‘Había un vez...’. La influencia de la literatura infantil en la construcción social del cuerpo |
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Maestranda en Educación Corporal, UNLP, Argentina Becaria IPRS/UQRS, The University of Queensland, Australia |
Valeria Varea |
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Resumen Problemas relacionados con insatisfacción corporal son instantáneamente asociados con la adolescencia. Sin embargo, estudios muestran que este hecho aparece también en edades más tempranas. En cualquier etapa en que estos se manifiesten, la exposición de los niños de nivel inicial a las ilustraciones de cuentos clásicos puede ser una causa latente. Palabras claves: Literatura infantil. Cuerpo. Imágenes.
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 146 - Julio de 2010 |
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Introducción
No obstante hoy en día los niños prefieren dedicar su tiempo ante las pantallas tecnológicas (televisión, videojuegos, computadoras, celulares, etc.) en vez de en la lectura de libros impresos, las salas de Nivel Inicial siguen fomentando esta última práctica. Entre los libros escogidos por los docentes de este nivel educativo, se encuentran aquellos considerados “clásicos”, como lo son La Cenicienta, Alicia en el País de las Maravillas, Blanca Nieves y los Siete Enanitos, La Bella y La Bestia, La Bella Durmiente, entre otros. Dichos cuentos han perdurado en el tiempo y son narrados hasta el día de hoy a las generaciones más jóvenes.
Los cuentos leídos en los jardines de infantes se caracterizan por tener grandes y coloridas ilustraciones que los niños pueden ver mientras la historia está siendo relatada, dado que todavía no poseen la capacidad de lectura. Es aquí donde cabe preguntar si dichas imágenes tienen el potencial de influenciar el pensamiento de un niño que se encuentra en pleno período de desarrollo.
La sociedad occidental está siendo caracterizada por sus ojos: todo “entra por los ojos”. Si a esto se le suma lo descripto anteriormente, los niños de los jardines de infantes son doblemente probable a ser susceptibles a lo que observan.
Lo que la literatura “adulta” cuenta…
Según Girón, “una imagen enseña mas que cien discursos [y] la mayoría de los conocimientos le son dados al niño mediante imágenes” (1980: 20). Los niños son expuestos en sus clases a cuentos que poseen grandes y coloridas ilustraciones con el objetivo de captar su atención e ir introduciéndolos de a poco a la adquisición de la lecto-escritura. Siguiendo a esta misma autora, los infantes son iniciados a la lectura en un principio, a través de libros de estampas carentes de texto para ambientarlos. Paulatinamente, con el proceso de aprendizaje de la lectura, el texto irá haciendo su aparición de manera conjunta con la imagen, hasta que finalmente, este excluya a la ilustración convirtiéndola en innecesaria (Girón, 1980). Este sería el proceso mediante el cual el niño se inicia a la lectura, proceso que es llevado a cabo, en gran parte, en las salas de jardines de infantes.
Birbeck y Drummond (2006) afirman que en los últimos años se ha reconocido que la noción de imagen corporal, prototipos corporales ideales e insatisfacción corporal, se desarrollan más temprano de lo que se creía. Varios estudios muestran cuestiones relacionadas con la insatisfacción corporal en edades tempranas (Tiggemann, 2001; Smolak, 2004; Dohnt y Tiggemann, 2005; Davison et al., 2003; Schur et al., 2000). Tradicionalmente, estas investigaciones eran vinculadas exclusivamente a la adolescencia; sin embargo, niños ya de siete años de edad han manifestado molestias y descontento con sus cuerpos (Dohnt y Tiggemann, 2005).
En el mismo artículo, Birbeck y Drummond (2006) proponen una hipótesis alternativa para explicar insatisfacciones corporales en edades tempranas. En los primeros años de escolarización, los niños son expuestos a libros para aprender a leer y a escribir, la mayoría de estos textos poseen figuras referentes al contenido. Es posible discutir que este tipo de literatura puede reflejar el ideal occidental actual de un cuerpo delgado y esbelto a través de sus imágenes, puesto que dichos libros son creados por adultos que, inconscientemente o no, trabajan con sus propios valores ideológicos (Bradford, 2001, en Birbeck y Drummond, 2006). En consecuencia, tienen el potencial de influenciar la construcción de ideales de imagen corporal en niños pequeños.
Algunas consideraciones metodológicas
Las metodologías visuales están ganando terreno en los últimos años como medios para estudiar la construcción social del cuerpo, especialmente en el campo de la Educación Física y de la Kinesiología (Azzarito, 2010). Aunque la mayoría de estas metodologías recientes pongan énfasis en los medios masivos de comunicación y en la nuevas tecnologías, en este artículo se invita a “volver en el tiempo” para analizar ilustraciones impresas en libros de cuentos infantiles.
Docentes de Nivel Inicial de la localidad de Río Cuarto, Argentina, afirmaron haber leído en alguna oportunidad, uno o más de los cuentos clásicos anteriormente mencionados a sus alumnos. No obstante haya diferencias entre las imágenes de un mismo cuento según las editoriales, año de publicación y versiones, existen similitudes entre las que hacen referencia a un mismo cuento; o sea, aunque existan infinitas versiones impresas de La Cenicienta, se pueden hallar ciertas semejanzas entre las imágenes de un libro y otro. Las que se colocaron en este artículo son a modo de ejemplo y no necesariamente las que las maestras encuestadas utilizaron con sus alumnos.
