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Hábitos saludables en escolares. Guía para padres

 

*Diplomada en Enfermería por la Universidad de Almería

**Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

por la Universidad de Extremadura

(España)

Laura Nieto López*

laura13383@hotmail.com

Nicolás Parra Rojas**

nicolas.parra@educarm.es

 

 

 

Resumen

          Este artículo tiene como principal finalidad servir como recurso para ayudar e informar a las familias en lo que a la adquisición de hábitos saludables por parte de sus hijos se refiere, para así poder disfrutar de una alimentación y hábitos de actividad física saludables.

          Palabras clave: Salud. Actividad física. Alimentación. Obesidad. Hábitos saludables

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 143 - Abril de 2010

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1.     Introducción

¿Su hijo está excedido de peso o corre riesgo de estarlo? ¿Qué puede hacer para ayudarlo?”

    Como parte activa en cualquier programa de peso saludable, los padres pueden ayudar a sus hijos a cumplir con sus objetivos de bienestar llevando a cabo cambios para mejorar la salud en casa. Existen muchos factores que pueden afectar el peso, aunque el entorno del niño es generalmente uno de los principales. Una alimentación saludable y la práctica de ejercicios no se convierten en hábitos de la noche a la mañana. Integrarlos a una rutina diaria lleva tiempo y esfuerzo.

Laura Nieto López y Nicolás Parra Rojas

    Esta guía le indicará aquello que usted puede hacer en su casa para ayudar a su hijo. La guía habla, principalmente, de la importancia de una nutrición equilibrada y de la práctica de actividad física. Las recomendaciones que aquí se dan están pensadas para niños de 6 a 12 años.

    Se trata, pues, de un documento que ha sido diseñado para proporcionar información a los padres y madres que cuentan con unos conocimientos limitados sobre este tema, por lo que hemos tratado de evitar la presentación de un texto excesivamente complicado.

2.     Datos sobre obesidad infantil en España

    El problema de la obesidad infantil es especialmente significativo en niños y niñas de 6 a 12 años de edad. Los datos estadísticos revelan asimismo que la prevalencia del sobrepeso y la obesidad es más elevada entre los chicos españoles que entre las chicas españolas.

    En comparación con otros países europeos, España presenta uno de los porcentajes más elevados en materia de sobrepeso y obesidad en la infancia, tal y como ilustra la Figura 1.

Figura 1. Incidencia del sobrepeso infantil (con inclusión de la obesidad) tanto en chicos como en chicas 

en los países europeos seleccionados (datos obtenidos de la página web del Grupo Internacional sobre

Obesidad -International Obesity Task Force —IOTF— (http://www.iotf.org/database/ChildhoodTablabyRegionFeb06.htm)

    La carga de las enfermedades relacionadas con la obesidad para la sociedad moderna es inmensa, tanto en términos de costes económicos para los sistemas sanitarios como, a nivel individual, en términos de reducción de la calidad y la cantidad de vida. Sólo en España se ha calculado que los costes directos e indirectos asociados a la obesidad engloban aproximadamente el 7% del gasto total de salud, es decir, aproximadamente 2.500 millones de euros al año.

3.     Solución al problema: dieta equilibrada y práctica de actividad física

    La Organización Mundial de la salud (OMS) ha elaborado unaEstrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud”, que rige desde el año 2004 y sigue vigente en la actualidad. A continuación se hace una breve exposición de los dos factores fundamentales que es necesario tener en cuenta para que nuestros menores adquieran hábitos saludables.

3.1.     Dieta equilibrada

    La dieta que debe acompañar a un programa de ejercicio es la misma que se sigue para gozar a largo plazo de una buena salud. Una dieta equilibrada, basada en hidratos de carbono, como por ejemplo: pan, pasta y arroz, patatas, cereales y unas cinco piezas de frutas del tiempo y verduras, legumbres, pescado y aceite de oliva en lugar de mantequilla, se considera ideal para la conservación de la salud. Es imperativo reducir la ingestión de carne roja y de productos frescos grasos, así como de pasteles, galletas, frituras y dulces, que debe permitirse sólo como caprichos ocasionales.

    Un niño que consume gran cantidad de alimentos con un alto contenido en grasa, azúcar, sal y aditivos artificiales puede carecer de algunos micronutrientes como la vitamina C, hierro y calcio, esenciales para obtener energía y fortalecer el sistema óseo.

