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Efecto del método Pilates sobre la flexibilidad

y la fuerza y resistencia muscular

Effect of Pilates for flexibility and muscular strength and endurance

 

*Ldo. en ciencias de la actividad física y el deporte

Maestro. Especialista en Educación Física

Profesor colaborador de la Universidad de Málaga

Copropietario de Ergopilates

**Doctor por la Universidad de Málaga

Ldo. en ciencias de la actividad física y el deporte

Maestro Especialista en Educación Física

CEIP El Sexmo, Estación de Cártama, Málaga

***Doctor por la Universidad de Málaga

Ldo. en Educación Física

Profesor titular de la Universidad de Málaga

Francisco José Santana Pérez*

Manuel de Burgos Carmona**

Emilio Francisco Fernández Rodríguez***

franjosape@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          La práctica del método Pilates se ofrece actualmente en diferentes tipos de centros: clínicas de rehabilitación, de estética, grandes y pequeños centros deportivos... A pesar del gran número de practicantes y del alto número de publicaciones divulgativas que existen, no hay una fundamentación científica importante que justifique sus beneficios en el campo de la actividad física y la salud. Sus beneficios se generalizan para cualquier practicante de dicho método, sin diferenciar entre los ejercicios de suelo y los ejercicios de reformer/cadillac. El objetivo de esta investigación es determinar qué efecto tiene la aplicación del método Pilates, utilizando ejercicios de suelo y de reforme/cadillac, sobre la flexibilidad y la fuerza y resistencia muscular. Para ello, se ha empleado un diseño multigrupo, donde la variable independiente posee tres niveles: suelo, reformer/cadillac y suelo/reformer/cadillac. Los resultados de este estudio, analizados con la prueba ANOVA y p<0,05, reflejan como en ninguno de los tres grupos se modifica significativamente la flexibilidad. Sin embargo, la variable de fuerza muscular presenta cambios significativos independientemente de la modalidad practicada, al igual que ocurre con la resistencia muscular.

          Palabras clave: Pilates. Flexibilidad. Salud. Fuerza. Resistencia muscular.

 

Abstract
         
The practice of Pilates is currently offered in different types of facilities: rehabilitation clinics, beauty, big and small sports facilities... Despite the large number of practitioners and the high number of informative publications that exist, there is an important scientific basis to justify their profits in the field of physical activity and health. Its benefits are generalized for any practitioner of this method, without differentiating between the ground exercises and exercises reformer / cadillac. The objective of this research is to determine what effect the implementation of the Pilates method, using floor exercises and reform / cadillac, the flexibility and muscular strength and endurance. To do this, it has employed a multi-group design, where the independent variable has three levels: ground, reformer / cadillac and soil / reformer / cadillac. The results of this study, analyzed with ANOVA test p <0.05, as reflected in any of the three groups significantly modified flexibility. However, the muscular strength variable shows significant changes regardless of the type practiced, as is the case with muscular endurance.

          Keywords: Pilates. Flexibility. Health. Strength. Muscular endurance.

 

Este trabajo se ha realizado en el centro Ergopilates, www.ergopilates.es c/ Rodeo, 23 (29018 – Málaga), en junio de 2010

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 148, Septiembre de 2010. http://www.efdeportes.com/

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1.     Introducción

    Numerosos autores indican que dentro de los beneficios del método Pilates (MP) se encuentra: la mejora de fuerza, de flexibilidad, del acondicionamiento cardiovascular, así como equilibrio y coordinación. Además, beneficia a la postura corporal, puede ser una herramienta importante para la prevención de lesiones y la mejora del rendimiento de un deporte, y se puede utilizar como trabajo de rehabilitación (Adamany y Loigerot, 2006; Austin, 2004; Cárceles y Cos, 2009; Gallagher y Kryzanowska, 1999; García, 2009; Massey, 2010; Shipside, 2005; Siler, 2002; Siler, 2006; Winsor, 2002). Estas afirmaciones se generalizan para cualquiera de los practicantes de dicho método, sin establecer diferencias entre las modalidades de práctica (entendida estas como la práctica de los ejercicios para suelo, reformer o cadillac, ya que no existen diferentes métodos Pilates sino uno sólo en el cual se diferencian ejercicios para suelo, reformer o cadillac, sin olvidarnos del barril y la silla wundar), y lleva a pensar que la condición física de los sujetos que lo ejecutan mejorará, ya que entre sus beneficios se encuentran componentes de la condición física para la salud (CFS), lo que ha repercutido en una proliferación espectacular en el número de centros y de usuarios que lo practican, ya que es difícil encontrar una instalación por pequeña que sea que no ofrezca el trabajo de Pilates entre sus actividades.


