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Actividades alternativas con paracaídas. Propuesta para 1º de ESO

 

Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte

Facultad de Ciencias del Deporte de Cáceres

(España)

Juan Antonio Sauceda Balsera

jsauceda@alumnos.unex.es

Manuel Rodríguez Abreu

manuelrodriguezabreu@hotmail.com

 

 

 

 

Resumen

          En el siguiente trabajo se desarrolla una propuesta didáctica centrada en el curso de 1º de ESO, a través de las actividades deportivas alternativas con paracaídas. Tradicionalmente este tipo de actividades sólo se trabajaban en primaria, sin embargo las posibilidades que ofrece este tipo de material son enormes y por ello se pueden utilizar desde un prisma lúdico también para los alumnos del primer curso de secundaria.

          Palabras clave: Paracaídas. 1º ESO. Condición física y salud. Motivación. Recreación.

 

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 145 - Junio de 2010

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1.     Introducción histórica

    La invención del paracaídas se acredita a Leonardo Da Vinci a finales del siglo XV. En aquel tiempo era sólo una idea ilustrada, el mantener a un individuo surcando los cielos aunque solo fuera durante un corto período de tiempo.

    El principio de la invención era que la forma de paraguas en la bóveda permitiera que el aire quedara atrapado provocando una resistencia a la gravedad. Esto, reduciría la velocidad de caída del objeto. En 1783, Montgolfier, dejó caer un animal en paracaídas desde una torre; posteriormente, Louis Lenormard se lanzó en paracaídas desde la misma torre. Ambos obtuvieron cierto éxito, lo que probó que tanto animales como personas podían descender de grandes alturas sin dañarse.

    Con la invención del globo en el siglo XVIII y de la aeronave a principios del XX, la idea de paracaídas se transformó en una pieza práctica del equipamiento. Actualmente, se utiliza para saltos de emergencia, para repartir cargas (comidas, medicinas) para uso militares especiales, como frenos de algunos aviones y coches de carrera, y para competiciones deportivas (esquí acuático).

    La aparición de los juegos con paracaídas se produce en la década de los ‘60, en la cultura californiana (New Games), dando a este instrumento unas cualidades muy diferentes a las que poseía.

    En las dos últimas décadas el paracaídas se ha convertido también en el componente integral de la Educación Física y de unos programas recreativos para individuos de todas las edades (Hamson 1980; Schurr, 1980), y para aquellas personas discapacitadas.

    Muchos educadores y monitores que están a cargo de los programas de Educación Física, utilizan continuamente las mismas actividades cada día para llegar a los objetivos específicos del programa a pesar de que el nivel motivacional de los participantes pueda disminuir de forma gradual. A menudo, la versatilidad del paracaídas ha pasado inadvertida por los mismos educadores y monitores. Sin embargo, puede ser una excitante alternativa para llegar a los objetivos del programa. Por ejemplo, si los participantes se aburren realizando ejercicios abdominales o dando vueltas corriendo a una pista, las actividades con el paracaídas pueden ser utilizadas de forma intermitente para motivar a los participantes y a su vez desarrollar la fuerza abdominal y la resistencia cardiorespiratoria.

2.     Beneficios de las actividades deportivas con paracaídas

    Al incorporar el paracaídas en un programa de Educación Física o recreativa se observan muchos beneficios. Estos beneficios pueden categorizarse en cuatro áreas de desarrollo:

  • Física

  • Motora

  • Socio-emocional

  • Académica

Beneficios en el desarrollo físico

    La educación física aporta beneficios al desarrollo físico armónico de los alumnos de secundaria. A través de un programa de ejercicios estructurados, se estimula el crecimiento del tejido muscular y óseo. El físico de un individuo, particularmente en aquellos que tienen un peso excesivo, puede verse influido por la práctica de actividad física reglada, previniendo la obesidad. A través de un programa bien planteado se puede desarrollar y mantener la fuerza muscular, la resistencia muscular, la flexibilidad y la resistencia cardiorespiratoria, permitiendo a cada individuo funcionar a su nivel para la vida diaria.

    La mayoría de las actividades físicas como el aeróbic y el jogging promueven una resistencia cardiorrespiratoria; las flexiones de brazos y los ejercicios abdominales pueden desarrollar la fuerza muscular y la resistencia; las flexiones, giros y estiramientos pueden desarrollar la flexibilidad. Todas estas actividades pueden incorporarse a un programa de actividades con paracaídas.

