El resultado del salto en largo y su relación con la estructura rítmica del triple salto en saltadores de diferente calificación |
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Universidad Federal de Paraná (UFPR) Departamento de Educación Física Jardín Botánico, Curitiba, PR (Brasil) |
Dr. Vidal Palacios Calderón Lic. Alain Palacios Hernández |
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Resumen El objetivo de este artículo consiste en determinar la relación entre el resultado del salto en largo, el índice peso-talla y las distancias de las fases del “hop” y “jump”. Para este propósito se seleccionaron dos muestras de saltadores de media y alta calificación. El procesamiento de los datos fue realizado con ayuda de métodos de la estadística descriptiva e inferencial. Se pudo constatar que el resultado del salto en largo es un indicador a considerar en las perspectivas futuras del saltador de triple, así como su contribución para la distancia de la fase del tercer salto “jump”. En este sentido se corrobora la importancia de alcanzar una mayor distancia en esta última fase y el aumento de las posibilidades rápidas de los saltadores. Finalmente, el índice peso-talla no se diferencia en saltadores de media y alta calificación, aunque la talla y el peso fueron significativamente diferentes. Palabras clave: Atletismo. Salto en largo. Triple salto. Estructura rítmica. Índice peso-talla |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 143 - Abril de 2010 |
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Introducción
Los resultados en la prueba de triple salto en las últimas tres décadas en las competencias internacionales de mayor envergadura como es el caso de las Olimpiadas y Campeonato Mundial de Atletismo han tenido una significativa progresión. En este sentido es meritorio mencionar, en el sexo masculino, la actuación de los saltadores cubanos, rusos, ingleses y norteamericanos a lo largo de las doce ediciones del Campeonato Mundial de Atletismo. Por ejemplo: si analizamos la actuación de los países participantes en el Campeonato antes mencionado, podemos observar que Cuba ocupa la tercera posición por países en el sexo masculino, superada únicamente por los Estados Unidos e Inglaterra, y la segunda posición en el sexo femenino, perdiendo apenas ante las saltadoras de Rusia. Sin embargo, cuando comparamos la actuación de los saltadores de estos cuatro países vemos que los saltadores cubanos ocuparon la primera posición (Gráfico 1)
Es importante señalar que el triple salto representa una modalidad de atletismo de gran complejidad, tanto desde el punto de vista técnico como coordinativo, por eso, exige de un alto nivel de desarrollo de las cualidades físicas condicionales y coordinativas como fuerza, velocidad, resistencia y coordinación.
Otro indicador para valorar el resultado de estos atletas es el desempeño alcanzado en el salto en largo. En este sentido el análisis de la bibliografía científica relativa a saltadores de alta calificación demostró que la mayoría de ellos tuvo desempeños significativos en el salto en largo a medida que los resultados en el triple salto se incrementaron. Esta relación con el salto en largo debería ser más notable en las fases del salto triple como es el caso de la fase del “hop” y del “jump”. Estas dos etapas, por sus características técnicas, se asemejan más a la cinemática del salto en largo. Ante esta situación la pregunta principal de este trabajo está relacionada con la contribución del resultado del salto en largo para las fases anteriormente citadas a medida que aumenta el resultado deportivo de los saltadores.
Por tanto, el objetivo de nuestro trabajo consiste en determinar la relación del resultado del salto en largo y el índice peso-talla con las distancias de las fases del “hop” y el “jump” del triple salto.
Material y métodos
La muestra estuvo integrada por dos grupos de deportistas de triple salto que ostentaron títulos mundiales, olímpicos y, en muchos de los casos, impusieron récords en esta modalidad. En total fueron procesados estadísticamente 17 saltadores, divididos en dos grupos: en el primero se ubicaron a 9 atletas con un resultado promedio de =16,28m y una dispersión de S= 0.42. En el segundo grupo hubo 8 atletas con un promedio de = 17,43m y una dispersión de S=0.32. El procesamiento de los datos se hizo con métodos de la estadística descriptiva e inferencial. En este último caso, para evaluar la interrelación entre los indicadores analizados se calculó el coeficiente de correlación par lineal de Bravis-Pearson. Por otro lado, la comparación de las dos medias de saltadores de media y alta calificación se llevó a cabo por el criterio de Student (ZATSIORSKI, 1989).
