La deficiencia focal proximal del fémur y su repercusión en las clases de Educación Física |
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Diplomado en Educación Física por la Universidad Autónoma de Madrid Autor del libro: "Educación Física y atención a la diversidad", 2009 (España) |
Héctor Gómez Baldazo |
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Resumen Los niños con enfermedades clasificadas como raras tradicionalmente no han gozado de un adecuado proceso educativo, que sea capaz de igualarlos en condiciones a sus compañeros. Este es el caso de la Deficiencia Focal Proximal del Fémur, una enfermedad congénita calificada como tal. En este caso, al ser una enfermedad que atañe específicamente al aparato locomotor, nos interesará conocer su marco teórico, especialmente en los casos en los que se presenta como unilateral, así como sus posteriores repercusiones en la práctica de actividades motrices en las clases de educación física, objetivo del trabajo que a continuación presentamos, elaborado a partir de diversa literatura anglosajona sobre el tema. Palabras clave: Deficiencia. Focal. Proximal. Unilateral. Fémur. Prótesis. Tratamiento. Educación Física
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 145 - Junio de 2010 |
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Introducción
La Deficiencia Proximal del Fémur consiste en una anomalía congénita, por la cual la parte proximal del fémur es demasiado corto o no está correctamente desarrollado, produciéndose así, un acortamiento de la extremidad que puede variar de unos pocos centímetros, hasta una diferencia mucho mayor con respecto a la otra pierna. Puede ser bilateral o unilateral, centrándonos en este trabajo en la primera.
La escasez de documentación sobre este tema, sumado a la habitual “desidia” o exclusión por parte de muchos docentes con estos alumnos nos lleva a la realización de este trabajo, que nos permitirá comprobar como un “problema” físico de más o menos relevancia no es óbice para que los niños que lo presentan se unan con total normalidad al proceso de enseñanza-aprendizaje de las clases de educación física.
Qué significa deficiencia focal proximal del fémur
En este primer apartado del trabajo realizaremos una contextualización de la Deficiencia Focal Proximal del Fémur, con el objetivo de entender de una manera más concisa aquello a lo cual nos enfrentamos, proporcionándonos así una base solida sobre la cual comenzar a construir las herramientas que necesitemos en cada momento del proceso de enseñanza aprendizaje. Tratamos pues el cómo y el por qué de la Deficiencia Focal Proximal del Fémur, así como algunas de las terminologías y clasificaciones usadas que nos podremos encontrar en la literatura oportuna.
En primer lugar, es importante entender el término, pues realmente no es tan malo o raro como aparenta ser. Echemos un vistazo a cada palabra:
Proximal: Punto más cercano al punto de unión o centro del cuerpo.
Femoral: Perteneciente al hueso del muslo o fémur
Focal: Perteneciente al punto de partida
Deficiencia: Falta; menor que la cantidad normal.
En otras palabras, el final del hueso del muslo más cercano a la cadera es demasiado corto o no está totalmente desarrollado.
La Deficiencia Focal Proximal del fémur es una anomalía congénita (defecto del nacimiento) caracterizada por un fallo en el normal desarrollo de la parte proximal del fémur. En muchos casos, la articulación iliofemoral está también muy poco desarrollada. Varía severamente entre los casos en los que hay un fémur corto y una unión articular normal, y los casos en los que no se presenta un punto de unión articular. La condición puede ser unilateral (una pierna) o bilateral (ambas piernas) y está normalmente asociada con otros defectos de nacimiento. La apariencia de un niño que nace con Deficiencia Focal Proximal del Fémur es muy típica. Su muslo es anormalmente corto, en flexión, abducción y rotación externa. Algunos textos han descrito las piernas como una “L” invertida. El pie de la pierna afectada está habitualmente a la misma altura que la rodilla opuesta. Esto lo veremos más adelante, pues son factores biomecánicos muy a tener en cuenta a la hora de realizar según qué ejercicios.
