de Cushing, hipogonadismo, ovario poliquístico y lesiones hipotalámicas. En los niños, la obesidad puede asociarse a síndromes congénitos (síndrome de Prader Willi, distrofia adiposa genital, etcétera)”. 3

  • A pesar de que la obesidad rara vez se debe a una alteración hormonal, puede conducir a alteraciones de los niveles hormonales. Debido al desarrollo de resistencia a la acción insulínica, aumentan los niveles plasmáticos de esta hormona. Los niveles de triyodotironina se elevan en condiciones de alta ingesta calórica y los niveles de tiroxina.

  • Fármacos: Algunos fármacos pueden provocar o aumentar el grado de obesidad. Algunos son glucorticoides empleados como inmunosupresores para tratar enfermedades autoinmunes, en pacientes con órganos trasplantados como antiinflamatorios en enfermedades traumáticas o como bronco dilatadores en el asma bronquial. De forma similar actúan los siguientes fármacos.

  • Antidepresivos tricíclicos y en particular la amitriptilina, las fetotacinas y otros psicofármacos también pueden favorecer el depósito de grasa en el tejido adiposo.

  • Los estrógenos (anticonceptivos orales). Se piensa que el aumento de peso puede ser más debido a una retención hídrica, que a un aumento de el tejido adiposo.

  • Las hidracinas, empleadas en el tratamiento de la tuberculosis, son responsables del aumento de peso que padecen los enfermos poco después de comenzar el tratamiento

Signos y síntomas que se presentan

  • Aumento de la masa corporal

  • Piel fría, húmeda y sudorosa

  • Hernias, hemorroides, alteraciones hepáticas estreñimiento.

  • Disnea, dolor en la región del corazón, insuficiencia coronaria, varices, insuficiencia vascular periférica, hipertensión.

  • Infecciones respiratorias agudas, bronquitis crónicas y otras, reducción de la capacidad vital de los pulmones y limitación de la movilidad de la caja torácica y del diafragma.

  • Esterilidad e impotencia

    Según Tamarit Medrano (2004) también los dolores en las articulaciones, el pie plano y la artrosis citado por Hernández González en el Programa de cultura física terapéutica en el paciente obeso.4

Enfermedades asociadas

    La obesidad es nociva, tanto para el cuerpo como para la mente. No sólo hace que la persona se sienta cansada e incómoda, sino que además puede deteriorar las articulaciones y someter a otras partes del cuerpo como las extremidades inferiores a un esfuerzo adicional. Cuando una persona está excedida de peso, le cuesta más seguir el ritmo de la vida, los amigos, hacer deportes o simplemente caminar de un aula a otra en la escuela. La obesidad también está asociada a problemas respiratorios, como: el asma, la hipertensión, la diabetes y la depresión, entre otras.

Atendiendo a la causa que las origina

  1. Obesidad exógena: La obesidad debida a una alimentación excesiva.

  2. Obesidad endógena: La que tiene por causa alteraciones metabólicas.

    Dentro de las causas endógenas, se habla de obesidad endocrina cuando está provocada por disfunción de alguna glándula endocrina, como la tiroides.

    Entonces ¿qué hacer?

    Si se pregunta: ¿Cuáles son las dos causas principales para el aumento de pacientes con obesidad en nuestros días? Sin dudar un momento, la respuesta sería: Primero, que actualmente se consume una ingesta calórica mayor de la necesaria para nuestras necesidades y segundo, que tenemos un nivel de actividad física mucho menor, porque ahora la vida de la sociedad es prácticamente sedentaria.

    Un estudio reciente realizado indica que el 50% de las personas jóvenes y de edad media, tienen una vida sedentaria. Expresa que “En efecto, las personas se mueven mucho menos, la actividad física que se ejecuta es mínima, el gasto de calorías también representa una mínima cantidad con relación a las calorías que se consumen”. Sin embargo, se sigue consumiendo una buena cantidad de calorías, más de las necesarias, diariamente.

    Se sabe que "sobre" ingesta calórica, es ahorrado como tejido graso o adiposo, es decir en sobrepeso u obesidad. Por lo tanto una simple ecuación, un estado sencillo de cuentas nos da un primer resultado: mayores ingresos con menores gastos: Igual a ahorro. Entendidas así las cosas resulta fácil desde un punto de vista simplista aseverar que la falta de actividad física engorda y el remedio sería hacer ejercicios en cantidades suficientes para eliminar el sobrepeso.