El ritmo del triple salto
Donskoi y Zatsiorski (1997) definieron el ritmo como la medida temporal de la correlación entre las partes de un determinado movimiento. En el caso específicamente del triple salto, el ritmo caracteriza la dirección de los esfuerzos del saltador, es decir, la correlación que existe entre la distancia de las fases ‘’hop’’, “step’’, y ‘’jump”. Por eso refleja los puntos de vista creados sobre la técnica o la imitación del ritmo de salto del mejor deportista (KREER y POPOV, 1980).
Es conocido que la distancia de cada fase del salto puede incrementarse si se aumenta la altura de vuelo del centro de gravedad del cuerpo. En este sentido el aumento de la trayectoria de vuelo se alcanza mediante la colocación más lejana de la pierna de despegue al frente del centro de gravedad del cuerpo. Sin embargo, esto puede provoca pérdidas considerables en la velocidad horizontal. Consecuentemente, los saltadores de triple deben lograr una correlación óptima de la distancia en cada uno de los tres saltos y minimizar las pérdidas de velocidad durante el movimiento progresivo al frente.
De acuerdo con Kreer (1980) la estructura ritmica del salto triple, es decir, la correlación óptima entre la distancia de las tres fases del salto triple:‘’hop’’, ‘’step’’ y ‘’jump’’ se forma y perfecciona de acuerdo con los siguientes factores:
Nivel de preparación compleja del deportista
La directriz motora hacia todo el salto.
El sentido del esfuerzo del saltador (la velocidad incial del vuelo, el ángulo y la altura de trayectoria del centro de gravedad del cuerpo).
La pérdida de la velocidad del movimiento progresivo, la cual aumenta con cada despegue .
La estructura y carácter del primer despegue en forma de ataque y el segundo y tercero en forma de zarpazo.
Para Ieremian (1971) la mejoría en los resultados deportivos por encima de los 15,50 metros ocurre a través del aumento de la distancia de las fases del “hop” y del “jump”. En este sentido el autor advirtió que el aumento extraordinario de la distancia del segundo salto ‘’step’’ y la aspiración de alcanzar la mayor distancia por medio de los dos primeros saltos no es coveniente pues las considerables pérdidas en la velocidad horizontal provocarían un esfuerzo mínimo del saltador en el tercer salto, “jump”.
La unión del primer salto, “hop”, con el segundo salto, “step’’, distinguen el grado de preparación especial del saltador para alcanzar altos resultados deportivos. Para los saltadores que poseen una carrera de impulso rápida y menor preparación especial de fuerza (como regla: de mayor talla) es característico la unión del “step’’ con el “jump’’ (KREER y POPOV, 1980, 1971, 1986),
En este contexto se señala que la tendencia intencional al acortamiento de la distancia de la fase del “hop”, para aumentar considerablemente la distancia de la fase del “jump’’ y, por consiguiente, el resultado final, no tiene ningún sentido práctico debido a que las pérdidas en la distancia del primer salto, “hop’’, no siempre serán compensadas en el tercero, “jump’’. Es oportuno recordar que el aumento extraordinario de la distancia de una de las fases del triple salto tampoco es conveniente y se refleja negativamente en el resultado final. Por ejemplo, el saltador norteamericano Beamon, demostró en su salto de 16,02m una relación no habitual en la distancia de las tres fases del triple salto: 43%, 19% y 38% (KREER, 1980). Igualmente, el saltador italiano Dzhentilie en su salto de 17,22m se excedió en la distancia del primer salto y, como resultado, la distancia del segundo apenas fue de 4,60m.
Ozolin (1976) señala que la distancia del primer salto, “hop”, por sus parámetros debe ser muy próxima al resultado del salto en largo.
El incremento paulatino de la longitud de los movimientos, la distribución uniforme de las fuerzas en la carrera de aproximación, así como la correlación recomendada entre altura, distancia y tiempo de ejecución del ‘’hop’’, ‘’step’’ y ‘’jump’’ crea un ritmo exacto que se distingue por el despegue activo, amplitud y libertad de los movimientos en los vuelos, con concordancia general, equilibrio y terminación de los movimientos (KREER y POPOV, 1971).
