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Herramientas psicológicas y deportes colectivos: la motivación

 

Profesor de Sociología del deporte y

Dirección de equipos deportivos

Facultad de Cultura Física de Ciego de Ávila

Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte

“Manuel Fajardo Rivero"

Lic. José Rey Martínez

pff_jose@cfísica.unica.cu

(Cuba)

 

 

 

Resumen

          El presente trabajo aborda el desarrollo de un estudio sobre algunas reglas o procedimientos que debe tener presente todo aquel que de algún modo se enfrente al arte de dirigir, sirva pues de guía o complemento para comprender y llevar adelante un equipo deportivo. En este artículo nos referiremos a algunas herramientas psicológicas y su importancia dentro del equipo deportivo, así como a otros elementos a condiserar para el buen desempeño del equipo como un todo. Es indudable el hecho que para el deporte moderno la relación entre los elementos de la preparación psicológica pueden influir en sus resultados deportivos. Las relaciones conceptuales dentro del equipo no son excluyentes; sino que hacen relevante el hecho de que el surgimiento y desarrollo esté determinado por las necesidades del equipo y de la vida social del mismo, donde se interrelacionan mutuamente, por lo que han de estar reflejadas en los objetivos y tareas de la organización a la cual pertenecen, en el anterior trabajo abaordamos el tema del clima Sociopsicologico, en le presente se trata el tema de la motivación y los deportes colectivos.

          Palabras clave: Herramientas psicológicas. Deportes colectivos. Motivación

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 143 - Abril de 2010

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Introducción

    Las herramientas psicológicas son armas a las que deben acudir todos los directores técnicos; sean noveles o consagrados, ya que esta ciencia ofrece la posibilidad de profundizar en las interioridades de los atletas, ayuda a corregir caprichos y situaciones de estrés por las que pasan nuestros jugadores, ante una actividad tan compleja y llena de matices como el deporte.

    Esta ciencia no actúa únicamente en el aspecto individual, enseñando al deportista a eliminar pensamientos negativos o a utilizar técnicas de concentración, sino que la presencia e intervención de un psicólogo especializado también ayuda a mejorar la compatibilidad psicológica y relación grupal que se establece en el equipo, o la de técnicos y entrenadores con este.

    Actualmente la psicología deportiva cubana marcha por un momento de buena salud y han proliferado varios textos en relación con el tema; a los autores García Ucha (2004), Cañizares Hernández (2004), Sánchez Acosta (2005) y Hechavarria Urdaneta (2008) pertenecen relevantes investigaciones sobre la influencia de esta ciencia para con el mundo del músculo. Contribuyendo a la precisión de elementos teóricos y metodológicos referidos a la caracterización de la psicología y su relación con el deporte, estos autores abarcan desde definiciones y conceptos, principios en que se debe sustentar el entrenamiento deportivo, así como dimensiones e indicadores posibles a utilizar, hasta los métodos y técnicas de investigación en los que puede apoyarse el director técnico en su labor pedagógica.

Desarrollo

La motivación y los deportes colectivos

    La motivación constituye una condición necesaria de la existencia propia del hombre y a su vez deviene en uno de los factores más importantes de su desarrollo, se puede considerar, el motor impulsor de toda su actividad.

    La unidad de lo interno y lo externo en la psiquis del deportista está dada principalmente por su reciprocidad, la actividad socio histórica engendra y modifica sus particularidades y a su vez estas repercuten sobre la actividad, la regula y transforma.

    En relación con este tema resulta esclarecedor los planteamientos hechos por López Rodríguez (2002) quien plantea: "la motivación constituye un elemento de vital importancia que contribuye a despertar en los alumnos el deseo de participar, de hacer actividades de carácter físico y deportivo".1

    La motivación es un aspecto muy complejo del comportamiento humano en sentido general y en particular de los deportistas. Se experimenta cuando se siente curiosidad, angustia, activación, movilización, inquietud ante algo que resulta interesante lo que favorece la concentración, la atención y que en última instancia conduce cuando se entiende posible, realizable a buscar la manera de satisfacer esa necesidad generada por ese algo, a veces perceptible y otras veces no, lo que hace a su vez que el individuo se oriente hacia ese algo percibido y desencadene una serie de acciones y operaciones, con el fin de satisfacer su inquietud, movilizada por el objetivo que lo motivó.

