Estudio sobre la detección y selección de talentos deportivos en el ciclismo. Valoración de parámetros antropométricos y fisiológicos aplicados al ciclismo de base y juvenil |
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Profesora de Secundaria Educación Física Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Directora Técnica del Equipo Ciclista de Base: Gijón-Las Mestas Diploma de Estudios Avanzados de Doctorado. Universidad de León |
Emma Pérez del Río Pertierra (España) |
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Resumen En este dulce momento que vive el ciclismo español, se analiza que es un talento en este deporte. Se llama talento en el ciclismo a aquellos que por su capacidad natural o adquirida de asimilación y rendimiento destacan por encima de los de sus mismas características antropométricas y de contexto para rendir. A lo largo de una amplia revisión bibliográfica y de una investigación propia se muestran las particularidades y parámetros de un grupo de niños y jóvenes para su posterior aplicación al campo del entrenamiento. Palabras clave: Talento. Ciclismo. Rendimiento. Detección. Selección |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010 |
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I. Introducción
El seguimiento de la evolución de los jóvenes ciclistas, es una de las funciones principales de clubes. Como principal objetivo está el controlar su estado de salud, posteriormente, controlar su rendimiento y también detectar posibles talentos deportivos, para que a la postre en etapas posteriores de rendimiento deportivo, puedan alcanzar sus máximos logros deportivos.
El objetivo del presente estudio fue recopilar en este trabajo una serie de parámetros importantes en la detección de talentos deportivos en el ciclismo. Definir el perfil antropométrico y fisiológico de jóvenes ciclistas del Club Escuela de Ciclismo de Las Mestas de Gijón-España. Un total de 41 ciclistas (39 chicos y 2 chicas), con edades entre 11 y 19 años, fueron evaluados para este trabajo con el fin de obtener datos precisos sobre las características de varios grupos de edades.
Existen pocos estudios que muestren información sobre las particularidades fisiológicas y de capacidades de estos deportistas en categorías inferiores.
Por lo tanto, considero que es de gran importancia la recogida de datos antropométricos y los referidos a la evaluación de los parámetros aeróbicos para su posterior aplicación al entrenamiento.
II. Revisión bibliográfica
Detección y selección de talentos
El proceso de detección y selección de los deportistas más capacitados para un programa de entrenamiento organizado es una de las inquietudes más caracterizadoras del deporte contemporáneo. Por ello, el proceso necesario de detección y selección de los deportistas más capacitados para un programa de entrenamiento organizado, es una de las preocupaciones e inquietudes más caracterizadoras del deporte contemporáneo, pues no cabe duda es la antesala del rendimiento deportivo, y este, entre otros factores, cada día concede mayor importancia a la detección, selección y preparación precoz de deportistas (Bucur y Catina, 1980).
Las técnicas deportivas no son asimiladas por todos los niños con la misma rapidez, sus capacidades no mejoran de la misma forma y por lo tanto, en la competición no están capacitados para obtener los mimos resultados o marcas. Se les llama personas con talento a aquellas que por su capacidad de asimilación y rendimiento destacan en una especialidad deportiva determinada, en este caso, el ciclismo.
Talento consiste en una aptitud natural o adquirida para hacer algo. El talento depende de: la capacidad individual, del medio social y de la motivación del sujeto, en definitiva de la interacción de estas tres variables. El talento, además de ser descubierto, ha de ser estimulado y formado.
Hahn (1988) entiende por talento deportivo “la disposición por encima de lo normal de poder y querer realizar unos rendimientos elevados en el campo del deporte”. (HAHN, 1988)
Identificar talentos consiste en “predecir si un joven podrá desarrollar el potencial de adaptación al entrenamiento y capacidad de aprendizaje técnico, para emprender las posteriores etapas de entrenamiento”, según LEGER (1985).
La detección de talentos es descrita para SALMELA Y REGNIER (1983), como “una predicción a largo plazo en cuanto a que las posibilidades de que un individuo posea las capacidades y los atributos necesarios para alcanzar un nivel de perfomance dado en un deporte determinado”.
El proceso de talento deportivo abarca varios niveles: Detección, captación, selección y entrenamiento. La detección se deberá producir en las primeras fases del proceso de desarrollo deportivo, en la formación motora de base, donde se producirá esa iniciación a la actividad físico deportivo.