En la literatura especializada la técnica del triple salto se había dividido en dos categorías:
La técnica rusa en la cual la distancia de la fase del primer salto, “hop”, es mayor que la distancia del tercero, “jump”.
La técnica polaca donde la distancia del tercer salto, “jump”, es mayor que la del primero, “hop”.
Estas concepciones sobre las variantes técnicas se fundamentaban en buscar una diferencia entre las distancias de la fase del primer salto, “hop” y de la última del triple salto, “jump”, sin considerar el por ciento de diferencia entre las distancias de cada una ellas. Sin embargo, Hay (1995) introdujo una nueva clasificación sobre el ritmo del triple salto. Esta nueva clasificación sobre el ritmo del triple salto es explicada a partir de otra perspectiva. Por ejemplo: una variante técnica puede ser considerada como del “hop dominador” cuando el por ciento de la fase más distante próxima a la distancia del primer salto (en todos los casos sería la fase del “jump”) es al menos en un 2% inferior a la distancia de la primera fase que en este caso sería la fase del “hop”. Se le llama técnica del “jump dominador” cuando la distancia de la fase del “jump” es al menos un 2% superior al por ciento que representa la distancia del primer salto, “hop”, que inevitablemente es la segunda en extensión en caso que la fase del “jump” sea la que predomine.
Se considera que el tipo de técnica es “balanceada”, cuando el por ciento de la fase con mayor distancia no supera en un 2% la fase con más distancia próxima a ésta.
El índice peso talla
De acuerdo con Jomenkov (1987) una de las características modelos iniciales de los saltadores es el índice peso-talla utilizado para valorar sus perspectivas en el entrenamiento a largo plazo. Una talla alta le proporciona al deportista ventajas biomecánicas en el salto por la ubicación más alta del centro de gravedad del cuerpo, mientras que un menor peso absoluto aporta la posibilidad de manifestar una mayor fuerza relativa.
La relación peso- talla se manifiesta a través de la siguiente fórmula:
K1= H/P
donde H es la talla del saltador y P su peso. Cuanto mayor los índices de H y K1, mayor será el nivel inicial del deportista para una seria especialización en los saltos. Para los hombres las características modelos de este índice se encuentran entre 2,5 y 2,65, y para las mujeres que se especializan en salto en altura, este índice es de 2,8.
Análisis y discusión
Condiciones para las variaciones en la estructura rítmica del triple salto en atletas con diferente calificación
Uno de los aspectos de mayor relevancia para conseguir resultados de alto nivel en el triple salto es, sin dudas, la relación entre la distancia de las fases del “hop”, “step” y “jump”. Recordemos que los cambios en la estructura rítmica del triple salto de acuerdo con una u otra variante técnica aconteció de forma progresiva en el decursar de las últimas cinco décadas.
En este sentido recientes estudios se han inclinado por una mayor utilización de las variantes técnicas “hop dominador” y balanceada.
Por ejemplo, un artículo publicado por Calderón (2009) sobre la estructura rítmica del triple salto en una muestra de 52 atletas con resultados superiores a los 16,26m demostró que treinta y siete de ellos (71,1%) utilizaron la técnica del “hop dominador”, diez la técnica balanceada(19,2%) y apenas cinco(9,6%) la del “jump dominador”. Por otro lado, solo un selecto grupo de saltadores de alta calificación, con resultados próximos a los 18,00m utiliza la variante técnica del “jump dominador” (Tabla 1).
Tabla 1. Variante técnica exhibida por los saltadores de triple de alta calificación (Calderón, 2009)
En este sentido si analizamos la actuación de los ocho saltadores finalistas de la sexta edición del Campeonato Mundial de Atletismo, celebrado en la ciudad de Atenas, Grecia, entre el 1 y 10 de agosto de 1997, advertiremos que las variantes “hop dominador” y balanceada prevalecieron en ambos sexos. Por ejemplo, seis de las ocho saltadoras finalistas utilizó la técnica balanceada y apenas dos la técnica del “hop dominador”. En este contexto de los ocho saltadores finalistas apenas el (50%) utilizó una de estas dos variantes técnicas citadas anteriormente. Evidentemente, ninguno de los saltadores en este Campeonato Mundial de Atletismo, utilizó la variante técnica del “jump dominador”.
