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La superioridad de los atletas africanos en las pruebas de resistencia

 

Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

Facultad de Ciencias del deporte de Cáceres

(España)

Manuel Rodríguez Abreu

manuelrodriguezabreu@hotmail.com

Alejandro Núñez Llobregat

turboalejo85@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          En el siguiente trabajo se intentan esclarecer las bases fisiológicas y socio culturales que provocan la superioridad abrumadora de los atletas africanos en las pruebas de resistencia en las competiciones internacionales.

          Palabras clave: Atletas africanos. Resistencia. Genética. Morfología. Socio-cultural.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 148, Septiembre de 2010. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    El tema de la superioridad africana en las carreras de resistencia ha sido estudiado durante mucho tiempo y con grandes investigaciones e investigadores.

    Para empezar a hablar de ello, hay que dejar constancia de que es un tema con una gran controversia, y en muchos casos considerado “tabú”, ya que con él se cree que puede aflorar racismo. En los numerosos estudios que se han llevado a cabo para determinar el porqué de la supremacía negra en las carreras de resistencia, podemos encontrar una variedad de teorías enorme, entre las que ninguna parece tener la respuesta absoluta. Se puede establecer por tanto el pensamiento de que la serie de factores que aquí trataremos son los que marcan la diferencia, en su conjunto, obteniéndose un rendimiento óptimo al darse todas esas circunstancias.

    A continuación se tratarán muchas de ellas, defendiendo con argumentos apoyados en la ciencia, la llave para conocer el secreto de porqué se muestra intratable la etnia africana en las carreras de fondo.

    Es importante quedarnos con la idea inicial de que los genes no van a determinar quienes son los mejores corredores del mundo, pero van a circunscribir las posibilidades. Los africanos del este tienen una capacidad innata, no una habilidad innata para destacarse en las carreras de fondo, ya que el esfuerzo individual y el entrenamiento, diferencian a los pretendientes de las estrellas del deporte de elite. El éxito en los deportes es un fenómeno bio-social.

2.     Bases genéticas

    Muchos autores de fisiología deportiva son de la creencia que es el entrenamiento, la alimentación y el entorno lo que juega el rol más importante en el deporte. Peor este pensamiento, basándonos en los datos, que un deportista cuente o no con talento está predeterminado en los genes. La importancia de lo que nos rodea puede discutirse, pero no llega a superar el 20-25% del rendimiento.

    Centrándonos en nuestro tema, podemos dividir las etnias africanas en dos biotipos muy distintos; Africanos del Este y del Oeste. Mientras que el primero de ellos se caracteriza por dominar pruebas de larga distancia, los africanos del oeste destacan por su rendimiento en deportes explosivos y anaeróbicos. A simple vista se pueden observar notables diferencias, ya que los primeros son generalmente delgados y de baja estatura, mientras que los segundos poseen gran musculatura (destacando potente tren inferior) y mayor envergadura y altura.

    Los kenianos son ectomorfos, cortos y delgados, con preponderancia de fibras lentas en los músculos, factor determinante para el deporte de fondo.

    Mientras que los kenianos y otros africanos del este poseen más del 60% de los tiempos mundiales de resistencia, los atletas con ancestros en África Occidental (entre los que incluye la mayoría de los afroamericanos, caribeños y británicos), están entre los peores fondistas del mundo. El biotipo ectomórfico, tan común entre los africanos del este, no es muy común entre los europeos y es prácticamente inexistente entre aquellos con raíces en África Occidental. Ellos tienden a ser mesomórficos, con pulmones pequeños, hemicuerpo inferior musculoso y una alta proporción de fibras rápidas, que contribuyen a tener velocidad explosiva.

    Este es un paquete biomecánico excepcional para deportes que requieren explosiones de rápidos esfuerzos. Las poblaciones con antepasados en el oeste de África, representan cerca del 8% de la población mundial, 12% en EEUU y sólo 2% en el Reino Unido, pero están bastamente representados, especialmente cuando se tienen en cuenta factores culturales y sociales. Si nos vamos al ejemplo de la Premier League (la Liga de Fútbol inglesa) veremos que el 32% de los futbolistas de primera en Inglaterra tienen la piel de color oscura. El 70% de los futbolistas en EEUU y el 40% de los jugadores de béisbol también son de color con antepasados en África Occidental. Los porcentajes en pruebas de sprint son todavía más abrumadores: en 100m (la prueba más pura de velocidad), los atletas con ancestros oeste-africanos tienen los 220 mejores tiempos y 494 de los mejores 500. Mientras los atletas de ese origen se llevan el 95% de las carreras de elite (no todas, por supuesto), no hay un sólo fondista de elite proveniente de África Occidental.

