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Valoración de la Educación Física, interés por el deporte y

autoconcepto físico multidimensional en la adolescencia

 

*Departamento Educación Física, FDE Santa María de la Victoria, Málaga

Profesor Educación Física, FDE Santa María de la Victoria, Málaga

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Universidad de Granada

Diplomado en Magisterio, Educación Física, Universidad de Málaga

Doctor en Ciencias de la Actividad Física y Deporte, Universidad de Málaga

**Depto. Psicología Social, Antropología Social, Trabajo Social y Servicios Sociales

Profesor Universidad Málaga (España), Facultad de Psicología

Licenciado en Psicología, Universidad de Málaga

Doctor en Psicología, Universidad de Málaga

Dr. Rafael Reigal Garrido*

enriga21@hotmail.com

Dr. Antonio Videra García**

antonio_videra@hotmail.com

(España)

 

 

 

 

Resumen

          Este trabajo pretende examinar las relaciones existentes entre la valoración que un grupo de adolescentes hace de la Educación Física y el interés mostrado por el deporte con sus niveles de autoconcepto físico. Los participantes de este estudio fueron 2079 adolescentes de Málaga capital, estudiantes de 3º y 4º de secundaria y 1º de bachillerato, en edades comprendidas entre los 14 y 17 años (M=15,62; DT=0,95). Les preguntamos directamente acerca de su opinión sobre la asignatura de Educación Física y su interés hacia el deporte. La información sobre su autoconcepto físico la obtuvimos mediante el Cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF) elaborado por Goñi, Ruiz de Azúa y Rodríguez (2004a), en el que se pueden distinguir las siguientes dimensiones: habilidad física, condición física, atractivo físico, fuerza, además de medir el autoconcepto físico general y el autoconcepto general. Los resultados hallados ponen de manifiesto que aquellos participantes que manifestaban una mejor valoración de la asignatura de Educación Física obtenían mejores resultados en cada subescala del CAF, así como a los que les interesaba el deporte frente a los que no.

          Palabras clave: Autoconcepto físico. Adolescencia. Educación Física, Deporte.

 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 146 - Julio de 2010

1 / 1

Introducción

    El autoconcepto es el conjunto de percepciones que una persona tiene de sí misma (Esnaola, 2005). Para Aguilar (2003), tiene su base en tres aspectos fundamentales: biológico, gracias a los movimientos y sensaciones corporales que interioriza; cognitivo, a través de la planificación que hace de sus acciones al interpretar el mundo que le rodea y las reflexiones que hace sobre su propia acción; y experiencial, ya que lo que vive deja huella en la persona y le ayuda a tener conciencia de su propia identidad dentro de sus experiencias familiares, sociales y culturales. Ha sido muy estudiado en los últimos años, dado que se destaca su papel relevante en el desarrollo de la persona e ingrediente esencial para su bienestar (Garaigordobil y Durá, 2006).

    Autores como Goñi, Ruiz de Azúa y Rodríguez (2004b) consideran a Shavelson, Hubner y Stanton (1976) como impulsores de un modelo para explicar este fenómeno que ha tenido una gran relevancia. Resaltando su naturaleza multidimensional y jerárquica, encontraron hasta 17 dimensiones a través de las cuales se podía clasificar, agrupándose entre ellas en función de su naturaleza, y argumentaron que se forman a partir de la experiencia y el ambiente, encontrándose influidas por las evaluaciones de los otros significativos, los reforzadores y las atribuciones de la personal sobre su propia conducta. Este modelo defiende que las percepciones más generales son más estables y las específicas más propensas al cambio (González, Núñez, González y García, 1997).

    Son muchos los investigadores que consideran que el autoconcepto es motor de muchos comportamientos (Oñate, 1989), influyendo en ellos a través de mecanismos que se relacionan con aspectos, tanto internos como externos, de la conducta misma (González y Tourón, 1992). La autorregulación depende de las creencias y actitudes que se tiene sobre sí mismo, de tal manera que preservar el autoconcepto constituye la motivación central del ser humano y objetivo prioritario de la conducta del individuo. Los individuos que se perciban competentes actuarán de manera diferente (más competitivos, controlando mejor situaciones difíciles, atribuyendo sus fracasos a la falta de trabajo o esfuerzo, etc.) a los que no se perciban de ese modo (Saura, 1996).