Retomando los resultados de la Tabla 1 podemos observar que apenas los reconocidos saltadores Oliveira, Edwards y Banks, con resultados sobresalientes en la última fase del triple salto, pudieron ser los privilegiados en utilizar la técnica “jump dominador”. Aunque en esta tabla observamos otros resultados relevantes de saltadores que aplicaron las variantes técnicas balanceadas y “hop dominador”, resulta meritorio destacar que el actual record del mundo, en poder del inglés Jonathan Edwards con 18,29m, fue establecido utilizando la variante técnica del “jump dominador”
Por otro lado, se evidencia que un notorio número de atletas de media calificación con resultados sobresalientes en los primeros Campeonatos Mundiales empleó preferentemente la técnica del “hop dominador” para conquistar la correspondiente medalla de oro. (Tabla 2)
Tabla 2. Variantes del triple salto utilizada por competidores de media calificación y los correspondientes resultados en el salto en largo y triple salto (Kreer, 1980)
Sin embargo, una de las posibles causas que pudieran explicar la inclinación de los saltadores hacia un uso racional del ritmo en el triple es, a nuestro modo de ver, el por ciento de contribución de sus respectivos resultados en el salto en largo en las distancias de las fases del “hop” y “jump” ya que estas dos fases han sido las utilizadas históricamente como referencia del ritmo del triple salto según los primeros estudios realizados por Kreer y Povov(1980) y posteriormente por Hay (1997). Por ejemplo, en la antes referida Tabla 2 se observa que los resultados de los triplistas de media calificación en el salto en largo nunca sobrepasaron la marca de 8,00m. La media de los ocho saltadores fue de 7,53m. Por tanto, este puede ser uno de los indicadores principales del resultado deportivo en los atletas de alta calificación en comparación con los conseguidos por los deportistas de media calificación, pues un gran número de saltadores de alta calificación demostraron resultados superiores a los 8,00m en el salto en largo.
Por ejemplo, llama la atención que Hoffman, Oliveira y Banks, en sus respectivos saltos de 17,55m, 17,89m y 17,97m demostraron en sus correspondientes test resultados superiores a los 8,00m en el salto en largo, (es decir, 8,09m, 8,36m y 8,11m). Consecuentemente, a medida que aumenta la calificación de los saltadores se observa una tendencia a la disminución de la distancia entre el resultado en el salto en largo y la distancia de la fase del tercer salto. (Gráfico 2)
Por ejemplo, en el gráfico 2 se aprecia que la diferencia entre el resultado en el salto en largo y la fase del “hop” ha sido menor en los deportistas de media calificación, con 1,23m, lo que representa un 83,6% de contribución en comparación con la diferencia entre los de alta calificación donde fue de 1, 58m con un 80% de contribución.
Evidentemente, estas diferencias atestiguan una mayor contribución de esta primera fase, “hop”, para el resultado deportivo en los saltadores de triple de media calificación y, por consiguiente, predominio de la variante técnica “hop dominador”. Sin embargo, los saltadores de alta calificación en este gráfico redujeron la diferencia en el tercer salto, “jump”, hasta apenas 1,90m, es decir; demostraron un mayor por ciento de contribución (76%) contra una diferencia de 2,32m en los saltadores de media calificación que representa apenas el 69,1% de contribución. Por tanto, con el aumento de la calificación la distancia del tercer salto “jump” en el triple salto aumenta considerablemente para mejorar el resultado final. Este planteamiento se corrobora con las distancias alcanzadas en el tercer salto, “jump”, en Olivera, Banks y el actual recordista del mundo, el inglés Jonathan Edwards.