La captación se debe producir en la formación deportiva de base, donde se producirá la fase de iniciación deportiva específica. En ella se tratará de crear un sentimiento de atracción por parte del niño hacia una especialidad deportiva concreta.
Por tanto la Selección deportiva no es otra cosa que “el proceso a través del cual se individualizan personas dotadas de talento y de actitudes favorables para el deporte, con la ayuda de métodos y de test científicamente válidos” (NADORI, 1983).
El proceso de selección se basa en aquellas capacidades o atributos que un atleta tiene que poseer para ser considerado como talento y que se adaptan, al trabajo, tarea o las dimensiones de realización de un deporte concreto.
El último paso se dará en la fase de perfeccionamiento, donde se estudia la eficacia en la especialidad y el comportamiento competitivo fundamentalmente.
Fases sobre las que se sitúa el proceso de detección, captación, selección y perfeccionamiento del talento deportivo. López (1995)
Hahn (1998) apunta la existencia de tres tipos de talentos:
Talento Motriz General: Aquella persona capaz de aprender con rapidez una alta gama de movimientos.
Talento Deportivo: Serán los niños que además de poseer esa capacidad de aprendizaje rápido para las habilidades motoras están predispuestos a someterse a un programa de entrenamiento deportivo.
Talento Específico Deportivo: Son aquellos que necesitan una serie de requisitos físicos y psíquicos para alcanzar rendimientos específicos de un deporte.
El talento deportivo y sus posibles condicionantes (A. Simarro, 2000)
III. Objetivos
Conseguir evaluar las capacidades y habilidades para el deporte del ciclismo en una muestra amplia de estudio.
Definir en la población joven del ciclismo, los valores medios relacionados con el fenómeno antropométrico, espirometrito y aeróbico.
Investigar la existencia de relaciones entren determinadas variables seleccionadas y el talento deportivo.
Recopilar información sobre parámetros antropométricos, espiro métricos y aeróbicos de deportistas en un grupo de edad poco observado y de un deporte en concreto.
Evaluar diferentes capacidades con el apoyo de diferentes test específicos del deporte en cuestión:-
Sprint ó 200 m Salida Lanzada
500 m con Salida Parada.
Marcar los datos obtenidos en las diferentes pruebas de evaluación para los diferentes grupos de edades o categorías deportivas, para su posterior comparación en posteriores estudios.
IV. Metodología
1. Sujetos de estudio
Los sujetos estudiados fueron 38 (36 chicos y 2 chicas) ciclistas federados y pertenecientes al Club Escuela de Ciclismo Las Mestas-Gijón.
Las edades fueron comprendidas en las siguientes categorías para facilitar el estudio y la recogida de datos:
6 ciclistas de entre 8 y 9 años de edad: CATEGORIA PROMESAS, no entrarán a estudio.
3 ciclistas de 11 años: CATEGORIA ALEVINES, no entrarán a estudio.
11 ciclistas (1 chica) de entre 12 y 13 años: CATEGORIA INFANTILES
10 ciclistas de entre 14 y 15 años: CATEGORIA CADETES
8 ciclistas (1 chica) de entre 16 y 17 años: CATEGORIA JUNIOR
En la categoría de promesas, 50% de los ciclistas lleva entre 1 y 2 años de práctica en este deporte, su entrenamiento se basa en juegos con la bicicleta. En la categoría de alevines, todos ellos llevan practicando ciclismo entre 1 y 3 años, pero interrumpidamente. Su trabajo se basa en ejercicios basados en la mejora de las habilidades técnicas, alcanzando entre 400-800 Km de media anuales.
En la categoría de infantiles, tan sólo 2 ciclistas, comienzan este año a practicar ciclismo de manera competitiva. El kilometraje medio de estas categorías está en torno a 1500-2000 Km al año. En cadetes, todos los ciclistas llevan una práctica de entre 3-5 años continuadamente, alcanzando hasta los 4000 Km anuales.
Finalmente, todos los júnior, menos 2, practican ciclismo desde hace 2-6 años, pero de una manera continuada y sistemática. Sus volúmenes medios anuales alcanzan los 7000 Km.
2. Materiales
Para las pruebas del apartado I al IV, las referidas a los datos antropométricos, de composición corporal y espirométricos, estas han sido realizadas por el Servicio de Medicina Deportiva del Patronado Deportivo de Gijón, ubicado en la Plaza de la República S/N, Gijón.