    Desafortunadamente este proceso no es así de fácil, porque no es totalmente cierto. Y no lo es, por una sencilla razón: La actividad física intensa, fuerte, aguda, no "quema" grasa en la proporción que se cree. Para eliminar 1 kilo de grasa se precisan más de 25 horas de gimnasia o jugar tenis continuamente durante 7 horas.

    Es frecuente que los problemas de sobrepeso u obesidad tengan como punto de partida un período de reposo prolongado: Accidentes, convalecencias, etc. Hay una relación inversamente proporcional, comprobada estadísticamente, entre el Índice de Masa Corporal (IMC) y la actividad física.

    Se ha constatado que en cuanto a los programas de reducción de peso por métodos exclusivamente dietarios, se les agrega un plan de actividad física, los resultados son netamente superiores.

    Se sabe que los efectos de la actividad física sobre la composición corporal son eficaces para mantener el peso perdido y para impedir que se recuperen los kilos rebajados, por ejemplo, si la persona obesa va a un sauna o un baño turco, posiblemente su peso disminuya, pero lo hace a expensas del líquido perdido; lo mismo ocurre en las dietas de comer grasas y proteínas, el cuerpo se deshidrata. Igual que si se toman laxantes o se usan diuréticos. Elimina agua y no pierde nada de la masa grasa que le sobra. Pues bien, está comprobado que la actividad física, sí disminuye el tejido adiposo excesivo y no la masa muscular; además actúa con más especificidad sobre el tejido adiposo profundo, justamente sobre la obesidad visceral que es en opinión de los estudiosos del tema, la más nociva de todas.

    La actividad física reduce el colesterol (LDL) y sobre todo los triglicéridos a los que utiliza como combustible para la actividad muscular. En relación a los sistemas orgánicos se presentan algunos de sus beneficios:

  • Mejora la irrigación del corazón, ya que promueve la creación de nuevos vasos colaterales, que son la salvación de un paciente cuando se obstruye una arteria coronaria y el flujo sanguíneo se interrumpe.

  • Disminuye el número de latidos por minuto, lo que es definitivamente una estupenda protección para el corazón. Se dice que la vida es tanto más prolongada cuanto menor sea la frecuencia con que late el corazón por minuto. Los corazones de los deportistas entrenados son impresionantemente eficaces y reducen su ritmo enormemente.

  • Sobre el aparato respiratorio está claro que lo mejora, lo hace más eficaz, aumenta la capacidad vital respiratoria.

  • Aumenta la fuerza y la masa muscular.

  • Previene la osteoporosis.

    Es útil empezar por metas pequeñas: Es más fácil ser perseverante con los cambios pequeños que con los drásticos. Intentar reducir el tamaño de las porciones de alimentos y no tomar sodas durante varios días o durante una semana. Una vez conseguido eso, poner una meta más elevada y empezar a introducir en la dieta alimentos más sanos y ejercicios de forma sistemática.

    Dejar de comer al sentirse lleno: Muchas personas comen por costumbre cuando están aburridas, solas o estresadas o siguen comiendo un rato después de sentirse llenas. Tratar de prestar atención en el momento de las comidas y dejar de comer al sentirse lleno. Comer más despacio ayuda porque el organismo tarda algunos minutos en iniciar el proceso de la digestión. A veces, hacer una pausa antes de repetir puede evitar comer otra ración. Evitar comer cuando surjan disgustos o aburrimientos; intentar hacer un paseo alrededor de la manzana o ir al gimnasio son buenas alternativas. Un dietista titulado u otro especialista pueden dar algunos consejos prácticos sobre cómo hacerlo.

    Debe reducirse paulatinamente la cantidad de alimentos calóricos y las grasas. No es necesario dejar de comer si no saber elegir comidas más saludables, como zanahorias, una barra de granola baja en calorías o una pieza de fruta. Añadir alimentos saludables como las hortalizas a las tres comidas principales y comer porciones más pequeñas que puedan ayudar a eliminar calorías sin privar de sentir placer. Sustituir el pan blanco por el integral, comer la mitad o un tercio de la ración normal, cambiar las sodas azucaradas por agua y leche semidescremada, tomar cereales y leche bajos en calorías y una pieza de fruta es mejor idea que no desayunar. Las pastillas dietéticas (incluso las que se venden sin receta médica o las naturales) pueden ser peligrosas para la salud. Es muy útil que un especialista recomiende o planifique la dieta.