A su vez, el análisis correlativo entre el resultado del salto en largo y la distancia del primer y tercer saltos en los triplistas de media calificación no arrojó correlación entre la distancia de estas dos fases del triple salto y el resultado r=0.04 p< 0.05 y r=-0.07 p<0.05. Sorprendentemente, el resultado del salto en largo en este grupo de saltadores no ha contribuido suficientemente en las distancias alcanzadas por las fases del “hop” y “jump” del triple salto. Esto, por supuesto, no significa que el desempeño del triple salto estaría condicionado exclusivamente por el perfeccionamiento del salto en largo ya que existen otros factores que contribuyen de forma determinante, como son la velocidad en la carrera de aproximación y el nivel de desarrollo de la fuerza rápida de los saltadores. Por otro lado, la fase del primer salto, “hop”, en los saltadores de alta calificación no correlacionó con el resultado del salto en largo r=-0.01 p< 0.05. Sin embargo, se ratifica aún más la importancia de obtener una mayor distancia en la fase del tercer salto, “jump”, y mostrar una mayor relación con el resultado del salto en largo ya que el análisis correlativo indicó una interrelación estadística media positiva r=0.46 p< 0.05. Consecuentemente, en los triplistas de alta calificación el resultado del salto en largo tiene mayor influencia sobre la distancia del tercer salto, “jump”.
El análisis estadístico permitió constatar que el salto en largo debe ser una de las prioridades en la preparación de los saltadores de media calificación si se quiere mejorar el resultado en el triple salto, pues se advierten diferencias altamente significativas en este indicador a medida que aumenta la calificación t= 3.01 p>0.05. Sin embargo, no se trata simplemente de mejorar el resultado del salto en largo, sino que este logro debe estar en función de su contribución a las fases del primer salto, “hop”, y tercero, “jump”, al haber mayor similitud, desde el punto de vista cinemática con la técnica del salto en largo. Para retomar el discurso anterior mostramos como ejemplo la distribución, poco habitual, del triple salto utilizada por el norteamericano Beamon, quien apenas consiguió una distancia de 7,00m en la fase del primer salto “hop” teniendo un resultado de 8,90m en el salto en largo; es decir, la diferencia para este ilustre deportista fue de 1,90cm con solamente un 78,6% de contribución, cuando en otros atletas con resultados superiores a los 16,00m esta diferencia no superó 1,54m (Tabla 2). Por lo general el aumento de esta diferencia sacrifica menos los esfuerzos del competidor en el primer salto y aumenta las posibilidades de mejorar el desempeño del último salto como es el caso del brasileño João Carlos de Oliveira en su salto de 17,89m. La diferencia de 2,26m, es decir, con un por ciento de contribución de 72,9% en la fase del primer salto, “hop”, favoreció la menor diferencia en el tercer salto con 1,97m, es decir, un mayor por ciento de contribución (76,4%).
En este sentido recordamos que una de las menores diferencias en este tercer salto, y por supuesto el mayor por ciento de contribución con relación al resultado en el salto en largo fue la del saltador norteamericano Willian Banks con 1,42m (82,4% de contribución) en su salto de 17,97m.
No obstante, no podemos olvidar que no es conveniente el aumento considerable de cualquiera de las fases del triple salto o la conservación de los esfuerzos en algunas de ellas para conseguir mayor distancia en las posteriores. (KREER, 1980).
En fin, las perspectivas para el incremento del resultado en el triple salto en los deportistas de menor calificación deben estar orientadas hacia una mayor contribución de la distancia de la fase del tercer salto, “jump”, pues las diferencias entre las medias de los resultados de la muestra utilizada en este trabajo fueron altamente significativas t= 4,74 p> 0.05.
De igual modo, si analizamos los datos presentados en el Gráfico 3 sobre las distancias de las fases del primer salto, “hop”, y del tercer salto, “jump”, podemos ver que la mayor diferencia en la distancia entre ellas fue encontrada en el “jump” con 0,81cm corroborando los planteamientos anteriores sobre el análisis de las medias de los dos grupos de saltadores. Llama la atención que la diferencia entre la distancia de la fase del primer salto fue apenas 0,04cm lo cual demuestra una mayor conservación de la distancia en esta fase del triple salto, “hop”, a medida que aumenta la calificación, pues la comparación de las medias entre los dos grupos de saltadores no encontró diferencias significativas t=0,38 p<0.05.
Finalmente, el análisis estadístico corroboró que la velocidad en la carrera de aproximación debe ser otro de los indicadores importantes a considerar en la preparación de los triplistas en el transcurso del entrenamiento. La diferencia entre las dos medias de los grupos de saltadores fue altamente significativa, t=3,14 p>0.05.