    Sin embargo, a pesar de los beneficios descritos y la multitud de personas que practican este método, existe poca investigación científica que lo avale. En la actualidad, con la palabra clave “pilates” en diferentes bases de datos (pubmed, sportdiscus, scielo y science direct), se puede encontrar un total de 1496 entradas (fecha de revisión 04 de Junio de 2010). Tras una revisión de las mismas se observa que un altísimo porcentaje corresponden a artículos divulgativos o que sólo mencionan el término Pilates. Sólo se han recogido 33 artículos que presentaban investigaciones utilizando el MP con diferentes objetivos y sólo 12 estaban relacionados con algunos de los componentes de la CFS (fuerza y resistencia muscular, resistencia cardiorrespiratoria, flexibilidad y composición corporal):

  • 7 estudios tratan algún componente de la CFS con muestras muy particulares, como son los casos de Bertolla et al, 2007 (sólo jugadores de fútbol sala); Caldwell et al., 2009 (sujetos en edad escolar); Emery et al, 2010 (sólo valora la flexión de hombro); Eyigor et al, 2010 (pacientes con cáncer de mama); García et al, 2003 (estudiantes de ciencias del deporte); Jago et al, 2006 (chicas jóvenes); Santana et al, 2010 (ciclista profesional).

  • 2 valoran tres de los cinco componentes: resistencia muscular, flexibilidad y composición corporal (Rogers et al, 2009; Sekendiz et al, 2007).

  • 3 valoran dos de los cinco componentes (García, 2009; Kloubec, 2010; Segal et al, 2004) y de éstos dos añaden el estado de salud percibida (García, 2009; Segal et al, 2004).

    Además, como último matiz, en todas las investigaciones los participantes realizaban los ejercicios de suelo dentro de las posibilidades del MP.

    El propósito del presente estudio es obtener más información sobre este vacío científico y enriquecer los conocimientos sobre la práctica de Pilates y su repercusión sobre los componentes de la CFS. En este sentido, se abarcan tres elementos: la flexibilidad y la fuerza y resistencia muscular.

    Según la ACSM (2007), la flexibilidad se define como “la capacidad máxima para mover una articulación en toda la amplitud de movimiento”. Hay que mencionar que es específica de cada articulación, dependiendo de sus características funcionales y de los sistemas del control nervioso del movimiento (Capdevila, 2005). Además, autores como García (2009), Kloubec (2010), Rogers (2009), Segal (2004) y Sekendiz (2007), destacan cambios significativos en la aplicación del MP sobre este componente. Es preciso destacar que todos realizan el trabajo de Pilates en la modalidad de suelo y con una muestra que no conoce el método.

    Por otro lado, el doble componente, fuerza y resistencia muscular, hace referencia a la capacidad de los músculos para generar tensión (fuerza muscular) y aplicarla de forma repetida o mantenida durante un periodo prolongado de tiempo (resistencia muscular) (Capdevila, 2005). Según la ACSM (2007), el término fitness muscular se encarga de describir el estado de fuerza muscular y resistencia muscular. La aplicación del MP sobre este componente obtiene cambios significativos para Sekendiz (2007), mientras que para Kloubec (2010) y Rogers (2009), los cambios sólo afecta a la resistencia muscular y para García (2009), los cambios afectan a la fuerza muscular. En este caso se precisan las mismas características que para la flexibilidad.