Beneficios en el desarrollo motor

    Los profesionales competentes pueden ayudar a cada individuo a desarrollar, rehabilitar o mantener los modelos motores más eficaces incorporando progresivamente las habilidades motoras como los saltos, las carreras y los brincos. Además, conceptos que aumenta la conciencia perceptiva, como son izquierda, derecha, alto, bajo, detenerse, arrancar, arriba y abajo, por encima y por debajo, pueden incorporarse fácilmente en las actividades con el paracaídas para mejorar el desarrollo motor. Los ritmos y las danzas, con formaciones en círculo, pueden también practicarse utilizando el paracaídas.

    Habilidades motoras deficientes debidas a una lesión o el descuido pueden ser rehabilitadas a través de las actividades con el paracaídas. Sin embargo, debe recordarse que las actividades con el paracaídas son un medio para restablecer el funcionamiento después de una lesión, y que deberían continuarse para mantener las mejoras producidas por el incremento del nivel de la actividad.

Beneficios en el desarrollo socio-emocional

    Los profesionales dedicados a la Educación Física y a la recreación pueden también ayudar a los individuos a aprender formas deseables para tratar con otros y proporcionar oportunidades para la interacción social. La mayoría de las actividades físicas tienen una carga emocional. Por ejemplo, dentro de un breve tiempo, durante la actividad física, la actitud de un individuo puede cambiar de una decepción extrema a un estado de júbilo. Los individuos pueden aprender a adecuar éstos y otros comportamientos de forma apropiada a través de los consejos de educador físico y del monitor. Pueden aprender también normas inherentes a cada actividad.

    Las actividades con el paracaídas pueden llegar a ser uno de los vehículos básicos en el desarrollo social y emocional al incrementar la interacción social entre los participantes. Muchas actividades físicas para niños son de formación más dispersa. Esta falta de estructura provoca que muchos niños no participen de ellas, quedándose de pie o sentados alrededor de los demás observando a los otros que participan activamente. Si inician una actividad con el paracaídas, a cada niño se le asigna una sección del mismo que debe coger, y cuando el educador dice “caminad en el sentido de las agujas del reloj, cogiendo el paracaídas con vuestra mano izquierda”, todos los niños se verán participando de la actividad.

    Numerosas actividades con el paracaídas son excelentes para los niños en edad de educación infantil funcionando a su nivel social paralelo. El nivel de desarrollo de la secuencia social puede fortalecerse a través de los esfuerzos cooperativos de niños compartiendo las responsabilidades de agarre y de cambio de posiciones, realizando la actividad al unísono o con funciones opuestas. En otras actividades, cada niño debe permanecer al lado del otro, pero sin interaccionar uno con el otro. Para individuos mayores, el paracaídas puede ser una forma excelente de romper el hielo y realizar una actividad alegre que estimule el movimiento y refuerce el desarrollo de las interacciones sociales. También puede servir para dar salidas a frustraciones.

Beneficios en el desarrollo académico

    Las actividades con el paracaídas pueden mejorar el desarrollo académico. Cada vez que un individuo participa en un juego o en un deporte, se le requiere que piense. Algunos autores sostienen que el nivel de forma física mantiene cierta relación con los logros intelectuales, particularmente con la viveza y la concentración mental.

    Aparte del desarrollo de la percpeción indicado anteriormente, uno de los más importantes usos del paracaídas con niños y jóvenes es la utilización de los conceptos académicos. Por ejemplo, las matemáticas pueden ser fácilmente incorporadas a los juegos con el paracaídas asignando a cada jugador un número. El líder del grupo determina un problema, como por ejemplo cuál es el resultado de nueve menos cuatro (9-4=?). El jugador que tenga asignado el número que resulte de la operación deberá realizar una tarea debajo del paracaídas. Además de aprender nuevos conceptos, las actividades con el paracaídas pueden ser utilizadas para reforzar conceptos ya enseñados en clase o para practicar habilidades ya dominadas.