Etiología (¿qué lo causa?)
A medida que el feto se desarrolla, la localización de cada célula y las de sus alrededores determinan cómo se desarrollan esas células y sus correspondientes tejidos. El proceso se llama morfogénesis. Si algo va mal en la morfogénesis, el tiempo en el cual esto ocurre influencia en el tipo de efecto que se producirá (A diferencia de una deformación, que ocurrirá generalmente en una fase posterior y se debe a factores mecánicos.).
Las yemas de las extremidades del feto se desarrollan aproximadamente a los 28-32 días de gestación y a los 33-36 el revestimiento del pie es visible. Si algo afecta al crecimiento del feto en este periodo crítico de la formación de las extremidades (4 – 6 semanas) puede acabar en Deficiencia Focal Proximal del Fémur. Teratógeno es el término dado al agente que causa la malformación en un embrión o feto. El teratogén de la Deficiencia Focal Proximal del Fémur no se conoce, pero se sabe que no es una enfermedad genética. Se ha propuesto que se debe a falta de oxígeno, isquemia (aporte sanguíneo deficitario temporal), químicos, hipotermia, radiación, toxinas, infecciones víricas, encimas y cambios hormonales.
El desarrollo de las extremidades ocurre durante las primeras 2-7 semanas de la vida del feto. Las yemas de las extremidades empiezan a desarrollarse a los 32 días. Las partes más proximales se desarrollan primero, seguidas por las manos y los pies, los cuales están completamente formados en la séptima semana. El acetábulo y la cabeza femoral con su correspondiente cuello se desarrollan como un bloque común de cartílago, con su consecuente hendidura (apertura) para crear una cavidad articular. La hendidura se separa gradualmente hasta que se forma una cavidad articular definitiva. Este punto es crítico para un diagnóstico adecuado. Hay doctores que señalan que el desarrollo del acetábulo y la cabeza femoral son dependientes (no podemos tener una sin la otra). La presencia de un acetábulo adecuado en las primeras radiografías (primer año) siempre significa que la cabeza femoral está también presente, aunque el desarrollo de ésta puede retrasarse y no ser visible en las radiografías. Similarmente, Si el acetábulo no puede verse, no se desarrollará la cabeza femoral.
Sea lo que afecte al desarrollo de las yemas de las extremidades durante las primeras 2 – 7 semanas, esto también puede afectar al desarrollo muscular del muslo, la articulación de la rodilla, y a veces la pierna.
Clasificaciones
Distintas clasificaciones se han propuesto para la Deficiencia Focal Proximal del Fémur, pero la más comúnmente utilizada es la desarrollada por el doctor George Aitken en los años sesenta. El doctor Aitken desarrolló un sistema de clasificación de cuatro clases (A, B, C, D) basado en el resultado de las radiografías. La clase A es la menos severa y la clase D es el peor de los casos. En cualquier caso, es muy oportuna la revisión y ampliación de esta clasificación siempre que tengamos en nuestro grupo o clase algún niño con Deficiencia Focal Proximal del Fémur, pues nos ayudará a comprender el alcance del “problema”. Desde aquí, se ofrece una breve clasificación, que nos permitirá ir acotando las posibilidades motrices del niño / a en cuestión, objetivo último de este trabajo.
Es difícil clasificar en tan solo cuatro clases una condición que tiene amplios grados de variación. Quizás por su generalidad, las clases de Aitken aparentan ser las más ampliamente usadas y reconocidas.
Clasificaciones de Aitken
Clase A
En la clase A la cabeza del fémur está presente, junto con un acetábulo adecuado (la hendidura de la cadera) y una diáfisis femoral muy corta. Inicialmente, no hay unión ósea entre la diáfisis femoral y la cabeza del fémur. Con la maduración del esqueleto, se hará presente una unión ósea entre ambas.