    En base a todo lo expuesto anteriormente y con el objetivo de conocer qué efectos produce el MP sobre la fuerza y resistencia muscular y sobre la flexibilidad, se ha realizado la presente investigación. Si, como han puesto de manifiesto investigaciones anteriores, el MP aplicado en ejercicios de suelo mejora algunos componentes de la CFS como la fuerza y resistencia muscular y la flexibilidad, entonces dicho método, aplicado combinando los ejercicios de suelo, los de reformer/cadillac y los de suelo/reformer/cadillac, influirá en la fuerza muscular medida a través de dinamometría manual y podal, en la resistencia muscular medida a través de fondos de brazos y en la flexibilidad medida a través del sit and reach.

2.     Material y método

Sujetos

    En este estudio se ha empleado una muestra incidental y no probabilística, compuesta por 28 participantes (n=28) de Málaga capital, de los cuales 24 son mujeres y 4 son varones. Sus edades van desde los 23 años a los 53, siendo la media de edad 43,8 años. Todos ellos llevaban como mínimo seis meses practicando Pilates en el centro de estudio, lo que significaba que partían con un nivel básico de conocimientos en cuanto a posición y ejecución de los ejercicios.

    Los participantes fueron divididos en tres grupos: grupo de suelo (GS) (n=10), grupo de suelo/reformer/cadillacs (GSRC) (n=14) y grupo de reformer/cadillac (GRC) (n=4). El número de participantes de cada grupo fue determinado por la actividad que tenían contratada en el centro de Pilates. Además, ninguno de ellos tenía problemas graves de salud, ni lesiones musculoesqueléticas significativas, exceptuando leves molestias de manera ocasional en la zona lumbar.

    Por otro lado, el profesor encargado de impartir las clases a los tres grupos es Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, especializado en el método Pilates, cuya formación llevó a cabo en la escuela Peak Pilates. Dicho profesor se encargó de impartir las clases durante todo el periodo que duró la investigación a los tres grupos con la finalidad de controlar la contaminación que supusiera la implicación de otro profesor. El investigador, también especialista en el método Pilates, se encargó de controlar los ejercicios que se impartía en cada sesión, con el fin de controlar una progresión lógica en las mismas y de esta forma, asegurar una homogeneidad en las distintas sesiones en los diferentes grupos.

Diseño

    Para la realización del presente estudio se ha utilizado un diseño multigrupo (3 grupos) con medidas repetidas con tres niveles: pre, post y seguimiento de 3 meses (figura 1).

Figura 1. Esquema de diseño multigrupo

    La variable dependiente corresponde, por tanto, a dos de los componentes de la CFS: fuerza muscular medida a través de dinamometría manual y podal, resistencia muscular medida a través de fondos de brazos y flexibilidad medida a través del sit and reach. Siendo en este caso la variable independiente la aplicación del MP, la cual tiene tres niveles:

  • Nivel 1: aplicación del método a través de ejercicios de suelo.

  • Nivel 2: aplicación del método combinando ejercicios de suelo/reformer/ cadillac.

  • Nivel 3: aplicación del método mediante ejercicios de reformer/cadillac.

Aparatos y/o material

    En las clases de suelo se utilizó el modelo de colchoneta “Deluxe Pilates Mat” de Stott Pilates cuyas dimensiones son 183x60x1,6 cm. En cuanto a las clases de reformer/cadillac se utilizó el modelo “Peak Pilates Deluxe” cuyas dimensiones son 255x75x40 cm.

    La fuerza muscular fue medida a través de la dinamometría manual y podal, ya que era el recurso que mejor se adaptaba al tiempo que disponían los participantes y a las características de la instalación, la cual no poseía máquinas para realizar por ejemplo un cálculo de la RM que era la prueba que se estableció inicialmente. Estos instrumentos, al valorar la fuerza estática, están un poco limitados para describir una fuerza muscular global, ya que las mediciones de fuerza estática son específicas del grupo y la articulación que participa en la prueba (ACSM, 2007). Por ello, para solventar esa limitación se propuso dinamometría para la parte superior e inferior.

