Influencia del índice de masa corporal sobre la condición física en escolares |
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Maestro en Ciencias del Deporte por la Universidad Autónoma de Chihuahua Licenciado en Educación Física, Escuela Superior de Educación Física Entrenador de triatlón |
Lany Ortiz Solís (México) |
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Resumen El propósito fue conocer cómo influye el índice de masa corporal (IMC) sobre la condición física de los escolares y como se relacionan. Se evaluaron 618 escolares (309 niñas y 309 niños), de 8, 9 10 y 11 años de edad, Se midió el peso, estatura y calculo IMC y aplicaron pruebas de condición física; flexibilidad, fuerza, velocidad y resistencia. Se dividieron a las niñas (NAN) y niños (NON) con estado nutricional normal (normopeso) y las niñas (NASO) y niños (NOSO) con sobrepeso u obesidad. Se aplicó una prueba “t” independiente para identificar diferencias entre ambos grupos y aplicó una prueba de correlación (r de Pearson) entre el IMC y la condición física, ambos por género. Los resultados indican un porcentaje de sobrepeso u obesidad de 41.49 % en niñas y 42.83 % en niños. Las NAN presentaron una mayor fuerza (8 años), mayor velocidad (10 años), mayor resistencia (8, 9 y 10 años) comparado con las NASO. En los NON tuvieron mayor fuerza (9 – 11 años), mayor velocidad (9 - 11 años) y mayor resistencia (9 – 11 años) comparado con los NOSO. Se obtuvo una relación negativa entre el IMC y la fuerza (niñas de 8 y 10 años, niños 9 y 10 años), IMC y tiempo en velocidad hubo relación positiva (niñas 8 y 10 años, niños 9 y 10 años), en IMC y resistencia hubo una relación positiva (niñas 10 y 11 años, niños 9 y 10 años). Los escolares con normopeso tienen mayor condición física que los niños con sobrepeso u obesidad, y se observó que a mayor IMC su condición física decrementa. El IMC y la condición física se relacionan con el área de la salud y el educador físico debe recurrir a este tipo de mediciones para impactar más en los escolares. Palabras clave: IMC. Condición física. Actividad física. BMI. Physical fitness. Physical activity.
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EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 148, Septiembre de 2010. http://www.efdeportes.com/ |
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Introducción
Primeramente hablaremos del índice de masa corporal (IMC), una ecuación sencilla aceptada internacionalmente por convención, y se utiliza para diagnosticar el estado nutricional de un sujeto, esta exhibe una alta relación con grasa corporal y enfermedades de riesgo (McArdle, Katch F.I. Katch V.L. 2001). El empleo del IMC tiene limitaciones en cuanto a la medición de composición proporcional del cuerpo, no puede especificar como se da la distribución de masa grasa y masa libre de grasa en el cuerpo y su contribución relativa de cada uno (Mc Carthy y otros, 2003), por lo tanto únicamente se puede considerar como un identificador preliminar del estado nutricional. El IMC se modifica conforme a la edad, y puede ser útil para la identificación de niños en riesgo de sobrepeso y obesidad (Cole, Bellizzi, Flegal, Dietz, 2000). Un panel de expertos recomiendan el uso de IMC por edad para identificar cualquier incremento en el número de niños y adolescentes al límite superior de la distribución, quedando de la siguiente manera: del 85 – 95 percentil es sobrepeso y del 95 es obesidad, existen menos recomendaciones específicas para la distribución de los límites inferiores, pero el IMC en los rangos de 5 – 15 % y de 5 % o menos debe indicar en riesgo de bajo peso y bajo peso respectivamente (McArdle y otros, 2001).
El problema de un IMC elevado es que está asociado con mucho más riesgo de decline en la salud y el funcionamiento físico comparado con personas de peso normal, es decir que en la medida que el IMC incrementa al rango de moderado a sobrepeso, de la misma forma incrementa el riesgo de complicaciones cardiovasculares, ciertos canceres, diabetes, osteoartritis y enfermedades renales (He, y Baker; 2004).