Clase B
En la clase B el acetábulo y la cabeza del fémur están presentes, pero la cabeza del fémur no es visible debido a un retraso en la osificación (formación del hueso). Basándose en la presencia del acetábulo, la teoría del doctor King puede ser usada para deducir que la cabeza del fémur se desarrollará. No existe unión ósea entre la diáfisis femoral y la cabeza y la terminación superior de la diáfisis femoral normalmente tiene un pequeño engrosamiento. A diferencia de la clase A, con la maduración del esqueleto, no existirá conexión ósea entre la cabeza femoral y la diáfisis. Los estudios muestran que la cabeza y la diáfisis no se mueven conjuntamente, y, por lo tanto, se cree que no hay conexión cartilaginosa entre la diáfisis y la cabeza.
Clase C
En la clase C el acetábulo está severamente displásico (anormalmente desarrollado) y la cabeza del fémur nunca se desarrolla. La diáfisis del fémur es corta con un pequeño engrosamiento en la parte final superior.
Clase D
La clase D se caracteriza por la ausencia tanto de acetábulo como de cabeza femoral. La diáfisis es extremadamente corta y la parte final posterior tiene forma puntiaguda. En los casos más severos solo una pequeña parte de la porción inferior del fémur está presente, con una marcada anomalía en la rodilla.
También existe la clasificación del doctor Dr. Payley, un cirujano especializado en alargamientos de fémur, la cual vemos también a continuación.
La clasificación de Paley
El doctor Dr. Paley es un doctor especializado en cirugía reconstructiva de alargamiento, usando para ello la técnica de Iliazarov. Su clasificación está basada en las estructuras de la cadera y la rodilla.
Tipo 1: Fémur intacto con cadera y rodilla móviles
Osificación normal de la parte proximal fémur
Retraso en la osificación de la parte proximal del fémur.
Tipo 2: Pseudoartrosis (cadera no formada del todo, una falsa articulación) con rodilla móvil
Cabeza femoral móvil con acetábulo
Cabeza femoral ausente o con rigidez en el acetábulo
Tipo 3: Deficiencia diafisaria del fémur (el fémur no llega al acetábulo)
Movimiento de rodilla > 45 º
Movimiento de rodilla < 45 º
Visto lo visto, es obvio afirmar que todos los grados no son iguales, utilicemos una u otra clasificación para su estudio. Existe un amplio espectro de gravedad en la Deficiencia Focal Proximal del Fémur. Existen algunas características típicas en un niño que nace con Deficiencia Focal Proximal del Fémur, las cuales se han mencionado anteriormente muy por encima y que ahora nos disponemos a ampliar.
El muslo es anormalmente corto, cuando la pierna está relajada se sostiene en flexión, en abducción y rotada externamente. Tal y como describíamos más arriba se tiende a catalogar la pierna como una “L” invertida. El pie de la pierna afectada esta frecuentemente en el mismo nivel que la rodilla opuesta. Podría haber una significativa inestabilidad anteroposterior de la rodilla debido a una deficiencia o ausencia de ligamentos cruzados. El 70-80 por ciento de los casos también experimentan defectos en el peroné que abarcan desde defectos en el tejido hasta su completa ausencia y una deformidad del pie.
La presencia o ausencia de la deformidad en los pies, la presencia o ausencia de hemimelia y la estructura de la rodilla afecta a las opciones de tratamiento. El 50 por ciento de los pacientes también experimentan otros defectos en sus extremidades. Aproximadamente el 15 por ciento de los casos de Deficiencia Focal Proximal del Fémur son bilaterales (ambas piernas), con casos en los cuales frecuentemente se tienen defectos más severos en el peroné y los pies.
El diagnóstico es casi siempre posible en el primer examen físico debido a las típicas características de la Deficiencia Focal Proximal del Fémur. Sin embargo, el examen físico no es de gran valor para determinar el alcance de los defectos. Una radiografía o una resonancia magnética serán necesarias para determinar el alcance y la clasificación. Llegados a este punto, sería muy conveniente que esa radiografía pueda ser vista por el especialista de educación física, así como los informes médicos, pues puede ser de gran valor para ver, como ya escribíamos antes, las posibilidades reales de movimiento del niño / a en cuestión, a efectos obviamente de realizar las adaptaciones curriculares necesarias para cada caso.