    La clave de una dieta sana es que sea variada y equilibrada; una correcta alimentación resulta fundamental para mantener la salud y prevenir las enfermedades. Las necesidades nutricionales (y calóricas) varían de un individuo a otro, dependiendo del sexo, la edad, el estado de salud y el nivel de actividad, pero la mayoría de la gente necesita comer e la misma proporción los alimentos de los distintos grupos alimenticios. Algunos alimentos deben consumirse regularmente y en grandes cantidades, mientras que otros menos nutritivos deben ingerirse sólo de vez en cuando y en pequeñas proporciones, como decíamos anteriormente. Se entiende por alimentación equilibrada la proporción justa entre los principios nutritivos:

  • Carbohidratos. El 60% aproximadamente de nuestra dieta debe estar formada por los alimentos que los contienen. Se encuentran en el pan, las patatas y la pasta. También se les denomina hidratos de carbono.

  • Grasas. Las grasas constituyen el 25% de los alimentos que ingerimos; los hay en la mantequilla, el aceite, además de en la carne, pescado y huevos. El almacén de energía está compuesto básicamente de hidratos de carbono y grasas.

  • Proteínas. Deben formar un 15% de nuestra dieta. Se encuentran en las carnes, pescados y huevos

  • Agua: Constituye el 70% del peso total de nuestro cuerpo. Es indispensable para estabilizar el proceso hidrolítico de nuestro organismo y transporta los minerales necesarios.

  • Minerales: Facilitan el metabolismo y son básicos para la producción de energía. El Calcio, Hierro, Yodo, Magnesio, entre otros son fundamentales.

  • Vitaminas: No aportan ningún valor energético pero son fundamentales para el desarrollo del Sistema Músculo-esquelético. Podemos citar como ejemplo las vitaminas C. B, B-1, A y D.

    La pirámide alimenticia nos enseña la variedad de alimentos que debemos y podemos consumir de forma diaria para mantener una buena nutrición (Figura 2).

Figura 2. Pirámide alimentaria

3.2.     Práctica de actividad física

    Indudablemente, los retos planteados por el creciente problema de la inactividad física y la obesidad en la infancia pueden ser considerados como algunos de los desafíos más relevantes para la salud pública en el siglo XXI. La responsabilidad de la mejora de los niveles de actividad física y de otras conductas relacionadas con la salud infantil recae en todos los miembros de la sociedad. Sin embargo, los padres de niños con problemas de obesidad constituyen el componente más importante de la red de influencias, con el único objetivo de conseguir mejorar las conductas relacionadas con la salud, como, por ejemplo, la actividad física.

    En relación a esto exponemos a continuación los beneficios que para la salud aporta la práctica de actividad físico-deportiva en la infancia, así como las consecuencias que la adquisición de hábitos saludables puede tener en la futura vida adulta de los niños y niñas (Figura 3).

Figura 3. Principales beneficios de la actividad física en la infancia

    Existen recomendaciones específicas que pueden extraerse de entre las diferentes guías, vienen a ser los siguientes:

  1. Diariamente, es deseable que niños y adolescentes realicen algún tipo de ejercicio físico durante al menos 60 minutos.

  2. La actividad será apropiada a su edad, atendiendo a sus características biológicas y psicológicas.

  3. Es necesario establecer propuestas de ocio activo de forma que se reduzca el tiempo dedicado a actividades sedentarias. Dichas propuestas deben abarcar un rango de actividades amplio en el que se incluyan deportes y actividades físicas en forma de juegos.

4.     Guía para padres y madres

    A continuación, daremos algunas recomendaciones que debemos tener en cuenta para conseguir nuestros objetivos. El aspecto más importante y que en mayor medida se debe tener en cuenta es hacer que toda la familia participe, es decir, a menudo los niños presentan una mayor predisposición a consumir alimentos saludables y a llevar una vida activa si tienen el ejemplo de sus padres y de otros miembros de la familia. Es por eso que resulta tan importante que todos los miembros de su familia participen de manera activa en el desarrollo de una dieta sana y en la práctica de ejercicios.

4.1.     Hábitos alimenticios saludables: algunos consejos básicos

  • Establezca horarios fijos para las comidas en casa.

  • Comparta al menos una comida al día todos juntos.

  • Haga 5 comidas diarias (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena).

  • Trate de que cada comida sea un momento agradable de reunión.