    ¿Qué es lo que han encontrado los científicos? La evolución ha delineado diferentes tipos corporales y en parte distintas posibilidades atléticas.

    A pesar de su notoria historia, la terminología étnica puede ser útil tal como se usa en medicina. Muchas características están relacionadas, tales como el color oscuro de la piel y la presencia del gen de los eritrocitos en medialuna. Pero estas relaciones no son absolutas. Los atletas de color que se han desarrollado en climas más fríos no cuentan con más posibilidades que los que no son de color de tener tales células. Los factores genéticos pueden explicar la prevalecía de algunas enfermedades de poblaciones específicas y de respuestas fisiológicas a determinadas drogas. Como ejemplo, los europeos del norte son más susceptibles a la fibrosis quística, mientras que las personas de color son genéticamente más susceptibles a un número de enfermedades, incluyendo anemia falciforme y enfermedades cardíacas. Todas éstas son diferencias de alguna forma raciales, pese a que la interacción entre los genes y el ambiente es extremadamente compleja.

    La mayoría de los científicos se muestran conformes y opinan que no se trata de un tema de personas con la piel más clara o más oscura, sino de las consecuencias de miles de años de evolución en variados terrenos. Los humanos modernos son el resultado de la superposición de grupos mal delimitados. A pesar que los humanos comparten alrededor de 40.000 genes, hay cerca de 500.000 componentes de genes o polimorfismo de nucleótidos, muchos de los cuales son mas comunes entre personas de una determinada región geográfica que de otra.

    Los deportistas de piel clara que cuentan con antepasados euroasiáticos, quienes tienen, de promedio, una fuerza natural en el hemicuerpo superior, destacan en levantamiento de pesos y luchan en eventos de campo como el disco o martillo (estos deportistas ocupan 46 de las mejores 50 marcas en estas pruebas). También se muestran dominadores en la disciplina de halterofilia, copando casi todos los podios. Fuerzas evolutivas en el clima nórdico han delineado una población con predilección hacia el tipo mesomórfico (grandes y musculosos, particularmente en el hemicuerpo superior, con brazos y piernas cortas y tronco grueso). Estas proporciones tienden a tener ventajas en deportes donde predomina la fuerza sobre la velocidad.

    Ciertas poblaciones de Asia del este tienden a ser de menor tamaño, con miembros cortos, troncos largos y una gruesa capa de grasa, como parte de la adaptación evolutiva a los climas fríos que encontró el homo sapiens cuando migró al noreste de Asia hace cerca de 40.000 años. Como resultado, los atletas de esa región son algo lentos y menos fuertes que los de piel oscura y blanca, pero, de promedio son más flexibles. Estas características le dan ventajas en disciplinas como buceo, gimnasia o deportes de lucha (judo, karate, taekwondo…aunque en estos casos entra en escena un alto componente cultural). Ellos también tienen tiempos de reacción muy rápidos, lo cual indudablemente contribuye a su éxito en deportes de pala como puede ser el tenis de mesa o bádminton. Y pese a que no son muy competitivos en saltos y sprint, los asiáticos del este son muy competitivos en carreras de fondo, incluida la maratón, en parte por sus niveles de grasa corporal.

3.     Alimentación

    El tema de la alimentación que siguen los atletas africanos ha abierto muchos debates sobre su repercusión en los resultados en fondo. En los últimos años se está prestando más atención a su alimentación.

    Un grupo de investigadores británicos ha concluido recientemente que los corredores de Kenia siguen una dieta pobre en proteínas pero también baja en grasas y, por contra, muy rica en carbohidratos.

    En un experimento llevado a cabo con varios fondistas de color y caucásicos, se llegó a la conclusión de que existían notables diferencias alimenticias. Pese a que cada grupo ingería 3100-3400 Kcal./día, con 30% de ellas provenientes de las grasas, había una tendencia en los atletas de piel oscura en consumir más carbohidratos (56% del total de calorías contra 51% para los de piel clara), y los corredores de piel de color más oscura comían menos proteínas (14,5% de las calorías contra 18% para los de piel blanca). A pesar que la ingesta diaria de calorías era similar, había una tendencia en los africanos a comer más si la ingesta estaba relacionada con los Kg. de peso corporal. Los africanos pesaban sólo 56 Kg. mientras que los europeos alcanzaban los 65 Kg., los africanos ingerían 56 Kcal./Kg. mientras que los europeos comían 44 Kcal./Kg. Pero los atletas de piel de color oscuro eran más delgados que los de color clara; de hecho varios de los corredores de piel negra tenían niveles de grasa corporal no mayores a 3%.