Figura 2. Dinamómetro manual (izquierda) y podal (derecha)

    El dinamómetro manual utilizado es el “Grip Strength Dynamometer T.K.K. 5401 Grip-D” (figura 2) de la casa Takei Scientific Instruments. La variable de medida es Kilogramo fuerza (Kgf). El protocolo para la medición fue el siguiente: se medía la distancia entre el índice y el pulgar de la mano del participante. El resultado se introducía en una fórmula específica, que varia según el sexo, y el valor obtenido servía para calibrar el dinamómetro y de esta forma establecer el agarre óptimo (para hombres: y= x/7.2 +3.1; para mujeres: y= x/4 +1.1 (Ruiz, J.R; España-Romero, V; Ortega, F.B; Sjöström, M; Castillo, M.J; Gutierrez, A, 2006)). Una vez calibrado el participante, que se encontraba de pie, cogía el dinamómetro paralelo a su costado y con la pantalla mirando hacia fuera. Después debía presionar el dinamómetro al máximo sin mover el brazo. Las instrucciones que se dieron fueron las siguientes:

    “Coge el dinamómetro con el brazo pegado a tu costado y aprieta todo lo que puedas sin mover el brazo. Después haremos los mismo con el otro brazo”.

    Según Jiménez et al. (2007), esta prueba ya era utilizada en la batería de Fleishman (1964), también se propone en la batería Eurofit para adultos y en la propuesta de la Canadian Physical Activity, Fitness and Lifestyle Appraissal (CPAFLA). Más recientemente, la podemos encontrar en artículos como Castillo (2007).

    En cuanto al dinamómetro de pierna y espalda se utilizó el modelo T.K.K. 50 02 de la casa Takei Scientific Instruments (figura 2). La variable de medida es Kilogramo fuerza (Kgf). El protocolo para la medición fue el siguiente: el participante se colocaba encima de la plataforma con las rodillas semiflexionadas (ángulo 130º-140º) y sujetaba la barra con una presa dorsal para la mano derecha y palmar para la mano izquierda. Una vez colocado debía tirar de la barra lo máximo posible hacia arriba, implicando piernas y tronco, sin levantar los pies. La aguja se queda señalando la máxima fuerza. Este protocolo que se propuso era una combinación entre el protocolo para medir la fuerza de las piernas y el de la espalda, ya que se observó que los sujetos no eran capaces de aislar el trabajo y siempre implicaban para tirar de la barra tanto la musculatura de las piernas como la de la espalda. A su vez, permitía tener un registro más general. Las instrucciones que se dieron fueron las siguientes:

    “Colócate en la siguiente posición (se hacía una demostración de la posición y ejecución correcta)”

    “Una vez que estés colocado intenta tirar de la barra hacía arriba lo máximo posible”

    Por otro lado, la resistencia muscular fue medida a través de la prueba de flexiones de brazos, cuya variable de medida fue el número de repeticiones. Según la ACSM (2007), esta prueba es utilizada para comprobar la resistencia muscular de la parte superior del cuerpo. A continuación, se propone el protocolo que se siguió para la ejecución del mismo, el cual está propuesto por la ACSM (2007):

  • La prueba de flexiones de brazos se realiza en el caso de los hombres desde la posición estándar “desde arriba” (las manos a la anchura de los hombros, la espalda recta y la cabeza erguida) que en el caso de las mujeres se modifica (piernas cruzadas, rodillas flexionadas en un ángulo de 90º, la espalda recta, las manos a la anchura de los hombros y la cabeza erguida).

  • Cuando se hace la prueba a hombres, el examinador pone un puño en el suelo bajo el pecho del participante y este debe flexionar los codos hasta tocar el puño del examinador. El método del puño no se usa con las mujeres, y no hay criterios establecidos para determinar cuánto debe descender el torso para considerar correcta una flexión.

  • Tanto para los hombres como para las mujeres, la espalda debe mantenerse recta todo el tiempo y el participante debe continuar hasta la extensión de codo.

