Zonas de juego en el centro urbano | |||
*Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte Técnico Superior en Actividades Físico Deportivas **Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte Técnico Superior en Entrenamiento Personal y Fitness |
Ginés Pérez Iniesta* Jorge Sánchez Lorente** (España) |
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Resumen El presente trabajo se va a centrar en el análisis de las zonas donde se pueden realizar las actividades recreativas de jóvenes y mayores, en el centro urbano, quedando patente a medida que avanza la sociedad, que cada vez más se ven reducidas las zonas de juego por diferentes factores. Palabras clave: Zonas de juego. Centro urbano. Ocio. Tiempo libre. Actividad recreativa |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 142 - Marzo de 2010 |
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1. Introducción
Con motivo de evitar posibles confusiones acerca del título del presente trabajo, “zonas de juego en el centro urbano”, se procederá a continuación a realizar una definición de los conceptos que se deben de tener claros para la correcta comprensión de este trabajo.
Como punto principal y del cual se derivan los demás conceptos se procede a definir tiempo libre. El tiempo libre se entendería como aquella franja horaria que se encuentra fuera del tiempo dedicado al trabajo, es decir, tiempo del que dispone una persona fuera de sus obligaciones laborales.
Para poder continuar, se utilizará como referencia el espectro del tiempo libre propuesto por Elías y Dunning (1992, citado en Gallardo y Hernández, 1994), que va a permitir una acotación más exacta de los términos que se pueden prestar a confusión (tiempo libre, ocio y actividades recreativas) y que van a conducir a las actividades que interesa para el presente (tabla 1).
Tabla 1. Espectro del tiempo libre de Elias y Dunning
Se puede definir ocio como “conjunto de ocupaciones a las que el individuo puede entregarse por su voluntad, sea para descansar, sea para divertirse, sea para desarrollar su participación voluntaria, sus informaciones y su cultura, después de haberse liberado de todas sus obligaciones profesionales, familiares o de cualquier otra clase” (Dumazedier, 1964, citado en Gallardo y Hernández, 1994).
De acuerdo con la clasificación del espectro del tiempo libre se puede comprobar que no todo el tiempo libre es ocio, y por lo tanto, sólo una parte de ese tiempo libre se puede dedicar al ocio.
A continuación vamos a definir el concepto de actividad recreativa, ya que con éste se van a esclarecer algunas de las interrogantes que pueden surgir sobre el porque del planteamiento seguido en el presente trabajo. Se entiende actividad recreativa según (Elias y Dunning, 1992, citado en Gallardo y Hernández, 1994) como aquella que reúne las siguientes características:
“El grado de “rutinización” suele ser inferior al de las demás actividades de tiempo libre”.
“Las actividades recreativas tienen un alto grado emocional, aspecto normalmente prohibido en otras actividades de tiempo libre y sobre todo en actividades ocupacionales”.
“El grado de voluntariedad y la elección individual es mucho mayor en las actividades recreativas”.
”Las actividades recreativas entrañan frecuentemente ciertos riesgos. Tienden a desafiar la rutinaria vida de las personas sin poner en peligro su subsistencia y su posición social. Permiten que la gente se relaje o se burle de las normas que las normas que gobiernan su vida no ociosa, y que no lo haga pensando en su conciencia o en la sociedad”.
“la sociabilidad desempeña un papel básico”.
La recreación siempre es una actividad voluntaria y nunca obligatoria” (p. 61).
A modo de concretar se puede establecer una definición de actividad recreativa, definiéndola como aquella actividad libre, espontánea, con normas flexibles, donde deben participar todos, el resultado es secundario, prima la cooperación, el esfuerzo. Son actividades alegres, entusiastas, satisfactorias, formativas, sociales, liberadoras, sin finalidad (no espera un resultado final, sino que busca el gusto por la participación), con valores y persigue un objetivo placentero.
Por último las actividades recreativas se pueden clasificar en (Gallardo y Hernández, 1994):
Receptivas: Aquellas en las que el sujeto no realiza la acción directamente, mantiene una actitud pasiva en relación con la actividad.
Ejecutivas: Aquellas en las que el sujeto participa activamente (realiza la acción).