Tratamientos
Si amplios son los grados de variación, o las clases en la Deficiencia Focal Proximal del fémur, existe una correlación con sus respectivos tratamientos. Frecuentemente se ha dicho que cada caso de Deficiencia Focal Proximal del Fémur es único y que necesita ser tratado por sus propias condiciones. Hasta cierto punto esto es cierto tal y como hemos visto, sin embargo, se aplican algunos principios básicos que ayudan a tomar decisiones. Una cosa que tener en cuenta es que la bio-tecnología está cambiando muy rápidamente. Los tratamientos de hoy en día pueden no ser los preferidos dentro de cinco años. El objetivo del tratamiento es proporcionar una funcionalidad óptima y una apariencia aceptable. El plan de tratamiento está basado en tres factores básicos: 1) bilateral (ambas piernas) o unilateral (una sola pierna), 2) gravedad (discrepancia en la longitud, clasificación de Aitken, clasificación de Paley, etc.) y 3) presencia o ausencia de un tobillo y pie funcionales.
Llegados a este punto, realizaremos una revisión muy general de los tratamientos a realizar en los casos en los que la deficiencia sea unilateral. Sí, es bueno conocerlos, pero realmente lo que nos va proporcionar a los docentes el punto de partida es el informe médico final. Es más, puede que durante la estancia en la escuela del niño / a pase por varios de estos tratamientos, pues en muchas ocasiones, unos fallan, y los padres e muestran partidarios de elegir otros.
Tratamiento para la Deficiencia Focal Proximal unilateral del fémur
Las opciones de tratamiento para la Deficiencia Focal Proximal Unilateral del Fémur están basadas en 1) gravedad (diferencia de longitud, clasificación de Aitken), y 2) presencia o ausencia de un tobillo y pie funcionales. El conocimiento de la diferencia de longitud final es probablemente la mejor guía para las opciones de tratamiento. Cuando el niño tiene aproximadamente 3 años, se debe estar en condiciones de predecir la diferencia de longitud de la pierna (Probablemente mucho antes si la diferencia es grande).
En 1969 la recomendación era que si la predicción de diferencia en la madurez era de 3 pulgadas (7, 62 cm) o menos, entonces podría ser tratado con zapatos elevadores, alargamiento de extremidades, o acortamiento de la pierna más larga. En 1996 la recomendación fue aumentada a 20 cm (7.9 pulgadas) o menos. Hay que tener en cuenta que la diferencia de 3 pulgadas en un bebé recién nacido puede convertirse en 10 pulgadas en la madurez.
Si la diferencia predicha es mayor a 20 cm (8 pulgadas), entonces una prótesis sería la única opción. Las opciones de prótesis válidas, y por tanto lo que nos vamos a encontrar, son 1) no quirúrgica, ponerla encima del pie, 2) amputar pie y ajustaron una prótesis por encima de la rodilla (articulación de rodilla en prótesis), y 3) Rotación de Van Nes con una prótesis bajo la rodilla (funciones de rotación de tobillo, como en la articulación de la rodilla).
Cuando la discrepancia está entre 3 y 8 pulgadas, entonces se está tratando con una situación límite, y las decisiones deben tomarse basándose en el juicio de un protesista y la discusión del problema con los padres y con el niño, si es lo suficientemente mayor como para tomar parte.
En resumen, los tratamientos más comunes disponibles en 2005 eran:
Acortamiento de extremidades
Prótesis sin cirugía (dispositivo de Moseley, zapato elevado, …)
Prótesis con cirugía
Rotación de Van Nes y Prótesis
Súper cadera
Alargamiento de extremidades
El alargamiento de pierna puede ser un proceso muy doloroso, y muy largo, con múltiples cirugías y complicaciones, por lo que como veremos al final de este artículo debemos dedicar un cuidado especial a los niños que presenten esta opción de tratamiento.
