El problema del sedentarismo en la sociedad actual | |||
Maestro de Educación Física Licenciado en Ciencias de la Actividad y el Deporte por la Universidad de A Coruña (España) |
Pablo Fuentes Trigo |
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Resumen En este artículo se muestran las consecuencias que tiene para la salud el hecho de haber pasado en nuestra sociedad de un estilo de vida activo a otro más pasivo, y se señala que el mejor remedio para luchar contra las enfermedades de la sociedad actual es llevar un estilo de vida con hábitos saludables, dentro de los cuales el deporte y la práctica de actividad física es un elemento fundamental e indispensable. Palabras clave: Sedentarismo. Salud. Enfermedad. Actividad Física. Deporte |
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http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 14 - Nº 141 - Febrero de 2010 |
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Introducción
En la sociedad actual los seres humanos nos estamos volviendo cada vez más cómodos e inactivos por las comodidades que nos proporcionan los avances tecnológicos, aunque paralelamente experimentamos mayores niveles de estrés en el cuerpo y mayores problemas de salud como consecuencia de la inactividad física. Esta inactividad le pasa factura tanto a nuestro cuerpo, favoreciendo la aparición de enfermedades y empeorando nuestra calidad de vida, como al sistema sanitario, pues muchas enfermedades se podrían combatir simplemente adoptando hábitos de vida saludables como una buena alimentación y la práctica regular de actividad física. De hecho, para muchos investigadores del ámbito de la actividad física y la salud, el sedentarismo en un factor de riesgo por sí mismo, igual que lo son el tabaquismo, la obesidad… Por eso es muy importante concienciar a las personas de la importancia de la práctica de actividad física a cualquier edad, tan solo como un medio para mejorar la salud. A este respecto hace mucho daño el modelo de deporte competitivo con el que nos invaden cada día los medios de comunicación, que no dan una idea de lo que de verdad es el deporte, solo le muestran a la población en general un parte minúscula y elitista de lo que representa el deporte, y además, este modelo de deporte competitivo tampoco es sinónimo de salud, de hecho, la mayor parte de los deportistas profesionales acaban arrastrando lesiones crónicas durante el resto de sus vidas, y también hay que decir que las actitudes que se dan en este modelo deportivo muchas veces tienen poco que ver con los sentimientos de amistad, hermandad, solidaridad… que se pueden dar en el llamado “Deporte para todos”; en el deporte competitivo priman otros valores como la competitividad, la rivalidad… En él solo gana el más fuerte.
Por eso, es importante concienciar a las personas de la importancia de practicar deporte con frecuencia, para ayudar a mejorar su salud y calidad de vida, mejorando sus relaciones sociales, su sensación de bienestar, etc.
La necesidad de movimiento del cuerpo
Nuestro cuerpo tiene la necesidad de movimiento constante, de hecho, desde que el ser humano está sobre la faz de la Tierra ha sobrevivido gracias al uso que le ha dado a su propio cuerpo, adaptándose al medio por medio de este. Así, el hombre estaba en constante movimiento cazando, reptando, caminando, corriendo… Para sobrevivir y buscarse el sustento. Desde entonces, hasta hace muy poco el hombre se seguía valiendo de su cuerpo para realizar sus actividades cotidianas, sin embargo, debido a la revolución tecnológica que se produjo en el siglo XX, los seres humanos nos volvimos cada vez más sedentarios, con lo cual, la tendencia es hacer cada vez menos actividad física y también relacionarse cada vez menos con el prójimo, pues estas nuevas tecnologías parecen aislar cada vez más al individuo dentro de su cuerpo, ofreciéndole una realidad virtual aparte que poco tiene que ver con el verdadero contacto humano ( humano en todos los sentidos: contacto, emoción, interacción…). Weineck (2001) nos dice en su libro:
“ El ser humano, cuyo organismo estaba adaptado por completo al movimiento, degenera convirtiéndose en una persona crónicamente sentada que realiza un trabajo principalmente “con la cabeza”. En la edad de piedra, el cazador y el recolector recorrían unos 40 Km. Diarios, el hombre actual no llega a los 2 Km. (...) Hace 100 años, la fuerza muscular realizaba casi el 90 % de toda la energía necesaria en el proceso de trabajo, actualmente el 1%”.