    Cuando los atletas africanos llegan a la elite no dejan de lado su dieta, sino que siguen con su tradición culinaria.

    La comida más habitual de los hogares kenianos es el "ugali" que es la clásica polenta (similar a la harina de maíz) que se come en Argentina, de bajo coste y rico en hidratos de carbono, con la diferencia de que es acompañada por espinacas.
Se alimentan de gran variedad de cereales y muchísima fruta, en especial de plátanos. Otro plato habitual es el que esta hecho a base de papa, repollo y legumbres, todo pisado haciendo un puré. Toman el "maziwalala" una especie de yogurt africano.
A causa de esta alimentación y de la poca carne consumida, nos encontramos que en Kenia hay una muy baja tasa de mortalidad de origen cardiovascular, como así es muy raro encontrar habitantes con arteriosclerosis. Se puede deducir que la dieta que siguen es propicia para un buen rendimiento en pruebas de fondo.

4.     Teoría geográfica

    En una investigación hecha por médicos españoles se llegó a varias conclusiones relacionadas con las características geográficas.

    Orográficamente, Kenia (y en parte Etiopía) se va elevando de sur a norte y en el centro se forma una planicie de 2000 metros que limita con el Valle del Rift, zona que utilizan los corredores para entrenarse habitualmente, el paisaje se encuentra entrecortado por una mole de 5.200 metros que es el monte Kenya que es el segundo pico más alto del África.

    Esta geografía indudablemente mejora la capacidad de cualquier corredor que entrene en alturas entre 1800 y 2700 metros y esta comprobado que al cuarto día de adaptación ya que el valor de hematocrito se ve disparado hacia arriba. Se ha tratado de imitar esta situación por medio de transfusiones antes de la competencia o el uso de la eritropoyetina, pero ambas fueron prohibidas por los altos porcentajes de riesgo para la salud del corredor.

    Los beneficios que ofrece el entrenamiento en altitud a los corredores de fondo son bien conocidos por los fisiólogos desde hace muchas décadas. A medida que aumenta la altitud, la presión parcial de oxígeno existente en el aire va disminuyendo y se hace más difícil su captación por parte de la hemoglobina.

    Como consecuencia de ello, el organismo pone en marcha sus propios mecanismos de defensa mediante el aumento de la producción de eritrocitos en la sangre hasta llegar a una situación conocida como poliglobulia (una gran cantidad de glóbulos rojos, que en algunos casos produce viscosidad de la sangre).

    Cuando un atleta viaja a un lugar de elevada altitud para entrenarse, sus análisis de sangre muestran ya al cuarto día de aclimatación unas cifras de hematocrito (valor definido como el cociente entre el volumen de células rojas y el plasma) que se han disparado hacia arriba. De forma paralela, los niveles de hematíes con frecuencia superan la cifra de seis millones por milímetro cúbico de sangre.

    Este efecto, conseguido en este caso de forma natural gracias al entrenamiento diario, repercute en una mayor resistencia al esfuerzo cuando el atleta abandona las zonas elevadas. Es decir, cuando un corredor de Kenia o Etiopía viaja a Europa, al descender para competir a nivel del mar, se encuentra mejor preparado para captar oxígeno del aire debido a sus elevados niveles de hematíes, adquiridos como respuesta del organismo al entrenamiento en ambientes de baja presión parcial de oxígeno. Así, el rendimiento de los corredores kenianos y etíopes es muy superior en la competición.

    Precisamente hay atletas que tratan de imitar este procedimiento pero mediante la práctica (prohibida por la reglamentación de dopaje, pero imposible de detectar aún en los controles de orina) del consumo de la hormona EPO (eritropoyetina) y las autotransfusiones de sangre.

    Sin embargo, si la altitud fuera la única explicación, los atletas de Nepal o Bolivia deberían dominar las carreras de campo a través y, por el contrario, no existen corredores de elite internacional de esos países.