El índice peso-talla en saltadores de triple de diferente calificación
Como ya se dijo, el índice peso-talla es un indicador para la especialización futura del saltador. En este sentido se observa que en los saltadores de triple de alta calificación el índice peso-talla es superior al encontrado en los triplistas de media calificación. Este se encuentra dentro de los límites propuestos por Jomenkov (1987). La diferencia de este índice entre las dos muestras de saltadores fue de 0,14 (Gráfico 4). Sin embargo, el análisis estadístico realizado demostró que la diferencia encontrada no es significativa t=0.92 p<0.05. Por tanto, con el aumento de la calificación las variaciones experimentadas en el índice peso-talla no son determinantes; es decir, los saltadores con resultados inferiores a los 16,00m presentan valores del índice peso-talla similares a los con que alcanzan resultados superiores a los 17,00m. Por ejemplo, el índice peso-talla del saltador brasileño Ademar Ferreira da Silva fue de 2.54 cuando saltó 16,56m. Este valor del excelente triplista brasileño que estableció cinco récords del mundo fue superior a los alcanzados por el también brasileño João Carlos de Oliveira (2.48) en su resultado de 17,89m y del norteamericano Williams Banks (2.48) con sus 17,97m. De igual modo, se observa en este Gráfico 3 que los indicadores de talla y peso son mayores en los triplistas de alta calificación. La diferencia de 10,4cm encontrada en la talla fue estadísticamente significativa en estos grupos de saltadores t=5.18 p>0.05. Por otro lado, la diferencia de 8,1Kg en el peso también encontró diferencias significativas t=3.53 p>0.05.
En este sentido el análisis correlativo entre la talla y el resultado en el salto triple mostró una interrelación estadística débil en los triplistas de alta calificación r=0.47 p<0.05 y una interrelación estadística media significativa en los de media calificación r=0.69 p>0.05. Es decir, el posterior aumento de la talla estará reflejado en el resultado del triple salto en los atletas de media calificación. Por otro lado el peso en los competidores de media calificación encontró una interrelación estadística fuerte positiva con el resultado del triple salto r=0.74 p>0.05. Evidentemente, el aumento del peso corporal para la muestra seleccionada de saltadores de media calificación representa una variable crucial para el resultado en el triple salto. Sin embargo, en los deportistas de alta calificación no es tan necesario aumentar el peso corporal. La interrelación estadística aquí fue débil r=0.38 p<0.05
Consideraciones finales
Evidentemente, las variaciones significativas en la estructura rítmica del triple salto de alguna forma guardan una relación directa con el resultado del salto en largo. Si los saltadores de triple de alta calificación se diferencian de manera significativa en este indicador de los saltadores de media calificación, resulta obvio que es fundamental dirigir nuestros esfuerzos en la preparación de los saltadores para mejorar el resultado del salto en largo, principalmente de la pierna que ejecuta el tercer salto “jump” pues en la mayoría de los saltadores es la pierna más débil y generalmente la que menos se ejercita durante los entrenamientos que están dirigidos al desarrollo de la fuerza rápida de la pierna con un simple contacto. Por eso, resulta conveniente que se haga una comparación entre los resultados del salto en largo de cada una de las piernas y seguidamente, determinar el por ciento de contribución para las fases del “hop” y “jump” del triple salto. Esta comparación permite realizar un análisis más objetivo de las posibilidades futuras del saltador.
De igual modo la contribución de la distancia de la fase del “jump” representa sin dudas la vía más eficaz para perfeccionar la estructura rítmica del triple salto cuando se habla de resultados por encima de la marca de los 18,00m. No obstante, sin un trabajo encaminado a perfeccionar las capacidades rápidas y la coordinación neuromuscular de los saltadores, sería difícil lograr esta respetada marca conseguida únicamente por dos saltadores a lo largo de la historia de esta modalidad de salto.
Por último, a pesar de que el índice peso-talla no mostró una diferencia significativa con el aumento de la calificación, debemos tener presente que la talla, principalmente, caracteriza el desempeño de los saltadores de alta calificación pues la longitud de las extremidades inferiores representan una gran ventaja al procurar una mayor distancia en cada una de las fases del triple salto.
Bibliografía
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ZATSIORSKI, V.M. Metrología deportiva. Ed. Planeta. Moscú, 1989.
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