    La motivación ha estado presente a través de la historia de la humanidad. Desde los escritos de la Biblia, se encuentran pasajes que demuestran la senectud de la motivación como tema de inquietud de la personalidad, para el logro de sus objetivos; un ejemplo que lo demuestra es el pasaje bíblico, que describe la persistencia del pueblo israelita fuera de Egipto, donde vivían en condiciones de esclavitud y parten hacia la tierra prometida, conducidos por Moisés, mostrándose la acción conjunta de ese pueblo en la búsqueda de esa tierra que les había prometido Dios; aunque al final atribuyeran su triunfo a fuerzas sobrenaturales.

    Según Flores (1994)2, en su libro "La motivación, una alternativa para el éxito"; la motivación tiene razón de existencia desde los escritos bíblicos como ya se citó anteriormente y alcanza sus primeros fundamentos en las teorías de Lamarck y Darwin sobre la evolución de las especies. Lamarck basó su hipótesis partiendo del hecho de que una gran modificación en el ambiente de una especie animal daría por resultado la necesidad de un cambio en esa determinada especie. Esta necesidad de cambio producida por sentimientos internos, causaría en el animal la formación de nuevos hábitos para ajustarse a su nuevo ambiente.

    Con Allport (1970) se catequizan los estudios centrados en la concepción del hombre como tal, que lo diferencia en alguna de sus motivaciones del resto de la escala zoológica. En la remisión que este autor hace de las teorías de Mc Dougall y Freud, señala que si los instintos no cambian, entonces ¿Cómo se pueden explicar las diferentes conductas que presenta un niño de dos años y un adulto?3

    Si bien Mc Dougall argumenta que los animales se guían por instintos, es conveniente conocer que en el hombre estos son tendencias básicas, que proporcionan los móviles primordiales y que no todas estas tendencias están presentes en el niño pequeño, algunos necesitan madurar. Es síntesis, la personalidad adulta es una mezcla de motivaciones inalterables, pero desplazables. A nuestro juicio, portadora de una dinámica, que posibilita el movimiento de los motivos, entre los planos superiores e inferiores de una jerarquía motivacional personológica.

    Allport utiliza el término necesidad para determinar estos motivos básicos; entre las necesidades humanas más frecuentes estudiadas figuran las de comunicación, logro o éxito, afiliación, adquisición, agresión, autonomía, diferencia, dominio, nutrición y sexo.

    Maslow (1991), destacado psicólogo contemporáneo, continúa los estudios sobre las necesidades humanas en la misma línea que Allport. Señala que las necesidades fisiológicas son las más relevantes de todas las necesidades. Son determinantes, es decir, el organismo tiende a permanecer en tensión hasta tanto estas necesidades estén satisfechas; pero inmediatamente surgen otras y estas pueden dominar al organismo más que el hombre al sueño; y cuando estas necesidades están satisfechas aparecen otras superiores y así sucesivamente. Maslow plantea que las necesidades básicas están organizadas dentro de una jerarquía de relativo predominio, comenzando por las necesidades fisiológicas, luego las de seguridad, las sociales, las del ego y las de autorrealización. Una necesidad que está satisfecha deja de ser una necesidad. El organismo está dominado por las necesidades insatisfechas.4

    Lo anteriormente planteado nos lleva a pensar que la motivación es en sí un estado inherente a la condición humana. El propio Maslow acata que las actuales concepciones de la motivación parecen asumir que un estado motivacional es un estado especial, peculiar, diferente de otros acontecimientos del organismo. Por el contrario, debería asumirse que la motivación es constante, inacabable, fluctuante y compleja y que es una característica universal.

    Estos teóricos se pronuncian por destacar con respecto a la motivación, la importancia fundamental de la tendencia hacia la autorrealización, la cual surge de las metas y de los propósitos del sujeto en contradicción con el reflujo de si mismo y de su mundo. La distancia entre el plan o proyecto y el mundo percibido por el sujeto engendra una tendencia a la autorrealización. Destacándose fundamentalmente en este caso, la expresión de la personalidad, de sus necesidades, en los planes o proyectos, en el si mismo ideal, etc., o sea, destacan el papel activo de la personalidad y de sus necesidades en la motivación.