    Los expertos consideran otros factores a la hora de entender la singularidad de los corredores de Kenia. Uno de ellos es la tradición cazadora de las tribus seminómadas, para quienes correr es una actividad natural. La tradición en las zonas rurales de Kenia consiste además en que los muchachos vayan a pie a la escuela (cubriendo hasta más de diez kilómetros diarios) y ese hábito va generando lo que los fisiólogos llaman una «base de trabajo aeróbico» ya desde la infancia.

5.     Razones morfológicas

    Estas son algunas de las causas morfológicas que se han estudiado y que pueden explicar porqué en algunas situaciones parten con ventaja en disciplinas deportivas las etnias de piel oscura (africanos o afroamericanos).

  1. Cuentan con menos grasa subcutánea en brazos y piernas y un cuerpo y una masa muscular proporcionalmente más finos, con hombros más anchos, cuadriceps más gruesos y, en general, una musculatura más desarrollada.

  2. Cavidad pulmonar más pequeña, lo cual explicaría sus limitaciones para la natación y para la marcha.

  3. Niveles de testosterona (del 3% al 19%) que favorece el anabolismo y que, en teoría, contribuye a aumentar la masa muscular, a reducir la presencia de grasa y a reforzar la aptitud para llevar a cabo un esfuerzo más intenso con una rápida recuperación.

  4. Densidad corporal más fuerte, probablemente debida a una densidad mineral de los huesos más elevada y a una masa ósea más pesada en todos los estadios de la vida, incluso durante la infancia.

  5. Porcentaje más elevado de fibras musculares en contracción rápida y de encimas puros anaerobios susceptibles de convertirse en energía explosiva. indica capacidades excepcionales para quienes practican deportes anaerobios como el salto de longitud, el baloncesto y el sprint, pero que se convierten en desventajas para la práctica de deportes de resistencia así como para la natación por la cavidad pulmonar más reducida y el esqueleto más pesado (caso de mesomorfos)

  6. Reflejo del tendón de la rótula más rápido.

  7. Centro de gravedad más elevado, posición sentada más compacta, caderas más estrechas y pantorrillas más ligeras.

  8. Envergadura y estiramiento máximo de los segmentos más grande: la mano es relativamente más larga que el antebrazo que, a su vez, es relativamente más largo que el brazo; el pie es relativamente más largo que la tibia que, a su vez, lo es más que el muslo.

6.     Miembro inferior

    Otra de las causas por las que la etnia africana se muestra intratable en carreras de fondo se debe a sus extremidades inferiores. Ellas son más delgadas y estilizadas que las de los europeos, lo que implica un menor consumo de oxígeno, explican los investigadores.

    Se calcula que, gracias a esta delgadez de las extremidades inferiores, los atletas africanos gastan un 8% menos energía que los demás para correr un kilómetro.

    El catedrático Lucia Mulas, quien lleva a cabo una investigación en la que compara a corredores de fondo españoles con corredores etíopes, señala que a los atletas africanos les cuesta menos levantar las piernas y hacen menos esfuerzo que los corredores de otras nacionalidades, por lo que economizan muy bien su energía durante la carrera.

    Los atletas kenianos y etíopes suelen ser más ligeros al contar con una mejor relación entre talla y peso corporal, y la distribución de su peso entre torso y extremidades inferiores es más favorable, pues sus piernas son largas y finas. En apariencia, muchos de estos africanos corren con el tren superior (entre ellos los músculos de la cara) más relajado, lo que supone un ahorro energético. También se muestran superiores biomecánicamente debido a que la cadera se muestra más flexible y cuentan con una gran capacidad para almacenar energía elástica en el tejido conjuntivo del tendón de Aquiles y de los músculos tríceps sural (en el gemelo). Con esta teoría, se podría llegar a la conclusión de que las etnias africanas muestran ventaja en el fondo debido al correr más económico, consumiendo menos oxígeno que el de un atleta de otras etnias para correr a la misma velocidad.

7.     Capacidad pulmonar

    La distinta capacidad pulmonar entre los atletas africanos y europeos se ha intentado explicar varias veces. Afortunadamente en los últimos años la ciencia ha comenzado a ocuparse de este fenómeno, y algunas investigaciones comenzaron a arrojar luz sobre el tema.

    Una de ellas fue la llamada "Running economy of African and Caucasian distance runners" realizada en el año 1999 en forma conjunta por la "University of Cape Town Medical School" de Sudáfrica, y la "School of Exercise and Sport Science" de la Universidad de Sydney.