Aspectos “que cuentan”…
En la literatura clásica infantil, como en los cuentos ya mencionados, el personaje principal generalmente es una niña delgada y de actitud dócil. Esta aparece frecuentemente ilustrada usando elegantes vestidos y es caracterizada como una dama encantadora de buenos modales.
Figura 1. La Cenicienta
En el caso de la figura anterior (Figura 1), Cenicienta aparece bailando con su “príncipe azul”. Se puede identificar su cintura de pequeña circunferencia, labios delgados y nariz respingada. Con un gesto de total docilidad y femineidad, toma su vestido teniendo su dedo meñique separado del resto.
Figura 2. Alicia en el País de las Maravillas
En la figura número dos, Alicia es ilustrada con su cabeza sostenida entre sus manos y ladeada hacia un costado, con la mirada “perdida en el mas allá”. Este es un gesto que puede ser interpretado como de docilidad y delicadeza. El moño azul que posee en su cabello, actúa como una cuota agregada de femineidad.
Figura 3. La Bella Durmiente
En esta imagen (figura 3), la Bella Durmiente aparece claramente maquillada: sombra en sus párpados y rubor en sus mejillas, esperando el beso de su amado. Las niñas son introducidas así desde tempranas edades al uso de maquillaje. En una situación de juego, por ejemplo, es común ver a niñas jugando a maquillarse con sus amigas.
Y colorín-colorado, este cuento (provisoriamente) ha terminado…
Infinitas son las imágenes que se podría seguir analizando, sin embargo la idea central fue establecida. En estas pocas ilustraciones mostradas, coincidentemente se puede observar que en todas ellas el personaje principal es una niña de tez blanca, rubia, de ojos claros, nariz respingada y labios delgados. Cabe preguntar ahora si esos son los caracteres faciales más comunes en nuestra sociedad. ¿Serán estos ideales de belleza corporal? ¿Cómo puede repercutir esto en un niño que no posee estos caracteres, o que proviene de otra raza? Parece que estas historias clásicas infantiles fueron creadas, y luego reproducidas, bajo los lentes supremos de la raza blanca anglosajona.
Resulta interesante detenerse a pensar por qué en otras historias siempre los “personajes malvados” aparecen ilustrados de manera no coincidente con estos parámetros idealizados de belleza, como “feos” para el gusto común de la gente, como lo es, por ejemplo, las brujas malas con verrugas, algunos otros con sobrepeso y con un prototipo corporal no esbelto. Esto podría inclusive arribar a una posición ética: dar por sentado que los buenos son siempre lindos y los malos, feos.
Así, problemas relacionados con insatisfacción respecto de la propia imagen corporal pueden ser construidos e internalizados desde más temprana edad de lo que comúnmente se cree. Significados sobre ideales de forma y tamaño corporales, como así también de modales y comportamientos adecuados según el género, tienen el potencial de ser inscriptos en el cuerpo de los pequeños infantes a través de la exposición a estas ilustraciones literarias y parece haber una carencia de investigación respecto a ello.
Referencias bibliográficas
Azzarito, L. (2010) Ways of Seeing the Body in Kinesiology: A Case for Visual Methodologies, en Quest. Vol. 62, p. 155-170.
Birbeck, D. y Drummond, M. (2006) Very young children’s body image: Bodies and minds under construction, en International Education Journal. Vol. 7, No. 4, p. 423-434.
Bradford, C. (2001) Reading race; Aboriginality in Australian children’s literature, en Birbeck, D. y Drummond, M. 2003. Body image and the pre-pubescent child, en Journal of Educational Enquiry. Vol. 4, No. 1, p. 117-127.
Davison, K.; Markey, C. y Birch, L. (2003) A longitudinal examination of patterns in girls' weight concerns and body dissatisfaction from ages 5 to 9 years, en International Journal of Eating Disorders. Vol. 33, No. 3, p. 320 – 332.
Dohnt, H. y Tiggemann, M. (2005) Peer influences on body dissatisfaction and dieting awareness in young girls, en British Journal of Developmental Psychology. Vol. 23, p. 103-116.
Girón, A. (1980) La lectura infantil y la clasificación de libros, en Boletín de la ANABAD, p. 19-33.
Schur, E.; Sanders, M., y Steiner, H. (2000) Body dissatisfaction and dieting in young children, en International Journal of Eating Disorders. Vol. 27, p. 74-82.
Smolak, L. (2004) Body image in children and adolescents: where do we go from here? en Body Image. Vol. 1, No. 1, p. 15-28.
Tiggemann, M. (2001) The Impact of Adolescent Girls' Life Concerns and Leisure Activities on Body Dissatisfaction, Disordered Eating, and Self-Esteem, en The Journal of Genetic Psychology. Vol. 162, No. 2, p. 133 – 142.
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