    Todos los estudios sobre motivación humana hasta aquí mencionados, no promulgan un verdadero objetivo y enfoque histórico en el análisis del problema motivacional humano y su relación con el deporte.

    El carácter activo del atleta en la regulación de su actuación, a través de los motivos más simples para la realización de una actividad común; como la realización de actividades complejas, como son las prácticas deportivas, a través de formaciones motivacionales, sólo es posible, reconociendo que la motivación humana tiene un carácter objetivo y sociohistórico, en una marcada interrelación biopsicosocial en su esencia, determinación y desarrollo.

    Desde este punto de vista, se deben destacar los estudios de autores marxistas como: Vigotski, Bozhovich, Leontiev, Rubinstein, González, entre otros.

    En los trabajos de Vigotski se plantea la necesidad de estudiar las formas más complejas de la psiquis humana a partir de "unidades integrales", como condición para el análisis de la función reguladora de la esfera motivacional de la personalidad. En este sentido se toma como sustrato fundamental el concepto de "formación motivacional". Los criterios de Vigotski, marcaron el inicio de un camino distinto al recorrido histórico anterior, en el estudio de la motivación, surgiendo a partir de este momento una firme concepción científica en el estudio de la motivación humana.

    Sus seguidores, destacan diferentes ángulos relacionados con la motivación humana de reconocido valor, por ejemplo: S. L. Rubinstein (1969), acentúa la importancia de las condiciones y procesos internos, en el estudio de la motivación y proclama el concepto de regulación inductora y necesidades individuales socialmente significativas; estableciendo la diferencia entre lo social significativo y lo puramente personal.

    Por su parte, Leontiev (1966) sentó las bases de una importante teoría sobre la motivación humana, que tiene su centro en la categoría de la actividad sociohistórica.

    Para este autor, en la teoría psicológica motivacional, lo primordial es la correlación entre los motivos y las necesidades y plantea: “la cuestión radica en que el objeto que puede satisfacer la necesidad dada, no está solidamente fijado dentro del propio estado de necesidad del sujeto; hasta que es satisfecha por primera vez, la necesidad "no conoce" su objeto, tiene que descubrirlo; sólo como resultado de este descubrimiento la necesidad adquiere su carácter objetal, y el objeto percibido (representado, pensado), su función exitadora y rectora de la actividad, es decir, deviene en motivo”5 Para Leontiev el objeto nace dotado de necesidades y la necesidad como fuerza interna puede realizarse solamente dentro de la actividad.

    Las necesidades del deportista subjetivamente se manifiestan como deseos y tendencias, al mismo tiempo que señalan que ha aparecido o se ha satisfecho una necesidad, regulan la actividad del mismo, motivando la aparición, el crecimiento o la desaparición de esta necesidad; junto a la necesidad debe estar y responder a ella un objetivo, esta combinación, según Leontiev, estimula, le da sentido y dirección a la actuación humana.

    De esta manera Leontiev y otros denominan a aquello que reflejándose en el cerebro del hombre incita a actuar y dirige esta actuación a satisfacer una necesidad determinada, motivo; estos se caracterizan por su variedad y se diferencian por el tipo de necesidad a que responden. En esta teoría los motivos se clasifican en: naturales, materiales, espirituales y superiores.

    Entre los motivos que causan una actividad compleja siempre hay uno que es el principal y es de suma importancia que los motivos sean conscientes, pues esto permite valorar los actos y cambiar el sentido de su actuación si no es efectiva.

    Un aspecto importante en la teoría de Leontiev, lo constituye el carácter de sistema de los motivos en la orientación de la actividad; no obstante, también se entiende que siempre debe haber uno más general, por ende superior que oriente la actuación del atleta, aunque tenga una relativa estabilidad.

    En realidad, esta teoría hace un mayor énfasis en la actividad externa que desarrolla el deportista, por lo que tiene un gran valor para la ciencia psicológica.

    Más tarde (1976), Bozhovich destaca el carácter relativamente autónomo y activo de conciencia y de la motivación6 humana, que expresa en las categorías: intenciones, ideales y autovaloración como expresión de la personalidad.