De la misma forma esta clasificación permite señalar que las actividades recreativas son actividades de tiempo libre, pero no todas las actividades de tiempo libre son recreativas. Ocio es una actividad con fin en si mismo y actividad recreativa es un medio para conseguir algo. Cuando la actividad se convierte en un medio deja de ser ocio y pasa a ser una actividad recreativa.
2. Diferentes zonas de juego en el centro urbano
En la actualidad, los niños se ven privados de espacios para jugar, pues cada vez hay más vehículos y las calles son peligrosas. Así que los parques infantiles, parques, plazas, jardines, ludotecas, pistas polideportivas, etc., se han convertido en una buena alternativa para que los ciudadanos pasen su tiempo libre.
2.1. Parques, plazas y jardines
Son terrenos destinados en el interior de una población a prados, jardines y arbolado para recreo, adorno y también destinado a la colocación de infraestructuras orientadas al juego infantil, como son toboganes, columpios, etc. que ayudan a la diversión y desarrollo natural del niño, además de ser un lugar idóneo de recreo para adolescentes y adultos.
2.1.1. Seguridad en los parques
Por desgracia, no existe legislación española que regule cómo han de ser los parques infantiles en relación a seguridad y calidad de aparatos e instalaciones. Por esta razón, los estudios realizados se han basado en normativas europeas (la comunitaria EN 1176 y 1177, y la alemana DIN-7926) a la hora de establecer criterios de evaluación del estado de los aparatos. Con frecuencia, las deficiencias de equipamiento detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas. Por ejemplo, en el 23% de los columpios, toboganes, balancines y conjuntos estudiados hay defectos contemplados en ellas (altura excesiva, ausencia de vallas protectoras, pavimentos inadecuados). Esto, en relación al total de aparatos estudiados (490), significa que uno de cada 10 presentaba alguna carencia enunciada por las normativas europeas.
Anclajes peligrosos
Son muy pocos los que no se encuentran fijados al pavimento. Se aconseja más como prevención ante actos vandálicos que por motivos de seguridad, aunque los anclajes evitan que los aparatos vuelquen. Los principales aspectos a tener en cuenta dentro de los anclajes son: los aparatos deben ir bien sujetos al suelo de forma que la base no sobresalga (dicha situación entraña riesgo en caso de caídas) y los tornillos, que los fijan al suelo, no deben sobresalir demasiado, con el riesgo que supone en caso de caída de los niños (Consumer, 1998).
Emplazamientos inadecuados y muy poca información
Aproximadamente la mitad de las zonas de juego que han sido objeto de análisis están delimitadas por algún vallado, muro o murete. Estas delimitaciones, o la ausencia de las mismas, suponen peligro para los niños. Todavía queda mucho por hacer, ya que en casi la mitad de los parques hay tráfico que afecta al desarrollo de las actividades de juego, por ruidos o por riesgo de atropellos.
Asimismo, está comprobada la inexistencia de informaciones de utilidad en las áreas de juego, como las relativas a centros sanitarios a los que acudir en caso de accidente o a técnicos de mantenimiento que puedan reparar los desperfectos en las instalaciones. De la misma manera, es muy poco frecuente la diferenciación de los diversos espacios y aparatos en función de la edad de los usuarios (Consumer, 1998).
Medidas de seguridad en los parques infantiles
El artículo 6, del decreto 127/2001 del 5 de junio, sobre seguridad en los elementos de juego expone que:
Los elementos de juego integrantes de los parques infantiles deberán tener unas dimensiones adecuadas a los menores para cuyo uso estén destinados, favorecer su desarrollo evolutivo y potenciar los procesos de socialización, integración y respeto hacia el medio ambiente.
Los elementos de juego habrán de estar elaborados con materiales que no sean metálicos, tóxicos, ni conductores de la electricidad, deberán estar convenientemente tratados para que no desprendan, por su uso, astillas o restos susceptibles de causar daño a los menores, y carecerán de aristas, bordes, puntas o ángulos peligrosos para la integridad física de los usuarios. Los anclajes y sujeciones de los elementos de juego al terreno serán firmes y estables. Los elementos de juego deberán cumplir, asimismo, las especificaciones técnicas previstas en las normas que se relacionan en el Anexo del presente Decreto.