Y lógicamente, esto tiene que tener unas consecuencias muy importantes, pues si pasamos de una fase de usar nuestro cuerpo durante toda la evolución humana a otra en la que lo tenemos parado, hay una serie de cambios que inevitablemente se van a producir, puesto que nuestra época no es más que un suspiro si tomamos en cuenta toda la evolución de la especie humana a lo largo de la historia, pero un suspiro que tiene sus consecuencias. Siguiendo precisamente a este autor, podemos comprobar cómo en los países desarrollados la gente sufre muchas más enfermedades relacionadas con el aparato cardiovascular o tumores que en los países en vías de desarrollo, en los cuales las enfermedades más comunes son las infecciosas:
Enfermedades |
Países en desarrollo |
Países industrializados |
Enfermedades infecciosas |
39% |
6% |
Cáncer |
4% |
18% |
Enfermedades cardiovasculares |
4% |
48% |
Sin duda, en los países en vías de desarrollo las personas se ven obligadas a usar su cuerpo diariamente para procurarse su supervivencia, mientras que en los países desarrollados, las personas gozan de todas las comodidades y tienen a la vuelta de la esquina el supermercado para comprar en él todo lo que necesitan, aunque incluso a muchos de ellos ir “a la vuelta de la esquina” les parece una distancia insalvable, tanto que necesitan desplazarse en coche hasta allí para realizar sus compras.
Los beneficios que produce la actividad física
Para poder gozar de una vida saludable es indispensable dedicar un tiempo semanal a la práctica de la actividad física. En general, se recomienda practicar actividad física al menos tres veces por semana, y para aquellas personas que son sedentarias, se les recomienda comenzar realizando actividades poco a poco, caminando por ejemplo unos 10, 20 ó 30 minutos cada día, incrementando progresivamente el tiempo.
Las personas que nunca antes han realizado deporte y pretenden comenzar a practicarlo de la noche a la mañana deben de tener mucho cuidado, y acudir antes a su médico para que este les haga una revisión general de su estado de salud, pues puede suceder que el sujeto tenga problemas de salud que no se hacen patentes hasta que este fuerza su sistema cardiovascular por encima de los límites a los que lo tiene acostumbrado. Tal y como dice Weineck (2001):
“En el caso de las personas mayores, se han acumulado a lo largo de la vida una serie de problemas de salud que no suelen producir mayores prejuicios cuando la persona no hace ejercicio. Cuando la persona realiza un esfuerzo físico, estos problemas pueden adquirir cierta relevancia, por lo cual es necesario que el médico especialista en medicina deportiva someta a esta persona a una exploración previa al inicio de la actividad deportiva. En general, alrededor de la mitad de los hombres con edades comprendidas entre los 50 y 70 años sufren alteraciones en el corazón, en el aparato locomotor, las cuales limitan de forma importante la capacidad de esfuerzo”.
Entrando ya ahora en lo que son los beneficios que nos proporciona la actividad física, estos son los siguientes (Agency for Healthcare Research and Quality and the Centers for Disease Control, 2002):
“La actividad física regular tiene efectos beneficiosos sobre la salud, efectos que están respaldados por una consistente investigación científica. Entre estos beneficios se incluyen:
Menor riesgo de mortalidad general.
Menor riesgo de enfermedad coronaria. El riesgo para el corazón de ser inactivo es comparable al riesgo de fumar cigarrillos.
Menor riesgo de cáncer de colon.
Menor riesgo de diabetes.