    No es necesario prescindir de determinados alimentos. Según Bárbara P. Homeier (2004) resulta negativo emocionalmente eliminar por completo comer aquellos alimentos que son muy deseados. La prohibición de estas comidas hará que se deseen incluso más. Además, para estar sanos se necesita algo de grasa en la dieta, así que renunciar a todas las comidas grasas tampoco es una buena idea”.5 La clave del éxito a largo plazo es elegir alimentos sanos la mayor parte del tiempo y comenzar las prohibiciones con moderación y que el dietista elabore una tabla con los datos de las calorías que contienen los diferentes grupos alimentarios del menú semanal.

    Las actividades físicas deportivas están integradas por ejercicios de: calentamiento, juegos motivacionales, localizados de fortalecimiento, principales, estiramientos y las indicaciones metodológicas para cada uno de los tipos de ejercicios antes mencionados. Estos se describen a continuación:

  • Ejercicios de calentamiento: sirven para preparar el cuerpo para la parte principal. Se realizarán ejercicios de acondicionamiento general con movimientos de todas las articulaciones y que sean de fácil asimilación por parte de las pacientes y de esa forma evitar algún tipo de lesiones.

  • Ejercicios de estiramiento: De brazos, tronco, piernas estos son utilizados en la parte final de la clase con el objetivo de lograr una total recuperación de los signos vitales (presión arterial, frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria) y de la musculatura que intervino en la actividad.

  • Juegos motivacionales: Para elevar el estado emocional de las pacientes estos no deben de tener un carácter competitivo y debe ser de corta o mediana duración con modificación de las reglas para evitar que la intensidad del juego esté por encima de las posibilidades de las pacientes.

  • Ejercicios localizados de fortalecimiento: De brazos, tronco y piernas para el desarrollo de la fuerza, también sirven para tonificar y endurecer el músculo.

  • Ejercicios principales: Que son los aerobios (Caminatas, subir y bajar escalones, bicicleta estática, trote, marcha- trote, steep, gimnasia musical aerobia.), son los más recomendados para ser realizados por los obesos por consumir mayor cantidad de energía y crear menos productos de desechos nocivos al organismo como el ácido láctico, así como por utilizar como fuente de energía, además de los carbohidratos, los lípidos además ayudará a desarrollar la resistencia general.

  • Indicaciones metodológicas: Para los pacientes obesos que padecen de otras enfermedades asociadas y debido a esta no pueden realizar algunas de las actividades planificadas

Recomendamos que estos controles se realicen de la siguiente forma:

  • Toma de frecuencia cardiaca y presión arterial, antes de comenzar la sesión de ejercicios.

  • Toma de frecuencia cardiaca al finalizar la parte principal de la clase

  • Toma de frecuencia cardiaca al concluir la parte final de la clase.

    Los resultados de la medición de los signos vitales, los tiempos y repeticiones, así como los datos generales que se les recogen a los practicantes cuando ingresan al área terapéutica deben ser controlados por el profesor en un registro y llevar los record.

    Para el practicante obeso, resulta muy importante y motivador conocer el control morfofuncional ya que son indicadores que nos permiten seguir su evolución mediante la aplicación de las actividades deportivas.

    Después de aplicar este programa como base y la realización de otras actividades complementarias se ha reducido el peso de las pacientes sometidas a estudio.

Conclusiones

  1. Las teorías estudiadas acerca de la adopción de un estilo de vida más saludable de la obesidad permiten fundamentar la utilización de los ejercicios físicos como medio eficaz para su eliminación en las mujeres con este padecimiento.

  2. Se diseñaron actividades físicas y deportivas a partir de las características de las mujeres obesas de 30-40 años de edad para que incida en la adopción de un estilo de vida más saludable en la comunidad “Roberto Rivas Fragas” de Ciego de Ávila.

Notas

  1. 1. Homeier, B. (2005). Definición de la Obesidad (en línea) Disponible en http://www.kidshealth.org/parent/misc/reviewers.html (Enero)

  2. 2. Ídem.

  3. 3. Ídem.

  4. 4. Tamarit Medrano, R. (2004). Programa de cultura Física terapéutica. Material mimeografiado Facultad de Cultura Física. Camagüey página 8.

  5. 5. Gómez-Cuevas, R. (S/A) Programa creciente de actividad física, Auspiciado por Laboratorios Knoll Colombiana S.A. Santafé de Bogotá, D.C.

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