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La comunicación entre el investigador y el entrenador

deportivo. Una asignatura pendiente e impostergable

 

* Facultad de Cultura Física. Matanzas (Cuba)

** UMCC. Matanzas (Cuba)

*** Doctorante (Vietnam)

Dr.C. Luis Cortegaza Fernández*

luis.cortegaza@umcc.cu

Dr.C. Marcelino Hernández Semanat**

Lic. Daí Luong Cao***

dai.luong@umcc.cu

 

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo aborda la relación que se establece entre los entrenadores deportivos y los investigadores del campo de la ciencias aplicadas al deporte, que en muchos casos se torna polémica e irracional, situación que incide negativamente en la ejecución de las investigaciones y la introducción de los resultados de estas. Lo que en muchas ocasiones ocurre por la falta de una adecuada comunicación. Siguiendo ese orden de ideas, los autores proponen algunas recomendaciones, que permitan paliar un problema que tanto daña los resultados de los principales actores de este proceso, que son los atletas de diferentes categorías y nivel.

          Palabras clave: Investigación científica. Introducción de los resultados. Comunicación.

 

 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 147, Agosto de 2010

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Separada de la práctica, la teoría es puro verbalismo inoperante.

Desvinculada de la teoría, la práctica es activismo ciego.

Paulo Freire

 

La ciencia es cosa humana y no puede estar

sólo en manos de los expertos.

Albert Einstein

Introducción

    Los atletas de hoy en día, alcanzan sorprendentes resultados en la mayoría de los eventos competitivos, superiores en grado superlativo a los que realizaban los competidores del siglo pasado. En estas mejoras tiene un peso fundamental la introducción de los resultados derivados de la aplicación de la investigación científica.

    Los continuos esfuerzos por extender la investigación científica en campos específicos del deporte ha permitido la identificación de variables, que resultan necesarias para un rendimiento exitoso en varios deportes. Esta unión de “ciencia y sudor”, como plantea Meyers (2007) de la West Texas AM University, US, ha sido lenta por una variedad de razones, unas de carácter objetivo dado lo costoso del equipamiento y tecnología que requiere y otras de carácter subjetivo, como resulta el rechazo de algunos entrenadores al cambio, manifestado en la negación sistemática a la introducción de todo lo que “huela” a ciencia. Por lo que el primer deber de un investigador en este campo será “pesquisar” ¿por qué ocurre ese rechazo?, partiendo de la concepción de que la investigación científica es uno de los elementos más importante en los logros deportivos, pero “cuidado” no es el único.

    Se debe valorar, que uno de los elementos que puede influir en el rechazo en la introducción de las ciencias, es que en ocasiones el lenguaje con el que el investigador trasmite los resultados, posee un enfoque exclusivamente científico, utilizando una terminología que esta lejos de ser siempre asequible y comprensible para el entrenador y deportistas, lo que hace que el entrenador al no entenderlas las rechace. Para la búsqueda de una solución a este problema, el “antídoto” mas efectivo, es la incorporación de los investigadores a la práctica y que las palabras que se utilicen, siempre que se pueda, sean extraídas del argot deportivo cotidiano.

    Muchos ejemplos pueden ser utilizados para ilustrar la no utilización de los resultados de las ciencias en el proceso de preparación de los deportistas en diferentes niveles. Uno de los ejemplos mas significativos de lo antes planteado, es la negación sistemática por parte de los entrenadores, de trabajar siguiendo patrones de la planificación y el control del entrenamiento, donde estos prefieren el trabajo improvisado, lo que implica que se elaboren las unidades de entrenamiento en la práctica, sin contar con un plan de entrenamiento operativo a largo plazo, tildando de “burocracia” “de “papeleo innecesario” a esta actividad.

    Se hace muy difícil concebir por un momento, como alguien se puede dar el lujo de rechazar los avances de una ciencia enriquecida durante siglos y que tantos logros ha permitido obtener con miles de atletas desde las antiguos Juegos Olímpicos hasta los actuales. Hoy en día se debate mucho si el dirigir un entrenamiento es un arte o una ciencia. Al respecto Dick (1978) Bompa (1990) Horwill (1991), Freeman (1991), citados por el Prof. Gabriel Molnar, señalan “Es un Arte, porque cada uno da su toque único personal y de estilo a lo que hace." y "Es una ciencia, porque hay método y proceso en el desarrollo de la obtención del rendimiento humano." "Un Programa de entrenamiento más realista y ajustado a la experiencia, producirá los mejores deportistas... “”Esta es la escuela del entrenamiento como Arte”. "Solamente comprendiendo las teorías científicas, un entrenador podrá producir deportistas de primer nivel...”. “Esta es la escuela del entrenamiento como ciencia”.

    Aceptar el papel de improvisadores en el diseño y la conducción del entrenamiento, donde impere una total autonomía, limita las posibilidades del desarrollo de los deportistas y los propios entrenadores, lo que se ven obligados utilizar en la práctica el método de “ensayo y error”, que implica que se “equivoquen” sistemáticamente en la conducción del proceso, influyendo negativamente no tan solo en bajos rendimientos, sino en posibles traumas de tipo biológicos y psicológicos en los deportistas sometidos a la preparación.

    El Prof. Gabriel Molnar valora “como se deben ensayar nuevas ideas y enfoques. Estos, en su mayoría, son resultados de una teoría que todavía no se materializó. Cuando el entrenador elude o pasa por alto lo científico, aprende más lentamente y sus deportistas pagan cara esa ignorancia”.

    El verdadero arte y ciencia de entrenar debe conjugar armónicamente la teoría y la práctica sin caer en extremos, solo así se alcanzaran los logros deportivos propuestos, esto implica que funcione armónicamente el triangulo entrenador – atleta - investigador.

Bibliografía

  • Cortegaza Luis. (1988) El deporte como fenómeno social. CINIC. INDER. Matanzas.

  • Cortegaza. L (2003). Capacidades y cualidades motoras. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 9, N° 62, Julio. http://HYPERLINK "http://www.efdeportes.com" www.efdeportes.com/efd62/capac.htm

  • Dick F. (1993) Principios del Entrenamiento Deportivo. Colección deportes y Entrenamiento deportivos. Editorial Paidotribo

  • García. J.M, Navarro. M. y Ruiz (1996). Bases teóricas del entrenamiento deportivo (Principios y Aplicaciones).Editorial Gymnos.

  • Gorbunov, D.G. (1988) Psicopedagogía del Deporte. Editorial Vneshtorgizdat. Moscú.

  • Manso, J.M.G.; Navarro, M. y Ruiz, J.A. (1996) Planificación del entrenamiento deportivo. Editorial Gymnos.

  • Matveev. L. P (1983). Periodización del entrenamiento deportivo: Editorial Raduga. Moscú

  • Meyers M. (2007) Mejora del Rendimiento Atlético: La Unión de la Ciencias del Deporte y del Entrenamiento. PubliCE Standard.

  • Molnar Gabriel. (S/F) ECM Entrenamiento Deportivo. Recopilación bibliográfica. P. Rico.

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