Los materiales allí utilizados están validados previamente y para el estudio antropométrico han sido:
Escala métrica apoyada sobre un plano vertical y una tabla o plano horizontal con un curso deslizante para contactar con la parte superior de la cabeza o vértex. Precisión 1 mm. Se emplea para medir la estatura del sujeto.
Tallímetro:
Balanza para pesar personas con precisión de 100 gramos. Utilizada para obtener el peso del estudiado. Báscula:
Con capacidad de medida de 0 a 48 mm, y precisión de 0.2 mm. Se utiliza para medir tejido adiposo. Plicómetro o Compás de pliegues cutáneos:
compás de corredera graduado, de profundidad en sus ramas de 50mm, y precisión de un mm. Se utiliza para medir pequeños diámetros (muñeca, codo y rodilla). Paquímetro o compás de pequeños diámetros:
Es flexible, no elástica, anchura inferior a 7 mm, con un espacio sin graduar antes del cero y con escala de fácil lectura. Precisión 1 mm. Se utiliza para medir perímetros (bíceps relajado y contraído, cadera, cintura y muslo). Cinta Antropométrica:
Programa informático de la formula de Heath-Carter: Material auxiliar: Formula de Heath-Carter:
Para hombres: sumatoria de todos los pliegues, multiplicar por 0,1051 y sumarle 2,585.
Para mujeres: sumatoria de todos los pliegues, multiplicar por 0,1548 y sumarle 3,580.
Espirómetro. Modelo ST-75. Con una precisión de ±50 mililitros ó ±3%.
Cicloergómetro (similar al Cardigus). Con pedales patente look, y manillar de triatleta.
Pulsómetro: con software e interface para descargar los datos al ordenador.
Electrocardiograma (QUEST. Sanro).
Sistema Portapres, para registros continuados de la presión arterial.
Para las pruebas específicas del apartado 5, los ciclistas utilizaron sus propias bicicletas de competición para las pruebas específicas. También fue utilizado para la toma de tiempos un cronómetro Casio Modelo H5 30W 1V.
Estas fueron realizadas en dos días diferentes (25-Febrero y 4 de Marzo- 2006) tras un calentamiento adaptado a cada grupo edad.
Las medidas utilizadas han sido las de 200m, cuya línea está homologada dado que es la medición utilizada en las competiciones de ciclismo en pista para la prueba de velocidad pura o sprint.
Para la prueba de 500 m. han sido invertidas una vuelta y media a la pista, 333,33m más media vuelta. Salida de línea media de contrameta y llegada a línea media de meta, tras una vuelta y media.
Las pruebas de ciclismo fueron realizadas en el Velódromo de La Morgal (Llanera-Asturias, España), de 333,33 m de cuerda, de cemento, liso y en perfecto estado de conservación, ya que es una obra relativamente nueva.
3. Descripción de las pruebas
Selección de pruebas para este estudio
Pruebas
Descripción
Datos observados
1. Datos antropométricos
Crecimiento
Talla
Peso
2. Composición corporal
Biotipo
% grasa
Kg grasa
Biotipo
3. Datos espirométricos
Espirometría forzada
Capacidad vital
4. Datos referidos a la FC Aeróbicos.
(No se realizó a los < 12 años)
Prueba de esfuerzo en Ciclo-ergómetro
FC máx. alcanzada
FC Reposo
FC máx. teórica
FC umbral
FC Recuperación 1
FC Recuperación 2
FC Recuperación 3
FC Recuperación 4
Vatios
FC extenso
FC intenso
FC Descanso activo
5. Habilidades especificas ciclismo
Velocidad desplazamiento
200 m. salida Lanzada.
Resistencia a la velocidad
500m. salida Parada
Para los apartados 1 al 4, estas pruebas han sido realizadas por dos doctores diferentes del servicio de deportes del Patronato deportivo, en esas pruebas yo misma hacía de colaboradora, ayudando a recoger datos, tomando mediciones, etc.
3.1. Protocolo de la toma de medidas
A. Talla
Postura: El sujeto de pie erecto con los pies juntos, y los talones, nalgas, parte superior de la espalda y parte posterior de la cabeza rozando la pared. La cabeza ha de estar orientada en el plano de Frankfurt (una línea imaginaria paralela al suelo y que une el reborde óseo inferior de la órbita ocular con el conducto auditivo externo).