    Para el estudio se seleccionaron 8 corredores africanos y 8 caucásicos, cuyos tiempos en 10km no tuviesen grandes diferencias (32.8 ± 2.8 y 32.0 ± 2.5 min. respectivamente), y que además tampoco contasen con diferencias significativas de masa corporal.

    El objetivo del estudio era el de determinar la denominada economía de carrera, (qué porcentaje de su consumo máximo de oxígeno empleaban para desplazarse a una velocidad determinada), en los corredores de ambos grupos. Para ello, los participantes completaban dos tipos de tests: El primero consistía en correr en cinta con intervalos de velocidad progresiva con objeto de determinar su consumo de oxígeno máximo (VO2 máx.), y en el otro, realizado en días separados, debían correr también en cinta, dos intervalos de 6 minutos, uno a 16.Km./h, y el otro a su paso de carrera en 10Km. Los intervalos se espaciaron 5 minutos.

    Como resultado de ello, se halló que si bien el VO2 máx. era un 13% menor en los corredores africanos, estos eran un 5% más económicos que sus contrapartes caucásicos. Además los africanos corriendo al paso de carrera, podían utilizar una fracción mayor de su VO2 máx. (92.2 ± 3.7% versus 86.0 ± 4.8% respectivamente).

    Si bien estos estudios no explican la totalidad del porqué del éxito de los atletas africanos, sientan evidencia objetiva sobre la notoria supremacía de éstos sobre el resto de los atletas del planeta.

8.     Metabolismo muscular

    Esta teoría se basa en el funcionamiento de las enzimas musculares con las que cuentan los deportistas de origen africano. Se defiende que el secreto para lograr el triunfo en las carreras de fondo es debido a que estas enzimas trabajan más y retrasan la aparición de la fatiga. De esta forma, se puede prolongar el esfuerzo durante más tiempo.

    Las enzimas oxidativas a nivel muscular tienen una mayor actividad en los atletas de “raza” negra, lo que les hace ser más resistentes a pruebas de larga distancia.

    La idea surge del fisiólogo Tim Noakes, de contrastado nivel, que se propuso el estudio de por qué los corredores de piel oscura se imponían en la mayoría de pruebas de resistencia. Las teorías conocidas y que explicaban la superioridad africana basándose en la altitud en la que se encontraban los atletas a la hora de entrenar o las largas distancias que debían recorrer para ir a la escuela de pequeños, si bien parecían factores con gran influencia, no parecían explicar el por qué de la supremacía de la etnia africana. Es por ello, que se realiza un estudio de diseño sencillísimo con el fin de encontrar la solución a tanta controversia. El experimento consistiría en comparar a corredores sudafricanos de piel blanca con atletas de piel de color oscura del mismo país. Para ello se seleccionaron atletas del mismo nivel, cuyos récord personales en la distancia de 10 kilómetros fueran similares. Para evitar el sesgo de la altitud, se añadió como premisa la condición de que todos ellos residieran en localidades situadas a nivel del mar.

    Como prueba previa al estudio los corredores fueron sometidos a una prueba de carrera sobre cinta rodante. El objetivo de esta prueba no era otro que el de determinar una serie de parámetros (en concreto, el consumo máximo de oxígeno, la velocidad punta y la resistencia en los instantes finales hasta alcanzar la fatiga) para agrupar a los corredores según su nivel. Pocos días más tarde se llevó a cabo la ergometría definitiva con mediciones efectuadas en sangre.

    Los resultados del estudio mostraron diferencias muy marcadas (mucho más de lo que esperaban los investigadores) entre los corredores de etnia africana y los caucásicos en lo referido a los parámetros sanguíneos que miden el esfuerzo físico. La más acusada de estas diferencias se encontró en una enzima muscular, conocida como citrato-sintetasa, que mostró en los atletas de origen étnico africano una actividad superior en un 50% a la que ofrecían los atletas caucasianos. Esta mayor actividad de la citrato-sintetasa se traduce, simplemente, en una mayor eficacia oxidativa, o lo que es lo mismo, una utilización más productiva del combustible a nivel muscular.    

    La medición de la acumulación del lactato era otro de los objetivos perseguidos en el estudio. Los niveles sanguíneos de ácido láctico, considerado como el producto de desecho responsable de desencadenar la sensación de fatiga, suelen reflejar fielmente el cansancio muscular que está experimentando el deportista.

    También en este apartado los resultados fueron contundentes: los corredores de piel oscura presentaron niveles de lactato en sangre inferiores en un 38% al promedio de los de piel blanca.