Hemos visto los riesgos sobre la salud de tener sobrepeso u obesidad, corresponde ahora analizar la condición física porque en la actualidad también se le relaciona con la salud (Treuth, Butte, Adolph, y Puyau. 2004; Casajúz, Leiva, Ferrando, Moreno, Aragonés, Ara, 2006) menciona que “La concepción del término condición física ha ido evolucionando a lo largo del tiempo, pasando de una orientación tradicional vinculada al rendimiento deportivo a una orientación mucho más cercana y relacionada con la salud”. El término condición física, es la traducción española del concepto inglés “physical fitness” que hace referencia a la capacidad o potencial físico de una persona, (Devís, Peiró, 1992).
La condición física se determina principalmente por los hábitos de actividad física y su relación con la salud se define de forma operacional como el rendimiento que se obtiene en las siguientes pruebas: fuerza muscular, capacidad aeróbica, flexibilidad, y composición corporal (Martínez, 2002; Sánchez, Campuzano, Iglesias. y Brugada, 2009) “En el ámbito de la salud, la condición física se puede entender como el grado de energía y vitalidad que consigue una persona para poder desarrollar las tareas diarias y habituales: disfrutar activamente del tiempo libre, afrontar las emergencias imprevistas sin fatiga excesiva, evitar algunas enfermedades derivadas del sedentarismo y ayudar a desarrollar al máximo su capacidad intelectual” (Sánchez y otros, 2009). La condición física es importante a lo largo de la vida para desarrollar y mantener la capacidad funcional que se requiere (Nogueira, 2002).
A pesar de que los estudios en niños que relacionan la condición física con la salud son muy pocos, se conoce actualmente que una baja condición física está asociada con resultados adversos para la salud (Bovet, Auguste and Burdette, 2007). Es predictor de enfermedades crónicas de morbilidad y mortalidad, está asociada con el riesgo de desarrollar enfermedades coronarias de corazón, hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, mortalidad de enfermedad cardiovascular. (Lohman TT, Ring K, Pfeiffer K, Camhi S, Arredondo E, Pratt Ch, Pate R, and Webber L. 2008). Existen datos que demuestran que en niñas y niños chilenos de 13-18 años, un grado bajo de condición física se considera un fuerte predictor de enfermedades cardiovasculares en sujetos con sobrepeso u obesidad. Por el contrario existe una firme evidencia que la condición física de moderada a alto nivel, diagnostica un reducido riesgo substancial de enfermedad cardiovascular y toda causa de mortalidad. (Organización Mundial de la Salud, 2003)
Hemos revisado la relación aislada del IMC y la condición física con la salud, y entendemos que estas son dos de las principales factores para tener una vida saludable, sin embargo, se ha estudiado poco cual es la relación que existe entre estas dos variables, por lo tanto en nuestra investigación nos planteamos el propósito de conocer, cuál es la influencia que tienen el IMC sobre la condición física (flexibilidad, fuerza, velocidad y resistencia aeróbica) en los niños escolares de 8, 9, 10 y 11 años, otro propósito es determinar la relación del IMC del niño escolar de 8 - 11 años con el resultado de pruebas de condición física como son:, flexibilidad, fuerza resistencia y velocidad. Intentamos también evidenciar lo valioso de la utilización de estas pruebas parar medir la condición física saludable y la composición corporal. Los anteriores planteamientos teóricos y antecedentes empíricos, nos permiten hipotetizar que existe una relación inversa entre el IMC en niños y la condición física, es decir, que en la medida que el IMC incrementa, disminuye la condición física.
Método
Sujetos
Se evaluaron 618 escolares (309 niñas y 309 niños) de una edad de 8 – 11 años, que cursaban los grados de 3º, 4º, 5º y 6º. Los niños fueron elegidos mediante una muestra no probabilística de 4 escuelas primarias de la Delegación Azcapotzalco en la ciudad de México, Distrito Federal. 3 escuelas oficiales: en el sureste de la delegación se encuentra “Emma Godoy (EGO)”, al norte “Obrero mexicano (OME)” turno vespertino, al sureste “20 de noviembre (20N)”, y al centro una escuela particular, “Colegio Azcapotzalco (CAZ)” (Ver tabla 1). Los niños recibían dos sesiones de educación física a la semana.
Cuadro 1. Número de alumnos evaluados por primaria
Escuelas: CAZ, Colegio Azcapotzalco. EGO, Emma Godoy. OME, Obrero Mexicano. 20N, 20 de noviembre.