  • El número máximo de flexiones realizadas consecutivamente sin descanso se toma como puntuación.

    Por último, la flexibilidad fue medida a través del test sit and reach. La variable de medida es cm. Según la ACSM (2007), este tipo de prueba se emplea para valorar la flexibilidad lumbar y de la cadera. Este test, según Jiménez (2007), es recogido por otras baterías como la Eurofit y CPAFLA.

    A continuación, se propone el protocolo que se siguió para la ejecución del mismo, que a su vez es el propuesto por la ACSM (2007):

  • Se debe hacer un breve calentamiento antes de realizar la prueba. En el caso del presente estudio se aprovechó el trabajo que llevaban los participantes en la ejecución de las demás pruebas y no se siguió ningún calentamiento.

  • El participante se descalza y se coloca en sedestación en el suelo, con las rodillas en extensión y los pies separados a la anchura de las caderas. Las plantas de los pies se colocan en contacto con el cajón.

  • Una vez en la posición de inicio debe inclinarse hacia delante y llegar con ambas manos tan lejos como sea posible sobre el cajón.

  • Se anota la posición más alejada que se alcance con la punta de los dedos, tras tres intentos.

  • Para conseguir la mejor puntuación posible, el participante debe espirar el aire y colocar la cabeza entre sus brazos cuando éstos avancen por el cajón.

    Las instrucciones concretas que se dieron fueron las siguientes:

    “Descálzate y siéntate con las plantas de los pies tocando el cajón y tus piernas separadas a la anchura de tus caderas”

    “Realiza una flexión de columna intentando llegar lo más lejos posible con tus manos sobre el cajón. Tienes tres intentos”.

    Debido a las características del centro donde se realizó la investigación (tipo de sala, número de reformer/cadillacs y disposición de ambos dentro del horario), se hicieron subdivisiones en algunos grupos. En este sentido, el GS se quedó siempre igual y su número de participantes fue siempre 10, el GSRC cuando trabajaban suelo se hizo una subdivisión de dos grupos de 7 participantes y cuando les tocaban reformer/cadillac se hicieron cuatro subgrupos de 3 participantes y uno de 2; por último, el GRC siempre mantuvo sus 4 miembros.

Análisis estadístico.

    Para el tratamiento estadístico de la presente obra se utilizó el programa SPSS (versión 17.0). En primer lugar se realizó una prueba de normalidad,     concretamente Chi-cuadrado, a todas las variables comprobando que ninguna de ellas se aleja significativamente de la normalidad. Después se determinó estadísticos descriptivos como la media y la desviación típica. Para comprobar si hubo cambios significativos entre los diferentes momentos de medida y los diferentes grupos se utilizó la prueba paramétrica de análisis de varianzas (ANOVA) con medidas repetidas y concretamente el modelo ANOVA de dos factores con medidas repetidas de un factor. Además, aun respondiendo todas las variables a una distribución normal, se consideró apropiado utilizar algunas pruebas no paramétricas como H de Kruskal-Wallis y F de Frietman, con el fin de dar más consistencia al resultado. Esta acción se justifica por el tamaño reducido de la muestra (Pardo y Ruiz, 2002). El grado de significancia establecido fue p<,05.

3.     Resultados

Fuerza muscular

    La tabla 1 recoge las medias de los diferentes grupos en los distintos momentos de evaluación, diferenciando en cada momento la dinamometría manual de la mano derecha (DMD), la dinamometría manual mano izquierda (DMI) y la dinamometría podal (DP). Por otro lado, en la figura 3 correspondiente a la evolución de la DMD se puede observar como hay un aumento generalizado de la fuerza, siendo más claro en el GSRC; en cuanto a la DMI, en la figura 4 se observa como en los tres grupos se da un aumento en la fuerza haciéndose más notable en el GRC ya que es el único que sufre un descenso en Diciembre; por último, en la figura 5 se observa la evolución de la DP y se comprueba que mientras el GRC sufre un leve descenso al final del tratamiento, los otros dos grupos si experimentan un aumento.