Técnica: Al alumno le era colocada una escuadra sobre el vertex del sujeto a quien se le manda realizar una inspiración profunda y a alcanzar su máxima altura. El registro se aproxima a 5mm.
B. Peso
Técnica: El ciclista permanece de pie sobre el centro de la plataforma vestido con el mínimo de ropa. El peso registrado tiene una aproximación de 50 gr.
C. Pliegues cutáneos
Con los pliegues cutáneos, valoramos la cantidad de tejido adiposo subcutáneo. Para realizar esta valoración medimos en unas zonas determinadas el espesor del pliegue de la piel, es decir una doble capa de piel y tejido adiposo subyacente, evitando siempre incluir incluso el músculo. Se mide en mm.
Posición: El estudiado mantendrá la posición de atención antropométrica. Las excepciones se comentarán en sus correspondientes medidas. La musculatura del estudiante tiene que estar relajada.
- Se atrapará con el dedo índice y pulgar de la mano izquierda las dos capas de piel y tejido adiposo subcutáneo y mantendrá el compás con la mano derecha perpendicular al pliegue
Técnica para la toma de pliegues:
El compás de pliegues cutáneos se aplicará a un centímetro de distancia de los dedos que toman el pliegue, el cual se mantendrá atrapado durante toda la toma y la lectura se realizará aproximadamente a los dos segundos después de la aplicación del plicómetro, cuando el descenso de la agua del mismo se endentece. Para obtener una medida fiable se recomienda repetir dos o tres intentos en cada medición de un pliegue y registrar la media entre los valores obteniendo, después de haber eliminado los registros claramente erróneos.
Instrumento: Se utiliza el compás de pliegues cutáneos o plicómetro.
Las técnicas para medir los pliegues referidos en la ficha antropométrica son las siguientes:
Tríceps. Situado en el punto medio acromio-radial, en la parte posterior del brazo. El pliegue es vertical y corre paralelo al eje longitudinal del brazo.
Subescapular. En el ángulo inferior de la escápula en dirección oblicua hacia abajo y hacia fuera, formando un ángulo de 45º con la horizontal. Para realizar este medida, se palpa el ángulo inferior de la escápula con el pulgar izquierdo, en este punto hacemos coincidir el dedo índice y desplazamos hacia abajo el dedo pulgar rotándolo ligeramente en sentido horario, para así tomar el pliegue en la dirección descrita anteriormente.
Ileocrestal. Localizado justo encima de la cresta ilíaca en la línea medio axilar. El pliegue corre hacia delante y hacia abajo formando un ángulo de alrededor de 45º con la horizontal.
Abdominal. Situado lateralmente a la derecha, junto a la cicatriz umbilical en su punto medio. El pliegue es vertical y corre paralelo al eje longitudinal del cuerpo.
Muslo Anterior. Situado en el punto medio de la línea que une el pliegue inguinal y borde proximal de la rótula, en la cara anterior del músculo. El pliegue es longitudinal y corre a lo largo del eje mayor del fémur. Posición: El estudiado estará sentado apoyando los pies en el suelo y formando sus rodillas un ángulo de 90º.
Pierna medial. Localizado a nivel de la máxima circunferencia de la pierna, en su cara medial. Es vertical y corre paralelo al eje longitudinal de la pierna. Posición: El estudiado estará con la pierna flexionada con la rodilla en ángulo recto y el pie colocado sobre un banco.
D. Diámetros
Es la distancia tomada en proyección, entre dos puntos anatómicos, medida en cm.
El estudiado mantendrá la posición de atención antropométrica. Las excepciones se comentarán en sus correspondientes medidas.
Posición:
Instrumentos: Paquímetro o compás para pequeños diámetros.
Técnica: Las ramas de ambos instrumentos se cogen entre el dedo pulgar e índice descansando sobre el dorso de la mano. El debo medio se utiliza para localizar el punto anatómico deseado. Hay que aplicar una presión firme sobre las ramas para minimizar el espesor de los tejidos blandos.
La técnica de medición de los diámetros referidos en la ficha antropométrica es la siguiente:
Bicondíleo de fémur. Distancia entre el cóndilo medial y la lateral del fémur.