    En la adolescencia, son múltiples los cambios y adaptaciones que sufren las personas, que tienen que ir asimilando y ajustando las múltiples circunstancias que le van rodeando. Son frecuentes las fluctuaciones en cuanto a su imagen corporal, la aceptación de la misma, los cambios en gustos y aspiraciones, etc. (Cardenal, 1999). Un buen autoconcepto ayuda a los adolescentes a llevar a cabo conductas saludables, aunque se necesite emplear un esfuerzo importante para ello (Pastor, Balaguer y García, 2000), y tener una mayor satisfacción con la vida (Balaguer, 2001).

    Podríamos definir el autoconcepto físico como las percepciones que tienen los individuos de sus habilidades y apariencia física (Stein, 1996) o, según Marchago (2002), la representación mental multidimensional que las personas tienen de su realidad corporal incluyendo elementos perceptivos, cognitivos, afectivos, emocionales y otros aspectos relacionados con lo corporal. Esnaola, Goñi y Madariaga (2008) manifiestan que su estructura multidimensional no ofrece dudas, aunque sí el número de ellas que lo componen que sigue siendo un tema enormemente abierto. Es, sin lugar a dudas, una gran ayuda para explicar muchos de los comportamientos, siendo además un aspecto esencial en la construcción del autoconcepto general (Zulaica, 1999).

    Autores como Alvariñas y González (2004) ponen de manifiesto que las relaciones entre conductas de práctica física y autoconcepto físico tienen un sentido bidireccional. Por un lado, una persona que tenga una percepción del autoconcepto alto se verá más motivada para participar en actividades que impliquen un esfuerzo de estas características. Por otro lado, una persona que realice ejercicio con asiduidad logrará tener una percepción más favorable sobre sus posibilidades en relación al movimiento. De hecho, señalan que existen investigaciones que señalan mejores niveles de competencia percibida, general y específica e imagen corporal en personas que practican actividad física o deporte que en los que no lo hacen.

    Moreno et al. (2007) realizaron un estudio con participantes en edades comprendidas entre los 15 y los 17 años en el que pretendían observar las relaciones entre autoconcepto físico y la intención de seguir siendo personas activas en el futuro. Mostraron una relación positiva entre ambas variables, de tal forma que las personas que tenían mayores puntuaciones en autoconcepto físico manifestaban una mayor intención de practicar algún tipo de actividad física en el futuro. De todos los factores, la competencia percibida era el principal predictor seguido de la percepción de fuerza, condición física, autoestima y apariencia física. Sólo el factor apariencia física se relacionaba negativamente.

    Mediante este trabajo hemos pretendido indagar en las relaciones existentes entre el autoconcepto físico y la disposición ante actividades vinculadas a la práctica física. Hemos querido valorar este supuesto en unas edades en las que los aspectos relacionados con el físico tienen una relevancia alta. Partimos de la hipótesis que señala una mejor valoración de las clases de Educación Física e interés por el deporte cuando las autopercepciones físicas son más favorables.

Método

Muestra

    Los participantes de este estudio fueron 2079 adolescentes de Málaga capital, siendo el 46,6% chicos (n=969) y el 53,4% chicas (n=1110). Pertenecían a los niveles educativos 3º y 4º de secundaria y 1º de bachillerato, en edades comprendidas entre los 14 y 17 años (M=15,62; DT=0,95). La selección de la muestra fue mediante proceso aleatorio por conglomerados, polietápico estratificado (Ramos, Catena y Trujillo, 2004).

Instrumentos

    La toma de datos se llevó a cabo mediante varios cuestionarios a través de los que se obtuvieron datos sobre el gusto por la educación física, el interés por el deporte y la percepción de autoconcepto físico. La información necesaria de las dos primeras se recogió mediante dos ítems a los que se respondía “si” o “no” (A= ¿Te gusta la asignatura de Educación Física?, B= ¿Te interesa el deporte?). La tercera variable se midió a través un cuestionario elaborado para evaluar el autoconcepto físico multidimensional elaborado por Goñi et al. (2004a), en el que se pueden diferenciar las siguientes dimensiones: habilidad física (H), condición física (C), atractivo físico (A), fuerza (F), además de medir el autoconcepto físico general (AFG) y el autoconcepto general (AG).