Tabla 1. Fuerza muscular: datos

 

Figura 3. Gráfica sobre la evolución de la DMD

 

Figura 4. Gráfica sobre la evolución de la DMI

 

Figura 5. Gráfica sobre la evolución de la DP

    En cuanto a la aplicación de ANOVA los cuatro estadísticos multivariados (sólo se recoge uno) dan una p<,01 en los diferentes momentos de evaluación de la DMI y una p>,05 en la interacción de la DMI y los grupos de Pilates; en el caso de la DMD dan una p>,05 tanto en los diferentes momentos de la evaluación como en la interacción de los grupos de Pilates; por último, en la DP dan una p>,05 tanto en los diferentes momentos de la evaluación como en la interacción de los grupos de Pilates. Todos estos datos se recogen en la tabla 2.

Tabla 2. Fuerza muscular: estadística

Resistencia muscular

    En cuanto a la resistencia muscular, en la tabla 3 se recoge las medias de los diferentes grupos en los distintos momentos de evaluación, mientras que en la figura 6 se puede observar como existe un aumento en el número de fondos realizados al final de la aplicación del tratamiento, destacando levemente el GS.

Tabla 3. Resistencia muscular: datos

 

Figura 6. Gráfica con la evolución del número de fondos realizados

    En cuanto a la aplicación de ANOVA los cuatro estadísticos multivariados (sólo se recoge uno) dan una p<,01 en los diferentes momentos de evaluación de la resistencia muscular y una p>,05 en la interacción de la resistencia muscular medida a través de los fondos de brazos con los grupos de Pilates, como se puede comprobar en la tabla 4.

Tabla 4. Resistencia muscular: estadística

Flexibilidad.

    La tabla 5 recoge las medias de los diferentes grupos en los distintos momentos de evaluación, mientras que en la figura 7 se puede observar como existe un aumento de la flexibilidad al final de la aplicación del tratamiento, destacando levemente el GRC.

Tabla 5. Flexibilidad: datos.

 

Figura 7. Gráfica evolución de la flexibilidad

    En cuanto a la aplicación de ANOVA los cuatro estadísticos multivariados (sólo se recoge uno) dan una p>,05 tanto en los diferentes momentos de evaluación de la flexibilidad como en la interacción de la flexibilidad con los grupos de Pilates, como se puede comprobar en la tabla 6.

Tabla 6. Flexibilidad: estadística

4.     Discusión

    En referencia a la fuerza muscular no se ha encontrado ningún estudio que aporte información sobre su comportamiento con la práctica de Pilates, con lo cual los resultados obtenidos no se pueden comparar con la bibliografía existente.

    De los tres elementos que se han medido en esta variable en la figura 3, correspondiente a la evolución de la DMD, se puede observar como hay un aumento generalizado de la fuerza, siendo más claro en el GSRC; en cuanto a la DMI, en la figura 4 se observa como en los tres grupos se da un aumento en la fuerza haciéndose más notable en el GRC ya que es el único que sufre un descenso en Diciembre; por último, en la figura 5 se observa la evolución de la DP y se comprueba que mientras el GRC sufre un leve descenso al final del tratamiento, los otros dos grupos si experimentan un aumento.

    Tras la realización del tratamiento estadístico de los datos se observa que, en la DMD y en la DP, no hay cambios significativos ni en los diferentes momentos de evaluación ni entre los grupos, aceptando de esta forma la hipótesis nula. Sin embargo, si hay diferencias significativas en la DMI en los diferentes momentos de la evaluación, aunque cuando comparamos los grupos estas no son significativas. Esto nos lleva a pensar que la DMI mejora con la práctica de Pilates independientemente de la modalidad en la que se practique. Este hecho puede deberse a que de los 28 participantes 25 tienen como mano dominante la derecha con lo cual cuando se les propone un trabajo de acondicionamiento general de todo el cuerpo, su mano izquierda tendrá mayor capacidad de mejora. En cuanto a los otros elementos (DMD y DP), la falta de cambios significativos, al igual que pasaba con otras variables, puede deberse a parámetros como la intensidad, la duración, la frecuencia o incluso podría ser que los ejercicios que se proponen no superan el umbral mínimo de estímulo y no produce adaptación fisiológica que se traduzca en un cambio significativo.