    En sus estudios sobre motivación en adolescentes, describe la necesidad como un objeto que precisa el individuo para dar salida a las funciones vitales de su organismo o para su propia personalidad: por su parte las motivaciones al igual que las necesidades son móviles de la conducta humana. No obstante, las mismas pueden incitar al hombre en forma indirecta, mediante un objetivo o una determinación adoptada conscientemente.

    Esta autora, difiriendo de la concepción de Lewin, aboga por el enfoque funcional del estudio experimental de las necesidades y motivaciones, para ello precisa, es necesario estudiar las necesidades y motivos reales que se forman a lo largo de la vida y el proceso de las actividades del hombre; para luego volver al análisis del papel que desempeña en el comportamiento y la actuación del individuo y establecer su función dentro de la formación de la personalidad.

    La personalidad según Bozhovich, porta una estructura armoniosa junto a la esfera motivacional, cuando el individuo, así como las decisiones y propósitos conscientemente adoptados, son capaces de dominar los estímulos inmediatos, dando a la conducta del sujeto un carácter volitivo; que se hace cada vez más consciente con la edad, dotando a dicha estructura de motivos dominantes, del tipo de formaciones psicológicas superiores, entre las que se destacan los ideales y la autovaloración, junto a los deseos de responsabilidad.

    En las investigaciones realizadas por esta estudiosa de la motivación, se evidencia que en la ontogenia las necesidades del individuo se modifican no solamente por parte de su contenido y dinamismo, sino también por parte de su estructura, esto permite enfocar el proceso del desarrollo de las fuerzas estimulantes de la conducta humana, como proceso de conversión de las necesidades naturales en sus formas mediatizadas, propias sólo del hombre en calidad de ser social; este proceso está regido por las mismas leyes generales establecidas por Vigotski; por lo que Bozhovich, su continuadora, ha aportado con sus estudios importantes conocimientos a la psicología contemporánea.

    Después de haber hecho referencia a aquellos aspectos generales en torno a la motivación a un nivel conceptual, realizando un recorrido por diferentes momentos y algunos autores que pueden ilustrar la evolución del criterio sobre la motivación humana, en la historia del hombre y su influencia para con los deportes; con la intención de ubicar a los directores técnicos y lectores dentro del tema, arribamos a la siguiente interrogante: ¿Qué es la motivación?

    Si en este momento usted tuviera que responder la anterior pregunta, tal vez sus expresiones precisaran: "la motivación es la disponibilidad de la persona para realizar una actividad"; "es lo que impulsa al hombre a actuar"; "es el interés por hacer algo que a uno le agrada"; "es la orientación de la persona hacia algo que quiere lograr"; "es querer hacer alguna cosa".

    Todas estas respuestas se relacionan de una u otra manera con la motivación y expresan en común las necesidades que experimenta el hombre ante la carencia de aquello que no posee y que en alguna medida se interesa por alcanzarlo y serian perfectamente adecuadas para con el deporte.

    Al analizar los criterios definitorios que ofrecen los autores anteriores sobre motivación, se puede dilucidar, que estos teóricos aceptan la motivación como algo dinámico, movilizador que se da en los atletas, que parte de la experiencia y la propia proyección del hombre, lo cual puede atribuírsele a estimulaciones del orden interno y externo; manifestándose como un motor impulsor con características diferentes en cada persona, en múltiples ocasiones, incluso ante una misma estimulación. Es decir, su manifestación es muy personal y selectiva.

    El autor es del criterio que la motivación es un proceso movilizador, orientador y regulador de la actuación deportiva, con el fin de satisfacer sus necesidades más crecientes, generadas por objetos que estimulan la actuación del atleta y se convierten en metas a alcanzar. En última instancia, estos objetos reflejados por el sujeto constituyen los motivos que orientan su proyección en la vida deportiva y social.

    A modo de conclusión de las generalidades motivacionales antes expuestas, el autor puede plantear que en el estudio de la motivación humana, como expresión de orientación de la personalidad, es una necesidad, un enfoque teórico que tenga como objeto central al atleta en sí, en estrecha relación con su medio. Donde este pueda lograr una orientación motivacional personológica a partir de su propia autorregulación; en estrecha unidad motivacional-afectivo y cognitivo-instrumental de forma consciente, creadora.