Menor riesgo de desarrollar hipertensión. El ejercicio además le baja la tensión arterial a los sujetos que padecen hipertensión.
Menor riesgo de obesidad.
Mejora del humor y alivio de los síntomas de la depresión.
Mejora de la calidad de vida y mejora del desempeño de las funciones.
Mejora en la función de personas que sufren artritis.
Menor riesgo de caídas y lesiones.
Además, otras investigaciones científicas menos consistentes que las anteriores señalan que otros posibles efectos beneficiosos proporcionados por la actividad física podrían ser:
Menor riesgo de sufrir cáncer de pecho.
Como prevención para la pérdida de masa ósea y contra las fractures para el periodo posterior a la menopausia.
Menor riesgo de desarrollar depresión.
Mejora los problemas de insomnio”.
En definitiva, la práctica de actividad física proporciona unos beneficios muy grandes a nuestra vida, los cuales sin lugar a dudas contribuyen a mejorar la calidad de la misma. Por eso, muchos organismos públicos tratan de fomentar la práctica deportiva al máximo entre la población, desarrollando campañas de “Deporte para todos” y construyendo nuevas instalaciones deportivas para el disfrute de los ciudadanos, ya que esto favorecerá la mejora de la salud de estos y un menor uso de los servicios sanitarios. De hecho, debería de haber una oferta de ocio y actividad física para las personas de todas las edades, especialmente para el colectivo de las personas mayores, ya que contrariamente a lo que se pueda pensar, este colectivo realmente necesita practicar actividad física para mantener su estado de salud y prevenir la pérdida de funciones corporales, pues lo que a estas edades se deja de usar, pronto se pierde. A este respecto, se puede citar a Alcántara Sánchez Millán y Romero Pérez (2001); quienes señalan algunos beneficios de la actividad física en personas mayores:
El entrenamiento adecuado de los abuelos deportistas mejora las funciones esenciales demorando el deterioro físico y dependencia de 10 a 15 años (Shepard). Ello quiere decir que los estímulos deben tener una intensidad adecuada a las posibilidades funcionales según la Ley del Umbral, Principios De Todo o Nada y De Individualidad. (…) La inmovilidad e inactividad es el mejor agravante del envejecimiento y la incapacidad de tal forma que, lo que deja de realizarse, fruto del envejecimiento pronto será imposible realizarlo”.“
Conclusión
Hemos visto como el “Deporte para Todos” puede ser una herramienta magnífica para facilitar la práctica de actividad física regular y para inculcar hábitos de vida saludables en gente de todas las edades, favoreciendo así la interacción entre personas pertenecientes a distintos grupos sociales en un ambiente donde los valores principales son la participación, la cooperación, la amistad, etc. Esta práctica, como hemos visto, tendrá unos efectos muy beneficiosos sobre la salud de la población en general, de modo que muchas instituciones públicas están ya llevando a cabo campañas que conciencien a la población sobre la necesidad de moverse. La empresa no es fácil, pues nuestra vida cotidiana parece plagarse cada vez más de pantallas en casa, en el bus, en el coche, en la calle, en el centro comercial… que reclaman toda nuestra atención con sus mensajes hipnotizantes y no nos animan a llevar una vida activa; sin embargo, el esfuerzo valdrá la pena y le brindará grandes beneficios a la salud de las personas.
Bibliografía
Alcántara Sánchez Millán, Pedro y Romero Pérez, Mariano. Actividad física y envejecimiento. EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 6, N° 32, Marzo de 2001. http://www.efdeportes.com/efd32/envej.htm
Physical Activity and Older Americans: Benefits and Strategies. June 2002. Agency for Healthcare Research and Quality and the Centers for Disease Control. http://www.ahrq.gov/ppip/activity.htm
Weineck, Jürgen. Salud, ejercicio y deporte.
revista
digital · Año 14 · N° 141 | Buenos Aires,
Febrero de 2010 |