Incidencia de diversos factores en los resultados de tiro con arco de atletas juveniles |
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Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo" La Habana (Cuba) |
Lic. Lourdes María Mederos Regalado MsC. Marlene Lorences de Jesús MsC. Silvia del Carmen Manzur Rodés |
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Resumen Uno de los elementos más importantes en el éxito del tiro con arco es la estabilidad de la parada, sobre la que se ejecutan los movimientos necesarios para realizar la ejecución. Los pies son la base sobre la que se sustenta todo el sistema humano. El propósito de este trabajo es clasificar la huella plantar de los atletas de tiro con arco de las categorías 15-16 años que asistieron a los XXXV Juegos Escolares Nacionales y determinar si existe alguna relación entre la clasificación del pie, las molestias referidas por los atletas, la evaluación de un test de equilibrio y sus resultados deportivos. En una muestra integrada por 74 atletas, de la categoría 15-16 años que asistieron a los Juegos Escolares Nacionales de Alto Rendimiento, no fue posible probar influencia de la clasificación del pie sobre la evaluación del equilibrio, ni sobre sus resultados deportivos. Se comprobó que el factor sexo introduce diferencias significativas en los resultados del tiro con arco y que el desempeño de los atletas mejora con los años de práctica. Palabras clave: Tiro con arco. Equilibrio. Pie cavo |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 142 - Marzo de 2010 |
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Introducción
Las huellas plantares suelen clasificarse atendiendo a la relación existente entre el ancho de la región metatarsiana y el ancho de la faja externa, que suele medir un tercio de la primera. Testut y Jacob(1), Popov(2), Prives(3) y otros autores, indican que la bóveda plantar es debida a la disposición arquitectónica del esqueleto del pie y que presenta, en estado normal, variaciones más o menos considerables según las razas y los individuos, pudiendo presentar un estrechamiento o ensanchamiento de la faja externa, que puede llegar hasta a faltar, cuando el apoyo no se efectúa más que por el talón y las cabezas de los metatarsianos. El pie así conformado toma el nombre de pie arqueado o pie hueco (cavo). Otras veces la excavación existente suele faltar y la planta reposa sobre el suelo por todos sus puntos, la huella representa entonces la superficie plantar en toda su extensión, es el llamado pie plano.
Testut y Jacob(1), con quienes coincide Hernández Corvo(4), plantean además, que existen dos bóvedas plantares y que cada una tiene un papel diferente. La externa es la de soporte del peso corporal, o bóveda de apoyo, y la interna “interviene durante la marcha obrando como un resorte elástico para lanzar con vigor y rapidez el cuerpo adelante: es la bóveda del movimiento; no desempeña ningún papel, en estado normal, en el sostén del cuerpo”. Comentan que estas bóvedas se aplanan discretamente durante la marcha y la estación bípeda, mientras que el pie se alarga y ensancha, recobrando su forma primitiva en cuanto el pie no se apoya sobre el suelo. Expresan además que puede suceder, bajo la influencia de un trabajo exagerado en una profesión que exija la estancia en posición vertical por largas horas, crecimiento rápido del esqueleto o aumento del peso corporal, que su elasticidad llegue a ser insuficiente y que los vínculos fibrosos y musculares que las sostienen se dejen distender y la bóveda “caiga”.
Sobre este aspecto Tribastone(5) apunta: “La parte esquelética, representada por los pilares y los arcos, tiene la función de sostener las fuerzas de compresión; por el contrario el aparato capsuloligamentoso debe sostener, en condiciones normales, las fuerzas de distensión. Cuando tales fuerzas superan el límite máximo de resistencia propio de este aparato, intervienen los grupos musculares, que mantienen el equilibrio normal del arco plantar en los distintos momentos de la marcha.”
Ivanitsky(6) opinó que en la posición de parado, el pie se apoya en el hueso calcáneo y las cabezas de los huesos metatarsianos y que los dedos de los pies son importantes en la propulsión. Govlich y Poliansky, citados por Ivanitsky(6), encontraron que en pesistas el pie es más ancho y corto y en atletas ligeros es más largo y estrecho.