    La motivación es un elemento esencial en la orientación de la vida del deportista, por ende, esencial de su existencia. De esta manera coincidimos y ratificamos el planteamiento de Allport, que expresa:

    "El problema de la motivación ocupa una posición central en el estudio psicológico de la personalidad. Algunos autores afirman que ambas cosas son idénticas. Nosotros, aunque no creemos necesario aceptar esta extrema exactitud, reconocemos que toda teoría de la personalidad se centra en el análisis de la naturaleza de la motivación."

    Para González la motivación humana es uno de los aspectos esenciales de la personalidad y para muchos autores el núcleo de su estructura. Sin embargo, su estudio dentro de la psicología enfrenta un gran número de problemas, muchos de los cuales están por resolver.

    Este autor, entiende que los motivos del hombre no pueden estudiarse como unidades dinámicas aisladas, que lo orientan a un comportamiento inmediato, sino en el complejo proceso de la mediatización de su función reguladora, por la autoconciencia, aspecto distintivo de toda función psíquica superior; este enfoque conduce a la unidad necesaria de lo cognitivo y lo afectivo, como atributo esencial de la regulación motivacional. Esta unidad se integra con una determinada organización y jerarquía por la acción activa de la personalidad; donde los motivos de esta presentan diferente potencial regulador, dado por sus distintos niveles de concientización; no obstante los motivos que conforman esta jerarquía, le dan a la persona su orientación, que no siempre está dada por motivos estables y dominantes, sino que hay en la persona una coexistencia de motivos que guardan relativa estabilidad.

    En la teoría de González Rey se destaca además como aspecto positivo, su crítica a algunas teorías psicológicas, en lo referido a motivos y necesidades.

    En cuanto a las necesidades superiores, espirituales Fernando, en desacuerdo con Leontiev y otros, plantea que su fuente de gratificación no es el objeto en sí mismo, sino el proceso de relación que establece el hombre con su objeto.

    Al respecto expresa: "tanto la necesidad de comunicación, amor, amistad y todas las que se expresan en las relaciones sociales de la persona, no dependen del objeto en sí mismo, sino del tipo de relación que se mantiene de manera estable con el otro".7

    Debido a las diferentes posiciones expuestas a través del estudio de la motivación el autor considera asumir la posición de los teóricos que abogan por un enfoque integrador y personológico en el estudio de la motivación humana.

    Enmarcado en un contexto de relaciones y actuación muy nuestro, cubano, en el que se puedan emitir criterios y valoraciones propias, respecto a la construcción y desarrollo de la personalidad de nuestros atletas.

    Es necesario destacar, que aunque se asuma un enfoque teórico integrador y personológico de la motivación deportiva, donde se estudie este aspecto de la personalidad tomando como punto de análisis al atleta como un ser biopsicosocial y desde su estatus de personalidad que se desarrolla, en estrecha unidad motivacional afectiva y cognitivo instrumental, en su estructura y funcionamiento, se logra un análisis y estudio integrador de la personalidad y la motivación; solo si se tiene en cuenta lo positivo de las corrientes y teóricos que en el decursar de la historia han incursionado en los estudios sobre la motivación.

    Además, que en el estudio de la motivación lo más importante es lograr una integración metodológica que evidencie la verdadera orientación del deportista hacia la vida; ello es posible lograrlo con el uso de nuevas metódicas, con un formato teórico-práctico integrador de toda la información que pueda ofrecer el sujeto; ya sea por vía directa, indirecta, consciente o inconsciente, tanto de su estructura motivacional de contenido personológico, como del funcionamiento de dicho contenido.

Notas

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  2. Flores C. T. (1994) Motivación, Una Alternativa para el Éxito. Editorial. Fedrupel, Caracas, Venezuela.

  3. Allport G. W. (1971) La personalidad, su configuración y Desarrollo. Edición Revolucionaria. Instituto Cubano del Libro.

  4. Maslow A. (1979) El Hombre Autorealizado. Ediciones Kairós, Barcelona. España.

  5. Leontiev A. N (1974) Las Necesidades. Los Motivos y La conciencia en lecturas de motivación y procesos afectivos. Universidad de La Habana.

  6. Allport G. W. (1971) La Personalidad, su configuración y desarrollo. Edición Revolucionaria. Instituto Cubano del Libro.

  7. González Rey F. (1983) Motivación Profesional en Adolescentes y Jóvenes. Editorial Ciencias Sociales. La Habana.

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