Problemática socio-cultural en el patinaje artístico
	Lic. Cultura Física y Deporte Aspirante a Doctor en Ciencias de la Cultura Física Especialista en Patinaje Artístico Instituto Superior de Cultura Física “Manuel Fajardo”, La Habana	Pabla Vanessa Bermúdez Zea pablavaber@hotmail.com (Colombia)
	Resumen           El Patinaje en Colombia es uno de los deportes insignes, ya que a nivel mundial, el Patinaje de velocidad ocupa los primeros lugares en el podio, en las diferentes categorías y modalidades, es por la misma razón que la Federación Colombiana de Patinaje focaliza su atención con más empeño en los atletas de esta disciplina, brindándoles gran atención física, técnica, táctica y psicológica. No obstante el Patinaje Artístico no cuenta con las mismas atenciones ya que a nivel mundial se encuentra en el décimo lugar y el país solo cuenta con un bicampeón mundial del año 1997-1998, teniendo en cuenta además, que el Patinaje Artístico sobre ruedas, no es deporte olímpico, y por ende, no es un deporte masivo, sumándose a esto la costosa implementación, por lo que es catalogado como un deporte “elitista”, siendo esta ultima, una de las temáticas que trataremos, en este ensayo sobre la problemática socio- cultural en el patinaje artístico, donde además se abordará, el tema del genero, edad, vivencias de fracaso, etc.           Palabras clave: Patinaje Artístico. Colombia. Género. Fracaso. Talentos             Somos conscientes de la severidad de algunas afirmaciones que se tratarán durante el desarrollo de este trabajo referativo, sin embargo hacen parte de la problemática actual de nuestro deporte y no deben mantenerse al margen.
	http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 144 - Mayo de 2010

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El deporte en la sociedad

    Desde un aspecto ideal un buen deportista debería brindar un servicio para la sociedad y para el mundo ya que el deporte en su estado puro, solo habla de beneficios espirituales. Además de beneficios éticos o morales el deportista recibe y en muchos casos, el mismo, aporta bonificaciones monetarias, lo cual de cierta forma, le brinda una estabilidad social, este aspecto es también valido para los deportes individuales ya que el beneficio que este produce en quién lo realiza actúa en forma directa sobre su medio. Por otro lado muchos de los valores que poseemos podrían ser sostenidos aunque sea en forma parcial por la estructura deportiva, ya que ésta actúa como un positivo co-educador.

Patinadoras del Club de Patinaje Artístico El Cerrejón, La Guajira, Colombia

    Refiriéndose al Patinaje Artístico desde sus inicios en nuestro país los patinadores han recibido como único reconocimiento, una presea de oro, plata o bronce, relativas a un primero, segundo y tercer lugar, donde lo único que tiene de semejanza al metal en cuestión es su color, por otro lado los afortunados portadores de dichas preseas tienen el beneficio de conformar una selección nacional donde en la mayoría los casos para representar al país en un evento internacional ellos deben apropiarse de los costos de transporte y alojamiento y en el peor de los casos, representar a una selección que la Federación no avala para participación internacional por falta de presupuesto, entonces es ese momento donde nos percatamos que quienes practican esta disciplina lo hacen por amor, por vocación , por brindar un espectáculo al pueblo ya que es un deporte de apreciación artística. Sumándose a las anteriores otra problemática rodea esta disciplina, (así como también a las demás clasificadas dentro de los deporte de coordinación y arte competitivo, o de apreciación artística como otros los llaman). Por su condición de jueceo y “apreciación”, se hace muy frecuente y casi constante el hecho de que el “nombre” de el deportista tenga más peso que su nivel técnico, es así como un deportista de alta trayectoria puede fallar gravemente en su rutina y otro que no goza del mismo reconocimiento efectúa una mejor ejecución, no va a superar en puntuación al deportista que los jueces ya “conocen” y desde el inicio de su rutina ya tiene un juzgamiento subjetivo. Y en ultimo lugar, no por ser menos importante, remitiéndonos a lo expuesto en la introducción, al ser un deporte “elitista”, el atuendo del deportista es altamente valorado, (llámese atuendo a una trusa que debe ir acorde con la modalidad y la música interpretada, unos patines que por ser especiales para esta práctica deportiva y que también varían en su diseño según la modalidad, tienen un costo muy elevando y más en nuestros países donde no somos productores y debemos importarlos), y los gastos de los viajes para competencia, en la mayoría de los casos debe ser asumido por el deportista. De este modo, se presentan muchos casos, de verdaderos talentos, pero con pocos recursos, que no pueden continuar en este deporte, por no contar con los medios económicos suficientes.