La superficie sobre la que puedan caer los menores en el uso de los elementos de juego será de materiales blandos, que permitan la adecuada absorción de impactos y amortigüen los golpes.
Cómo podrían mejorar los parques infantiles
Una vez que entren en vigor las normas europeas EN sobre equipos de áreas de juegos, se deberían incorporar a la legislación española. Hasta entonces, podrían adoptarse medidas con el fin de que se aprueben unas reglas técnicas para la normalización de los equipamientos de las zonas de juego infantiles, que acrediten la calidad y seguridad de dichos elementos. Así, los técnicos municipales encargados de esta cuestión podrían saber a qué atenerse. Además, otras iniciativas podrían ser:
Tráfico: defender suficientemente las áreas de juego frente al tráfico rodado (entraña ruidos y peligro), separándolas de él por medios naturales (setos) o artificiales (muros o vallas). O, mejor, instalando los nuevos parques en zonas alejadas de la circulación viaria.
Niños minusválidos: mejorar la accesibilidad de los parques para estos usuarios con necesidades especiales.
Sustituir las superficies duras y poco seguras (hormigón, piedra...) por pavimentos (caucho, material sintético) que amortiguan golpes y caídas. Si son de arena (un material aceptable), requieren constante llenado y renovación.
Sustituir los elementos metálicos de los aparatos por maderas tratadas y plásticos.
Mejorar la conservación e higiene de estas zonas. Inmediata reparación o retirada de equipos que generan riesgos. Una inspección con la periodicidad adecuada parece la mejor medida.
Más información: carteles con indicaciones sobre centros sanitarios próximos que presten atención en caso de accidente, y sobre dónde hay que comunicar los desperfectos observados en las instalaciones.
Diferenciar, en función a la edad aconsejable de sus usuarios, los aparatos de juego, o los diversos espacios de cada parque.
Favorecer, en padres y niños, la concienciación sobre los riesgos derivados del uso de estas áreas.
Vigilancia rutinaria y específica, por parte de las autoridades públicas, de las áreas de juegos infantiles.
2.2. Ludotecas
Las ludotecas tienen una clara intención educativa, social y cultural y están concebidas como un servicio. Estos lugares están regidos por una programación, llevada a cabo con una metodología concreta. Los niños juegan guiados por profesionales especializados que realizan la función de educadores.
La característica propia de la Ludoteca es la acción pedagógica que tiene el juego como metodología y el juguete como recurso esencial de la intervención, apoyada por agentes que posibilitan el desarrollo del proyecto educativo.
2.3. Parques infantiles
Debido al aumento del nivel de vida, el ocio infantil ha ido cobrando importancia a lo largo de las últimas décadas.
Para las empresas este aumento del ocio infantil, supone un nuevo mercado, además éste es beneficioso, tanto para los propios niños, para los padres y para los empresarios.
“El parque infantil, como una estructura de psicomotricidad donde se paga por horas, aparece en primer lugar en EE.UU. y el Reino Unido”, nace con la finalidad de que los padres o tutores de los niños realicen sus compras, vean el cine, etc., sabiendo que sus hijos están seguros, jugando y divirtiéndose.
2.3.1. Seguridad en los parques infantiles
Los cuatro elementos que son base de la seguridad de un parque de juegos son:
Diseñar el parque de juegos según la edad.
Proporcionar una superficie apropiada.
Brindar mantenimiento apropiado.
Tener apropiada supervisión.
Estos cuatro elementos interactúan entre sí para proveer un ambiente seguro de juego. La acción en uno de los elementos afecta a los otros. El proporcionar una superficie segura no prevendrá todos los accidentes, a menos que la supervisión, el mantenimiento y el diseño por edad sean también considerados (Hudson, Mack y Thompson, 1997).
2.4. Playas
Las zonas costeras que dispongan de playas, pueden aprovechar estos espacios para además de tomar el sol, ofrecer a los ciudadanos lugares para realizar actividades y pasar su tiempo libre, la forma de hacer esto es, delimitando espacios destinados a ciertas actividades, como son, campos de voley-playa, fútbol playa, cometas, carriles para correr, etc.