El máximo alargamiento no debe exceder 8-12 cm en niños mayores y 4-6 cm en niños más jóvenes. La presencia de una cadera estable, rodilla y pie son también muy importantes. Antes de que el alargamiento empiece, es importante primero estabilizar la unión de la cadera, pues sin esto, hay un aumento del riesgo de dislocación de la unión de la cadera durante el alargamiento.
Algunos de los criterios de consideración para el alargamiento femoral es la presencia de una cadera y rodilla estables raramente encontradas en Deficiencia Focal Proximal del Fémur.
En el lado positivo, informaciones del Alfred I. DuPont Institute indican que el alargamiento es posible si se conocen los siguientes criterios:
El paciente tiene más del 60% de la longitud del fémur predicha
La diferencia en la longitud en su madurez es menor de 17 cm (6 ½ pulgadas)
Cadera estable
Pie estable
El mejor momento para realizar el alargamiento es cuándo que su cerebro se haya desarrollado y esté listo para una cirugía con sus consecuentes meses de rehabilitación (no hasta que esté mentalmente preparado). Esto quiere decir entre las edades de 2 y 4 o mayores de 7… El alargamiento después de los 14 años no es efectivo cuando la diferencia es grande.
Técnicas de alargamiento
Con los años, ha habido diferentes intentos de técnicas para conseguir huesos más largos. Sin embargo, actualmente solamente hay una técnica con la cual se rompe el hueso y gradualmente se alarga que es reportada como práctica.
Esta técnica se llama distracción mecánica o distracción callosa. Se usan diferentes mecanismos para la distracción mecánica, pero todas ellas están basadas en el concepto similar de romper el hueso sin dañar el periostio para alargarlo despacio por un tiempo (distracción callosa) y / o añadir algo más de hueso cogido de otra parte para ponerlo en la parte rota (transporte de hueso o injerto de hueso)
Los mecanismos /técnicas usadas son:
El método Wagner ( parado ahora mismo por su excesiva morbilidad)
Técnica de Ilizarov
Alargamiento con un clavo intra muscular
Alargamiento inmediato
También podemos encontrar en la diversa literatura:
La técnica DiBastiani
Mecanismos internos.
Técnica de Ilizarov
Tenemos el dispositivo de Ilizarov y la Técnica de Ilizarov.
Ambas deben su nombre a Gavriel Abramovich Ilazarov (1921-1992), quien originalmente diseñó un dispositivo para sujetar huesos en el lugar donde hay una fractura compleja. El dispositivo de Ilizarov es descrito como dos o más anillos que están atados por medio de cables y clavijas por encima y por debajo de la fractura del hueso. Existen unos dispositivos más nuevos que alargan usando la técnica de Ilizarov, como “Taylor Spatial Frame”, que difiere en que sus puntales de apoyo no son perpendiculares a los anillos. Esto proporciona una mayor flexibilidad y un ajuste más fino.
En alargamiento (también conocido como distracción osteogenética) la distancia entre los anillos superior e inferior se aumenta lentamente con el tiempo.
Prótesis sin cirugía (órtesis)
Mucha gente piensa en un objeto que encierra completamente la extremidad cuando oyen el término prótesis, pero las prótesis individuales para la Deficiencia Focal Proximal del Fémur significan muchas cosas, amén de haber avanzado considerablemente en lo que a la estética se refiere. Por ejemplo, en nuestras clases nos podemos encontrar desde un zapato de elevación, hasta un elevador + un dispositivo de soporte para el tobillo, un dispositivo para cadera/ pie/ pierna (como en alternativas para el tratamiento de la Deficiencia Focal Proximal del Fémur sin cirugía), hasta un objeto que se funde con el pie / pierna / rodilla cubriéndola. Cual usar depende de la edad de la persona con Deficiencia Focal Proximal del Fémur, la cadera, la rodilla, la tibia, el tobillo y el pie, etc. Por ejemplo depende de la capacidad de los huesos de la pierna más corta para aguantar el peso de la persona.