    Por último, el llamado TTF (parámetro que se puede interpretar como tiempo hasta alcanzar la fatiga) fue superior en un 21% en el grupo de atletas de piel más oscura. Este dato indicaría que los atletas de etnia africana son capaces de prolongar más que los otros el ejercicio de alta intensidad en los periodos finales, cuando están a punto de quedar exhaustos.

    Los autores del estudio, que puede convertirse en todo un clásico de la Fisiología del Ejercicio, concluyen que las diferencias (y por tanto, el secreto de la superioridad de los corredores africanos) se limitan a tres aspectos: los atletas africanos presentan una mayor actividad enzimática oxidativa a nivel muscular, por lo que tardan más en acumular lactatos en sangre y son capaces de prolongar más la fase final del esfuerzo antes de alcanzar la fatiga.

    El profesor Tim Noakes -que ha llegado a formular la posibilidad de la existencia de un gen del corredor- siempre ha argumentado que las diferencias enzimáticas y la superioridad de los atletas africanos están condicionadas por la carga genética específica de esta etnia.

    Es la única forma de explicar que una nación como Kenia -de apenas 25 millones de habitantes y con instalaciones deportivas y medios insuficientes- sea toda una potencia olímpica gracias a las numerosas medallas que acaparan sus corredores de largas distancias.

9.     Teoría socio-cultural

    Esta teoría no se apoya en bases fisiológicas, sino que simplemente defiende que independientemente de una genética dotada para la práctica deportiva, no servirá de nada si no se ve apoyada con un entrenamiento óptimo, facilidades para la práctica, y en muchas ocasiones, suerte. Con ella se estima que no podrá verse a ningún esquimal en la NBA, o grandes jugadores de balonmano en Los Ángeles. Se basa en la sencilla idea de que la cultura del país al que pertenezcas marcará notablemente el deporte que practiques.

    En el caso de países como Kenia y Etiopía (las dos grandes potencias mundiales de fondo) nos encontramos con que las instalaciones deportivas son precarias. Las alternativas con las que cuentan los jóvenes europeos para practicar todo tipo de deportes ahí no existen. Así que el atletismo es una salida fácil.

    A ello hay que sumarle que el elitismo en las carreras de fondo supone la salida de la pobreza en la que se ven inmersos los países africanos. A ello hay que añadirle, que las condiciones climatológicas y geográficas de los países del valle del Rift son perfectas para la mejora en la resistencia.

    La cultura y la tradición de Kenia, sumado a la pobreza que hay en este país también influyen a la hora de analizar el rendimiento de los corredores.
Aún hoy en Kenia se vive en tribus y por lo tanto se siguen las tradiciones como la caza, hecho que como todos sabemos obligaba a los hombres de la tribu a caminar infinidad de kilómetros para conseguir la presa.

    Más allá de que entre pueblo y pueblo hay distancias de varios kilómetros y ya desde niños son enviados a llevar o traer cosas de un pueblo a otro o ir a la escuela. Por supuesto ahí no hay ni taxis, ni colectivos, ni tienen bicicletas, lo hacen a pie.
Evidentemente los corredores de Kenia están mentalmente acostumbrados desde su infancia a recorrer distancias muy largas, por lo que su actitud mental es superior a la de un corredor de ciudad.

    El hecho de que otros héroes nacionales como el keniano Wilson Kipketer o Haille Gebreselaise triunfen repercute en que los futuros atletas sigan sus pasos. Esta teoría no se diferencia del hecho de que en Finlandia aparezcan constantemente grandes lanzadores de jabalina o multitud de futbolistas en Brasil.

10.     Tejido muscular

    Este factor se fundamenta en la distinta composición muscular entre personas de piel clara y oscura. El estudio llevado a cabo en Sudáfrica denota diferencia clave entre ambos grupos durante la prueba isométrica de fuerza muscular del miembro inferior. Los cuadriceps de los corredores del segundo grupo eran 31% más delgados que los del segundo, pese a que se fatigaban más lentamente durante las pruebas. De hecho, eran capaces de ejercer por lo menos el 70% de la fuerza máxima por 169 segundos durante los esfuerzos isométricos comparados con los 97 segundos de los de piel de color más clara.