2.5. Carril bici
Se denominan a aquellas vías que están destinadas, exclusivamente a la circulación de bicicletas, proporcionando así unos cómodos y seguros paseos a los ciclistas.
Para aumentar la seguridad de estas vías es recomendable que estén bien delimitadas, es decir, separadas por obstáculos voluminosos, como pueden ser árboles o vallas.
Para los jóvenes además puede suponer una alternativa al alto coste que supondría comprarse un automóvil, pues la bicicleta es infinitamente más barata y no tiene problemas de aparcamiento.
2.6. Ríos
Las orillas de los ríos se han usado tradicionalmente como basureros incontrolados, pero actualmente se están llevando a cabo planes para la restauración y descontaminación de éstos espacios.
Estos lugares se podrían aprovechar para la implantación de lugares de recreo y ocio, aunque cabe destacar que por el riesgo de riadas que existe en estos lugares, no es viable instalar equipamientos complejos, pero sí poner carriles bici o carriles para correr, además de zonas verdes por donde la gente pasee, los niños jueguen, etc.
Además, en aquellos ríos sin contaminar también se aprovechan para ofertar actividades turísticas deportivas: descenso de piraguas, rafting, balsas neumáticas, etc.
2.7. Polideportivos
Los ayuntamientos son los propietarios del mayor porcentaje de las instalaciones existentes. En ellos, la gestión es pública y no existe ánimo de lucro. Su función es ofrecer servicios a todos los ciudadanos y con un enfoque social. Es decir, priman los aspectos pedagógicos, los de fomento de la salud, y los de carácter recreativo y el acceso se produce sin restricciones.
Su tipología es muy variada, aunque, por lo general, cuando se habla de polideportivos municipales suele tratarse de complejos deportivos con vestuarios, pistas polideportivas, frontón, piscinas al aire libre y algún espacio abierto. Los polideportivos de mayor superficie, tienen también campos de fútbol, pistas de tenis, algún gimnasio, y servicios comunes: bar, restaurante, locales sociales, etc.
Posteriormente se procederá a hablar sobre las instalaciones deportivas en centros docentes.
En esta clasificación se recogen las pistas polideportivas de colegios públicos, privados, institutos y centros de formación profesional. Suele contar con explanadas de tierra o pavimentadas (patios de recreo), pistas polideportivas y alguna sala cubierta pequeña. Sería recomendable la ampliación de la franja horaria en el que se posibilita la práctica deportiva con cualquier fin.
Por último, se expondrán los centros deportivos privados, pudiéndose clasificar éstos en residenciales y de acceso restringido al público bajo previo pago de cuota. Se diferencian una de otra en que las residenciales pueden ser usadas únicamente por personas residentes de la zona a la que pertenece dicha instalación. Las de acceso restringido pertenecen a personas físicas o jurídicas con ánimo de lucro, es decir, para poder hacer uso de las instalaciones y según el tipo de centro se deberá ser socio o pagar una cuota en el instante para poder tener acceso. En lo que respecta a las instalaciones, ambas pueden tener una estructura similar a la de un polideportivo municipal en lo que a equipamientos se refiere, o puede que sólo cuente con alguna de ellos. En lo que se servicios se refiere, y en relación al ámbito de la recreación, estos centros privados suelen ofertar actividades que amplían el abanico de posibilidades.
Todas las instalaciones que se han mencionado anteriormente están destinadas a personas de cualquier edad y género.
2.7.1. Seguridad en las canchas deportivas
Las premisas a seguir deberían ser:
Uso adecuado de cada cancha.
Uso de equipo adecuado y de protección especial, en su caso, no improvisar en la vía pública.
Evitar jugar bajo la lluvia, o en la oscuridad.
3. Consideraciones finales
Para llevar a cabo todo lo mencionado anteriormente debemos tener en cuenta lo siguiente:
Equipos multidisciplinares (los dirigentes de instalaciones deportivas deberían poseer una cualificación mínima como ser licenciado en C.A.F.D., en marketing cualquier persona relacionada con economía, finanzas, et., en escuelas deportivas señalar la importancia de los psicólogos, médicos deportivos, nutricionistas, fisioterapeutas, etc.).