Dos preguntas surgen con la última opción (una prótesis totalmente cerrada). Si el pie se queda en su posición natural señalando hacia adelante, la prótesis tendrá un encaje que muchos considerarán estéticamente inaceptable, además de una mayor coartación de movimiento. Si el pie está apuntando hacia abajo para hacer el encaje menor, la parte superior será más larga y la articulación de la rodilla estará más baja, con una mejor calidad de movimiento.
El mayor beneficio de usar una prótesis es que el niño no sufre ningún tipo de cirugía y funcionalmente puede resultar excelente, con un sorprendente rango de movimiento para el individuo. Los niños con Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur que crecen usando una prótesis pueden correr, saltar y ser tan normales como un niño con las piernas comunes, tal y como veremos posteriormente.
Prótesis con cirugía (amputación de pie, fisión de rodilla y posible cirugía de cadera)
Otro tratamiento para la Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur es tratamiento quirúrgico y una prótesis. El objetivo de la cirugía es proporcionar más estabilidad a la cadera siempre y cuando sea posible y optimizar la pierna como un tronco para la adaptación de la prótesis.
Amputación de pie
El primer objetivo es crear un muñón largo bajo la rodilla que pueda ajustarse fácilmente en una prótesis estándar. La amputación de pie se suele realizar sobre la edad de 10-12 meses. Esta es la edad en la cual el niño empieza a caminar, y muchos piensan que es importante el que ellos se ajusten a una prótesis tan pronto como sea posible. Por supuesto, muchos prefieren ajustar la prótesis sobre el pie y tomar la decisión de amputar más tarde, pero hay que recordar los problemas de ajuste. También, muchos piensan que los problemas psicológicos serían menos importantes si la amputación se hace antes de cierta edad. No debemos olvidar en este punto que estamos hablando de niños y de centros escolares, un lugar de donde los primeros pueden salir absolutamente realizados y preparados como personas, o totalmente frustrados y psicológicamente hundidos, por lo que el factor afectivo será de gran valor en nuestras clases de educación física, donde trataremos de enmarcar esta situación dentro de una oportunidad para desarrollar la colaboración y las relaciones afectivas.
Fusión de rodilla
La segunda meta de la cirugía es intentar corregir la contractura de la cadera y crear un hueso de una longitud normal, permitiendo que un buen brazo de palanca pueda ser instalado en el interior de la prótesis. Ambas metas pueden ser acompañadas por una artrodesis de rodilla (inmovilización quirúrgica de la articulación). En otras palabras, el peroné y la tibia están fusionados al fémur formando un hueso largo que actúa como un fémur normal. La extensión de la articulación de la cadera generada por el impulso del brazo de palanca permite el estiramiento gradual de la contractura en flexión de la articulación de la cadera.
Cirugía de cadera
En casos bien seleccionados, los procesos de reconstrucción quirúrgica sobre la rodilla para mejorar la estabilidad de la cadera y por consiguiente facilitar un uso máximo de la musculatura de la rodilla son deseables. Como previamente dijimos, solamente la clase A y B de Deficiencia Focal Proximal del Fémur tienen un adecuado acetábulo y cabeza femoral. Por consiguiente, solo en esos dos grupos la cirugía de cadera reconstructiva parece ser indicada.
La cirugía de cadera es realizada entre los 5 y los 7 años, cuando porciones significantes del fémur proximal nos enseñan la evidencia de osificaciones en los casos de clase A y B según Aitken. Ahora mismo no hay un tratamiento universalmente aceptado para la inestabilidad de cadera en las clases C y D.