    El Cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF) está formado por 36 ítems, 20 de ellos redactados de manera directa y 16 de forma inversa. Cada subescala está formada por 6 ítems. Los análisis de fiabilidad originales (Goñi et al., 2004a) fueron (Alfa de Cronbach): a=0,80 para habilidad física, a=0,83 para fuerza, a =0,84 para condición física y a=0,88 para atractivo físico, para la subescala autoconcepto físico general fue a=0,88 y para la de autoconcepto general a=0,79. Hay que decir también, que cada subescala está formada por 6 ítems y se contestó mediante una escala del 1 al 4, siendo 1 un grado de desacuerdo alto con lo que dicta el ítem y 4 muy de acuerdo.

    Se ha utilizado en diversos estudios en los que se ha demostrado la capacidad de este instrumento para medir el constructo en cuestión. Goñi et al. (2004a), por ejemplo, aplicaron el cuestionario a varios grupos de población, uno de escolares de 13 años, como media de edad, y otro de universitarios de 20 años de media. Sirvió para diferenciar en algunas dimensiones como: habilidad física, condición física y fuerza, que decrecían con la edad. Por otro lado, aplicaron el cuestionario a un grupo de adolescentes de entre 12 y 16 años para comprobar si el efecto producido entre sexos. Las diferencias fueron significativas a favor de los chicos. En otro estudio realizado por Goñi et al. (2004b) sobre 343 estudiantes de entre 13 y 16 años de las provincias de Burgos y Gipuzkoa, los datos indicaron las diferencias entre chicos y chicas a favor de los chicos, aunque en la medida autoconcepto general la diferencia era menor.

Procedimiento

    Para desarrollar esta investigación hemos seguido un tipo de metodología no experimental (Ramos et al., 2004) identificada como de tipo transversal o también llamada correlacional (Salkind, 1999), en la que se usa la encuesta como herramienta para la toma de datos sin producirse manipulación de las variables objeto de estudio. La técnica estadística t-student nos ha permitido observar si la variación en el valor obtenido para la variable autoconcepto, en sus múltiples dimensiones, ha tenido una repercusión significativa.

    Para la recogida de datos fuimos a los centros escolares seleccionados, pidiendo permiso previamente. Los cuestionarios fueron auto-administrados, aunque se explicaron adecuadamente y se estuvo presente en el proceso. Se rellenaron en el aula durante 15 minutos aproximadamente. Los datos recogidos nos permitieron distribuir la muestra en gustos e intereses (tabla 1) para, posteriormente, evaluar las posibles diferencias en las diferentes subescalas del CAF.

    Nuestra hipótesis de trabajo señalaba que los participantes que valoraban mejor las clases de Educación Física y tenían más interés por el deporte eran los que tenían una mejor percepción del autoconcepto físico. Además, esto ocurriría igual en chicos que en chicas.

Resultados

Fiabilidad del instrumento

    Los análisis de fiabilidad realizados (Alfa de Cronbach) para nuestro estudio mostraron unos niveles adecuados que indican una buena consistencia interna, para la muestra general (H, a= 0,76; C, a= 0,82; A, a= 0,79; F, a= 0,77; AFG, a= 0,80; AG, a= 0,72) y para los subgrupos a los que les gustaba la Educación Física (H, a= 0,73; C, a= 0,80; A, a= 0,79; F, a= 0,76; AFG, a= 0,80; AG, a= 0,72), a los que no les gustaba (H, a= 0,75; C, a= 0,80; A, a= 0,77; F, a= 0,74; AFG, a= 0,77; AG, a= 0,71), a los que les interesaba el deporte (H, a= 0,73; C, a= 0,80; A, a= 0,78; F, a= 0,76; AFG, a= 0,80; AG, a= 0,73) y a los que no les interesaba (H, a= 0,76; C, a= 0,79; A, a= 0,78; F, a= 0,74; AFG, a= 0,77; AG, a= 0,71).