La aplicación de estas medidas antropométricas y de condición física se llevaron a cabo en un ciclo escolar 2006 – 2007. Durante las sesiones de educación física. Se realizaron en un máximo de un mes para cada escuela y en la totalidad de los niños de los grados mencionados a excepción de la escuela “Colegio Azcapotzalco” donde se midieron un grupo de tercero y otro de cuarto grado. Se pidió como requisito llevar ropa deportiva y tenis, se evaluaron niños sanos, comprobado por el certificado médico.
Mediciones e instrumentos
Medidas antropométricas
El peso se midió en una bascula digital marca “SECA”. Modelo Bella 840 con la mínima cantidad de ropa, si llevaban short, se les pidió que se quitaran el pants.
La estatura se midió empleando la técnica que propone “Internacional society of advancement of Kinantropometry” (ISAK) se empleó un flexómetro marca “bellota” 3 m de largo, x 13 mm de ancho, NOM 0484/03.
Medidas de capacidad física
Una vez que se midieron las variables antropométricas, procedimos a realizar un calentamiento de 15 min aproximadamente y después medimos las variables de capacidad física:
La flexibilidad, empleando la técnica de Wells adaptada a piso sin uso de cajón En esta prueba el niño se colocó sentado con las piernas extendidas y separadas 30 cm una de otra, en medio de sus piernas se coloco la cinta en paralelo a las piernas con el cero a 30 cm de la línea transversal que cruza los pies, se utilizó cinta métrica de fibra de vidrio marca comercial.
La potencia muscular empleando el salto largo sin carrera y con impulso de brazos (Nogueira, 2002; Martínez, 2003; Pino y Pria, 2007), se empleó también cinta métrica.
En el siguiente día se midió la velocidad, se empleó la prueba de 30 m planos con salida baja (mencionando las frases “a sus marcas”, y se levantaba un brazo, ¡listos!, Y se hacia sonar el silbato (fox 30) y al mismo tiempo se bajaba el brazo porque el evaluador se encontraba a la mitad de la distancia de carrera (Fernández, JC. Chinchilla, JC. Reina A. Escobar R. 2003), se utilizó para medir el flexómetro y también el cronómetro “Digi sport instruments” modelo DT100. Para la prueba de velocidad corrieron dos niños en cada hit.
La resistencia aeróbica empleando la prueba de 400 m no validada, aunque existen una prueba de 300 m aplicada en población infantil y que se asemeja en la distancia que aplicamos (Martínez, 2002). Previo a la aplicación de la prueba dimos indicaciones a los niños de que moderaran la velocidad en un principio para evitar agotamiento prematuro. Iniciaban con trote, si se cansaban continuaban caminando, e incluso podían pararse, pero si se sentían mal se les pedía abandonar la prueba.
Determinación de sobrepeso u obesidad
Primeramente se calculó el IMC mediante la formula [peso (kg)/estatura (m2)], posteriormente para establecer una clasificación de los escolares con estado de nutrición normal y con sobrepeso y obesidad se tomaron como punto de corte para cada edad, los criterios propuestos por International Obesity Task Force (Cole y otros, 2000) Es importante mencionar que se empleo esta referencia porque la encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (Ensanut, 2006) así lo hizo.
Diseño estadístico
Se aplicó la prueba t independiente, para probar las diferencias significativas entre niños con normopeso, comparado con niños con sobrepeso u obesidad, entre el mismo género y misma edad,
Se aplicó una prueba r de Pearson para observar la relación que existe entre el IMC y las pruebas de condición física. Las pruebas se analizaron empleando SPSS, versión 16.0
Resultados
Los primeros resultados obtenidos presentan un porcentaje de sobrepeso u obesidad de 41.49 % en las niñas y en niños de 42 .83 %, (Ver tabla 2). En la división que se hizo en relación a los niños con normopeso vs. niños con sobrepeso u obesidad, los niños con IMC normal tuvieron un más bajo peso, más baja estatura, y un IMC más bajo, tanto en niños como en niñas, también en todas las edades, a excepción de la estatura en niñas y niños de 11 años, donde no hubo diferencia significativa (Ver tabla 3).
Tabla 2. Estado nutricional y porcentaje de sobrepeso u obesidad en niños evaluados
NAN, niñas con normopeso. NASO, Niñas con sobrepeso u obesidad. NON, niños con normopeso.
NOSO, Niños con sobrepeso u obesidad. SOUOB, sobrepeso u obesidad en porcentaje sobre el total de niños evaluados.