Rotación de Van Nes
El tratamiento más controvertido de Deficiencia Focal Proximal del Fémur es la Rotación de Van Nes (también llamada Osteotomía rotacional de Van Nes o simplemente Procedimiento de Van Nes). En el proceso se rota el pie 180 grados para que la articulación del tobillo funcione como una rodilla. El pie rotado se convierte en un muñón por debajo de la rodilla para la prótesis. Será difícil encontrarnos un caso así.
Súper cadera
Hay un nuevo procedimiento (2000) cuyos inventores los están llamando la súper cadera. Para nosotros, los no doctores, el procedimiento es intentar corregir quirúrgicamente todos los problemas que afectan a la cadera (contractura, anulación de huesos, etc.) Este es un nuevo procedimiento y no existen estudios a largo plazo (20 años), por lo que debemos estar my atentos a las indicaciones médicas, sin duda quienes mejor sabrán guiar ese tratamiento.
Efectos de la deficiencia focal proximal en el desarrollo de las clases de educación física
Llegados a este momento, podríamos establecer una serie de pautas de actuación para las clases de educación física en relación a los niños que presenten Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur. Particularmente, opino que la construcción de un marco conceptual de actuación no llevaría a ningún lado, pues como hemos visto a lo largo de este artículo, no existen objetivamente dos casos iguales. Sí que es cierto que nos encontraremos antes dos grandes grupos de niños: aquellos que presentan una prótesis (en cualquiera de sus formas) y aquellos que no presentan prótesis (que probablemente se encuentren inmersos en tratamientos durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje en la etapa de Educación Primaria).
Las características que presentan estos dos grupos nos van a condicionar de sobremanera lo que podemos y no podemos trabajar con ellos, y el cómo encauzar con las mayores posibilidades de éxito las diferentes actividades motrices propuestas en la clase, lo cual nos disponemos a escribir a continuación.
Cómo hemos dicho, bien podemos encontrarnos en nuestro grupo de alumnos a un niño que presenta una prótesis cómo tratamiento a una Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur. Si esto es así, en primer lugar deberíamos de tener a nuestra disposición todo lo referente a ese niño (clase de Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur, tratamiento recibido hasta la fecha, características de la prótesis, informes médicos, estado psicológico del niño, etc.). Una vez chequeado todo esto por parte del profesor, la opinión que aquí presentamos es que simplemente hay que “dejar hacer” al niño.
Veremos como una prótesis no convertirá a estos niños en discapacitados y / o minusválidos, sino, a lo sumo “minusrápidos”, y eso en aquellas tareas motrices que sean susceptibles de presentar desplazamientos motrices a gran velocidad que tengan como medio de propulsión el tren inferior; correrán más despacio, saltarán menos altura o longitud, o mostrarán una menor habilidad técnica para deportes como el fútbol-sala. Ahora bien, no podemos olvidar que la educación física escolar abarca una gran amalgama de contenidos que no se reducen a los anteriormente descritos, y que proporcionarán a estos alumnos unas posibilidades de éxito exactamente iguales al resto de alumnos: expresión corporal, balonmano, ejercicios de tonificación- relajación muscular, giros sobre los ejes corporales, etc. Podemos pues establecer, que no existe absolutamente ninguna actividad motriz que no puedan hacer por completo. Si, es cierto que muchas las realizarán más lentamente (lo cual no implica siempre una peor ejecución técnica), pero también lo es que a buen seguro destacarán en aquellas en las que se les ponga en igualdad de condiciones, por una simple cuestión de especialización, sin entrar ya en el impresionante paradigma que pueden otorgarnos estos niños en cuanto a educación en valores se refiere.