Comparaciones intra grupos

    Los resultados encontrados en este trabajo indican que los participantes del estudio a los que les gustaba la asignatura de Educación Física obtuvieron mejores puntuaciones y estadísticamente significativas, en las distintas escalas del Cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF). Para la muestra general, las diferencias más importantes se observaron en habilidad física (t 669,04= -13,56; p<0,001) y condición física (t 2077= -12,91; p<0,001). En chicos y chicas las distancias más importantes entre los valores puestos de manifiesto estuvieron también en esas subescalas (tabla 2).

    De igual forma, los individuos que participaron en este trabajo a los que les interesaba el deporte obtuvieron mejores resultados en las subescalas del CAF que aquellos que manifestaban lo contrario. Para la muestra general, las diferencias más importantes estuvieron en las subescalas habilidad física (t 696,31= -14,06; p<0,001) y condición física (t 2077= -14,52; p<0,001). En chicos y chicas ocurría lo mismo, sin embargo hay que resaltar que el único caso en el que las diferencias entre grupos no era significativa fue en chicas y en la subescala atractivo físico (t 636,10= -1,27; p>0,05) (tabla 3).

Tabla 1. Distribución de la muestra

Gusto EF

Total

n (%)

Chicos

n (%)

Chicas

n (%)

No

460 (22,10%)

155 (16,00%)

305 (27,50%)

Si

1619 (77,90%)

814 (84,00%)

805 (72,50%)

Interés deporte

No

469 (22,60%)

149 (15,40%)

320 (28,80%)

Si

1610 (77,40%)

820 (84,60%)

790 (71,20%)

 

Tabla 2. Datos descriptivos de los valores obtenidos en las subescalas del CAF para muestra total 

y por sexos, en función del gusto por la Educación Física. Análisis de las diferencias entre e intra grupos (t student)

  

 

Habilidad

Física

Condición

Física

Atractivo

Físico

Fuerza

AC Físico

General

AC

General

 

Gusto EF

t-student

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

MUESTRA

TOTAL

No

15,01

(3,70)

14,22

(3,85)

15,90

(3,73)

13,88

(3,55)

16,47

(3,71)

18,37

(3,22)

Si

17,59

(3,22)

16,74

(3,66)

16,76

(3,59)

15,68

(3,36)

17,92

(3,60)

19,17

(3,11)

t

-13,56***

-12,91***

-4,50***

-10,00***

-7,59***

-4,83***

CHICOS

No

16,66

(3,74)

16,25

(3,84)

16,48

(3,48)

15,70

(3,44)

17,34

(3,45)

18,31

(3,34)

Si

18,33

(3,09)

17,98

(3,40)

17,25

(3,34)

17,04

(3,18)

18,60

(3,31)

19,31

(3,16)

t

-5,25***

-5,69***

-2,63**

-4,73***

-4,33***

-3,57***

CHICAS

No

14,17

(3,39)

13,18

(3,43)

15,61

(3,82)

12,95

(3,23)

16,02

(3,76)

18,39

(3,16)

Si

16,83

(3,17)

15,48

(3,47)

16,26

(3,76)

14,30

(2,96)

17,23

(3,74)

19,02

(3,06)

t

-12,25***

-9,89***

-2,58*

-6,60***

-4,78***

-3,03**

* p<0,05; ** p<0,001; *** p<0,001

 

Tabla 3. Datos descriptivos de los valores obtenidos en las subescalas del CAF para muestra total y por sexos, 

en función del interés por el deporte. Análisis de las diferencias entre e intra grupos (t student)

  

Interés deporte

t-student

Habilidad

Física

Condición

Física

Atractivo

Físico

Fuerza

AC Físico

General

AC

General

 

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

M

(DT)

MUESTRA

TOTAL

No

14,99

(3,64)

14,02

(3,61)

15,95

(3,60)

13,90

(3,41)

16,60

(3,57)

18,42

(3,05)

Si

17,61

(3,22)

16,81

(3,68)

16,75

(3,63)

15,68

(3,40)

17,89

(3,65)

19,15

(3,17)

t

-14,06***

-14,52***

-4,22***

-10,00***

-6,74***

-4,42***

CHICOS

No

16,34

(3,69)

15,51

(3,76)

16,13

(3,67)

15,68

(3,68)

17,13

(3,48)

18,26

(3,21)

Si

18,38

(3,07)

18,10

(3,34)