Afrontando el fracaso

    Aún después del mal llamado fracaso deportivo se pueden aprender muchas cosas. Este concepto de fracaso mucho tiene que ver con la estructura social “culpógena” que no le admite al denominado perdedor la caída de las ilusiones e idealizaciones que fueron puestas sobre él o sobre su equipo. Estas en la mayoría de los casos representan al deseo de grupos de personas que frente a su propia imposibilidad de realizar tales deportes, anhelan que el jugador o el equipo cumplan con sus anhelos. El juicio y la crítica en los casos de “pérdida” son tan implacables como injustos.

    A nuestro juicio el fracaso debería denominarse “frustración temporal” o bien “pérdida momentánea”, así como la crítica despiadada debería dar lugar a una actitud reflexiva, aquella que a veces se genera cuando perdemos algo valioso de orden particular. Pero ocurre que esta identificación con nuestros ídolos es tan fuerte y tan poderosa que hasta hablamos en plural, no perdió ni ganó el equipo, sino que “perdimos” o “ganamos”. Este es un valioso aunque peligroso factor inherente al acto deportivo.

    Al respecto, podemos también remitirnos al Patinaje Artístico, a raíz de las vivencias de fracaso, se hace muy frecuente la deserción temprana en nuestro deporte, frecuentemente por las razones ya expuestas. En reiteradas ocasiones se han perdido verdaderos talentos por no brindar oportunidad a una cara nueva o a un “nombre” desconocido, o por la falta de indumentaria, (situación que una buena dirección u organización podría resolver para estas promesas deportivas, más aún cuando vemos que en muchas de las regiones de nuestro país se gasta el presupuesto del deporte, en fiestas populares, reinados, bazares y otras actividades, que de igual forma merecen valor y respeto, pero no son de orden prioritario, como el de cultivar una promesa deportiva, para el país). Es por esto que muchos atletas desisten de continuar en la lucha, y en el mejor de los casos cambian de disciplina deportiva, pero en el peor, desertan para hundirse en le sedentarismo o peor aún para convertirse en un problema para su familia y entorno. Somos conscientes de la severidad de estás afirmaciones pero no por fuertes dejan de ser conocidas por todos nosotros.

Deporte y edad

    Como la edad es formalmente significativa en variados ámbitos de la vida, los deportes también se ven afectados por este aspecto. La edad co-determina cuando una persona puede acceder a un deporte como también cuando sería beneficioso que éste se retirara de la vida activa como tal, pudiendo seguir en el mismo con otro rango. Son muy particulares los deportistas que siguen siendo excelentes aún después de haber superado el “standard” de edad óptimo para su continuidad en la actividad. Por supuesto que también hay excepciones para las edades de inicio de los diferentes deportes.

    El Patinaje Artístico es un deporte de especialización temprana, es así como a partir de los 4 a 6 años ya se está haciendo la captación de talentos para esta disciplina, por ende si un deportista en especial del sexo femenino comienza a una edad tardía , tiene cierta desventaja, así mismo la maestría y más en las ultimas décadas se está alcanzando a edades muy tempranas casi a partir de los 12 a 15 años, ya se han evidenciado casos de medallistas de talla mundial específicamente en estados unidos e Italia, por ende también el retiro se hace ahora más prematuro, por diversa razones, algunas de las cuales fueron expuestas dentro de las problemáticas de orden social, ya que la mentalidad netamente deportiva, de la civilización ateniense, ya no es posible, debido a la evidente diferencia de calidad de vida, donde en nuestra sociedad actual, la superación personal, laboral, intelectual, cada día se hace más necesaria, es casi imposible pretender ser solo atleta, nuestros deportistas tienen la necesidad de llevar una carrerea universitaria a la par de la práctica deportiva y de esta forma asegurar su futuro “económico” y social, ya que es bien sabido por todos el choque experimentado por el deportista jubilado al reincorporarse a la sociedad ya no como figura deportiva, sino como un ciudadano más, por así denominarlo.

Deporte y género

    Referente a está temática, se hace preciso resaltar que el Patinaje Artístico desde sus orígenes ha sido mayormente practicado por mujeres, debido a la plasticidad y precisión de movimientos atribución que se ha hecho casi inherente solo al sexo femenino, igualmente por la delicadeza, virtuosismo y por la necesaria interpretación artística , desde la gesticulación facial hasta la corporal. Características que nuestra sociedad patriarcal atribuye explícitamente a las mujeres y es altamente señalada en los varones, por lo que la representación masculina en nuestra disciplina cada vez es menor y más en los países latinoamericanos, donde en muchas oportunidades son los mismos padres, quienes prohíben que su hijo varón, practique este deporte; es por esta situación que los deportistas del sexo masculino y con altas cualidades para esta disciplina, se abstienen de su practica, para no someterse a ser tachados por la sociedad, como afeminados o en el más absurdo de los casos como homosexuales, sin tener estos ninguna actitud comportamental de este tipo. Por lo tanto cabe resaltar el interrogante ¿Somos en realidad una sociedad civilizada?

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