Técnica: El antropometrista se sitúa delante del estudiado que está sentado y con la rodilla flexionada a 90º. Las ramas del calibre pequeño miran hacia abajo en la bisectriz del ángulo recto formado a nivel de la rodilla.
Biepicondíleo de húmero. Distancia entre el epicóndilo y epitróclea del húmero.
Técnica: El antropometrista se sitúa delante del estudiado que tendrá el brazo horizontal en anteplusión y el antebrazo flexionado a 90º y en supinación. Las ramas del paquímetro apuntan hacia arriba en la bisectriz del ángulo recto formado a nivel del codo. La medida es algo oblicua, por estar la epitróclea en un plano algo inferior al epicóndilo.
Biestiloideo (muñeca). Distancia entre apófisis estiloide del radio y cúbito.
Técnica: El antropometrista está delante del estudiado que estará sentado con el antebrazo en pronación sobre el muslo y la mano flexionada con la muñeca en un ángulo de unos 90º. Las ramas del paquímetro están dirigidas hacia abajo en la bisectriz del ángulo de la muñeca.
E. Perímetros
Son medidas de circunferencia medidas en cm.
Posición: El estudiado mantendrá la posición de atención antropométrica o estándar erecta. Las excepciones se comentarán en sus correspondientes medidas.
Instrumentos: Cinta métrica flexible e inextensible.
Técnica: El antropometrista tiene la cinta métrica en la mano derecha y el extremo libre en le izquierda. Se ayudará con los dedos para mantener la cinta métrica en la posición correcta, conservando el ángulo recto con el eje del hueso o del segmento que se mida. La cinta se pasa alrededor de la zona que se va a medir, sin comprimir los tejidos blandos, y la lectura se hace en el lugar que la cinta se yuxtapone sobre sí mismo.
Muslo (Medial). Perímetro situado en el punto medio trocantéreo-tibial.
Técnica: El estudio está de pie, con las piernas ligeramente separadas y el peso distribuido igualmente. El antropometrista mantiene la cinta perpendicular al eje longitudinal del fémur, situándose al lado derecho.
- Perímetro medido a nivel de la máxima circunferencia de la pierna.
Pierna.
Técnica: El estudiado está de pie, con las piernas ligeramente separadas y el distribuido igualmente. El antropometrista mantiene la cinta perpendicular al eje longitudinal de la pierna y se sitúa en el lado derecho.
- Perímetro que pasa por el punto medio de la distancia acromio-radial.
Brazo relajado.
Técnica: El estudiado está en posición estándar con los brazos relajados a ambos lados del cuerpo.
Brazo contraído y flexionado. Es el perímetro máximo del brazo contraído voluntariamente.
Técnica: El estudiado se encuentra en posición erecta. El antebrazo se coloca en supinación completa y a 45º aproximadamente de flexión. El evaluado “sacar bola” tensando al máximo los músculos flexores del brazo, toma el máximo perímetro alcanzado.
IV. 3.2. Protocolo de la prueba espirométrica
Técnica
Instruir al niño y joven, explicando las características de la técnica para eliminar su temor y convergir la colaboración máxima.
Mantener la posición sentada con la cabeza y tronco recto y erguido y las piernas sin cruzar. Algunos autores defienden la realización con el niño de pie y erguido, pero nosotros la hemos realizado sentados.
Evitar el uso de ropa que oprima el tórax o cinturones apretados.
Se utilizo una pinza nasal y una boquilla no deformable.
Se realizan varias respiraciones normales (volumen corriente).
Hacer una inspiración máxima mantenida durante 3-4 segundos seguida de una espiración lo más rápida y fuerte posible, prolongándola hasta alcanzar el vaciado completo de los pulmones.
Protocolo de la prueba de esfuerzo en cicloergómetro
Esta prueba no se realizó a los menores de 12 años.
Protocolo de la prueba de esfuerzo realizada sobre el cicloergómetro consta de un calentamiento de 12 min, con una carga de 25W, y comienza la prueba con una carga inicial de 50W que se aumenta progresivamente 25W cada minuto hasta la fatiga. Las cadencias de pedaleo pueden inicialmente ser de 50 a 60 RPM, pero en cargas altas es necesario ajustar la resistencia para aumentar las cadencias entre 60 y 80 RMP.
