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Preparación psicológica del portero de 

balonmano en las distintas etapas de la temporada

 

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

Master en Nutrición Humana

(España)

José Manuel Molina López

molinaso_28@hotmail.com

 

 

 

Resumen

          En el balonmano y concretamente en el puesto específico del portero la preparación psicológica está tomando gran relevancia.

          Con el presente trabajo se trata de ofrecer algunas pautas de actuación a lo largo de una temporada, ya que dependiendo del momento en el que nos encontremos las exigencias en cuanto a rendimiento demandadas, serán más elevadas.

          Palabras clave: Balonmano. Portero. Psicología. Entrenamiento

 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 142 - Marzo de 2010

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Introducción

    Muy a menudo se habla de la preparación psicológica como si fuera sinónimo de preparación para la competición. Pero en realidad la mayoría de la preparación psicológica, al igual que la físico-técnica, debe hacerse en el entrenamiento.

    Dependiendo del deporte y sus respectivos periodos de competición las distintas fases de entrenamiento pueden variar de una u otra forma. En el caso del jugador de balonmano y tomando como referencia los planes de entrenamiento de los técnicos Dick Booth. y Dan Pfaff, entrenadores ambos de saltadores de alto nivel en los Estados Unidos, distinguimos las siguientes fases.

1.     Preparación general (Julio-Agosto): en esta fase se trabaja la condición física y se desarrolla un importante trabajo de fuerza. Ejemplos de actividades comprendidas en esta etapa son correr, subir colinas o escaleras, ejercicios con pesas.

    Los requisitos psicológicos necesarios para superar esta etapa de entrenamiento son los siguientes:

  • Motivación.

  • Resistencia a la fatiga/dolor.

  • Autoconfianza.

    En esta etapa es importante el trabajo de motivación con el fin de establecer objetivos claros para la carrera deportiva, para la temporada, pero sobre todo hay que establecer objetivos diarios en el entrenamiento. Para mantener la motivación durante los duros entrenamientos físicos es importante que el deportista tenga metas específicas para la sesión.

    Aunque se trate de una población de deportistas de élite, la presencia del elemento del juego y de la variedad en el entrenamiento son importantes para la motivación.

    El entrenamiento de relajación es útil en esta etapa para facilitar el descanso, de esta forma el deportista aprende que posee cierto control sobre las sensaciones de fatiga.

    El entrenamiento de la visualización puede también empezarse en esta fase, utilizando actividades menos complejas como son las actividades de preparación y acondicionamiento.

    De este modo el deportista va adquiriendo práctica en las técnicas fundamentales del entrenamiento psicológico y, cuando deban utilizarlas en la competición, estará familiarizado con ellas.

2.     Fase de preparación específica (Agosto): en este período se pone especial énfasis en el trabajo técnico, disminuyéndose la carga de trabajo de fuerza y de condición física.

    Los requisitos psicológicos son ahora:

  • Autoconfianza.

  • Visualización de los gestos.

  • Ritmos de movimientos.

  • Autocontrol emocional.

    En esta fase, el objetivo de la preparación psicológica es el de conseguir una imagen multisensorial lo más clara posible de una buena ejecución de los distintos movimientos que realiza el portero, y de los sentimientos de confianza en la capacidad de uno mismo para realizarlo.

    Uno de los medios útiles para conseguir esos objetivos es, entre otros, la utilización del video. Se trata de ayudar al deportista a reproducir la imagen del gesto correcto.

3.     Fase de competición (Septiembre-Mayo): Desde el punto de vista psicológico, el objetivo a conseguir ahora es el de disminuir la ansiedad precompetitiva, si existe, enfocar la atención en lo útil.

    Si se ha seguido la progresión indicada, el deportista en este momento ya posee los conocimientos necesarios para regular su estado de tensión muscular, y sabe como reforzar su confianza usando afirmaciones. Ahora es el momento de establecer rutina precompetitivas. Es decir, decidir de antemano las conductas que va a realizar el deportista antes del partido, en que va a enfocar su atención, qué le ayuda a sentirse listo y confiado. No se habla de comportamientos supersticiosos, sino de identificar de antemano las secuencias y conductas que son útiles. Se pretende que el deportista minimice las fuentes de ansiedad durante la competición, evitando si es posible el que tome decisiones equivocadas por decidir en momentos de tensión. Cuando el deportista se da cuenta de que su nivel de tensión es demasiado alto o de que está pensando más en la posibilidad del fracaso que de éxito, es posible que, pese a reconocer la situación, no sepa como alterarla. Esas decisiones respecto a qué pensar, en qué enfocar la atención, cuál es el nivel óptimo de tensión muscular, deben estar tomadas antes de llegar a las competiciones.

4.     Fase de transición (Junio-Julio): En esta fase se toma de manera mas tranquila para el deportista ya que trata de desconectar de la competición tras la larga duración de la temporada, aunque se debe tener muy en cuenta las sensaciones, pensamientos y actuaciones que se dieron a lo largo de la competición. Si ha sido incorrecta, es necesario evaluar los errores y decidir cómo se podían haber evitado. Por último, habría que visualizar la ejecución correcta para evitar el repetir mentalmente, de manera obsesiva, los errores cometidos.

    Un ejemplo de una rutina postcompetitiva en balonmano:

Después de una gran parada………………… Disfrutarla, verla, sentirla.

Después de un error………………………Aceptar la responsabilidad, revisarlo, reemplazarlo por una parada buena.

Bibliografía

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