Ahora bien, no todo será un camino de rosas en este proceso de enseñanza- aprendizaje de la educación física. Habrá muchas ocasiones en las cuales estos niños muestren una aparente incapacidad por realizar según qué actividades. En estos casos, lo mejor será simplemente incentivarlos y utilizar una didáctica que anteriormente bautizábamos como “dejar hacer” a los niños, que sean ellos mismos los que experimenten con sus posibilidades motrices; así, serán ellos quienes creen por su cuenta su propio esquema motor, y por tanto su propio patrón de movimiento dependiendo de qué tarea sea. Como ejemplo, si tuviéramos la oportunidad de ver correr a tres niños con Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur con una prótesis en cualquiera de sus piernas, comprobaremos como cada uno tendrá un patrón motor de carrera distinto (con más o menos similitudes pero distinto). Claro que corren, pero lo harán ajustando su movimiento a sus propias posibilidades individuales. Por tanto, no deberíamos corregir su manera de ejecutar los diferentes movimientos, sino que deberíamos incentivarlos por hacerlos, pues de una u otra manera, en más o menos tiempo, y con mejor o peor ejecución, terminarán realizándolos. Obviamente, ni que decir tiene que los criterios de evaluación deberán adaptarse a los progresos realizados. Nuestro objetivo motriz para con estos niños será, más que nunca, tratar que desarrollen cuantas más habilidades motrices mejor.
Por otro lado, como vimos anteriormente, podemos contar en clase con algún niño con Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur con algún tipo de tratamiento de los anteriormente mencionados para conseguir la elongación de la pierna afectada. Al igual que en el caso anterior, necesitaremos de un historial vitalicio detallado (clase de Deficiencia Focal Proximal unilateral del Fémur, tratamiento recibido hasta la fecha, informes médicos, estado psicológico del niño, etc.). Ahora bien, en estos casos nuestra actuación con el niño se debería supeditar estrictamente a aquello recomendado por los especialistas, pues según qué tipo de ejercicio físico, podría entorpecer, e incluso anular de forma fatal el tratamiento que un niño está recibiendo en un preciso momento. También deberíamos tener muy encuentra que ahora no vale ya el “dejar hacer”, pues de igual manera, las ganas irrefrenables de un niño por la práctica física podrían tener una consecuencia fatal para su propio tratamiento.
Lógicamente, estos niños necesitarán de unas adaptaciones curriculares que los lleve a la mayor inclusión posible dentro del grupo clase. Como anteriormente hemos escrito, no sería válido en este punto el intentar realizar un marco conceptual de las diferentes adaptaciones curriculares llevadas a cabo, pues estas podrían ser tan amplias, como amplio es el espectro de casos que nos podemos encontrar. Lo más adecuado será pues, consultar los informes médicos del niño, y a partir de ahí, constituir nuestro propio plan de trabajo con ese niño. Aún así siempre, y nos cansaremos de recomendarlo, hay que procurar la mayor inclusión social posible, intentando todos los días que haya alguna actividad que estos niños puedan realizar en un nivel de condiciones similar al resto del grupo.
Como vemos, las posibilidades de actuación en ambos casos son tan amplias como amplios son los casos con los que nos podemos encontrar. Esto, unido a la escasa literatura respecto al tema, nos lleva a tener que caer en generalidades. Lo que no debería cambiar en ninguno de los dos casos, es nuestro esfuerzo por tratar que estos niños se desarrollen plenamente como personas capaces. Para ello, deberíamos pretender día tras día sesión tras sesión, actividad tras actividad, de hacer ver en el resto de grupo-clase, que estos niños son unos habitantes más dentro de la comunidad educativa; y puesto que hablamos de comunidad educativa, hablamos de seres comunes, ni mejores ni peores, ni normales ni anormales, simplemente uno más. Es en este tipo de supuestos, en los cuales los docentes debemos tratar de utilizar las bondades de la educación física como un fin (desarrollo de las capacidades motrices de los niños) y como un medio ( un lugar en el cual favorecer las relaciones sociales, el reconocimiento y admiración hacia los demás y el desarrollo de valores ético-morales, que a buen seguro, de comenzar a desarrollarse adecuadamente en edades tempranas, se producirá una transferencia hacia su posterior puesta en práctica dentro de la sociedad).
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