IV. 3.3. Protocolo de las pruebas en bicicleta
Previamente a la realización de las pruebas, se realizó entre 15-25 min de calentamiento progresivo en grupos de edades.
Cada ciclista realizaba dos intentos de cada prueba separados por 15 min de tiempo, en los que realizaba un descanso activo, rodando muy suave por la pista interna del velódromo. Se anotaba el mejor de los dos intentos.
He requerido la ayuda de un colaborador que me sujetaba al ciclista para la prueba de 500 m, ya que esta era realizada desde salida parada, sujeto por un portador el ejecutante. El orden era por edades comenzando por los más jóvenes y acabando por los mayores, para volver a empezar por los más jóvenes que se encontraban recuperados del primer esfuerzo.
V. Análisis de resultados y discusión
Una vez obtenidos los datos, iremos analizando los resultados:
1. Peso y talla
A edades comprendidas entre 8 y 11 años, las medias de peso son de 34,8 kg, con una desviación de hasta 22,8 kg. En cuanto a la altura, la media es de 139 cm, con una desviación de 27 cm.
Los infantiles tienen una media de peso de 47,9 kg con una desviación máxima de hasta 24 kg, su talla es de 159 de media con una desviación típica de 41 cm.
Los cadetes alcanzan un peso de 70 kg de media con 9 kg de desviación, cifra superior a la de los junior que es de 65,7 ± 17 y de 175,5 ± 9 cm de altura. La talla de los primeros alcanza media y desviación de 172,17 ± 17. Además de un mayor desarrollo a nivel biológico en la mayoría de los casos como corresponde a una mayor edad, también es debido al aumento de número de sesiones de entrenamiento y volúmenes de trabajo, así como una mayor sistematización del entrenamiento sumado a unos mayores cuidados dietéticos.
2. Capacidad vital
Es uno de los diagnósticos básicos en una prueba espirométrica. La espirometría forzada es la maniobra que registra el máximo volumen de aire que puede mover un sujeto desde una inspiración máxima hasta una exhalación completa (es decir, hasta que en los pulmones sólo quede el volumen residual).
Al mismo tiempo que se registra el máximo volumen espirado, éste se relaciona con el tiempo que dura la maniobra, con lo que es posible obtener medidas de flujo.
Los promesas poseen una media y desviación de 2,98 ± 0,83. Entre los infantiles la media es ya de 3,55 ± 2,57, observándose una desviación típica muy alta. Los cadetes de 4,91 ± 1,9. Y los juveniles de 4,91 ± 1,6. En estas edades postuberales la media ya es elevada a valores de adulto, con una desviación típica muy elevada, dada la heterogeneidad de la muestra, incluso en cada grupo de edad. Los resultados ponen de manifiesto que éstos jóvenes ven modificada la proporcionalidad torácica durante su vida como deportistas y aumentada su capacidad vital de unas edades a otras mayores.
En cuanto a los parámetros aeróbicos, destacar que el estudio de la respuesta cardiaca al ejercicio, es muy importante en lo que a nivel preventivo se refiere. Estas técnicas evaluativos se recomiendan antes de empezar cualquier programa de entrenamiento y más cuando hablamos de la competición. La identificación de jóvenes y niños con riesgo de complicaciones cardiovasculares relacionadas con el ejercicio es la preocupación primaria de los profesionales sanitarios. En cuanto a la captación de talentos se refiere estos datos pueden darnos cuantiosa información:
3. Frecuencia cardíaca en reposo
La frecuencia cardíaca en reposo se reduce con el entrenamiento cardiovascular a lo largo de los años y aunque es especialmente baja en los deportistas de resistencia maduros, por si sola no puede considerarse un indicador de las posibilidades de rendimiento deportivo ni como elemento de comparación entre individuos. Su medida tiene interés para verificar adaptaciones personales a lo largo del tiempo dado la tendencia a disminuir. En el caso de deportistas sometidos a un programa intenso de entrenamiento es conveniente la adquisición del hábito de registrar diariamente la frecuencia cardíaca en reposo ya que aumentos en días sucesivos pueden ser indicativos de sobreentrenamiento, estrés emocional, hábitos de sueño inadecuados, mal estado nutricional, etc. Se encuentran las medias más bajas en categoría cadete 66 ± 30 y las más altas en 80 ± 47. En este caso, puede ser debido a los nervios del momento, ya que estas mediciones fueron realizadas previamente al calentamiento.