En lo que corresponde a la condición física de los escolares. Observamos primeramente que no hubo diferencia significativa en cuanto a la flexibilidad, en niñas y niños en todas las edades evaluadas. Posteriormente en potencia muscular encontramos que en las NAN de 8 años es mayor que las NASO (111,68 cm vs 98,03 cm respectivamente, p < 0.01), en relación a los niños encontramos que los NON tienen valores más altos que los NOSO a la edad de 9 años (126,07 vs 112,83 respectivamente, p < 0,01), 10 años (129,90 vs 118,71 respectivamente, p < 0,01) y 11 años (133,84 vs 118,71, respectivamente, p < 0.01).
Tabla 3. Características antropométricas de niñas y niños de 8, 9, 10 y 11 años
NAN, niñas con normopeso. NASO, Niñas con sobrepeso y obesidad. NON, niños con normopeso.
NOSO, Niños con sobrepeso u obesidad. IMC, índice de masa corporal. * p < 0.05. ** p < 0.01.
En velocidad se observan las siguientes diferencias, en las niñas las NAN de 9 años tuvieron menor tiempo en velocidad que las NASO (6,61 seg:cs vs 7,10 seg:cs, p < 0,05). Con respecto a los niños se observan menor tiempo en velocidad en los NON comparado con los NOSO, en la edad de 9 años (6,76 vs 7,18, p < 0,01), 10 (6,27 vs 7,05, p < 0,01), y 11 años (6,50 vs 7,05 p < 0,01).
Finalmente el mayor número de diferencias se presentan en la prueba de resistencia, las NAN Tuvieron menor tiempo en la prueba de resistencia que las NASO, las diferencias fueron en las edades de 8 (2,57 min:cm vs 2,80 seg:cm, p < 0,05), 9 (2,42 vs 2,61, p < 0,05) y 10 años (2,32 vs 2,63, p < 0,01); los NON tuvieron mejor rendimiento en la prueba de resistencia que los NOSO y las diferencias fueron de mayor significancia (p < 0.01) en las edades de 9 (2,25 vs 2,75), 10 (2,16 vs 2,59) y 11 años (2,26 vs 2,59). (Ver tabla 4)
Tabla 4. Capacidad física de niñas y niños de 8 – 11 años de edad, con normopeso y sobrepeso u obesidad
NAN, niñas con normopeso. NASO, Niñas con sobrepeso y obesidad. NON, niños con normopeso.
NOSO, Niños con sobrepeso u obesidad. IMC, índice de masa corporal. * p < 0.05. ** p < 0.01.
Se realizó un análisis de correlación entre el IMC y cada una de las pruebas de condición física evaluada; en lo que respecta al IMC vs flexibilidad no existieron diferencias significativas en niñas y niños, en relación al IMC vs fuerza, hubo correlaciones negativas significativas; en niñas de 8 años (- 0,35, < p 0,01) y 10 años (0,27, p < 0,05) y en niños de 9 (0,46, p < 0,01) y 10 (0,48, p < 0,01) años. En cuanto a la relación IMC vs velocidad; hubo correlaciones positivas significativas, en niñas de 10 (0,47, p < 0,01) y 11 (0,31, p < 0,01) años y en los niños las relaciones se dieron en 9 (0,33, p < 0,01) y 10 (0,56, p < 0,01) años. Finalmente se calculo la relación del IMC vs resistencia en tiempo; hubo una relación positiva en niñas de 9 (0,35, p < 0,01), 10 (0,40, p < 0,01) y 11 (0,37, p < 0,01) años y en niños de 9 (0,71, p < 0,01) y 10 (0,67, p < 0,01) años (Ver Tabla 5 y figura 1).
Tabla 5. Correlación IMC vs. condición física de los escolares
El color verde indica diferencias significativas p ≤ 0.01 y el color verde pálido indica diferencias significativas p ≤ 0.05
Discusión y conclusiones
Los escolares evaluados presentaron valores superiores en cuanto al porcentaje de niñas y niños con sobrepeso u obesidad (41.49 % y 42. 83 respectivamente, ver tabla) comparado con niñas y niños (34.1 % Y 36.1 respectivamente) evaluados del Distrito Federal en la Encuesta de Salud y Nutrición 2006 (Ensanut 2006),esto pudo deberse a que los niños evaluados en la presente investigación son niñas y niños escolares, sin embargo en la Ensanut, 2006 midieron niñas y niños escolarizados y no escolarizados.