  • No obligue al niño a que se acabe toda la comida del plato si no le apetece.

  • Asegúrese de que cada comida dura más de 15 minutos, para ello es bueno que el niño haga una buena masticación de los alimentos.

  • Coma siempre en los mismos lugares de la casa.

  • No utilice la comida como castigo o como premio.

  • Lleve un registro escrito de la dieta semanal, teniendo en cuenta los datos para una dieta equilibrada que expusimos anteriormente (figura 2). Por ejemplo, tener en cuenta el consumo de agua abundante o las 4 ó 5 piezas de fruta al día.

  • Anote diariamente lo que el niño con sobrepeso consume es una buena forma de controlar si se están cumpliendo los objetivos marcados en el menú semanal.

  • No genere expectativas irrealizables o muy a corto plazo.

  • No restrinja la comida más de lo necesario.

  • Si su hijo quiere repetir, deje pasar 5 minutos, para ver si pasado este tiempo sigue teniendo hambre.

  • Divida la comida de tal manera que comience con los alimentos bajos en calorías (frutas, vegetales, ensaladas) y luego pase a aquellos con un contenido calórico más alto (pan, pastas y carnes).

4.2.     Práctica de actividad física: conductas de la vida cotidiana

    Diferentes trabajos han establecido la necesidad de que durante la infancia y la adolescencia se consolide un estilo de vida activo, puesto que los patrones de actividad física habitual adquiridos en estas edades determinan, en gran medida, la adopción de conductas relacionadas con la práctica de actividad física saludable y el mantenimiento de una condición física adecuada.

    Anteriormente (apartado 3.2) hicimos referencia a una serie de recomendaciones que deberíamos tener en cuenta a la hora de enfocar la práctica de actividad física de nuestros menores.

    En España, a la edad de 11 años declaran realizar práctica de actividad física habitual alrededor del 24% de las niñas y el 32% de los niños, según los datos del estudio de la OMS “Health Behavior in School Children” del año 2008. Estos datos nos dan a entender la baja incidencia que tiene la práctica de actividad física entre nuestros escolares. Teniendo esto en cuenta, a continuación, se expone una tabla donde se describen los patrones de actividad física de los niñ@s y su relación con la salud, dentro del cual cada uno de los padres o madres podrán encuadrar a su hijo y así sacar conclusiones de las consecuencias que para su salud puede tener la adquisición de unos hábitos u otros.

Figura 4. Conductas de la vida cotidiana asociadas a diferentes patrones de actividad física y su relación con la salud

5.     Conclusiones

    El incremento en el número de problemas de peso y obesidad, especialmente en los niños, es un serio problema de salud a nivel nacional. Esta alarmante tendencia amenaza la salud, longevidad y calidad de vida de millones de familias. Esta guía para se basa en un conjunto de pruebas científicas recogidas a partir de observaciones efectuadas por profesionales de la salud y la actividad física con el fin de fijar y alcanzar objetivos de control de peso. Esta guía es una importante herramienta para ayudar a padres e hijos a lograr resultados positivos.

Bibliografía

  • American College of Sports Medicine. Opinion Statement on Physical Fitness in Children and Youth. Medicine and Science in Sport and Exercise. 1988(20):422-3.

  • American Dietetic Association. “If Your Child is Overweight: A Guide for Parents”. Wisconsin. 2003.

  • Dietary Reference Intakes for Energy, Carbohydrate, Fiber, Fat, Protein and Amino Acids (Macronutrients). 2002 [cited 2007 27-nov-2007]; Available from: http://www.nap.edu/books/0309085373/html/.

  • Ministerio de Sanidad y Consumo, Ministerio de Educación y Cultura, Cultura Md: Actividad Física y Salud: Guía para Padres y Madres. In.: Ministerio de Educación y Cultura; 1999.

  • Ministerio de Sanidad y Consumo. Actividad física y salud en la infancia y la adolescencia. Guía para todas las personas que participan en su educación. Madrid: Grafo; 2006.

  • Organización Mundial de la Salud: Reducing risks, promoting healthy life. World Health Report 2002. In: 2002; Geneva: World Health Organization; 2002.

  • PINO ORTEGA, J. & DE LA CRUZ SÁNCHEZ, E. “Estudios sobre la actividad física en la infancia”. Facultad de Ciencias del Deporte. Universidad de Murcia. 2008.

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