    Esto corrobora la creencia que la diferencia clave entre ambos grupos de corredores de Sudáfrica está en el tejido muscular y no en el aparato cardiovascular. Como regla general, la menor fuerza pero mayor resistencia de los cuadriceps de los corredores de etnias africanas podrían sugerir que ellos tienen mayores porcentajes de fibras de tipo I, aquellas que no son muy poderosas, pero si muy resistentes a la fatiga. Sin embargo, desde que ambos tipos de corredores tenían iguales porcentajes de fibras I y II, la diferencia puede de nuevo residir en la superioridad de las fibras IIA de los corredores de etnias africanas, las cuales pueden ser capaces de soportar la fatiga durante el test isométrico por sus características aeróbicas mejoradas.

    La superioridad de los atletas de orígenes africanos ahora parece mas clara. Comparados con el otro grupo, ellos tendrían mayores concentraciones de enzimas aeróbicas dentro de sus células musculares tipo IIA por sus entrenamientos de fondo por encima del 80% de la capacidad pulmonar máxima.

11.     Supremacía africana en el “sprint”.

    Los africanos no sólo son buenos para la maratón, sino también para la velocidad de carreras de 50 y 100 metros. Esto sucede sobremanera con los africanos del Oeste de África. Los atletas afroamericanos, cuyos ancestros son mayoritariamente del Oeste de África, poseen los mejores tiempos en las carreras de 100 metros. Varios estudios señalan que sus estructuras físicas les dan ventajas. Tienen huesos más densos, tienen menos grasas en su cuerpo, sus caderas más estrechas, sus muslos son más gruesos, sus piernas son más largas y sus pantorrillas más livianas. Al mismo tiempo estos velocistas de Kenia son más pequeños, delgados y su peso varía entre 50 a 60 kilos.

    Pero más interesante es el tipo de músculos que forman su masa musculatura. Los científicos han dividido el tejido muscular esquelético en dos grupos, dependiendo de su velocidad de contracción. Los músculos de tipo I o músculos de contracción lenta, y los de tipo II o músculos de contracción rápida. De estos últimos hay dos tipos: el tipo IIa, intermedios entre los rápidos y los lentos; y el tipo IIb, que son muy rápidos. Los corredores de maratón tienden a tener más fibras de tipo I, que los irrigan capilares más densos y que además sus células están provistas de más mitocondrias (los orgánulos intracelulares, que producen el oxígeno). A diferencia de ellos, los velocistas, tienen más fibras del tipo II, que almacenan más azúcares (glucógeno), como también cuentan con enzimas que permiten a sus células quemar combustible en ausencia de oxígeno (metabolismo anaerobio). Una investigación llevada a cabo en Québec (Canadá) estudiando biopsias musculares, ha encontrado que el promedio de los africanos velocistas, poseen un significativo mayor porcentaje de fibras musculares rápidas, mientras que los que corren maratón, tienen un 90% de fibras lentas.

    En ella también se ha estudiado, dos enzimas que son marcadoras del metabolismo oxidativo en africanos del Oeste. Encuentra que su actividad es más elevada, lo que significa que pueden generar más ATP, que es la forma que la célula tiene para acumular energía. Se estima que en la región Oeste de África, existe un mayor porcentaje de gente con niveles altos de esa enzima en sus músculos, lo que les da una ventaja frente a competidores caucásicos.

    Puede ser por esto, que en las pruebas de 100, 200 ó 400 metros la participación en las finales sea generalmente al 100% de deportistas de piel más oscura, de países como EEUU, Inglaterra, o Jamaica. Ello tiene su explicación en la esclavitud que sufrían las colonias de países como Inglaterra, Portugal, Francia u Holanda, mediante la cual al producirse condiciones infrahumanas sobrevivían los más fuertes, dejando su legado genético.

    Angola, Nigeria, Congo, Camerún o Ghana son algunos países del África occidental que aportaron con sus ancestros corredores a sus metrópolis europeas, y que todavía se ven representados en finales contando con grandes velocistas.

12.     Matices

    En el tema sobre la superioridad de las etnias africanas en el deporte nos podemos encontrar con muchas leyendas urbanas o ideas equivocadas que tratan de justificar el éxito frente al resto de los atletas en algunas disciplinas. A continuación trataremos algunos de ellos.

  • “Los atletas africanos ganan las carreras porque están acostumbrados a correr de pequeños largas distancias hasta la escuela”. Esta idea está muy difundida en la sociedad. Si bien en algunos casos puede llegar a influir en el futuro atleta, esta teoría carece de apoyo científico. No se da en tantos casos como se cree que los niños deban ir corriendo a clase, y como decía el plusmarquista mundial de 800 metros Wilson Kipketer “de pequeño vivía enfrente de la escuela, e iba caminando tranquilamente”.