4. Frecuencia cardíaca máxima
Una de las primeras mediciones que debe hacer el deportista que comienza a entrenar con pulsómetro es establecer su frecuencia cardíaca máxima, con la finalidad de establecer las zonas de trabajo adecuadas a cada objetivo de su programa de entrenamiento en función de porcentajes de esta frecuencia cardíaca máxima. Además en deportes en que la contribución anaeróbica es importante, la frecuencia cardíaca máxima de sus practicantes presenta valores sensiblemente altos respecto a otros deportistas o sujetos sedentarios, por lo que para el diseño de programas de entrenamiento no puede utilizarse la conocida fórmula de Fcmáx = 220 - edad.. Es necesario calcular la frecuencia cardíaca máxima de cada deportista y llevar a cabo controles periódicos a lo largo de la temporada, sobre todo al comienzo y final de periodos de entrenamiento de alta intensidad. En jóvenes poco entrenados, o ciclistas que reanuden su actividad tras un largo periodo sin realizar ejercicio físico o en personas con antecedentes o riesgo de enfermedad cardiovascular puede no ser necesaria una determinación de la frecuencia cardíaca máxima para programar ejercicio, sobre todo con las categorías de juveniles con los cuales el entrenamiento es más sistematizado. En este parámetro las medias decrecen a medida que se aumenta la edad de los jóvenes. Aunque la frecuencia cardíaca máxima tiende a disminuir con la edad, en deportistas entrenados se mantiene durante bastantes años en los mismos valores.
5. Control de la recuperación de la FC
Tras el esfuerzo, la utilización del pulsómetro puede estar indicada para valorar los efectos de las acciones o actividades de recuperación que se realicen. En la prueba de esfuerzo el control de esta recuperación, se refleja los resultados obtenidos de minuto en minuto una vez se llega al punto mas alto (FC REC 1, FC REC 2, FC REC 3,…). En estos indicadores, se observa como el descenso de la FC en unos ciclistas es mucho más lento que en otros, descartado todo riesgo cardiovascular, esto es debido al bajo nivel de preparación que aun poseían los jóvenes, ya que aun se encontraban en el periodo de pretemporada. Sujetos con más años de entrenamiento recuperan antes sus valores que los más jóvenes, este indicador nos revela el bajo estado de forma física de alguno de los ciclistas en ese momento.
6. Carga máxima
Este parámetro se mide en Vatios y es una referencia muy fiable para compararse con posteriores pruebas de esfuerzo. Mientras que un joven infantil alcanza cargas medias de 197,7 ± 75 Vatios, un cadete ya alcanza 285 ± 125 Vatios. Los junior 318 ± 150, con una desviación típica muy alta, mostrando la heterogeneidad de la muestra a pesar de encontrarnos en el mismo grupo de edades. Esta es una medida de rendimiento que nos puede aportar una información muy valiosa sobre la fuerza y velocidad del joven ciclistas, para nuestro estudio a largo plazo, al comparar estos valores con los de años posteriores y comprobar si el programa de entrenamiento es adecuado y están logrando los resultados deseados.
7. Umbral anaeróbico
El umbral anaeróbico, tal y como se define en estos momentos, depende de la acumulación de lactato en la sangre. Diversos estudios sobre el umbral anaeróbico en niños indican que en niños y niñas entre los 6 y los 12 años, el umbral anaeróbico (4 mmol/l) se encuentra en un 50% del VO2max, lo que representa 20 a 35mlO2/Kg/min. En general, los niños tienen un umbral anaeróbico más elevado que las niñas en todas las edades estudiadas.
Los jóvenes de 12 y 13 años de este estudio alcanzan una media y desviación de 183 ± 20, con los de 14 y 15 estas medias son de 181 ± 21. Los ciclistas de 16 y 17 años, ya con medias menos elevadas, 178±17. Se observa claramente como la FC de umbral en niños más jóvenes puede llegar a ser de 40 a 60 latidos por minuto más alta (Turley and Wilmore, 1997). Con iguales ritmos de trabajo relativos (% de VO2max), la FC es también más elevada en los niños en steady-state (Wirtth, Trager et al. 1978). Estos valores de FC más elevados de FC en los niños son una consecuencia compensatoria ante el hecho del menor tamaño del corazón y su menor volumen latido (Bar-Or, 1983; Washington, Bricker et al. 1994). En un estudio realizado con niños y niñas de 11 años se observó que la frecuencia cardiaca en la región del umbral anaeróbico era de 187.6 (± 6.61) y 188.0 (± 9.38) bat/min (Gaisl and Weisspeiner, 1990). Estos valores son más elevados que los que se encuentran en los adultos.