En el Instituto Superior de Cultura Física de La Habana se han realizado varios estudios en los que se ha clasificado la huella plantar de diferentes poblaciones, incluyendo entre ellas a deportistas. A continuación se presenta una tabla que resume los resultados de las investigaciones referentes a deportistas:
Autores
Deportes
Resultados
Santana y Cipriano (7)
Velas
100% pies cavos
H. Corvo y F. Ponce (8)
Gimnasia rítmica deportiva
95,1% pies cavos
A. González (9)
Hockey sobre césped
61,9% pies cavos
O. González (10)
Gimnasia artística
66,6% pies cavos
Lima (11)
Esgrima (florete)
64,6% pies cavos
Díaz y Moreno (12)
Moto-cross
62,5% pies cavos
Navarro (13)
Voleibol
65,3% pies cavos
Díaz (14)
Judo
91,2% pies cavos
Álvarez (15)
Kárate
83,4% pies cavos
En individuos que no practican deportes sistemáticamente, se encontraron resultados similares. Por ejemplo, en estudiantes de escuelas primarias, tanto de primero (16), como de segundo ciclos (17) y en estudiantes de un IPUEC (18) se clasificaron como cavos más del 75% de los pies estudiados.
El tiro con arco se realiza en posición bípeda, que se mantiene durante tiempos muy prolongados. La parada es un elemento técnico muy importante del que se deriva el resto. Al adoptar una buena parada el cuerpo mantiene la estabilidad del centro de gravedad, necesaria para el logro de buenos resultados deportivos. Además, los atletas deben caminar grandes distancias por terrenos irregulares para recoger sus propias flechas en las dianas.
La duración de los entrenamientos depende de la categoría de los atletas, entre tres y cuatro horas en las categorías escolares, hasta seis horas o más en las mayores. Las competencias se llevan a cabo durante seis días, sin distinción de categorías. Lógicamente esto representa una gran carga para la base de sustentación: el pie, que está soportado no solo por la forma de los huesos que integran el esqueleto del mismo y los ligamentos que los relacionan, sino también por músculos, que pueden fatigarse, trayendo consigo molestias e inestabilidad en la parada. Por eso el propósito de este estudio fue clasificar de la huella plantar y relacionar esta con los resultados de un test de equilibrio y los resultados deportivos de los atletas.
Muestra
La muestra estuvo integrada por los 74 atletas de la categoría 15-16 años, 36 mujeres y 38 hombres, que asistieron a los Juegos Escolares Nacionales de Alto Rendimiento
Metodología
Toma de la huella plantar (plantograma)
Los sujetos se sentaron en una silla que les permitiera ponerse de pie con comodidad, sobre una superficie limpia y seca, en la que se colocó el papel. Los pies limpios y secos también.
Se entintó la planta del pie con un rodillo pequeño, cuidando que no quedara ningún área sin tinta ni con exceso de la misma. Para imprimir la huella plantar los sujetos se pararon de la silla suavemente, apoyando primero el talón y luego, en dirección anterior, el resto del pie, sin hacer movimientos bruscos.
Clasificación del plantograma
Se siguió la metodología que se resume a continuación, desarrollada por Hernández Corvo y Fernández Ponce.
Obtención de datos
Se realizó una encuesta sobre los siguientes aspectos: horas de entrenamiento diarias, frecuencia de entrenamientos por semana, si sienten molestias en los pies, si sienten molestias en la columna, si reciben tratamiento, condiciones de la superficie donde entrenan. Se tomaron también las puntuaciones y lugares obtenidos en la competencia.
Evaluación del equilibrio
Se utilizó el test denominado “Stork Stand” (parada de cigüeña), con el propósito de evaluar la habilidad de los atletas para mantener el estado de equilibrio en una posición estática.
Para la ejecución de la prueba, el evaluado se para cómodamente sobre ambos pies, con las manos en la cintura y eleva un pie y coloca los dedos de ese pie contra la rodilla de la otra pierna. Cuando el evaluador da la orden el evaluado eleva el talón y se para sobre los dedos y el evaluador pone en marcha el cronómetro. El evaluado debe mantener el equilibrio sin variar la posición, es decir, sin bajar el talón y manteniendo los dedos del pie contrario al lado de la rodilla. Se registra, en segundos, el tiempo que el individuo es capaz de mantener el equilibrio. Luego se realiza el test con el miembro contrario.
La codificación de los resultados para atletas 15- 16 años se expresa en la siguiente tabla:
Excelente
Encima del promedio
Promedio (seg.)