  • ”Triunfan en la resistencia porque es la única salida a la pobreza”. Otra idea muy común. Al igual que en la anterior, puede influir en varios casos, al ser una opción para enriquecerse. Sin embargo y aunque parezca extraño, el deporte nacional de Kenia es el fútbol. Aunque generalmente la etnia africana representa más pobreza que la etnia caucásica en muchas ocasiones se incumple esta idea, como sucede en el caso del ex velocista canadiense Donovan Bailey, quien contaba antes de su carrera deportiva con un Porsche y una gran riqueza.

  • ”Los africanos son mejores fondistas y velocistas”. Es verdad que en países como Etiopía y Kenia están los mejores fondistas del mundo, pero a la vez unos de los peores velocistas. Esto sucede al revés en países como Nigeria o Angola, que pese a obtener buenas marcas en distancias cortas, en resistencia son más que discretos. Un claro ejemplo para entender esta situación es Kenia; ya que mientras en el fondo poseen casi el 50% de las mejores marcas de la historia, en los 100 metros su record nacional está en 10,28”, una marca que no entra ni en las 5.000 mejores del mundo. Ello se debe como ya mencionamos anteriormente a los dos biotipos de etnias africanas; ectomorfo (fondistas; África oriental) y mesomorfo (velocistas; África occidental), por lo que no se puede decir que las etnias africanas sean de por sí superiores en ambas distancias de por sí.

13.     Conclusión

    Con este trabajo pretendemos exponer las ideas que explican la supremacía africana en resistencia. Como ya se citaba anteriormente, al ser un tema históricamente tabú, y que ha sido poco tratado nos encontramos con poca investigación al respecto, aunque en la actualidad esa mentalidad va cambiando y aparecen cada vez más científicos e investigaciones a cerca del tema.

    ¿Por qué se acepta rápidamente que la evolución ha creado grupos humanos con diferente susceptibilidad para enfermedades mientras que decir que los atletas con ancestros en África Occidental han evolucionado a ser los mejores sprinters y saltadores y los africanos del Este en los mejores fondistas lo encontramos racista?
Tras los avances de la genética y la ciencia del rendimiento deportivo, los extremistas claman que no se deberían discutir estas diferencias raciales o de patrones biológicos, por peligrosas y quizás racistas. La limitación del uso peyorativo de ese problemático concepto de “raza” no va a provocar que la diferencia biológica desaparezca. Pese a que la gente comparte una humanidad común, somos de muchos modos diferentes.

    La pregunta no es si la investigación genética debe continuar, sino cuándo debe terminar. La competición atlética, la cual ofrece una definición no alcanzada por otros aspectos de la vida, es un laboratorio perfecto para la exploración seria de las relaciones entre los genes y la cultura.

    Históricamente se ha comprobado que la ignorancia genera prejuicios, por lo que la investigación crítica es la mejor solución contra los prejuicios.

    En verdad, si nosotros no aceptamos la revolución genética con la mente abierta, si tenemos miedo de preguntar y contestar preguntas difíciles, no habrá ganadores, seremos todos perdedores. Se debe buscar que la diversidad humana pueda ser causa de celebración de nuestra individualidad más que fuente de desconfianza.

    Finalmente, no debería nunca ser olvidado que los genes no son los factores definitivos en el desarrollo de los atletas de elite. Mientras que los genes determinarán si tiene la oportunidad de ser un atleta de elite, la inteligencia, la dedicación y la suerte serán fundamentales para lograr el éxito.

”El órgano clave es el cerebro, no el corazón o los pulmones” (Sir Roger Bannister)

Bibliografía

  • COMAS, J. (1996). “Manual de Antropología Física”. UNAM. Madrid.

  • ENTINE, J. (2001). ”Why Black Athletes Dominate Sports and Why We're Afraid to Talk About It”. by Public Affairs

  • LASKA, T. (1986). “Antropología deportiva”. Boletín SOC. Esp. Antropología Biológica. Nº 7. Madrid.

  • LUCIA, A. (2002). “Fisiología del ejercicio físico”. Editorial El País, Madrid

  • VIADÉ, A. & Cols. (2003). “Psicología del rendimiento deportivo”. Luoc. Barcelona.

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EFDeportes.com, Revista Digital · Año 15 · N° 148 | Buenos Aires, Septiembre de 2010
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