En la comparación de las respuestas de la FCmax en función de la posición que adopte el cuerpo durante el ejercicio y según el tipo de ejercicio utilizado se observan igualmente diferencias que se justifican por los grupos musculares empleados y la posición del cuerpo (figura 3), manteniéndose estas diferencias en ambos sexos (figura 4).
Como resultado de la aportación científica de los estudios analizados sobre la respuesta de la FC en los niños, sugerimos la necesidad de atender a las peculiaridades propias de respuesta cardiaca en estas edades, diferentes de las de los adultos, tanto en relación con el sexo como al tipo de ejercicio utilizado.
Figura 3. Diferencias en la frecuencia cardiaca máxima en niños de ambos sexos
de 6 a 15 años de edad según el tipo de ejercicio obtenidos de 19 estudios
Figura 4. Diferencias en la frecuencia cardiaca máxima en niños de 6 a 15 años
de edad en relación con el sexo y el tipo de ejercicio obtenidos de 19 estudios.
8. Pruebas específicas de ciclismo
Para las edades de 12 y 13 años, en la prueba de 200m, las media alcanzada y desviación es de 16,25 ± 2,78 seg. Mientras que en la segunda prueba es de 46,39 ± 4,11 seg. Es importante destacar que estos jóvenes desarrollaron esta prueba con el desarrollo de 48x16 dientes, que es el adecuado según la normativa de la RFEC para esta edad, con el cual compiten.
Con los de 15 y 16 años (cadetes), en la primera prueba, la media y desviación alcanzada ha sido de 14,37 ± 3,3. En la prueba de 500 m los valores observados son de 42,55 ± 5,32. Se observa una gran heterogeneidad entre las marcas de los ciclistas, alcanzándose diferencias de hasta 5,3 segundos de unos jóvenes a otros. El desarrollo utilizado por estas edades es de 52x16.
Los juveniles en la prueba de 200m, alcanzan una media y desviación de 14,14 ± 1,65, siendo un grupo más homogéneo que los anteriores. Pero a pesar de tener un desarrollo mayor (52 x 14) las diferencias con respecto a los cadetes tan solo oscilas entre 0,23 seg. En la prueba de 500m la media y desviación para este grupo de edad es de 42,15 ± 2,6. Observándose que las diferencias con respecto a la categoría son de 0.40 seg.
VI. Conclusión
Las cualidades físicas de los jóvenes talentos vienen claramente condicionadas por el contexto educacional, psicológico y social en el que estos jóvenes están inmersos. Las personas que nos dedicamos a esta labor tenemos que trabajar en tres fases: detección, selección y entrenamiento. En la primera trataremos de identificar a los niños con las mejores condiciones. En la segunda el objetivo es armonizar esas características con la exigencia del deporte del ciclismo. Por ultimo, con el entrenamiento se persigue potenciar al máximo las habilidades para adecuarlas a la técnica de la disciplina para la que ese joven esté más dotado.
La presencia de una práctica altamente estructurada, con el deseo de progresar y mejorar, y no con el único deseo de pasarlo bien y entretenerse, unido al factor competitivo es especialmente el marco adecuado para que estos jóvenes potencien sus habilidades. A lo largo de varios años de practica sistemática (de 8 a 15), pasarán a adquirir las habilidades y la experiencia requerida para empezar a ser un experto ciclista, entonces nos encontraremos en el escalón del profesionalismo.
Este estudio tendrá fundamentalmente una importancia comparativa, reveladora del estado de maduración fisiológico y de las habilidades específicas, de cada categoría o grupo de edad en el ciclismo. Dentro de cada grupo de edad, se pueden observar a simple vista a los más talentosos genéticamente, pero estos estarán condicionados por “las características suyas y de su entorno”.
Bibliografía
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revista
digital · Año 14 · N° 141 | Buenos Aires,
Febrero de 2010 |