Debajo del promedio
Pobre
>50
40 - 49
26 - 39
11 - 25
< 11
Johnson BL, Nelson JK. Practical measurements for evaluation in physical education. 4th Edit. Minneapolis: Burgess, 1979. (La prueba, la figura y la tabla fueron tomadas de www.brianmac.demon.co.uk/agility.htm)
Objetivo del análisis
Determinar la incidencia de algunos de los factores estudiados sobre los resultados en competencia de los atletas de tiro con arco de las categorías 15- 16 años que asistieron a los XXXV Juegos Escolares Nacionales
Se evaluaron los siguientes indicadores en la muestra:
Peso y talla.
Años de entrenamiento.
Puntos obtenidos en competencia.
Además se valoraron otros indicadores que fueron codificados para su posterior valoración según se muestra en la siguiente tabla:
Tabla 1. Codificación de los indicadores
Indicador
Valores
Valor
Clasificación de los pies
Plano
1
Plano-normal
Normal
Normal-cavo
Cavo
2
Cavo fuerte
3
Cavo extremo
Equilibrio de los pies
(en segundos)
≤ 10
Mal
11 - 25
Regular
26 - 39
Muy Bien
40 - 49
Bien
≥ 50
Excelente
Molestias en la columna
No
1
Sí
2
Molestias en los pies
No
1
Sí
2
Tratamiento ortopédico
No
1
Sí
2
Análisis exploratorio
En el gráfico 1 se aprecia que un elevado por ciento de las huellas plantares está clasificado de cavo. Si se toman las huellas clasificadas como cavas, con las clasificadas como cavas fuertes o cavas extremas, el por ciento llega a 72,3, que se encuentra entre los valores encontrados en las investigaciones en poblaciones de deportistas mencionadas antes.
Las tablas 1 y 2 muestran los resultados obtenidos por los atletas en la prueba de equilibrio, la mayoría están evaluados de pobre y por debajo del promedio.
Tabla 2. Análisis de los resultados en competencia
Indicadores
Masculino
Femenino
Molestias en los pies
Cant.
%
Promedio
Cant.
%
Promedio
No
32
84
920,5
25
69
833,5
Si
6
16
995,5
11
31
898,9
Molestias en la columna
No
29
76
931
24
67
820
Si
9
24
936
12
33
921
Tratamiento ortopédico
No
27
71
922
25
69
810
Si
11
29
958
11
31
953
Clasificación del pie derecho
1
18
47
961
6
17
854
2-3
20
53
944
30
83
853
Clasificación del pie izquierdo
1
13
34
927
4
11
834
2-3
25
66
935
32
89
856
Prueba de equilibrio del pie derecho
Mal - Regular
32
84
921
31
86
855
Bien - Muy bien
6
16
996
3
8
758
Excelente
5
13
1017
2
6
971
Prueba de equilibrio del pie izquierdo
Mal - Regular
24
63
914
30
83
857
Bien - Muy bien
9
24
918
3
8
793
Excelente
5
13
1045
3
8
882
Años de entrenamiento
Entre 1 y 2
5
13
829
6
17
737
3
18
47
871
13
36
785
4 ó más
15
39
1041
17
47
947
Puede observarse que las integrantes del equipo femenino están más afectadas por molestias (en la columna y en los pies) y una mayor proporción de estas se encuentra sometida a tratamiento ortopédico. Sin embargo, en ambos sexos los resultados promedio en competencia son más elevados entre los que sufren molestias o tratamiento: estos sujetos son los que han entrenado durante mayor tiempo.
Las mujeres presentan mayor concavidad de los pies que los hombres, pero no se observa una relación de este parámetro respecto a los puntos promedio alcanzados en competencia.
Los resultados en la prueba de equilibrio (ambos pies) son insatisfactorios en ambos sexos, con una participación mayoritaria en la categoría mal-regular; los hombres están levemente más favorecidos que las mujeres, y los resultados del pie derecho son ligeramente mejores que los del izquierdo, de donde se deduce que la mayoría de los sujetos deben ser diestros. Los hombres tienen una tendencia a incrementar sus puntos promedio en la medida que mejora la clasificación del equilibrio de sus pies; en las mujeres no se observa una tendencia al respecto.
En ambos sexos los puntos promedio en competencia aumentan según los años de entrenamiento, y este crecimiento tiene un carácter marcado.