Actividades alternativas (se deben ofrecer servicios innovadores, que rompan con las rutinas y fomenten el desarrollo de la cultura deportiva).
Diferentes tipos de población (las actividades deportivas que organicen cualquier organización, deben ir enfocadas a personas de cualquier edad y género, "deporte para todos”).
Instrumentos de promoción: carnets deportivos (como pueden ser descuentos para familias numerosas, universitarios, poblaciones marginales, etc.).
Medidas de control de calidad: test de satisfacción (se pretende una constante revisión del sistema deportivo para mejorar los servicios).
Polivalencia de instalaciones (en pabellones se utilizan las cortinas separadoras para incrementar las actividades en horas puntuales, a la hora de llevar a cabo la práctica de diferentes actividades en una misma instalación, aprovechando al máximo sus posibilidades).
Mejora de los equipamientos: energías renovables en relación a las instalaciones deportivas (como pueden ser la instalación de placas solares, para el funcionamiento de luces y agua caliente, o con simplemente la buena actuación de los técnicos a la hora de orientar la instalación para aprovechar al máximo la luz solar).
Seguridad, prevención de accidentes y planes contingentes (puesto que es responsabilidad de la instalación y del monitor que desarrolla la actividad, deben estar revisadas al máximo todos los equipamientos, como son, porterías, canastas, espalderas, etc., según las normativas de seguridad y medidas de control y actuación ante posibles accidentes, también deben estar revisados extintores, salidas de emergencia, aforo de la instalación, etc.).
Prácticamente se han cubierto ya las necesidades mínimas de infraestructura deportiva en la mayor parte de los municipios españoles (para obtener la idoneidad se debe aplicar como parámetro dos metros cuadrados de suelo deportivo por habitante).
Sin embargo, todavía no resultan ser utilizadas las actuales instalaciones al 100 % de su capacidad, puntual y temporal, excepto determinados momentos del día. Se debería optimizar su uso antes de construir nuevas instalaciones.
Resulta imprescindible la creación de un Plan Director de Instalaciones Deportivas (documento de carácter público, censo de instalaciones actualizado), con estrategias de planificación o estrategias multioferta.
Tender hacia la creación de red de instalaciones abiertas, como campos de golf, espacios de orientación, zonas de tiro con arco, etc.
Tender hacia las instalaciones de contacto o inmersas en la naturaleza, según las posibilidades del municipio, aprovechando al máximo los recursos naturales disponibles: puertos deportivos, deportes de playa, deportes de montaña, deportes aéreos, campos de golf, etc.
Consolidar algunos deportes básicos de la localidad, creando instalaciones o, en su caso, espacios deportivos convenientes.
Bibliografía
CONSUMER (2000). Zonas de juego infantil: uno de cada tres aparatos de juego no son seguros. Consumer Eroski, marzo.
CONKLIN, A. R. (1999). On unsafe ground. The guidelines for surfaces and equipment are clearer and readily available than even so why are so many communities still struggling to create safe playgrounds? Athletic Business, 23(5), 62-67.
DECRETO 127/2001, de 5 de junio, sobre medidas de seguridad en los parques infantiles. B.O.J.A. (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía), nº 66, 9 de junio de 2001.
GALLARDO, L. y HERNÁNDEZ, M. (1994). Marco conceptual: las actividades deportivas. Apunts: Educación física y deportes (37), 58-67.
HUDSON, S. D., THOMPSON, D., & MACK, M. (1997). American's playgrounds: Make them safe! Parks and Recreation, 32(4), 69-72.
HUDSON, S. D., MACK, M. & THOMPSON, D. (2000). Play lt safe. Steps to keeping playground surfacing safe for our children. Parks and Recreation, 35(4), 78-85.
MARÍN, I.; y PENÓN, S (1997). Los parques infantiles de juego. La factoría, nº 3.
WALLACH, F. (2000). Safety and fun go hand in hand. Parks and Recreation, 35(4), 64-65.
revista
digital · Año 14 · N° 142 | Buenos Aires,
Marzo de 2010 |