3.     Propuestas para la ESO

    La inclusión dentro de la programación de aula de unidades didácticas de actividades deportivas alternativas es una gran baza a nuestro favor para despertar la motivación entre nuestros alumnos, ya que es un contenido novedoso que seguramente no lo han trabajado nunca. En lo que se refiere a la conexión curricular de estas actividades con los contenidos que nos dicta a nivel estatal el Real Decreto 1631/2006, como a nivel autonómico de Andalucía con el Decreto 231/2007, podríamos incluirlo dentro del bloque de contenidos de condición física y salud. Las actividades con paracaídas pueden contribuir a la consecución de los objetivos que emanan del currículum en relación a dicho bloque de contenidos. A continuación se enumeran una serie de pautas a nivel didáctico para llevar a cabo actividades con paracaídas:

    Asegurarse de que se establece un completo control de los participantes antes de iniciar cualquier actividad con el paracaídas. Se recomienda que antes de que se inicie la actividad, el líder del grupo despliegue y estire el paracaídas. Cuando la actividad se ha iniciado, los participantes pueden ir hacia el paracaídas, permanecer de pie o arrodillarse alrededor de éste y coger el borde exterior con ambas manos. No se debe permitir a ningún participante que corra por debajo o por encima del paracaídas o que ponga sus manos o la cabeza a través del agujero del centro. Es importante restablecer un control completo antes de iniciar una nueva actividad.

    Desplegar el paracaídas en el suelo. Sentar a cada participante repartiéndolos alrededor del paracaídas (aproximadamente 60 ó 90 cm de distancia) durante la fase de explicación de la actividad.

    Empezar cada actividad con la orden “Preparados, ¡ya!”. “Preparados” ofrece a los participantes la oportunidad de prepararse para la actividad, y “ya” permite a todos empezar la actividad al mismo tiempo (Evans, 1979).

    Repetir cada actividad varias veces.

    Alternar continuamente las formas de agarre para desarrollar los diferentes grupos musculares.

  • con las palmas de las manos hacia arriba

  • con las palmas hacia abajo

  • con una palma hacia arriba y otra hacia abajo

  • con los brazos cruzados

    Evitar confusiones estructurando una fácil transición al inicio y al final de las actividades.

    Remarcar la necesidad de mantener el paracaídas agarrado durante toda la actividad. Esto permitirá un esfuerzo más coordinado entre los participantes.

    Utilizar actividades que sean motivantes para los participantes. Por ejemplo los niños jóvenes disfrutan con actividades que son activas y que requieren imaginación. Por otro lado, los participantes de mayor edad pueden disfrutar con actividades que predominantemente requieren una interacción social, como pueden ser las danzas.

    Retar a los participantes a añadir y a improvisar actividades con el paracaídas creando nuevos juegos.

    Recordar continuamente a los participantes la dirección que deben tomar (de izquierda a derecha, etc.).

    Debe remarcarse que la acción del paracaídas se reduce cuando se utiliza un paracaídas de menor dimensión. Si parece que no hay suficientes participantes para realizar las actividades y no se dispone de un paracaídas más pequeño, se pueden enrollar los extremos del paracaídas para disminuir su tamaño. Esto permitirá un mejor manejo y control del mismo.

    Asegurarse de que los participantes están familiarizados con el paracaídas y que conocen la terminología que se utiliza en cada actividad.

    Enseñar únicamente las actividades que se pueden entender de forma simple y clara, y luego buscar variaciones con acciones más complejas. En muchos casos serán necesarias las demostraciones.

    Variar las actividades de acuerdo con el nivel de forma física de los participantes y cambiar los ritmos o actividades para motivar a los participantes. No permitir que los participantes lleguen a un estado de fatiga excesiva.

Asegurarse de que los participantes se quitan sus zapatos cuando la actividad requiere caminar por encima del paracaídas, e incluso quitarse los calcetines ya que el contacto de éstos con el paracaídas puede producir una superficie deslizante. En general será preferible que los participantes realicen “todas” las actividades descalzos para añadir una nueva dimensión en la estimulación táctil.

    No permitir que los participantes golpeen el paracaídas.

    Limpiar el paracaídas regularmente ya que la suciedad puede deteriorar el material.

    Reparar cualquier desgarro cosiéndolo o pegando parches de nylon inmediatamente después de haberse producido.

4.     Actividades para grupos especiales

    Si se realizan actividades con el paracaídas con individuos que requieran necesidades especiales, se deberían conocer las consideraciones básicas en cuanto a la programación en relación al diseño de actividades con el paracaídas.

5.     Sesión práctica

Actividades Deportivas Alternativas

Nombre Sesión:

Iniciación a los lanzamientos y recepciones.

Fecha Sesión: __/__/____

Instalación.

Pabellón.

Curso

1º ESO

Duración:

60´

Material/Recursos Didácticos

1 Paracaídas.

20 pelotas de foam.

1 Balón gigante.

Metodología:

Asignación de tareas.