    En cuanto a la resistencia muscular, sí hay referencias bibliográficas con las cuales se puedan relacionar los resultados obtenidos. En este sentido, Rogers et al (2009) y Sekendiz et al (2007) en las conclusiones de sus estudios aportan que existen mejoras en la resistencia muscular tras la aplicación del método Pilates.

    En el caso del presente estudio, en la gráfica de evolución de la variable con respecto a la aplicación del tratamiento (figura 6) se puede observar como existe mejora en los tres grupos, destacando de manera leve el GS. Además, tras el tratamiento estadístico de estos datos se encuentran diferencias significativas en los diferentes momentos de la evaluación, lo que se puede traducir en la existencia de mejora de esta variable en los tres grupos. De esta forma, se coincide con la conclusión de Rogers et al y Sekendiz et al, en cuanto al trabajo de suelo y además, se comprueba que esa mejora también se da en el GRC y en el GSRC.

    Por otro lado y tras comprobar que existen mejoras en los tres grupos, no se han encontrado cambios significativos entre la mejora que aporta cada grupo. Este hecho puede deberse a que el trabajo de Pilates, independientemente en la forma que se practique (suelo, reformer/cadillac y suelo/reformer/cadillac), sigue unos fundamentos y principios comunes, lo que parece ser que a priori se corresponden con unos beneficios similares.

    Por último, en la flexibilidad se observa como en la figura 7 existe una mejora en los tres grupos destacando levemente el GRC. Sin embargo, en el tratamiento estadístico no existen diferencias ni en los diferentes momentos de la evalución ni entre los grupos lo que lleva a la aceptación de la hipótesis nula, cuestionando de esta forma las conclusiones de otros autores que estudiaron este mismo componente y que sí obtuvieron mejoras. Estos son los casos de García (2009), Rogers et al (2009), Segal et al (2004) y Sekendiz et al (2007).

    El cambio en el resultado de este componente en la presente investigación con respecto a las anteriormente citadas, puede deberse a que los participantes de este estudio ya estaban familiarizados con el método y además lo practicaban, lo que se podría traducir en un umbral de estímulo mayor y que de esta forma la intensidad, duración y frecuencia de las sesiones, no superará ese mínimo y por tanto no dándose una respuesta positiva a la aplicación del tratamiento.

    Este estudio podría verse continuado implicando a varios centros de Pilates para obtener una muestra mayor, ya que en una única instalación es complicado por las limitaciones espaciales y materiales que implica. Además, se podría estudiar con una muestra que no conociera el MP, posiblemente su margen de mejora hubiese sido mayor, ya que se partiría de un umbral de estímulo más bajo.

5.     Conclusiones

    A partir de los resultados obtenidos, podemos destacar las siguientes conclusiones:

  1. El tipo de modalidad de práctica de Pilates propuesta (suelo, reformer/cadillac y suelo/reformer/cadillac) no es un elemento diferenciador para el tratamiento de la flexibilidad y la fuerza y resistencia muscular en una muestra de adultos sanos de Málaga capital, ya que en estas variables los resultados no han presentado cambios significativos entre los grupos según el tratamiento estadístico de los datos obtenidos.

  2. La práctica de Pilates no ha presentado mejora en la variable de flexibilidad independientemente de la modalidad practicada y tras la valoración realizada con el test sit and reach..

  3. La práctica de Pilates en la variable de fuerza muscular presenta cambios significativos en la dinamometría manual de la mano izquierda independientemente de la modalidad practicada y tras la valoración realizada con la prueba del dinamómetro. En las otras dos dinamometrías no se observan cambios significativos.

  4. La práctica de Pilates en la variable de resistencia muscular presenta cambios significativos independientemente de la modalidad practicada y tras la valoración realizada con la prueba de flexiones de brazos.

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