17,31

(3,29)

17,03

(3,13)

18,63

(3,29)

19,31

(3,18)

t

-6,37***

-8,53***

-3,94***

-4,23***

-5,05***

-3,69***

CHICAS

No

14,37

(3,44)

13,33

(3,32)

15,86

(3,57)

13,07

(2,94)

16,35

(3,58)

18,50

(2,97)

Si

16,81

(3,18)

15,47

(3,53)

16,17

(3,87)

14,28

(3,09)

17,12

(3,84)

18,99

(3,14)

t

-11,30***

-9,32***

-1,27

-6,00***

-3,06**

-2,39*

* p<0,05; ** p<0,001; *** p<0,001

Discusión

    Los resultados encontrados en nuestro estudio indican que las puntuaciones obtenidas en las subescalas del Cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF) variaban entre los participantes en función del gusto por la Educación Física y el interés por el deporte. En todos los casos, en general y por sexo, los individuos a los que les gustaba esta asignatura tenían una mayor puntuación en cada una de las subescalas del cuestionario. Podemos decir, por tanto, que se ha puesto de manifiesto una asociación positiva entre las autopercepciones que tenían los participantes de nuestro estudio y el atractivo que tenían las clases de educación física para ellos, así como el interés mostrado por el deporte.

    Hay que tener en cuenta que las clases de Educación Física tienen unas peculiaridades concretas. En primer lugar implica un esfuerzo físico, lo que no es agradable para algunos individuos. Además, pone en juego una serie de capacidades y habilidades concretas que, si no son dominadas, pueden suponer un obstáculo al considerarse la persona poco apta para llevar a cabo dicha tarea. Además, la práctica de actividad física en grupo tiene, para algunos, el hándicap de ser evaluados por los demás, no sólo en cuanto a sus habilidades sino su aspecto físico. En la adolescencia, este aspecto tiene mucha importancia y supone, en muchas ocasiones, una fuente de incomodidad que genera desconfianza.

    En nuestro estudio, se ha comprobado como aquellos participantes que tenían una mejor visión de su realidad física multidimensional tenían una mejor percepción de las clases de Educación Física e interés por el deporte. Este fenómeno indicaría una mejor predisposición a realizar actividades relacionadas con la práctica física y deportiva. Podemos poner de relieve a autores como Oñate (1989), que señalaba al autoconcepto como motor en la realización de ciertas tareas. De igual forma, Saura (1996) indicaba que las personas con mejores autopercepciones desarrollarían actividades con un mayor entusiasmo y esfuerzo, siendo en estas ocasiones su relación con el entorno más grata (Burns, 1990).

    Los estilos de vida en la adolescencia, los gustos y aficiones, etc. están fuertemente condicionados por el autoconcepto (Pastor, 1999). Además, son muchos autores los que han descrito la existencia de múltiples dimensiones del autoconcepto físico, aún sin ponerse de acuerdo en las dimensiones que lo componen (Esnaola et al., 2008), pero siendo conscientes de la importancia de las mismas para explicar diferentes conductas relacionadas con la práctica física (Zulaica, 1999).

    Los resultados encontrados en nuestro estudio indican la importancia del autoconcepto a la hora de afrontar ciertas tareas en nuestra vida, sobre todo aquellas que impliquen un esfuerzo específico y el manejo de unas destrezas concretas. Además, en la adolescencia, la realidad física va a marcar los gustos, accesos y conductas relacionados con este tipo de tareas, dado que a estas edades ese tipo de realidades condiciona la vida de la persona.

Conclusiones

    Podemos decir que nuestro estudio ha puesto de relieve el vínculo existente entre la percepción del autoconcepto físico, medido a través del Cuestionario de Autoconcepto Físico (CAF), con el gusto por las clases de Educación Física y el interés mostrado por el deporte. Esto indica que las personas con una mejor percepción de su realidad física poseen una mejor predisposición ante tareas que implican esfuerzo físico y la necesidad de poner en valor sus capacidades físicas e incluso su propia imagen. Además, este fenómeno tiene un peso específico en la adolescencia dado que, como hemos podido revisar en la literatura consultada, supone una constante fuente de bondades o frustraciones en los individuos de estas edades.

Bibliografía

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