Los resultados obtenidos en las comparaciones indican que los niños con normopeso tienen una mayor condición física en las variables de fuerza, velocidad y resistencia que los niños con sobrepeso u obesidad, aunque en la resistencia aeróbica se presentaron el mayor número de diferencias significativas, seis casos de ocho posibles (Ver tabla 4), a esta variable la relacionan frecuentemente con la salud (Treuth y otros 2004; Casajúz. 2006). Aunque es importante aclarar que no se observaron diferencias en alguna de las pruebas en niñas de 11 años y en niños de 8 años.
En las correlaciones aplicadas de IMC con las variables de la condición física observamos que las relaciones principales fueron con fuerza (correlación negativa), velocidad (correlación positiva) y resistencia aeróbica (correlación positiva), y por lo tanto corroboramos la hipótesis que mencionaba que a mayor IMC menor condición física. Nuestros resultados coinciden con investigaciones que midieron la capacidad aeróbica y encontraron relación inversamente con la cantidad de masa grasa, y mencionan que probablemente sea como consecuencia del aumento de la carga inerte producida por el exceso de grasa (Rowland, 1991)
El comportamiento que tuvo la flexibilidad fue similar tanto en niños con normopeso como con sobrepeso u obesidad. Del mismo modo el IMC no tuvo alguna relación significativa con la flexibilidad (Ver tabla 4 y figura 1).
Los resultados de una condición física mayor en los niños con normopeso en relación a los niños con sobrepeso u obesidad, puede deberse a que realizan actividad física regular, ya que la práctica de ejercicio físico regular da como resultado una modificación positiva de la condición física y la composición corporal (Krause, Hallage, Gama, Goss, Robertson, Da Silva, 2007), también a que los niños con sobrepeso u obesidad cargan un peso corporal mayor (Rowland TW, 1991). Son tres relevantes desventajas que tiene el niño con sobrepeso u obesidad, uno es la baja capacidad física, otro el excedente de grasa corporal y un último es el problema de salud que ocasiona estas dos características anteriores mencionadas.
Se ha mencionado que un elevado IMC y una baja condición física está relacionado con problemas de salud (He y otros, 2004; Lohman y otros, 2008), incluso es más predictiva del estado de salud la condición física que la actividad física (Bovet y otros, 2007). Sin embargo se ha estudiado poco el impacto que tiene el IMC sobre la condición física, con la presente investigación Hicimos una caracterización de lo que ocurre con los niños de la edad escolar evaluada. Por lo tanto coincidimos con la propuesta de considerar como potentes indicadores del estado de salud a la condición física y la composición corporal (Casajús y otros, 2006)
Hemos aplicado cuatro pruebas de capacidad física, dos de ellas la fuerza y la velocidad están validadas, pero la resistencia aeróbica y la flexibilidad no, también se cálculo el IMC, fueron mediciones sencillas que se relacionan con la salud como se ha argumentado y consideramos que aún cuando quizá algunas pruebas aplicadas de nuestra parte no sean las correctas si se requiere retomar las pruebas que realmente sean útiles y prácticas para la educación física y hagan una valoración tangible que pueda entender el educador físico y transmitirlo a la comunidad escolar. La evaluación de la condición física saludable empieza a tomar fuerza y es un área que debemos tomar en cuenta en la educación física para impactar más en el niño de educación básica, aunque se necesita de mucho esfuerzo del maestro de educación física y de nuestra autoridades educativas y personal que elabora los planes y programas, porque los resultados hacia este enfoque son adversos, por ejemplo; en el Plan de estudios 2009 no se menciona la evaluación de la condición física para la salud en la “orientación pedagógica” ni en los “propósitos generales”.
La propuesta es crear un modelo en donde se mida la condición física: fuerza muscular, capacidad aeróbica, resistencia muscular, flexibilidad, y composición corporal, y con todos estas variables sumen un 100 % y dependiendo los resultados de cada niño, es que obtendría su puntuación
En próximos estudios relacionados con estos temas sugerimos incluir encuestas de estado de salud y de actividad física del niño para conocer un poco más a detalle cual es la relación entre actividad física, condición física y salud.
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