Objetivo:

Valorar la actividad físico-deportiva con material deportivo alternativo como el paracaídas.

Contenido:

Conocimiento de las posibilidades que nos ofrece el material deportivo alternativo para las clases de educación física.

Tiempo

Actividad

Carrera continua por todo el pabellón de deportes, a la señal del profesor van todos los alumnos van hacia el paracaídas y lo agarran por el borde del mismo. A continuación lentamente se desplazan por el espacio sin zarandear el paracaídas.

Agitamos el paracaídas y a la señal lo elevamos sin soltarlo. Cuando el paracaídas esté en vuelo se nombra a una persona la cual deberá meterse debajo del paracaídas, y salirse rápidamente.

Cogidos al paracaídas comenzamos a agitarlo y a la voz de “ya” lo elevamos para que cuando este se encuentre en su punto más alto todos llevamos nuestras manos hacia el suelo formando una pompa.

Agitamos el paracaídas y lo elevamos, y cuando esté arriba nos juntamos todos en el centro formando una especie de globo.

-Variante: elevamos el paracaídas y empezamos a correr a la vez que nos vamos juntando.

De forma alternativa numeramos a los alumnos en 1 y 2. Cuando elevemos el paracaídas el que dirige el juego dice un número de los asignados y todos aquellos que coincidan con ese número cambian de lugar.

-Variante: en lugar de cambiar de sitio se dirigen al centro para después volver a su lugar de origen.

Agitamos el paracaídas, lo elevamos y a continuación sin soltarlo todos se van al centro y se pasan el paracaídas por detrás para sentarse en él formando una tienda de campaña. Una vez que estamos dentro empezamos a movernos de un lado a otro.

Colocamos un balón gigante dentro del paracaídas y los alumnos elevan el paracaídas a la altura de los hombros, para que a partir de esa posición lo vayan moviendo para que la pelota gire por todo la lona.

Variante: introducir más pelotas o hacerlo con pelotas pequeñas de foam.

Colocamos un balón gigante en el centro del paracaídas y comenzamos a agitarlo para que a la señal de “ya” lo impulsemos y elevemos el balón por los aires. El balón debe caer en el paracaídas.

-Variante: hacerlo con más balones o con pelotas de foam. En este ejercicio, todos los participantes deben coordinar muy bien en el lanzamiento.

Una vez que ya dominamos el ejercicio anterior y si disponemos de dos paracaídas, formaremos dos equipos y situados ambos a un lado de una pista de tenis jugaremos un partido lanzándonos los balones gigantes. Al equipo que más veces se le caiga el balón perderá el partido.

Una vez formados dos equipos, situamos unos conos en el centro de la pista formando un círculo no muy grande. A continuación los dos equipos se sitúan uno frente al otro pero separados por el círculo de conos de forma que a la voz de “ya” ambos equipos tienen que correr con el paracaídas cogido intentando atrapar a los del otro equipo. Ambos equipos corren en el mismo sentido.

6.     Conclusión

    Las actividades deportivas alternativas agregan un plus de motivación en los alumnos, ya que utilizamos material novedoso y realizamos actividades nuevas para la mayoría de los alumnos. Sin embargo este tipo de actividades tienen un hándicap, que los docentes no conocen todas las posibilidades que ofrecen este tipo de actividades y como norma general se muestran reacios a incluir actividades de esta índole en sus programaciones.

    La educación física debe ofrecer un amplio abanico de actividades físico-deportivas a nuestros alumnos, para que ellos elijan la que más se adapte a sus necesidades, porque no debemos olvidar que somos promotores de la salud y que en la medida de nuestras posibilidades debemos dar respuesta a las demandas de nuestro alumnado en cuanto a contenidos novedosos se refiere. Por último no debemos obviar que necesariamente tenemos que dirigir nuestras sesiones desde un punto de vista pedagógico hacia a los objetivos marcados en la legislación educativa vigente.

Bibliografía

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  • RUIZ OMEÑACA, J.V. (2008) “Los métodos cooperativos en Educación Física”. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 13, Nº 127. http://www.efdeportes.com/efd127/los-metodos-cooperativos-en-educacion-fisica.htm

  • TORRESCUSA, L.C. y COTERÓN, F.J. “Educación Física 2”. Editorial Edelvives. Zaragoza 2005.

  • VELÁZQUEZ CALLADO, C. (1995): “Juegos con paracaídas en las clases de Educación Física”. La Comba. Valladolid.

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