En los siguientes gráficos dinámicos se ilustra el comportamiento de las puntuaciones promedio respecto del equilibrio del pie (eje horizontal) y los años de entrenamiento (colores de las barras).
Las atletas del sexo femenino con hasta 2 años de entrenamiento alcanzan clasificaciones de equilibrio de “mal o regular”; la categoría de excelente sólo corresponde a atletas de los grupos “bien o muy bien” y “excelente”.
La situación del equipo masculino es diferente. En las categorías de “mal o regular” y “bien o muy bien” hay participación de atletas con 2, 3, 4 y más años de práctica. En la categoría de excelente sólo participan los clasificados en equilibrio de “bien o muy bien” y “excelente”.
En ambos sexos (para uno y otro pie) se observa una considerable presencia de atletas con 4 o más años de experiencia en el deporte clasificados de “mal o regular” de acuerdo con sus resultados en las pruebas de equilibrio.
Los análisis exploratorios precedentes condicionan a investigar si los resultados alcanzados en competencia dependen de los años de entrenamiento, y de ser así, seleccionar subgrupos homogéneos respecto a la característica.
Se utiliza un Análisis de Varianza (clasificación simple) mediante el procedimiento ANOVA de SPSS para Windows; la variable dependiente representa los puntos alcanzados en competencia y la variable de factor está dada por los años de experiencia, medida a 3 niveles según la codificación señalada anteriormente (los sexos se analizan por separado). Se comprueban previamente los requisitos de normalidad (dócima de Shapiro-Wilk) e igualdad de varianzas de las poblaciones (dócima de Levene) de donde fueron extraídas las muestras.
Estadístico de Levene
gl1
gl2
Significación
Puntos en competencia
,022
1
70
,883
Se constata que las poblaciones tienen distribución Normal y varianzas iguales (probabilidades de la dócima superiores a 0,1). De aquí que sea procedente aplicar el procedimiento ANOVA que permite arribar a las siguientes conclusiones:
Para ambos sexos el factor años de entrenamiento está vinculado con los puntos promedio alcanzados en competencia. Las probabilidades de la dócima son 0,02 (masculino) y 0,06 (femenino), que indican diferencias significativas y poco significativas, respectivamente.
Se aplica la prueba de Tukey, como contraste Post Hoc, para determinar subgrupos homogéneos, es decir, subconjuntos muestrales de comportamiento similar respecto a la puntuación promedio en competencias:
Masculino
Femenino
Años de entrenamiento
Subconjuntos para alfa = .05
N
1
2
N
1
2
1= Hasta 2 años
5
829,20
13
785,23
2= 3 años
18
870,61
17
946,82
3= 4 o más años
15
1040,80
4
992,00
En el equipo masculino son homogéneos los subgrupos 1 y 2, con medias de 829,20 y 870,61, respectivamente. En el femenino los subgrupos homogéneos son el 2 y el 3, con medias de 946,82 y 992,00, respectivamente (se excluyeron 2 casos atípicos del análisis)
Conclusiones
El 41% de los atletas que manifiestan molestias en los pies, y el 57% de los que declararon padecer dolores en la columna vertebral, no están sometidos a tratamiento de ortopedia. Se sugiere investigar las causas que provocan tales molestias: de ser ortopédica, se debe velar porque se aplique el tratamiento conveniente; de lo contrario, se recomienda solicitar los servicios del especialista que corresponda. Aunque no se pudo demostrar su influencia en los resultados, estas molestias deben afectan el bienestar de los sujetos y, por ende, su desempeño deportivo general.
Los resultados del tiro mejoran con los años de práctica que, de un modo u otro, proporciona una técnica que se perfecciona en el tiempo y permite obtener mejores marcas a pesar de las limitaciones vinculadas al equilibrio de los pies.
En el momento actual los equipos femenino y masculino difieren en cuanto a subgrupos homogéneos: esto implica la necesidad de emplear estrategias diferentes en uno y otro caso.
Aunque los hombres alcanzan resultados promedio superiores a las mujeres, estas últimas forman subgrupos homogéneos de desempeño superior a partir de los 3 años de entrenamiento, mientras que los primeros necesitan 4 o más años.
Bibliografía
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Johnson BL, Nelson JK. Practical measurements for evaluation in physical education. 4th Edit. Minneapolis: Burgess, 1979.
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