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Diseño de un juego motor: ‘El Peloteado

 

Diplomado en Magisterio. Educación Primaria

Especialista Universitario en Educación Infantil

Licenciado en Psicopedagogía

Diplomado en Educación Física

Roberto Machín Casañas

roberto_m_c@yahoo.es

(España)

 

 

 

Resumen

          Se diseña un juego motor muy divertido: “El peloteado” que puede ser aplicado en las clases de Educación Física.

          Palabras clave: Juego motor. Educación Física

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 15 - Nº 143 - Abril de 2010

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Introducción

    Vamos a diseñar un juego con unas reglas muy claras y definidas; y con una característica principal: el objetivo final del mismo es conseguir el máximo número de jugadores; ese será el equipo vencedor.

    Posteriormente, una segunda parte de la sesión consistirá en mejorar la fluidez del juego. Para ello introduciremos nuevos elementos en el juego.

    Y una última parte en esta sesión consistirá en realizar una variante del juego con el objetivo de disminuir el carácter competitivo del mismo.

Desarrollo de la propuesta práctica

Objetivo del juego

  • Lanzar la pelota y acertar en el contrario con la finalidad de ir ganando jugadores.

Jugadores

  • La clase se divide en dos equipos con el mismo número de jugadores.

Espacio de juego

  • Habrá dos zonas claramente definidas, una para cada equipo, delimitadas por una línea central.

Descripción del juego

  • La clase dividida en dos equipos y cada uno de ellos en una zona bien delimitada y con un máximo de tres pelotas. Hay que intentar acertar con la pelota a algún jugador del equipo contrario. Si alguien es acertado pasa al bando contrario. Ganará el equipo que al finalizar el tiempo estipulado posea el máximo número de jugadores en su campo.

Material

  • Una cuerda para delimitar la línea central de división de los dos equipos.

  • Tres pelotas.

Tiempo de juego

  • 2 minutos aproximadamente.

Reglas

  • Ningún jugador de cualquiera de los dos equipos podrá invadir el campo del contrario (delimitado por la línea central).

  • Las pelotas hay que lanzarlas por debajo de la cintura.

  • No vale salirse del campo, a excepción de recoger las pelotas que hayan salido del mismo.

  • Si recepcionas una pelota con las manos no pasas al equipo contrario

  • Cuando un jugador es acertado por la pelota, hay que esperar a que se incorpore al equipo contrario y no se pueden lanzar más pelotas hasta que esto ocurra.

  • Sólo se puede salir del campo para coger las pelotas que hayan salido pero siempre 3 pelotas por equipo.

  • Cada equipo tendrá siempre un máximo de tres pelotas.

Variantes

  • Para mejorar la fluidez del juego introduciremos un mayor número de pelotas (6 por cada equipo).

  • Para disminuir la competitividad del juego introduciremos algunas modificaciones en el desarrollo del mismo:

  • Solamente un equipo comenzará siendo el poseedor de las tres pelotas que intentarán lanzar a sus oponentes. Sus oponentes tendrán que intentar recepcionar la pelota Cuando esto ocurre se invierten los roles: el que ha lanzado y ha acertado en un contrario pasará al bando contrario; y el que ha sido acertado con la pelota pasará al equipo de lanzadores.

  • El equipo de lanzadores será el único que podrá salir del campo de juego para recoger las pelotas que salgan del mismo.

Conclusiones

    Este juego puede aplicarse perfectamente en la escuela teniendo siempre en cuenta las características a los sujetos a los que va dirigido (sus edades, necesidades,…). Como hemos visto este juego no requiere de mucho material para su desarrollo. Tampoco se precisa de un espacio demasiado extenso para el desarrollo del mismo. Y la duración del juego tampoco es larga evitando así la posibilidad de monotonía en el mismo. Es conveniente utilizar pelotas blandas para evitar posibles daños en los niños y evitar riesgos innecesarios en el juego.

    Pensamos que el juego en sí no posee desventajas para su aplicación en la escuela; eso sí, siempre que la explicación del mismo a los menores haya sido la adecuada y se haya recalcado la necesidad de cumplir las normas y reglas del juego. También es muy importante evitar o moderar las posibles riñas o disputas que pudieran surgir entre los diferentes equipos fomentadas quizás por el alto grado de competitividad que el juego presenta en un principio. Para ello, con la última parte de la propuesta práctica intentamos conseguir reducir ese grado de competitividad de las sesiones anteriores. Con esto queremos concluir que no pensamos que los juegos posean desventajas para su aplicación en la escuela, siempre y cuando se realicen las oportunas adaptaciones (a las edades, tiempo, material, espacio, organización, estructura,…)

    Resulta interesante ver como en cualquier juego, modificando determinados aspectos; tales como su espacio, materiales o estructura del juego,… se consiguen resultados muy diferentes en el mismo. Concretamente en nuestro juego hemos aumentado el grado de fluidez simplemente añadiendo más pelotas.

    Finalmente por ello destacamos la importancia de tener un completo soporte teórico del juego antes de llevarlo a la práctica donde estén recogidos todos los aspectos fundamentales para su éxito posterior (objetivo que se pretende, contenidos a trabajar a través del juego, a quien va dirigido, que material necesario, espacio adecuado, posibles variantes,…).

Bibliografía

  • Navarro, V. (2003) “El afán de jugar”. INDE, Barcelona.

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